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1. In t r o d u c c ió n
2. Gá l at as 4,4-5
1. A ct 1,14.
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J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
4a l l l e g a r l a p l e n i t u d d e l o s t i e m p o s , e n v i ó D i o s a s u H i j o n a c i d o d e
m u j e r , n a c i d o b a j o l a L e y , 5p a r a r e d i m i r a l o s q u e e s t a b a n b a j o la
L e y a f i n d e q u e r e c ib ié s e m o s la a d o p c i ó n d e h ijo s .
2. Gal 2,9.
3. Cfr. Gal 3, 23-24, 4,1-3.
4. Cfr. W i n n a n d y , J., La conception virginale dans le Nouveau Testament, NRTh 110
(1978) 718; cfr. P h il ip Sc o ï t , M., A Virgin called woman, Portglenome 1986, pp. 10-30.
104
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
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J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
3. M ar c o s 3,31-35
106
I:
MARIA, MADRE DEL REDENfi OR
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J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
14. Sa n A g u s t ín , Sermón 25, en Obras de S. Agustín, Madrid 1964, t.°. VII, p. 121.
15. Ps. J u s t in o , Quaestiones et responsiones ad orthodoxos, PG 6, 13-87.
16. B r a u n , P., La Mère des Fideles, Toumai-Paris 1954, p. 62. Cfr. F e u il l e t , A., Les
témoignages de Saint Paul, saint Marc, et Saint Matthieu relatifs à la Vierge Marie, BVC 30
(1959) 48.
17. K r u s e , H., Die dialektiscke Négation als semitische Idiom, VT 4 (1954) 385-400.
También se llama «negación paradoxal» o «negación relativa». Cfr. V o g t t , E., Negatio para-
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MARIA, MADRE DEL REDENTOR
doxa, Bib 36 (1955) 146 ss; V a c c a r i , A., Antica e nuova interpetazione del salmo 16, Bib 14
(1933) 431.
18. J u a n P a b l o II, Enc. Redemptoris Mater, n.°. 20, en Insegnamenti di Giovanni Paolo II,
Vaticano 1988, t. X , 1, p. 765.
19. Ibidem.
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J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
lS e m a r c h ó d e a l l í y v i n o a s u t i e r r a y s u s d i s c í p u l o s le a c o m p a ñ a -
b a n . 2C u a n d o l le g ó e l s á b a d o s e p u s o a e n s e ñ a r e n la s i n a g o g a . L a
m u l t i t u d a l o ír le , q u e d a b a m a r a v i l l a d a y d e c í a : ¿ D e d ó n d e l e v i e n e
e s to ? y ¿ Q u é s a b id u r ía e s é s ta q u e le h a s id o d a d a ? ¿ Y e s o s m il a -
g r o s h e c h o s p o r s u s m a n o s ? 3¿ N o e s é s t e e l c a r p i n t e r o , e l h i j o d.e
M a r ía y h e r m a n o d e S a n tia g o , J o sé , J u d a s y S im ó n ? ¿ Y n o e s tá n
s u s h e r m a n a s e n tr e n o s o tr o s ?
20. Cfr. B r o w n , R.E.. María en él Nuevo Testamento, Salamanca 1986, pp. 69 ss.
110
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
2 1 EI Prof. D - Bertetto, en su último libro, afirma que en este texto no se hace mención
de San José, aunque San Marcos indica siempre con solicitud y diligencia la paternidad
humana de todos los personajes que intervienen en su evangelio. Por ejemplo, sólo él nombra
al padre del ciego de nacimiento, «el hijo de Timeo» (10,46). Sólo él refiere las palabras de
Moisés atadas por Jesús: .«honra a tu padre y a tu madre. El que maldiga al padre o a la
madre morirá» (7,10). Sin embargo, nunca Marcos llama a Jesús, hijo de José, aunque siete
veces lo denomina Hijo de Dios - 1 ,1 ; 1,11; 3,11; 5,7; 9,6; 14,61; 1 5 ,3 9 -, Incluso muchas
111113 a / es“ s <<hií ° de* hombre» y cuatro veces lo cita como «hijo de David»
-10,47; 10,48; 12,35,37—, Su testimonio, por tanto, sobre la maternidad virginal de María es
positiva, aunque no explícita. Cfr. B e r t e t t o , D., María la Serva del Signore, Nápoles 1988 p 39
