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LAS REBELIONES INDÍGENAS I

La coyuntura rebelde se inicia principalmente en la octava década del


siglo XVIII, es decir, cuando los cambios producidos por las reformas
borbónicas habían generado una situación de desacato que abarcaba
a distintos sectores sociales con diferentes perspectivas.
Ese año estallaron dos rebeliones que llegaron a involucrar un consi-
derable territorio del Sur Andino peruano.
Una de las revueltas más extensas por el territorio y por el tiempo que
abarcara fue la conocida como de Juan Santos Atahualpa.

Juan Santos Atahualpa das por los franciscanos. Convertirlos significaba,


Juan Santos Atahualpa, desde la montaña de Huanta, entonces, no sólo cristianizarlos, sino también
se internó en la selva central para establecerse prepararlos para ser empadronados como tribu-
inicialmente en Chanchamayo, tal vez huyendo tarios y mitayos.
de la justicia colonial. En mayo de 1742, tuvo una B. Colonización y epidemias.
entrevista con el cacique Santabangori, de resultas La colonización de la selva causó entre las etnias
de la cual logró la adhesión de numerosas naciones evangelizadas una actitud de rechazo frente a los
del Gran Pajonal, especialmente de los asháninca misioneros franciscanos. Entre 1709 y 1737, se
(campas), entre los que se hizo proclamar Apu Inca sucedieron epidemias como la viruela y el saram-
diciéndose descendiente de Atahualpa, cuyo nombre pión, que ocasionaron la muerte de numerosos
tomó, proclamando que iniciaba la lucha para liberar pobladores. Era inevitable que amueshas y cam-
a los pueblos indios de la opresión feudal-colonial. pas establecieran una correlación entre los misio-
neros y las enfermedades, resintiendo la presen-
Rebelión de Juan Santos Atahualpa (1742-1756) cia de los clérigos en su territorio. No obstante,
A. Franciscanos y la conversión de almas. esto debe combinarse con la resistencia de los
nativos al trabajo obligado encasillado en centros
productivos coloniales, sistema laboral que toda-
vía no había sido ni aceptado ni asimilado por los
nativos de la selva.
C. Factores de la rebelión.
La moderna historiografía coincide en tres factores:
1. La disputa por el control del Cerro de la Sal
(ubicado en las inmediaciones de lo que es
hoy La Merced) entre los grupos indígenas y
los curas franciscanos.
2. La reacción de los indios de la selva central
frente a un modelo evangelizador, de “civi-
El área donde se desarrolló la insurrección se lización”, que no iba de acuerdo a su modo
hallaba, desde el siglo XVII, bajo el control de la de vida tradicional. Como bien sabemos, los
orden de los franciscanos. Geográficamente se aborígenes de la montaña eran semi nómades;
situaba en lo que se denominaría Gran Pajonal. combinaban la caza, pesca y recolección en el
Tribus como los shipibos, conibos, amueshas y territorio amazónico con formas superficiales
campas (o ashánincas) estaban siendo adoctrina- de agricultura. La implantación de pueblos o
“reducciones” emprendida por los francisca- nir a un gran número de familias piro en el Alto
nos, alteraba de modo significativo su orden Ucayali, y, en 1813, fundaron, con 300 familias
de vida y sus formas de explotación de la na- shipibo, el pueblo de San Luis de Sharasmaná en
turaleza. Definitivamente, no guardan el per- el río Pisqui.
fil de los indios “andinos” que, con el tiempo, Pero el recuerdo de la rebelión de Juan Santos es-
pudieron combinar la vida en sus pueblos y el taba aún fresco y los nativos no se avenían con fa-
tradicional “control de los pisos ecológicos”. cilidad a recibir de nuevo a los misioneros, lo que
3. Una esperanza mesiánica y milenarista de re- decidió a los franciscanos a construir un fuerte
torno a tiempos del pasado liderada por un para amedrentarlos.
