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REVISTA GALEGO-PORTUGUESA DE
PSICOLOXÍA E EDUCACIÓN

Vol. 14, 1, Ano 11º-2007 ISSN: 1138-1663

EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA Y
DESARROLLO EVOLUTIVO

Esperanza BAUSELA HERRERAS1 Data de recepción: /2006


Universidad de León Data de aceptación: /2007

RESUMEN: the same way that if of adults it was. They must


consider develop aspects. In this context we
La evaluación neuropsicológica de niños y centre our attention in the characteristics which
adolescentes no puede, ni debe ser realizada de must lead the evaluation to children popula-
la misma forma que si de adultos se tratara. Se tion, the contexts which can not be avoided and
han de tener en cuenta aspectos evolutivos y the most important batteries. We emphasise the
madurativos propios. En este contexto nos cen- batteries which to take on the Luria model
tramos en las características y peculiaridades de
la evaluación neuropsicológica dirigida a la
población infantil, en los contextos y ámbitos KEY WORDS:
de evaluación que no pueden ser obviados, pro-
fundizando, finalmente, en algunas de la baterí- Children assessment neuropsychology
as neuropsicológicas infantiles más importan- infant, develop, Luria-DNI battery, functional
tes. En concreto nos centramos en aquéllas que systems, neurology plasticity.
asumen el modelo neuropsicológico de Luria.

1. DESARROLLO EVOLUTIVO Y EVA-


PALABRAS CLAVE: LUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA

Evaluación neuropsicológica infantil, La evaluación neuropsicológica de niños y


desarrollo evolutivo, batería Luria-DNI, siste- adolescentes no puede, ni debe ser, realizada
mas funcionales, plasticidad neurológica. de la misma forma que si de adultos se trata-
ra. Se han de tener en cuenta aspectos evolu-
tivos y madurativos propios. En este tipo de
ABSTRACT: evaluación nos enfrentamos con la peculiari-
dad de evaluar los sistemas funcionales pro-
The children and adolescents assessment puestos por Luria, cuando el cerebro está en
neuropsychology should not be carried out in desarrollo, no estando aún consolidado todo

1
Doctora cum laude en Psicología y Ciencias de la Educación por la Universidad de León.
E-mail: esperanzabh@yahoo.es

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el aparato psicológico que rige en el adulto rrollan con el transcurso del paso del tiempo
(León- Carrión, 1995). y están mediatizadas por la estructura cere-
bral. Son la experiencia práctica, la educa-
Los sistemas funcionales, se van desarro- ción que se recibe y uso que se hace del len-
llando con el paso del tiempo, de tal manera guaje, los que van formando estos sistemas
que no están consolidados hasta entrada la funciones del cerebro. En la Tabla 1 se obser-
edad adulta. Es clásico citar las obras de van algunos de los constructos psicológicos
Luria y Vygostky en las que se señalan como que más o menos se ven afectados con el
las funciones psicológicas superiores se desa- paso de los años.

Tabla 1. Efectos de la edad sobre los distintos constructos psicológicos elaborado por León – Carrión (1995) a
partir de Botwininck (1977), Cattell (1943), Raven (1948), Salthouse (1989) y Willis (1987)

ASPECTOS PSICOLÓGICOS QU E MÁS SE ASPECTOS PSICOLÓGICOS QUE MEN OS SE


AF ECTAN CON LA EDAD AFECTAN CON LA ED AD
0. Procesos. Estructuras.
1. Agilidad, flexibilidad y elasticidad mental. Tareas rutinarias y trabajo estructurado.
2. Adaptabilidad a situaciones nuevas. Conocimientos del propio ambie nte.
3. Desarrollo de nuevos patrones de respuestas. Pat rones de respuesta ya e stablecidos.
4. Adquisición de nuevas formas de pensar. Evocación de la información adquirida.
5. Efi cacia en el manejo y procesamiento de la
información del momento. Res ultados de anteriores procesamientos de la
6. Los mecanismos de la inteligencia. información.
7. Información no verbal. Inteligencia práctica.
8. Vel ocidad de respuesta. Información verbal.
9. Tareas difí ciles y poco familiares. Res puestas no urgentes.
10. Adquisición de nueva información. Tareas fáciles y familiares.
11. Inteligencia fluida. Información almacenada.
12. Habilidades espaciales y capacidad de Inteligencia cristalizada.
aprendizaje. Memoria almacenada y razonamiento abstracto.
13. Flexibilidad en el manejo de datos. Conocimiento estático.
14. Operaciones o transformaciones sobre los Acceso al conocimiento acumulado.
contenidos de memori a.

