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La rama culta del Hare Krishna, el auténtico tiramisú, la

bibliografía y una cita de Göering escondida en el texto

Sainete en un acto, escrito por


Javier Luque
ACTO I
Escena 1

Suena "Adieu", de Karl Filtsch


Al levantarse el telón vemos un bar.
A la izquierda del escenario aparece una barra
de bar con un hombre tras ella que seca unos
vasos con desgana. Al otro lado de la barra hay
dos taburetes vacíos.
A la derecha del escenario, en una mesa que
permanece en penumbra, se sientan un hombre y
una mujer y cinco maniquíes que representan a
otras mujeres. El hombre está completamente
calvo y viste una camisa holgada de un
estridente color azafrán.
Desde el fondo, entra en escena un hombre. Viste
un traje arrugado y sin corbata. Aunque no se
ve, bajo la chaqueta, enfundada en una
cartuchera sujeta al cinto, lleva una Browning
de 9 mm.
El hombre camina cansino hasta la barra, cuando
llega a ella, se sienta en uno de los taburetes.
La música desciende hasta hacerse el silencio.
PEPE
Hola, Fran.

FRAN
¿Ahora eres sonámbulo?
(Fran calla un momento)
Entonces, ¿qué haces levantado a las tres de la
tarde?

PEPE
No sigas. Acaban de dejarme dos mujeres al mismo
tiempo. No estoy para tonterías. Si no quiero
ahogarme en melancolía, es mejor que ahorre oxígeno.

Se enciende una luz potente sobre la mesa, que


antes estaba en penumbra, y el hombre de la
camisa azafrán gesticula como si hablara a sus
compañeros de mesa.
De nuevo, suena de fondo, muy bajo, "Adieu" de
Karl Filtsch
Tras unos segundos, la luz sobre la mesa se
apaga y vuelve la penumbra y el silencio.

(CONTINÚA)
CONTINÚA: 2.

PEPE
(Después de mirar hacia la mesa)
¿Qué vende el azafranado?

FRAN
(Coge uno de los vasos que acaba de
secar, coloca en él unos cubitos de
hielo, y lo empuja hacia Pepe. Luego,
mientras habla, coge una botella de
güisqui con intención de servirle)
Literatura y alimento para el espíritu, supongo.
PEPE
¿Desde cuándo El Hormigón cobija la rama culta de
Hare Krishna?

Fran suspende el gesto de verter el güisqui


sobre los cubitos de hielo y mira a Pepe por un
instante.
Pepe le mantiene la mirada y hace el gesto de
buscar bajo la chaqueta. La culata de la
Browning asoma dentro de la cartuchera sujeta al
cinto.
Fran reinicia el gesto de verter y rellena el
vaso de Pepe de güisqui.

Pepe aparta la mano y la chaqueta oculta de


nuevo la empuñadura del arma.
FRAN
Aún no se ha descubierto cómo vivir del aire, ni
siquiera del humo del tabaco.
Durante el día no hay nadie que se deje caer por
aquí. No vendo ni alcohol para las heridas.
Así que, ya sabes lo que se dice del hambre y el
ingenio. Ellos pagan el alquiler.
Fran sonríe y deja la botella sobre la barra.
PEPE
Deberías despedir a Srila y darles tú las clases de
poesía.
FRAN
No tientes a la suerte.

Se enciende la luz sobre la mesa y regresa la


música.
La mujer de la mesa hace un gesto con la mano y
Fran sale de detrás de la barra y camina hacia
la mesa. Lleva una libreta.

(CONTINÚA)
CONTINÚA: 3.

Mientras Fran toma notas en la libreta, como si


atendiese los pedidos de sus clientes, Pepe bebe
en la barra sin mirar a donde transcurre la
escena.

Fran regresa a la barra, la penumbra vuelve a la


mesa y se detiene la música.
PEPE
¿Sedientos?

FRAN
Y hambrientos. Se les ha ocurrido la idea de pedirme
de comer, algo a tono con su inquietud intelectual:
"un tentempié".

