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ESTADO INTERVENCIONISTA

YULY GISELA CUENCA RIVAS

LEISA MARIA BORJA GARCÍA

HECTOR GERMAN YARA CARDOZO

RONALD POLANIA PERDOMO

DOCENTE

JORGE ELIECER OCAMPO DUQUE

ESCUELA SUPERIOR DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA (ESAP)

MAESTRÍA EN DERECHOS HUMANOS GESTIÓN DE LA TRANSICIÓN Y


POSCONFLICTO

CURSO CONCEPCIONES Y TRANSFORMACIONES DEL ESTADO

NEIVA
2018
ESTADO INTERVENCIONISTA

El estado desde sus diferentes construcciones históricas y teóricas, ha sido un bastión de la


modernidad que se ve reflejada en la relación que se establece entre territorio, población y
poder; relaciones que configuran identidades, ciudadanías y por consiguiente la ganancia de
derechos. En el presente texto se dará una mirada crítica a la construcción histórica del
estado centrando el análisis en la figura del estado intervencionista y su manifestación en
la vida social, política y económica de Colombia.

El estado intervencionista es una de las formas de estado que surge con mayor
fuerza después de las crisis económicas del año 29 que supuso el fin de la prosperidad en
varios países en el orden mundial, un panorama que obligo a los estados a tomar medidas
de intervención para regular y controlar las actividades económicas con el propósito de
estabilizar la economía y volver a impulsar el desarrollo de sus territorios. Seguidamente,
con el surgimiento y consolidación del capitalismo se afianzó por parte de algunos estados
la protección de la economía propia ante las dinámicas de competencia y afectaciones del
libre mercado.

De esta manera, es en el marco del capitalismo que la figura del estado intervencionista
se consolida, si bien el sistema capitalista se rige por las leyes del libre mercado sin la
injerencia del estado; se vio la necesidad que algunos aspectos de la economía debían tener
cierta regulación para menguar en cierta medida las desventajas que puede traer consigo el
capitalismo. Algunos de estos aspectos están relacionados según Sánchez (s.f) con:

 Corregir fallos en los mercados y promover la igualdad de los ciudadanos y un mayor


bienestar social, mediante la asignación más eficiente de los recursos disponibles sin que
esto produzca grades brechas de desigualdad en la población.
 Controlar los denominados bienes públicos (como por ejemplo la provisión de sistemas
de defensa para el país, enseñanza o sanidad) o comunes (el aire, el terreno, las zonas de
pesca…) frente a intereses privados.
 Cuidar y vigilar el medio ambiente y los recursos naturales existentes en su territorio.
A este panorama de regulación progresiva por parte del estado no fue ajeno Colombia
que si bien tenía una economía precaria herencia del feudalismo cuando ingreso a las
dinámicas del capitalismo industrial, tuvo que emprender medidas de intervención para
encaminar todos los sectores económicos hacia el desarrollo industrial que se empieza a
consolidar hacia los años 30 después de las segunda guerra mundial, donde la burguesía
canaliza sus recursos hacia la industria, crecimiento que fue apoyado por la inversión
extranjera en el país.

La intervención del estado se dio inicialmente en dos campos el trabajo y el capital,


mediante reformas el estado inicia a crear leyes en la explotación de las industrias públicas
y privadas con el fin de hacer una equitativa distribución de las riquezas; por otro lado, en
el trabajo se le brindo a los trabajadores unas garantías de protección frente a la actividad
económica realizada, posibilitando el disfrute de derechos laborales. Posteriormente, se da
una intervención en los servicios y el capitalismo de estado. En tal sentido, la base
normativa que permitió plasmar el intervencionismo del estado fue según Yepes (1984):

La reforma constitucional de 1936 fue la verdadera base de la política intervencionista,


plasmándose en esta las nuevas realidades del desarrollo capitalista. En esta reforma se
conservan aspectos de la ideología liberal burguesa, pero se da a la constitución un marcado
tinte intervencionista. (P. 232).

Por lo tanto, si bien después de la constitución del 1991 Colombia asume un estado
social de derecho, en el marco de un sistema capitalista donde medidas de intervención
siguen vigentes y en cierta medida entran en tensión con los conceptos de libre mercado.
En esta vía, medidas de intervención del estado son necesarias como forma de
protección frente a los efectos negativos que ha traído consigo el capitalismo. Sin
embargo, en este punto cabe preguntarse también sobre los límites en dicha
intervención, ¿hasta qué punto es necesaria la intervención del estado?; ¿cómo afecta la
intervención del estado la garantía de derechos?

Desde una mirada crítica se considera que el intervencionismo del estado también
debe tener unos límites, para evitar que se pierda la autonomía y libertades, el abuso de
poder y la vulneración de ciertos derechos particulares amparados en la premisa de la
utilidad pública.
Algunos ejemplos permiten ilustrar las medidas del estado intervencionista en el
marco de los derechos humanos, con la injerencia del estado en Colombia también se
han vulnerado derechos, un caso particular es el tema de la construcción de represas y
los proyectos mega minería, donde el estado alude al desplazamiento de la población de
las zonas dispuestas para esas obras justificando que es para el progreso del país y que
pesa la utilidad pública sobre los derechos particulares; es así que a esas comunidades y
personas se les ha vulnerado el derecho al trabajo ya que muchos vivían del trabajo de la
tierra (jornaleros, pescadores, pequeños productores) dándose una afectación de su
actividad productiva; detrimento económico ya que impulsan a que las personas vendan
sus terrenos y propiedades a un costo más bajo del real.

