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ISBN: 978-607-487-825-7
agradecimientos 9
introducción 11
escenarios distantes 33
Puntos de encuentro en la ruta de la modernidad 42
Las exposiciones universales y sus principios clasificatorios 78
Liehr, Reinhard, Ayuntamiento y oligarquía en Puebla, 1780–1810, 2 t., México, Secretaría de Edu�
1
3
De los 217 municipios que integran al estado de Puebla, sólo 25 localidades sobrepasan los 15
mil habitantes, de los cuales la mayoría se ubica en la franja central del estado donde también se
encuentra su ciudad capital. En el territorio poblano se ubican algunos de los municipios con ma�
yores índices de pobreza. Véase Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
Informe de pobreza y evaluación en el estado de Puebla 2012, México, Consejo Nacional de Evaluación
de la Política de Desarrollo Social, 2012.
4
Los cronistas pertenecían a la elite y, por ende, sus escritos reflejan sus intereses. Zerón Zapata,
Miguel, La Puebla de los Ángeles en el siglo xvii. Crónica de la Puebla, pról. de Mariano Cuevas, Puebla,
México, Patria, 1945; Bermúdez de Castro, Diego Antonio, Theatro Angelopolitano o Historia de la
ciudad de Puebla, México, Junta de Mejoramiento Moral, Cívico y Material del Municipio de Puebla,
1985; Villa Sánchez, Juan de, Puebla sagrada y profana. Informe dado a su muy ilustre ayuntamiento el año
de 1746, notas de Francisco Javier de la Peña (1835), estudio introductorio, cotejo y adaptaciones de
Francisco Téllez Guerrero y María Esther López–Chanes, Puebla, México, Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, Fomento Editorial, Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado,
1997; López de Villaseñor, Pedro, Cartilla vieja de la nobilísima ciudad de Puebla (1781), ed. e índices
de José I. Mantecón, introd. de Efraín Castro Morales, México, Universidad Nacional Autónoma
de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1961; Fernández de Echeverría y Veytia, Mariano,
Historia de la fundación de la ciudad de Puebla de los Ángeles en la Nueva España, su descripción y presente
estado, 2 v., ed., pról. y notas de Efraín Castro Morales, Puebla, México, Ediciones Altiplano, 1962;
Otte, Enrique (comp.), Cartas privadas de emigrantes a Indias, 1540–1616, México, Fondo de Cultura
Económica, 1996.
14 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
5
Gage, Thomas, Nuevo reconocimiento de las Indias Occidentales, México, Secretaría de Educación
Pública, Fondo de Cultura Económica, 1982; Gemelli Careri, Giovanni Francesco, Viaje a la Nueva
España, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1976; Vázquez de Espinoza, Antonio,
Descripción de la Nueva España en el siglo xvii, México, Patria, 1944. En relación a los viajeros colonia�
les puede consultarse el trabajo de Flores Salinas, Bertha, México visto por algunos viajeros (siglos xvi y
xvii), México, Ediciones Botas, 1964. Además Flores Salinas, Bertha, México visto por algunos viajeros
(siglo xviii), México, Ediciones Botas, 1967.
6
Humboldt, Alexander von, Ensayo político sobre el reino de la Nueva España, México, Porrúa, 1991.
7
Ibarra Mazari, Ignacio (comp.), Crónica de la Puebla de los Ángeles según testimonios de algunos
viajeros que la visitaron entre los años 1540 a 1960, Puebla, México, Gobierno del Estado de Puebla,
Secretaría de Cultura, Comisión V Centenario, 1990.
8
Vollmer, Günter, “La evolución cuantitativa de la población indígena en la región de Puebla
(1570–1810)”, Historia Mexicana, 89, v. xxiii, n. 1, julio–septiembre de 1973, pp. 43–51; Calvo, Tho�
mas, Acatzingo, demografía de una parroquia mexicana, México, Instituto Nacional de Antropología e
Historia, 1973; Grajales Porras, Agustín, Explotation démografique d'un dénombrement mexicain ancien.
Le cas de la paroisse d'Analco a Puebla, 1792 (Tesis de maestría en Demografía), Université Catho�
lique de Louvain, 1982; Cuenya, Miguel Ángel, “La evolución demográfica de una parroquia en
la Puebla de los Ángeles (1660–1800)”, Historia Mexicana, 143, v. xxxvi, n. 3, enero–marzo de 1987,
pp. 443–464; Contreras Cruz, Carlos y Cuenya, Miguel Ángel (eds.), Ángeles y constructores. Mitos
y realidades en la historia colonial de Puebla (siglos xvi–xvii), Puebla, México, Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, Fomento Editorial, 2000; Hirschberg, Julia, “Social experiment in New Spain:
A prosopographical study of the early settlement at Puebla de los Ángeles (1531–1534)”, Hispanic
American Historical Review, v. lix, n. 1, 1979, pp. 1–33; Méndez Sáinz, Eloy, Urbanismo y morfología de
las ciudades novohispanas. El diseño de Puebla, Puebla, México, Universidad Nacional Autónoma de
introducción 15
México, Universidad Autónoma de Puebla, 1988; Yanes Díaz, Gonzalo, Espacios urbanos del siglo xvi
en la región Puebla Tlaxcala, Puebla, México, Gobierno del Estado de Puebla, Comisión V Centenario,
1991; Yanes Díaz, Gonzalo, Desarrollo urbano virreinal en la región Puebla–Tlaxcala, Puebla, México,
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Fomento Editorial, Síntesis, 1995; Fernández, Mar�
tha, Diego de la Sierra, un arquitecto barroco de la Nueva España, México, Universidad Nacional Autó�
noma de México, Instituto de Investigaciones Estéticas, 1986; Díaz, Marco “La arquitectura domés�
tica en Atlixco”, Jahrbuch für Geschichte von Staat, Wirtschaft und Gesellschaft Lateinamerikas, n. 20,
1983, pp. 377–392; Azar, Héctor, A la luz de Puebla, Puebla, México, H. Ayuntamiento del Municipio
de Puebla, 1992; Bühler, Dirk, Puebla: patrimonio de arquitectura civil del Virreinato, München, Deuts�
ches Museum, 2001; Bühler, Dirk, Inventario de los monumentos arquitectónicos del siglo xvi al xx en
San Pedro y San Andrés Cholula, Puebla, Puebla, Universidad de las Américas, 1991; Terán Bonilla,
José Antonio, El desarrollo de la fisonomía urbana del centro histórico de la ciudad de Puebla (1531–1994),
Puebla, México, Universidad Popular Autónoma de Estado de Puebla, 1996.
9
Liehr, Reinhard, Ayuntamiento y oligarquía en Puebla, 1780–1810, 2 t., México, Secretaría de Edu�
cación Pública, 1976; Peña, José F. de la, Oligarquía y propiedad en la Nueva España, 1550–1624, Mé�
xico, Fondo de Cultura Económica, 1983; Medina Rubio, Arístides, La Iglesia y la producción agrícola
de Puebla, 1550–1795, México, El Colegio de México, 1982; Torre Villar, Ernesto de la, Historia de la
educación en Puebla. Época colonial, Puebla, México, Universidad Autónoma de Puebla, 1988; Torres
Domínguez, Rosario, Colegios y colegiales palafoxianos de Puebla en el siglo xviii, Puebla, México, Uni�
versidad Nacional Autónoma de México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Fomento
Editorial, 2008.
10
Las tres últimas décadas del siglo xix han motivado el mayor interés por la necesidad de
replantear el significado del Porfiriato, ya que desde los años cuarenta del siglo pasado dejó de
considerarse como un breve episodio de la historia patria en el que se rompió la tradición liberal
o se sublimó el caudillismo dictatorial. Véase Cosío Villegas, Daniel, Extremos de América, México,
Tezontle, 1949, pp. 114–180; Cosío Villegas, Daniel (ed.), Historia moderna de México, 10 t., México,
Hermes, 1956–1972; Barrón, Luis, Historias de la Revolución Mexicana, México, Centro de Investiga�
ción y Docencia Económicas, Fondo de Cultura Económica, 2004.
16 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Kuntz Ficker, Sandra y Liehr, Reinhard, (eds.), “Introducción”, Estudios sobre historia econó-
11
mica de México desde la época de la independencia hasta la primera globalización, México, El Colegio de
México, 2014.
12
Kuntz Ficker, Sandra, Las exportaciones mexicanas durante la primera globalización (1870–1929),
México, El Colegio de México, 2010.
introducción 17
13
Al respecto véanse los trabajos de Bakewell, Peter, Minería y sociedad en el México colonial.
Zacatecas, 1549–1700, México, Fondo de Cultura Económica, 1976, para el caso de Zacatecas, y Lie�
hr, Reinhard, Ayuntamiento y oligarquía en Puebla, 1780–1810, 2 t., México, Secretaría de Educación
Pública, 1976, para el caso de Puebla.
14
Carmagnani, Marcello, “Territorios, provincias y estados: las transformaciones de los espa�
cios políticos en México, 1750–1850”, en Josefina Zoraida Vázquez (coord.), La fundación del estado
mexicano, 1821–1855, México, Nueva Imagen, 1994, pp. 39–74. La realidad mexicana resulta menos
caótica si se le observa desde la perspectiva regional.
18 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
15
Stanley, J. y H. Stein, Barbara, La herencia colonial de América Latina, México, Siglo XXI, 1977,
citado en Adelman, Jeremy, “Latin American and World Histories: Old and New Approaches to
the Pluribus and the Unum”, Hispanic American Historical Review, v. 84, n. 3, 2004.
16
Hobsbawm, Eric, La era del capitalismo, Barcelona, España, Guadarrama, 1976.
17
Fazio, Hugo, “La historia global: ¿encrucijada de la contemporaneidad?”, Revista de Estudios
20 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Sociales, n. 23, abril de 2006, p. 66, consultado el 14 de agosto de 2010, disponible en http://redalyc.
uaemex.mx/pdf/815/81502306.pdf.
18
Carmagnani, Marcello, El otro Occidente. América Latina desde la invasión europea hasta la globali-
zación, México, El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, 2004, pp. 11–13.
19
Conrad, Sebastian y Randeria, Shalini, “Einleitung”, en Conrad, Sebastian y Randeria, Shalini
introducción 21
(eds.), Jenseits des Eurozentrismus. Postkoloniale Perspektiven in den Geschichts und Kulturwissenschaf-
ten, Frankfurt y Nueva York, 2002. Agradezco al Dr. S. Rinke el acceso a una versión en español de
este material bajo el título de Historias divididas. Europa en un mundo postcolonial.
20
Carmagnani, Marcello, El otro Occidente. América Latina desde la invasión europea hasta la globali-
zación, México, El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, 2004, p. 10.
22 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
min, Poesía y capitalismo. Iluminaciones ii, Madrid, España, Taurus, 1998, p. 16.
22
Benjamin, Walter, Poesía y capitalismo. Iluminaciones ii, Madrid, España, Taurus, 1998, p. 179.
23
López–Ocón Cabrera, Leoncio, “La exhibición del poder de la ciencia. La América Latina en
el escenario de las exposiciones universales del siglo xix”, en José Augusto Mourão, Ana María
Cardoso de Matos y María Estela Guedes (coords.), O mundo ibero–americano nas grandes exposições,
Lisboa, Portugal, Vega, 1998, pp. 67–90.
introducción 23
24
López–Ocón Cabrera, Leoncio, “La exhibición del poder de la ciencia. La América Latina en
el escenario de las exposiciones universales del siglo xix”, en José Augusto Mourão, Ana María
Cardoso de Matos y María Estela Guedes (coords.), O mundo ibero–americano nas grandes exposições,
Lisboa, Portugal, Vega, 1998, pp. 68–73.
25
Geppert, Alexander, Coffey, Jean y Lau Tammy, “International Exhibitions, Expositions Uni�
verselles and World's Fairs, 1851–1951: A Bibliography”, Wolkenkuckucksheim: Internationale Zeitschrift
für Theorie und Wissenschaft der Architektur, Special Issue, 2000, consultado el 20 de enero de 2010,
disponible en http://www.theo.tu–cottbus.de/Wolke/eng/Bibliography/ExpoBibliography.htm.
26
Birkbeck College de Londres, Programa de Postgrado en Español y Latinoamericano de la Cultura
Visual, Andermann, Jens y Schell, Patience A. (dirs.), Birkbeck College y Universidad de Londres
Universidad de Manchester, consultado el 27 de enero de 2011, disponible en http://www.bbk.
ac.uk/ibamuseum/home.html.
24 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
[…] ya las exposiciones no son lugares de paseo. Son avisos: son lec�
ciones enormes y silenciosas: son escuelas […]. Ningún libro, ni ninguna
colección de libros pueden enseñar a los maestros de agricultura lo que
verán por sus propios ojos en los terrenos de la Exposición.31
27
Informes históricos, financieros y administrativos, generales y particulares sobre las expo�
siciones universales se pueden consultar en una colección especialmente formada y resguardada
en los fondos del Conservatorio Nacional de Artes y Oficios de Francia; la mayor parte de los ma�
teriales está digitalizado y disponibles en http://cnum.cnam.fr/RUB/fcata_expo.html; aparte se
deben mencionar los variados y abundantes materiales que para el caso de México se localizan en
la serie de Exposiciones extranjeras del fondo de Fomento resguardado en el Archivo General de la
Nación y en el Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores. Un ejemplo de informe
presentado por un comisionado a sus superiores es el de Escandón, Pedro, La industria y las bellas
artes en la Exposición Universal de 1855. Memoria dirijida [sic] al excelentísimo señor Ministro de Fomento
de México, París, Francia, Imprimerie Centrale de Napoleón Chaix etc., 1856.
28
La mayoría de los periódicos de la época reseñaron las exposiciones universales. Entre los
más notables se puede mencionar La Ilustración Española y Americana, publicada en Madrid, España;
además la mayoría de los gobiernos nacionales editaron publicaciones periódicas para orientar a
los potenciales expositores y para dar cuenta de sus labores organizativas. Véase http://cnum.
cnam.fr/RUB/fcata_expo.html.
29
Véase, por ejemplo, Ruiz de Velasco, Felipe, Revista descriptiva de la Exposición de Nueva Orleans
de 1884–1885, México, Tipografía El Gran Libro, 1886.
30
López–Ocón Cabrera, Leoncio, “La formación de un espacio público para la ciencia en la
América Latina durante el siglo xix”, Asclepio. Revista de historia de la medicina y la ciencia, v. 50, n. 2,
1998, p. 224, consultado el 15 de septiembre de 2011, disponible en http://asclepio.revistas.csic.es.
31
Martí, José, “Exposiciones”, en Obras completas, 8 t., La Habana, Cuba, Editorial Nacional de
Cuba, 1963, pp. 343–399.
introducción 25
32
Godoy, José F., La ciudad de Chicago y la exposición universal de 1893, Chicago, Estados Unidos
de América, Cía. Publicista Panamericana, 1892.
33
Tenorio Trillo, Mauricio y Gómez Galvarriato, Aurora, El Porfiriato, México, Centro de Inves�
tigación y Docencia Económicas, Fondo de Cultura Económica, 2006.
26 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
34
Yeager, Gene, “Porfirian commercial propaganda: Mexico in the World Industrial Exposi�
tions”, The Americas, a Quarterly Review of Inter–American Cultural History, v. xxxiv, n. 1, julio 1977,
pp. 230–243; Fuente Salceda, María de la Concepción de la, La participación de México en la Exposición
Universal de Filadelfia, 1876 (Tesis de licenciatura en Historia), México, Universidad Iberoamericana,
1984; Riguzzi, Paolo, “México próspero, las dimensiones de la imagen nacional en el Porfiriato”,
Historias. Revista de la Dirección de Estudios Históricos, n. 20, 1988, pp. 137–157; Díaz y de Ovando,
Clementina, “México en la Exposición Universal de París, 1889”, Anales del Instituto de Investigacio-
nes Estéticas, n. 61, 1990, pp. 109–171; Díaz y de Ovando, Clementina, Las ilusiones perdidas del general
Vicente Riva Palacio: la Exposición Internacional Mexicana, 1880 y otras utopías, México, Universidad
Nacional Autónoma de México, 2002.
35
Tenorio Trillo, Mauricio, Artilugio de la nación moderna. México en las exposiciones universales
(1880–1930), México, Fondo de Cultura Económica, 1998.
introducción 27
1
Pérez Vejo, Tomás, “La construcción de las naciones como problema historiográfico: el caso
34 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
del mundo hispánico”, Historia Mexicana, v. liii, n. 2, octubre–diciembre 2003, pp. 275–311.
2
Una revisión, en lengua española, sobre el problema de la nación y el nacionalismo se puede
consultar en Faraldo, José M., “Modernas e imaginadas. El nacionalismo como objeto de investigación
histórica en las dos últimas décadas del siglo xx”, Hispania. Revista Española de Historia, n. 209, lxi/3,
2001, pp. 933–964, consultado el 15 de octubre de 2010, disponible en http://hispania.revistas.csic.es.
3
Existe una bibliografía muy extensa sobre el tema desde el siglo xix. Durante el siglo xx apa�
recieron libros considerados hoy día como clásicos, entre ellos destacan: Hayes, Carlton J. H., The
Historical Evolution of Modern Nationalism, Nueva York, ee. uu., R. R. Smith, 1931; Deutsch, Karl W.,
Nationalism and Social Communication: An Inquiry into the Foundations of Nationality, Cambridge, mit
Press, 1953; Kohn, Hans, The Age of Nationalism, Nueva York, ee. uu., Harper and Row, 1944. En las
décadas siguientes se publicaron aportaciones notables: Armstrong, J., Nations before Nationalism,
Chapel Hill, ee. uu., University of North Carolina Press, 1982; Breuilly, J., Nationalism and the state,
Manchester, uk, Manchester University Press, 1982; Balibar, Etienne y Wallerstein, Immanuel, Race,
Nation, Class, London, Verso, 1991; Gellner, Ernest, Nations and Nationalism, Oxford, Blackwell,
1983; Hroch, M., Social Preconditions of National Revival in Europe. A Comparative Analysis of the So-
cial Composition of Patriotic Groups among the smaller European Nations, Cambridge, Cambridge Uni�
versity Press, 1985; Smith, Anthony D., Theories of Nationalism, London, Duckworth, 1983; Smith,
Anthony, The Ethnic Origins of Nations, Oxford, Blackwell, 1986; Smith, Anthony D., La identidad
nacional, Madrid, España, Trama Editorial, 1997.
4
Smith, Anthony, The Ethnic Origins of Nations, Oxford, Blackwell, 1986.
escenarios distantes 35
5
Máiz Suárez, Ramón, “Per modum unius: Más allá de la dicotomía nacionalismo cívico vs.
nacionalismo étnico” en Ander Gurrutxaga, Abad (ed.) El presente del Estado–Nación, Leioa, España,
Universidad del País Vasco, Servicio de Publicaciones, 2004, pp. 107–127.
6
Hobsbawm, Eric, Naciones y nacionalismo desde 1780, Barcelona, España, Crítica, 1995.
36 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
7
Anderson, Benedict, Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del naciona-
lismo, México, Fondo de Cultura Económica, 1993, pp. 77–101.
8
König, Hans–Joachim, “Nacionalismo y nación en la historia de Iberoamérica”, en Hans–
Joachim König, Tristan Platt y Colin Lewis (coords.), Estado–nación, comunidad indígena, industria.
Tres debates al final del milenio, Netherlands, ahila, 2000, p. 38.
9
Por citar unos pocos ejemplos: Guerra, François–Xavier, Modernidad e independencias. Ensa-
yos sobre las revoluciones hispánicas, México, Mapfre, Fondo de Cultura Económica, 2000; Guerra
François–Xavier y Quijada, Mónica (coords.), Imaginar la nación, Münster, Hamburg, Alemania,
Lit Verlag, 1994; Annino, Antonio; Castro Leiva, Luis y Guerra, François–Xavier, (comps.), De los
imperios a las naciones: Iberoamérica, Zaragoza, España, IberCaja–Forum Internacional des Sciences
Humaines, 1994; König, Hans–Joachim, Platt, Tristan y Lewis, Colin (coords.), Estado–nación, comu-
nidad indígena, industria. Tres debates al final del milenio, Netherlands, ahila, 2000.
escenarios distantes 37
10
Véase por ejemplo el análisis sobre los casos del País Vasco y la Provincia de Québec en el
siglo xx en Santiago García, José A., “Las fronteras (étnicas) de la nación y los tropos del naciona�
lismo”, Universidad de Navarra, consultado el 18 de marzo de 2011, disponible en http://www.
unavarra.es/puresoc/pdfs/BP–Santiago.pdf.
11
Brading, David, Los orígenes del nacionalismo mexicano, México, Era, 1980.
12
Hobsbawm, Eric, La era del imperio, Barcelona, España, Crítica, 1998.
13
Quijada, Mónica, “Nación y territorio: la dimensión simbólica del espacio en la construcción
nacional argentina (Siglo xix)”, Revista de Indias, v. lx, n. 219, 2000, pp. 373–394.
38 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
14
Martínez Peláez, Severo, La patria del criollo. Ensayo de interpretación de la realidad colonial gua-
temalteca, Guatemala, Universidad de San Carlos, 1970.
15
Betancourt Mendieta, Alexander, “Patria y territorio en dos regiones de América Latina: An�
tioquía (Colombia) y San Luis Potosí (México)”, Cultura y representaciones sociales, año 2, n. 4, marzo
2008, pp. 94–118, consultado el 30 de enero de 2011, disponible en www.culturayrs.org.mx/revis�
ta/num4/Betancourt.pdf.
16
Nogués, Joan, Nacionalismo y territorio, Lleida, España, Milenio, 1998, p. 60.
escenarios distantes 39
17
Schroeder–Gudehus, B., “Les grandes puissances devant l'Exposition Universelle de 1889”,
Le mouvement social, n. 149, octubre–diciembre de 1989, p. 15.
40 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
18
Zoraida Vázquez, Josefina, “Una difícil inserción en el contexto de las naciones”, en Antonio
Annino y François–Xavier Guerra (coords.), Inventando la nación. Iberoamérica, siglo xix, México, Fon�
do de Cultura Económica, 2003, pp. 255–259.
19
Leprun, Silvyane, “Paysages de la France extérieure: la mise en scène des colonies à
l'Exposition du Centenaire”, Le mouvemente social, n. 149, octubre–diciembre de 1989, pp. 99–128.
