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Primer relato

Soñ é que soñ aba en sueñ os y en esos sueñ os sueñ o, porque soñ ar es el sueñ o que
muchos sueñ an y no todos sueñ an lo que quisieran soñ ar, porque no sueñ an en
sueñ os, ni sueñ an por soñ ar.

Segundo relato

Ella tenía tantos defectos o má s que él. Tal vez por eso, por sus defectos, ella y él
se unieron primero y se amaron después. Tal vez. Lo ú nico seguro es que, al
unirse y al amarse, o al amarse y al unirse, descubrieron, ató nitos, que cuantas
veces se miraban, veían reflejados en los ojos del otro la perfecció n de los
defectos.

Tercer relato

Cuando los hombres desaparecieron las cucarachas se reunieron y una de ellas


dijo lo que todas pensaban: Por fin se han ido los hombres, ¿Es que acaso no
sabían que todo esto es nuestro? Les hemos dejado hacer por pena, pero no
veíamos el momento de quedarnos solas. Ahora, tomemos posesió n. Y cuando se
fueron y el eco de sus miles de pasos se acalló , una de las hormigas del rincó n le
dijo a la otra: ¿Qué todo esto es suyo? Qué ilusas estas cucarachas.

Cuarto relato

Resulta cuanto menos curioso pararse a recordar el caso. Allí estaban


sentados, entre otros personajes pintorescos: un futuro sacerdote que, años
después, fue acusado de abuso sexual; un magnate que no evadía sus
impuestos, sino que corría delante de ellos como alma que lleva el diablo;
alguien al que le venció el plazo de una importante deuda y tiró a su
recaudador río abajo; espero que hubiese algún hombre bueno, pero no me
consta. La resolución de este variopinto jurado al deliberar ante el caso de
una joven que repartía panfletos contra el poder fue unánime: culpable.
Realmente lo era.

Quinto relato

Se hicieron las doce, la una, las dos. A las seis de la mañ ana, todos los invitados se
habían retirado, la orquesta se había dormido en sus asientos el príncipe estaba
sentado en el trono, tratando de desanudarse la corbata que tenía atada en su
frente, la camisa blanca fuera de los pantalones y manchada de vino, y la
bragueta abierta. Só lo un guardia quedaba en el saló n del palacio. Llevaba
puestos unos anteojos con nariz a lo Groucho Marx, una peluca de bucles rubios;
y soplaba, tontamente, un cornetín.

Cenicienta seguía bailando, descalza, con los zapatos de cristal en sus manos;
mientras su madre y sus hermanastras se aburrían en la ú ltima mesa del rincó n,
y el hada madrina miraba, impaciente, su reloj; sin entender que tantos añ os de
sometimiento habían desarrollado la conciencia social de Cenicienta, y sus
contactos en los sindicatos eran perfectamente capaces de organizar, para las
doce de la noche en punto, un paro sorpresivo de choferes de carruajes.

El texto expositivo oral

Existe un tipo de textos que transmite informació n de forma objetiva para


conocer un tema determinado: los textos expositivos.
Dentro de los textos expositivos orales encontramos la conferencia o un discurso.

La conferencia
Es un texto expositivo, consiste en transmitir informació n para definir o explicar
conceptos de forma objetiva. El conferenciante transmite la informació n aun
auditorio.

Como preparar una conferencia

Búsqueda de información del tema que se va a tratar.

Selección y organización de la informació n mas importante.

Elaboración de un guion que recoja todos los aspectos que se quieran exponer.

Redacción de un texto para facilitar el tratamiento formal del tema.

Preparación de los materiales complementarios que se puedan utilizar en la


exposició n oral.

Como dar una conferencia

En la conferencia es recomendable ensayar previamente para asegurarse de que


se domina el tema.

1. El conferenciante debe mantener una actitud natural ante su auditorio.


2. Es importante cuidar la gesticulació n, que debe ser natural, sin exagerar
gestos ni evitarlos dando la sensació n de bloqueo.
3. Debe cuidarse la articulació n de las palabras, pronunciando con claridad
para que se entienda bien. La entonació n debe ser variada y natural.
4. Durante el desarrollo, el conferenciante debe estar atento a los signos que
envía a la audiencia sobre el interés que despierta lo que dice, las ideas
que no puedan quedar claras o el aburrimiento que se pueda producir
para corregir o insistir en los diferentes puntos.

