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DESMONTE DEL FRENTE

En Colombia durante el proceso de desmonte del frente nacional, la economía


toma un auge exportador a principios de la década de los setenta, donde en el
gobierno de Misael Pastrana Borrero se da una inflación a los ingresos de los
exportadores que privó el mercado interno de muchos productos que fueron a
parar al extranjero, lo cual a nivel interno genero carestía en productos como el
azúcar, la carne, el algodón y otros productos básicos, dándose un mercado
externo en expansión, con el dólar muy caro en pesos y con subsidios
adicionales que recibían los exportadores, siendo las exportaciones más
rentables que la venta en el país, donde los exportadores se vieron
favorecidos, además, porque los salarios de sus obreros se redujeron, situación
que lleva a la conformación de fuerzas sindicales en el país, que a través de
huelgas y paros cívicos lograron en el gobierno cambiar el curso de su política
y establecer alzas anuales en los salarios, sin embargo, se da una recesión
económica en el año de 1975, donde el país se ve afectado por las dinámicas
económicas que se vieron en muchos países por la paralización de industrias,
lo que llevo a la reducción de las exportaciones, pero este receso no fue muy
profundo y el país pudo mantenerse ya que contábamos con la producción de
café, petróleo y más delante de drogas que llevaron a ocultar los problemas del
desequilibrio económico durante esta década.
Más adelante podemos observar que a partir del gobierno de López Michelsen,
se dio un cambio de la política económica, ya que el país se vio obligado a
practicar la protección, la cual genera grandes monopolios ineficientes, pues al
no haber competencia externa produce caro y de mala calidad, lleva a que el
país exporte poco, dándose ineficiencia en la industria por la falta de
competencia, también el control gubernamental de los bancos y el crédito,
permitiéndole al gobierno autofinanciarse y subsidiar a los monopolios del país,
generando así falta de oportunidad de acceso a créditos por parte de
empresarios que desean industrializarse, llevando a que el ahorro se reduzca.
Ante esta crisis que presento el Estado colombiano, es de anotar que la
intervención estatal es la responsable de la dualidad en la economía, donde se
va deformando cada vez más su estructura, ya que favorece a pocos y no
permite que haya progreso por parte de los agricultores y el sector informal, así
mismo, se ve reflejados problemas que siguen desencadenando en la
actualidad como el clientelismo y la prioridad de los intereses particulares sobre
el bien común, entonces, ¿ Desde una visión económica, es el Estado
Colombiano un Estado Social de derecho? ¿Será que a través del desarrollo de
Políticas Públicas vamos a lograr el bienestar de nuestra población? ¿La
Administración Publica podrá ser una herramienta que permita el progreso?

BIBLIOGRAFIA:
KALMANOVITZ, Salomón, DURAN, Silvia, Historia de Colombia. El cid
editorial, 1986 páginas 198-215.
GAVIRIA G. Juan Felipe, Economía, Café, Industria, en Nueva Historia de
Colombia Vol. V. Planeta colombiana editorial S.A., 1989 páginas 167-196