20
González–Stephan, Beatriz, “La construcción espectacular de la memoria nacional: cultura vi�
sual y prácticas historiográficas (Venezuela siglo xix)”, Memorias culturales: circulación del conocimien-
to en la educación y la sociedad, Jalla 2006, Universidad de los Andes, Colombia, 2007, consultado el 22
de noviembre de 2011, disponible en http://jalla2006.uniandes.edu.co/docs/GonzalezBeatriz.pdf.
escenarios distantes 41
21
Geppert, A. C. T., “True Copies. Time and space travels at British Imperial Exhibitions (1880–
1930)”, en H. Berghoff et al. (eds.), The making of modern tourism: the cultural history of the British
experience (1600–2000), Nueva York, ee. uu., Palgrave, 2002, p. 243.
22
Lasheras Peña, Ana Belén, España en París. La imagen nacional en las exposiciones universa-
les (1855–1900) (Tesis de Doctorado en Historia Moderna y Contemporánea), Universidad de
Cantabria, 2009, p. 62, consultado el 15 de septiembre de 2011, disponible en http://hdl.handle.
net/10803/10660.
23
Para revisar el proceso de configuración de Europa Occidental como centro geopolítico y
geohistórico y la ideología de la expansión occidental a partir del reconocimiento e invención de
América, véase Mignolo, Walter, La idea de América latina. La herida colonial y la opción decolonial,
Barcelona, España, Gedisa, 2007, p. 60.
42 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
un solo recinto, todos los objetos y adelantos que el ingenio humano era
capaz de producir a lo largo y a lo ancho del mundo, inaugurando, así,
la posibilidad de incorporarlos en la escena internacional. La exposición
universal de 1851 fue percibida, aun por sus coetáneos, como un signo
inequívoco de una nueva época, como un quiebre en el devenir histórico
que auguraba los tiempos modernos.
Hasta 1851, grupos de particulares agrupados en sociedades eco�
nómicas o científicas, en algunos casos contando con el patrocinio del
poder público, habían promovido exhibiciones de objetos y productos,
principalmente con fines comerciales; después de esa fecha, esos eventos
adquirieron nuevos alcances y significados, determinados por sus fines
representativos. Las exposiciones universales fueron el lugar de exhibi�
ción de naciones situadas en puntos geográficos distantes y disímiles.
Sin detenernos en los datos cuantitativos que dan noticia de su or�
ganización y financiamiento, aquí nos interesa abordar las exposiciones
universales celebradas en la segunda mitad del siglo xix como un fenó�
meno global que tuvo resonancia en los ámbitos locales, en tanto que
impuso a las diferentes comunidades del orbe la necesidad de definir
su idea de nación y las estrategias para representarlas en los circuitos
internacionales a fin de lograr su inserción en el concierto de las nacio�
nes. El esbozo de un panorama general de esta serie de acontecimientos,
siguiendo un orden cronológico y, en ocasiones, topográfico, se hace in�
dispensable para apreciar cómo se erigieron en un principio clasificatorio
de aplicación universal.
24
Alarcón, P. A., De Madrid a Nápoles, Madrid, España, Imp. y Lib. de Gaspar Roig, 1861, p. 32.
25
Considerada como la “clave” fundamental para entender los objetivos de su obra, la “Intro�
ducción” se redactó en 1920 para sendos artículos que aparecieron publicados en 1904 y 1905, des�
pués fue incluida en el primer volumen de sus “Gesammelte Aufsätze zur Religionssoziologie”. Véase
Villegas M., Francisco Gil, “Introducción del editor”, en Max Weber, La ética protestante y el espíritu
del capitalismo, México, Fondo de Cultura Económica, 2003, pp. 15–16.
26
Weber, Max, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, México, Fondo de Cultura Econó�
mica, 2003, p. 53. Las cursivas son nuestras.
44 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
27
Weber, Max, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, México, Fondo de Cultura Econó�
mica, 2003, pp. 53–70.
28
En sus inicios, durante los siglos xvi y xvii, el racionalismo era casi tan herético, en términos
políticos, como la herejía religiosa representada por Pascal y el jansenismo. Descartes, en busca de
mayor libertad, prefirió emigrar a Holanda. En esa época, las matemáticas y, sobre todo, la física al
impugnar las concepciones teológicas tenían un carácter subversivo. El siglo xviii, heredero del pen�
samiento de Descartes, marca con la Ilustración el triunfo del racionalismo, de la razón propagando
sus luces, de la creencia en la evolución y el progreso.
escenarios distantes 45
29
Habermas, Jürgen, El discurso filosófico de la modernidad. (Doce lecciones), Buenos Aires, Argen�
tina, Taurus, 1989, p. 12.
30
Habermas, Jürgen, El discurso filosófico de la modernidad. (Doce lecciones), Buenos Aires, Argen�
tina, Taurus, 1989, p. 13.
31
Una revisión de los conceptos de “antiguo” y “moderno”, y su oposición, se puede encon�
trar en Le Goff, Jacques, Pensar la historia. Modernidad, presente, progreso, Barcelona, España, Paidós,
1991, pp. 145–173.
32
Harvey, David, París, capital de la modernidad, Madrid, España, Akal, 2006.
46 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
33
En Europa, las más notables eran Londres, París, Viena, Berlín, Barcelona, Roma, Florencia,
Praga, San Petersburgo, Moscú, pero al otro lado del Atlántico, las elites de América del Norte se
esforzaban por posicionar en el escenario internacional a Chicago, Nueva York, Filadelfia, Boston
y Nueva Orleans.
34
Pizza, Antonio, Arte y arquitectura moderna. 1851–1933. Del Crystal Palace de Joseph Paxton a la
clausura de la Bauhaus, Barcelona, España, Edicions de la Universitat Politècnica de Catalunya, 1999,
p. 11.
35
En la década de 1890, Daniel Burnham planificó el desarrollo de una serie de ciudades, inclu�
yendo el centro de Washington D. C. y Chicago, su The White City, que fue levantada en el entonces
desolado Parque Jackson, a orillas del Lago Michigan, en 1893 como parte del Pabellón de la expo�
sición colombina, fue incorporada en el plano de Chicago en 1907.
escenarios distantes 47
la posibilidad de ser sede de esos eventos, aun cuando los proyectos para
su realización confrontaran a los diferentes sectores de su comunidad.36
Herederas de una tradición que se remontaba a los últimos años del
siglo xviii, la serie de empresas expositivas con pretensiones de univer�
salidad empezó en 1851, teniendo como sede la ciudad de Londres, y de
esa fecha a 1900 se organizaron un sinnúmero de exposiciones a lo largo
y ancho del mundo, estableciendo el ciclo de lo que James B. Gilbert de�
finió como exposiciones victorianas, las cuales compartieron un estilo de
difusión cultural: promover la “alta cultura” que se gestaba en las gran�
des capitales en oposición a las exposiciones que se celebraron después
de la Primera Guerra Mundial, que mayoritariamente se orientaron a la
difusión de la “cultura popular”.37
A partir de 1851, cada año, nuevos productos, ideas, actitudes y
oportunidades comerciales fueron sometidos a la atención de millares de
personas38 en recintos expositivos, ya locales, ya nacionales o universales
que se habilitaron regularmente, a veces de manera paralela, en distintos
puntos de la geografía mundial. Pero, entre todas ellas, las que se celebra�
ron en Londres, París, Filadelfia, Viena, Nueva Orleans y Chicago fueron
las que lograron la mayor resonancia e impacto.
Londres, ciudad capital del Imperio Británico, pasó de 1 000 000 de
habitantes en 1800 a 6 500 000 en 1900, la causa fundamental de su creci�
miento fue, sin lugar a dudas, el nuevo sistema económico asentado en la
ciudad que demandaba la concentración de recursos humanos y materia�
les. La la urbe ofrecía ventajas únicas y atractivas oportunidades, pero su
carácter pionero que le permitió beneficiarse del desarrollo tecnológico
aparejado a la revolución industrial, también, la llevó a experimentar, de
manera temprana, las dramáticas contradicciones de la civilización in�
dustrial y sus consecuencias sociales.39 Sin embargo, esto no impidió que
36
Aimone, Linda y Olmo, Carlo, Les expositions universelles (1851–1900), París, Francia, Belin,
1993, pp. 22–23.
37
Gilbert, J. B., “World's Fair as Historicals Events”, en R. W. Rydell y N. Gwinn (eds.), Fair
representations: World's Fairs and the modern world, Amsterdam, University Press, 1994, pp. 13–27.
38
Ferguson, Eugene S., “Exposiciones tecnológicas (1851–1900)”, en Melvin Kranzberg y Ca�
rroll W. Pursell, Jr. (eds.), Historia de la tecnología: la técnica en Occidente de la Prehistoria a 1900, Bar�
celona, España, Gustavo Gili, 1981, pp. 785–805.
39
Éxodo rural, desarrollo urbano anárquico, problemas de vivienda, explotación inhumana de
las fuerzas de trabajo, inequidad social, contaminación ambiental y degradación de algunas partes
urbanas fueron vividas con plena conciencia por los pensadores de la época, tal como lo atestiguan
48 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Dickens y Engels; este último, aunque de origen alemán, eligió precisamente a la clase trabajadora
inglesa como ejemplo de una situación de especulación capitalista: “Las grandes ciudades están
principalmente habitadas por obreros [...] estos obreros no tienen ninguna propiedad y viven del
salario, que pasa casi siempre de la mano a la boca; [...] todos los obreros hasta el más experto están
siempre expuestos al hambre, es decir, a la muerte por inanición, y muchos sucumben a ella. Las vi�
viendas de los obreros están generalmente mal ordenadas, mal construidas, mal conservadas, mal
ventiladas, húmedas y sucias; sus inquilinos disponen del mínimo espacio, y en la mayoría de los
casos duerme por lo menos una familia en una habitación”, citado en Pizza, Antonio, Arte y arqui-
tectura moderna. 1851–1933. Del Crystal Palace de Joseph Paxton a la clausura de la Bauhaus, Barcelona,
España, Edicions de la Universitat Politècnica de Catalunya, 1999, pp. 67; véase también Dugast,
Jacques, La vida cultural en Europa entre los siglo xix y xx, Barcelona, España, Paidós, 2003, pp. 65–70.
40
Fue visitada por poco más de seis millones de personas según datos apuntados en Findling,
J. E. y Kimberly, D. P. (eds.), Historical Dictionary of World's Fair and Expositions (1851–1988), Nueva
York, ee. uu., Greenwood Press, 1990; Ferguson, Eugene S., “Exposiciones tecnológicas (1851–
1900)”, en Melvin Kranzberg y Carroll W. Pursell, Jr. (eds.), Historia de la tecnología: la técnica en
Occidente de la Prehistoria a 1900, Barcelona, España, Gustavo Gili, 1981.
41
Invitación de la Dirección de Colonización e Industria nombrada Comisión Central Mexicana para lo
concerniente a la exposición de los objetos de industria que debe verificarse en Londres el 1º de mayo de 1851,
México, Imprenta de Vicente García Torres, 1850.
escenarios distantes 49
Ilustración 1. “El Palacio de Cristal, pabellón de The Great Exhibition of the Works of Industry
of all Nations, Londres 1851”. Vista panorámica desde Hyde Park
Fuente: Imagen de dominio común, consultada el 30 de julio de 2011, disponible en http://
classconnection.s3.amazonaws.com/46/flashcards/227046/jpg/picture421318313892196.jpg
42
Los datos cuantitativos en torno a las exposiciones siempre presentan variaciones. De acuer�
do con Findling y Kimberly, Historical Dictionary of World's Fair and Expositions, concurrieron 13 937
de expositores, de los cuales 6 861 fueron de Inglaterra, 520, de las colonias inglesas y 6 556, de las
demás naciones. Según los informes de la Comisión Francesa, el número de expositores rebasó los
17 mil, de los cuales 9 730 fueron británicos, 1 760, franceses y los restantes 5 510 correspondieron al
resto de las naciones. Véase Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport
général. Historique des expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, i t., París,
Francia, Imprimerie Nationale, 1891, pp. 235–236, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponi�
ble en http://canum.cnam.fr/redir?8XAE349.1.
50 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
43
Arnoux, J. J., El Palacio de Cristal. Exposición de la Industria Universal en Londres en 1851, París,
Francia, Correo de Ultramar, Editores propietarios MM. X. de Lasalle y Mélan, 1851.
escenarios distantes 51
Ilustración 3. “Vista panorámica del Palacio de la Exposición Universal de París, en 1855, en los
Campos Elíseos”
Fuente: L'Illustration, París, 1854–11–11, en John Carter Brown University Library, consultada el
30 de julio de 2011, disponible en http://library.brown.edu/cds/catalog/catalog.php?verb=rende
r&id=1223581258187500&colid=6
52 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
44
Sobre la centralidad cultural de París y su transformación urbana existe una bibliografía muy
amplia; aquí se retomaron los planteamientos contenidos en Harvey, David, París, capital de la mo-
dernidad, Madrid, España, Akal, 2006; Dugast, Jacques, La vida cultural en Europa entre los siglo xix y
xx, Barcelona, España, Paidós, 2003.
escenarios distantes 53
Ilustración 4. “Vista oficial de la Exposición Universal de París en 1867, vista aérea del terreno de
la exposición”. Litografía coloreada a mano. Eugenio Cicéri et Philippe Benoist; Berlín, Verlag von
Goupil & Co.; París, Publié par Goupil et Cie. y Nueva York, M. Knoedler de 1867
Fuente: Library of Congress. Prints & Photographs Catalog On Line (ppoc), consultada el 30 de
julio de 2011, disponible en http://www.loc.gov/pictures/item/00652015/
45
Frontaura, Carlos, Viaje cómico a la Exposición de París, París, Francia, Librería de Rosa y Bou�
ret, 1868, p. 188.
54 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Sin duda alguna, la opinión de este periodista español bien podía ser
compartida por visitantes de otras naciones, como las hispanoamericanas.
46
Frontaura, Carlos, Viaje cómico a la Exposición de París, París, Francia, Librería de Rosa y Bou�
ret, 1868, p. 189.
escenarios distantes 55
47
Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport général. Historique des
expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, i t., París, Francia, Imprimerie
Nationale, 1891, p. 235, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponible en http://canum.cnam.
fr/redir?8XAE349.1.
48
Santos, J. E., España en la exposición universal celebrada en París en 1878, publicase de Real Orden
del Ministerio de Fomento, ii t., Madrid, España, Imp. y Fundición de Manuel Tello, 1881, pp. 60 y
61; citado en Lasheras Peña, Ana Belén, España en París. La imagen nacional en las exposiciones uni-
versales (1855–1900) (Tesis de Doctorado en Historia Moderna y Contemporánea), Universidad de
56 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Ilustración 6. “Calle de las Naciones, en el Palacio del Campo Marte, cerca de la fachada portuguesa”
Fuente: Vandière, Simon, L'Exposition universelle de 1878 illustrée, París, Calmann Lévy, 1879, en
John Carter Brown University Library, disponible en http://library.brown.edu/cds/paris/img/
worldfairs/1254173015449692.jpeg
Ilustración 7. “La Torre Eiffel y el Campo de Marte visto desde Trocadero Palace, París exposi�
ción de 1889”. Impresión fotográfica: albúmina. Fecha de creación 1889
Fuente: Library of Congress. Prints & Photographs Catalog On Line (ppoc), consultada el 13 de
septiembre de 2011, disponible en http://www.loc.gov/pictures/item/92500845/
49
Pardo Bazán, E., Al pie de la torre Eiffel. Crónicas de la Exposición, Madrid, España, La España
Editorial, 1889, p. 179.
escenarios distantes 59
50
Vallina Subirana, E. de la, El certamen universal de 1900 y la reforma de la enseñanza del Excmo.
Sr. Marqués de Pidal con otras impresiones anotadas en mi cartera de viaje, Madrid, España, Imp. del
Asilo de Huérfanos del S. C. de Jesús, 1900, citado en Lasheras Peña, Ana Belén, España en París. La
imagen nacional en las exposiciones universales (1855–1900) (Tesis de Doctorado en Historia Moderna
y Contemporánea), Universidad de Cantabria, 2009, p. 193, consultado el 15 de septiembre de 2011,
disponible en http://hdl.handle.net/10803/10660.
escenarios distantes 61
51
Lasheras Peña, Ana Belén, “Emigrados en el París de las exposiciones universales del siglo
xix:la visión de España fuera de España”, Universidad de Cantabria, consultado el 15 de septiembre
de 2011, disponible en http://www.unican.es/NR/rdonlyres/0000e14b/iqijxxohbwiafxaecopkzo�
glhyflcndd/AnaBelenLasherasEmigradosenelPar%C3%ADsdelasexposicionesuniversalesdelsiglo
XIX.pdf.
52
Benjamin, Walter, Poesía y capitalismo. Iluminaciones ii, Madrid, España, Taurus, 1998.
53
La burguesía vienesa, que no sólo buscaba pavonearse, sino también el confort y la ganancia,
levantó a lo largo de la Ringstrasse soberbias casas a las que se llamó Mietpalast (palacio de renta):
en el majestuoso piso principal vivía el nuevo rico y el resto de los pisos albergaba apartamentos
de alquiler. Pero más allá, estaba el contrapunto del Mietpalast, el Mietkaserne (casa de vecindad), el
bloque de viviendas para obreros, que pagaban alquiler por vivir en el hacinamiento y en la falta
de intimidad, guardando más parecido con los espacios que ocupaba la soldadesca en un cuartel.
62 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Schorske, Carl, Viena Fin–de–Siècle. Política y cultura, Barcelona, España, Gustavo Gili, 1981.
54
Pizza Antonio y Pla., Maurici, Viena–Berlín. Teoría, arte y arquitectura entre los siglos xix y xx,
55
Ilustración 11. “Entrada principal del recinto expositivo de la Weltausstellung, Viena 1873”.
Fotografía de Michael Frankenstein, de la Asociación de Fotógrafos de Viena, Wien, Technisches
Museum Wien, 1873
Fuente: Gateway World Expo 1873, consultada el 14 de agosto de 2011, disponible en http://
de.wikipedia.org/wiki/Weltausstellung_1873
Ilustración 13. “Vista del terreno y los edificios de la Exposición Internacional de Filadelfia
en Fairmount Park, 1876”. Litografía, color, 52.5 x 70.2 cm (hoja). August L. Weise, Philadelphia,
ee. uu., AL Weise lith, c1876
Fuente: Library of Congress. Prints & Photographs Catalog On Line (ppoc), consultada el 30 de
julio de 2011, disponible en http://www.loc.gov/pictures/item/96510878/
57
Véase Godoy, José F., La ciudad de Chicago y la exposición universal de 1893, Chicago, Estados
Unidos de América, Cía. Publicista Panamericana, 1892, p. 150.
66 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Ilustración 14. “La Exposición Centenaria del Algodón, Nueva Orleans, Luisiana, abierta del 1°
de diciembre 1884 al 31 de mayo 1885”. Cromolitografía de Joseph Ferdinand Keppler, 1838–1894,
Nueva York, Keppler y Schwarzmann, 10 de diciembre de 1884. La ilustración muestra al Tío Sam
y a la Libertad saludando a un grupo de mujeres con la etiqueta “México, Brasil, Cuba, Perú, La
Plata, Chile, Haití, [y] Ecuador” para la Exposición Mundial del Centenario Industrial y de algodón
en Nueva Orleans, Louisiana
Fuente: Library of Congress. Prints & Photographs Catalog On Line (ppoc), consultada el 30 de
agosto de 2011, disponible en http://www.loc.gov/pictures/item/2012645153/
siete millones de pacas, que fueron exportadas a todos los “países civi�
lizados del universo”, y cerca de tres millones de toneladas de semilla,
después de la siembra necesaria para la cosecha de 1884; esa enorme can�
tidad de semilla había podido producir, con la manipulación necesaria,
105 millones de litros de aceite de algodón, millón y medio de toneladas
de panes de aceite o de harina y otro medio millón de toneladas de cásca�
ras para la fabricación de papel. Entonces, la localidad de Nueva Orleans,
considerada como el mercado algodonero más grande del mundo, venta�
josamente situada como portal de acceso al Golfo de México, a Centroa�
mérica y a las Antillas españolas, fue la elección natural como sitio de la
exposición, cuyos edificios y anexos se situaron convenientemente cerca
de las estaciones principales de ferrocarril y de la línea, de 15 millas de
longitud, de los muelles de carga y descarga.58
Ilustración 15. “Salón de Horticultura”. Exposición Mundial de la Industria y del Centenario del
Algodón en Nueva Orleans, Luisiana. Litografía, color. H. Armas, del.; Thos. Hunter, lith., Phila�
delphia, Thos. Hunter, lit., 1884
Fuente: Library of Congress. Prints & Photographs Catalog On Line (ppoc), consultada el 28 de
octubre de 2011, disponible en http://www.loc.gov/pictures/item/93503154/
58
Véase La ilustración Española y Americana, año xxviii, n. xli, Madrid, 8 de noviembre de 1884,
pp. 265–267.
68 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Ilustración 16. “Exposición Colombina Mundial de Chicago 1893”, vista panorámica. Litografía,
coloreada, 41 3/4 x 28 pulgadas, Chicago, Bank Note Co., c1893
Fuente: Library of Congress. Prints & Photographs Catalog On Line (ppoc), consultada el 28 de
octubre de 2011, disponible en http://www.loc.gov/pictures/item/2003670686/
Krantz, Camille (dir.), Exposition internationale de Chicago en 1893. Rapports. Rapport administra-
59
tif sur l'Exposition internationale de Chicago, París, Francia, Imprimerie Nationale, 1895, p. xv, consul�
tado el 29 de diciembre de 2011, disponible en http://cnum.cnam.fr/redir?8XAE394.
escenarios distantes 69
60
La ciudad de Chicago se distinguió por un rápido desarrollo. Sus relaciones comerciales la
ligaron con todas las naciones y los artefactos de sus fábricas eran conocidos aún en las partes más
remotas del globo. Su comercio se desarrolló de una manera sorprendente en los últimos años del
siglo xix y lo mismo puede decirse de su industria: el valor total de las transacciones mercantiles
de la plaza en 1890 fue de 1 380 millones de pesos; los artículos en los que se registró mayor movi�
miento fueron: géneros y alfombras, abarrotes, madera, ropa hecha, botas y zapatos, libros, efectos
de escritorio y papel tapiz, papel, fierro, carbón, ferretería y cuchillería, joyas, relojes y diamantes.