Características formales de la conferencia

1. Constituye un texto organizado. La organizació n de las ideas debe


permitir que la informació n llegue al auditorio con orden y claridad.
 Introducción. Se empieza con el saludo al auditorio y la presentació n del
conferenciante.
 Desarrollo. Es la parte mas extensa pues es la conferencia propiamente
dicha. Se trata de la explicació n ordenada, clara y coherente de las ideas
que constituyen el nucleo central de la conferencia organizadas en
secuencias.
 Cierre o conclusión. Se destacan los puntos mas importantes que se
quieren dejar claros, mediante un remusen.
2. Consta de unos rasgos lingü ísticos concretos, de los que se pueden
destacar los siguientes:
 Empleo de diferentes personas gramaticales en referencia al emisor o
receptor.
- En referencia al emisor: primera persona del singular o primera persona
plural.
- En referencia al receptor: segunda persona del plural para dirigirse al
auditorio de una manera informal o de la tercera persona del plural para
dirigirse de manera formal.
 Uso de tecnicismos, vocabulario en el que denominan los términos
específicos.
 Uso de adjetivos especificativos.
 Presencia de una sintaxis generalmente sencilla con predominio de
estructuras atributivas.
 Uso de conectores contextuales.
Enfatizadores y atenuantes del discurso oral

En el discurso oral empleamos marcadores del discurso que enfatizan o atenú an


lo que queremos expresar.

1. Enfatizar significa poner énfasis en la expresió n de algo.


Los enfatizadores son expresiones que sirven para incidir sobre una idea
concreta.
2. Por otro lado, los atenuantes ejercen como mecanismos de control, es
Decir, formas que quieren matizar.

Las silabas trabadas

La silaba es la unió n de consonantes y vocales en un golpe de voz. Puede ser


abierta o libre si termine en vocal o cerrada o trabada si en consonante.

1. Dos consonantes iguales que van juntas en la palabra, se separan en


silabas distintas.
2. Los grupos formados por la unió n de consonante +l o r forman siempre
silaba.
3. Los diptongos y triptongos no pueden separar al final de un reglon.
4. Las palabras compuestas, cuyos componentes tienen existencia
independiente pueden separarse de dos maneras: separando el primer
componente del segundo o separá ndolo en silabas independientes.
5. Si una palabra tiene una H intercalada, no se pone guion delante de esta
letra final del reglon.
6. Si una palabra tiene X delante de vocal, es inicio de silaba, pero si la X va
delante de consonante ve al final de la silaba.

Literatura castellana del siglo XV


Durante el siglo XV la producció n literaria españ ola aumentó de un modo
espectacular. Los poetas má s destacados de este periodo son Íñ igo Ló pez de
Mendoza, marqués de Santillana; Juan de Mena, autor del poema alegó rico
Laberinto de Fortuna, y sobre todo, Jorge Manrique, quien en las Coplas a la
muerte de su padre dio expresió n perfecta a la aceptació n cristiana de la muerte.
Asimismo, merece ser mencionado Gó mez Manrique.

La lírica culta de este siglo, en la que se impone la lengua castellana frente al


gallego-portugués, es principalmente de cará cter cortesano. La producció n
poética de la época aparece agrupada en cancioneros, antologías que recogen
poemas de uno o varios autores. Aunque los temas son variados, el amor es el
que predomina, presentado habitualmente con las características del amor
cortés. Entre los cancioneros má s destacados se encuentran el de Baena,
recopilado por Juan Alfonso de Baena, o el de Stú ñ iga, que toma su nombre del
primer poeta que se encuentra en él, Lope de Stú ñ iga.

En la lírica popular, destacan las historias de los poemas épicos, que estaban
reunidas en los romanceros, colecciones de romances que se cantaban con
acompañ amiento instrumental. Con las modificaciones introducidas por los
juglares, el romancero adoptó su forma definitiva, ocupá ndose también de los
acontecimientos de cada época. Destacan también los villancicos, composiciones
líricas de arte menor, formadas por estribillo y glosa, con un origen medieval,
comú n a las jarchas y las cantigas de amigo, pero cuyos primeros testimonios
escritos aparecen en este siglo. Durante el siglo XV floreció la literatura satírica e
histó rica. Con el reinado de los Reyes Cató licos comienza una nueva etapa en la
literatura españ ola, que se caracteriza por el pleno desarrollo del humanismo y
la lectura directa de los textos clá sicos de Roma y Grecia.

