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NEIVA
2018
ESTADO INTERVENCIONISTA
El estado intervencionista es una de las formas de estado que surge con mayor
fuerza después de las crisis económicas del año 29 que supuso el fin de la prosperidad en
varios países en el orden mundial, un panorama que obligo a los estados a tomar medidas
de intervención para regular y controlar las actividades económicas con el propósito de
estabilizar la economía y volver a impulsar el desarrollo de sus territorios. Seguidamente,
con el surgimiento y consolidación del capitalismo se afianzó por parte de algunos estados
la protección de la economía propia ante las dinámicas de competencia y afectaciones del
libre mercado.
De esta manera, es en el marco del capitalismo que la figura del estado intervencionista
se consolida, si bien el sistema capitalista se rige por las leyes del libre mercado sin la
injerencia del estado; se vio la necesidad que algunos aspectos de la economía debían tener
cierta regulación para menguar en cierta medida las desventajas que puede traer consigo el
capitalismo. Algunos de estos aspectos están relacionados según Sánchez (s.f) con:
Por lo tanto, si bien después de la constitución del 1991 Colombia asume un estado
social de derecho, en el marco de un sistema capitalista donde medidas de intervención
siguen vigentes y en cierta medida entran en tensión con los conceptos de libre mercado.
En esta vía, medidas de intervención del estado son necesarias como forma de
protección frente a los efectos negativos que ha traído consigo el capitalismo. Sin
embargo, en este punto cabe preguntarse también sobre los límites en dicha
intervención, ¿hasta qué punto es necesaria la intervención del estado?; ¿cómo afecta la
intervención del estado la garantía de derechos?
Desde una mirada crítica se considera que el intervencionismo del estado también
debe tener unos límites, para evitar que se pierda la autonomía y libertades, el abuso de
poder y la vulneración de ciertos derechos particulares amparados en la premisa de la
utilidad pública.
Algunos ejemplos permiten ilustrar las medidas del estado intervencionista en el
marco de los derechos humanos, con la injerencia del estado en Colombia también se
han vulnerado derechos, un caso particular es el tema de la construcción de represas y
los proyectos mega minería, donde el estado alude al desplazamiento de la población de
las zonas dispuestas para esas obras justificando que es para el progreso del país y que
pesa la utilidad pública sobre los derechos particulares; es así que a esas comunidades y
personas se les ha vulnerado el derecho al trabajo ya que muchos vivían del trabajo de la
tierra (jornaleros, pescadores, pequeños productores) dándose una afectación de su
actividad productiva; detrimento económico ya que impulsan a que las personas vendan
sus terrenos y propiedades a un costo más bajo del real.
Otra situación de vulneración se presenta cuando las personas no quieren dejar sus
terrenos y se hace uso de la violencia o represión por parte de las fuerzas del estado para
obligar a las personas que accedan a lo planteado por el estado, dándose un abuso de
poder que en muchas ocasiones ha quebrantado el derecho a la vida especialmente de
personas que han asumido un liderazgo en la resistencia frente a este tipo de proyectos.
De esta manera, el intervencionismo del estado debe tener unos límites para evitar
que se caiga en el abuso y exceso de control que en vez de regular, genera unas prácticas
que resultan ser nocivas para el desarrollo del país, aspecto donde se ve implicada la
afectación a los derechos humanos; tal como lo refiere Yepes (1984):
El intervencionismo estatal debe tener límites para evitar que con su desbordamiento se
presenten fenómenos corno la excesiva burocracia, el incremento en los impuestos, la
delegación de la justicia en los cuerpos militares, el fortalecimiento de la división de clases,
la concentración del poder en el órgano ejecutivo, el armamentismo, la deshumanización del
hombre e inclusive que se llegue hasta su aniquilación total. (p. 242).
Referencias bibliográficas