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TITUS FLaMINIUS

LA FUENTE DE LAS VESTALES


LA FIESTA DEL CABALLO DE OCTUBRE

1.- Ritual del Sacrificio del Caballo y la Ofrenda a Marte

Consistía en el sacrificio de un caballo, dedicado al dios Marte, que se


realizaba cada 15 de octubre en el circo Flaminio en el Campo de Marte.
Se hacía una carrera con bigas tiradas por dos caballos cada una. En esta
carrera participaban los mejores caballos. El caballo de la derecha del carro
vencedor era sacrificado en honor a Marte. Se le cortaba la cabeza y la cola
La cabeza era pretendida por los dos barrios de la Vía Sacra y la Suburra,
cuyos hombres contendían en una carrera a pie por su derecho a exhibirla
Si la victoria era de los de la Vía Sacra, la cabeza se clavaría en el muro
exterior de la Regia y si los de Suburra eran los vencedores, la cabeza se
expondría en la Torre Mamilia.

2.- Importancia de los augurios

Los augurios para los romanos debían de tener una gran importancia, como
se muestra en el pasaje en el que a Titus Flaminius un cuervo le grazna tres
veces a su derecha y para él, está convencido de que algo malo va a ocurrir,
como posteriormente así pasa.
Los romanos daban una importancia decisiva a los presagios y augurios.  No
iniciaban ninguna asamblea, ninguna elección, ninguna guerra sin haber
consultado la voluntad de los dioses.  Sacerdotes especiales, los augures,
debían observar el vuelo de las aves, el relámpago, los intestinos de los
animales y otros signos. Las gallinas sagradas desempeñaban un papel
importante en la guerra y los cónsules hacían depender sus decisiones de si
las gallinas comían o no.

LA PUERTA DE PALACIO

3.- Comparación entre los habitantes de Susurra y los de la Vía Sacra

Los habitantes de la Vía Sacra eran romanos de clase media, había


comerciantes, artesanos, mientras que Los habitantes de Suburra eran
gigantes, mimos, gladiadores y cortesanas o simples delincuentes; aquí tenían
sus sedes las peores tascas y tabernas de la ciudad, y sus lóbregos callejones
eran a menudo escenario de delitos y fechorías.

4.- Principios básicos de la filosofía de los estoicos.

Los estoicos pensaban que había unas cosas que dependían de nosotros y
otras que no. De nosotros dependían el juicio, la voluntad y el deseo y no
dependía de nosotros lo que generalmente consideramos el bien y el mal, y
eso realmente no importaba. La vida, la muerte, (la nuestra y las de los que nos
rodean), la salud, la enfermedad, la pobreza y la riqueza. Si nos aferramos a
estas cosas era perder el tiempo.
"Enfermo y sin embargo feliz, en peligro y sin embargo feliz, morir y sin
embargo feliz, en el exilio y feliz, en desgracia y feliz”

EL DÍA DE MÁSCARAS

5.- La villa romana: Sus diferentes estancias.

La villa era una auténtica maravilla, situada en el Bosque de las Musas, parecía
colgar del monte Celio, una de las sietes colinas que rodean Roma.
La casa era una construcción de una planta, recubierta de mármol.
La primera estancia era el “atrio” recinto a cielo abierto, adornado y que se
usaba para recepciones y ceremonias. A la casa se accedía a través del
“tablinium”, que era una pequeña sala que se usaba como biblioteca. A
derecha e izquierda de la sala había 2 comedores y por el fondo se iba hacia
los dormitorios. Por un lado del tablinium se entraba al “bosque de las musas”
con Arbustos y flores.
6.- La muerte según la filosofía estoica

Para el estoicismo el mal es necesario e inevitable en el mundo. Incluso, la


muerte, son manifestaciones, o, si se quiere, evoluciones necesarias y fatales
de la Divinidad; pues aunque no se diga que Dios quiere el mal, éste es
inevitable y hasta necesario para que exista el bien, tanto en el orden físico
como en el orden moral.
Los estoicos pensaban que el alma inmortal se unía en el seno de la armonía
universal, a Dioses que no tenían nombre ni forma definida.
Pero para “ Bruto” el amigo de Titus, la muerte no había sido accidental, por lo
que en este caso, Titus debía involucrarse y buscar al asesino. No tenía que
dejarlo pasar.