De acuerdo, al intervencionismo del estado una de las motivaciones es la


preservación de los recursos naturales y su distribución equitativa, esto es claro desde lo
jurídico pero la realidad pone en evidencia que el exceso de poder del estado ha
provocado que ciertos sectores económicos especialmente extranjeros se hagan
acreedores de los recursos naturales propios; se ha privatizado los ríos con las represas;
las tierras productivas de algunas zonas del país se han expropiado, la mega minería ha
dañado los suelos, contaminando el agua y siendo u foco de enfermedades. En tal
sentido, la intervención del estado provoca más daños a los ecosistemas que otras
prácticas. Además de estos daños se han provocado afectaciones de tipo social y cultural
con el desplazamiento de comunidades de sus territorios de origen.

Otra situación de vulneración se presenta cuando las personas no quieren dejar sus
terrenos y se hace uso de la violencia o represión por parte de las fuerzas del estado para
obligar a las personas que accedan a lo planteado por el estado, dándose un abuso de
poder que en muchas ocasiones ha quebrantado el derecho a la vida especialmente de
personas que han asumido un liderazgo en la resistencia frente a este tipo de proyectos.

Por otro lado, la privatización progresiva de la educación pública y de la salud


evidencia como el estado en su ejercicio de intervención ha llevado a que el acceso a la
educación para los colombianos cada día sea más un privilegio que un derecho; poco
presupuesto y aumento de las tarifas de matrícula, altos costos en los servicios de salud y
poca calidad de los mismos.
De igual forma, aumento de impuestos que va en detrimento de la calidad de vida,
bajos salarios con un mínimo que no alcanza a la familia colombiana para tener unas
condiciones de vida digna.

De esta manera, el intervencionismo del estado debe tener unos límites para evitar
que se caiga en el abuso y exceso de control que en vez de regular, genera unas prácticas
que resultan ser nocivas para el desarrollo del país, aspecto donde se ve implicada la
afectación a los derechos humanos; tal como lo refiere Yepes (1984):

El intervencionismo estatal debe tener límites para evitar que con su desbordamiento se
presenten fenómenos corno la excesiva burocracia, el incremento en los impuestos, la
delegación de la justicia en los cuerpos militares, el fortalecimiento de la división de clases,
la concentración del poder en el órgano ejecutivo, el armamentismo, la deshumanización del
hombre e inclusive que se llegue hasta su aniquilación total. (p. 242).

Si bien el estado intervencionista ha tenido sus desventajas como se ha mencionado


en párrafos anteriores, en su momento de mayor auge fue necesario y pertinente para
contrarrestar los efectos devastadores del sistema capitalista y el libre mercado, el cual
ampliaba la brecha de las desigualdades no solamente económicas sino también sociales
y culturales. El punto de quiebre fue el exceso de poder que empezó a tener el estado en
ciertos ámbitos de la vida cotidiana de las personas y comunidades; porque si bien el
intervencionismo se vio reflejado más en el ámbito económico también otros aspectos de
la vida se vieron influenciados como la mayor militarización de vida diaria, la
restricción en la libertades intelectuales, libertades sociales como la capacidad de
asociación, entre otras.

La concepción de estado se ha transformado a los largo de la historia y se ha dado a la


par de cambios económicos, sociales, políticos y económicos, que han sido cruciales en
la vida de los estados como las crisis económicas y las guerras. En todas las formas de
estado se presenta ya sea de forma directa o indirecta la intervención del estado, pero en
la forma del estado intervencionista esta es su característica central, el cómo el estado
asume en función de la administración publica la regulación de los sectores económicos
del país.

Por consiguiente, es en el marco de esas transformaciones del estado que el discurso


de los derechos humanos ha sido tentador para encubrir vulneraciones y atrocidades pero
también para medir con doble rasero lo que es acertado o no para los ciudadanos de
determinado territorio. Los derechos humanos en el contexto de los estados ha sido un
ente movilizador de conservación del status quo; concepción que se debe reconstruir
para empezar a comprender que los derechos humanos deben ser reconceptualizados
como multiculturales, alejados de los intereses de los estados.

Actualmente, en Colombia se tiene un estado social de derecho que establece un


principio de separación de poderes, principio de legalidad y el principio de la garantía de
los derechos humanos, con la conservación y consolidación de un sistema capitalista que
sigue promulgando el libre mercado con unas mínimas regulaciones y el crecimiento de
problemáticas ambientales y sociales.

Consideramos que abordar de manera critica el papel del estado en un proceso de


transición hacia la construcción de paz como el que está vivenciando el país es crucial
para fortalecer ciudadanías empoderadas frente a la participación en las decisiones
cruciales para el territorio colombiano.

Referencias bibliográficas

Yepes, J. (1984). El intervencionismo en Colombia. Revista Facultad de derecho y


ciencias políticas. Universidad Pontificia Bolivariana. Disponible en:
https://revistas.upb.edu.co/index.php/derecho/article/view/5907/5420

Sanchez, J (s.f). Intervencionismo. Portal web Economipedia. Disponible en:


http://economipedia.com/definiciones/intervencionismo.html

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