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Instituto Universitario Puebla. Campus Mérida.

Maestría en Criminología, Psicología forense y Perfilación Criminal.

Perfilación criminal.

Ensayo

Presenta
Wilma Itzely Kantún Haas

Maestro
Marco Antonio Romero Hernández

Mérida, Yucatán, Noviembre 2018.


Perfilación criminal.

El perfil criminal se ha denominado de diversas formas en el transcurso del tiempo; sin

embargo no de lo que no hay duda es que se trata de una técnica de investigación procedente del

análisis que se efectúa de los distintos patrones de conducta de los agresores, que pretende

conocer las características y motivaciones del agresor a partir de la evaluación de la evidencia

física y psicológica que deja el agresor en el lugar de intervención o escena del crimen, y la

víctima.

Es una herramienta indispensable en la investigación criminal, aunque el perfil por sí solo

no es capaz de señalar al criminal de manera certera, pero si contribuye a reducir el ámbito de la

investigación, y de esta forma ofrece nuevas líneas y alternativas de la investigación del hecho

delictivo.

Como se menciona con anterioridad, el objetivo del perfil criminal no es la identificación

eidética del presunto agresor, sino que establece las características de personalidad del autor del

hecho criminal, que consiste en traslucir aspectos psicosociales del agresor con base en un

análisis psicológico, criminalístico y forense en distintas áreas, con la finalidad de identificar un

tipo de persona, más sin embargo no una en específico; para orientar la investigación y la

captura.

Esta técnica es útil para la justicia porque permite ser aplicada en diferentes situaciones

como crímenes violentos, descartar sospechosos, identificación del tipo de criminal que cometió

el delito; también es ventajosa para los profesionales de la justicia como herramienta al preparar

interrogatorios, justificar la petición de pruebas; pero sobretodo es de gran utilidad en la

aproximación judicial a un delincuente.


Antecedentes históricos de la perfilación criminal.

Numerosos autores han contribuido al desarrollo de lo que hoy se conoce como perfil

criminal, no cabe duda que cada aportación ha ido afinando esta técnica. Entre ellos destacan los

siguientes:

1870. Italia. Lombroso es considerado el padre de la criminología. En su libro “El hombre

delincuente”, estudia desde el punto de vista evolutivo y antropológico prisioneros, dando lugar a

una clasificación de delincuentes que tienen en cuenta características físicas, a los cuales

clasifica como:

1. Criminal nato: presenta las reversiones evolutivas más bajas.

2. Delincuentes dementes: presentan enfermedades físicas y mentales.

3. Criminaloides: no presentan defectos físicos ni mentales.

1888. Gran Bretaña. El Dr. George B. Philips diseña el método “modelo-herida”, basado en

la relación que existe entre las heridas que sufre la víctima y su agresor.

1955. Alemania. Kretschmer hace un estudio de más de 4.000 casos y diseña una

clasificación basada también en características físicas.

1. Leptosómico (altos y delgados): tienden al hurto y al fraude.

2. Atléticos (musculosos): crímenes violentos.

3. Pícnicos (bajos y gordos): fraudes.

4. Mixtos: delitos contra la moralidad y crímenes de violencia.


1957. USA. J. Brussel compara conductas delictivas con conductas de pacientes

mentales. Su perfil del Bombardero de Nueva York puede ser considerado el primer perfil

psicológico criminal.

1970. USA. A partir de esta fecha, resulta vital para el desarrollo de esta técnica las

aportaciones y desarrollos realizados por el FBI. El perfil psicológico del criminal queda

establecido como una técnica de investigación policial para resolver los casos difíciles, se crea la

Unidad de Ciencias del Comportamiento en el FBI, unidad especializada en el diseño de este tipo

de perfiles. Agentes del FBI se preocupan por este tema y se van especializando, entre ellos

Robert Ressler, este entrevistó a cientos de criminales violentos en las cárceles, analizó y

sistematizó toda esa información en el Proyecto de Investigación de la Personalidad Criminal,

creando la siguiente clasificación de asesinos:

1. Asesinos organizados: se caracterizan por ser metódicos y controlados, con grandes

competencias sociales y sexuales, lo que les lleva a una mayor probabilidad de tener

pareja estable o estar casados. Suelen tener buenas habilidades laborales y

una inteligencia media o superior. Al mismo tiempo, pueden mostrar rastros de

personalidad antisocial o psicopática. Los asesinos organizados suelen haberse enfrentado

a eventos estresantes antes de cometer el asesinato y suelen estar motivados por el control

y el dominio sobre la víctima. Por lo general, presentan una historia de conflictos con la

autoridad y desafían a la policía durante la investigación, además de estar constantemente

al tanto de las novedades e informaciones que existen con respecto a su crimen.

2. Asesinos desorganizados: se caracterizan por su actitud impulsiva, con bastante

incompetencia social y sexual que les lleva a tener una mayor probabilidad de vivir solos

o con algún familiar muy cercano. Su poca inteligencia repercute en su falta de habilidad
para el trabajo. Completando su perfil psicológico, suelen mostrar una personalidad

esquizoide o esquizofrénica y es frecuente que cuenten con una historia de tratamientos

psiquiátricos e intentos de suicidio. Si hablamos de su motivación para cometer crímenes,

suele ser frecuente que el delito se vincule a la enfermedad mental o a la gratificación

sexual.