7.- La funciones del pretor urbano

El pretor urbano, era el responsable de la policía y de la justicia en Roma.


Este pretor otorgaba al pueblo y a la plebe el supremo derecho en asuntos
civiles, de manera que el pretor urbano por esta razón, no podía ser licenciado
en la conducción de un ejército, ni siquiera podía ausentarse de la ciudad por
diez días.
Clodio era en estos momento el pretor urbano, que aún siendo noble, se había
hecho adoptar por un plebeyo para tener una mayor popularidad entre el
pueblo.

8.- Las vestales características y funciones.

Era un grupo de mujeres cuya misión era vigilar y preservar el fuego sagrado
del santuario de Vesta, bajo la autoridad de la Gran Virgen Vestal.
Las vestales eran dieciocho seis sacerdotisas en ejercicio, seis novicias y seis
mayores. Se iniciaban en el sacerdocio entre los seis y los diez años. Eran
seleccionadas entre las familias patricias y el sorteo corría a cargo del gran
pontífice. Los primeros diez años recibían instrucciones de las mayores, los
siguientes diez años ejercían su ministerio y los últimos diez años se ocupaban
de las novicias.
Eran veneradas por todos los romanos. Hacían votos de virginidad y pureza
absolutas. Si una de ellas era declarada culpable, era condenada la “cámara
subterránea” donde era enterrada viva con agua provisiones y una lámpara de
de aceite. Una vez transcurridos los treinta años, eran libres de hacer lo que
gustasen incluido casarse.
9.- ¿Cómo se realizaban las representaciones teatrales?

Las familias patricias, cuando enterraban a uno de sus muertos, sacaban las
máscaras mortuorias de sus antepasados, moldeadas en cera después de su
muerte y hacía que las luciesen unos actores.
El “archimimo” (Primer actor) llevaba la máscara de la persona difunta,
haciéndola revivir. Hablaba y se movía de un lado a otro, mientras que el resto
de actores permanecía en silencio.
En las compañías de cómicos todos los papeles, femeninos o masculinos,
estaban representados por hombres.

10.- ¿Cómo se celebraban los funerales?

Una vez hecha la representación teatral, llevada acabo por actores, que
revivían a los difuntos con unas máscaras de cera, tenía lugar el elogio
fúnebre, en el que se hablaba del difunto, destacando sus virtudes y las buenas
obras y que había hecho a lo largo de su vida. En el caso que nos ocupa fue
fácil debido a la propia personalidad de Flaminia, recordando que su principal
virtud era la generosidad. Posteriormente se prendía fuego a la pira en la que
estaba colocado el cuerpo del difunto, mientras que los difuntos pronunciaban
al unísono tres palabras: ¡Salve, ave, vale!. como despedida.
Lo último sería, una vez se hayan ido los acompañantes, y bajo las oraciones
de las vestales, recoger la cenizas y meterlas en una urna.

LA ENTRADA AL LABERINTO

11.- ¿Qué consideración social tenía la profesión de actor?

De todas las categorías profesionales de Roma, descontando los proxenetas y


las prostitutas, era el oficio más menospreciado.
La profesión de actor estaba muy desprestigiada en la época romana.
Era común que los actores y actrices fueran menospreciados por la sociedad
pudiente de Roma, pues el teatro a través de los mimos satirizaban con
frecuencia los errores de los dioses y la política dejándola en evidencia.
LA BONA DEA

12.- La celebración de la Bona Dea

La fiesta de la Bona Dea se celebraba todos los años en el Palacio Real. La


mujeres honraban allí a una diosa cuyo nombre debía ser desconocido por los
hombres y la que llamaban únicamente Bona Dea “Diosa Buena”. Solo las
romanas casadas y o divorciadas tenían derecho a participar en la ceremonia,
que era presidida por las vestales. Ningún varón podía asistir, pues cometería
un enorme sacrilegio, pues de lo contrario quedaría ciego y sordo.

