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LA ESPECIALIZACIÓN DEL PERITO EN GRAFOSCOPÍA EN EL NUEVO SISTEMA

PENAL ACUSATORIO

2022/C/VER ESP ”ESPECIALIDAD EN


GRAFOSCOPÍA, DOCUMENTOSCOPÍA Y
DACTILOSCOPÍA”
IGNACIO ABRAHAM PERALTA
GUTIÉRREZ COLEGIO LIBRE DE ESTUDIOS
UNIVERSITARIOS PLANTEL
VERACRUZ.

RESUMEN: Se establecerá la necesidad de contar con la especialización en la materia de


grafoscopía por parte de los peritos acorde a los lineamientos establecidos por el nuevo
sistema penal acusatorio.
PALABRAS CLAVE: Perito, sistema penal, grafoscopía, prueba pericial.

ABSTRACT: The need to have specialization in the field of graphoscopy by experts will be
established according to the guidelines established by the new accusatory penal system.
KEY WORDS: Expert, penal system, graphoscopy, expert evidence.

SUMARIO: 1. Introducción; 2. La grafoscopía como técnica para determinar la


autenticidad o falsedad de manuscritos; 3. La función del perito en el sistema penal
acusatorio; 4. Conclusión; 5. Fuentes de consulta.

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1. INTRODUCCIÓN:
En primer término, se abordará lo referente a la grafoscopía como técnica
para determinar la autenticidad o falsedad de manuscritos, sus antecedentes
históricos y periódicos por lo que ha pasado la grafoscopía desde el periodo
caligráfico, pasando por el grafológico, grafotécnico, paleográfico,
grafonómico hasta el periodo científico y finalizando con el concepto de
grafoscopía.
Posteriormente abordaremos la función del perito en el nuevo sistema penal
acusatorio ¿Quién es el perito? Naturaleza jurídica de la prueba pericial, las
aportaciones en la investigación en los juicios orales y la necesidad de la
especialización del perito en grafoscopía en el sistema penal acusatorio.

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2. LA GRAFOSCOPÍA COMO TÉCNICA PARA
DETERMINAR LA AUTENTICIDAD O FALSEDAD DE
MANUSCRITOS.

ANTECEDENTES

La grafoscopía nace, al igual que la grafología, en base a la


existencia de la escritura, la cual fue precedida por el dibujo y los
diseños gráficos, que procuraban expresar la noción del
pensamiento del hombre (jeroglíficos egipcios, mayas, etc.) Con la
invención de la escritura, surgió a la par la falsificación, ya que en
los sellos de la cultura hitita, se leían advertencias, para quien osará
falsificar las sagradas inscripciones: “Quien quiera que altere las
palabras de la tableta, será aniquilado por el dios de la tormenta”.
En otra página de la historia, encontramos que: Suetonio, biógrafo
cortesano, fue el más grande falsificador de su tiempo. También es
de anotar la existencia dentro de una ley promulgada durante el
Imperio de Constantino El Grande, como también en la Novelas 73
y 76 de Justiniano, donde se expone el descubrimiento de un error
judicial, debido a un peritaje caligráfico mal realizado. Igualmente,
son instrumentos jurídicos de su época, el Fuero Juzgo y el Fuero
Real de España. A Edmund Locard, se le considera el verdadero
precursor de la Grafoscopía, como disciplina auxiliar de la
criminalística, ya que funda un laboratorio técnico científico en
Francia, marcando de esta manera la transición entre el empirismo
romántico y la actividad científica en esta disciplina.

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PERÍODO CALIGRÁFICO

En 1776, Turgot suprimió la Academia Real de Escritura,


reestablecida poco después, desapareció el 2 de marzo de 1791.
Siguió así el destino de otras corporaciones. A partir de entonces, se
pierden las tradiciones y el peritaje de escrituras, y se convierte en
un vasto campo de experiencias, confinado único y exclusivamente
al legislador (jueces), quienes se interesan por personas de cierta
cultura, pero sin información. Se vio entonces triunfar el método
caligráfico, que consiste en comparar entre sí las cartas y de
concluir después entre criterios de semejanzas, pero aproximadas.

PERÍODO MATEMÁTICO
Persifor Frazer (1899), introdujó las matemáticas al peritaje de los
escritos. Él se propuso medir la relación entre las alturas y las
extensiones y el carácter obligatorio del grafismo, por medio de los
valores angulares. Criminólogo contemporáneo de
LANGUENBRUCH (1914), intenta identificar al escritor, según su
ritmo gráfico (individualidad del ritmo del pulso), mediante la
construcción de líneas rítmicas.
Dicho estudio serviría de base a Locard en 1920, para proponer lo
que se conoce como el método de la Grafometría.

