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Día 8: ¿Qué fruto estas sacando mi corazón?

“A un árbol se le identifica por su fruto. Si el árbol es bueno, su fruto será bueno. Si el árbol es malo,
su fruto será malo… Pues lo que está en el corazón determina lo que uno dice. Una persona buena
produce cosas buenas del tesoro de su buen corazón, y una persona mala produce cosas malas del
tesoro de su mal corazón.” 1 (Mateo 12:33-35)

Hace algunos días hablamos de lo que atesoramos en nuestro corazón, hoy te invito a enfocarte en
esto: ¿qué estas sacando de tu tesoro? ¿Qué estas compartiendo con los que te rodean?
El árbol simboliza al creyente, que al cultivar su fe y al regarla con la guía del Espíritu Santo produce
buen fruto de arrepentimiento y de bendición; pero para el creyente que no deja los deseos de la
carne, los pensamientos y emociones que provienen del alma contaminada, su fruto siempre será
malo.
Lo que hacemos, al igual que lo que decimos, revela la verdadera persona que somos. Porque nuestro
lenguaje revela nuestro corazón. ¿Estamos hablando egoísmo, vanidad o codicia? O ¿estamos
hablando amor, compasión o humildad? El árbol se conoce por sus frutos, Mateo 7:17 nos dice
también: “Un buen árbol produce frutos buenos y un árbol malo produce frutos malos.”
Ahora, ¿por qué crees que Jesús dijo esas palabras en Mateo 12:33-35? Jesús estaba hablando de
corazón de los fariseos. Ellos estaban indignados por que Jesús había sanado en sábado y más se
indignaron cuando sanó a un hombre que estaba ciego y mudo poseído por un demonio (v.22). Ellos
se atrevieron a decir: “24 Pero cuando los fariseos oyeron del milagro, dijeron: «Con razón puede
expulsar demonios. Él recibe su poder de Satanás, el príncipe de los demonios». (v.24) 2 De allí que
Jesús declara de manera enfática: “Si el árbol es malo, su fruto será malo3.

Oración
Mientras lees y meditas Mateo 12:9-37, pídele que te muestre qué fruto estas dando. Escribe en tu
diario. A veces no nos damos cuenta o no tomamos tiempo para hacer una evaluación de lo que
hablamos. Pero los demás si pueden percatarse. Algunos querrán ayudarte y mostrarte para que
caigas en cuenta. Otros dejarán que sigas mostrando ese fruto. No harán nada para ayudarte. Pero
quien debe hacer la revisión eres tu junto con la ayuda el Espíritu Santo. Un ejemplo de fruto malo
es la murmuración. ¿Has estado produciendo ese fruto últimamente? Toma todo ese fruto y ponlo
allí a los pies de la Cruz. Dios viene con Su Gracia y Amor. Pídele que pode esa rama. Ten la plena
certeza que Dios lo hará, pero si trabajas junto con él en ese proceso de poda. Dale gracias a Dios.
Cierra en Adoración.

1
Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Mt
12.33–35.
2
Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Mt
12.24.
3
Nueva Traducción Viviente (Carol Stream, IL: Tyndale House Publishers, Inc., 2009), Mt
12.33.

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