13.- El concepto de religiosidad entre los romanos.

La religión romana era bastante compleja; es una religión con un gran sentido
utilitario al servicio de los individuos y del estado. Era una religión politeísta.
Carente de moral, la religión romana realizaba de manera general sus ritos y
sacrificios con el objetivo de obtener un beneficio de los dioses.
El politeísmo de los romanos era en cierto modo exagerado; divinidades
protectoras para cada una de sus actividades e incluso para sus objetos más
importantes; Los romanos debían atraerse las voluntades divinas –voluntates o
numina- en alguna circunstancia concreta de su vida; por ello, celebraban
ceremonias complejas y minuciosas, que con frecuencia no implicaban a sus
divinidades, ni explicaban su origen ni historia ni su culto, sino que más bien
eran meras ceremonias, sacrificios y ritos, de los que, al mismo tiempo, su
calendario estaba lleno.
Los romanos siempre fueron muy supersticiosos y, entre otras razones, ello
hizo que fueran muy receptivos a nuevas religiones y cultos, por lo que fue una
religión en constante evolución y crecimiento.
14.- Leyenda sobre la fuente Egeria

El origen de la fuente Egeria, se remonta al segundo rey de Roma, Numa


Pompilio, sucesor de Rómulo, que contaba con una ayudante tan eficaz como
discreta. Todos los días se reunía con la ninfa Egería en el Bosque de la
Musas, donde esta habitaba. Inspirada por los Dioses la ninfa le ofrecía
prudente consejos que hicieron del rey, el más sabio de todos los reyes de
Roma.
Cuando Numa Pompilio, murió la ninfa Egeria que se había enamorado de él,
se mostró inconsolable. Lloraba tanto de día y de noche que Diana que tenía
por costumbre acudir al Bosque de la Musas, no lo aguantaba y la transformó
en fuente cuyas aguas no se agotarían jamás. Así surgió la fuente Egería.

15.- Descripción del Palacio de la Regia

El palacio de la Regia, era el antiguo palacio del rey Numa Pompilio, se


componía de dos partes: Una religiosa que estaba al entrar y la zona de los
alojamientos en la que desembocaba la anterior.
En la primera parte estaban colgados los doce escudos de Marte en forma de
ocho, al lado estaba el altar de la divinidad Ops Consiva, que se decía era el
talismán secreto de Roma. Más al fondo se encontraba el cuarto de César, una
habitación muy grande que durante el día servía de despacho al cónsul. Por un
lado daba a la calle y por el otro a un corredor que desembocaba en el patio.
Era el palacio con más seguridad de Roma, César guardaba allí, numerosos
documentos confidenciales e importantes.
LICINIA

16.- Relación de las aves con los augurios

Los romanos eran muy supersticiosos, le daban mucha importancia a los


augurios que pudieran provenir del encuentro con las aves. Dependiendo del
pájaro, los auspicios de los dioses podían ser favorables o desfavorables, no
era lo mismo encontrarse con un cuervo, que era un pájaro de mal augurio,
como le ocurrió a Titus Flaminius el día que mataron a su madre, previamente
había tenido un encuentro con este tipo de pájaro, pero diferente si hubiera
sido una paloma, que es el pájaro de Venus, la más benefactora de todas aves,
o también un águila, pájaro de Júpiter, o una lechuza, pájaro de Minerva.
A los romanos les preocupaba mucho el futuro , por eso , siempre, antes de
tomar una decisión, consultaban al “augur”, que les decía si era correcto o
no tomar esa decisión.
Los augures eran los que veían lo que iba a suceder y tenían cierta conexión
con los dioses, por ejemplo, por la forma de volar de un ave, ellos sacaban
respuestas a muchas preguntas.