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PERÍODO GRAFOLÓGICO

El periodo grafológico, es históricamente hablando contemporáneo


del período matemático. En 1873 el ABAD MICHÓN, intenta
aplicar su trabajo al peritaje, publicó en 1880 un memorándum
titulado “EL MÉTODO VICIOSO DE LOS PERITAJES DE
ESCRITOS, SEGUIDOS HASTA ESTE DÍA” Este libro no haya
buen consenso acerca de las jurisdicciones, pues contrariamente al
publicado por FRAZER nueve años más tarde, es heredero del
ABAD MICHÓ CREPIEUX-JAMAN, ambos implantan a
principios del siglo XX la grafología, como una ciencia positiva que
en 1934, se publicó la tesis de los grafólogos anteriormente citados.

PERÍODO GRAFOTÉCNICO

La Grafotécnica, encontró su florecimiento con PIERRE


HUMBERT (1907-1911), quien creó un sistema de cotización del 0
al 9, abarcando las especies típicamente grafológicas. Cada escrito
se reúne en un número de siete cifras, las cifras impares
corresponden a los rasgos positivos del sujeto, las cifras pares a
rasgos negativos. Los rasgos positivos y negativos caracterizan a la
vez el juicio formal que ilustra sobre una de las dimensiones del
escrito, como la rapidez opuesta a la lentitud y el juicio psicológico
orientó a la suma de las cifras pares y de las cifras impares, después
sustrajo la primera de la segunda y obtuvo una diferencia; si esta
diferencia es enormemente positiva el individuo es juzgado como
superior.

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PERÍODO PALEOGRÁFICO

El acceso de los archivistas paleográficos (antiguos alumnos


diplomados de la Escuela de Paleografía) al peritaje de la escritura,
tiene un origen histórico bien conocido. En el curso del asunto,
DRYFUS el director de la Escuela de Paleografía, PAUL MAYER
y dos de sus profesores, fueron llamados para establecer un peritaje
en escritos antiguos.

PERÍODO GRAFONÓMICO

El advenimiento de la grafonomía descansa sobre dos principios: no


solo son los signos grafológicos los que deben tomarse en
consideración, pero sí las características gráficas dentro de su
conjunto. Concebidas bajo su aspecto objetivo, los razonamientos,
deben ser en correlación directa de las leyes del grafismo o de la
escritura. Solange Pellat hijo de Henry Pellat y nieto de un célebre
jurisconsulto, fue uno de los principales constructores de la
grafonomía, junto con el filósofo André Lalande. Desde 1903 Pellat
demostró y dio origen a un análisis fino de los movimientos de la
escritura, realizando una investigación sobre las leyes
fundamentales de la escritura. Finalmente en 1927 publico una
síntesis de sus trabajos en donde enuncia una serie de leyes que
quedaron injustamente desconocidas hasta 1934, año en el que da a
conocer las leyes del grafismo que actualmente se conocen.

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PERÍODO CIENTÍFICO
El peritaje de los documentos manuscritos, ha tomado poco a poco
un carácter científico. OSBORN (1929), HILTON (1956),
HARRISON (1958), LOCARD (1959) Y GAYETE (1961),
publicaron los tratados ejemplares que no se limitan a los escritos,
pero conciernen al conjunto de los problemas contenidos por los
documentos impugnados. Durante la evolución del peritaje de los
documentos escritos, los estudios permanecieron congelados
durante los siguientes 30 años. Resaltando como ejemplo que la
obra de EDMOND LOCARD (MANUAL DEL JUEZ), no era más
que una continuación de los tomos V y VI de su tratado de
CRIMINALÍSTICA de 1936. Después de 1980 la aparición de
nuevas tecnologías llamadas “INFORMÁTICA”, métodos
estadísticos y las técnicas analíticas de punta, como el expert SYS
(equipo de comparaciones multiespectrales) y el Docucenter
(equipo de comparaciones multiespectrales), han hecho progresar
gradualmente el peritaje de documentos abriendo así la era del
peritaje científico. Sin embargo, no podemos olvidar al Español
Félix del Val Latierro, perito calígrafo y archivista-bibliotecario que
conformó un manual llamado Grafocrítica, el documento, la
escritura y su proyección forense, el cual tiene un sentido científico
y práctico, del que a su vez se han derivado otras obras.