Véase Godoy, José F., La ciudad de Chicago y la exposición universal de 1893, Chicago, Estados Unidos
de América, Cía. Publicista Panamericana, 1892, p. 22.
61
Pizza, Antonio, Arte y arquitectura moderna. 1851–1933. Del Crystal Palace de Joseph Paxton a la
clausura de la Bauhaus, Barcelona, España, Edicions de la Universitat Politècnica de Catalunya, 1999,
p. 42.
70 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Ilustración 17. Proyecto del “Palacio de la Exposición Internacional Mexicana de 1880” a partir
del dibujo realizado por Ramón Rodríguez y Arangoity en 1879
Fuente: Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones extranjeras,
v. 99, exp. 1
Invitación a México para que concurra a la Exposición de Buenos Aires (1879), Archivo His�
62
67
“La Exposición Internacional Mexicana”, El Republicano, 2 de marzo de 1879, p. 2.
68
“Crónicas de la Exposición de París”, La Ilustración Española y Americana, ii v., 1889, p. 199,
citado por López–Ocón Cabrera, Leoncio, “La formación de un espacio público para la ciencia en
la América Latina durante el siglo xix”, Asclepio. Revista de historia de la medicina y la ciencia, v. 50,
n. 2, 1998, pp. 205–226, consultado el 15 de septiembre de 2011, disponible en http://asclepio.re�
vistas.csic.es. Veáse también López–Ocón Cabrera, Leoncio, “La exhibición del poder de la ciencia.
La América Latina en el escenario de las exposiciones universales del siglo xix”, en José Augusto
Mourão, Ana María Cardoso de Matos y María Estela Guedes (coords.), O mundo ibero–americano
nas grandes exposições, Lisboa, Portugal, Vega, 1998, pp. 72–77.
69
Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport général. Historique des
72 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, i t., París, Francia, Imprimerie
Nationale, 1891, pp. 659 y 802, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponible en http://canum.
cnam.fr/redir?8XAE349.1.
70
Especialmente sugerente sobre la República de Argentina es el trabajo de Barth, Volker, “Na�
tion et alterité: l'Argentine aux Expositions universelles de 1867, 1878 et 1889 à Paris”, Les Cahiers
alhim, n. 15, 2008, pp. 211–232.
71
Rebérioux, Madeleine, “Au tournant des expos: 1889”, Le mouvement social, n. 149, octubre–
diciembre de 1989, p. 4.
72
Véase la detallada cronología elaborada por Aimone, Linda y Olmo, Carlo, Les expositions
escenarios distantes 73
74
Muratorio, Blanca, “Nación, identidad y etnicidad: imágenes de los indios ecuatorianos y sus
imagineros a fines del siglo xix”, en Imágenes e imagineros. Representación de los indígenas ecuatorianos
(siglos xix y xx), Quito, Ecuador, Flacso Sede Ecuador, 1994, pp. 109–198.
75
Arnoux, J. J., El Palacio de Cristal. Exposición de la Industria Universal en Londres en 1851. París,
Francia, Correo de Ultramar, Editores propietarios MM. X. de Lasalle y Mélan, 1851, véase capítulo
II, donde se recoge el discurso del príncipe Alberto y de la reina Victoria.
78 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
76
Le Goff, Jacques, “Progreso/reacción”, en Pensar la historia. Modernidad, presente, progreso,
Barcelona, España, Paidós, 1991, pp. 196–233. Los estudios clásicos sobre el tema son: Bury, John,
La idea de progreso, Madrid, España, Alianza Editorial, 2009; y Nisbet, Robert, History of the Idea of
Progress, Nueva York, ee. uu., 1980.
77
Bury, John, La idea de progreso, Madrid, España, Alianza Editorial, 2009; y Nisbet, Robert,
History of the Idea of Progress, Nueva York, ee. uu., 1980, p. 330.
escenarios distantes 79
78
Un detallado recuento de la tensión diplomática que precedió a la exposición parisina de
1889 se puede consultar en Schroeder–Gudehus, B., “Les grandes puissances devant l'Exposition
Universelle de 1889”, Le mouvement social, n. 149, octubre–diciembre de 1989, pp. 15–24.
80 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
buscar un mercado a sus efectos, participaron con sus propios recursos y sin
el apoyo del gobierno, el cual aún no restablecía relaciones diplomáticas
con la Francia de 1878;79 de la misma forma que la censura de Bismarck
al festejo de la Francia republicana no impidió la participación de artistas
alemanes en la exposición de 1889 con el apoyo de fondos privados.80
Alianzas y conflictos entre las naciones se expresaron en la celebra�
ción de las exposiciones, que se convirtieron en arena de la diplomacia
internacional,81 donde se escamoteaba o se afirmaba la calidad de nación
y su importancia en el contexto global. El tono y los recursos empleados
para alentar la participación de las naciones en las exposiciones universa�
les determinaba su jerarquía en el contexto internacional.
La potencia de ese principio clasificatorio, de la que acusaron recibo
las comunidades del orbe, irrumpió en los imaginarios locales, imponién�
doles la urgencia de diseñar acciones y estrategias que hicieran posible su
inserción en el concierto de las naciones civilizadas. Una vez convocadas,
esas comunidades nacionales debían sujetarse a procedimientos orga�
nizativos y a sistemas de clasificación diseñados por los organizadores,
cuyo objetivo era hacer legible la concentración de una gran diversidad
de objetos, a los ojos tanto de los visitantes como de los jurados encarga�
dos de su comparación, valoración y calificación.
Las bases de la normatividad que rigió a las exposiciones universales
fueron inicialmente planteadas por los organizadores de la exposición
londinense de 1851. La convocatoria a esa primera exposición universal
fue acompañada de un reglamento y de una Lista clasificada de los objetos
admisibles, a los que debían sujetarse los interesados en participar. La cer�
teza de que no era posible admitir todos los objetos que pudieran remitir�
se definió el procedimiento para reunir lo más notable de las produccio�
79
Kuntz Ficker, Sandra, Las exportaciones mexicanas durante la primera globalización (1870–1929),
México, El Colegio de México, 2010, p. 76.
80
Schroeder–Gudehus, B., “Les grandes puissances devant l'Exposition Universelle de 1889”,
Le mouvement social, n. 149, octubre–diciembre de 1989; Lasheras Peña, Ana Belén, España en París.
La imagen nacional en las exposiciones universales (1855–1900) (Tesis de Doctorado en Historia Moder�
na y Contemporánea), Universidad de Cantabria, 2009, p. 79, consultado el 15 de septiembre de
2011, disponible en http://hdl.handle.net/10803/10660.
81
Como uno de tantos ejemplos, vale recordar que en la exposición parisina de 1900 se celebró,
con gran pompa, la alianza franco–rusa de 1894 con la inauguración del Puente Alejandro III. Véase
Brown, R. W., “Paris 1900”, en Findling y Kimberly (eds.), Historical Dictionary of World's Fairs and
Expositions, 1851–1988, Nueva York, ee. uu., Greenwood Press, pp. 155–164.
escenarios distantes 81
82
En México, la responsabilidad recayó en la recién instituida Dirección de Colonización e In�
dustria, que fue habilitada como Comisión Central Mexicana para la Exposición en Londres. La de�
cisión fue tomada el 25 de mayo de 1850 bajo la presidencia de José Joaquín de Herrera y Ricardos.
83
Circular del 1º de Julio de 1850, publicada en México por Mariano Gálvez, secretario de la
Comisión Central Mexicana para la Exposición de Londres.
82 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
84
Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport général. Historique des
expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, i t., París, Francia, Imprimerie
Nationale, 1891, pp. 109–111, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponible en http://canum.
cnam.fr/redir?8XAE349.1.
84 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
85
A fin de eliminar los productos indignos de una exposición universal, la comisión francesa
los sometió a un doble examen a cargo, primero, de comisiones departamentales y, después, de la
comisión central. Este proceso de selección se fue instaurando como el más eficaz para el lucimien�
to de las naciones. Véase Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport
général. Historique des expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, i t., París,
Francia, Imprimerie Nationale, 1891, pp. 235 y 236, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponi�
ble en http://canum.cnam.fr/redir?8XAE349.1.
86
“Decreto firmado por Napoleón y fechado el 8 de marzo de 1853”, en Rapport sur l'exposition
universelle de 1855, présenté à l'Empereur par S. A. I. le Prince Napoleón, président de la commission, París,
Francia, Imprimerie Impériale, 1856, p. 170, consultado el 15 de noviembre de 2011, disponible en
http://cnum.cnam.fr/CGI/fpage.cgi?8XAE55/21/110/492/491/492.
87
“Decreto firmado por Napoleón y fechado el 22 de junio de 1853”, en Rapport sur l'exposition
universelle de 1855, présenté à l'Empereur par S. A. I. le Prince Napoleón, président de la commission, París,
Francia, Imprimerie Impériale, 1856, p. 72, consultado el 15 de noviembre de 2011, disponible en
http://cnum.cnam.fr/CGI/fpage.cgi?8XAE55/21/110/492/491/492.
escenarios distantes 85
88
Rapport sur l'exposition universelle de 1855, présenté à l'Empereur par S. A. I. le Prince Napoleón,
président de la commission, París, Francia, Imprimerie Impériale, 1856, pp. 16–17, consultado el 15 de
noviembre de 2011, en http://cnum.cnam.fr/CGI/fpage.cgi?8XAE55/21/110/492/491/492.
89
“Exposición Universal de París de 1855”, La Ilustración. Periódico universal, 24 de septiembre
de 1855, p. 378.
86 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
XXII. Representación
de la eficacia de los Sin
Museos de Bellas Artes secciones
aplicadas a la industria
XXIII. Objetos de arte
Sin
para los servicios reli�
secciones
giosos
XXIV. Exposiciones de
Sin
aficionados (sin exa�
secciones
men)
94 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
90
Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport général. Historique des
expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, i t., París, Francia, Imprimerie
Nationale, 1891, pp. 220–222, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponible en http://canum.
cnam.fr/redir?8XAE349.1.
91
“Declaración del Presidente de los Estados Unidos de América. Firmada en Washington D.
C., el 3 de julio de 1873”, en Rapports. France. Commission supérieure. Exposition internationale et uni-
verselle de Philadelphie (1876), París, Francia, Imprimerie Nationale, 1877, xxiii–xxiv, consultado el 20
de diciembre 2011, disponible en http://cnum.cnam.fr/redir?8XAE206.
96 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
de las minas
Productos metalúrgicos 15
Véase Hodeir, Catherine, “En route pour le pavillon americaine”, Le mouvement social, n. 149,
92
octubre–diciembre de 1989, pp. 89–98; Aimone, Linda y Olmo, Carlo, Les expositions universelles
(1851–1900), París, Francia, Belin, 1993, pp. 81 y 82.
escenarios distantes 97
Pintura
IV. Bellas artes
Grabado y litografía
27
Fotografía
Fruticultura
Animales terrestres
Animales acuáticos 63
93
Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport général. Historique des
expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, i t., París, Francia, Imprimerie
Nationale, 1891, pp. 230–232, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponible en http://canum.
cnam.fr/redir?8XAE349.1.
escenarios distantes 101
IX Horticultura De la 85 a la 90
Fuente: Rapport administratif sur l'exposition universelle de 1878 à Paris. Rapport au Président de la
République, à l'appui du décret du 14 avril 1876, ii t., París, Francia, Imprimerie Nationale, 1881, pp.
33–67, consultado el 20 de diciembre de 2011, disponible en http://cnum.cnam.fr/redir?8XAE278
94
Rapport administratif sur l'exposition universelle de 1878 à Paris. Rapport au Président de la Ré-
publique, à l'appui du décret du 14 avril 1876, i y ii t., París, Francia, Imprimerie Nationale, 1881,
pp. 90–99 y 179–184, consultado el 20 de diciembre de 2011, disponible en http://cnum.cnam.fr/
redir?8XAE278.
95
Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport général. Historique des
expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, i t., París, Francia, Imprimerie
Nationale, 1891, pp. 240–241, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponible en http://canum.
cnam.fr/redir?8XAE349.1.
escenarios distantes 103
96
Destinada a mostrar las riquezas hidrotermales de Francia y a ofrecer datos completos sobre
su búsqueda y localización, su captación, su composición química, su conservación y su empleo.
97
Considerando su importancia en la civilización moderna, las audiciones musicales fueron
organizadas con más cuidado que en 1867.
98
En la que se expusieron las disposiciones portuarias, su planificación, su mantenimiento, sus
posibilidades de comunicación hacia el extranjero y hacia el interior del país, entre otros muchos
aspectos.
99
Más de 900 obras —entre pinturas, esculturas, tapices y diseños— fueron adjuntadas a la
sección de Bellas Artes con el concurso de municipalidades, autoridades diocesanas, coleccionistas
y descendientes de ilustres familias; la muestra no necesitó de la participación de las colecciones de
los Museos de Louvre ni del de Versalles.
100
La exhibición internacional de Antropología —organizada por la Sociedad Antropológica
de París— contó con la participación de dieciséis países, cuyas colecciones fueron preparadas por
los representantes de las naciones expositoras, aunque Francia aportó la mayor cantidad de objetos
provenientes, principalmente, de su colonia argelina y sirvió para contextualizar el congreso que
con ese tema se celebraba en el Palacio del Trocadero. Véase Rapport administratif sur l'exposition
universelle de 1878 à Paris. Rapport au Président de la République, à l'appui du décret du 14 avril 1876, i
t., París, Francia, Imprimerie Nationale, 1881, pp. 571–578, consultado el 20 de diciembre de 2011,
disponible en http://cnum.cnam.fr/redir?8XAE278.
104 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
101
Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport général. Historique des
expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, iii t., París, Francia, Imprimerie
Nationale, 1891, pp. 10 y 11, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponible en http://canum.
cnam.fr/redir?8XAE349.1.
102
Picard, Alfred, Exposition universelle international de 1889 à Paris. Rapport général. Historique des
106 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
expositions universelles. Preliminaries de l'exposition universelle de 1889, i t., París, Francia, Imprimerie
Nationale, 1891, pp. 324 y 325, consultado el 10 de diciembre de 2011, disponible en http://canum.
cnam.fr/redir?8XAE349.1.
103
Citado en Schroeder–Gudehus, B., “Les grandes puissances devant l'Exposition Universelle
de 1889”, Le mouvement social, n. 149, octubre–diciembre de 1989, p. 17.
escenarios distantes 107
Exposición en un par�
Animales domésticos y salvajes.
que reservado en los
c) Ganados Aves de corral. Insectos. Proce�
alrededores del Pala�
sos de mejora
cio de la Agricultura
104
Godoy, José F., La ciudad de Chicago y la exposición universal de 1893, Chicago, Estados Unidos
de América, Cía. Publicista Panamericana, 1892, pp. 98 y 99.
escenarios distantes 111
105
Krantz, Camille (dir.), Exposition internationale de Chicago en 1893. Rapports. Rapport adminis-
tratif sur l'Exposition internationale de Chicago, París, Francia, Imprimerie Nationale, 1895, p. xxiii,
consultado el 29 de diciembre de 2011, disponible en http://cnum.cnam.fr/redir?8XAE394.
106
“Propuesta de resolución presentada a la Cámara de Diputados el 2 de julio de 1892”, en
Picard, Alfred, Exposition universelle de 1900 à Paris. Rapport général administratif et technique, París,
Francia, Imprimerie nationale, 1902–1903, p. 7, consultado el 12 de enero de 2012, disponible en
http://cnum.cnam.fr/redir?4XAE69.1.
112 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Picard, Alfred, Exposition universelle de 1900 à Paris. Rapport général administratif et technique,
107
París, Francia, Imprimerie nationale, 1902–1903, pp. 47 y 48, consultado el 12 de enero de 2012,
disponible en http://cnum.cnam.fr/redir?4XAE69.1.
escenarios distantes 113
por las actividades productivas, para cerrar con los objetos de los grupos
de economía social, colonización y armamentos, cuestiones insoslayables
al final del siglo xix. Para lograr la representación del complejo fin de
siglo y a diferencia de los certámenes previos, que incluían diferentes
exposiciones especializadas para lograr una representación más acabada,
el sistema clasificatorio de 1900 previno que cada grupo, y de ser posible
cada clase de objetos, debía incluir exposiciones retrospectivas que expli�
caran gráficamente los avances y los procesos de transformación de los
objetos desde 1800.
Este sistema reflejó una tendencia general al fraccionamiento de los
grupos. Por ejemplo, se diferenciaron los productos de educación y en�
señanza de los procedimientos de las ciencias, las artes y las letras, y se
separaron la agricultura de la pesca y la recolección. Por otro lado, lo
que en certámenes anteriores fueron clases, ahora figuraron en el rango
de grupos. Es el caso del grupo V (Electricidad), que habiendo sido una
clase en 1889, ameritó constituirse en un grupo, y no era para menos, al
finalizar el siglo xix las aplicaciones de la electricidad —el ‘hada’ de la
electricidad— a la industria, a las comunicaciones y a la vida cotidiana
permitían vislumbrar posibilidades insospechadas. Del mismo modo se
consagró un grupo a la producción bélica e igual sucedió con la industria
química, que fue elevada a la categoría de grupo, a consecuencia de la
creciente importancia que adquiría este sector en la economía y, posible�
mente, para lucimiento de la nación anfitriona, destacada en este ámbito.
La intención de representar en los recintos expositivos la evolución
de las necesidades del ser humano, de la industria y de sus posibles so�
luciones técnicas, llevó a la aparición de nuevos grupos de objetos. Los
problemas sociales, anteriormente tematizados en exposiciones especia�
lizadas anexas a la gran exposición, emergieron como nuevos campos
semánticos susceptibles de representación en grupos de objetos. La cues�
tión social, que había sido abordada en exposiciones especializadas des�
de 1855, y que en algunas exposiciones llegó a constituir hasta dieciséis
clases repartidas en diferentes grupos, ahora se representó en un grupo
notablemente extenso, abarcó doce clases de objetos, acusando la influen�
cia del asociacionismo. Por otro lado, un nuevo grupo fue consagrado a
los procesos de colonización, a sus efectos morales y materiales; su inclu�
sión, al decir de los organizadores, se hacía por dos razones: por la nece�
sidad de expansión colonial que experimentaban todos los pueblos civi�
lizados y por el importante papel que las colonias tenían para el porvenir
118 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
108
Lasheras Peña, Ana Belén, España en París. La imagen nacional en las exposiciones universales
(1855–1900) (Tesis de Doctorado en Historia Moderna y Contemporánea), Universidad de Can�
tabria, 2009, pp. 8–10, consultado el 15 de septiembre de 2011, disponible en http://hdl.handle.
net/10803/10660.
109
Bassignana, P. L., Le feste popolari del capitalismo: esposizioni d'industria e coscienza nazionale in
Europa (1798–1911), Torino, Italia, Umberto Allemandi, 1997, pp. 55–62.
120 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
tura específica, formando parte de una serie de eventos.110 Las que se cele�
braron en la segunda mitad del siglo xix compartieron como característica
más visible, el que no fueron reguladas ni organizadas por organismos
internacionales, por lo tanto, su frecuencia, localización y duración fue�
ron imprevisibles111 y dependieron de la voluntad, los recursos y la capa�
cidad organizativa de los países anfitriones; además, coincidieron en la
pretensión de reunir, en cada edición, objetos naturales y culturales que
representaran la totalidad de las actividades humanas, esta aspiración
permitió el concurso de lo bello, lo útil, lo raro, lo viejo, lo nuevo…; y,
finalmente, se desarrollaron en una época marcada por la fe en el progre�
so, en la capacidad creadora del género humano para dar solución a los
problemas sociales que obstaculizaban la convivencia armónica de toda
la humanidad.
De la larga serie de exposiciones universales que inició desde 1851,
aquí me interesa constituir una serie sólo con las que se celebraron en la
segunda mitad del siglo xix a las que México concurrió con sus objetos
y productos para construir una imagen de prosperidad, de estabilidad,
de adhesión a los principios de la modernidad y del progreso; éstas se
distinguieron por la progresiva intención de publicitar la imagen de la
nación mexicana como contenedora de grandes posibilidades económi�
cas para la inversión y la colonización extranjera. Los datos disponibles
confirman la presencia de México en Londres, 1851; en París, 1855, 1867,
1889 y 1900; en Filadelfia, 1876; Nueva Orleans, 1884 y Chicago, 1893. En
esta disertación abordaré aquéllas que ejercieron una mayor influencia
en la definición de la forma como la nación mexicana se presentó en los
escenarios globales, imponiendo referentes culturales y estrategias orga�
nizativas que impactaron sus ámbitos regionales por muy dispersos y
heterogéneos que éstos fueran en el complejo siglo xix mexicano.
110
Rebérioux, Madeleine, “Au tournant des expos: 1889”, Le mouvement social, n. 149, octubre–
diciembre de 1989, pp. 3–14.
111
En 1888, coincidió la realización de exposiciones universales en Barcelona, Bruselas y
Melbourne, mientras que la Exposición de Nueva Orleans se mantuvo abierta durante casi tres
años. Véase Schroeder–Gudehus, B. y Rasmussen, A., Les fastes du progrès: le guide des expositions
universelles (1851–1992), París, Flammarion, 1992, p. 238.
la puesta en escena de la nación mexicana
1
Por citar sólo un caso: la intensa actividad económica en torno al palo de Brasil tuvo como
efecto inmediato la adopción del nombre de Brasil para las tierras descubiertas y ocupadas por los
portugueses en la parte sur del continente americano. Una interesante reflexión la brinda Murilo
de Carvalho, José, “Brasil, Brazil: sueños y frustraciones”, en José Carlos Chiaramonte, Carlos Ma�
richal y Aimer Granados (comps.), Crear la nación. Los nombres de los países de América Latina, Buenos
Aires, Argentina, Sudamericana, 2008, pp. 17–40.
122 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
2
Mongne, Pascal, “Imaginaire et réalité: l'imagerie du Mexique durant la première moitié du
xixe Siècle”, en Michel Bertrand y Laurent Vidal (dirs.), À la redécouverte del Amérique. Les voyageurs
europèens au siècle des indépendances, Toulouse, Francia, Presses Universitaires Du Mirail, 2002, pp.