17.- Los Mausoleos

Al dejar la villa, estaba el cementerio. En la Vía Apia estaba bordeada de


tumbas, era allí, donde reposaba gran parte de la sociedad romana.
Ya fuera una familia adinerada o de clase media, los mausoleos estaban
construidos con gusto y transmitían una serena armonía en aquel decorado
agreste. El de los Flaminius parecía un templo con su facha con columnas sin
que se pudiera acceder a él, con un pequeño altar delante donde se hacían las
ofrendas florales.
18.- El Cortejo de las Vestales

Era el momento cuando las vestales, bajaban a por agua a la fuente Egeria. Iba
un grupo numeroso. Estaban las seis sacerdotisas en ejercicio algunas
vestales de más edad y todas ellas acompañadas cada una por un lictor, que el
guardia que acompañaba a los personajes importantes. Su mera presencia
indicaba que cualquiera que osara molestar a las vestales se exponía algún
castigo e incluso a la muerte. También iba un grupo importante de esclavos,
que a su vez les servían de más protección.
Una vez había llenado sus ánforas con agua, volvían a su templo.

CAMINO DE SUBURRA

19.- La vida en las calles de Roma

La vida en las calles de Roma era como un espectáculo debido a su diversidad


y atractivo. Era un incesante torbellino de colores, música y olores. Se palpaba
la variedad de las diferentes clases, gracias a los diferentes colores de sus
togas, se exhibían animales, había porteadores de todas clases, mendigos,
estudiantes que daban clase en medio de la calle. Barberos que peinaban y
arreglaban el pelo a sus clientes en medio de la calle, pitonisas que te leían la
mano, borrachos, falsos filósofos, barrios de prostitutas….en definitiva era un
hervidero de gente y de actividad que te invadía y te atrapaba. La ciudad más
adelantada a la par que cosmopolita de la época.

20.- El Ritual de los sacrificios

Los sacrificios eran una tradición muy extendida en la antigua Roma. El


propósito del sacrificio era ganar el favor de los dioses y protegerse de sus
influencias siniestras. Habiendo poblado el mundo de dioses, genios y lares,
hicieron que toda acción y condición estuviera subordinada a una deidad (dios
o diosa) particular. Así fue el caso de Titus Flaminius que pensaba que el Dios
Hércules podría devolver la piedra robada a Servilia, si hacía un sacrificio.
El ritual consistía en comprar un becerro a los mercaderes y posteriormente
llevarlos al templo de Hércules para que el sacerdote y sus ayudantes
procedieran. Una vez le hubieran puesto al becerro las ínfulas rituales y
cubierto su cabeza con harina sagrada y mientras los flautistas tocaban los
verdugos le daban muerte. Posteriormente dos arúspices sacerdotes, leían las
entrañas del vientre del animal, en especial el hígado, dando respuesta al
interesado.

21.- Los ajusticiamientos.

La muerte era, en Roma, un gran espectáculo y tanto el ajusticiamiento de


delincuentes como las luchas entre gladiadores, se hacían con una crueldad
que hoy consideramos horrorosa.
Una vez ajusticiados se exponían sus cuerpos desnudos en la escalera de las
Gemonías, próxima a la cárcel, para que la muchedumbre pudieses insultarlos
antes de que fueran arrojados a las aguas del Tíber, tras ser arrastrados con
ganchos por los verdugos.

22.- Los barrios Populares: Las calles, las fondas, las viviendas…

Los principales barrios populares eran Argileto y Suburra. Las calles estaban
construidas sin orden ni concierto, no existían grandes arterias y un plan
conjunto de edificación. Era un caos. Se tenían que construir las casas en el
plazo de un año y por esta razón esta todo hecho sin orden ni concierto. Cada
barrio estaba atravesado por una arteria principal que solía llevar el mismo
nombre que el barrio. Era una arteria no muy ancha en la que había
comerciantes. Podíamos encontrar desde chozas, hasta edificios de siete
plantas. Era un mosaico en que era muy difícil orientarse, a la par que servía
del escenario perfecto para ser atracado o incluso asesinado.
El barrio de Argileto, su principal característica era su olor a cuero. Pues era el
enclave de los oficios relacionado con este material. Cuando dejabas Argileto,
entrabas en el barrio de Suburra, donde la calle principal se llamaba
Submemmium, en la que se encontraban pequeñas chozas cerradas por una
cortina en las que en su interior se encontraban adolescentes, de ambos sexos,
que se prostituían. La fonda que se describe en el libro era de madera y ladrillo
y de un solo piso en la que los clientes bebían a morro y de pie en la barra. Los
edificios eran oscuros, grises y tristes, con habitaciones minúsculas y con
frágiles muros que hacían que en ocasiones se derrumbaban.