“mesías”, un supuesto descendiente de los in- F. Significado histórico.
cas, personificado en Juan Santos Atahualpa. Este movimiento tiene para nosotros una
Lo cierto es que, a partir de 1742 y 1743, la rebe- profunda significación histórica, por el hecho
lión tomó proporciones alarmantes y el gobierno de que logró, al menos durante un buen tiempo,
virreinal optó por enviar tropas, armas, municio- la liberación de la población nativa. Mucho
nes, cuyas expediciones salieron de Tarma. En tardarían los españoles y criollos en intentar
1745, el virrey Conde de Superunda envió varias ocupar nuevamente esa región del territorio
tropas de soldados. amazónico. Por ello, Juan Santos Atahualpa es un
D. Guerra de guerrillas. símbolo vivo del Perú libertario.
La estrategia militar que siguió Juan Santos Ata- Un análisis moderno de la rebelión. Entre los histo-
hualpa fue la de perpetrar ataques sorpresivos riadores, estudiar los hechos del levantamiento de
por parte de sus columnas guerrilleras demostró Juan Santos Atahualpa siempre ha sido polémico, ya
ser la adecuada, ya que la selva se prestaba para que para algunos es un personaje cuestionado (le-
este tipo de incursiones y, además, al no contar gendario) y para otros un héroe que dio el primer
con un ejército debidamente entrenado y acon- grito de Independencia en la selva central del país.
dicionado, sus inesperadas entradas desconcerta- “La impresión transmitida por la historiografía
ban a los españoles. americanista tradicional sorprende por la aparente
Diez años de choques con el ejército peninsu- paz de la vida colonial, sin otras alteraciones solo
lar no pueden ser considerados un total fracaso por unos pocos levantamientos Sin embargo de
para la insurrección de Juan Santos Atahualpa. Al entre los levantamientos utilizados como ejem-
principio, probablemente no se le dio la suficiente plo de lo “inhabitual” se encuentra la revuelta
importancia, por tratarse de un área periférica a de Juan Santos Atahualpa que junto a la de José
los intereses del Virreinato peruano. Gabriel Condorcanqui aparece como fenóme-
La opción utilizada por el ejército español para no emblemático del s. XVIII. Ambos episodios
contrarrestar a Juan Santos fue la de crear fuer- pueden ser considerados como precedentes de
tes con guarniciones de soldados en el territorio los movimientos emancipadores, debido a su
carácter nativista siendo, en todo caso, un ejem-
en conflicto. Así, se ordenó la construcción de un
plo para las élites criollas. Pese al intenso trabajo
fuerte en Quimirí, que fue rápidamente destruido
historiográfico de los últimos años, han pervivi-
por las tropas de Santos Atahualpa. Entre 1742 do sorprendentemente notables errores sobre el
y 1750, los peninsulares llevaron a cabo cuatro levantamiento selvático”.
entradas militares; ninguna tuvo éxito. Posterior- G. Fin de la rebelión
mente la rebelión se apagó, lo único que se sabe es Políticamente la rebelión también fue exitosa,
que Juan Santos Atahualpa nunca fue derrotado pues a pesar de que un grupo de historiadores
E. Franciscanos después de la rebelión. sostiene que fracasó porque no se extendió y ar-
Los franciscanos, a pesar del desastre, no estaban ticuló a la sierra donde existían grupos sociales
dispuestos a perder sus reducciones y, en 1766, des- explotados por el régimen colonial, el objetivo de
de Ocopa, decidieron recuperar las misiones del la rebelión no era ese, sino crear una zona geo-
alto Ucayali, un territorio que no había sido convul- gráfica, política y económica libre del control
sionado por la rebelión de Juan Santos Atahualpa. estatal español, objetivo que se logró, pues has-
ta muchas décadas después dicho territorio no
Así, en 1791, se reconstruyó el pueblo de Saraya-
pudo ser controlado por los gobiernos de turno,
cu donde se congregó a indios setebos y conibos.
estableciéndose a lo mucho, pequeños grupos de
Luego, en 1809, los franciscanos lograron reu-
colonos foráneos.
REBELIONES INDÍGENAS II

JOSÉ GABRIEL CONDORCANQUI, comercio y los tributos fueron dos de las esferas más
TÚPAC AMARU II. afectadas. En este contexto debe entenderse la rebe-
lión de Túpac Amaru II.
José Gabriel Con-
Túpac Amaru II manejó magistralmente este mo-
dorcanqui reclama-
mento particular en el que se juntaron intereses pro-
ba ser descendiente
venientes de diferentes sectores sociales. A los crio-
de Túpac Amaru I,
llos les ofreció la abolición de aduanas y alcabalas,
el último inca de
que estaban siendo controladas por peninsulares o
Vilcabamba.
personal venido “de afuera”. Ante los mestizos puso
Nació en Tinta,
énfasis en la erradicación de repartos, si eran arrieros
el 19 de marzo de
o artesanos; y, de aduanas y alcabalas, si eran peque-
1738. Era el segun-
ños comerciantes.
do hijo de Miguel
Para los indígenas tuvo otra agenda, otro discurso.