DESMONTE DEL FRENTE NACIONAL Y CRISIS DEL ESTADO Enfoque


POR: VANNESA CORONADO
DESMONTE DEL FRENTE NACIONAL Y CRISIS DE ESTADO
Teniendo como punto de referencia la articulación de los dos partidos
tradicionales (Liberal y conservador), en el mandato de Lleras Restrepo,
empezó a darse un fenómeno de abstención política, lo cual llevo a diferencia
marcadas en los acuerdos suscritos entre dichos partidos, dejando al
descubierto un Estado dotado de gran fortaleza económica, pero debilitado
Institucionalmente.
Posteriormente en el mandato de Pastrana Borrero se evidencia, la creación de
un tercer partido, en el cual se conjugarían diferentes intereses políticos, con el
fin de lograr la ruptura del bipartidismo existente, y si bien este cometido no se
logró, si es cierto que debilito esta tradición política bipartidista.
Este debilitamiento desarrollo y género en nuestro País, movimientos alzados
en armas, protestas, y movimientos que rebasaron los diferentes esquemas
organizativos propuestos por los partidos políticos tradicionales.
Una de las particularidades del frente nacional fue la exclusión de todo grupo o
movimiento que no se identificara con los postulados del bipartidismo. La
protesta social, y el accionar político de los sindicatos, organizaciones
campesinas, movimientos políticos de izquierda y de universitarios quedaron en
manos de la Institución militar que irrumpía en el Estado, para asumir la
creciente confrontaron de esta con la sociedad civil.
Los gobiernos siguientes, el de Alfonso López y Julio Cesar Turbay Ayala, se
desarrollaron sin mayores cambios significativos, en un creciente clientelismo,
en un amañado reparto fiscal y la corrupción política, rompiendo todo canal de
comunicación entre el electorado y la dirigencia política cada vez más distante
de los partidos políticos, generando como respuesta, el incremento de
movimientos y paros cívicos, cuyo objetivo era el de reclamar al Estado,
servicios, inversión, vías de comunicación, educación, salud, dejando en claro
el escaso grado de democratización del régimen político.
Se sabe que hubo un gran número de protestas sociales de todo orden que
incluían desde las campesinas hasta las gremiales, pasando por las
estudiantiles, obreras, sindicales, indígenas o de mujeres (1). También
surgieron organizaciones civiles y políticas como la ANUC y las JAC (ambas
creadas oficialmente bajo el gobierno de Lleras Restrepo), así como el MRL, la
ANAPO, la UNO, el MOIR y otras que quisieron probar la "democracia"
Colombiana abriéndose paso a codazos entre la inercia bipartidista. Así mismo,
desde la Iglesia hubo un fuerte y semiclan destino sector disidente que se
comprometió con un evangelismo practicante inspirado en la encíclica
Populorum Progresio(sobre el desarrollo de los pueblos), enunciada por el
Papa Paulo VI en 1967 y conocida en la segunda Asamblea General del
CELAM, realizada en Medellín en 1968. Este sector, denominado Golconda, al
igual que las Comunidades Eclesiásticas de Base, en su momento, se convirtió
en una alternativa de acción comunitaria para la población marginal del país.
Sin embargo Hartlyn considero, que estos movimientos constituyeron un
desafío al régimen, pero que no lograron poner en riesgo la estabilidad del
mismo, dado que no debilitaron el bipartidismo, sino las formas de oposición
políticas, y por el contrario se fortalecieron los grupos guerrilleros que
irrumpían en ese momento, tal es el caso del M-19
El balance del Frente Nacional (2). Hubiera sido, probablemente, muy positivo
si hubiese sido desmontado en las fechas previstas. Pero las cúpulas
bipartidistas decidieron en mala hora, a fines de los años 60, prolongar el pacto
burocrático mediante un parágrafo en el artículo 120 de la Constitución
Nacional, el cual exigía darle una participación adecuada y equitativa al
segundo partido en votos tras cada elección. Fue un desastre. Lo bueno del
Frente Nacional (en particular, la superación de los "odios heredados" y la
recuperación de las instituciones civiles) ya se había alcanzado. Con este
parágrafo nefasto se prolongó, por el contrario, todo lo negativo que arrastraba
el Frente Nacional: la burocratización clientelista de los partidos tradicionales,
el debilitamiento de la competencia Inter-partidista y, sobre todo, el sentimiento
de exclusión de la oposición política.
Hubo que esperar hasta la imposición del esquema gobierno-oposición bajo el
gobierno de Virgilio Barco en 1986 y, sobre todo, a la Constitución de 1991,
para poder llevar a cabo el desmonte final del Frente Nacional. Una eternidad.
Tras asumir la presidencia de Colombia el 7 de agosto de 1986, Barco
emprendió el esquema gobierno-oposición para acabar con los vestigios del
Frente Nacional, por lo que contó en su gabinete sólo con representantes del
Partido Liberal.

Referencias:
Álvaro Acevedo Tarazona, Salomón Castaño Álvarez: El Frente Nacional Una
reflexión histórica de su legitimidad política: Revista No. 28 Ciencias Humanas.
(1) ARCHILA NEIRA, Mauricio. Protesta social y estado en el Frente Nacional.
En: Controversia. Bogotá. CINEP. Nº 170 (1997); p. 10

(2) HARTLYN, Jonathan. La política del Régimen de coalición: La experiencia


del Frente Nacional en Colombia. Bogotá: Centro de Estudios Internacionales
de la Universidad de los Andes (CEI) - Ediciones Uniandes - Tercer Mundo
Editores, 1993. p. 14, 25, 298-304.

Maria Esther Novoa: Régimen y sistema Político Colombiano II, Programa de


Administración Pública, Escuela Superior de Administración Pública.

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