Todo ello viene a estar relacionado con la en la edad adulta, demostrando que las lesio-
plasticidad cerebral. La plasticidad cerebral nes cerebrales tienen efectos más leves y de
que puede ser definida como el conjunto de duración menor si se presentaban en la niñez,
modificaciones producidas en el sistema ner- lo que se ha denominado posteriormente
vioso como resultado de la experiencia Principio de Cotard. (ii) El principio de
(aprendizaje), las lesiones o los procesos Kennard se refiere a la mayor capacidad para
degenerativos (Mora y Sanguinetti, 1994). recuperarse que tiene el cerebro humano sien-
Dos principios, denominados de Cotard y de do extensible a otras especies animales. No
Kennard, refrendan la importancia de la plas- hay datos, pero parece que los sistemas fun-
ticidad cerebral en la neuropsicología: (i) cionales no estén consolidados antes de los 18
Principio de Cotard observo que los niños – 21 años. Esto no quiere decir que partir de
con lesiones en la corteza frontal izquierda esa edad el cerebro deje de ser plástico, sino
desarrollaban funciones lingüísticas normales que se da una consolidación funcional que

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permite una mayor predictibilidad y estabili- sus centros de lenguaje son transferidos al
dad en la actividad psicológica personal. hemisferio derecho que es el que llevará el
Estudios realizados con combatientes de las control del mismo en lo sucesivo.
guerras de Corea y Vietnam pusieron de
manifiesto que la recuperación de lesiones
siempre era mayor en los soldados de menor 2. ÁMBITOS DE EXPLORACIÓN NEU-
edad: la recuperación dentro del grupo de 17 ROPSICOLÓGICA INFANTIL
a 20 años, era mayor que en el de los de 21 a
25, que, a su vez era mayor que en el de los de Son cuatro las áreas que Manga y
más de 26 años. Incluso en la edad senil siem- Fournier (1997) consideran indispensable en
pre existen posibilidades de recuperación fun- la evaluación neuropsicológica practicada en
cional tras el daño cerebral sobrevenido. niños, además de la exploración de su funcio-
namiento cognitivo general. Manga y Ramos
Ramón y Cajal, a principios del siglo XX, (1999, 2001) nos concretizan estas áreas en:
determina que el daño estructural en el cere- (i) Motricidad: destreza manual, orientación
bro adulto era irreparable y derivará necesa- derecha – izquierda, praxias orofaciales, con-
riamente en déficit o secuelas neurológicas, trol verbal de la motricidad... (ii) Percepción:
quedando únicamente posibilidad de recupe- Visual, auditiva, táctil o háptica. (iii)
ración en el cerebro del niño. A pesar de que Lenguaje: Capacidades receptivas y expresi-
clásicamente se concebía un cerebro estático e vas del lenguaje oral, aspectos psicoeducati-
invariable, hoy se sabe que no es así, y que la vos o capacidades académicas en lectoescritu-
plasticidad cerebral ni siquiera se limita a la ra y aritmética. (iv) Memoria: Verbal y no
infancia o a edades tempranas, como en prin- verbal a corto y largo plazo. (v) Cognición
cipio se atribuyó, sino que permanece incluso general: Capacidad intelectual general, capa-
en la edad adulta, aunque de forma más limi- cidad de atención. Portellano (1999) propone,
tada que en el niño, de forma que algunos también cuatro áreas básicas: (a) funciones
pacientes en la práctica clínica sorprenden neurológicas básicas, (b) funciones recepti-
con recuperaciones funcionales espectacula- vas, (c) funciones expresivas (d) procesa-
res casi ad integrum (Hernández, Mulas y miento cognitivo y actividad mental, que
Mattos, 2004). La plasticidad existe, por coinciden básicamente con las propuestas por
tanto, durante toda la vida, sólo que en la los anteriores investigadores.
niñez y en la adolescencia ésta es mayor. Así,
por ejemplo, ante la recuperación de funcio- Las evaluaciones de niños se dirigen, al
nes debidas a daño cerebral, el cerebro del igual que con la población adulta, a estudiar
niño es más plástico que el del adulto para esa las relaciones conducta – cerebro, forzando
rehabilitación. En cuanto al cerebro del adul- una evaluación psicológica de los trastornos
to, al estar los sistemas consolidados, en neurológicos, localizando la disfunción cere-
muchos de los casos la plasticidad consiste en bral y desarrollando programas de rehabilita-
una reorganización funcional de los distintos ción (Golden, 1978). El proceso de evalua-
sistemas cerebrales afectados. ción abarcará la exploración, el diagnóstico y
el plan de acción terapéutica. La exploración
La plasticidad de las estructuras nerviosas conducirá al diagnóstico y éste guiará el plan
es un hecho evidente y es la base teórica que de acción (v.g. Sattler, 1996).
respalda la intervención precoz con programas
de atención temprana. Así, podemos observar Es importante considerar que la explora-
como en niños de corta edad con lesiones en el ción tendrá una significación diagnóstica pro-
hemisferio izquierdo, no pierden el lenguaje, pia de la edad del niño y no derivada de la
ya que gracias a la gran plasticidad cerebral, neuropsicología del adulto. Se realiza, según