El perfilador y los tipos de perfiles.

El perfilador es un profesional multidisciplinario que interviene en la investigación. Por

ello, los perfiles deberían basarse en el examen adecuado de todos los aspectos del caso: IPH

(Informe Policial Homologado), laboratorio forense, autopsias, fotografías y vídeos del lugar de

intervención o lugar de los hechos, planimetría de la escena del crimen, mapas de las diversas

zonas implicadas, e incluso de la impresión de los propios investigadores. La perfilación criminal

es un procedimiento que se lleva a cabo en los casos de homicidios intencionales en lo que la

identidad del autor se desconocía, su base principal es el psicoanálisis, su objetivo no es la

identificación absoluta del presunto autor sino procura establecer las características de la

personalidad del victimario, que consiste en inferir aspectos psicosociales del agresor con base

en un análisis psicológico, criminalístico y forense del hecho.

Los perfiladores se basan entre otras cosas, en el principio de intercambio de Edmond

Locard, que sostiene que: “es imposible que un criminal actúe, especialmente en la tensión de la

acción criminal, sin dejar rastro de su presencia”, por lo tanto se toma como objeto de estudio

cada rastro que el autor deja en la escena del crimen.


Dentro de la investigación criminal existen tres formas de elaborar perfiles: Perfiles de

agresores conocidos o método inductivo, Perfiles de agresores desconocidos, perfil psicológico o

método inductivo y Perfil geográfico.

1. Perfil de agresores conocidos o método inductivo. Consiste en la caracterización de los

agresores conocidos o población carcelaria para extraer características generales.se

realizan investigaciones en esta población para obtener características iguales Para

obtener estos datos se realizan entrevistas a los mismos, edemas se basan en la

observación conductual y en informes de la conducta del delincuente brindado por

personas allegadas víctimas o allegados de igual forma se complementa la investigación

con datos provenientes del expediente judicial. La ventaja de este modelo es que es un

gran facilitador de características, pues ofrece premisas con cualidades básicas del

agresor que permiten perfilarlo y predecir su comportamiento (Turvey, 1999).

Es una herramienta fácil de utilizar, no se necesita un conocimiento especializado en

ciencias forenses y entrenamiento en el ámbito de la investigación de la conducta

criminal.

2. Perfil de agresores desconocidos o método deductivo. No implica un individuo específico

ni un crimen especifico, puede ser usado para sugerir un tipo de individuo con

características psicológicas y emocionales específicas; describe solo las características

evidentes en la conducta criminal así como sus circunstancias.

3. Perfil geográfico. Está relacionado con las características físicas del lugar, es decir la

escena del crimen, puesto que intenta generalizar la vinculación de las localizaciones de
la escena del crimen con la probable residencia de un agresor desconocido, basado en la

idea de que los agresores actúan en un lugar y momento que para ellos tiene un

significado personal.

Elementos de la perfilación criminal.

Los elementos que integran la perfilación criminal son: estudio del lugar del hecho,

fotografía y video forense, autopsia médico legal, autopsia psicológica, infografía forense,

levantamiento operativo o situación criminológica, evidencia recolectada y posteriormente

revisada o analizada más sus resultados y la planimetría forense.

A forma de conclusión se determina que la perfilación criminal apoya a la investigación

criminal, aunque cabe destacar que no es una técnica que señale directamente al autor del delito,

sino que más bien contribuye a reducir el número de sospechosos, puesto que al ir cotejando

cada una de las características determinadas por el perfil, se van descartando cada uno de los

sospechosos, y de esta manera ofrece otras líneas y alternativas en la investigación criminal.

El principal problema que presenta la creación de perfiles criminales, es que no existe un

método bien definido y aceptado por todos los profesionistas del área, aunque no se duda con los

avances e investigaciones en el área se pueda definir uno estandarizado.

Al realizar el perfil criminal es de suma importancia analizar minuciosamente cada uno

de los aspectos relacionados con el hecho, como lo son los aportes de la criminalística.

Fotografía forese, planimetría, video forense, psicología forense, victimología, entre otras áreas,

es por eso que son de gran importancia que todas las áreas forenses realizan de forma adecuada

su trabajo, puesto que son aportaciones esenciales para la construcción del perfil.
Referencias bibliográficas.

Vaca Cortés Jesús; Dzib Aguilar Paulino, La máscara del asesino, Universidad Autónoma de

Yucatán, 2012, 103-129 pág.

Garrido Vicente, Perfiles criminales, Ariel, 2012, 15-37 pág.

Robert K. Ressler; Tom Shachtman, Asesinos en serie, Ariel, 2005. 169- 196 pág.

Jiménez Serrano Jorge, 01 junio 2015, psicología-online.com

Obtenido de: http://www.scenacriminis.com/articulos-en-espanol/la-dicotomia-

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Perales Novalón Isabel, 26 mayo 2015, crimipedia.com

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