El humanista má s destacado de la época fue el gramá tico y lexicó grafo Antonio


de Nebrija, autor de la Gramá tica de la lengua castellana (1492). En este periodo
cobró también forma definitiva la novela de caballerías españ ola má s famosa e
imitada, el Amadís de Gaula (1508), publicá ndose posteriormente muchas
novelas de caballerías a semejanza suya. Destacan en esta época otros nombres
como Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera, autor del Corbacho;
Diego de San Pedro y su Cá rcel de amor, o el cronista Hernando del Pulgar.

                                         La poesía cortesana


Durante los siglos XV y XVI surge en las cortes de reyes y nobles la moda de los
cancioneros.
En estas obras el tema más frecuente es el amor cortés. Esta concepción amorosa
surge en la poesía trovadoresca, los trovadores consideran a la mujer un ser
superior al enamorado rinde culto y vasallaje. Su modelo más directo es Francesco
Petrarca.
                                           
                                  Marqués de Santillana
Iñigo López de Mendoza, más conocido como Marqués de Santillana, fue uno de los
aristócratas más poderosos de su tiempo. Se formó en la corte de Alfonso V de
Aragón.
Destacan dos obras: los Sonetos de fechos al itálico modo, y las Serranillas.

                                           Juan de Mena
Fue secretario del rey Juan II y vivió dedicado a la escritura. las características de su
poema la artificiosidad y el estilo latinizante.
De sus creaciones sobresale el Laberinto de Fortuna, poema alegórico compuesto
en honor al rey.
          
                                         Jorge Manrique 
El poeta más relevante de la lírica del siglo XV. Participó activamente en la vida
política y cortesana de la época. 
Se han conservado tres poemas morales, algunas composiciones amorosas en la
línea de la poesía cortesana de la época y las Coplas de la muerte.

                                       Contenido

Las Coplas son una elegía en la que la muerte del padre, don Rodrigo Manrique,
suscita en el poeta una sentida reflexión sobre la vida y la muerte.
Jorge Manrique utiliza en esta obra una serie de tópicos:
-Menosprecio de la vida terrenal. la prioridad de la vida eterna, la única verdadera,
conlleva el desprecio de un mundo.
-Ubi sunt? Esta interrogación retórica, que significa ‘¿dónde están?’, pregunta
dónde han ido a parar los personajes y hechos que en su día fueron célebres.
-Tempus fugit. La expresión de ‘el tiempo huye’ hace referencia a la brevedad de la
vida.
-Poder igualador de la muerte. La igualdad ante la muerte es un concepto muy
divulgado en la época a través de las danzas de la muerte.
-Fama de los hechos gloriosos. Esta fama se consigue gracias al cumplimiento del
papel social adjudicado a los nobles.

                                        
                                       Estructura

 -Primera parte (coplas I-XIV). Manrique medita sobre la igualdad ante la muerte y
la          fugacidad de lo mundano.
 -Segunda parte (coplas XV-XXIV). Desarrolla el tópico del Ubi sunt?
 -Tercera parte (coplas XXV-XL). Glorifica a su padre que aparece como ejemplo
de caballero cristiano.

En lo que respecta a la lengua, es bien conocida la tendencia a reforzar el castellano