PEPE
Pues no te quejarás. Más negocio, ¿no?
FRAN
No me quejaría si alguna vez hubiera aprendido a
cocinar o, al menos, tuviera en el bar algo más que
las patatas fritas rancias y los panchitos revenidos
que os sirvo cada noche como compañía del güisqui de
garrafón.
Esta gente no es como vosotros, no creo que esa sea
la idea que tienen de "un tentempié".
Mientras Fran le mira, Pepe da un trago de su
vaso.
PEPE
¿Tienen prisa?
FRAN
Y yo qué sé. Lo normal, digo yo. No se me ha ocurrido
preguntar, con saber que no tenía nada para rellenar
el genérico "algo de comer" y el específico
"tentempié" tenía ya suficiente problema.
¿Qué importa la prisa que tengan?
PEPE
Pues importa.
(Bebe un trago de güisqui)
Te voy a contar una cosa. El primer síntoma de mi
depresión, el que brota como un manantial tras cada
uno de mis fracasos amorosos, es un impulso
irrefrenable de cocinar. En la nevera tengo tiramisú
para un regimiento. En menos de diez minutos puedo
estar de vuelta con una fuente repleta. Es dulce,
pero es comida.
Tú los entretienes con el material revenido y luego
yo hago que se les olvide en mal trago con un postre
de primera.

(CONTINÚA)
CONTINÚA: 4.

Además, a buen hambre...


Se apagan todas las luces del escenario y suena
"Adieu" de Karl Filtsch.

Escena 2
Mientras la música va descendiendo, se ilumina
la escena. Ahora es la barra la que está en
penumbra y la mesa aparece fuertemente
iluminada.
En la mesa, además de los personajes de la
escena anterior, que permanecen sentados en las
mismas posiciones, se ven platos, vasos,
cubiertos y demás atrezo.

Pepe, con una fuente en las manos, sirve


tiramisú en los platos.
MUJER
(Dirigiéndose al Azafranado)
Dejá de palabrería, o es un cuento, o no lo es. Vaya
empeño tenés en que todo valga.
A ver, ¿en qué te apoyás vos para afirmar eso?
AZAFRANADO
(Con voz engolada y muy tieso en la
silla)
Sencillo, querida, mi opinión se sustenta en la
perceptible realidad y en las ideas de otros muchos y
más sabios; Chéjov, Vila-Matas, Piglia, Cortazar.
Todos coinciden en que el cuento moderno se
caracteriza por la falta de resolución explícita.
Eso si admiten encasillar al género, cosa a la que
varios se niegan de forma rotunda, Cortazar entre
ellos.

Además, querida, no olvides que Chéjov dijo que


cuando uno ha terminado de escribir un cuento debería
borrar el principio y el final.
MUJER
¿Y dónde se afirma todo eso? ¿Dónde?
Conmigo dejate de monsergas y dame bibliografía.
Autores, títulos, ediciones, pruebas, eso es lo que
yo quiero; bi-blio-gra-fí-a.

Mientras Pepe camina hacia la barra. Los


sentados a la mesa comen y la iluminación
desciende allí suavemente, sin llegar a dejar la
mesa en penumbra.

(CONTINÚA)
CONTINÚA: 5.

Por contra, la luz sube de intensidad sobre la


barra del bar.
PEPE
(Ya en la barra, después de dejar la
fuente de tiramisú sobre ella)
Vaya carácter. Si se pone así por un quítame allá un
no sé qué en un cuento, ¿imaginas el basilisco que
será en mitad de una discusión amorosa?

FRAN
(Bebe güisqui de un vaso, que, al no
haber otro sobre la barra y estar
mediado en su contenido, podría ser el
resto que le quedó a Pepe en la escena
anterior)
¿Qué quieres que te diga a ti sobre las mujeres que
no sepas?
PEPE
Mucho, Fran, mucho. Y más si son como esta.