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CONCEPTO DE GRAFOSCOPÍA
La Real Academia Española (RAE) no incluye el término
grafoscopía en su diccionario. El concepto, sin embargo, suele
utilizarse para nombrar a la disciplina que analiza la escritura
manuscrita a partir de técnicas que se sustentan en la observación de
características morfológicas, estructurales y de otro tipo.
Para la grafoscopía, es posible identificar la autoría de un
manuscrito por la dimensión, la presión, la inclinación, los enlaces y
la variedad de formas de la escritura. Esto hace que no haya dos
personas que escriban de la misma manera.
El método grafoscópico parte del estudio de dos manuscritos para
determinar si la autoría es la misma. Existen múltiples detalles que
permiten el análisis comparativo, como los movimientos gráficos
espontáneos y automáticos que no pueden ser ejecutados por
individuos distintos.
En el marco de su trabajo, la grafoscopía realiza un estudio
macroscópico de los manuscritos y recurre a instrumental óptico
para desarrollar su análisis, valorando las diferencias y las
similitudes halladas. El fruto de esta actividad es una conclusión
que debe ser concreta y clara.
La grafoscopía, en definitiva, puede determinar la autenticidad o la
falsedad del origen de un manuscrito o de una firma. Por eso un
perito en grafoscopía puede descubrir si un texto es falso o si hay
una firma falsificada en un documento, por ejemplo.
En el marco de la criminalística, la grafoscopía es una de las
disciplinas más importantes, ya que muchas veces ofrece los datos
claves para resolver un caso. La falsificación de firmas es un delito
tan antiguo como la escritura misma, y esto también quiere decir
que quienes la practican heredan muchos años de experiencia de

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quienes los precedieron en el arte de hacerse pasar por otros. En
definitiva, reconocer una firma apócrifa (fingida, falsa, carente de
autenticidad, cuya autoría no ha sido atribuida a la persona correcta)
no es tarea fácil.
Otro de los delitos en los cuales la grafoscopía ofrece un servicio
determinante a la hora de encontrar al culpable es el secuestro.
Mientras que la acción más evidente es la privación de libertad de la
víctima, existen otras que la complementan, como las llamadas
telefónicas a la familia y las denominadas notas de secuestro. Si
han sido escritas a mano, algo que no siempre ocurre, los expertos
en grafoscopía pueden ayudar a la policía a dar con el secuestrador.
Las notas de suicidio falsas también son moneda corriente en la
criminalística, y la grafoscopía encierra la clave para desvelar su
falta de autenticidad. Fingir un suicidio—el propio o el de un
tercero— puede tener diferentes propósitos, que en general se
relacionan con el cobro de algún monto de dinero o la herencia de
alguna propiedad inmobiliaria. Por lo tanto, las autoridades no
pueden dar por sentado que un mensaje de despedida es fiable si no
encuentran el cadáver del individuo, sino que deben comenzar una
investigación antes de otorgarle credibilidad al caso. Según los
expertos en grafoscopía, dado que en nuestra escritura influye un
gran número de aspectos anímicos, psicológicos y fisiológicos,
nadie es capaz de simular una forma de escribir ajena con más de
un 50% de exactitud.
Muchas veces se confunde la grafoscopía con la grafología o con la
caligrafía. La grafología analiza el escrito para acceder a
determinados rasgos de la psicología de su autor; la caligrafía es
un arte que consiste en escribir con una cierta intención estética. Lo
que hace la grafología no es estudiar la escritura para conocer la
condición psíquica del autor ni para determinar si cumple con
criterios de estilo, sino que su análisis se orienta a determinar si un
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individuo en específico escribió, o no, algo
3. LA FUNCIÓN DEL PERITO EN EL SISTEMA PENAL ACUSATORIO
¿QUIÉN ES EL PERITO?
Antes de la reforma del 2008 se decía que un perito era un experto
en cualquier ciencia, técnica, arte u oficio y no se exigía requisitos
específicos para fungir como perito. Por ejemplo, había médicos
forenses que sin tener la especialidad podían peritar en medicina
forense y había químicos que sin tener estudios complementarios de
química forense podían interactuar en el ámbito de la justicia,
entonces un perito en el sistema inquisitivo tenía que ver con una
persona que aunque no tenía la acreditación especifica podía peritar.
Los peritos deberán poseer título oficial en la materia relativa al
punto sobre el cual dictaminarán y no tener impedimentos para el
ejercicio profesional, siempre que la ciencia, el arte, la técnica o el
oficio sobre la que verse la pericia en cuestión esté reglamentada;
en caso contrario, deberá designarse a una persona de idoneidad
manifiesta y que preferentemente pertenezca a un gremio o
agrupación relativa a la actividad sobre la que verse la pericia de
conformidad con el numeral 369 del Código Nacional de
Procedimientos Penales.
También surgió otro fenómeno que era el poli funcionalismo o
todología en el cual los peritos eran de varias especialidades y había
casos, por ejemplo, que en un sólo hecho o en un evento con
trascendencia jurídica   intervenían en áreas cómo dactiloscopia,
grafoscopía, balística, química etc. Entonces antes de la reforma
ocurría precisamente que no había una formación específica y se
podía peritar en todas las áreas. Lamentablemente en el
sistema penal acusatorio oral existen personas que no están
acreditados para áreas específicas en cuanto a desempeñarse como
peritos. La principal función del Perito es proporcionar un análisis
técnico e independiente, sobre unos hechos y pruebas objetivas, que
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ayuden al tribunal a dictar una resolución justa. Por esta razón, el
trabajo de los peritos consiste, básicamente, en: Elaborar informes o
dictámenes periciales. Un perito judicial es un profesional con
formación y experiencia en una determinada ciencia, materia o arte
que puede ser de interés para resolver un litigio. El tipo de perito
que interviene en cada proceso depende de la persona u objeto que
haya que examinar. Se dice que los peritos, somos personas que
tenemos ciertos conocimientos científicos, técnicos, prácticos en
determinada materia que con el conocimiento de estos nos permite
emitir un dictamen y ayudamos en la impartición de justicia, con el
objetivo de llegar a la verdad científica de los hechos, de una
manera neutral.