97–124.
3
Weiner, Richard “El declive económico de México en el siglo xix: una perspectiva cultural”,
Signos Históricos, n. 12, julio–diciembre de 2004, pp. 73–75.
la puesta en escena de la nación mexicana 123
bancarrota del erario público, por las amenazas externas y por la inesta�
bilidad política provocada por los movimientos separatistas y los golpes
militares, no podía ser de otro modo, la actividad industrial presentaba
signos de máxima debilidad y paralización económica.
La expansión de la actividad industrial se notaba, principalmente, en
el ramo textil en un espacio geográfico claramente delimitado, el centro–
oriente del territorio nacional, en el cual estaban comprendidos los estados
de Puebla y de México,4 identificados desde los aztecas como el corazón
de la nación. La multiplicación de establecimientos fabriles en los años
posteriores a la década de 1840 —después de la inauguración, en 1835, en
territorios aledaños a la ciudad de Puebla de la primera fábrica textil me�
canizada—5 no alcanzó a desdibujar la impresión de que las actividades
de la industria textil se desarrollaban sobre la base de la industria domici�
liaria practicada en el medio urbano y rural. Para los observadores exter�
nos, obsesionados por los recursos minerales,6 la industria y sus productos
aparecen muy lejos de identificarse con el territorio mexicano.7 Así, sólo
los productos y objetos que habían destacado en la economía novohispa�
na permanecían como representativos del país. Por abundantes, la plata y
sus míticos recursos minerales eran un sinónimo del territorio mexicano.
A mediados del siglo xix, México, como nación, sobrevivía penosa�
mente ante los innumerables retos que le planteaba la situación externa
e interna: la derrota ante los Estados Unidos y la consiguiente pérdida
de territorio, los levantamientos indígenas que sucedieron a la guerra,
4
En 1843, el 64 % de las empresas textiles se localizaban en los estados de México y Puebla.
Esa situación se modificó lentamente: en 1843, las fábricas textiles se concentraban en ocho es�
tados del país, para 1879 casi todos los estados contaban con una, por lo menos. Véase Gó�
mez Galvarriato, Aurora, “Fragilidad institucional y subdesarrollo: la industria textil mexi�
cana en el siglo xix”, en La industria textil mexicana, México, Instituto Mora, 1999, pp. 142–182.
5
Propiedad de Estevan de Antuñano, se denominó La Constancia Mexicana.
6
Entre 1861 y 1862 Charles Lemprière presentó una lista sobre las producciones del estado de
Puebla, destacando en primer lugar la posibilidad de explotación de minas, cuando hasta la fecha
se sabe que el territorio poblano no se distingue por su producción minera, y sólo menciona al final
la existencia de numerosas fábricas de algodón. Véase Lemprière, Charles, Notes in Mexico in 1861
and 1862, Londres, Gran Bretaña, 1862, pp. 154–156.
7
Los principales tópicos de interés presentes en los relatos de viajes de esos años son dos: las ri�
quezas naturales y el redescubrimiento de las civilizaciones prehispánicas, cuyos vestigios arqueo�
lógicos aparecen abandonados en medio de una naturaleza indómita. Sanchez Guillermo, Evelyne,
“L'industrie mexicaine vue par les voyageurs européens du xixe Siècle”, en Michel Bertrand y Lau�
rent Vidal (dirs.), À la redécouverte del Amérique. Les voyageurs europèens au siècle des indépendances,
Toulouse, Francia, Presses Universitaires Du Mirail, 2002, pp. 207–222.
124 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
8
Véanse desde las Cartas de Relación de Hernán Cortés o las Crónicas de la Conquista de Bernal Díaz
del Castillo o de Antonio Solís.
9
Mártir Anglería, Pedro, Décadas del Nuevo Mundo, México, Porrúa, 1964, p. 2: 364.
10
Solís, Antonio de, Historia de la conquista de México, población y progresos de América septentrio-
la puesta en escena de la nación mexicana 125
nal, conocida por el nombre de Nueva España, México, Miguel Ángel Porrúa, 1988, p. 35.
11
Sus conclusiones se hacían extensivas a la población: incluso los colonos europeos, al esta�
blecerse en América, sufrían la inevitable degradación orgánica proveniente de la atmósfera y pre�
cisamente esta tesis —la degeneración de los europeos en América— fue la que provocó no sólo
la reacción apologética de los criollos, sino también la indignación de la elite ilustrada. Buffon,
Georges–Louis, Las épocas de la naturaleza, Madrid, Alianza, 1997, citado en Castro Gómez, Santiago,
La hybris del punto cero: ciencia, raza e ilustración en la Nueva Granada (1750–1816), Bogotá, Colombia,
Editorial Pontificia, Universidad Javeriana, 2005, pp. 273–291.
12
Dos ejemplos de la argumentación de los criollos americanos se pueden encontrar en Clavi�
jero, Francisco Javier, Historia antigua de México, iii t., México, Porrúa, 1958; y en Velasco, Juan de,
Historia del Reino de Quito en la América Meridional escrita por el Presbítero Don Juan de Velasco, nativo
del mismo Reino, i v., Quito, Ecuador, Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, 1998.
126 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
paña benévola, rica, más que propicia para el desarrollo de una nación
ilustrada y fuerte. A partir de entonces, México fue ‘el cuerno de la abun�
dancia’, y su capital ‘la ciudad de los palacios’”. Su Ensayo político se con�
virtió en una de las obras extranjeras más leídas, comentadas y citadas en
México, y gozó de una casi exclusiva autoridad en lo que a la geografía
y a la economía del país tocaba. Su perspectiva, construida a la vista de
las regiones que exploró y describió, alimentó la inmensa fe en el medio
geográfico mexicano como eficaz fuente de riqueza.13
En buena medida, la percepción de México como fuente de abasteci�
miento de materias primas fue construida por los extranjeros, la mirada
ajena ha sido el origen y sustento de la idea sobre la riqueza legendaria de
México.14 Esa percepción dio motivo de reflexión a pensadores liberales
y conservadores en la primera mitad del siglo xix mexicano, que se inte�
resaron por desentrañar las beneficiosas relaciones entre los recursos del
espacio físico y el desarrollo de la comunidad nacional, y, para ello, par�
tieron de la revisión de los datos geográficos y estadísticos de Humboldt
y su amable visión sobre la opulencia mexicana.
La obra del economista Tadeo Ortiz (1832)15 enfatizó la riqueza agrí�
cola de México, la fertilidad de su suelo y la abundancia de sus recursos
naturales. Por su parte, Mora apuntó que “México después de 1804 ha
sufrido cambios de mucho tamaño que han causado una variación total
en su fisonomía”,16 por lo que la descripción de Humboldt ya no bastaba
para conocer al país, pero no contradijo la idea de la riqueza natural de su
territorio, como tampoco la contradijo Lucas Alamán, quien se lamentaba
de la terrible situación que sufría el país por sus continuas revoluciones,
centrando su esperanza en que las nuevas generaciones aprendieran del
pasado, viendo “por qué medios se desvanecen las más lisonjeras espe�
ranzas, y cómo los errores de los hombres pueden hacer inútiles los más
13
Salmerón Sanginés, Pedro, “El mito de la riqueza de México. Variaciones sobre un tema de
Cosío Villegas”, Estudios de historia moderna y contemporánea de México, v. 26, documento 315, 2003,
pp. 127–152, consultado el 2 de septiembre de 2011, disponible en http://www.iih.unam.mx/mo�
derna/ehmc/ehmc26/315.html.
14
Cosío Villegas, Daniel, “La riqueza legendaria de México”, en Extremos de América, México,
Tezontle, 1949, pp. 94 y 95.
15
Ortiz, Tadeo, México considerado como nación independiente y libre, Guadalajara, México, Edicio�
nes itg, 1952, pp. 2: 7–51.
16
Mora, José María Luis, México y sus revoluciones, México, Fondo de Cultura Económica e Insti�
tuto Cultural Helénico, 1985, 1: páginas introductorias.
la puesta en escena de la nación mexicana 127
17
Alamán, Lucas, Historia de México, México, Jus, 1990, p. 1: 8.
18
La identificación de la forma del territorio mexicano con la alegoría de la abundancia, propia
de la cultura occidental, en México fue adoptada desde finales del siglo xviii y ha permanecido hasta
nuestros días. Véase García Rojas, Irma Beatriz, “El cuerno de la abundancia: mito e identidad en
el discurso sobre el territorio y la nación mexicanos”, Revue HISTOIRE(S) de l'Amérique Latine, v. 1,
2005, consultado el 15 de mayo de 2011, disponible en http://www.hisal.org/index.php?journal=
revue&page=article&op=viewFile&path%5B%5D=2005–9&path%5B%5D=31.
19
La asociación de la abundancia de recursos naturales con la riqueza de una nación se alineaba
con el pensamiento fisiocrático en boga. Véase Weiner, Richard, “El declive económico de México
en el siglo xix: una perspectiva cultural”, Signos Históricos, n. 12, julio–diciembre de 2004, pp. 68–93.
20
En 1841 se creó una Dirección General de la Industria Nacional, las Juntas de Fomento a la
Agricultura en 1843 y en diciembre de 1846 la Dirección de Colonización e Industria, y cesaron las
funciones la Dirección General de la Industria Nacional.
128 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
21
Decreto orgánico para el arreglo de la industria agrícola y fabril de la República, de Nicolás Bravo,
Presidente sustituto de la República, México, 2 de diciembre de 1842.
22
Decreto de Antonio López de Santa Ana de creación de cinco secretarías de estado para la
administración de las funciones de gobierno, México, 22 de abril de 1853, citado en Zuleta, Ma�
ría Cecilia, “La Secretaría de Fomento y el fomento agrícola en México (1876–1910). La invención
de una agricultura próspera que no fue”, Mundo Agrario, v. 1, n. 1, julio–diciembre de 2000, con�
sultado el 15 septiembre de 2011, disponible en http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_
arttext&pid=S1515–59942000000200004&lng=es&nrm=iso.
23
Siliceo, Manuel, Memoria de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, In-
dustria y Comercio de la República Mexicana escrita por el ministro del ramo… para dar cuenta con ella al
la puesta en escena de la nación mexicana 129
[…] la voluntad para hacer de nuestro territorio el país más rico del mun�
do, [cuando] el completo restablecimiento de la paz, base de la prosperidad
pública, [para que] el Gobierno pueda aumentar sus rentas, y con ellas en�
sanchar los límites de su acción, para llenar los deseos de Vuestra Majestad,
que tan generosamente protege todo lo que tiende a engrandecer el país.25
soberano Congreso Constitucional, México, Imprenta de Vicente García Torres, 1857, p. 1: 19.
24
Siliceo, Manuel, Memoria de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, In-
dustria y Comercio de la República Mexicana escrita por el ministro del ramo… para dar cuenta con ella
al soberano Congreso Constitucional, México, Imprenta de Vicente García Torres, 1857, pp. 1: 20–23.
25
Robles Pezuela, Luis, Memoria presentada a S. M. el Emperador por el ministro de fomento… De los
130 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
trabajos ejecutados en su ramo el año de 1865, México, Imprenta de J. M. Andrade y F. Escalante, 1866.
26
Por otra parte, estos trabajos sirvieron para alentar el desarrollo de trayectorias profesionales
ligadas a la exploración y a la labor científica. Menos conocido que García Cubas, Guillermo Hay,
a partir de aquí, labró su prestigio como hombre de ciencia y se destacó por su interés en la inves�
tigación y en el desarrollo de la técnica, lo cual le valió para que el gobierno del estado de Puebla
lo designará como el primer director de la Escuela de Artes y Oficios del Estado en 1885, cargo
que dejó en 1886 al obtener el privilegio exclusivo para explotar un nuevo método de beneficio de
las sales contenidas en los tequesquites y en las aguas de los lagos salados y para blanquear la sal
amarilla que se cosechaba en las inmediaciones del Lago de Texcoco. Véase Herrera Feria, María de
la puesta en escena de la nación mexicana 131
Lourdes, La educación técnica en Puebla durante el Porfiriato: la enseñanza de las artes y los oficios, Puebla,
México, SIZA–Conacyt, Secretaría de Educación Pública, Benemérita Universidad Autónoma de
Puebla, 2002, pp. 17 y 27.
27
Robles Pezuela, Luis, Memoria presentada a S. M. el Emperador por el ministro de fomento… De los
trabajos ejecutados en su ramo el año de 1865, México, Imprenta de J. M. Andrade y F. Escalante, 1866.
28
Robles Pezuela, Luis, “Memoria acerca de los terrenos de Metlaltoyuca, presentada al Minis�
terio de Fomento por la Comisión exploradora presidida por el ingeniero Ramón Almaraz, docu�
mento n. 10”, en Memoria presentada a S. M. el Emperador por el ministro de Fomento… De los trabajos
ejecutados en su ramo el año de 1865, México, Imprenta de J. M. Andrade y F. Escalante, 1866, pp.
213–238.
132 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
29
Le Goff, Armelle y Prevost Urkidi, Nadia, Commission de l'exploration scientifique du Mexi�
que (1862–1893). F/17/2909 à 2914/3. Répertoire méthodique et semi–analytique, París, Francia,
Archives Nationales, 2009.
30
Balcárcel, Blas, Memoria que el secretario de estado y encargado del Despacho de Fomento, Coloniza-
ción, Industria y Comercio presenta al Congreso de la Unión, México, Imprenta del Gobierno en Palacio,
1868.
la puesta en escena de la nación mexicana 133
31
Carmagnani, Marcello, Estado y mercado. La economía pública del liberalismo mexicano, 1850–1911,
México, El Colegio de México, Fideicomiso Historia de las Américas y Fondo de Cultura Económi�
ca, 1994, pp. 48–55.
32
Weiner, Richard “El declive económico de México en el siglo xix: una perspectiva cultural”,
Signos Históricos, n. 12, julio–diciembre de 2004, p. 78, señala que los cambios en las nociones de
riqueza en el pensamiento occidental se pueden seguir desde principios del siglo xix en las obras
de A. Smith y D. Ricardo. Las elites políticas en México asimilaron esta evolución con un retraso
de medio siglo.
33
Pacheco, Carlos, “Introducción”, en Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario
de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, General
Carlos Pacheco. Corresponde a los años transcurridos de enero de 1883 a junio de 1885, México, Oficina
Tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1887.
134 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
puntualizó que: “si bien es verdad que nuestro territorio es rico, en cambio,
en punto a trabajo y en punto a capital, hay una deficiencia manifiesta”.
Para esta generación de liberales —nacida entre 1845 y 1859, testi�
go de la lucha entre el imperio y la república y del advenimiento de la
paz, formada, básicamente, por Gabino Barreda, bajo los postulados del
Positivismo y asimilada a la alta burocracia porfiriana—34 la riqueza del
territorio no era más que una leyenda que se oponía al progreso material
de la nación…
34
Matute, Álvaro y Trejo, Evelia, “La historia antigua en México: su evolución social”, Estudios
de Historia moderna y contemporánea de México, v. 14, 1991, pp. 89–106.
35
Macedo, Pablo, La evolución mercantil. Comunicaciones y obras públicas. La hacienda pública, Mé�
xico, Universidad Nacional Autónoma de México, 1989, pp. 175–178. En su colaboración a la mo�
numental obra de la historiografía porfiriana coordinada por Sierra, Justo, México: su evolución social
(1901), se describen las condiciones geográficas del territorio mexicano para explicar los obstáculos
para el desarrollo de las comunicaciones y su impacto en la evolución del comercio en México.
36
Díaz Dufoo, Carlos, “La evolución industrial”, en Justo Sierra, México: su evolución social, ii t.,
México, J. Ballescá y Cía., 1900–1902, pp. 99–158.
la puesta en escena de la nación mexicana 135
37
No pocos estuvieron en desacuerdo con esta afirmación, algunos mexicanos y extranjeros in�
sistieron en la riqueza del territorio señalando que ya era legendaria su fama como vasto depósito
de recursos que, sin embargo, habían sido explotados de manera incompleta.
38
Díaz Dufoo, Carlos, “La evolución industrial”, en Justo Sierra, México: su evolución social, ii t.,
México, J. Ballescá y Cía., 1900–1902.
39
Zuleta, María Cecilia, “La Secretaría de Fomento y el fomento agrícola en México (1876–1910).
La invención de una agricultura próspera que no fue”, Mundo Agrario, v. 1, n. 1, julio–diciem�
bre de 2000, consultado el 15 septiembre de 2011, disponible en http://www.scielo.org.ar/scielo.
php?script=sci_arttext&pid=S1515–59942000000200004&lng=es&nrm=iso.
136 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
40
Riguzzi, Paolo, “México próspero: las dimensiones de la imagen nacional en el Porfiriato”,
Historias. Revista de la Dirección de Estudios Históricos, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
n. 20, abril–septiembre de 1988, pp. 137–157.
41
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v.
28; Romero, Matías, Reciprocidad comercial entre México y los Estados Unidos (El Tratado Comercial de
1883), 1890, [facsimilar, 1971].
la puesta en escena de la nación mexicana 137
42
López–Ocón Cabrera, Leoncio, “La formación de un espacio público para la ciencia en la Amé�
rica Latina durante el siglo xix”, Asclepio. Revista de historia de la medicina y la ciencia, v. 50, n. 2, 1998,
pp. 205 y 226, consultado el 15 de septiembre de 2011, disponible en http://asclepio.revistas.csic.es.
43
El naturalista español Ramón de la Sagra, quien había sido director del Jardín Botánico de La
Habana entre 1827 y 1835, ejerció de portavoz trasatlántico del ideario de El Eco Hispanoamericano,
al informar al público europeo de las riquezas americanas y de los adelantos y progresos científicos,
agrícolas e industriales de aquellos países ultramarinos, y, viceversa, al dar cuenta al público latino�
americano del desenvolvimiento científico técnico europeo. Él fue responsable, a partir del número
tres, de la sección que pasó a denominarse “El precursor de la exposición industrial de 1855”, que
tenía como fin dar publicidad a ese evento y estimular la participación en él de los latinoamerica�
nos. Véase López–Ocón, Leoncio, “Mensajeros de la ciencia en la periferia. La divulgación de los
conocimientos científico–técnicos en la América Latina durante el siglo xix a través de la prensa”,
Región, n. 5, 1996, pp. 19–21.
138 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
44
Siliceo, Manuel, Memoria de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, In-
dustria y Comercio de la República Mexicana escrita por el ministro del ramo… para dar cuenta con ella al
soberano Congreso Constitucional, México, Imprenta de Vicente García Torres, 1857, p. 1: 7.
la puesta en escena de la nación mexicana 139
45
Kuntz Ficker, Sandra “El patrón del comercio exterior entre México y Europa (1870–1913)”,
en Sandra Kuntz Ficker y Horst Pietschmann (eds.), México y la economía atlántica (siglos xviii–xx),
México, El Colegio de México, 2006, pp. 147–149.
46
Kuntz Ficker, Sandra “El patrón del comercio exterior entre México y Europa (1870–1913)”,
en Sandra Kuntz Ficker y Horst Pietschmann (eds.), México y la economía atlántica (siglos xviii–xx),
México, El Colegio de México, 2006, pp. 165–167.
140 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
47
Pacheco, Carlos, “Introducción”, en Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario
de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, General
Carlos Pacheco. Corresponde a los años transcurridos de enero de 1883 a junio de 1885, México, Oficina
Tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1887.
la puesta en escena de la nación mexicana 141
48
Siliceo, Manuel, Memoria de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, In-
dustria y Comercio de la República Mexicana escrita por el ministro del ramo… para dar cuenta con ella al
soberano Congreso Constitucional, México, Imprenta de Vicente García Torres, 1857, p. 1: 5.
49
Agostoni, Claudia y Speckman, Elisa (eds.), “Presentación”, en Modernidad, tradición y alteri-
dad. La Ciudad de México en el cambio de siglo (xix–xx), México, Universidad Nacional Autónoma de
México, Instituto de Investigaciones Históricas, 2001, pp. 5–14.
50
Pacheco, Carlos, “Introducción”, en Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario
de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, General
Carlos Pacheco. Corresponde a los años transcurridos de enero de 1883 a junio de 1885, México, Oficina
Tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1887, p. 1: Introducción.
142 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
51
Véase Romero, José Luis, Latinoamérica. Las ciudades y las ideas, México, Siglo XXI, 1977.
52
Hacia el cambio de siglo las ciudades más grandes de Latinoamérica eran Buenos Aires con
810 000 habitantes; la Ciudad de México con 350 000; Santiago de Chile, 300 000; La Habana, 330 000;
Montevideo, 300 000. En segundo lugar estaban Valparaíso con 160 000; Rosario con 110 000 y Gua�
dalajara con 100 000.
la puesta en escena de la nación mexicana 143
Contreras Cruz, Carlos, La gran ilusión urbana. Modernidad y saneamiento en la ciudad de Puebla
53
durante el Porfiriato. 1880–1910 (Tesis de doctorado en Historia y Geografía), Universidad del País
Vasco/Euskal Errico Unibertsitatea, 2000.
144 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
ascenso de Porfirio Díaz al poder, pero los cambios que trajo aparejados
su régimen definieron el rumbo del país hacia ese derrotero. La política
porfiriana creó las condiciones para que los actores económicos nacio�
nales y extranjeros se desarrollaran sin trabas. “En el Porfiriato [sostiene
el autor] la estabilidad política de un régimen sin fisuras va a la par con
la mutación extraordinaria de la economía y de la sociedad”,54 interven�
ción del Estado, abolición de las alcabalas, reorganización del aparato
administrativo y fiscal, desarrollo de los ferrocarriles, crecimiento de la
economía y del comercio ligado fuertemente con el mercado mundial,
reforma monetaria, etcétera, marcaron indeleblemente los años que van
entre 1880 y 1910.
Independientemente de que el proceso de modernización en México
prohijó profundas desigualdades regionales y una gran polarización so�
cial, en la que surgían nuevos grupos sociales y se consolidaban grupos
minoritarios que acaparaban una riqueza desmedida frente a la pobreza
y marginación de amplias capas de la población rural y urbana, la imagen
de la nación que se construyó en esas décadas, para consumo interno y
externo, fue la representación de la prosperidad y el progreso, y a este
propósito sirvió la participación mexicana en las exposiciones universa�
les, en donde se pretendió exhibir la identidad, la fortaleza, la potenciali�
dad y la riqueza de la nación.