22. Cfr. St a u f f e r , E., Jerusalem und R om , Bem 1957, p. 118.
111
J.L. BASTERO DÉ ELÉIZALDE
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112
C a pít u l o V
1. E v a n g e l io s d e l a in f a n c ia
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J.L. BASTERO DEEXE1ZALDE
2. C a r a c t e r ís t ic a s g e n e r a l e s d e l r e l a t o d e Sa n M a t e o
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MARIA, MADRE DEL REDENTOR
3. La G e n e a l o g ía
3. M t 2,23: «y fue a habitar a una dudad de Nazaret para que se cumpliese lo dicho por
los profetas: Será llamado Nazareno». «Esta profecía no existe en el Antiguo Testamento. Lo
imico que se dice en Is 11,1 es que ‘saldrá un néser (un retoño) de la raíz de Jesé’. Pero a la
hermenéutica derash, basta que las consonantes de néser y nosrí (nazareno) sean iguales, para
que una palabra se relacione con otra» D ie z M a c h o , A., La historicidad de los Evangelios de la
mfanaa, Madrid 1977, p. 24.
,. 4: .fb-M 2>20 y Ex, 4,19,20; Mt. 2,15 y Deut. 26,5, etc. Cfr. D ie z M a c h o , A., La
historicidad de los Evangelios de la infancia, o.c., pp. 26-29.
5. H e n d r ic k x , H., L o s relatos de la infancia, Madrid 1986, p. 37.
6. Diez Macho opina que el número 14 elegido por el evangelista procede de la suma
del valor numérico de las consonantes del nombre de David (dwd). Este procedimiento
derashico se denomina «gematría». Cfr. D íe z M a c h o , La historicidad de los Evangelios de la
mfancia, o.c., pp. 19-20.
115
J.I.. BASTERO DI< EI.EIZALDE
116
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
4. La C o n c e pc ió n d e Je sús
I8E l n a c i m i e n t o ( g é n e s i s ) d e J e s u c r i s t o f u e d e e s t a m a n e r a : s u m a -
d re M a r ía , e s ta b a d e s p o s a d a c o n J o s é y , a n te s d e e m p e z a r a e s ta r
j u n t o s e l lo s , s e e n c o n t r ó e n c i n t a p o r o b r a d e l E s p í r i t u S a n t o .
117
J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
118
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
El ángel le pide sólo una cosa a José: que tome a María consigo;
es decir, que no la repudie. Dios desea que José intervenga de una
manera positiva en la vida que se está gestando en el seno de su
esposa. Hay, pues, tres elementos que debemos considerar:
a) Dios quiere incorporar a Jesús en la genealogía de José, hijo
de David, y por esta incorporación Jesús es verdadero miembro de
la familia davídica;
b) José es constituido, por voluntad divina, en padre de Jesús.
José, por tanto, no sólo es padre adoptivo, ni sólo padre legal, sino
que hay un querer explícito de Dios, que le confiere una paternidad
única e irrepetible; no es, ni padre natural, ni meramente nutricio,
sino que la paternidad de José es privilegiada: Dios introduce a José1
119
IL . BASTERO DE ELEIZALDE
22Todo esto sucedió para que se cumpliera el oráculo del Señor por
medio del profeta: 23«Ved que la virgen concebirá y dará a luz un
hijo, a quien pondrá por nombre Emmanuel», que traducido signi-
fica: Dios con nosotros.
Con esta profecía del Antiguo Testamento se desea reforzar lo
expuesto en los versículos anteriores. Este oráculo del libro de Isaías,
proclamado setecientos años antes, se realiza plenamente en la ge-
neración de Jesús. María es la parthenos - l a v irg e n - que concibe y
da a luz al «Dios con nosotros» (en el sentido más pleno). San Mateo
pretende dejar patente a todos los lectores^ de su evangelio, que
María concibió a su Hijo de una manera única y extraordinaria,
también deja explícito que en Jesús se realiza plenamente la obra del
Espíritu Santo, prefigurada profèticamente en el Antiguo Testamen-
to. Es decir, el evangelista no pretende demostrar la concepción
virginal, sino que, al contrario, desea poner en evidencia el cumpli-
miento del texto profètico Is 7,14, mediante el hecho que narra en
estas perícopas.