Condorcanqui y
Les dijo que no habría más tributos “mientras durara
de Rosa Noguera.
la rebelión” y, aunque hizo hincapié en abolir la mita,
Heredó del cura-
se refirió exclusivamente a la mita minera. De la mita
cazgo de Surimana,
chacra o mita obraje dijo poco o nada. Se puede afir-
Tungasuca y Pam-
mar, entonces, que se dio prioridad a las reivindica-
pamarca. Fue edu-
ciones de criollos y mestizos; los pobladores indíge-
cado por los jesui-
nas recibieron una menor gratificación.
tas en el colegio de
curacas de San Francisco de Borja ubicado en el Cusco.
Todos juntos, pero cada quien en su lugar.
La capacidad de convocatoria de Túpac Amaru II fue
Tenía alrededor de 20 años cuando, en 1760, contrajo
amplia: vinculó a peninsulares, criollos, mestizos,
matrimonio con Micaela Bastidas Puyucahua.
mulatos, negros y a indígenas. Pero no todos tuvieron
Era propietario de cocales en Carabaya, chacras en
la misma ubicación ni gozaron de los mismos privile-
Tinta, vetas de minas y, sobre todo, dueño de 350 mu-
gios dentro del movimiento.
las, por lo cual era conocido peyorativamente como
“el curaca arriero”. La batalla de Sangarará.
El inicio de la rebelión: el ajusticiamiento de El 18 de noviembre de 1780, surgieron las primeras
Arriaga. contradicciones en la gran rebelión. La batalla de San-
garará, donde el triunfo de Túpac Amaru II significó la
Se puede decir que la rebelión se inició el 4 de no-
muerte de numerosos criollos y peninsulares refugia-
viembre de 1780, con la captura del corregidor An-
dos en la iglesia local, mostró fisuras irreversibles con
tonio de Arriaga, en Tinta, Cusco. La ejecución de
la población blanca y con el alto clero. Como resultado
Arriaga terminó siendo un espectáculo público en
de esto, José Gabriel, cristiano practicante, fue excomul-
el que se trató de respetar las prácticas cristianas. La
gado. De esta manera, su figura se hizo más vulnerable.
muerte del corregidor Arriaga no simbolizaba exclu-
Ya no contaba con el beneplácito divino.
sivamente un ataque al español, sino principalmente
Frente a la subsiguiente frialdad de los españoles, el mo-
a la autoridad abusiva que éste representaba.
vimiento se radicalizó. Es aquí cuando emerge más cla-
Dos agendas, dos discursos. ramente la asociación de Túpac Amaru II con el Inca,
Las reformas borbónicas modificaron significativa- sobre todo entre la población indígena. Para los mes-
mente la estructura colonial. En ese sentido, los as- tizos y los más cercanos a la cúpula rebelde, Túpac
pectos económico y fiscal tuvieron un impacto in- Amaru II iba a asumir el cargo de virrey en Lima. Su
mediato en los diferentes sectores de la sociedad. El rebelión era, por lo tanto, contra el mal gobierno de
las autoridades coloniales (corregidores, aduaneros), Contribuciones:
pero no necesariamente contra el rey. No obstante, la ZZ Micaela Bastidas, pertenece a un grupo de muje-
posibilidad de avanzar hacia Lima se diluyó rápida- res cuyo modelo de conducta femenina es muy
mente. Túpac Amaru II optó por tomar la ruta que antiguo en los andes peruanos.
conocía como arriero y expandió el movimiento ha- ZZ Micaela Bastidas fecundó y dejó viva nuestra es-
cia la zona de Desaguadero, puerta de entrada al Alto peranza en una patria libre y soberana y pasó a
Perú. En esta área también su discurso sufrió algu- la historia como ejemplo de lealtad, heroicidad y
nas alteraciones. Tuvo que centrarse más en ofrecer sacrificio en la gran rebelión indígena.
la abolición del tributo, porque las masas indígenas lo ZZ La personalidad de Micaela Bastidas fue una
presionaron. Además, fue necesario ofrecer la manu- mujer con ideologías muy fuertes, lucho por sus
misión a los esclavos que se unieran a sus filas. Pero ideales hasta la muerte.
el sector criollo ya se había retraído, los pobladores Las consecuencias de la rebelión tupacamarista.