54
Guerra, François–Xavier, México: del antiguo régimen a la revolución, México, Fondo de Cultura
Económica, 1991, p. 1: 302.
la puesta en escena de la nación mexicana 145
55
Periódico Oficial del Departamento de Puebla, domingo 15 de enero de 1854, pp. 1 y 2.
56
“Exposición Universal de Londres en 1851: artículo primero”, La ilustración mexicana, México,
146 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Imprenta de Ignacio Cumplido, 1851, p. 2: 121 y ss. La crónica del evento que apareció en noviem�
bre de ese año fue una crítica mordaz a los funcionarios de gobierno y a su pobre desempeño como
organizadores de la muestra mexicana, fue firmada por Fortún, seudónimo del periodista liberal
Francisco Zarco.
57
Mención especial merece Juan Nepomuceno Adorno, nacido en la Ciudad de México (1807–
1887), ingeniero de personalidad inquieta y gran capacidad creativa viajó por Europa y permaneció
en Inglaterra entre 1845 y 1853; a lo largo de su carrera diseñó una gran variedad de máquinas y
modelos mecánicos lo que le dio prestigio como inventor. En la gran exposición londinense de
1851 presentó su Introduction of the harmony of the universo; or principles of physico harmonic geometry
publicada por Reynell and Weight y expuso un método de anotación musical. Véase Illades, Carlos,
Las otras ideas. Estudio sobre el primer socialismo en México 1850–1935, México, Ediciones Era y Univer�
sidad Autónoma Metropolitana–Cuajimalpa, 2008, pp. 45–74.
58
Además del señor Adorno asistieron en calidad de visitantes Tomas Gillow, inglés avecinda�
do en Puebla, y su hijo, en aquel entonces de diez años, Eulogio Gillow, quien llegaría a ser, años
más tarde, arzobispo de Antequera, Oaxaca; además de ellos y de manera conjunta, hicieron el viaje
Manuel Escandón, funcionario de gobierno, Manuel Payno, ya para entonces un escritor de cierta
notoriedad y Carlos Sánchez Navarro, empresario. Véase Reminiscencias del Ilustrísimo y Reverendí-
simo Señor Doctor D. Eulogio Gillow y Zavalza, Arzobispo de Antequera Oaxaca. Obsequio cariñoso que
como recuerdo ofrece a su amado Clero Oaxaqueño y a sus amigos de confianza (2ª ed.), Puebla, Escuela
Lino–tipográfica Salesiana, 1921, p. 22.
la puesta en escena de la nación mexicana 147
59
Tenorio Trillo, Mauricio, Artilugio de la nación moderna. México en las exposiciones universales
(1880–1930), México, Fondo de Cultura Económica, 1998.
60
Zuleta, María Cecilia, “La Secretaría de Fomento y el fomento agrícola en México (1876–1910).
La invención de una agricultura próspera que no fue”, Mundo Agrario, v. 1, n. 1, julio–diciem�
bre de 2000, consultado el 15 septiembre de 2011, disponible en http://www.scielo.org.ar/scielo.
php?script=sci_arttext&pid=S1515–59942000000200004&lng=es&nrm=iso.
148 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
61
Periódico Oficial del Gobierno del estado de Puebla, domingo 7 de agosto de 1853, p. 1; y Busto,
Emiliano, Estadística de la República Mexicana. Estado que guardan la agricultura, industria, minería y co-
mercio. Resumen y análisis de los informes reunidos a la secretaría de Hacienda por los agricultores, mineros,
industriales y comerciantes de la República y los agentes de México en el exterior en respuesta a las circulares
del 1º de agosto de 1877, México, Imprenta de Ignacio Cumplido, 1880, p. 1: 26.
la puesta en escena de la nación mexicana 149
62
Francisco de Paula de Arrangoiz y Berzábal nació en Jalapa hacia el año de 1812. Hijo de una
familia de convicciones realistas y tendencias conservadoras, se identificó plenamente con Lucas
Alamán. Fue ministro de Hacienda en 1848, durante el gobierno de Manuel de la Peña y Peña y
con diferentes cargos en el servicio consular durante los gobiernos de José Joaquín de Herrera y de
Mariano Arista, sirvió en el mismo ramo a Maximiliano de Habsburgo de quien terminaría distan�
ciándose por las tendencias liberales del archiduque. Véase Arrangoiz, Francisco de Paula, México
desde 1808 hasta 1867, México, Porrúa, 1968.
63
Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México, exp. 19–22–37.
64
Aguilar Zínser, Adolfo, “Prólogo”, en A. Sánchez Andrés et al. (coords.), Artífices y operadores
de la diplomacia mexicana. siglos xix y xx, México, Porrúa, umsnh, Universidad Nacional Autónoma
de México, 2004, p. xii.
150 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
esta orientación México lograría ser percibido como uno de los países
más importantes y mejor representados en las exposiciones internaciona�
les, imagen que se afirmaría, sobre todo, en el último cuarto del siglo xix.65
La exposición universal que tendría lugar en 1855 fue la primera oportu�
nidad de los hombres del régimen para ensayar la puesta en marcha de
nuevas formas de organización que sirvieran a los fines promocionales
de la joven república.
Esta nueva estructura organizativa involucró a funcionarios en Mé�
xico y a los que estaban apostados en diferentes sedes consulares euro�
peas, principalmente en París, incluyó la consabida organización de una
exposición nacional de objetos de industria y artes, en la primera semana
de noviembre de 1853, pero a diferencia de lo que había sucedido en 1850
cuando se atendió la invitación a la gran exposición londinense de 1851,
esta vez los agentes del Ministerio de Fomento se dieron a la tarea de reu�
nir los artefactos y productos más notables de todos los departamentos
para remitirlos a la Ciudad de México, a fin de que “se escogieran los más
preciosos” para su envío a la exposición;66 del mismo modo se nombró
una comisión67 integrada por funcionarios del Ministerio de Relaciones
Exteriores y de individuos suficientemente instruidos para colocar los
objetos enviados por México que, además, estaban capacitados para dar
todos los informes y explicaciones que requiriesen los miembros del ju�
rado de la exposición.
65
Riguzzi, Paolo, “México próspero: las dimensiones de la imagen nacional en el Porfiriato”,
Historias. Revista de la Dirección de Estudios Históricos, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
n. 20, abril–septiembre de 1988, pp. 149–151.
66
Carta signada por el ministro de Fomento Velázquez de León y fechada el 1 de junio de 1854,
dirigida a Ramón Pacheco, ministro plenipotenciario de la República Mexicana en París, Archivo
Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México, exp. 401.
67
En esa ocasión la comisión estuvo integrada por Pedro Escandón, secretario de la legación de
México en París, los señores conde de Brignola, don Guillermo O'Brien, cónsul general de México
en París, don Juan N. Adorno, don Juan Agea, empleado en este ministerio y D. J. Guillemin como
agregado a dicha comisión. Los nombramientos pueden localizarse en Legación de los Estados
Unidos Mexicanos en Francia, 1855, Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores,
México, exp. 401, leg. 31.
la puesta en escena de la nación mexicana 151
jes prominentes de cada localidad que prestaban sus servicios sin remu�
neración alguna para alentar y promover diversas tareas públicas: asis�
tencia y auxilio a los pobres, educación, salud, higiene y moralización. A
la hora de articular la acción social en favor de la digna representación de
la nación, esta forma tradicional de organización fue reeditada y aprove�
chada por las nuevas estructuras de gobierno.
El presidente de la Comisión Mexicana y secretario de la Legación
Mexicana en París, Pedro Escandón, rindió un informe detallado68 en el
cual no sólo describió la participación mexicana, sino que consignó la
experiencia lograda para favorecer un mejor desempeño de los organi�
zadores y expositores mexicanos en futuras exposiciones. Puntualmente,
reseñó su negociación para lograr el mejor lugar posible que habían de
ocupar en el Palacio de la Industria los objetos remitidos por la república,
su extensión y su posición; y anunció, satisfecho, que México había obte�
nido un buen lugar, entre los Estados Unidos y Bélgica; personalmente se
ocupó de disponer de la manera más conveniente para su exhibición los
productos mexicanos,69 revelando con ello su percepción sobre la impor�
tancia del lugar desde donde se quería ser mirado: “el cuadro del señor
Cordero ya se halla colocado pero no me ha agradado mucho el sitio que
le han destinado por ser uno de los ángulos de la galería; veré si puedo
conseguir que me lo cambien de lugar”.70 Entonces, el reconocimiento a
la industria mexicana fue posible, no sólo por el esfuerzo de anónimos
expositores que enviaron sus objetos, sino también por la eficacia de los
organizadores.
Pero lo más importante de las comunicaciones de Escandón tiene
que ver con la apreciación que hace de los objetos expuestos por las na�
ciones más industrializadas y su comparación con la colección mexicana,
de donde extrae referencias aleccionadoras y recomendaciones para el
68
Escandón, Pedro, La industria y las bellas artes en la exposición universal de 1855. Memoria diri-
jida [sic] al excelentísimo señor ministro de Fomento de México, París, Francia, Imprimerie Centrale de
Napoleón Chaix etc., 1856.
69
Archivo General de la Nación. fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 1, exp. 1.
70
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 1,
exp. 1. Véase también Siliceo, Manuel, “Documento 39: Documentos justificativos correspondientes
a la cuarta parte de esta memoria que trata de la industria y medios de fomentarla”, en Memoria
de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República
Mexicana escrita por el ministro del ramo… para dar cuenta con ella al soberano Congreso Constitucional,
México, Imprenta de Vicente García Torres, 1857.
la puesta en escena de la nación mexicana 153
71
Al evento concurrieron 20 839 expositores, de los cuales 10 691 eran nativos de Francia y sus
colonias, 2 574, de Gran Bretaña y sus colonias; de los países americanos, Estados Unidos participó
con 130 expositores, México con 107; Nueva Granada, con 13; Guatemala, con 7; Argentina, con 6;
Costa Rica, con 4 y República Dominicana, con 1. La colección mexicana obtuvo 19 recompensas: 4
medallas de primera clase, 8 de segunda clase y 7 menciones honoríficas. Véase Escandón, Pedro,
La industria y las bellas artes en la exposición universal de 1855. Memoria dirijida [sic] al excelentísimo señor
ministro de fomento de México, París, Francia, Imprimerie Centrale de Napoleón Chaix etc., 1856, p. 9.
72
Periódico Oficial del Departamento de Puebla, 17 de noviembre de 1854, v. 2, n. 47.
154 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
73
El doctor Leopoldo Río de la Loza y Urbano Fonseca se habían distinguido en la dirección de
la Escuela Nacional de Agricultura fundada por el gobierno liberal de Ignacio Comonfort. Río de
la Loza (1807–1876) fue un connotado científico del siglo xix, cuyos trabajos se circunscriben dentro
de los procesos de profesionalización e institucionalización de la química y la farmacia mexicana.
Su trabajo destacó por la introducción de la química en los estudios de los médicos cirujanos, far�
macéuticos, agricultores, veterinarios, artistas y artesanos. Fue el primer científico en México que
aisló en el laboratorio sustancias como el oxígeno, el anhídrido carbónico y el nitrógeno. Estudió
los productos de los vegetales y sus componentes y caracterizó el ácido pipitzoico, descubrimiento
que le mereció en 1856 un importante premio internacional, la Medalla de Primera Clase de la So�
ciedad Universal Protectora de las Artes Industriales de Londres. Véase Siliceo, Manuel, Memoria
de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República
Mexicana escrita por el ministro del ramo… para dar cuenta con ella al soberano Congreso Constitucional,
México, Imprenta de Vicente García Torres, 1857, p. 1: 76; Urban Martínez, Guadalupe Araceli y
Aceves Pastrana, Patricia Elena, “Leopoldo Río de la Loza en la institucionalización de la química
mexicana”, Journal of the Mexican Chemical Society, v. 45, n. 1, 2001, pp. 35–39.
74
De acuerdo con la nueva nomenclatura imperial y reflejando el control que el gobierno im�
perial tenía del territorio, esos departamentos eran: Aguascalientes, Autlán, Campeche, Colima,
Durango, Fresnillo, Guanajuato, Guadalajara, La Laguna, Matamoros Izúcar, Matehuala, Mazatlán,
Mérida, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tehuantepec, Tlaxcala, Tula, Tulancingo, Tux�
pan, Veracruz y Zacatecas.
156 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
75
Frontaura, Carlos, Viaje cómico a la Exposición de París, París, Francia, Librería de Rosa y Bou�
ret, 1868. En la dedicatoria el autor se refiere a sí mismo como el “escritor más insignificante de
España“ y apunta como fecha de elaboración de su obra: Madrid, 1 de agosto de 1867.
76
Frontaura, Carlos, Viaje cómico a la Exposición de París, París, Francia, Librería de Rosa y Bou�
ret, 1868, p. 191.
la puesta en escena de la nación mexicana 157
77
Nacido en Pachuca, estado de Hidalgo el 6 de mayo de 1839. Realizó estudios de ingeniería
en el Colegio de Minería, donde se tituló en 1857. En Tulancingo construyó la fábrica de tejidos La
Esperanza. Sus ideas liberales provocaron su vigilancia y destierro a Puebla por parte del gobierno
de Maximiliano en 1866. Al restablecerse la república fue diputado por el estado de Puebla en la IV
Legislatura. Más adelante, al establecerse la VI Legislatura resultó electo presidente de la misma.
Eran tiempos en que los grupos lerdistas y juaristas se aliaron contra Porfirio Díaz, y en los que
Mancera apoyó al presidente Juárez. En 1876 representó a México en la exposición de Filadelfia, de
la cual trajo proyectos a México que permitieron la construcción de las vías de ferrocarril de Hidal�
158 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
go y del Noreste. De igual manera, su renombre en ingeniería le permitió realizar estudios para la
instalación del drenaje del Valle de México. Nombrado subsecretario de Fomento en el gabinete del
general Díaz en 1878, fungió más tarde como senador en 1882. Realizó diversas obras de beneficen�
cia como la manutención de varios orfanatos y becas anuales a niños del Colegio de las Vizcaínas.
Escribió el Diccionario enciclopédico de historia, geografía, mitología y geografía. Su labor filantrópica
fue reconocida por los estados de Puebla, Tamaulipas, México y Querétaro al declararlo ciudadano
local. El 22 de enero de 1925 falleció en la Ciudad de México. Véase en Ludlow, Leonor (coord.),
“Gabriel Mancera”, en 200 emprendedores mexicanos. La construcción de una nación, 1 v., México, lid
Editorial, 2010.
78
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 70,
exp. 14.
la puesta en escena de la nación mexicana 159
que se podían obtener por distrito, sus costos, los precios de las unidades
productivas, los medios y gastos de transporte, sus puntos de venta y los
mercados en los que se demandaban, los derechos aduanales, el precio
medio del trabajo en la localidad, las condiciones del terreno y el clima,
las facilidades de explotación, el número de habitantes; en una palabra,
todo lo que un hombre emprendedor necesitaba saber con el fin de em�
plear su trabajo o de invertir su capital. Las instituciones, los monumen�
tos y las antigüedades debían ser presentados en álbumes fotográficos, en
esculturas o en publicaciones para indicar el propio interés y para alentar
el estudio de los hombres de ciencia.
Con el objetivo de “[…] cambiar la errónea opinión que sobre no�
sotros se tiene en el extranjero, y contribuir, acaso instantáneamente, a
aumentar el número de nuestros consumidores dentro y fuera del país”,
la Comisión Mexicana para la Exposición en Filadelfia se aprestó a dar los
primeros pasos para formalizar su propio funcionamiento y en primer
lugar logró la aprobación del reglamento que establecía su estructura ad�
ministrativa como se muestra en la figura 3.
Al tiempo que funcionarios de los Ministerios de Fomento y de Re�
laciones Exteriores recababan informes y opiniones en el extranjero y se
diseñaba la estructura administrativa de la Comisión Central, sus inte�
grantes se ocuparon de organizar sus tareas y de asegurar la provisión de
recursos financieros para su operación, pues la información reunida por
Mancera les permitió tomar conciencia de la gravosa carga económica
que significaba la participación en una exposición internacional. Senta�
das las bases legales, la Comisión Central obtuvo un margen de acción
suficiente para demandar la colaboración de los gobiernos de los esta�
dos, de los territorios y del Distrito Federal, de diferentes individuos o
asociaciones y para designar las comisiones que considerara necesarias.79
Los responsables de las comisiones administrativas eran nombrados por
el presidente de la Comisión Central, Manuel Romero Rubio, mientras
que los responsables de las comisiones facultativas eran los mismos inte�
grantes de la Comisión Central. Las atribuciones otorgadas a este cuerpo
de organizadores les permitían mantener contacto directo con los poten�
ciales expositores, lo mismo que con autoridades y comisiones locales,
79
Reglamento formado por Comisión Mexicana de la Exposición Nacional y de la Internacional de Fila-
delfia, México, Imprenta de Díaz de León y White, 1875.
la puesta en escena de la nación mexicana 161
las cuales, una vez que eran nombradas por el gobernador del estado o
territorio, quedaban bajo la jurisdicción de los comisionados.
80
Reglamento formado por Comisión Mexicana de la Exposición Nacional y de la Internacional de Fila-
delfia, México, Imprenta de Díaz de León y White, 1875, pp. 17–20.
la puesta en escena de la nación mexicana 163
[…] aunque el reglamento que rige a esta comisión [...] no hay ninguna
prohibición para acordar subvenciones o suplementos como el que ahora se
solicita y aunque la comisión está animada de la mejor voluntad para pro�
teger en casos especiales las industrias o trabajos de sobresaliente mérito
por la escasez de los fondos de que hasta ahora puede disponer el Supremo
Gobierno para los gastos preparatorios de la Exposición Nacional y de la
representación [...] en Filadelfia [...] se ve precisada a proceder con absoluta
prudencia y a no establecer precedentes que más tarde pudieran obligarla
a ser injusta […].81
81
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 70,
exp. 3.
164 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
82
Díaz y de Ovando, Clementina, Las ilusiones perdidas del General Vicente Riva Palacio (La Expo-
sición Internacional Mexicana, 1880) y otras utopías, 2 t., México, Universidad Nacional Autónoma de
México, 2002.
la puesta en escena de la nación mexicana 165
Fernández, José Diego (diputado al Congreso General por el estado de Morelos), Discurso que
83
84
Yeager, Gene, “�����������������������������������������������������������������������
Porfirian commercial propaganda: Mexico in the World Industrial Exposi�
tions”, The Americas, a Quarterly Review of Inter–American Cultural History, xxxiv, n. 1, julio de 1977,
pp. 234 y 235.
85
Yeager, Gene, “�����������������������������������������������������������������������
Porfirian commercial propaganda: Mexico in the World Industrial Exposi�
tions”, The Americas, a Quarterly Review of Inter–American Cultural History, xxxiv, n. 1, julio de 1977,
p. 238.
la puesta en escena de la nación mexicana 167
86
Boletín de la Exposición Mexicana en la Internacional de París (1888), i t., México, Oficina Tipográ�
fica de la Secretaría de Fomento, 1888, p. 168.
168 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
87
Tenorio Trillo, Mauricio y Gómez Galvarriato, Aurora, El Porfiriato, México, Centro de Inves�
tigación y Desarrollo Estratégico y Fondo de Cultura Económica, 2006.
88
Ory, Pascal, “Les Expositions universelles, de 1851 à 2010: huit fonctions de la modernité”,
consultado el 15 de noviembre de 2011, disponible en http://ww.ac–orleans–tours.fr/hist–des–
arts/conference–expos–universelles.pdf.
89
Norambuena Carrasco, Carmen, “Imaginarios nacionales latinoamericanos en el siglo xix”,
170 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
História Unisinos, v. 10, n. 2, mayo–agosto de 2006, pp. 121–132, consultado el 17 de agosto de 2011,
disponible en http://www.unisinos.br/publicacoes_cientificas/images/stories/Publicacoes/his�
toriav10n2/art01_carrasco_historia.pdf.
la puesta en escena de la nación mexicana 171
90
Achim, Miruna, “El Museo Nacional de México y los guiones de la nación, 1825–1867”,
en Gustavo Leyva, Brian Connaughton, Rodrigo Díaz, Néstor García Canclini y Carlos Illades
(coords.), Independencia y revolución: pasado, presente y futuro, México, Fondo de Cultura Económica
y Universidad Autónoma Metropolitana, 2010, pp. 491–514.
172 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
91
Achim, Miruna, “El Museo Nacional de México y los guiones de la nación, 1825–1867”,
en Gustavo Leyva, Brian Connaughton, Rodrigo Díaz, Néstor García Canclini y Carlos Illades
(coords.), Independencia y revolución: pasado, presente y futuro, México, Fondo de Cultura Económica
y Universidad Autónoma Metropolitana, 2010, p. 506.
92
Museo Nacional de San Carlos, México en los pabellones y las exposiciones internaciona�
les (1889–1929). Guía de la exposición, México, mnsc, inba, Conaculta, 2010, p. 78; Mongne, Pascal,
“Imaginaire et réalité: l'imagerie du Mexique durant la première moitié du xixe Siècle”, en Michel
Bertrand y Laurent Vidal (dirs.), À la redécouverte del Amérique. Les voyageurs europèens au siècle des
indépendances, Toulouse, France, Presses Universitaires Du Mirail, 2002, pp. 103 y 104.
la puesta en escena de la nación mexicana 173
93
Sánchez Gómez, Luis Ángel, “Glorias efímeras: España en la exposición universal de París
de 1878”, Historia Contemporánea, n. 32, 2006, pp. 257–283, consultado el 15 de julio de 2011, dis�
ponible en http://www.historiacontemporanea.ehu.es/s0021–con/es/contenidos/boletin_revis�
ta/00021_revista_hc32/es_revista/adjuntos/32_12.pdf.
174 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
94
Pani, Erika, “Cultura nacional, canon español”, en Clara E. Lida (comp.), España y el imperio
de Maximiliano. Finanzas, diplomacia, cultura e inmigración, México, El Colegio de México, 1999, pp.
218–221.