24Despertó José del sueño, e hizo como el ángel del Señor le había
mandado y tomó Consigo a su esposa. 25Y no la conoció hasta que ^
dio a luz a un hijo, a quien él puso por nombre Jesús.
Estos dos versículos muestran la obediencia de José a la indica-
ción angélica. Son, en este sentido, la manifestación del fiat del
esposo de María, ocupando el puesto de padre y cónyuge querido
por Dios. La redacción del último versículo «y no la conocía hasta
que dio a luz a un hijo...» «está en función de Is 7,14 citado en el v.
23 y cuyo cumphmiento interesa subrayar: la que se encontró encinta
virginalmente (v. 18) da a luz sin que haya intervención de varón
120
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
(v- 25). Sin embargo la partícula heos hou (doñee, hasta que) no
insinúa que después la haya conocido; sólo subraya la virginidad de
María en el_ momento del parto del Señor» 12. Según el lenguaje
bíblico, el término heos hou —traducción del ‘ad ki hebreo— es
aseverativo no exclusivo. Por tanto, sólo indica una situación de
presente: José respetó su virginidad hasta el parto del niño. San
Mateo, en este texto, no dice nada de lo que sucedió después del
parto.
5. L a A d o r a c ió n d e l o s M a g o s
121
BASTERO DÉ ÉLÉIZÁLDE
Además nos dice que ese evento sucedió «en tiempos del rey
Herodes».
122
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
(cfr. Dan. 2,49). Daniel explica al rey que «los pensamientos que agitaban tu mente en el lecho
se referían a lo que va a suceder en el futuro y el que revela los misterios te ha dado a conocer
to que sucederá» (Dan 2,29). Le revela que después del imperio de Nabucodonosor (imperio
Persa)^ surgirán sucesivamente tres imperios más (el Medo, el Macedonio y el Romano) y
después de ellos «el Dios del cielo instaurará un reino que jamás será destruido» (Dan 2,44);
es el reino mesiáruco. Esta profecía de Daniel gozó de gran arraigo en el círculo de los magos
de Babilonia, convirtiéndose en patrimonio común, tanto para los astrólogos babilonios como
para la escuela teológica judía (cfr. E d e r s h e im , A., Life and Times o f Jesús the Messiash, 2 vol.
London 1953, 1.1, p. 12). N o es extraño, pues, que los Magos de Oriente tuvieran noticia del
nacimiento del Rey de los judíos.
■ *'^r" T e r t u l ia n o , Adv. Marc., III, 13. Parece que título de rey procede por la influen-
cia de algunos pasajes del Antiguo Testamento en los que se dice que los reyes traerán sus
ofrendas al futuro Mesías.
16. Cfr. Num 23,7.
17. Cfr. M t 27,11.29.37; Me 15,2.9.12.18.26; L e 23,3.37.38; Jn 18.33.39; 19,3.19.
123
J.L. BASTERO DE ELËIZALDË
18. Cfr. Gen 37,9; Num 24,17; Is 40,26; Salm 148, 3. Oráculos Sibilinos 12,30-33; Testa-
mento de Lew, 18,3-4.
19. B r o w n , R.E., El nacimiento de Mesías, Madrid 1982, p. 174.
124
F MARIA, MADRE DEL REDENTOR
5En Belén de Judá, le dijeron, pues así está escrito por medio del
profeta. 6Y tú, Belén de Judá, no eres la menor entre las principales
ciudades de Judá; pues de ti saldrá un jefe que apacentará a mi
pueblo Israel.
20. Aquí San Mateo utiliza la técnica deráshica al-tiqrey (no leas... sino...). Cfr. D ie z
Ma c h o , A., La historicidad de los evangelios de la Infancia, o.c., pp. 21-22.
21. La técnica deráshica «actualización por sustitución» es un procedimiento muy fre-
cuente en el derash de los targumistas. Cfr. M u ñ o z I g l e s ia s , S., L o s evangelios de la infancia
Madnd 1990, t. III, p. 254.