LAS FOSAS DEL ESQUILINO

23.- Actividad que se llevaba a cabo en torno a las fosas comunes

El Esquilino era una barrio a las afueras de Roma, en el que se deshacían de


los muertos las familias que no tenían la capacidad económica para ser
quemados de una forma solemne. De este trabajo se encargaban esclavos.
Los muertos que no eran quemados de esta manera, eran depositados en una
fosa común y alrededor de ella deambulaban, además de carroñeros,
mendigos y brujas que no dudaban en descender a la fosa a robar a los
muertos el óbolo de Caronte, (moneda con la que deberían de pagar a Caronte,
para que le llevara al más allá), las brujas también buscaban cadáveres frescos
para fabricarse sus filtros. También deambulaban por el lugar, prostitutas que
más que sus encantos, propiciaban tenderte una trampa para que sus
cómplices te atracaran. El Esquilino era una guarida de bandidos.

24.- ¿Qué era el altar de los monstruos?

En Roma había varios puntos en los que las familias, podían abandonar a
aquellos hijos que no deseaban. Era una costumbre admitida por ley. Esos
recién nacidos no se exponían a la muerte, sino a la esclavitud. Estos altares
eran visitados con regularidad por los mercaderes de esclavos que
encontraban allí, lo que iban buscando. En el altar de los monstruos eran
abandonados los niños deformes.
ALGUNOS PERSONAJES IMPORTANTES…

25.- La vivienda de Craso y el barrio del Palatino.

La vivienda era la más hermosa de la ciudad de Roma que se encontraba en el


Barrio del Palatino. Era el barrio de la Aristocracia. Era un barrio con calles
anchas y bien trazadas en el que no había mendigos ni gente de mal vivir. Se
apreciaban carruajes de gente adinerada y bien posicionada.
La villa de craso se encontraba al pasar el prado de Vaccus. Más que una casa
parecía un museo por la cantidad de estatuas, escultura y obras de arte
realizadas por ilustres artistas griegos y alejandrinos que había en su interior.
Tenía un jardín maravilloso con especies raras. En aquel entorno, se erguía
una choza miserable, en la que Craso se retiraba de vez en cuando para
olvidar lo que era la riqueza y experimentar la miseria.

26.- La vajilla y el menú de la casa de los nobles.

Las vajillas eran de un lujo inimaginable, con platos de oro adornados con
piedras preciosas, jarros de ágata y copas de cristal con pedrería. La mesa
tenía las patas de marfil. El menú acorde a la vajilla era abundante, aunque
fuera para una sola persona. Se servía congrio, escorpina, bonito, hígado de
anguila, esperma de morena, ostras y erizos. Todo fresco. También había
pastel de flamenco, huevos de esturión, cochinillo con miel de Arabia, cierva de
la India, talones de Camello, frutas que no se conocían por entonces, que eran
las Cerezas. Todo regado con el mejor vino de Falerno. Realmente era algo
desproporcionado para una sola persona, pero a los nobles de Roma les
gustaba vivir en el lujo y la opulencia.
EL SACERDOTE DE VULTURNO

27.- ¿Qué eran los grandes anales?

Era un libro en el que se consignaban todos los acontecimientos, recogidos por


el gran pontífice, considerados maléficos que pudieran haberse producido
durante el año: prodigios, catástrofes naturales, etc. El gran pontífice junto con
los sacerdotes sería el encargado de organizar las ceremonias para
conjurarlos. En los Anales se habla de nacimientos de monstruos, temblores de
tierra o el Tíber helado y también de los procesos a las Vestales.

28.- En que consistía la celebración de las Vulturnales

Era una fiesta en honor al Dios Vulturno, un Dios que había caído en el olvido y
que para los hombres había dejado de existir, pero aún así se celebrara su
fiesta todos los años. “ las Vulturnales”. Era el quinto día antes de las calendas
de septiembre. Ese día el Senado interrumpe sus sesiones, los tribunales no
juzgan, la gente no trabaja. Salen todos de sus casas como en otras fiestas y
esperan a que pase algo, pero no pasa nada.