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Manga y Fournier (1997), por alguna de las ción neuropsicológica pasado un cierto tiem-
siguientes razones, los cuales no son incom- po desde la evaluación.
patibles ni excluyentes: (I) Entre los fines por
los que son remitidos los niños a evaluación el
más frecuente es el fin diagnóstico (Manga y 3. BATERÍAS DE EVALUACIÓN NEU-
Fournier, 1997). Se trata de niños con daño ROPSICOLÓGICA INFANTILES
cerebral, o disfunción neurológica conocida o
sospechada, para los que se intenta confirmar Manga y Fournier (1997) consideran
un diagnóstico. En esta evaluación se preten- como ingredientes esenciales de la explora-
de obtener un perfil de capacidades, en dicho ción neuropsicológica de niños en edad esco-
perfil aparecerán puntos débiles y puntos lar tres elementos: historia clínica o anamne-
fuertes según las capacidades deterioradas. sis, observación y aplicación de pruebas. No
(II) La finalidad educativa es otra razón para obstante, en este capítulo, nos centraremos
evaluar neuropsicológicamente a un niño. Se exclusivamente en el estudio de algunas bate-
basa en el interés por conocer el perfil neu- rías neuropsicológicas, tradicionalmente apli-
ropsicológico de cualquier escolar, con el fin cadas en el ámbito de la evaluación neuropsi-
de adecuar los planes y estrategias de inter- cológica infantil.
vención (educativa, psicológica y rehabilita-
dora) a las características propias de cada En la evaluación neuropsicológica infan-
alumno. Lo que importa, según los anteriores til, existen acercamientos que tienen un carác-
autores, es obtener información específica ter híbrido, por el hecho de servirse de méto-
respecto al funcionamiento neuropsicológico dos tanto cuantitativos como cualitativos. La
de un individuo en las áreas más determinan- exploración es similar a la desarrollada por
tes para conseguir las metas deseadas a medi- Luria o de comprobación de hipótesis clíni-
da que avanza el desarrollo. Esto permitirá cas. Son éstos los acercamientos orientados a
encauzar el currículo a los alumnos, al margen procesos, en los que se eligen tests estandari-
de la finalidad propiamente diagnóstica. Es zados, que se pueden modificar, o también se
decir, para este propósito o fin evaluador, los preparan tareas específicas para cada sujeto
niños no tiene por qué mostrar conductas ni en particular (Melcón y Manga, 2000). Las
rendimientos atípico; se trata sencillamente posibilidades en la elección de tests en estos
de conocer mejor sus posibilidades educativas acercamientos, se hallan limitadas solamente
y aprovecharlas en cada caso. (III) El fin “por el conocimiento que el examinador tenga
investigador es desarrollado por aquellas per- de los tests disponibles y su creatividad al
sonas que tratan de establecer una relación diseñar nuevas tareas para evaluar áreas defi-
estrecha entre la neuropsicología clínica y la citarias particulares” (Tramontana y Hooper,
investigación, comparando grupos de sujetos 1988, p.18). En general, como señalan
entre sí, de donde pueden surgir perfiles neu- Melcón y Manga (2002) el acercamiento a
ropsicológicos característicos de algunos tras- procesos en evaluación neuropsicológica se
tornos (v.g. Fournier, 1993; García 1992; diferencia del de las baterías fijas y flexibles
Herrera et al., 1996). A través de estos estu- en que los tests estandarizados y experimenta-
dios se pueden conocer aspectos básicos o les no se puntúan como verdadero y falso, y
invariantes de algunos trastornos del desarro- en muchos casos ni siquiera se administran de
llo, o bien su variabilidad en diferentes suje- manera estándar (Kaplan, 1988).
tos que los padecen. Estos estudios de inves-
tigación pueden ser estudios longitudinales, La evaluación neuropsicológica ha pasado
lo que permite comprobar si el pronóstico y el de centrase en la sensibilidad de las técnicas y
tratamiento han sido los adecuados y estudios en su capacidad para detectar daño cerebral u
de seguimiento, en los que se repite la evalua- “organicidad”, ha ido cambiando y desde