125
— ' J i BASTÉRÓ DE ELEIZALDE
7E n t o n c e s H e r o d e s l l a m a n d o e n s e c r e t o a l o s M a g o s , s e i n f o r m ó
c u i d a d o s a m e n t e p o r e l l o s d e l t i e m p o e n q u e h a b í a a p a r e c i d o la
e s tr e lla y le s e n v ió a B e lé n d ic ié n d o le s : I d e in f o r m a r o s b ie n a c e r c a
d e l n iñ o ; y c u a n d o lo e n c o n tr é is , a v i s a d m e p a r a i r y o ta m b ié n a
a d o ra rle .
E l l o s , d e s p u é s d e o í r a l re y , s e p u s i e r o n e n m a r c h a . Y h e a q u í q u e
l a e s t r e l l a q u e h a b í a n v i s t o e n e l O r i e n t e i b a d e l a n t e d e e l lo s , h a s ta
para rse en e l s itio d o n d e e s ta b a e l n iñ o . I0A l v e r la e s t r e l l a se
l l e n a r o n d e i n m e n s a a le g r í a .
126
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
127
J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
Los dos primeros dones —oro, incienso— son las ofrendas que
los habitantes de Sabá entregarán en Jerusalén en la época mesiáni-
ca, según la profecía de Isaías: «Todos ellos de Sabá vienen portado- ^
res de oro e incienso y pregonando alabanzas a Yahvéh»24. De igual
forma en el salmo 72,15 se afirma que al futuro Rey-Mesías «se le
dará el oro de Sabá mientras viva».
La mirra es utilizada en el Antiguo Testamento como uno de los
ingredientes del óleo con que son ungidos los sacerdotes y los reyes.
Esta unción confiere al que lo recibe un cierto carácter sagrado 25.
En el salmo 45,9 la mirra es también un elemento con que se ungirá
al Rey-Mesías.
6. La D im e n s ió n M a r ia n a d e l a A d o r a c ió n d e l o s M a g o s
24. Is 60,6.
25. Cfr. Ex 30,23; 1 Sam 24,7.
26. Cfr. Miq 5,2 ss; Salm 45, etc.
27 Gebiráh es el femenino de gebir que significa Señor y es el tratamiento usado por la
esclava a la esposa del dueño (Cfr. Gen 6,6 y 2 Reg 5,3). En el campo exegético G. M o u n (Die
Stellung der Gebiráh im Staate Juda, ThZ 10 [1954] 161-174) y P.R. d e V a u x (Le nom de
128
-------------------------------- ----------------- MARIA, MADRE-DEL REDENTOR ' - - ...................................... — -
couronement, en Les Institutions de l’A ncien Testament, París 1958, t. I, pp. 165-67; versión
castellana Las Instituciones del Antiguo Testamento, Barcelona 1976, pp. 172-174) estudiaron la
figura de la gebiráh en el Antiguo Testamento, en un contexto no mariano. El año 1959
Cazelles y Tonner lo aplicaron a María, a partir de la perícopa Is 7,14. (C fr. C a z e l l e s , H., La
Mère du Roi-Messie dans l ’ancien Testament, en Maria et Ecclesia, t V ou 39-561
28. 1 Reg 1,16 y 31.
29. 1 Reg 2,19.
2 DEL M o r a l , A., Santa María, la gebiráh mesiânica, Communio 13 (1980)
31- Cant 3,11. Texto discutido, en el que para muchos exegetas el término «madre» no
debe tomarse en su acepción literal, sino más bien como la nación; su aclamación es la acción
previa y necesaria para la entronización real (cfr. 1 Cro. 11,10; 1 Sam 11151
32. Cfr. 1 Reg 15,13.
129
IL. BASTERO DE ËLEIZALDE
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C a pít u l o VI
1. C a r a c t e r ís t ic a s g e n e r a l e s d e l r e l a t o d e Sa n Luc a s
131
72. BASTERO DEELEIZALDET
2. La A n u n c ia c ió n
26A l sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad
de Galilea llamada Nazaret, 27a una virgen desposada con un hom-
bre José, de la casa de David, el nombre de la virgen era Mana.
132
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
2. Cfr. Pozo, C., María en la obra de la salvación, Madrid 1990, p. 209. G r a y s t o n e , G.,
Virgin o fa ll Virgins. The Interpretation o f Luke 1, 34, Roma 1968, p. 83.