NATURALEZA JURÍDICA DE LA PRUEBA PERICIAL


Una de las cuestiones más debatidas en torno a la prueba pericial es
la de su naturaleza jurídica, respecto de la cual se han dado
tradicionalmente dos posturas. Un sector doctrinal sostiene que el
perito es un auxiliar del juez. Esta posición, cuyo principal impulsor
fue CARNELUTTI, ha sido recogida en nuestra doctrina, entre
otros, por autores como PRIETO CASTRO, GOMÉZ ORBANEJA,
SERRA DOMÍNGUEZ o GÓMEZ COLOMER, y parte de la idea
que la posibilidad de conocer o apreciar los hechos corresponde al
juez, de modo que la prueba pericial no introduce hechos nuevos,
sino que, sobre unos hechos ya aportados, proporciona al juez
máximas de experiencia para complementar su capacidad de juicio.
Esta postura centra la función del perito en el auxilio a la función
jurisdiccional, apartándola de la influencia de las partes, y configura
el dictamen pericial como la aportación al proceso de
conocimientos técnicos especializados que facilitan el juicio de
hecho del juez.
Otro sector doctrinal, por el contrario, considera que la prueba
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pericial es un medio de prueba. Autores como GUASP, DE LA
OLIVA, MONTERO AROCA, FONT SERRA o RIFÁ SOLER
defienden que la prueba pericial es un medio de prueba en la
medida que con su actividad se busca la convicción del juez sobre
la existencia o inexistencia de ciertos datos procesales, puesto que
se llevan al proceso los conocimientos especializados del perito con
la finalidad de determinar o fijar formalmente los hechos
controvertidos que precisan ser conocidos o apreciados, siendo el
perito nombrado ordinariamente por las partes, sin que pueda
ordenarla de oficio el juez y pudiendo el dictamen pericial
introducir hechos o circunstancias fácticas nuevas, considerándose,
en todo caso, que la actividad que realiza el perito tiene una
finalidad probatoria.
Todos los ordenamientos jurídicos de nuestra tradición y del
common law establecen que el juez no está obligado a seguir los
peritajes; por el contrario, rige en esta materia el sistema de libre
valoración de la prueba. Otra cosa es cómo se ha interpretado ese
sistema en la valoración judicial de la prueba pericial. En nuestros
sistemas de tradición romano-germánica se suele aludir a las “reglas
de la sana crítica” como supuestos criterios orientadores de esa
valoración. En cambio, en varios sistemas del common law sigue
siendo una suerte de caja negra cómo se valora el conocimiento
experto, fundamentalmente cuando hay jurados legos que no tienen
obligación de motivar sus decisiones. Más allá de esa libre
valoración de la prueba, en nuestros sistemas se ha dado
tradicionalmente un paso más y se ha dicho que el juez es el peritus
peritorum, es decir, el perito de peritos. ¿Qué significa esto?
¿Significa que el conocimiento del juez está por encima del
conocimiento del experto? La respuesta más evidente parece la
negativa: no, el conocimiento del juez no está por encima del
conocimiento del experto. Y se podría argumentar que tan no es así,
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que se llama a este último precisamente porque el juez no tiene los
conocimientos necesarios para resolver cabalmente el caso.

