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Día 26: Empieza con la honestidad

1
Ciertamente es bueno Dios para con Israel, Para con los limpios de corazón. 2En cuanto a
mí, casi se deslizaron mis pies; Por poco resbalaron mis pasos. 3Porque tuve envidia de los
arrogantes, Viendo la prosperidad de los impíos1 (Salmos 73:1-3)

¿A quiénes se dirige ASaf en el Salmo en primera instancia? Los podemos ver en el v.1. “para
con Israel” se puede traducir “Oh Israel”. Aquí el salmista está hablando a la asamblea de
Israel. Declarar la bondad de Dios sin duda es algo indiscutible. El asunto que quiere en verdad
resaltar Asaf es la condición de corazón del creyente. Alguien que esté luchando con la
condición de su corazón, estará luchando en la manera cómo esta viendo a Dios en su vida y
hacia dónde esta se dirige. En estos versículos vemos un contraste interesante. En el v.1
vemos a Asaf haciendo una declaración enfática a Israel de la bondad de Dios, pero en v.2-3,
vemos su honestidad reconociendo que el problema de no era Dios, y la injusticia, sino que
era ka condición de su corazón: envidia.

Preguntas:
¿Qué cosas en tu corazón te ciegan para ver la bondad de Dios en tu vida?
¿Qué tan honesto eres con Dios para abrirle tu corazón y mostrar con lo que estas luchando?
¿Estás luchando con la envidia? ¿la arrogancia? ¿te da depresión al ver a otros prosperar?
¿Qué te causa rabia? ¿Se lo has confesado a Dios?
Escribe en tu diario estas preguntas.

Oración
Mientras lees y meditas en Salmos 73:1-3, pídele al Espíritu Santo que te ayude a responder
a las anteriores preguntas. Toma tiempo para quebrantarte delante de Dios. Se honesto(a).
No escondas nada. Permite que Él venga sobre ti y ábrete confianza a su amor y confianza.
Recibe la sanidad del Padre Celestial. Escribe en tu diario. Dale gracias a Dios. Cierra en
adoración.

1
Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Sal 73:1–3.

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