3. G a l o t , J., Maríe dans lEvangile, París Bruges 1958, p. 11.
133
IL . BASTERO DE ELEIZALDE
4. Cfr. D e is s , L., María hija de Sión, Madrid 1967, pp. 97-98; C a z e l e e s , H., Filie de Sión
et théologie mariale dans la Bible, EtMar 21 (1964) 51-71.
134
y MARIA, MADRE DEL REDENTOR
5. Se r r a , A., Esulta, «Figlia di Sion» Rilettura di Zc. 2,114-15; 9,9 A -C nel Giudaismo
antico e nel Cristianesimo del I-II secolo, Mar 45 (1983) 53.
6 P o t t e r ie , I. DE l a , Kekharitomene en Le. 1,28. Etude philologique, Bib 68 (1987) 362
e*t e ,térm“ ° este trabajo junto con su continuación,
Kekhantomene en Le. 1,28. Etude exegetique et theologique, Bib 68 (1987) 480-506.
135
J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
136
í MARIA, MADRE DEL REDENTOR
Kyrios meta sou. El saludo habitual entre los judíos era «la paz
contigo». Sin embargo, San Gabriel utiliza una expresión de claro
sabor escriturístico. Analizando todos los pasajes veterotestamenta-
rios donde aparece esta frase o sus equivalentes (por ejemplo, «yo
estoy contigo» cuando es Yahvéh quien habla) se pueden obtener las
siguientes conclusiones7:
1. ° En todos los casos estudiados esta fórmula se aplica siempre,
bien al pueblo elegido (cfr. 2 Cro 36,33), bien a un hombre particular
a quien Dios impone una carga o misión importante (cfr. Ex 3,12; Jer
1,6-8; Gen 26,24; 28,13-16).
2. ° Por la preposición «con» se afirma una presencia divina ope-
rante,^ destinada a la misión que ha de realizar por mandato de
Yahvéh. Es decir, lo que indica no es tanto la presencia intimista de
Dios en el alma del fiel, sino más bien la asistencia o la ayuda divina
para ejecutar la obra que interesa a todo el pueblo elegido.
3. ° Es habitual que la persona llamada por Dios sienta miedo,
por verse incapaz e inepta para responder a la misión encomendada
(cfr. Ex 3,11; Is 6,5; Jer 1,6, etc.). Aunque no se puede decir que
María ante la presencia del ángel haya sentido miedo, sí se produjo
en su ánimo una cierta turbación, pues el evangelista dice que «se
turbó por esa palabra» (v. 29).
Así pues, el anuncio «El Señor está contigo... no temas» está
dirigido a María que, a pesar de su «pequeñez», está llamada a
participar en el plan divino de nuestra salvación por medio de su Hijo.
137
IL . BASTERO DE ELEIZALDE
138
MARLA, MADRE DEL REDENTOR
139
IL . BASTERO DE EIE17.A1.DE
*10. Pozo, C-, María en la obra de la salvación, o.c., p. 225; Cfr. D a n ie l o u , J., Les
Evangiles de l’Enfance, Paris 1967, p. 23.
140
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
141
IL . BASTERO DE ELEIZALDE
3. L a V is it a c ió n
14. J u a n P a b l o Et, Enc. Redemptoris m ater n. 11, en Insegnamenti di Giovanni Paolo II,
Vaticano 1988, t. X, 1, p. 754.
15. F f it h i r t , A., La Vierge Marie... o.c., p. 31.
142
------------------------------- MARIA, MADRE DEL REDENTOR ........... ..............
143
11.. BASTERO DE El.EIZAIUE .... . ' ~ 1
42y exclamó con gran voz: Bendita tú entre las mujeres y bendito^ el
fruto de tu seno; 43y ¿de dónde a m í que la madre de m i Señor
venga a mí?
La primera vez que en el Antiguo Testamento aparece la expre-
sión bendita tú entre las mujeres es en el canto de Débora, como
exaltación de J a e l1S, donde se conmemora y ensalza la victoria de
Dios y su protección sobre el pueblo escogido. Casi diez siglos des-
pués se repite la alabanza en Ju d itw. Ambas mujeres fueron instru-
mentos en manos de Yahvéh para derrotar a los enemigos de Israel.