LA CÁMARA SUBTERRANEA

29.- El Campus Sceleratus

El campus Sceleratus, estaba al norte, al otro lado del Quirinal, cerca de la


puerta Colina, por lo que quedaba dentro del recinto amurallado de Roma. Era
un sitio maldito desde hacía siglos. Allí Tulia, hija del rey Servio Tulio, pasó con
su carro por encima del cuerpo de su padre al que había hecho asesinar por su
marido. Desde entonces lleva el nombre de Campus Sceleratus y allí se
enterraba vivas a las vestales que eran las únicas que tenían el privilegio de
ser enterradas dentro de la ciudad. Era una extensión desolada, cubierta de
tierra pedregosa. No había presencia humana y los romanos evitaban atravesar
esta zona prefiriendo dar un largo rodeo.

MEDIODIA EN EL FORO

30.- ¿De qué manera se anunciaba el mediodía en el foro?

Un ordenanza consular, vestido con la toga blanca y un bastón, realizaba todos


los días la tarea de anunciar a los romanos la llegada del mediodía. Algo
imprescindible ya que todas las actividades públicas y privadas debían llevarse
a cabo antes del mediodía. El ordenanza tenía la vista puesta en el sol y la
tribuna de los oradores. Cuando el astro se alienaba con aquella, levantaba su
bastón y no muy lejos unos músicos hacían sonar sus trompetas. Esta era la
manera de anunciar el mediodía.

31.- ¿Qué relación había entre las vestales y los condenados a muerte?

Si una vestal se cruzaba con un condenado a muerte, a éste se le otorgaba de


inmediato la gracia, a condición de que el encuentro fuese fruto del azar. La
gente era igual de receptiva con los milagros que con los espectáculos
sangrientos y el caso descrito en el libro, entre Licinia y Floro, la muchedumbre
rompe en aplausos.
32.- El culto a Cibeles. Los rituales que se celebraban en su honor.

La diosa Cibeles era muy querida en Roma, pertenecía a las llamadas Diosas
Madre. El culto de Cibeles en Roma se caracterizaba por los rituales
estruendosos y las procesiones protagonizadas por sus sacerdotes que
recorrían la ciudad con la única finalidad de recoger dinero. Las excentricidades
que hacían, les valían para ganarse el favor del público. Las mujeres, con la
cara endurecida por una pasta, agitaban los sistros. Los hombres vestidos de
forma estrafalaria, se hacían cortes en los brazos y en los hombros con
espadas, muchachas vestidas con velos transparentes, se arrastraban por el
suelo aullando. Mientras un viejo vestido de lino que portaba una rama de
laurel y una linterna, se desgañitaba. Cuando es espectáculo se interrumpía,
los sacerdotes iniciaban su colecta, recogiendo numerosas ofrendas en dinero
y especies, retirándose más tarde al templo.
De esta manera, tan especial, honraban a la Diosa Cibeles.

EL MONSTRUO DE TRES CABEZAS

33.- ¿Cómo se desarrollaba la ceremonia del fuego en el templo de Vesta?

El fuego del templo de Vesta, debía estar siempre encendido, pero había una
ocasión en la que el fuego se extinguía y era en las calendas de Marzo, solo
para ser encendido otra vez de inmediato. Esta ceremonia tenía lugar en
presencia de todos los dignatarios del estado y de una considerable multitud.
Las dieciocho vestales permanecían en el interior de templo. Llevaban sobre su
ropa el habitual suffibulum, un gran velo blanco de ceremonias que las cubría
por completo y se sujetaba al cuello mediante el broche. Llegado el momento
las vestales apagaban el fuego con cestos llenos de tierra. Una vez barridas las
cenizas, las sacerdotisas entregan a la gran vestal los dos instrumentos
previstos por el antiguo ritual: una especie de barrena de madera dura y una
tabla hecha de una rama de un árbol frutal que hubiese dado frutos. Haciendo
girar sobre sus manos la barrena encima de la tabla, hasta que se produce
humo, momento en el que las sacerdotisas añaden el musgo, posteriormente
ramitas y así hasta que se genera una llama que se convierte en una hoguera
que hace que el humo salga nuevamente a través del tejado del templo, lo que
lleva a la multitud congregada rompa en una ovación.