quechuas y aimaras habían rebasado las expectativas La rebelión causó la muerte de alrededor de cien mil
del movimiento. personas, al ser controlada por las tropas virreinales;
En enero de 1781, Túpac Amaru II atacó el Cusco, lo que ocasionó un nuevo colapso demográfico que
pero ya era demasiado tarde. Pocos meses después, afectó la productividad.
en abril, fue derrotado y capturado por el ejército re- Se prohibió todo tipo de manifestación artística o li-
alista. El 18 de mayo, reproduciendo el espectáculo teraria que hiciera alusión al pasado incaico, como la
público de la muerte del corregidor Arriaga, sería eje- lectura de los Comentarios Reales del Inca Garcilaso
cutado en la plaza central del Cusco, por órdenes del de la Vega. Asimismo, se suprimieron todos los títu-
visitador José Antonio de Areche, tal como dos siglos los nobiliarios incas, incluido el de curaca. Se prohi-
antes había sido ajusticiado Túpac Amaru I. Pero esta bió hablar en quechua o usar símbolos incaicos. Se
vez, la ejecución fue masiva, pues incluyó a su esposa creó, en 1787, la Audiencia del Cusco para la efectiva
y su hijo mayor, Hipólito, el llamado a suceder a su ejecución de justicia. También se elevó el número de
padre como curaca de sangre real. las milicias en el Virreinato hasta conformar un po-
deroso ejército de cincuenta mil hombres. Esto sin
MICAELA BASTIDAS tomar en cuenta que las autoridades como los corre-
Micaela Bastidas Puyu- gidores, sobrepasaron la paciencia y el control de las
cahua nació en Aban- más altas autoridades, por lo que se procedió a reem-
cay (sierra sur del Perú) plazarlos por los intendentes o autoridades con cierto
en 1745. Sus padres fue- poder militar.
ron Manuel Bastidas
(afroperuano) y Josefa LA REBELIÓN DE JULIAN APAZA,
Puyucahua (indígena) A TÚPAC CATARI
los 15 años se casó con La rebelión de Túpac Amaru II atravesó por dos fases
el cacique José Gabriel bastante bien definidas. La primera de ellas, la fase que-
Condorcanqui (Túpac chua, contó con la conducción personal de Túpac Ama-
Amaru II) con quien ru II. La segunda fase se ha denominado aimara, pues
tuvo tres hijos: Hipólito, Mariano y Fernando. al liderazgo de los parientes de Túpac Amaru II -Die-
En 1780 lideró, junto a su esposo, la gran rebelión go Cristóbal, Miguel Bastidas y Andrés Mendigure- se
anticolonial buscando terminar con el mal gobierno, sumó, en 1781, la presencia del dirigente aimara Ju-
las injustas reformas fiscales y los abusos contra los lián Apaza, conocido como Túpac Catari.
indios. Durante la lucha encargó de la distribución de El cerco de La Paz. Un hecho sin precedentes ocu-
armas y alimentos para los rebeldes. También dirigió rrió en la fase aimara de la sublevación: los rebeldes
ataques guerrrilleros. mantuvieron cercada la ciudad de La Paz durante 109
Al fracasar la sublevación fue capturada y llevada al días, desde el mes de marzo de 1781. Esto propició
Cusco, donde fue sentenciada a muerte. La pena se que se estableciera un mercado negro de víveres, pues
cumplió en la Plaza de Armas el 18 de mayo de 1781. el bloqueo de la ciudad impedía el comercio habitual.
Los verdugos le cortaron la lengua, la estrangularon A la escasez de alimentos siguieron las pestes. Las
y la remataron con patadas en su vientre. El mismo descripciones señalan cómo los cuerpos de los enfer-
día fueron ejecutados esposo Túpac Amaru II, su hijo mos yacían en las calles, sin poder recibir cristiana
Hipólito y su hermano Antonio. sepultura.
Para la élite paceña fue una experiencia traumática. Les parecía increíble haber sido asediados por los indí-
genas quienes, además, ejercían el control de la ciudad. Con esta finalidad, Túpac Catari consideró oportuno
establecer su campamento en El Alto, desde donde se divisaba La Paz. Aunque no lograron apoderarse de la
plaza fortificada, la ciudad quedó estrangulada e inclusive los rebeldes apelaron a inundar la ciudad, lo que
causó mucho daño a las casas. Pero maniobras políticas y militares, así como líderes originarios contrarios al
levantamiento acabaron con el mismo. Los cabecillas fueron apresados y ejecutados.

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