La expresión bendita entre es un semitismo que connota un su-
perlativo. A la vez que Isabel revela el hecho prodigioso acaecido a v
su pariente de Nazaret, la nota característica de estas palabras es la
relación existente entre la bendición a María y la bendición al fruto
de sus entrañas: la exaltación de María procede de la excelencia del
fruto de su seno.
Podemos, pues, captar que la alabanza de Isabel presenta a
María como instrumento de Dios; en este caso, como Madre de
Aquel que vencerá al enemigo del pueblo elegido.
La madre de m i Señor es una proclamación de la maternidad
divina. Aquí Isabel rebasa la mera maternidad biológica y se sitúa en
el plano teológico de la maternidad divina. María es la madre del
Kyrios, título reservado exclusivamente a Yahvéh y que denota el
carácter divino del Mesías. ^
144
MARIA, MADRE DEL REDENTOR
4. E l M a g n íf ic a t
La atribución y su autor
145
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MARIA, MADRE DEL REDENTOR
Estructura
a) La alabanza
23. Cfr. Ex 15,1 ss; Jue 5,1 ss; Jud 16,1 ss; 1 Sam 2,1-10.
24. G o m a Crvrr, I., E l Magníficat. Cántico de Salvación, Madrid 1982, p. 40 Nos apoya-
mos en esta obra para todo lo que sigue. r
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b) En favor de María
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d) En favor de Israel
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5. E l N a c im ie n t o de Jesú s
28. Cfr. M u ñ o z I g l e s ia s , S., L o s evangelios de la Infancia, Madrid 1987, t. III, pp. 35-36.
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MARIA, MADRE DEL REDENTOR
4José, como era de la casa y fam ilia de David, subió desde Nazaret,
ciudad de Galilea, a la ciudad de David, llamada Belén, en Judá,
5para empadronarse con María su esposa, que estaba encinta.
6Y sucedió que estando allí, le llegó la hora del parto, 7dio a luz a
su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo recostó en un
pesebre, porque no hubo lugar para ellos en la posada.
29. C tr .2 S a m 5 ,7.9.
30. Cfr. 1 Sam 16; 1 Sam 20,6: «David me ha pedido con insistencia que le deje hacer
una escapada a Belén, su ciudad».
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J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
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IL BASTERO DE El.El7.Al.DH
38. Ser r a , A., Troverete un bambino avvolto in fasce, EphMar 43 (1993) 240.
39. Cfr. Le 3,21; 7,29; 8,47, ete.
40. I s . 9,6; Cfr. Hbndrickx , H., L o s relatos de la infancia, o.c., p. 126.
41. Cfr. Filip 3,20; A ct 2,36; 5,31.
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J.J.. BASTERO DE EUJ7.Al.DE
6. L a P u r if ic a c ió n y P r e s e n t a c ió n e n e l t e m pl o
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J.L. BASTERO DE ÉLEIZÀLDÈ
61. Cfr. V a c u a s i , A., Edesan auto othonoìos (lofi 19,40). Lessicograffia ed esegesi, en
Miscellanea Bìblica B. übach, Montiserrati 1953, p . 375-386, c ita d o p o r M u ñ o z I g u e s ia s , S., Los
evangelios de la Infancia, o.c., p . 175.
62. Cfr. M u ñ o z I g d b s ia s , S., L o s evangelios de la Infancia, o.c., p. 175-177.
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J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
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MARIA, MADRE DEL REDENTOR
71. F e u il l e t , A., L e jugement messianique et Marie dans Le. 2,35, o.c., p. 435.
72. M u ñ o z I g l e s ia s , S., Los evangelios de la Infancia, o.c., p. 228.
(1993) 217AURENT1N’ R’’ Ce qU£ k Recouvrement (Lc- 2,41-52) enseigne sur Marie, EphMar 43
74. G ir o n é s , G., La humanidad salvada y salvadora, o.c., p. 74.
75. L a u r e n t in , R., Jésus au Temple, Paris 1966, p. 93. Este libro es la monografía más
completa sobre este tema. D e todas formas «tanto en el contenido como en el tono está más
cerca de las historias sobre la vida oculta de Jesús que se encuentran en los evangelios
apócrifos de los siglos siguientes, el mejor ejemplo de los cuales lo tenemos en el Evangelio de
la infancia de Tomás del siglo H, el cual, a pesar de su título, trata de la juventud de Jesús»
He n d r ic k x , H., Los relatos de la infancia, o. c., p. 146.