95
Demeulenaere–Douyère, Christiane, “Le Mexique s'expose à Paris: Xochicalco, Léon Méhédin
et l'exposition universelle de 1867”, Revue HISTOIRE(S) de l'Amérique Latine, v. 3, 2009, consultado
el 28 de octubre de 2011, disponible en http://www.hisal.org/revue/article/Demeulenaere–Dou�
yere2009–1.
96
Legación de los Estados Unidos Mexicanos en Francia, 1865, Archivo Histórico de la Secreta�
ría de Relaciones Exteriores, México, exp. 749, leg. 48.
la puesta en escena de la nación mexicana 175
97
La labor de organizar, patrocinar y presentar colecciones de objetos en las exposiciones inter�
nacionales se había convertido, a estas alturas, en un buen negocio para particulares. A esto obe�
decen los ofrecimientos de los arquitectos A. Cambreleny y Paul Benard para instalar y decorar el
pabellón mexicano con buena ejecución y economía deseables y los de León Droux, ingeniero civil,
quien se pone a la disposición del gobierno mexicano para desempeñarse gratuitamente como su
agente y representante para lo concerniente a la exposición universal. A. Cambreleny se firma como
arquitecto de la Prefectura de Policía y antiguo inspector de construcciones de la corona, Paul Benard
como 2º Gran Premio de Roma e inspector de obras de la Opera Nueva y Leon Droux como Caballero
de la Orden de Nuestra Señora de Guadalupe. Véase Legación de los Estados Unidos Mexicanos en
Francia, 1865, Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México, exp. 749, leg. 48..
98
La Comisión funcionaba, básicamente, en tres niveles jerárquicos: a) científicos franceses que
trabajaron desde París; b) científicos expedicionarios en México, ya sea franceses o de nacionalidad
distinta (particularmente europeos) y c) científicos corresponsales mexicanos o latinoamericanos, o
bien, europeos con residencia en Latinoamérica. Véase Lara Mimbrera, Iván Rubén, Reacciones, co-
laboraciones y proyectos científicos. Los ingenieros de minería durante la Intervención Francesa y el Segundo
Imperio en México (1862–1867) (Tesis de licenciatura en Historia), México, Universidad Autónoma
de México–Iztapalapa, 2006.
99
Léon Méhédin desplegó una intensa actividad en el campo de la arqueología; de noviembre
de 1865 a agosto de 1866 trabajó en el valle de Cuernavaca, particularmente en Xochicalco.
176 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
100
Demeulenaere–Douyère, Christiane, “Le Mexique s'expose à Paris: Xochicalco, Léon Méhé�
din et l'exposition universelle de 1867”, Revue HISTOIRE(S) de l'Amérique Latine, v. 3, 2009, consul�
tado el 28 de octubre de 2011, disponible en http://www.hisal.org/revue/article/Demeulenaere–
Douyere2009–1.
101
En Francia habían circulado grabados y litografías de Xochicalco, las primeras fueron realiza�
das por Antonio Alzate en 1791 y publicados por el padre Márquez en 1804; los de la expedición de
Dupaix y Castañeda publicados en 1834 y los románticos dibujos de Waldeck a partir de 1834. Así
mismo, los grabados de Désiré Charnay, publicados junto con sus fotografías con una introducción
de Viollet–le–Duc, causaron gran impacto en Francia desde su primera aparición en 1863. Véase
Schávelzon, Daniel (comp.), La polémica del arte nacional en México (1850–1910), México, Fondo de
Cultura Económica, 1988, pp. 165–170.
la puesta en escena de la nación mexicana 177
Ilustración 19. Fotografía del pabellón mexicano construido por Léon Méhédin para la Exposi�
ción Universal de París en 1867
Fuente: Demeulenaere–Douyère, Christiane, “Le Mexique s'expose à Paris: Xochicalco, Léon
Méhédin et l'exposition universelle de 1867”, Revue HISTOIRE(S) de l'Amérique Latine, v. 3, 2009,
consultado el 28 de octubre de 2011, disponible en http://www.hisal.org/revue/article/Demeu�
lenaere–Douyere2009–1
102
Esta idea quedó registrada en algunas notas de Léon Méhédin, sin fecha, conservadas en los
Archives Nationales Paris, F/17/2914/2, pero Demeulenaere–Douyère (“Le Mexique s'expose à
Paris…”) las data en enero de 1867.
178 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
103
Demeulenaere–Douyère, Christiane, “Le Mexique s'expose à Paris: Xochicalco, Léon Méhé�
din et l'exposition universelle de 1867”, Revue HISTOIRE(S) de l'Amérique Latine, v. 3, 2009, consul�
tado el 28 de octubre de 2011, disponible en http://www.hisal.org/revue/article/Demeulenaere–
Douyere2009–1.
104
Luigi Fontana, Giovanni, “La práctica política de Maximiliano de Habsburgo antes de llegar
a México” (Conferencia impartida en el marco de la conmemoración del 150º Aniversario de la
Batalla del 5 de mayo en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Univer�
sidad Autónoma de Puebla, Puebla, 7 de febrero de 2012).
la puesta en escena de la nación mexicana 179
Ilustración 20. Parque de la Exposición Universal de París de 1867, vista parcial en la que apare�
ce, al centro, el pabellón mexicano: la Pirámide de Xochicalco
Fuente: Demeulenaere–Douyère, Christiane, “Le Mexique s'expose à Paris: Xochicalco, Léon
Méhédin et l'exposition universelle de 1867”, Revue HISTOIRE(S) de l'Amérique Latine, v. 3, 2009,
consultado el 28 de octubre de 2011, disponible en http://www.hisal.org/revue/article/Demeu�
lenaere–Douyere2009–1
105
Schávelzon, Daniel (comp.), La polémica del arte nacional en México (1850–1910), México, Fondo
de Cultura Económica, 1988, pp. 11–15.
106
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 79,
exp. 1; Documentos oficiales de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización,
Industria y Comercio de la República Mexicana, sección 2ª, documento n. 5, 9 de enero de 1884.
107
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 79,
exp. 1; Documentos oficiales de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización,
Industria y Comercio de la República Mexicana, sección 2ª, documento n. 5, 9 de enero de 1884.
108
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 79,
la puesta en escena de la nación mexicana 181
drieras de color rojo y azul. En el centro del edificio había ocho columnas
libres soportando sus respectivos arcos sobre los que descansaba una ele�
gante y elevada cúpula coronada por el águila mexicana. Daba entrada al
edificio un pórtico de tres arcos ornamentados como el resto del pabellón.
Ibarrola se inspiró en el palacio de Mahomet–Al–Hamar, última mansión
del famoso Mahomet Boabdil, de la Alhambra de Granada, revelando
la inclinación de los responsables de la muestra mexicana a no explotar
el exotismo indígena de México, sino más bien exhibir uno más familiar
para el gusto europeo, la arquitectura morisca.
La explicación que se ha dado a esta fantasía de Ibarrola está vincula�
da a dos hechos: primero, el estilo morisco había alcanzado su consagra�
ción en Gran Bretaña desde la primera mitad del siglo xix y su presencia
en los Estados Unidos de América y en la región caribeña se debía, en
buena medida, a los contactos culturales con ese país, además, la com�
parecencia a las grandes exposiciones internacionales desde 1851 había
potenciado el gusto por este tipo de concreciones arquitectónicas, prueba
de ello fue el pabellón brasileño en la exposición de Filadelfia en 1876.
Y, segundo, la influencia que pudo ejercer en Ibarrola el contacto con el
arquitecto Eduardo Tamariz y Almendaro, autor de numerosas obras en
la ciudad de Puebla en las que se incluían elementos decorativos neoára�
bes.111 Si la imagen de México, que ya circulaba en el imaginario europeo,
estaba emparentada con el arte egipcio desde 1825 por obra de Bullock y
destilaba el encanto de las modas cosmopolitas que gustaban de lo exó�
tico; el estilo elegido por Ibarrola fue el acertado, además permitía una
lectura de reconciliación con el ascendiente hispánico. El recinto mexi�
cano se adornó con la bandera mexicana, la bandera del país anfitrión
y la bandera de España, “demostrando que si México como hija suya se
había emancipado al llegar a la edad viril, agradecida, le guardaba cariño
y amistad filial”.112 Según la opinión de Ruiz de Velasco, “la perla de la
exposición fue el pabellón mexicano de minería”.
111
González Alcantud, José Antonio, El orientalismo desde el sur, Barcelona, España, Anthropos,
2006, pp. 235–237.
112
Ruiz de Velasco, Felipe, Revista descriptiva de la Exposición de Nueva Orleans de 1884–1885,
México, Tipografía El Gran Libro, 1886, p. 23.
la puesta en escena de la nación mexicana 183
113
Archivo General de la Nación, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 1, exp. 6.
114
Tenorio Trillo, Mauricio, Artilugio de la nación moderna. México en las exposiciones universales
(1880–1930), México, Fondo de Cultura Económica, 1998, pp. 70 y 71.
115
Informe rendido por Mariano Bárcena, representante del comisionado general de México
184 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Primera junta preliminar, 21 de enero de 1888”. Algunas se pueden localizar en Archivo General de
la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 1, exp. 4, 5, 6, 14, éstas y otras
aparecen en el Boletín de la Exposición Mexicana en la Internacional de París, i y ii t., México, Oficina
Tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1888–1889.
119
Las indicaciones para el diseño del pabellón mexicano están contenidas en los nombramien�
tos que extendió el Despacho de Fomento, Colonización e Industria a diferentes personalidades del
ramo. Véase Boletín de la Exposición Mexicana en la Internacional de París, i t., México, Oficina Tipográ�
fica de la Secretaría de Fomento, 1888, pp. 117–119.
186 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
120
Silva Barón, Marco Antonio, “Exposition Universelle de París 1889”, México en los pabellones y
las exposiciones universales (1889–1929), Museo Nacional de San Carlos, p. 98.
121
Rodríguez Prampolini, Ida, “La figura del indio en la pintura del siglo xix: fondo ideológico”,
en Daniel Schávelzon (comp.), La polémica del arte nacional en México (1850–1910), México, Fondo de
Cultura Económica, 1988, pp. 202–217.
la puesta en escena de la nación mexicana 187
El edificio está construido según el estilo azteca más puro […] se com�
pone de una parte central, que simboliza con sus principales atributos la reli�
gión azteca […], mide 70 metros de largo por 30 de ancho, teniendo de altura
14 metros 50 centímetros hasta las almenas. El salón central mide 40 metros
de largo y 24 metros de ancho: los pabellones laterales tienen 23 metros 80
centímetros por 12 metros 40 centímetros de altitud. Entre los pabellones
laterales y la parte central se han colocado seis grandes figuras para perso�
nificar en sus fundamentales acontecimientos la antigua historia mexicana,
el principio y el fin de la nacionalidad y autonomía de las tribus aztecas, el
principio de su ser y el fin de su período histórico con la conquista de Cortés.
La forma general del edificio se ha tomado de los pocos restos que
quedan en las construcciones de un origen verdaderamente regional de las
tribus mexicanas, como son, una pared de un antiguo palacio de Huexotla,
perfectamente conservada, que lleva el nombre de Texolocalco, y del mag�
nífico monumento de Xochicalco, que se encuentra en el estado de Morelos.
La parte central del edificio es un pórtico donde se sube por una escali�
nata alta y fuertemente inclinada, como la tenían los antiguos teocalis. A los
lados de esta escalera están dos grandes pilastras adornadas con el signo
del fuego y coronadas por los braseros de Huehueteotl, simbolizado por
un anciano sentado, cargada su cabeza con la hoguera sagrada, en donde
periódicamente se encendía el fuego nuevo, el fuego secular, grande acon�
tecimiento religioso de los pueblos del Anáhuac […].
La parte histórica representada entre los dos pabellones laterales y el
pórtico se compone de seis figuras: a la derecha los reyes Itzcoatl, Neza�
hualcoyotl y Totoquihuatzin, la triple alianza de las monarquías de México,
Texcoco y Tlacopan; en el lado izquierdo del pórtico Cacama, Cuitlahuac
y Cuauhtémoc, los personajes de la trágica caída del imperio mexicano.122
Ilustración 23. Vista interior del pabellón mexicano, mostrando su monumental escalinata y
parte de la colección mexicana. París, 1889. Impresión fotográfica en albúmina
Fuente: Library of Congress. Prints & Photographs Catalog On Line (ppoc), consultada el 15 de
enero de 2012, disponible en http://www.loc.gov/pictures/item/92520806/
124
Rodríguez Prampolini, Ida, “La figura del indio en la pintura del siglo xix: fondo ideológico”,
en Daniel Schávelzon (comp.), La polémica del arte nacional en México (1850–1910), México, Fondo de
Cultura Económica, 1988, pp. 202–217.
125
Pimentel, Francisco, Memoria sobre las causas que han originado la situación actual de la raza indí-
gena y medios para remediarla, México, 1864, p. 266.
126
Lozoya, Johanna, “El discurso sobre la identidad mestiza en la historiografía finisecular
mexicana de la arquitectura”, Les Cahiers alhim, n. 16, 2008, consultado el 10 de enero 2012, disponi�
ble en http://alhim.revues.org/index2994.html.
190 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
127
Saltiel de la Peña, Jimena, “México en la exposición universal de París (1900)” en México en
los pabellones y las exposiciones universales (1889–1929), Museo Nacional de San Carlos, pp. 110–112.
128
Mier, Sebastián B. de, México en la exposición universal internacional de París (1900), París, Fran�
cia, Imprenta de J. Dumoulin, 1901, p. 87.
la puesta en escena de la nación mexicana 191
Ilustración 24. Vista del pabellón mexicano en la Exposición Universal de París en 1900
Fuente: Mier, Sebastián B. de, México en la exposición universal internacional de París (1900),
París, Francia, Imprenta de J. Dumoulin, 1901, pp. 104 y 105
El estilo neogriego se había canonizado como el estilo Napoleón III y fue expuesto por arqui�
130
tectos como Garnier y Formigé en 1889. Véase Tenorio Trillo, Mauricio, Artilugio de la nación moderna.
México en las exposiciones universales (1880–1930), México, Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 259.
192 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Ilustración 25. Corte longitudinal, plano con ubicación y diseño de vitrinas del pabellón mexica�
no en la Exposición Universal de París, 1900
Fuente: Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras,
v. 32, exp. 6. Plano de autor desconocido
131
Una extensa descripción del pabellón mexicano y de su proceso de construcción se puede
consultar en Mier, Sebastián B. de, México en la exposición universal internacional de París (1900), París,
Francia, Imprenta de J. Dumoulin, 1901, pp. 82–111.
132
En el Archivo General de la Nación se pueden localizar planos, esquemas ornamentales y
el proyecto de contrato para el funcionamiento del teatro. Archivo General de la Nación, México,
fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 69, exp. 3 bis.
133
Tenorio Trillo, Mauricio, Artilugio de la nación moderna. México en las exposiciones universales
(1880–1930), México, Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 257.
194 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
1
Imízcoz, José María, “Actores, redes, procesos: reflexiones para una historia más global”, Re-
vista da Faculta de Letras–Historia, serie iii, v. 5, 2004, pp. 3 y 4, consultado el 15 de enero 2012, dispo�
nible en http://www.ehu.es/grupoizmicoz.
2
Ponce Leiva, Pilar, “Redes sociales y ejercicio del poder en la América Hispana: consideraciones
teóricas y propuestas de análisis”, Revista Complutense de Historia de América, v. 34, 2008, pp. 15–42.
la inserción de una región en el contexto global 199
3
Memoria sobre la administración del Estado de Puebla en 1849 bajo el gobierno del Escmo. Sr. D. Juan
Múgica y Osorio formada por el secretario del despacho Don José M. Fernández Mantecón y leída en el Ho-
norable Congreso del mismo Estado en las sesiones de los días 1, 2 y 3 de octubre de 1849, México, Imprenta
de Ignacio Cumplido, 1849, pp. 11–20.
la inserción de una región en el contexto global 201
4
Thomson, Guy P. C., La Sierra de Puebla en la política mexicana del siglo xix, Puebla, México, Edi�
ciones de Educación y Cultura y Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2010, pp. 24–38.
5
Lomelí Vanegas, Leonardo, Breve historia de Puebla, México, El Colegio de México y Fondo de
Cultura Económica, 2001, p. 239.
202 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
6
Guerra, François–Xavier, México: del antiguo régimen a la revolución, México, Fondo de Cultura
Económica, 2010, pp. 1: 93–107.
7
Memoria sobre la administración del Estado de Puebla en 1849 bajo el gobierno del Escmo. Sr. D. Juan
Múgica y Osorio formada por el secretario del despacho Don José M. Fernández Mantecón y leída en el Ho-
norable Congreso del mismo Estado en las sesiones de los días 1, 2 y 3 de octubre de 1849, México, Imprenta
de Ignacio Cumplido, 1849, pp. 25–27.
la inserción de una región en el contexto global 203
8
Memoria sobre la administración del Estado de Puebla en 1849 bajo el gobierno del Escmo. Sr. D. Juan
Múgica y Osorio formada por el secretario del despacho Don José M. Fernández Mantecón y leída en el Ho-
norable Congreso del mismo Estado en las sesiones de los días 1, 2 y 3 de octubre de 1849, México, Imprenta
de Ignacio Cumplido, 1849, p. 28.
9
Formado por los partidos de Chicontepec y Tuxpan que se integraban por 10 municipalidades
y 49 pueblos, que pasaron a la jurisdicción del estado de Veracruz.
10
Téllez Guerrero, Francisco “El territorio: asentamientos y límites”, en Carlos Contreras
Cruz, Nydia E. Cruz Barrera y Francisco Téllez Guerrero (comps.), Puebla, una historia compartida
204 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
12
Las municipalidades de Aquixtla, Chignahuapan e Ixtacamastitlán quedaron integradas al
nuevo distrito de Alatriste, nombrado así en honor a Miguel Cástulo Alatriste, dirigente liberal du�
rante las guerras de Reforma. Véase Thomson, Guy P. C., La Sierra de Puebla en la política mexicana del
siglo xix, Puebla, México, Ediciones de Educación y Cultura y Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla, 2010, p. 105.
13
Thomson, Guy P. C., La Sierra de Puebla en la política mexicana del siglo xix, Puebla, México,
Ediciones de Educación y Cultura y Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2010, p. 103.
14
Téllez Guerrero, Francisco “El territorio: asentamientos y límites”, en Carlos Contreras
Cruz, Nydia E. Cruz Barrera y Francisco Téllez Guerrero (comps.), Puebla, una historia compartida
(1808–1917), Puebla, México, Fomento Editorial Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y H.
Ayuntamiento de Puebla, 2008, p. 47.
206 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
15
Palacios, Enrique Juan, Puebla, su territorio y sus habitantes, México, Departamento de Talleres
Gráficos de la Secretaría de Fomento, 1917, p. 1: 140.
16
Entre los que destacan Thomson, Guy P. C., Puebla de los Ángeles. Industria y sociedad de una
ciudad mexicana, 1700–1850, Puebla, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Gobier�
no del Estado de Puebla, Universidad Iberoamericana, Instituto de Investigaciones José María Luis
Mora, 2002; y algunos de los ensayos reunidos en Contreras Cruz, Carlos, Cruz Barrera, Nydia E.,
y Téllez Guerrero, Francisco (comps.), Puebla. Una historia compartida, Puebla, México, Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla y H. Ayuntamiento de Puebla, 2008.
la inserción de una región en el contexto global 207
17
Florescano, Enrique y Lanzagorta, María del Rosario “Política económica. Antecedentes y
consecuencias”, en Luis González et al. (coords.), La economía mexicana en la época de Juárez, México,
Secretaría de Educación Pública, 1972, p. 78, (Colección SepSetentas, 236).
18
Citado en Contreras Cruz, Carlos y Grosso, Juan Carlos, “La estructura ocupacional y produc�
tiva de la ciudad de Puebla en la primera mitad del siglo xix”, Puebla en el siglo xix, contribución al
estudio de su historia, Puebla, México, Universidad Autónoma de Puebla, 1983, p. 143.
19
Sin embargo, y de acuerdo a estudios recientes, los afanes modernizadores por los que Es�
tevan de Antuñano arriesgó su patrimonio, con la convicción de que lo que estaba en juego era
la independencia económica de la región, se ha revelado como un comportamiento atípico. Véase
Sanchez Guillermo, Evelyne, Las elites empresariales y la independencia económica de México. Estevan
de Antuñano o las vicisitudes del fundador de la industria textil moderna (1792–1847) [en preparación].
208 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
20
Gamboa Ojeda, Leticia, Las actividades económicas. Negocios y negociantes en la ciudad de Puebla
(1810–1913), Puebla, México, Ediciones de Educación y Cultura, 2010.
21
“Estado de las fábricas de hilados y tejidos de algodón existentes en la República Mexicana,
México, julio de 1854”, en Anales del Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la
república Mexicana y repertorio de Noticias sobre Ciencias, Artes y Estadísticas Nacionales y Extranjera,
México, Imprenta de F. Escalante, 1854, pp. 18 y 19.
22
La fábrica Hércules, en Querétaro, poseía, en 1853, 7 500 husos en actividad, 8 500 en
erección y 500 telares de poder; y empleaba 3 000 operarios y empleados. La fábrica de Cocolapan,
en Orizaba, tenía 700 obreros, mantenía en actividad 10 366 husos y 397 telares de poder en 1853.
la inserción de una región en el contexto global 209
“Estado de las fábricas de hilados y tejidos de algodón existentes en la República Mexicana, Méxi�
co, julio de 1854”, en Anales del Ministerio de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la república
Mexicana y repertorio de Noticias sobre Ciencias, Artes y Estadísticas Nacionales y Extranjera, México,
Imprenta de F. Escalante, 1854, pp. 18 y 19.
23
Guía de forasteros de Puebla para 1852, Puebla, México, Imprenta de Juan N. Valle, 1851, pp. 194
y ss.
24
A pesar de que la Guía establece una diferenciación entre establecimientos “industriales” y
“artesanales”, es difícil ubicar en el sector fabril a muchos rubros considerados como “industria”.
