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La habitación del autor es grande y desordenada. Contiene una ventana grande con cortinas anaranjadas debajo de la cual hay un sillón café para leer, una cama pequeña llena de ropa sucia y cobijas desdobladas, un amplio closet de madera y un tocador desordenado. El piso de madera está lleno de polvo y zapatos. A pesar del desorden, la habitación proporciona al autor una buena sensación de paz y descanso, quizás debido a las luces en el techo que parecen estrellas brillantes.
La habitación del autor es grande y desordenada. Contiene una ventana grande con cortinas anaranjadas debajo de la cual hay un sillón café para leer, una cama pequeña llena de ropa sucia y cobijas desdobladas, un amplio closet de madera y un tocador desordenado. El piso de madera está lleno de polvo y zapatos. A pesar del desorden, la habitación proporciona al autor una buena sensación de paz y descanso, quizás debido a las luces en el techo que parecen estrellas brillantes.
La habitación del autor es grande y desordenada. Contiene una ventana grande con cortinas anaranjadas debajo de la cual hay un sillón café para leer, una cama pequeña llena de ropa sucia y cobijas desdobladas, un amplio closet de madera y un tocador desordenado. El piso de madera está lleno de polvo y zapatos. A pesar del desorden, la habitación proporciona al autor una buena sensación de paz y descanso, quizás debido a las luces en el techo que parecen estrellas brillantes.
Al entrar por la estrecha puerta de mi enorme cuarto, lo
primero que puedo observar de lado derecho es mi ventana
grande y empolvada con su cortina larga y anaranjada, debajo de ella está un cómodo sillón café donde puedo descansar y leer un buen libro; de lado derecho se encuentra mi pequeña cama desordenada, llena de ropa sucia y cobijas desdobladas; por la parte de atrás está mi amplio closet de madera y mi tocador un poco desordenado con pinturas y colonias. Al mirar hacia abajo puedo ver el piso de madera café lleno de polvo y mis zapatos por donde quiera. En mi habitación me siento frío y con cierta buena sensación, quizás sea por las hermosas luces que aparentan ser brillantes estrellas en el elevado techo de mi pieza. En la parte frontal encontramos mi gigantesco plasma, conectado con un divertidísimo juego, por otro lado se encuentra toda la gran colección de ropa bonita que tengo. Mi habitación es mi lugar de regocijo, descanso y paz.