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hace unos años lo que prima es el interés por Los hallazgos de la aplicación de la bate-
su utilidad, tanto en adultos como en niños. ría de niños mayores en personas con dificul-
Utilidad que significa enriquecimiento del tades de aprendizaje, llevan a Reitan (1984) a
análisis de perfiles neuropsicológicos de los dos importantes conclusiones: que el niño
individuos (v.g Manga y Ramos, 2001), abar- debe ser evaluado con métodos apropiados
cando una extensa gama de aptitudes cogniti- para identificar la presencia o ausencia de dis-
vas y no cognitivas, con el fin de optimizar la función cerebral y la importancia de examinar
intervención orientadora o, en su caso, tera- al paciente que se le examine sus puntos fuer-
péutica (Melcón y Manga, 2002). tes y débiles en todo el rango de las funciones
cerebrales superiores, incluyendo inteligencia
Las baterías de evaluación neuropsicoló- general, aptitudes y aprovechamiento escolar,
gica de niños en edad preescolar y escolar, en funciones de lenguaje, destrezas en tareas
algunos casos, son versiones especialmente manipulativas y espaciales, y especialmente
desarrolladas de las versiones ya existentes en las áreas de abstracción, razonamiento, for-
para la población adulta, no obstante, y aun- mación de conceptos y análisis lógico.
que no son muchas, actualmente disponemos
de diversas baterías generales de evaluación
neuropsicológica específicamente dirigidas a • BATERÍAS QUE ASUMEN EL MODE-
la población infantil. LO DE LURIA

Son diversas las baterías que podemos citar


• Batería Halstead – Reitan para niños que asumen el modelo de Luria y que están co-
mayores y Batería Reitan-Indiana. mercializadas, por ejemplo, la batería NEPSY
(Korkman, 1988; Korkman y Pesonen, 1994).
Destacamos la batería Reitan – Indiana,
versión infantil de la batería Halstead – Reitan, – Luria–Nebraska para niños
versión dirigida a niños de 5 a 8 años y la
Batería de Test Neuropsicológicos Halstead – También Golden (1989) preparo una ver-
Reitan para niños mayores, versión para niños sión de la Luria –Nebraska para ser aplicada a
de 9 a 14 años, es una extensión de la batería niños de 8 a 12 años de edad. Los 269 ítems
de adultos a edades inferiores, mientras que para adultos se reducen a 149 ítems para niños
para edades de 5 – 8 se hizo una versión modi- de 8 a 12 años. Se añadieron algunos ítems
ficada a partir de la de niños mayores. Estos nuevos y se establecieron 11 escalas. Al igual
instrumentos son dos de las baterías de tests que la de adultos esta estructurada siguiendo la
neuropsicológicos más usados para detectar misma organización que en la batería Luria -
daño cerebral en niños (ver Fernández y León- Christensen (1987): E1 Motora, E2 Ritmo, E3
Carrión, 1995). Permiten evaluar diversos Táctil, E4 Visual, E5 Habla Receptiva, E6
aspectos del funcionamiento puramente com- Habla Expresiva, E7 Escritura, E8 Lectura, E9
portamental, vienen a definir la estructura de Aritmética, E10 Memoria, E11 Inteligencia.
las aptitudes del niño en términos de puntos Hay que añadir las tres derivadas o de segun-
fuertes y puntos débiles, obteniendo una gran do orden, como en adultos: patognónica, sen-
cantidad de información sobre ciertos aspectos soriomota izquierda y sensomotora derecha.
del funcionamiento: sensorial, aptitudes moto-
ras, procesamiento auditivo, atención, aptitu- Los trabajos desarrolladas con esta batería
des espaciales, memoria, aptitudes visoespa- han permitido poner de relieve su poder dis-
ciales, procesamiento conceptual, procesa- criminatorio entre niños con dificultades de
miento secuencial y funcionamiento lingüísti- aprendizaje y niños normales, matizando que
co (Manga y Ramos, 1999). las diferencias más notables se dan en las