210 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
25
Para un balance sobre sus administraciones véase: Zamacona, R., Reseña histórica de México y
sus estados, Puebla, México, Tipografía de Alejandro Marcué, 1892, pp. 73–86, y Zamacona, R., Labor
administrativa del señor Mucio P. Martínez, gobernador de Puebla, Puebla, México, Tipografía de Isidro
M. Romero e hijo, s. f.
26
No se cuenta con cifras confiables para un análisis detallado del comportamiento demográfi�
co. Cualquier acercamiento al estudio de la población durante el Porfiriato plantea, desde un inicio,
profundas dificultades debido al tipo de fuentes disponibles. La única fuente global (excluyendo
los Archivos Parroquiales y del Registro Civil) la forman los Censos Nacionales de Población de
1895, 1900 y 1910 que se restringen a un período demasiado corto para observar con detenimiento
los principales cambios demográficos; los datos que nos sirven como referencia se tomaron del
Boletín municipal, órgano especial de la asamblea de concejales, t. xii, n. 30, julio de 1882.
27
Las garitas que bordeaban la ciudad eran las siguientes: la de San Pablo, la de Tlaxcala, la de
Pulques, la de México, la de Cholula, la de Amatlán, la de San Baltasar, la de Totimehuacan, la de
Tepoxúchil y la de Veracruz o llamada de Amozoc. Palacios, Enrique Juan, Puebla, su territorio y sus
habitantes, México, Departamento de Talleres Gráficos de la Secretaría de Fomento, 1917, p. 258.
212 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
28
Vélez Pliego, Roberto, “La agricultura poblana”, en Carlos Contreras Cruz, Nydia E. Cruz
Barrera y Francisco Téllez Guerrero (comps.), Puebla. Una historia compartida, Puebla, México, Bene�
mérita Universidad Autónoma de Puebla y H. Ayuntamiento de Puebla, 2008. pp. 49–70.
29
Caballero, Manuel, Primer Directorio General del Estado de Puebla, México, T. de E. Dublán y
Comp., 1891–1892. Estos datos deben ser considerados bajo las reservas que señala el mismo autor:
“el valor real puede asegurarse que excede de esa suma, cuando menos, en un 50 %”.
la inserción de una región en el contexto global 213
30
Caballero, Manuel, Primer Directorio General del Estado de Puebla, México, T. de E. Dublán y
Comp., 1891–1892.
214 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Hacienda de la Noria y el
Ramón Maldonado 46 000
rancho de las Ánimas
Rancho de la Magdalena
Antonio García Cano y corral en la calle de An� 40 400
drade
Memoria instructiva y documentada que el Jefe del Departamento Ejecutivo del Estado presenta al
31
Congreso Constituyente, Puebla, México, Imprenta de la Escuela de Artes y Oficios del Estado, 1902,
pp. 386–389.
la inserción de una región en el contexto global 215
32
Gamboa Ojeda, Leticia, Las actividades económicas. Negocios y negociantes en la ciudad de Puebla
(1810–1913), Puebla, México, Ediciones de Educación y Cultura, 2010, p. 32.
la inserción de una región en el contexto global 217
33
Gamboa Ojeda, Leticia, Los empresarios de ayer. El grupo dominante de la industria textil de Puebla
(1906–1929), Puebla, México, Universidad Autónoma de Puebla, 1985.
34
Sobre la evolución de la industria textil poblana entre mediados del siglo xix y principios del
xx, véase Grosso, Juan Carlos, Estructura y fuerza de trabajo, Puebla (1830–1890), Puebla, México, Uni�
versidad Autónoma de Puebla, 1984; y Gamboa Ojeda, Leticia “Primer siglo de vida. La industria
textil en Puebla”, en Leticia Gamboa Ojeda et al., Historia e imágenes de la industria textil mexicana.
Puebla, Tlaxcala y Veracruz, México, Cámara de la Industria Textil de Puebla y Tlaxcala, Instituto de
Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Gobierno
del Estado de Puebla, 2000, pp. 19–59.
218 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
35
En relación a la estadística textil véase Contreras Cruz, Carlos et al. (comps.), “La estadística
textil (1841–1910)”, Puebla. Textos de su historia, México, Gobierno del Estado de Puebla, Instituto de
Investigaciones José María Luis Mora, Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemé�
rita Universidad Autónoma de Puebla, 1993, pp. 2: 91–128.
36
Noticia Industrial del año de 1906, formada en 1907 y terminada en 1908, publicada el 22 de
noviembre de 1909, Archivo Municipal de Puebla, expedientes de Estadística, exp. 11, letra D bis,
t. 473, 1907, f. 1–30.
la inserción de una región en el contexto global 219
de harina, de chocolate, así como fondas y cafés donde acudía con regu�
laridad la población. En muchos casos la integración de la producción y
venta era completa, en otros el proceso estaba plenamente separado.
En 1902 había para la producción de pan, por ejemplo, catorce ex�
pendios de harina, diez molinos de trigo y los expendios de pan fluctua�
ban entre 16 y 18 para los años 1891–1905.
Las carnicerías se encontraban diseminadas por los diferentes rum�
bos de la ciudad, Toussaint menciona sesenta expendios en manos de
siete propietarios y “además 42 expendios repartidos por la ciudad”.37
La producción tocinera, famosa desde la Colonia no aparece regis�
trada y es sintomático que el oficio de tocinero no se incluya en el voca�
bulario censal.
En cuanto a la venta de alimentos preparados, en 1902, además de los
grandes hoteles que generalmente disponían de sus propios restaurantes
existían, a decir de A. Carrasco, “más de 50 fondas de menos categoría,
repartidas por la ciudad”.38
Hay que considerar que la mayor parte de las fábricas de aguas ga�
seosas, licores y cerveza, así como algunas de fideos y pastas alimenticias
fueron creadas entre 1890 y 1906. Para 1906, la producción de alimentos y
bebidas disponía del mayor número de establecimientos registrados, su
producción anual era de alrededor del 28 % de valor total y sus trabaja�
dores alcanzaban a casi el 17 % de la fuerza de trabajo ocupada. Para 1908
la estadística oficial indica una menor participación absoluta y relativa de
este sector, sin embargo, se mantuvo como una de las actividades funda�
mentales de la economía urbana.
El curtido y la producción de artículos de cuero exhibían hacia fi�
nales del Porfiriato una sensible recuperación, debido a la aparición en
1885 de grandes manufacturas del curtido y de fábricas de zapatos, que
la colocaba en tercer lugar dentro de la industria de transformación. Su
peso productivo era, sin embargo, bastante lejano en relación a la indus�
tria textil y a la elaboración de alimentos y bebidas; en 1906 dio empleo al
37
Directorio Toussaint. Directorio completo de la ciudad de Puebla, Puebla, México, Carlos V Tous�
saint Editor, 1905, p. 77.
38
Carrasco, Atenógenes N., Directorio y guía de la ciudad de Puebla. Contiene cuanto puedan nece-
sitar los viajeros y hombres de negocios. Itinerarios de ferrocarriles y el plano de la ciudad, formado por un
método fácil y sencillo, por el cual se encuentran inmediatamente las calles, edificios públicos y templos que
se busquen, Puebla, México, Escuela de Artes y Oficios del Estado, 1902, p. 55.
220 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
39
Archivo Municipal de Puebla, serie Expedientes, exp. 8, letra R, t. 498, 1909, f. 241y ss.
40
Archivo Municipal de Puebla, serie Expedientes, exp. 6, letras L, O, T, Z, O y C, 1906, t. 465.
la inserción de una región en el contexto global 221
41
Tirado Villegas, Gloria A., Los efectos sociales del Ferrocarril Interoceánico. Puebla en el Porfiriato,
Puebla, México, Fomento Editorial Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2007.
222 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
42
Southworth, J. T., Oaxaca y Puebla ilustrado (2ª ed.), México, Verdehalago, Benemérita Uni�
versidad Autónoma de Puebla, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de
México, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, 2000, pp. 56–61.
43
Carrasco, Atenógenes N., Directorio y guía de la ciudad de Puebla. Contiene cuanto puedan nece-
sitar los viajeros y hombres de negocios. Itinerarios de ferrocarriles y el plano de la ciudad, formado por un
método fácil y sencillo, por el cual se encuentran inmediatamente las calles, edificios públicos y templos que
se busquen, Puebla, México, Escuela de Artes y Oficios del Estado, 1902.
la inserción de una región en el contexto global 223
cuatro a siete y las segundas de tres a cinco entre 1902 y 1905, de ellas
sobresalían: La Mutual, La Mexicana, La Fraternal y La Confederación.
En los mismos años aparecieron en funciones, ocho compañías anóni�
mas ligadas a los servicios públicos, de las cuales sobresalían: la Cía. Te�
lefónica Mexicana, la Cía. de Aguas Potables, la Cía. de Tranvías de la
Ciudad, la Cía. de Alumbrado Eléctrico. Los nuevos adelantos técnicos
materializados en productos de consumo, antes desconocidos, se podían
encontrar en el comercio citadino. En 1905 había diez fotografías, dos es�
tablecimientos de aparatos y materiales para teléfonos y campanas eléc�
tricas, siete expendios de máquinas de coser (entre ellos cabe destacar la
sucursal de Singer y Cía.).
Por otra parte los grandes almacenes se convirtieron en proveedores
de insumos para la producción a través de la importación de maquinaria
para el campo y la industria: La Sorpresa fue agente de Bufalo Piots (tri�
lladoras y locomóviles), de Parlin & Orendorff Co., Canton Illinois (útiles
para la agricultura y carruajes), de Mac Cormick Harvesting Machine Co.
Chicago lllinois (segadoras, rastrillos...) y de Emerson&Fischer Co. Cin�
cinnati (coches). En el mismo sentido actuaban las empresas de Sommer
Hermann y Cía., Max A. Phiilippy Comp., R. Boker y otros.
Aunado al crecimiento de las actividades comerciales y financieras,
la modernidad porfiriana también permitió el aumento en otro tipo de
servicios: los hoteles registrados en las guías y directorios de la época
aumentaron de 25 en 1902 a 32 en 1905; a su lado, el número de restau�
rantes y fondas también se elevó, y los baños públicos y las peluquerías
se fueron diseminando rápidamente por todos los rumbos de la ciudad.
Desde 1902 ya existían 23 casas de empeño y 38 escritorios públicos.
Por las características de las profesiones y oficios con que hemos inte�
grado el sector de los servicios, creemos que se trataba de un mercado de
fuerza de trabajo íntimamente ligado a la vida urbana.44 Las categorías que
agrupan a los trabajadores domésticos, a los comerciantes y financieros
y a los empleados particulares fueron en ese orden, las que mostraron el
mayor crecimiento absoluto, juntas aportaron el grueso del empleo para el
distrito de Puebla durante los últimos quince años del Porfiriato: el 27.9 %
del total de la población activa en 1895, el 28.15 % en 1900 y el 36 % en 1910.
44
Grosso, Juan Carlos, Estructura y fuerza de trabajo, Puebla (1830–1890), Puebla, México, Univer�
sidad Autónoma de Puebla, 1984.
224 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
45
Véase Vélez Pliego, Francisco y Guzmán, Ambrosio, Cartografía histórica de la ciudad de Puebla,
Puebla, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 1997.
la inserción de una región en el contexto global 225
46
En la retícula de la ciudad este plano indica la manzana en que se ubicaba cada establecimien�
to comercial, y estaba dedicado a “los viajeros y hombres de negocios”, en Carrasco, Atenógenes
N., Directorio y guía de la ciudad de Puebla. Contiene cuanto puedan necesitar los viajeros y hombres de
negocios. Itinerarios de ferrocarriles y el plano de la ciudad, formado por un método fácil y sencillo, por el
cual se encuentran inmediatamente las calles, edificios públicos y templos que se busquen, Puebla, México,
Escuela de Artes y Oficios del Estado, 1902, p. 45. Otro plano poblano es anónimo: Nuevo Plano
Topográfico. Anunciador de la ciudad de Puebla, probablemente de 1908. Véase Vélez Pliego, Fran�
cisco y Guzmán, Ambrosio, Cartografía histórica de la ciudad de Puebla, Puebla, México, Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, 1997, quienes han calculado como fecha de elaboración de este
texto 1908, debido a que el plano muestra, en su inicial emplazamiento, el edificio concebido para
la Exposición Nacional sede de las fiestas poblanas del Centenario.
47
Nomenclator comercial, agrícola, industrial, artes y oficios y directorio general para 1884–1885 de
México, Isla de Cuba y principal comercio de Nueva York, La Habana, Cuba, Centro Editorial de Obras
Ilustradas de Molina y Juli, 1884, pp. 225–234.
48
Southworth, J. T., Oaxaca y Puebla ilustrado (2ª ed.), México, Verdehalago, Benemérita Uni�
versidad Autónoma de Puebla, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de
México, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, 2000.
226 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
49
Southworth, J. T., Oaxaca y Puebla ilustrado (2ª ed.), México, Verdehalago, Benemérita Uni�
versidad Autónoma de Puebla, Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de
México, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, 2000, p. 3.
la inserción de una región en el contexto global 227
50
Para una valoración más directa de la presencia de los alemanes en Puebla véase: Rojas Marín,
Ana Luis, Del bosque a los árboles. Miradas a los alemanes residentes en la ciudad de Puebla (1821–1910),
Puebla, México, Fomento Editorial Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2011.
51
Estudios puntuales sobre la presencia francesa en Puebla se pueden consultar en Gamboa
Ojeda, Leticia, “Los barcelonnettes en la ciudad de Puebla. Panorama de sus actividades econó�
micas en el Porfiriato”, en Javier Pérez Siller (coord.), México–Francia. Memoria de una sensibilidad
común (siglos xix y xx), México, Fomento Editorial Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
El Colegio de San Luis, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 1998, pp. 171–194;
Gamboa Ojeda, Leticia, Au–delà de l'ocean. Les barcelonnettes à Puebla (1845–1928), Puebla, México,
228 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
desde la tercera y cuarta década del siglo xix introdujeron las novedades
propias de un capitalismo incipiente: productos, organización del traba�
jo, tecnología y capitales modificaron las tradicionales empresas y nego�
ciaciones. Esos extranjeros trajeron a Puebla ciertos ramos industriales,
comerciales y de servicios en los que, al finalizar el siglo, tomarían parte
muy activa una nueva generación de españoles que retornaron luego de
haber sido expulsados en 1829 y 1833.52 Su presencia adquirió perfiles
definidos cuando, junto con los productores locales, respondieron a la
convocatoria de formar las colecciones de objetos que representarían a
Puebla y a México en las exposiciones universales.
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Sabença de la Valeia, 2004; Gamboa Ojeda, Leticia
(coord.), Los barcelonnettes en México: miradas regionales (siglos xix y xx), México, Fomento Editorial
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2008.
52
Gamboa Ojeda, Leticia, Las actividades económicas. Negocios y negociantes en la ciudad de Puebla
(1810–1913), Puebla, México, Ediciones de Educación y Cultura, 2010, pp. 210–212.
la inserción de una región en el contexto global 229
53
La invitación se hizo mediante el comunicado de Carlos Bankhead, ministro plenipotenciario
de Su Majestad Británica, fechado el 29 de mayo de 1850, dirigido a José María de Lacunza, con el
cual le remite el memorándum de los comisionados británicos J. Scott Russel y Stafford H. Northco�
te, fechado en el Nuevo Palacio de Westminster el 21 de febrero de 1850. En estos documentos se
detallan las condiciones, el tiempo y modo para enviar los objetos, así como aspectos organizativos
de la Exposición. Véase Olivera López, Luis y Meza Oliver, Rocío, Catálogo de la Colección Lafragua de
la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (1616–1873), México, Universidad Nacional Autónoma
de México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2006, pp. 397–398.
54
Invitación de la Dirección de Colonización e Industria nombrada Comisión Central Mexicana para lo
concerniente a la Exposición de los objetos de industria que debe verificarse en Londres el 1º de mayo de 1851,
México, Imprenta de Vicente García Torres, 1850.
230 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
55
“Exposición universal de Londres en 1851: artículo primero”, La ilustración mexicana, México,
I. Cumplido, 1851, pp. 2: 121–132.
la inserción de una región en el contexto global 231
56
“Crónica de la exposición”, La ilustración mexicana, México, I. Cumplido, 1851, pp. 2: 58–69.
57
“Exposición universal de Londres en 1851: artículo primero”, La ilustración mexicana, México,
I. Cumplido, 1851, p. 2: 131.
58
Además de presentar dos de sus obras escritas expuso máquinas para elaborar cigarros, puros
y picados de tabaco. Véase Illades, Carlos, Las otras ideas. Estudio sobre el primer socialismo en México
1850–1935, México, Ediciones Era y Universidad Autónoma Metropolitana–Cuajimalpa, 2008, pp.
50 y 51.
232 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
59
Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México, exp. 19–22–47.
60
Véase, especialmente, la carta firmada por Francisco de Paula Arrangoiz el 11 de diciembre de
1852, Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México, exp. 19–22–37.
61
Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México, exp. 19–22–37.
62
Periódico Oficial del Gobierno del Estado de Puebla, domingo 7 de agosto de 1853, p. 3.
63
Siliceo, Manuel, Memoria de la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, In-
la inserción de una región en el contexto global 233
dustria y Comercio de la República Mexicana escrita por el ministro del ramo… para dar cuenta con ella al
soberano Congreso Constitucional, México, Imprenta de Vicente García Torres, 1857, p. 1: 112.
64
El Eco Hispanoamericano se publicaba en París, centro de decisión política y militar y caja de
resonancia de la opinión pública europea, se dirigía a lectores de toda la América hispánica, se dis�
tribuía en Brasil, Argentina, Uruguay y Filipinas, así como en las ciudades de Nueva York, Nueva
Orleans y San Francisco. En México llegó a tener agencias de distribución en las ciudades de Méxi�
co, Veracruz y Tampico; tres eran sus corresponsales en la capital, entre los que se contaba Niceto
de Zamacois. Véase Covo, Jacqueline, “Una mirada española desde París: El Eco Hispanoamericano
(1860–1867)”, en Clara E. Lida (comp.), España y el imperio de Maximiliano. Finanzas, diplomacia, cul-
tura e inmigración, México, El Colegio de México, 1999, p. 179.
234 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
estiende desde el golfo mejicano [sic] y mar de las Antillas hasta el océano
Pacífico y golfo de Cortés.65
65
Notas periodísticas incluidas en los informes enviados por Pedro Escandón; esta nota sobre
la muestra mexicana está firmada por R. de la Sagra, véase Archivo General de la Nación, México,
fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 1, exp. 1.
66
Periódico Oficial del Departamento de Puebla, viernes 22 de septiembre de 1854, p. 4.
Tabla 14. Colección mexicana y objetos poblanos en la Exposición Universal de París, 1855
Grupo Clase Colección mexicana Objetos poblanos
de transporte
de Amozoc
Mecánica especial y
Industrias relacionadas
con la producción y el
empleo del calor, la luz
y la electricidad
Fabricación de obras
Caldera económica, cañerías de plomo de Adam
en metal de un trabajo
Turnbull
ordinario
Orfebrería, joyería,
industria del bronce
Manufactura de tejidos
Bonetería, pasamane� Alfombras de la fábrica El Hércules de Cayetano
ría, tapicería, bordados Rubio, bordados destinados para adorno de salas Charreteras, borlas de oro
y encajes de Ignacio Mendoza, bordados
Industrias del mueble y
Bufete
la decoración
Trajes de los indios hechos por ellos mismos, botas
hechas con cuero curtido en México, botines barni�
Confección de ropa, ob� zados, botines de raso para señoras, flores de cera
Figuras hechas de trapo
jetos de moda y fantasía de las hermanas Rayón, flores, frutas y figuritas,
adornos, flores y figuritas hechas de pluma, figuri�
nes de cera con trajes mexicanos
Dibujo y plástica apli� Libros impresos en México de Ignacio Cumplido,
cado a la industria, im� impresiones del señor Rafael Rafael, estereotipias
presiones y fotografía de A. Decaen, registros de Manuel Gutiérrez Rosas
Repertorios de música religiosa, sistema de lectura
Bellas artes
Arquitectura
Fuente: Escandón, Pedro, La industria y las bellas artes en la exposición universal de 1855. Memoria dirijida [sic] al excelentísimo señor Ministro
de Fomento de México, París, Francia, Imprimerie Centrale de Napoleón Chaix etc., 1856; y Siliceo, Manuel, Memoria de la Secretaría de Estado
y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana escrita por el ministro del ramo… para dar cuenta con ella
al soberano Congreso Constitucional, México, Imprenta de Vicente García Torres, 1857, ii t. [Documentos justificativos correspondientes a la
cuarta parte de esta memoria que trata de la industria y medios de fomentarla]. Documento 39, 40 y 41.
La selección y el resumen de los datos son elaboración propia
la inserción de una región en el contexto global
241
242 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
67
Escandón, Pedro, La industria y las bellas artes en la exposición universal de 1855. Memoria dirijida
[sic] al excelentísimo señor Ministro de Fomento de México, París, Francia, Imprimerie Centrale de Na�
poleón Chaix etc., 1856, pp. 230 y 231.
68
Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México, exp. 401.
la inserción de una región en el contexto global 243
69
Demeulenaere–Douyère, Christiane, “Le Mexique s'expose à Paris: Xochicalco, Léon Méhédin
et l'exposition universelle de 1867”, Revue HISTOIRE(S) de l'Amérique Latine, v. 3, 2009, consultado
el 28 de octubre de 2011, disponible en http://www.hisal.org/revue/article/Demeulenaere–Dou�
yere2009–1
244 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
70
Riva Palacio, Vicente, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de Estado y del
Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana… Corresponde al año
transcurrido de diciembre de 1876 a noviembre de 1877, México, Imprenta de Francisco Díaz de León,
1877, p. 6.
la inserción de una región en el contexto global 245
71
“El Sr. [Sebastián] Lerdo de Tejada, al abrir el Séptimo Congreso el segundo período del se�
gundo año de sesiones, el 1º de Abril de 1875”, en Los presidentes de México ante la Nación: informes,
manifiestos y documentos de 1821 a 1966: Informes y respuestas desde el 28 de septiembre de 1821 hasta el
16 de septiembre 1875 (versión digital de la Universidad de Texas), México, XLVI Legislatura de la Cá�
mara de Diputados, Cámara de Diputados, 1966, pp. 1: 605–607, consultado el 10 de enero de 2011,
disponible en http://lanic.utexas.edu/larrp/pm/sample2/mexican/history/1/6600655d.html.
246 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
72
Busto, Emiliano, “Actas de calificación en la Exposición Nacional de México de 1875”, en
Estadística de la República Mexicana. Estado que guardan la agricultura, industria, minería y comercio.