34.- ¿Cuales eran considerados los talismanes del Imperio?

En el templo de Vesta, en algún lugar solo conocido por las Vestales y el Gran
Pontífice, se guardaban los objetos más sagrados que había en Roma: Los
talismanes del Imperio. Nadie los había visto pero todo el mundo sabían que
eran carne salada de la cerda que Eneas había inmolado al llegar a Italia, el
icono puntiagudo de Cibeles, las cenizas de Orestes, las cuadrigas de arcilla
arrebatadas a los veyanos y sobre todo, el misterioso Paladio, una estatua de
Minerva que Eneas había salvado de las ruinas de Troya, que según el oráculo
mientras la conservase dominaría el mundo y si la perdiese sería su pérdida.

35.- ¿En qué consistía el derecho de asilo?

El tribuno de la Plebe debía mantener la puerta de su casa abierta de día y de


noche. Su casa era un lugar de asilo inviolable y cualquiera que llegara podía
utilizar este derecho. Floro y Flaminius habían hecho uso de él tras una
persecución en la que casi los agresores les alcanzan, pero gracias a este
derecho, entran en casa de Clodio, que era el tribuno de la plebe, y se salvan.
LA NOCHE DE LOS ESPECTROS

36.- Ritual de las fiestas de las Lemurias

Consistía en una ceremonia dedicada a los muertos, pero no para honrarlos,


era más bien para impedir que salieran de sus tumbas y torturasen a los vivos.
Se les trataba como “lémures”. Las Lemurias se celebraban de noche,
concretamente a medianoche. Los romanos esperaban en casa hasta esta
hora, pues se trataba de una fiesta familiar. El ritual consistía en lanzar por
encima de su hombre izquierdo nueve judías negras, que había en una caja,
llena de ellas y decorada con imágenes de bailarinas, a la vez que se
pronunciaba en voz alta:

- Con estas judías me rescato a mí mismo y a los míos.


¡ Marchad espíritus de mis antepasados!.

Se repetía este gesto hasta nueve veces, pronunciando las mismas palabras.

37.- Importancia de los sueños

A través de los sueños, el alma se pone en contacto con los espíritus y en este
trance es posible encontrar algunas respuestas. Hay posibilidad de hablar con
los muertos de una forma más real que la propia realidad. Esto fue un poco lo
que le pasó a Flaminius, que tuvo la oportunidad de hablar con Minucia.
Gracias a la conversación, le quedó claro que la antigua Vestal era inocente,
que debía perseverar en la búsqueda de la verdad, siendo tan valiente como
había sido, hasta el punto de bajar a la cámara subterránea y profanar su
tumba. Que si ni los Dioses le habían castigado, debía seguir por ese camino y
al final recibiría su recompensa: morir sin culpa.
EN CASA DE LAS VESTALES

38.- ¿Cómo era la casa de las vestales?

La Casa de las vestales se alzaba en la prolongación del templo de la Diosa.


No estaba prohibido su acceso a ella y las Vestales podían recibir visitas,
normalmente, pero no siempre. Era acogedora para vivir, era agradable y
lujoso a la vez. Tenía un gran pórtico de mármol que rodeaba el jardín. En el
centro había estanques alimentados por fuentes. Había estatuas de antiguas
vestales rodeadas de innumerables flores. Tras subir una suntuosa escalera se
accedía a la primera planta, a la sala de recepción. El primer piso estaba
compuesto de una columnata que daba al jardín y era continuación de la que
había en la planta de abajo.

39.- ¿En qué consistía la tradición de los maniquíes?