para que reproduzca, lo más exactamente posible, la sintaxis, la morfología y el
léxico latino, hasta el punto de que algunos autores, no contentos con afirmar que el
castellano es la lengua moderna que más se parece al originario latín, dan en la flor
de escribir textos que, dicen, se pueden leer lo mismo en una lengua que en la otra.
A esta imitación mecánica del latín, le añaden todas las galas retóricas posibles e
imposibles. Tal modo de ennoblecimiento consiste en fabricar una especie de árbol
navideño en el que cada rama acoge más adornos y chirimbolos de los que puede
soportar12. Esta exuberancia, capaz de quebrar la más robusta oración, multiplica la
extensión de las frases, la complica hasta desembocar en una prosa más colorada
que figura de carnaval. Lejos queda la noble elegancia del infante don Juan Manuel
cuando afirma que el ideal del estilo es decir con las menos palabras que sea
posible. Claro que cada cual es muy dueño de considerar necesarias todas las que
utiliza, por más que sobren y aún agobien, sea el caso de Fray Antonio de Guevara
que culmina un proceso, al parecer imparable, iniciado por los esnobs que como el
Marqués si se visten a la francesa, redactan a la latina. Y cuando conocen algo de
latín, es peor, porque dan en la prosa de un Villena o en el verso de Mena.
Una vez provistos de una lengua elevada y noble, no queda sino tratar con ella los
temas que le corresponden: teología, filosofía, antigüedades, épica y casos
descomunales. Y bien adobados para adoctrinar a los menos sabios, para ejercer
una función pedagógica y didáctica, bien velada y cubierta, para que cueste trabajo y
se valore.
Los humanistas italianos, no cabe duda, han hecho un buen trabajo, han logrado
fascinar a los reyes, grandes y señ ores con su elocuencia, o bien con los
barruntos que de su elocuencia y saberes tienen los pró ximos, los admiradores
que miran desde fuera. Quizá sea la necesidad de proporcionar un indicio y
muestra, por desvaída que sea, de lo que hacen en la lengua de Ciceró n, lo que
mueve a los humanistas italianos a escribir de vez en cuando en italiano,
abandonando su materno latín siquiera ocasionalmente. El caso es que alcanzan
lo que pretendan. Buena prueba de ello es el Rey Alfonso de Aragó n, a quien los
humanistas han conseguido «epatar» y dejar con la boca abierta, literalmente.

En Españ a, el movimiento prende entre la nobleza a la moda, que encarga


traducciones, para acceder a los grandes hechos y doctrinas que encierran las
letras antiguas. Los má s avanzados en los estudios de latinidad se ponen al
trabajo. El resultado de ese trabajo son unos textos, con glosas, esto es, bien
científicos, que marcan nítidamente la superioridad y extrañ eza de aquellos
libros. En primer lugar, se marca y define la lengua que corresponde a tan alta
funció n; he aquí, por ejemplo, la carta que Villena envía al Rey de Navarra y
coloca al frente de su traducció n de la Eneida.

Villena ofrece fama duradera a cambio de administraciones activas, como los


humanistas de verdad. No cabe duda de que ofrece algo bueno, pues queda claro
que la fama escrita en latín o en lengua equivalente, que alcanza casi la misma
altura y perfección que la latina, es de más altura, de más prestigio y más duradera
que la que puede dar un romancista sencillo y vulgar. Por ello, Villena señala una y
otra vez la distancia que separa y distingue esta lengua que él acaba de inventar
-lengua científica, retórica y perfecta- de la de los escritos normales. Así, en las
glosas, expone determinadas reflexiones, prácticas y teóricas, sobre la lengua y
sobre la doctrina y saberes que están detrás de ella y la hacen posible, y señala
también, en consecuencia, la elevada materia a la que sirven de vehículo; porque,
como advierte el marqués de Villena lo uno corresponde a lo otro.

Sería difícil encontrar un texto tan significativo, por ambiguo y contradictorio, como
éste. La disputa o diálogo que se organiza entre Santillana, Mena y Cartagena
fluctúa y mezcla la escolástica con barruntos de humanismo, la oratoria con la
filosofía, y el anhelo por la lengua latina con el impulso del vulgar, etc. Pero lo que
ahora me importa es la actitud de Santillana, la humilde confesión de impotencia e
inferioridad, la admiración frente a quienes hablan como hombres cabales. Es lógico,
porque a Lucena, si no se le ha pegado mucho de la familiaridad con Enea Silvio, le
resulta muy claro lo que han significado esos nombres en el desarrollo de la lengua
vulgar. Santillana, especialmente, si bien en romance, imita lo más que puede lo que
él intuye, son los modelos italianos, (unos modelos un tanto pasados, todo hay que
decirlo). Otra cosa es Cartagena, cuyo saber y cuya seguridad en latín, filosofía y
teología le permiten adoptar un comportamiento libre. Pero la actitud de Villena,
Santillana o Lucena es la más extendida; por ejemplo, así se expresa Ayala en la
traducción de las Décadas de Tito Livio.