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J.L. BASTERO DE ELEIZALDE 1
Jerusalén, sin que ló adviertiesen sus padres. 44Suponiendo que iba
en la caravana, hicieron un día de camino buscándolo entre los
parientes y conocidos, 45y como no lo encontrasen retomaron a \
Jerusalén en su busca.
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,
MARIA MADRE DEL REDENTOR
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—------------------------------- -— J.l,. BASTERO DE LUilZAIDF,
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-. j l BASTERO DE^ELEIZALDE ..
51Y bajó con ellos, y vino a Nazaret, y les estaba sujeto. Y su madre
guardaba todas estas cosas en su corazón.
8. M a r ía e n l a Ig l e s ia d e Je r usa l é n
90. C b .A c t 1, 12-13.
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MARIA, MADRE DEL REDENTOR
169
J.L. BASTERÒ DEELEIZÁLDE
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C a pít u l o V II
1. In t r o d u c c i ó n
1. Jn 20,30-31.
2. Cfr. Jn 6; también Jn 9,1-39.
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2. E l P r ó l o g o d e l E v a n g e l io d e Sa n J u a n
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m a r ia , m a d r e d e l r e d e n t o r
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—JrhrBAS-TERQ-Dli-LLElZALUD------ ------
19. Cfr. T e r t u l i a n o , De carne Christi, 19, 1-2, SC 216, p. 287; cfr. V i n c e n t C e r n u d a , A.,
La doble generación de Jesucristo según Juan 1,13-14, EstB 40 (1982) 55-74.
20. Cfr. G a l o t , J., Etre né de Dieu. Jean 1,13, Roma 1969, pp. 95-124; V e l l a n i c k a l , The
Divine Sonship o f Christians in the Johannine Writings, Roma 1977, pp. 116-131.
21. P o t t e r i e , I. d e l a , La mère de Jésus et la conception virginale du Fits de Dieu, o.c.,
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3. L a s B o d a s d e Ca n á
177
IL. BASTERO DE ÉLÈÌZALDE
25. El nombre de María aparece cinco veces en Mateo, una en Marcos y doce en Lucas.
26. Jn 2,1.2.3.5.12; 6,42; 19,25.
27. Jn 2,4; 19,24.
28. M a r t í n e z S i e r r a , A., María la Madre del Señor, o.c., p. 142. Mininos la
29. G o n z á l e z , I., María evangelizada y evangelizadora, Bogotá 1988, p. 157. Algunos la
consideran como una evocación simbólica a Gen 3,15.
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m a r ia , m a d r e d e l r e d e n t o r
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4. M a r ía a l pie d e l a Cr uz
a) en los sinópticos, las mujeres miraban a Jesús de lejos ", aquí están
junto a la cruz; J H
b) en los sinópticos se cita al grupo de mujeres y, entre ellas se
nombran a tres: María Magdalena, María la madre de Santiago y
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184
" MARIA, MADRE DEC REDENTOR -------------- ” “
b) La partícula ide (idou) (he aquí) con que empiezan las pala-
bras de Jesús en esta escena, es enfática y sirve para llamar la
atención de una forma penetrante y visible sobre lo que viene des-
pués. En el evangelio de San Juan esta palabra encabeza expresiones
de profundo y trascendente contenido teológico; así por ejemplo:
1,29-30: He aquí (ide) el cordero de Dios
12,15: He aquí (ide) que llega tu Rey
19,5: He aquí (idou) al Hombre
19,14: He aquí (ide) a vuestro Rey
De ello podemos colegir que la frase de Jesús supera el mero
significado inmediato literal474. Estas palabras, que constituyen la
8
última voluntad de Cristo —son, por tanto, «el testamento de la
Cruz»—, ponen «en evidencia un nuevo vínculo entre Madre e Hijo,
del que confirma solemnemente toda la verdad y realidad. Se puede
decir que, si la maternidad de María respecto a los hombres ya había
sido delineada precedentemente, ahora es precisada y establecida
claramente»4S.
c) El evangelista prescinde también conscientemente del nombre
del «discípulo a quien amaba». Hay diversas opiniones sobre la
identidad de este personaje:
1* La opinión tradicional, que parte de San Ireneo, identifica al
discípulo amado con San Juan apóstol y autor de este evan-
gelio.