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escalas de: Lectura, Escritura y Lenguaje – Batería Luria de Diagnóstico


expresivo (Geary y Gilger, 1984). En relación Neuropsicológico Infantil (Luria – DNI).
a la batería de Reitan, existe un alto grado de
coincidencia al identificar el deterioro neu- Como continuación, de la batería Luria –
ropsicológico en lesionados cerebrales (91%) Inicial disponemos en edad escolar, de la
y con trastornos psiquiátricos (86%), pero su batería Luria – DNI, desarrollada, también,
estructura factorial es del todo diferente por los profesores Manga y Ramos en 1991.
(Tramontana y Hooper, 1988). Es una batería, elaborada a partir de los
métodos de Luria para el análisis neuropsi-
Su solapamiento con el WISC-R llega a ser cológico de los procesos superiores. Esta
grande en algunas escalas (en algún estudio el destinada a niños entre 7 y 12 años, cuentan
CI ha correlacionado entre -.35 y -.66) sin que con diferentes baremos: nivel de 7 años cum-
pueda llamar la atención una correlación tan plidos, nivel de 8 años, nivel de 9 años y
alta como de -.7 entre E11 y el CI global del nivel de 10 años en adelante. Se dirige a esta
WISC-R, sino al contrario, debido a que el edad, porque se asegura una organización
propio Golden (1981, 1989) considera que los cerebral de las capacidades mentales clara-
ítems de esta escala cubren contenidos simila- mente diferenciadas de los adultos, en tanto
res a seis subtests del WISC-R (Historietas, que se evita, por otra parte, la acusada inma-
Figuras Incompletas, Vocabulario, durez de la etapa preescolar (Manga y
Comprensión, Aritmética y Semejanzas). En Ramos, 1991, p. 89).
relación con el K-ABC, se obtuvieron valores
en torno al 0.70 (Kaufman y Kaufman, 1997). Los diecinueve subtests de la batería Luria
En el caso de niños con dificultades de apren- – DNI se organizan en 9 pruebas que, a su vez,
dizaje, las correlaciones más altas fueron las exploran las cuatro amplias áreas de compe-
de E11 (Inteligencia) con las escalas globales tencias: Funciones motoras y sensoriales, len-
de la batería K-ABC Secuencial (-.64), guaje hablado, lenguaje escrito, aritmética, y
Simultáneo (-.54) y Compuesto (-.64). Las memoria. Mediante las tareas propuestas al
correlaciones entre las escalas de habilidades niño en 195 ítems en total, puntuados con
escolares de ambas pruebas oscilan de -.50 a - cero, uno y dos puntos, el perfil neuropsicoló-
.58, alcanzando una correlación mucho más gico obtenido, nos mostrará en que áreas está
baja o nula con las escalas Secuencial, el niño más fuerte o más débil en compara-
Simultáneo y Compuesto de la K-ABC (por ción con quienes a su misma edad han alcan-
ejemplo, r=. -.01 entre Escritura y Simultáneo) zado un desarrollo normal de las competen-
cias exploradas.
– Batería Luria – Inicial
Esta batería al igual que la propuesta por
En preparación se halla la batería Luria – Halstead – Reitan, también resulta interpreta-
Inicial (Manga y Ramos, 2006) la cual fue ble en términos de puntos débiles o fuertes,
presentada en el proyecto de Cátedra del pro- observados en cada uno de los subtests inter-
fesor Manga en el año 2003, siendo desarro- pretados siempre por referencia al sistema (o
llada en coautoría por los profesores Manga y sistemas) funcional afectado de acuerdo con
Ramos. Con esta batería se da respuesta a las la teoría comprehensiva de Luria y en el con-
necesidades de evaluación en el período texto de toda la información obtenida de la
infantil, abarcando un rango de edad hasta pertinente exploración neuropsicológica. La
ahora no cubierto. Así mimo, se da continui- descripción de los diecinueve subtests apare-
dad a la batería Luria - DNI, y ésta a su vez a ce en la Tabla 2, en la cual se muestra la orga-
la batería Luria - DNA, siendo todas ellas sen- nización general de la batería Luria – DNI, tal
sibles al desarrollo humano. como aparece en Manga y Ramos (1991).