A) Rígido
B) Examen
C) tesis
D) luz
E) avestruz
F) césped
G) canció n
H) perverso
I) candil
J) origen
K) control
L) catedral
M) á spid
N) obú s
O) pérfido
P) céntrico
Q) ahogo
R) semá foro
S) talismá n
T) azú car
U) rapaz
V) tú nel
W) coartada
X) juicio
Y) alhelí
Z) tiritar
AA) á ngel
BB) arlequín
CC) á gil

2
Hiato: viejo, hielo, canció n, faraó n, Raú l, malicia, geografía, caries, recién, caos,
jesuita, correo, recaer, huido, alfeizar, Luis, siete.

Diptongos: baile, hueso, ígneo, fisonomía, desvío, flú or, averiguar,

3
Se Raú l y recién porque son agudas y terminan en n , vehículo es esdrú jula lleva
tilde siempre y héroe porque es llana y termina en vocal.

4
a) café.
b) cambiá is, está n, baú l.
c) tomá is, penú ltimo, autobú s, llegaréis.
d) Tenía, balcó n, alhelíes.
e) Polémico
f) Volví, avió n, hélice,
g) Puntapié, rompió , fémur
h) má stil, trá elo, sú bete,
i) averiguá is, mostrará n,
j) despreciéis, má s
k) sabíais, traería, aú n, hicisteis
l) á rbitro, pitó , fú tbol
m) podíamos

5
a) Realizó una edició n faosímil de difícil distribució n.
b) Todo es empezar cuando antes empieces, antes acabas
c) La nació n azteca fue conquistada por Herrá n Cortés.
d) El ará cnido inició su danza a sobre el zinc

7
a) Hombre, precavido, vale
b) Albergue, estaba.
c) Absurdo, advertir, acaba.
d) Tubo, avería.
e) Biblioteca
f) Abuelo, contaba
g) Cubra, blanca, nieve, brasero, rabió

8
a) Es hiato
b) Es esdrú jula
c) Es llana
d) Es aguda
e) E aguda
f) Es esdrú jula
g) Es esdrú jula
h) Es llama.

10
a) No es correcta
b) Si es correcta
c) Si es correcta
d) Si es correcta
e) No es correcta
f) Si es correcta
g) Si es correcta
h) Si es correcta
i) Si es correcta
j) No es correcta
k) Si es correcta
l) Si es correcta
m) No es correcta
n) No es correcta
o) No es correcta

12
a) Temíamos
b) Oceanográ fico
c) Míraselo
d) No lleva
e) Buscapiés
f) Fá cilmente
g) Bú scalo
h) No lleva
i) viéndola
j) no lleva
k) no lleva
l) á rabe-israel
m) no lleva
n) difícilmente
o) no lleva
p) no lleva
q) no lleva
r) no lleva
s) tó came
t) tímidamente

13
Esdrú julas llevan tilde siempre.
Llanas llevan tilden cuando acaban en n-s o vocal.
Y agudas llevan tilden cuando no acaban en n-s o vocal

14
a) no lo necesita
b) no lleva
c) mí
d) no lleva
e) no lleva
f) él
g) Quién
h) Má s
i) No lleva
j) Má s
k) Aú n
l) No lleva
m) Mí
n) No lleva
o) No lleva
p) É l

15
a) Excursió n, cuéntaselo
b) Tés, Andrés, trá igaselo
c) Mostréis, má s
d) Puntapié, rompió , fémur
e) Terminó , rá pidamente
f) él
g) Má stil, trá elo
h) No lleva
i) Sé, sintió ,
j) No lleva
k) Cuá nto
l) No lleva
m) Cuá ndo,
n) Aú n
o) Qué
p) No lleva
q) Má ter

16
Llanas: ambiente, bienvenido, aburrimiento, divino, cautivo, vagabundo,
vicedecano, burla, octavo.
Agudas: habilidad, investigar, cautivo, bimensual, cansaba-
Esdrú jula: á vido.

17
a) Hemos de ir hasta su casa andando.
b) No has cumplido tu promesa, tengo una honda preocupació n.
c) Desicieron lo hecho. El paciente tenía un historial.