La tradición consistía en que las vestales arrojaban, desde el puente de


Suplicio al Tíber, doce maniquíes de mimbre con muñecos de trapo. La
ceremonia era al mediodía y era un recuerdo de un tiempo en el que
desembarazaban así de los ancianos, pero Hércules había abolido una práctica
tan bárbara.
LOS MANIQUÍES DE MIMBRE

40.- ¿Cuál es la etimología de la palabra “pontífice”?

“Fabricantes de puentes”, este es el significado etimológico de la palabra


pontífice. En otro tiempo, solo ellos, eran quienes podían unir el espacio
sagrado de la ciudad con el exterior.
En el contexto Romano antiguo, y el Etrusco, existía una marcada divinización
hacia el río Tíber, que era considerado como un Dios, o al menos como una
fuerza divina entre la sociedad. Por esta razón solamente personas de carácter
religioso, y sobre todo personas que pudieran entender y leer las señales
divinas, estaban calificadas con la suficiente autoridad como para molestar a
éste Dios con construcciones y artificios producto de la mano del hombre, como
por ejemplo lo son los puentes. También se puede entender como una alegoría
a la tarea de los Pontífices de unir el mundo divino con el terrenal. Es decir que
son "constructores de puentes" ya que son éstos los que unen lo divino con lo
humano.

EL FINAL DEL LABERINTO

41.- El culto a los dioses del hogar

Cada familia tenía su propio culto doméstico del que era oficiante el pater
familias. En un rincón del atrio se abría un larario o una simple hornacina
practicada en la pared, con un altar donde eran venerados, junto a la diosa
Vesta, que era la diosa protectora del hogar, los dioses y espíritus también
protectores del hogar, representados por medio de estatuillas y pinturas
murales.
Los cultos domésticos romanos permanecerán idénticos a lo largo de los siglos,
siéndoles siempre ofrecida en la calma del hogar familiar la ofrenda de fuego al
Lar, la del vino puro al genio y la del perfume a los Penates.
Los Lares eran los dioses custodios del hogar. Eran espíritus inconcretos que
cuidaban de la salud y prosperidad de la familia.
Los Penates eran dioses protectores de las provisiones de boca (penus). Su
nombre era colectivo. En todas las casas al ir a comer se hacía una ofrenda a
los Penates para que les fueran propicios.
El genius familiar representaba el alma del pater familias. Cada varón romano
tenía su propio genius que le acompañaba toda la vida.
Los manes eran los espíritus de los antepasados muertos, a los que invocaban
para captar su benevolencia. Se conseguía su favor ofreciéndoles miel, vino,
flores y otros manjares. Si no se realizaban estas ofrendas se convertían en
fantasmas y atormentaban a los vivos.
VALORACION PERSONAL

He encontrado este libro muy entretenido e interesante del principio al final.


Una búsqueda del asesino de la madre Titus Flaminius, llena de intriga,
misterios, persecuciones, con la que me ha enseñado una Roma antigua
completamente desconocida para mí. Nos ha descrito la vida en aquella ciudad
de hace más de 2000 años, las diferencias sociales que había entre los barrios
de la ciudad, los diferentes personajes que habitaban en aquella gran urbe
( prostitutas adolescentes, filósofos, mafiosos, nobles, plebeyos, esclavos..),
las costumbres de los romanos relacionadas con los Dioses, sus ceremonias,
las numerosas de fiestas que tenían relacionadas con sus deidades, la
crueldad de los ajusticiamientos y los enterramientos en fosas comunes,
apartado de la realidad que los nobles vivían, representada en Titus. En
algunos momentos me recordaba a la vida que tenemos hoy, en la que también
aparecen estas diferencias sociales según el barrio en el que vivas o la
obsesión que tienen algunos con la religión extremista. Todo ello rodeado de
una historia de amor imposible entre un hombre y una vestal. Una historia en la
que no se pueden ni tocar, ni casi hablar, hasta el final. Una historia imposible
con un final trágico para mí. Me habría gustado que Titus y Licinia hubiera
terminado juntos el resto de sus días.
Ha sido como un libro de intriga, policíaco, con una historia de amor, pero hace
dos mil años. Si tuviera que poner una nota sería notable alto, creo que
sobresaliente, me ha encantado.

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