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FRAN
¿Ahora eres sonámbulo?
(Fran calla un momento)
Entonces, ¿qué haces levantado a las tres de la
tarde?
PEPE
No sigas. Acaban de dejarme dos mujeres al mismo
tiempo. No estoy para tonterías. Si no quiero
ahogarme en melancolía, es mejor que ahorre oxígeno.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 2.
PEPE
(Después de mirar hacia la mesa)
¿Qué vende el azafranado?
FRAN
(Coge uno de los vasos que acaba de
secar, coloca en él unos cubitos de
hielo, y lo empuja hacia Pepe. Luego,
mientras habla, coge una botella de
güisqui con intención de servirle)
Literatura y alimento para el espíritu, supongo.
PEPE
¿Desde cuándo El Hormigón cobija la rama culta de
Hare Krishna?
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 3.
FRAN
Y hambrientos. Se les ha ocurrido la idea de pedirme
de comer, algo a tono con su inquietud intelectual:
"un tentempié".
PEPE
Pues no te quejarás. Más negocio, ¿no?
FRAN
No me quejaría si alguna vez hubiera aprendido a
cocinar o, al menos, tuviera en el bar algo más que
las patatas fritas rancias y los panchitos revenidos
que os sirvo cada noche como compañía del güisqui de
garrafón.
Esta gente no es como vosotros, no creo que esa sea
la idea que tienen de "un tentempié".
Mientras Fran le mira, Pepe da un trago de su
vaso.
PEPE
¿Tienen prisa?
FRAN
Y yo qué sé. Lo normal, digo yo. No se me ha ocurrido
preguntar, con saber que no tenía nada para rellenar
el genérico "algo de comer" y el específico
"tentempié" tenía ya suficiente problema.
¿Qué importa la prisa que tengan?
PEPE
Pues importa.
(Bebe un trago de güisqui)
Te voy a contar una cosa. El primer síntoma de mi
depresión, el que brota como un manantial tras cada
uno de mis fracasos amorosos, es un impulso
irrefrenable de cocinar. En la nevera tengo tiramisú
para un regimiento. En menos de diez minutos puedo
estar de vuelta con una fuente repleta. Es dulce,
pero es comida.
Tú los entretienes con el material revenido y luego
yo hago que se les olvide en mal trago con un postre
de primera.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 4.
Escena 2
Mientras la música va descendiendo, se ilumina
la escena. Ahora es la barra la que está en
penumbra y la mesa aparece fuertemente
iluminada.
En la mesa, además de los personajes de la
escena anterior, que permanecen sentados en las
mismas posiciones, se ven platos, vasos,
cubiertos y demás atrezo.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 5.
FRAN
(Bebe güisqui de un vaso, que, al no
haber otro sobre la barra y estar
mediado en su contenido, podría ser el
resto que le quedó a Pepe en la escena
anterior)
¿Qué quieres que te diga a ti sobre las mujeres que
no sepas?
PEPE
Mucho, Fran, mucho. Y más si son como esta.
PEPE
Por supuesto, señora, llamo a eso tiramisú. Y se lo
llamo porque es el mejor tiramisú que jamás haya
usted probado.
Por si lo duda, sepa que el mismo Casanova era
ferviente adorador de esa receta.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 6.
MUJER
Ya, Casanova. ¿Y si es tan maravilloso, me querés
explicar dónde está el mascarpone?
PEPE
Desde luego no está en el tiramisú, eso puedo
asegurárselo. Ahí no encontrará nada que no sea
huevo, azúcar, bizcochos savoiardi, café expreso y
cacao en polvo.
MUJER
Pues digás lo que digás, esto no es tiramisú ni nada
que se le parezca.
Sin mascarpone no hay tiramisú. Hasta un cretino como
vos debería saber...
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 7.
FRAN
(Antes de llegar a la altura de la
barra y volviéndose para mirar a Pepe
a la cara)
Anda, voy a buscar algo con lo que envolver a esa y
me ayudas a tirarla en el contenedor de basura del
callejón.
Luego te va a tocar limpiarte tú solito el local; lo
has puesto todo hecho un asco y yo tengo que rellenar
las botellas de licor para esta noche.
(Y como si hablara para sí mismo)
Al menos, la tía no se podrá quejar del final de su
historia.
Suena de nuevo "Adieu" de Karl Filtsch, se
apagan la luces y telón.