19
a) Llanas: blanca y sobre
Esdrú jula: sonriéndole y será fico
b) Esdrú julas llevan tilde siempre las llanas cuando no acaban en n-s o vocal

d)hiato:; diptongo: viejo y delicia


e) agudas llanas o esdrú julas
f) sí, porque es esdrú jula
g) será fico: de losserafines
grá cil: fino o delicado
diá fana: que deja pasar la luz
20
A) Paragü as
B) Pasageme
C) Guisantes
D) Averigü es
E) Llegué
F) Averigü es

21
A) Proteger: sonido suave e
B) Margen: sonido suave e
C) Socioló gico: sonido suave
D) Indígena: contiene grupos
E) Extranjero: palabra terminada en- jero
F) Gorrió n: sonido suave o
G) Pasaje: termina en aje.

H) Legítimo: sonido suave i


I) Guijarro: hay e, i
J) Legislador: sonido suave
K) Regió n: sonido suave
L) Argü ir: tiene ü
M) Dirigir: termina en gi.
N) Juicio: palabra con sonido fuerte u
O) Rasgue: lleva u y e

22
a) Podían decir lo que quisieran eso no se lo impediría nadie pero lo que
decían de ellos no se ajustaba, a la verdad. (Miguel Delibes, El camino).
b) La casa ha abierto sus puertas y sus ventanas, vayamos desde el pueblo
hasta las alturas de Henar salgamos salgamos por la calle de Pellejeros,
luego tomemos el camino de los molinos del bangrades, después pasemos
juntos a la casa de Marañ uela, por ú ltimo, ascendemos por la cuesta de
Navalosa.(Azorín, Castilla).

23
1 ¿Có mo está usted, don Joaquín?
2 ¿Qué tal le va a usted, don Joaquín?
3 ¡Y ustedes… y ustedes… ¡
4 ¡Có mo se encuentran ¡

24
a) Porta-lá pices
b) Decimo-tercero
c) Centí-metro
d) Hectó -metro
e) Histó rico-crítico
f) Veinte-siete
g) Mili-metro
h) Deca-litro
i) Geo-metría
j) Homi-cidio
k) Kilo-gramo
l) Octo-gonal
m) Telé-fono
n) Mili-lito

25
a) Me lo dio para mí.
b) Tú veras lo que haces.
c) Tengo mí entrada en el bolsillo.
d) Lo guardó parasi.
e) Si vas a venir, dímelo.
f) Sé lo que quiero, pero no se lo digas a él.
g) Le ruego que me lo dé.
h) Aú n no se ha vestido.
i) ¡Qué tiempo hace hoy¡
j) Té he dicho mil veces que te calles .
k) ¿Cuá ndo acaba la funció n?
l) Esta es la casa donde vivo.
m) ¿A dó nde iras de vacaciones?
n) Como no acabes pronto me voy.
o) Pregú ntale como funciona pero solo me lo cuentas a mi.

26
Sacaré correré, pierna, dulce, lírica.

27
a) Prestancia: aspecto distinguido y elegante.
b) Candidez: cualidad de cá ndido
c) Grá vido: está muy lleno.
d) Agostadas: secar o abrasar plantas
e) Pulcritud: cualidad de pulcro
f) Fotogenia :cualidad de fotogénico
g) Candidez
h) Estratosfera: capa de la atmó sfera terrestre, de 10 a 50 km de altitus.

28
Introducció n de la novela contemporá nea. R
Renovació n de la novela en el siglo XX del 98 a la guerra civil.
29
1z 2d 3z 4z 5z 6z 7z 8c 9c 10z

30
Se denomina diéresis
32
a) Iba
b)
c) Sé
d) Má s
e)
f) Está
g)
h) Llega

33
B) Quién

E) qué
f) cuá l
g) llegará n
l )cuá nto
i) É l

34
a) Al menos cumple con una
b) No estar concentrado
c) Desordenar todo
d) Hacer el tonto
e) Estar despeinado
f) Ligar con una persona
g) Ir lento
h) No dar algo bien
i) Nada sale bien