Se plantea así una supuesta paradoja consistente en que un juez lego


debe valorar a un experto. No obstante, esta manera de plantear la
relación entre jueces y personas peritas me parece equivocada, al
menos por dos razones que a continuación explico. En primer lugar,
me parece un error plantear la relación entre jueces y expertos en
términos subjetivos, es decir, haciendo depender del juez la utilidad
del conocimiento experto para la resolución de un caso. En efecto,
parece suponerse que, si el juez de un caso no necesitara el
conocimiento experto, entonces no tendría sentido que se ofreciera
o se allegara. Esa dependencia resulta muy problemática, pues ¿Qué
pasa si el juez que supuestamente no necesita el conocimiento
experto termina no resolviendo el caso por la razón que fuera? o
¿Cuáles serían las consecuencias de esa situación para una segunda
instancia que quizá no tenga el conocimiento experto relevante?
Más aún: ¿De qué manera podría ser compatible esa concepción
subjetivista con el derecho de las partes a presentar las pruebas que
consideren relevantes?
El common law, concretamente, es el único sistema de valoración
de la prueba. Es un sistema jurídico donde no hay reglas de prueba
tasada.
Aunque, como explica Ferrer, Prueba sin convicción. Estándares de
prueba y debido proceso, “la existencia de un deber de motivar las
decisiones judiciales ha suscitado un debate más reciente, en
muchos de ellos la discusión actual no es tanto si se deben o no
motivar las decisiones, sino más bien el alcance que hay que dar a
ese deber”.
Carlizzi, La valutazione della prova scientifica, en este mismo
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sentido, se pregunta: “que el juez sea el perito de peritos, ¿Significa
acaso que puede identificar y aplicar por sí solo el conocimiento
requerido para solucionar una cuestión probatoria científica o
técnica?, ¿O bien que está legitimado solo a aplicar ese
conocimiento por sí mismo?, ¿O que está autorizado a rechazar las
conclusiones de los expertos convocados al proceso?, ¿Qué otra
cosa?”.
Un claro ejemplo de esto lo constituye la siguiente sentencia del
Tribunal Supremo español, Primera Sala, FJ 4.º (RJ 1994/848) el
Juez puede sustituir al perito cuando se considere suficientemente
informado por sí según su preparación para conocer y apreciar el
objeto o la cuestión litigiosa que hubiera necesitado la intervención
de otra persona que tenga los conocimientos científicos, artísticos o
prácticos requeridos por las circunstancias del caso”. Entiéndase
bien: no se refiere a la necesidad de la información dada la cuestión
por resolver, sino a la necesidad de la información según el agente
concreto que va a resolver.