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Tabla 2. Organización de la batería Luria – DNI en pruebas, subtests e ítems


(tomado de Manga y Fournier, 1997)

GRUPO DE PRUEBAS PRUEBAS SUBTESTS d. Nº PU NTOS


ÍTE POSIBLES
MS
FUNCIONES MOTORA S Y 1ª Motricidad 1. Manual 1-21 42
SENSORIAL ES 2. Regulación verbal 22 – 37 32

2ª A udición 3. Estructuras rítmicas 38 – 45 16

3ª T acto - 4. Tacto 46 – 53 16
Cinestesia 5. Cinestesia y 54 – 61 16
esterognosia

4ª V isión 6. Percepción visual 62 – 69 16


7. Orientación espacial 70 – 81 24

LE NGUAJE HABLADO 5º Habla receptiva 8. Audición fonémica 82 – 94 26


9. Comprensión simple 95 – 104 20
10. Comprensión 105–114 20
gramatical

6ª H abla expresiva 11. Articulación y 115–127 26


repetición

12. Denominación y 128–139 24


narración

f. LE NGUAJE 7ª L ecto -escritura 13. Análisis fonético 140–143 8


ESCRITO Y
ARITMÉTICA 14. Escritura 144–155 24

15. Lectura 156–164 18


8ª A ritmética 16. Estruct ura numérica 165–170 12
17. Operaciones 171–176 12
aritméticas

MEMORIA 9ª Memoria 18. Memor ia inmediata 177–188 24


19. Memor ia lógica 189-195 14

4 grupos 9 pruebas 19 Subtests 195 ítems 390 p.p.

Partiendo de que la batería Luria – DNI y 195 ítems organizados en 19 subtests en la


la Luria Nebraska Infantil coinciden en la batería Luria – DNI, frente a los 149 ítems
base teórica y organización de las áreas a organizados en 11 escalas en la Luria
explorar, tal como Christensen (1987) descri- Nebraska (derivadas éstas empíricamente a
bió los métodos de Luria, los profesores partir de la misma división en adultos, elimi-
Manga y Ramos (1999) han analizado las nando dos ítems). (ii) En la batería Luria –
principales diferencias entre ambas baterías DNI, los 19 susbtests se agrupan en 9 áreas, a
(ver Tabla 3): (i) A partir de la exposición de las que corresponden las 10 primeras escalas
Christensen se han construido empíricamente de la batería Luria – Nebraska (ver verbal),

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porque en ésta, Lectoescritura se ha dividido para discriminar entre trastornos. (iv) El aná-
en dos: E7 y E8. (iii) Con relación al número lisis factorial no agrupa nuestros subtests pre-
de puntuaciones interpretables (vienen dadas cisamente por el área (o escala, en la Luria –
en puntuaciones T en ambas baterías, pero Nebraska) a la que pertenecen por organiza-
negativas en la Luria - Nebraska, por ser los ción. Y (iv) las áreas exploradas por los 195
fallos los que suman puntos), 19 en la batería ítems de batería la Luria – DNI, lo son tam-
Luria – DNI, frente a 10 en la batería Luria – bién por sólo 135 en la Luria-Nebraska, ya
Nebraska, lo que concede a la batería Luria – que el resto (hasta 149) están incluidos en la
DNI mayores posibilidades de análisis en el E11, escala de Inteligencia o de Procesos
perfil neuropsicológico y mayor sensibilidad Intelectuales.

Tabla 3. Relaciones de la batería Luria – DNI con batería Luria - Nebraska infantil
(tomado de Manga y Ramos, 1999)

COMPETENCIAS 19 SUBTESTS (LUR IA – DNI) Y 10 ESCALAS (LURIA


NEBRASKA INFANTIL, E1 – E10)
MOTRICIDAD E 1 1. Funciones motoras de las manos
2. Regulación verbal del acto motor

PERCEPCIÓN (AUDITIVA/T ÁCTIL/VISUAL) E 2 3. Estructuras rítmicas


E 3 4. Sensaciones cutáneas
f. 5. Cinestesia y esterognosia
E 4  6. Percepción visual
7. Orientación espacial

LENGUAJE HABLADO E 5  8. Audición fonémica


9. Comprensión simple
10. Lógico – gramatical
E 6 11. Articulación y repetición
12. Denominación y habla narrativa

LENGUAJE ESCRITO Y ARITMÉTICA E 7 13. Análisis fonético


14. Escritura
E 8 15. Lectura
E 9 16. Comprensión de la e structura
numérica
17. Operaciones aritméticas

MEMORIA E 10 18. Memoria inmediata


19. Memori a lógica

Nota: Numerados y agrupados los 19 por áreas de competencia s y según se relacionan (flechas) con las escalas
de la batería Luria - Nebraska infantil
Nota: E 11 o “Inteligencia ” se corresponde en la batería Luria DNI con el W ISC –R

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