35
Presente de indicativo: leen, huyen, creen, oyen, apoyan.
Pretérito perfecto simple: leyeron, huyeron, creyeron, oyeron, apoyaron.
Presente de subjuntivo: lean, huyan, creyeran, oyeran, apoyaran.
Pretérito imperfecto de subjuntivo: leyeran, huyeran, creyeran, oyeran,
apoyaran.
Gerundio: leyendo, huyendo, creyendo, oyendo, apoyando.
36
a) Conocimiento
b) Produciendo
c) Cociendo
d) Reaccionando

37
A) Sensibilidad
B) Sonoridad
C) Majestuosidad
D) Solubilidad
E) Penneabilidad
F) Relatividad
G) Selectividad
H) Solaz
I) Posibilidad
J) fecundidad
K) sexualidad

38
Texto 1
Mucho dinero, apreciar, torpe, hombre, respetar, correr, hablar, dineros, quiere,
tomar, hombre, labrador, dineros, sabedor, valor, quien señ or
Texto 2
Cortado, rincó n, servir, tentar, admitieron, perder, deberse.

39
A) Después de requerimiento, el adelanto ordenó que se desplegasen
nuestras banderas y permaneciésemos firmes. Sonó entonces un tiro
lejano era la de que los jinetes habían llegado al lugar previsto.
B) Mi teoría, explico, es la siguiente: la novela policial representa el siglo 20
lo que la novela de caballería representaba en la época de miguel de
cervantes. Má s todavía creo que no podría hacerse algo equivalente a Don
Quijote: una sá tira de la novela policial
C) Señ ora y amiga mía, esta tarde me tendrá usted en la capilla de 5 a 5 y
media. No necesitaban usted esperar, porque será hoy la ú nica persona
que confiese. Ya sabe que no me tocaban hoy sentarme, pero me ha
parecido preferible avisar a usted para esta tarde y por razones que le
explicara su atento amigo y servido.

40
a) Levitó n, corbatín, época
b) Clá sico,
c) Vías, estació n, andén, ningú n, vehículo, pudiera.

41
a) Sombrilla
b) Paseo
c) Cigarra
d) Lentillas
e) Bolsillo
f) Tortilla
g) Fabuloso
h) Mantilla
i) Azucarillo
j) Cerilla

42
A) Oposició n
B) Correcció n
C) Aceptació n
D) Objeció n
E) Perfecció n
F) Menció n
G) Selecció n
H) Instrucció n
I) Inspecció n
J) Observació n
K) Perfecció n
L) Lecció n
M) Avió n
N) Vibració n
O) Ebullició n
P) Producció n

43
Activo, activez, activaciones, ordinario, ordinez, ordinarieces,
Feroz, ferocidad, ferocidades, producto, productivo, productividades
Necesario, necesidad, necesidades, lanzar, lanzad
Acudir, acudid, deducir, deducid
Nacer, nacimiento, construir, construcció n,
Desilusionar, desilusió n, inhumar, inhumació n

44
A) ¿Conoces al ingeniero de los extremeñ os?
¿A Don Domingo?
¡yo no quiero ser como Don Domingo¡
B) ¡ No que no basta, no¡

¿Pero qué sabrá s tu acaso has tenido algo en tu vida?

45
A) Aplebeyo
B) Aleluya
C) Caballete
D) Lengua
E) Estribillo
F) Yema
G) Yacimiento
H) Peyorativo
I) Yeísmo
J) Inyecció n
K) Desmayo
L) Lluca
M) Cantellear.

46
a) Experiencia
b) Exterminio
c) Especificar
d) Contexto
e) Síntesis
f) Prestigio
g) Auxilio
h) Maxilar
i) Ó xido
j) Desestimar
k) Yuxtaponer
l) Sintaxis
m) Lusació n
n) Especificar

47
Matarratas, pararrayos, vicedirector, preréplica, autoradio y radioreceptor

48
a) Callado, cayada
b) Hulla, huya
c) Pollo, poyo
d) Halla, haya
e) Arrollo, arroyo
f) Olla, hoya

50
a) Comprad, ataú d, actividad, comprad, pasad, amabilidad, claridad,
felicidad, capacidad, edad.
b) Arroz, capaz, disfraz, faz, haz, feroz, feliz, cerviz, avestruz, fugaz

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