LAS APORTACIONES EN LA INVESTIGACIÓN DE LOS


PERITOS EN LOS JUICIOS ORALES:
 a) Aquél en el que el experto entrega una opinión sobre hechos
directamente observados. Se trata de situaciones en que el perito
observa hechos sobre los que declara, pero a la vez aporta opiniones
acerca de esos hechos que suponen conocimiento experto, por
ejemplo, tratándose de un experto en huellas digitales o balística;
 b) Aquél en el que el experto entrega una opinión sobre hechos
presentados por terceros, es decir, que no han sido objeto de
percepción directa de su parte. Típicamente se produce en casos en
que el experto es confrontado con hipótesis de diversa índole en
donde se le pida asuma como verdadero ciertos hechos que no ha
tenido oportunidad de presenciar;
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 c) Aquél en que el experto entrega una opinión basada en
principios generales de la disciplina que profesa, aun cuando no
estén relacionados necesariamente con hechos concretos o
específicos del caso, como por ejemplo, cuando un perito es
convocado a juicio para relatar acerca de los procedimientos
adecuados para obtener conclusiones o realizar exámenes sobre
determinados objetos, todo lo cual se hace para dar credibilidad de
otras pericias del caso;
 d) Aquél en el que el experto declara sobre un hecho que él
observó a través del uso de su conocimiento especializado. Se trata
de declaraciones sobre hechos y no opiniones, pero que sólo
podrían ser entregadas por alguien que tiene conocimiento experto
que lo habilita para percibir ciertos hechos, como por ejemplo,
cuando un perito hace análisis microscópico de una sustancia
mucosa encontrada en la víctima y afirma que dicha sustancia
contenía espermatozoides.
Roxin, distingue tres formas de contribución de un perito en un
juicio:
 a) Cuando informa sobre principios generales de la disciplina.
 b) Cuando comprueba hechos que únicamente pueden ser
observados, comprendidos o juzgados exhaustivamente en virtud de
conocimientos profesionales especiales.
 c) Cuando extrae conclusiones que únicamente pueden ser
averiguadas en virtud de conocimientos profesionales.
En algunos países se señalan ciertas normas que deben ser
cumplidas para poder admitir la prueba pericial, la admisibilidad de
la prueba pericial a juicio oral depende de cuatro criterios básicos,
el primero de ellos común a toda prueba y los otros tres regulados
de manera especial para esta categoría.
1°. Pertinencia o Relevancia de la Prueba Pericial
No se admiten a juicio aquellas pruebas que fueren manifiestamente
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impertinentes, entendiendo que ella será pertinente en la medida en
que exista vinculación del contenido de la conclusión de dicha
prueba con los hechos a debatir en el juicio.
El factor central que determinará la relevancia de una prueba tiene
que ver con su potencialidad para probar hechos que van a ser
objeto de debate en el juicio, sin importar cuan razonables sean o no
esos hechos, cuestión que será objeto de evaluación final por parte
del tribunal.
Lo que se intenta, es evitar la producción de prueba innecesaria en
el juicio haciendo un uso eficiente de los recursos disponibles por el
sistema, evitando que se introduzca información a juicio que no es
importante para decidir el caso y que, en cambio, podría contaminar
o confundir al juzgador.
2°. Necesidad del Conocimiento Experto
Otro requisito indispensable es, que el perito cuente con
conocimiento experto para poder resolver el asunto sometido a
debate, la necesidad de conocimiento experto se refiere a que la
contribución central del perito en el juicio será ayudar al tribunal a
decidir algo que está fuera del ámbito de su experiencia, sus
conocimientos o su capacidad de comprensión.
3°. Idoneidad del Perito
Este requisito de recepción de la prueba pericial está constituido por
la necesidad de acreditar que quien se presenta como experto sea
tal. Que antes de su intervención, exista un filtro que permita
verificar si se trata de una persona idónea, alguien calificado en la
ciencia, arte u oficio sobre la cual prestará sus servicios con la
finalidad de emitir un dictamen.
4°. Confiabilidad del Peritaje
Este requisito de admisibilidad de la prueba pericial está constituido
por la confiabilidad del peritaje, es decir, si el experto aporta
información considerada como razonable dentro de la comunidad
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científica a la que pertenece o a la disciplina en la cual desarrolla su
arte u oficio. La exigencia de confiabilidad del dictamen aportado
por un experto es que no todo lo que diga un perito, debe ser
admitido. Al sistema legal siempre le interesa una conclusión en la
medida que ella tenga un nivel de validez importante, un margen de
error mínimo dentro de la comunidad de especialistas a la que
pertenece. Pueden ser las causas:
1)Por un experto en la materia.
2)Que no se desarrolle una investigación con un método adecuado:
Método científico.
Con la formulación de hipótesis adecuadas.
 Con los marcos de referencia necesarios.
 Y que si se tiene duda, siguiendo los pasos que señalen en el
dictamen, la persona que desconfíe llegue al resultado obtenido, o
bien al que el considere el adecuado, pero siempre desarrollando
una investigación con metodología.
De esta manera si el experto aporta conocimientos desconocidos
para el juzgador, lo mínimo que debe exigirse es que dicho experto
sea fiel a la ciencia o disciplina que profesa. En caso contrario, el
sistema se abre a la posibilidad de admitir información de poca
validez y calidad, pero que puede determinar de manera intensa el
resultado del caso. Todo ello, aumentando las posibilidades de
decidir erróneamente las cuestiones en controversia.
Los factores que el juez debe examinar:
1) La falsificabilidad de la teoría o posibilidad de que esta sea
testeada;
2) Que haya sido sometida a revisión de pares o publicada;
3) Conocimiento de la tasa potencial de error, y la existencia de
estándares que controlan la investigación sobre la cual se basa la
teoría;
4) Aceptación general de la metodología que subyace a la teoría en
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la comunidad científica.
Si realizamos un análisis minucioso y detallado del inicio de la
investigación pericial, observaremos que se han dado algunos
tropiezos, debido principalmente a la gran necesidad de investigar
con respecto a la comisión de un delito y de esta forma, se proceda
conforme a derecho, con respecto a una persona que se encuentra en
calidad de probable responsable o en su defecto, cuando se trata de
la investigación de un accidente y analizando de manera detallada el
hecho, existiendo la participación de un probable responsable. De
esta manera, como lo es en la vida del ser humano, siempre se deja
huella para que así, en forma necesaria, se forme parte de la
historia, en el caso de la Investigación Pericial se ha pasado por tres
etapas:
1)La mágica;
2)La empírica;
3)La científica.
En la investigación mágica se procedía a pasar al probable frente al
cuerpo del occiso, si en ese momento se presentaba la expulsión de
sangre en las heridas, automáticamente se le identificaba como
autor del crimen.
En la etapa empírica de un homicidio por arma de fuego, se
procedía a analizar y oler las manos del probable, con la finalidad
de detectar las características organolépticas de la deflagración de la
pólvora.
Ya en la etapa científica, se procede a realizar toda una serie de
investigaciones de laboratorio, como son: Genética, Cromatografía
de gases, Absorción atómica, entre otras, de las que su margen de
error es mínimo.