Entre borrachos, golfas, ladrones y psicóticos me


muevo como el hielo en el güisqui. Pero, amigo, es
oír hablar de cultura y quito el seguro de la
Browning.
Sube la intensidad de la iluminación sobre la
mesa.
MUJER
(Al tiempo que hace gestos con la mano
y elevando mucho el tono de voz)
¡Oiga, usted!

Pepe vuelve la cabeza en dirección a la mesa.


Luego camina hacia allí sin decir nada.
PEPE
(Una vez que ha llegado junto a la
mujer)
¿Me hablaba a mí?
MUJER
¿A quién si no?
(Mira a Pepe con gesto de desafío)
¿Vos llamás a esto tiramisú?
Silencio, mientras la mujer y Pepe se retan con
la mirada.

PEPE
Por supuesto, señora, llamo a eso tiramisú. Y se lo
llamo porque es el mejor tiramisú que jamás haya
usted probado.
Por si lo duda, sepa que el mismo Casanova era
ferviente adorador de esa receta.

(CONTINÚA)
CONTINÚA: 6.

MUJER
Ya, Casanova. ¿Y si es tan maravilloso, me querés
explicar dónde está el mascarpone?
PEPE
Desde luego no está en el tiramisú, eso puedo
asegurárselo. Ahí no encontrará nada que no sea
huevo, azúcar, bizcochos savoiardi, café expreso y
cacao en polvo.

MUJER
Pues digás lo que digás, esto no es tiramisú ni nada
que se le parezca.
Sin mascarpone no hay tiramisú. Hasta un cretino como
vos debería saber...

Antes de que la mujer termine de hablar, Pepe


saca el arma y suenan dos disparos.
En el pecho de la mujer aparecen dos manchas de
sangre y ella cae hacia atrás derribando la
silla en la que se sienta.
Fran se acerca a la mesa desde la barra.
FRAN
(Situado a la espalda de Pepe, con una
mezcla de resignación y fastidio)
Joder, ¿por qué has hecho esto?
PEPE
(Volviéndose hacia Fran con la pistola
aún en la mano)
Siento haberte fastidiado el negocio. De verdad lo
lamento, pero no he podido contenerme.
A mi primo Matteo, que por supuesto no es mi primo,
pero que sabe de cocina italiana más que el mismísimo
Alberini, le costó años de trabajo y trasnoche
averiguar la verdadera receta del tiramisú.
Con esta receta hemos combatido los dos no pocas
resacas. No iba a tolerar que cualquier come tintas
denostase la formula genial que nos legó Filippini.
Con lo que le costó a él sacarla de los prostíbulos
de Treviso para llevarla a la mesa de los mejores
restaurantes de Italia.
Pepe y Fran se miran en silencio. Luego, Fran se
encoge de hombros y se queda mirando al
azafranado que sigue sentado sin decir nada.
FRAN
Y usted, maestro, lo mejor es que me pague las
consumiciones y se lleve a estas cacatuas antes de
que se lo hagan en las bragas o de que venga la
pasma, si es que viene.

(CONTINÚA)
CONTINÚA: 7.

Llegado el caso, ya nos encargaremos nosotros de


justificar el desaguisado.
El azafranado saca su cartera sin decir nada, y
mientras Fran se dirige hacia la barra seguido
por Pepe, deposita varios billetes sobre la
mesa.
La iluminación sobre la mesa va descendiendo
hasta quedar en total oscuridad.

FRAN
(Antes de llegar a la altura de la
barra y volviéndose para mirar a Pepe
a la cara)
Anda, voy a buscar algo con lo que envolver a esa y
me ayudas a tirarla en el contenedor de basura del
callejón.
Luego te va a tocar limpiarte tú solito el local; lo
has puesto todo hecho un asco y yo tengo que rellenar
las botellas de licor para esta noche.
(Y como si hablara para sí mismo)
Al menos, la tía no se podrá quejar del final de su
historia.
Suena de nuevo "Adieu" de Karl Filtsch, se
apagan la luces y telón.

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