2.—Otros aceptan que es un personaje real, discípulo de Cristo,
pero que no pertenece al Colegio apostólico. Entre éstos,
unos lo identifican con el autor del cuarto evangelio, y otros
con el fundador de la comunidad joanea.
3- Finalmente, algunos consideran que «el discípulo amado» es
una personificación simbólica de los discípulos fieles al Señor.
Sin embargo, nos parece que debe descartarse esta última opi-
nión. El «discípulo amado» aparece cuatro veces en este evangelio y
en todas ellas relacionado con Pedro:
47. Goedt, estudiando el evangelio de San Juan, descubre unos pasajes con una estruc-
tura que el denomina «esquema de revelación». Son frases con la siguiente secuencia literaria:
a) la persona A ve a la B; b) la A mirando a B declara algo cuya frase en griego comienza con
ute o idou (he aquí); c) revelación de un título de B por parte de A. (Jn 1,21; 1,36, etc.). Cfr.
Goedt , M. de , Un schème de révélation dans le quatrième Evangile, NTS 8 (1961-62.) 142-150.
Aplicando este esquema a la escena del Calvario que estamos analizando, se puede afirmar
que «Jesús, poco antes de morir en la cruz, revela que su madre —en cuanto ‘Mujer’, con toda
, resonancia bíblica de esta palabra— será también desde ahora la madre del ‘discípulo’ y que
este, como representante de todos los ‘discípulos’ de Jesús, será desde ahora el hijo de su
propia madre» Pot t er ie , I. de l a , María en el misterio de la Alianza, o.c., p. 262.
48. Juan Pabl o , Ene. Redemptoris Mater, n. 23, o.c., p. 769.
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JA.: BASTERO 1)E H IJil/A L D I: ---------------------------------------------
49. For t e , B., Maria la donna icona... Cinisello Balsamo 1989, p. 96; Cfr. Br aun F.M.,
La Mère des fidèles: Essai de théologie johannique, Toumai-Paris 1954, p. 181.
50. Gal ot , J., Marie dans l ’Evangile, o.c., p. 181.
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— MARIA, MADRE DEL REDENTOR................
Significación mañana
51. Pot t erie , I. de l a , Las palabras de Jesús «He aquí a tu Madre» en La verdad de Jesús,
Madrid 1979, p. 218.
52. Thur ian, M., Marie, Mère du Seigneur et Figure de l ’Eglise, Taizé 1962, p. 237.
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LL. BASTERO DE ELEIZAIDE
nicas de salvación. Según esta tesis, «a los ojos de Cristo, Ella repre-
senta a Sión y así... le atribuye la maternidad sobrenatural y metafó-
rica que los profetas predijeron de Sión»53. De esta manera, María
se convierte a la vez en madre e imagen de la Iglesia, sabiendo que
«no hay contradicción alguna al decir que María es, al mismo tiem-
po, imagen de la Iglesia y madre de la Iglesia. Como persona indivi-
dual, ella es la madre de Jesús, y se hace madre de todos nosotros,
la madre de la Iglesia. Pero su maternidad corporal con respecto a
Jesús se prolonga en una maternidad espiritual hacia los creyentes y
hacia la Iglesia. Y esta maternidad espiritual de María es la imagen
y forma de la maternidad de la Iglesia»54.
5. L a M u j e r d e l A po c a l ips is
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J.L. BASTERO DE ELEIZALDE
siete sellos, las siete trompetas y las siete copas. Otros mantienen
una concepción progresiva de nuevos acontecimientos que irán tenien-
do lugar sucesivamente. i
Centrándonos en el texto en cuestión, podemos notar tres partes
fácilmente diferenciadas:
1. a) Presentación de la mujer, del hijo varón y del dragón (w.
1-6);
2. a) Combate de Miguel con el dragón y su resultado (w. 7-13);
3. a) Fuga de la mujer al desierto ante el ataque del Dragón (w.
14-17).
De ellas sólo veremos con un cierto detenimiento la parte 1.a ya
que es suficiente para captar la dimensión mariológica de este texto.
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MASIA, MADRE DEL REDENTOR
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J.L. BASTERO DE ELEIZÁLDE ..................
192
1»
m a r ia ,madr e del redent or
Bibliografìa
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