LA NECESIDAD DE LA ESPECIALIZACIÓN DEL PERITO


EN MATERIA DE GRAFOSCOPÍA EN EL SISTEMA
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PENAL ACUSATORIO.
Para poder acreditar nuestra experticia en alguna determinada
materia, es necesario que contemos con una acreditación ya sea por
una Escuela Oficial, asociación, institución, etc., no hay una
escuela, o dependencia oficial que expida cédula como perito,
podemos tener especialidad en “ x “ materia, o algún curso que
acredite la capacidad, normalmente la mayoría contamos con alguna
especialidad y curso, o diplomado oficial, además de contar con la
certificación por parte del Tribunal Superior de Justicia, para poder
ejercer como peritos en la materia relativa al punto sobre el cual
dictaminarán y no tener impedimentos para el ejercicio profesional,
siempre que la ciencia, el arte, la técnica o el oficio sobre la que
verse la pericia en cuestión esté reglamentada; en caso contrario,
deberá designarse a una persona de idoneidad manifiesta y que
preferentemente pertenezca a un gremio o agrupación relativa a la
actividad sobre la que verse la pericia de conformidad con el
artículo 369 del Código Nacional de Procedimientos Penales.
Con relación a las certificaciones, existen debates alternos que las
consideran innecesarias para el desempeño de las funciones
periciales; sin embargo, también existen posturas que las creen
indispensables para garantizar la calidad, el profesionalismo y la
competitividad pericial.
Quienes argumentan que no son necesarias consideran que, al
existir cédulas profesionales, las certificaciones tienden a invadir
áreas que son especialidades profesionales y evitan la
profesionalización. Esto trae como consecuencia que ya no sean
necesarios los estudios académicos para las especialidades
periciales, por lo tanto, las certificaciones son innecesarias y
ambiguas. Cuando se refieren a la ambigüedad de las
certificaciones, se argumenta que no son realizadas por expertos
distinguidos en el ámbito pericial, sino que son creadas por grupos
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poco reconocidos en la comunidad pericial. No obstante, que no
especifican quiénes certifican de manera primaria a los que se
consideran certificadores autorizados. Ahora bien, hay una
confusión en este sentido, la certificación no está reemplazando la
cédula profesional, al contrario, es complementaria a este
documento.
Después de la reforma del 2008, se pide que el perito realmente
cuente con certificación oficial, que lo acredite como experto,
además que en ocasiones es requerido para que acuda al Juzgado en
oralidad, a defender su peritaje en caso de ser requerido tiene que
estar capacitado para responder preguntas de la Fiscalía, de la
defensa, ya que será interrogado, deberá conocer su dictamen,
explicarlo de manera clara y entendible, situación que antes de la
reforma solo había que ratificar el contenido.
El Perito debe acreditar su experiencia, de una manera confiable
tener la capacidad de poder explicar cada punto en audiencia, y que
los que intervengan en dicha audiencia tengan la certeza y seguridad
que dicho perito conoce y domina el área al cual dice ser experto.
Sin embargo, hay áreas de las pruebas científicas que ameritan el
uso del método científico y hay otras áreas de las pruebas periciales
que ameritan métodos de investigación, y la labor es enseñarle al
juzgador que no solamente se utiliza el método científico.
Existen peritos particulares y peritos adscritos al Poder Judicial, a
los peritos particulares normalmente los contrata la defensa para
apoyar una teoría del caso y para explicar un hecho específico. Y se
da cuando en la práctica el defensor no puede desacreditar un
peritaje de la fiscalía, entonces hace el uso y contrata un perito
particular para precisamente evidenciar que el trabajo que realizó la
fiscalía estuvo mal hecho y que no está apegado a la objetividad, y
se requiere que otro experto opine respecto a cierto caso. Entonces
lo que sucede es que el ministerio público debe contrainterrogar al
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perito particular, pero el representante social no está muy habituado
para hacer ese contrainterrogatorio porque en ese momento no sabe
que va preguntar. Indudablemente el grave problema es que en las
fiscalías no tienen todas las especialidades por falta de personal,
material etc., el que es criminalista sigue haciendo otros peritajes y
sigue siendo un grave problema.
Por tal motivo el perito tiene intervención en la etapa de
investigación y realiza el dictamen por escrito y lo entrega al fiscal
para que se integre en la carpeta de investigación, y en la etapa
intermedia la defensa puede objetar el dictamen porque no se está
cumpliendo con las normas precisas que marcan los lineamientos o
porque no está acreditado o está firmando el documento y no es
especialista en la materia. Y en la etapa de juicio lo que sucede es
que al perito se le hace una identificación de sus generales, y se
procede a un interrogatorio pericial por parte de quien lo propone,
en ese interrogatorio se le hacen preguntas con relación a su
acreditación, a sus estudios, su experiencia, donde ha trabajado,
cuántos dictámenes ha hecho y también se le hacen preguntas en
cuanto a su investigación realizada, cual fue el problema que se le
formuló, que metodología utilizó y como válida su metodología, y a
que conclusiones arriba. Y posteriormente viene un
contrainterrogatorio en el cual se le formulan preguntas para
desacreditar su investigación, desacreditar su perfil como experto y
para desacreditar sus conclusiones. La credibilidad es una cualidad
que el perito denota en la etapa de juicio, específicamente en el
contrainterrogatorio, cuando se le formulan preguntas
contradictorias, sugestivas y cerradas. En este procedimiento, si el
perito supera los contrafácticos, es decir, la contradicción a la cual
se ha sometido, entonces, el perito es confiable porque ha
demostrado su conocimiento de manera pública, contradictoria y
oral.
21
4. CONCLUSIÓN:
EXISTE UNA NECESIDAD APREMIANTE POR
PROFESIONALIZAR EL PERSONAL PERICIAL DE LAS
FISCALÍAS DE LOS ESTADOS ASÍ COMO DE LA FISCALÍA
GENERAL DE LA REPÚBLICA, PARA QUE EL TRABAJO
PERICIAL CUMPLA CON LAS ESPECTATIVAS DEL
NUEVO SISTEMA DE JUSTICIA PENAL , POR LO CUAL ES
NECESARIO QUE YA SE CUENTE CON LAS
ESPECIALIZACIONES EN LAS DIFERENTES ÁREAS DE LA
CRIMINALÍSTICA Y ESPECIFICAMENTE EN EL ÁREA DE
GRAFOSCOPÍA, DONDE ACTUALMENTE YA SE
ENCUENTRA REGLAMENTADA LA ESPECIALIDAD EN
LA MATERIA POR PARTE DE LA SECRETARÍA DE
EDUCACIÓN PÚBLICA POR LO QUE YA EL ORGANO
JURISDICCIONAL PODRA EXIGIR A LOS PERITOS EN
ESTA MATERIA SU ACREDITACIÓN CON LA
ESPECIALIDAD EN LA MATERIA LO CUAL MEJORARA

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ENORMEMENTE EL TRABAJO PROFESIONAL HOY EN
DÍA ES MUY COMPLEJO EL CAMBIO DE CHIP DE LOS
PERITOS Y TIENE QUE VER CON LA ÉTICA,
DESENVOLVIMIENTO PROFESIONAL, PORQUE ES
COMPLICADO DECIRLE A ALGUNOS PERITOS TIENE QUE
CURSAR LA EDUCACIÓN SUPERIOR PORQUE YA NO SE
DEBE DE ACEPTAR QUE NADA MÁS CUENTEN CON LA
EDUCACIÓN MEDIA SUPERIOR, Y SIGUE SIENDO
COMPLEJO DECIRLES QUE TIENEN QUE EXPLICAR SU
INVESTIGACIÓN, PORQUE ANTERIORMENTE NO SE
EXPLICABA PORQUE LA RESPUESTA ESTABA EN EL
CONTENIDO DEL DICTAMEN Y ACTUALMENTE TIENE
QUE PRESENTARSE EN AUDIENCIA Y RESPONDER
CIERTAS PREGUNTAS QUE SE LE REALIZARÁN.
DEFINITIVAMENTE LA CAPACITACIÓN DEL PERITO ES
UN RETO MUY IMPORTANTE EN EL SISTEMA PENAL
ACUSATORIO ORAL, YA QUE ES NECESARIO QUE
DESARROLLE NUEVAS HABILIDADES, COMO LA
ARGUMENTACIÓN QUE LE PERMITAN DEFENDER EN
AUDIENCIA EL DICTAMEN EMITIDO.

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