Resumen y análisis de los informes rendidos a la Secretaría de Hacienda por los agricultores, mineros, indus-
triales y comerciantes de la república y los agentes de México en el exterior, México, Imprenta de Ignacio
Cumplido, 1880, pp. 26–39.
73
Busto, Emiliano, “Recompensas acordadas por la Comisión Centenaria de los Estados Unidos
de América, a los expositores de México que concurrieron y obtuvieron premios en la Exposición
Internacional de 1876, verificada en Filadelfia”, en Estadística de la República Mexicana. Estado que
guardan la agricultura, industria, minería y comercio. Resumen y análisis de los informes rendidos a la Se-
cretaría de Hacienda por los agricultores, mineros, industriales y comerciantes de la república y los agentes
de México en el exterior, México, Imprenta de Ignacio Cumplido, 1880, pp. 12–22; y Riva Palacio,
Vicente, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de Estado y del Despacho de Fomento,
Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana… Corresponde al año transcurrido de diciem-
bre de 1876 a noviembre de 1877, México, Imprenta de Francisco Díaz de León, 1877, pp. 534–541.
la inserción de una región en el contexto global 247
(diploma y medalla)
Colección de tabacos
labrados presentados
por el Hospicio de
Variedad de tabacos labrados presentada por
Puebla (diploma que
Anastasio Ortiz (diploma y medalla)
recibe Gorgonio Rosas,
representante del es�
tado de Puebla)
Muestras de vainilla
presentada por Agapito
Muestras de vainilla presentada por José L. Silve�
Fontecilla (diploma y
ra (diploma y medalla que recibe su apoderado,
medalla que recibe en
Ángel L. Cambas)
su representación Jose�
fina Mata y Ocampo)
74
“Dictamen del juez J. Daumfelt”, en Vicente Riva Palacio, Memoria presentada al Congreso de
la Unión por el secretario de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la
República Mexicana… Corresponde al año transcurrido de diciembre de 1876 a noviembre de 1877, México,
Imprenta de Francisco Díaz de León, 1877, p. 541.
254 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
75
Una descripción detallada de los objetos presentados en estas exposiciones nacionales y la
valoración de sus méritos se puede consultar en Busto, Emiliano, Estadística de la República Mexi-
cana. Estado que guardan la agricultura, industria, minería y comercio. Resumen y análisis de los informes
rendidos a la Secretaría de Hacienda por los agricultores, mineros, industriales y comerciantes de la república
y los agentes de México en el exterior, México, Imprenta de Ignacio Cumplido, 1880, pp. 39–72.
76
Buxó, José Pascual, “El sueño de una patria nueva. Riva Palacio y la Exposición Internacional
Mexicana de 1880”, Revista de la Universidad de México, n. 4, 2004, pp. 91–96, consultado el 15 de
diciembre 2011, disponible en http://revistadelauniversidad.unam.mx/0404/pdfs/91–96.pdf.
77
Fernández, José Diego (Diputado al Congreso General por el estado de Morelos), Discurso que
contra el proyecto de Exposición Internacional pronunció en la Cámara de Diputados el 22 de abril de 1879,
México, Imprenta de J. F. Jens, 1879.
78
En particular, El Republicano, El Mensajero y El Organote se distinguieron por su actitud mili�
tante en contra de la Exposición Internacional Mexicana y su promotor oficial.
79
Invitación a la Exposición de Buenos Aires, Archivo Histórico de la Secretaría de Relaciones
Exteriores, México, exp. 19–22–27.
256 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Primer premio
Vidrios blancos y de colores José Azcona
Medalla de plata
Primer premio
Chocolate Ignacio Ferrer
Medalla de plata
Primer premio
Historia de América Manuel Larraínzar
Medalla de plata
Primer premio
Tratado de Filología Mexicana Francisco Pimentel
Medalla de plata
Segundo premio
Un poncho y dos rebozos Manuel Bauche
Medalla de bronce
Segundo premio
Preparaciones farmacéuticas J. M. Bustillos
Medalla de bronce
Segundo premio
Vino de membrillo (San Ángel) Becerril y Ordoñez
Medalla de bronce
Segundo premio
Fotografías A. Cruces
Medalla de bronce
Segundo premio
Un apero completo Nicolás Cásares
Medalla de bronce
Segundo premio
Vino de membrillo Agapito Cortés
Medalla de bronce
Segundo premio
Chocolate Manuel A. Fernández
Medalla de bronce
Segundo premio
Cacao del Soconusco Manuel A. Fernández
Medalla de bronce
Segundo premio
Aceite de oliva puro Ruperto Jaspeado
Medalla de bronce
Segundo premio
Algodón sin hueso de Chihuahua Ministerio de Fomento
Medalla de bronce
Segundo premio
Cacao de Tabasco Ministerio de Fomento
Medalla de bronce
Segundo premio
Colección de habas Ministerio de Fomento
Medalla de bronce
Segundo premio
Colección de frijoles Ministerio de Fomento
Medalla de bronce
Segundo premio
Té mexicano Ministerio de Fomento
Medalla de bronce
la inserción de una región en el contexto global 259
Segundo premio
Azúcar de Santa Clara Ministerio de Fomento
Medalla de bronce
Segundo premio
Filamentos de ixtle y pita floja Ministerio de Fomento
Medalla de bronce
Segundo premio
Harina de trigo de Querétaro Ministerio de Fomento
Medalla de bronce
Segundo premio
Productos forestales y semillas Ministerio de Fomento
Medalla de bronce
80
Riguzzi, Paolo, “México próspero: las dimensiones de la imagen nacional en el Porfiriato”,
Historias. Revista de la Dirección de Estudios Históricos, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
n. 20, abril–septiembre de 1988, p. 138.
81
Pacheco, Carlos, “Exposición de objetos mexicanos en Berlín. Factura de las cajas que remite
esta Secretaría al administrador de la Aduana Marítima de Veracruz para enviar al Cónsul de Mé�
xico en Hamburgo con destino a…”, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de
Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, General
Carlos Pacheco. Corresponde a los años transcurridos de enero de 1883 a junio de 1885, México, Oficina
Tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1887, p. 1: 690.
82
“Carta del Dr. Jannasch, representante de la Sociedad de Geografía Comercial”, en Carlos Pa�
la inserción de una región en el contexto global 261
checo, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de Estado y del Despacho de Fomento,
Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, General Carlos Pacheco. Corresponde a los
años transcurridos de enero de 1883 a junio de 1885, México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de
Fomento, 1887, pp. 1: 692–693.
83
Mier, Sebastián B. de, México en la exposición universal internacional de París (1900), París, Fran�
cia, Imprenta de J. Dumoulin, 1901, p. 6.
262 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
84
Ruiz de Velasco, Felipe, Revista descriptiva de la Exposición de Nueva Orleans de 1884–1885, Mé�
xico, Tipografía El Gran Libro, 1886, pp. 21 y 22.
85
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 72,
exp. 2.
86
“Muéstrase rico México desde tiempo inmemorial, particularmente en plata, siendo sus teso�
ros inagotables; allí están para confirmarlo, la riquísima colección de mi amigo Fernando Ponce, de
Zacatecas; siendo bellísimas entre otras la cristalización de plata bajo multitud de estados que su
colección encierra, las diferentes muestras también de Zacatecas que presentó el ingeniero José Bo�
nilla, y las no menos famosas de platea sulfúrea y nativa de los estados de Guanajuato, Michoacán,
Guerrero, Veracruz, las de Real del Monte y Pachuca del estado de Hidalgo, y las riquísimas mues�
la inserción de una región en el contexto global 263
Ilustración 26. “Muestra de plata mexicana de 5 640 libras de peso en la Exposición de Nueva
Orleans, 1884–1885”. Dibujo a lápiz y tinta de Edward Windsor Kemble, 1861–1933. Publicado en
febrero de 1885
Fuente: Library of Congress. Prints & Photographs Catalog On Line (ppoc), consultada 25 de
agosto de 2011, disponible en http://www.loc.gov/pictures/item/2010717056/
tras de plata Batopilas de Chihuahua. El oro, el rey de los metales tan codiciado […] está repre�
sentado por las muestras que exponen en el ortógono, el territorio de la Baja California, Oaxaca,
Zacatecas, Sonora y Coahuila. Los minerales de los que se extraen metales no menos útiles que los
anteriores para sus trabajos e industrias, el fierro, el cobre, y el plomo son muy abundantes; son
notables los minerales que vi de fierro proviniendo de los estados de Guerrero, Veracruz, México,
y sobre todo del cerro del Mercado, del estado de Durango; las muestras de minerales de cobre de
California, Chihuahua, Veracruz, y las de plomo de Chiapas y México. Pero el producto del por�
venir al que le está reservado contribuir al engrandecimiento de nuestro país, fomentando todas
sus fuentes de riqueza, industria, agricultura, comercio, etc., es el carbón de piedra, el cual gracias
a Dios, lo tenemos en abundancia, según se juzga por las ricas muestras que mandaron los estados
de Veracruz, Oaxaca, Puebla, Hidalgo y California. Citaré en fin el fierro magnético del estado de
Oaxaca, los mármoles y ónix del estado de Puebla, los ópalos de Querétaro, y los topacios blancos
de San Luis Potosí […].” En Ruiz de Velasco, Felipe, Revista descriptiva de la Exposición de Nueva
Orleans de 1884–1885, México, Tipografía El Gran Libro, 1886, pp. 25 y 26.
264 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
87
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 74,
exp. 1–13, 14–33, 34–54; v. 75–79.
la inserción de una región en el contexto global 265
Mención
Semillas de melixtle, presentadas por el gobierno del estado
honorífica
Mención
Semillas de Perú presentadas por el gobierno del estado
honorífica
88
El Ilmo. y Rmo. Señor doctor Eulogio Gillow y Zavalza, además de gran propietario agrícola
era Arzobispo de Antequera (Oaxaca) y se desempeñó como representante personal de Porfirio
Díaz en Nueva Orleans. Los detalles de los objetos enviados se registran en Inventario fechado el 6
de octubre de 1884, véase Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposicio�
nes Extranjeras, v. 75, exp. 39.
89
Tres ejemplares de su Compendio de Historia general de México, desde los tiempos más remotos hasta
1880 y tres ejemplares de su Catecismo geográfico del estado de Puebla. Carta enviada a Porfirio Díaz,
fechada en la Ciudad de México, el 2 de junio de 1884, Archivo General de la Nación, México, fondo
Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 79, exp. 7.
90
Remitió dos ejemplares de 22 “obrillas” en las que se dramatizaban algunos episodios de la
historia de México desde su independencia política de España. Véase Archivo General de la Na�
ción, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 79, exp. 18.
91
Archivo General de la Nación, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 79, exp. 29.
266 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Segundo
Copal virgen presentado por el gobierno del estado
premio
minerales y maderas
Mención
Muestras de lino presentadas por el gobierno del estado
honorífica
Mención
Ixtle de Huejotzingo presentado por el gobierno del estado
honorífica
Mención
Zacatlaxcale presentado por el gobierno del estado
honorífica
Mención
Achiote presentado por el gobierno del estado
honorífica
Mención
Goma de mirra presentada por el gobierno del estado
honorífica
Mención
Aceite presentado por Tomás Hinojosa
honorífica
sus accesorios
4. Muebles y
Segundo
Loza de barro corriente presentada por el gobierno del estado
premio
Segundo
Manta trigueña presentada por Ciríaco Marrón
premio
Segundo
Reatas presentadas por el gobierno del estado
premio
Mención
Juguete en miniatura presentado por Nicolás Gómez
honorífica
la inserción de una región en el contexto global 267
Segundo
Muestra de mezcal presentadas por el gobierno del estado
premio
Fuente: Boletín de la Comisión Mexicana, n. 18, 29 de abril de 1885, p. 15 y ss., Archivo General de
la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 79, exp. 1, f. 157–168
La selección y el resumen de los datos son elaboración propia
92
Ruiz de Velasco, Felipe, Revista descriptiva de la Exposición de Nueva Orleans de 1884–1885, Mé�
268 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
94
Boletín de la Exposición Mexicana en la Internacional de París, i t., México, Oficina Tipográfica de
la Secretaría de Fomento, 1888–1889, pp. 713–716.
270 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Ilustración 28. “Vista interior del pabellón de México con el modelo de un sistema de canales en
primer plano, Exposición Universal de París de 1889”. Fotografía en albúmina. Publicada en 1889
Fuente: Library of Congress. Prints & Photographs Catalog On Line (ppoc), consultada el 15 de
diciembre de 2011, disponible en http://www.loc.gov/pictures/item/92520809/
95
Citado en Schávelzon, Daniel (comp.), La polémica del arte nacional en México (1850–1910), Mé�
xico, Fondo de Cultura Económica, 1988, pp. 171–173.
272 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Ilustración 29. Portada del libro de Samuel Morales Pereira. Puebla, su higiene, sus enfermedades,
México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1888. Preparado para su presentación en
la Exposición Universal de París de 1889
Fuente: Biblioteca José María Lafragua, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
la inserción de una región en el contexto global 273
Ilustración 30. Colección de cactáceas del Distrito de Tehuacán, Puebla, en París 1889. Fotografía
de Gustavo Schiebe, expositor de cactáceas
Fuente: Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras,
v. 8, exp. 24
96
Fernández Leal, Manuel, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de Estado y
del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, ingeniero... Corres-
ponde a los años transcurridos de 1892 a 1896, México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento,
1897, p. 55. Años después, Mier afirmaría que a esa exposición concurrieron 3 026 expositores y
confirmaría que 953 merecieron algún tipo de recompensa por lo que calculó en 31 % la proporción
274 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Sin datos
de los expositores premiados, véase en Mier, Sebastián B. de, “Apéndice J”, en México en la expo-
sición universal internacional de París (1900), París, Francia, Imprenta de J. Dumoulin, 1901, p. 247.
la inserción de una región en el contexto global 275
gumbres
19. Cristales, cristalería y
Flores de cristal
vitrales
Barro refractario, varias piezas de loza y azu�
20. Cerámica
lejos, tinajas de barro, objetos de barro
y piscicultura
viticultura
Fuente: Boletín de la Exposición Mexicana en la Internacional de París, i y ii t., México, Oficina Tipo�
gráfica de la Secretaría de Fomento, 1888–1889; y de la documentación en Archivo General de la
Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 2–6
La selección y el resumen de los datos son elaboración propia
97
Fernández Leal, Manuel, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de Esta-
la inserción de una región en el contexto global 281
98
Paz, Ireneo, Correspondencias. La Exposición Internacional de Chicago, México, Imprenta de La
Patria de I. Paz, 1894.
99
Paz, Ireneo, Correspondencias. La Exposición Internacional de Chicago, México, Imprenta de La
Patria de I. Paz, 1894, p. 6.
100
Archivo Municipal de Puebla, serie Expedientes, v. 359, f. 404–411. Expediente formado con
el ocurso del C. Manuel Caballero solicitando al Cabildo del Ayuntamiento de Puebla que se le
tomen seis páginas de su obra México en Chicago para publicar en ellas los datos que se designen
por las autoridades municipales referentes a esta capital para su promoción en los Estados Unidos
de América.
la inserción de una región en el contexto global 283
Flora y fauna
Pescados y otros animales acuáticos, útiles para pescar 29
acuática
101
Caballero, Manuel, “El estado de Puebla y su espléndida capital”, México en Chicago, México,
Knight, Leonard and Co., 1893, p. 258.
284 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Ilustración 31. Ejemplo de los libros poblanos que se presentaron en la Exposición Colombina
en Chicago, 1892–1893
Fuente: Biblioteca José María Lafragua, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
102
Por ejemplo, “Apéndice a la lista general de premios concedidos a los expositores mexica�
nos en la Exposición Universal Colombina de Chicago, en 1893”, Archivo General de la Nación,
México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 83, exp. 9, f. 36–38. De acuerdo a otras
fuentes, el número de premios obtenidos por la colección mexicana fue de 1 195. Véase Informe de
Manuel Caballero a George R. Davis, Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie
Exposiciones Extranjeras, v. 83, exp. 18.
103
Fernández Leal, Manuel, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de Esta-
do y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, ingeniero...
Corresponde a los años transcurridos de 1892 a 1896, México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de
Fomento, 1897, p. 57.
292 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
104
Riguzzi, Paolo, “México próspero: las dimensiones de la imagen nacional en el Porfiriato”,
Historias. Revista de la Dirección de Estudios Históricos, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
n. 20, abril–septiembre de 1988, p. 152.
la inserción de una región en el contexto global 293
105
Fernández Leal, Manuel, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de Esta-
do y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, ingeniero...
Corresponde a los años transcurridos de 1892 a 1896, México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de
Fomento, 1897, pp. 58 y 59.
106
Fernández Leal, Manuel, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de Esta-
do y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana, ingeniero...
294 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Corresponde a los años transcurridos de 1892 a 1896, México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de
Fomento, 1897, p. 59.
107
Tenorio Trillo, Mauricio, Artilugio de la nación moderna. México en las exposiciones universales
(1880–1930), México, Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 249.
108
Riguzzi, Paolo, “México próspero: las dimensiones de la imagen nacional en el Porfiriato”,
Historias. Revista de la Dirección de Estudios Históricos, Instituto Nacional de Antropología e Historia,
n. 20, abril–septiembre de 1988, pp. 148 y 149.
la inserción de una región en el contexto global 295
honorífica
Fotografías presentadas por Joaquín S. Medalla
de las letras, las ciencias y las artes
Miera de bronce
12 fotografías presentadas por Steadman y Medalla
Frager de bronce
35 fotografías presentadas por Ramón Mención
Barreiro honorífica
91
7 obras musicales presentadas por diferen�
tes compositores: Juan B. Anzures, Aurelio
7 medallas
M. Campos, Agustín Dimarias, Aurelio
de bronce
Machorro, Carlos Samaniego, Edmundo
Somellera, José Fernando Vallejo
20
Colecciones de frutas de cera presentadas Medalla
por gobierno del estado de Puebla de oro
de plata
Olimán
90
Muestras de mármol y mineral de plomo Mención
presentadas por Camilo Bonfil honorífica
edificios públicos
y mobiliario para
XII. Decoración
y habitaciones
Fuente: Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras,
v. 25, 27, 37–39, 41–46, 55, 68–69; y Mier, Sebastián B. de, México en la exposición universal internacional
de París (1900), París, Francia, Imprenta de J. Dumoulin, 1901
El resumen de los datos es elaboración propia
109
Tortolero, Alejandro, “Moneda, crédito y exposiciones: el inasible triángulo de la moderni�
dad en la agricultura mexicana (1876–1920)”, Jahrbuch für Geschichte Lateinamerikas, n. 42, 2005.
110
Para el caso de la Escuela de Artes y Oficios del Estado, véase Herrera Feria, María de Lour�
des, La educación técnica en Puebla durante el Porfiriato: la enseñanza de las artes y los oficios, Puebla, Mé�
xico, SIZA–Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Secretaría de Educación Pública, Benemérita
Universidad Autónoma de Puebla, 2002. En este estudio monográfico también se encuentran refe�
rencias a las Escuelas Normales y a las escuelas elementales del Hospicio de Pobres.
111
Gamboa Ojeda, Leticia, La urdimbre y la trama. Historia social de los obreros textiles de Atlixco,
1899–1924, México, Fondo de Cultura Económica y Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
pp. 25–66.
la inserción de una región en el contexto global 305
112
Delacroix, Christiane, “Acteur”, en Christiane Delacroix et al. (dirs.), Historiographies. Con-
cepts et débats, París, Francia, Gallimard, 2010, pp. 2: 651–663.
308 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
113
García Sánchez, Ester, “El concepto de actor. Reflexiones y propuestas para la Ciencia Políti�
ca”, Andamios. Revista de investigación social, v. 3, n. 6, junio 2007, pp. 199–216.
114
Sanchez Guillermo, Evelyne (coord.), Actores locales de la nación en América Latina. Estudios es-
tratégicos, Tlaxcala, México, El Colegio de Tlaxcala y Benemérita Universidad Autónoma de Puebla,
2011, pp. 7–22.
115
Crozier, Michel y Friedberg, Erhard, El actor y el sistema. Las restricciones de la acción colectiva,
México, Alianza Editorial Mexicana, 1990.
116
Para revisar la relación teórico–metodológica entre la obra de Barth y Levi, véase Rosental,
Paul–André, “Construire le ‘macro’ par le ‘micro’: Fredrik Barth et la microstoria”, en J. Revel (dir.),
Jeux d'échelles. La micro–analyse à l'expérience, París, Francia, Gallimard, 1996, pp. 141–159.
la inserción de una región en el contexto global 309
117
Sanchez ha reconstruido, por ejemplo, el contexto económico objetivo de la fundación de la
primera fábrica textil moderna en la ciudad de Puebla en la primera mitad del siglo xix y el contex�
310 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
to tal como el empresario la había entendido. Cuando éste se encontró amenazado por la quiebra,
también reconstruyó la red política con la que el industrial esperaba contar y la que realmente se
movilizó para apoyarlo. Véase Sanchez Guillermo, Evelyne, L'indépendance économique du Mexique.
Le parcours d'Estevan de Antuñano (1792–1847), Villeneuve d'Ascq, Francia, Presses Universitaires
du Septentrion, 2002.
118
Véase particularmente las conclusiones sobre vínculos y solidaridades en Guerra, François–
Xavier, México: del antiguo régimen a la revolución, México, Fondo de Cultura Económica, 1991.
la inserción de una región en el contexto global 311
119
Bertola, Elisabetta; Carmagnani, Marcello y Riguzzi, Paolo, “Federación y estados: espacios
políticos y relaciones de poder en México (siglo xix)”, en Pedro Pérez Herrero (comp.), Región e his-
toria en México (1700–1850). Métodos de análisis regional, México, Universidad Autónoma de México,
1991, pp. 241 y ss.
312 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Estado laico, y sobre el lugar que debía ocupar la nación en la escena in�
ternacional, entre otros muchos aspectos de la vida nacional.
La participación mexicana en las exposiciones universales se inició
en un contexto nacional marcado por los conflictos derivados de la lu�
cha por el poder político entre grupos y facciones, un escenario eminen�
temente distanciado de una racionalidad integrada en torno a objetivos
comunes. Por tanto, el curso de la acción que siguieron los individuos
encargados de la puesta en escena de la nación puso en evidencia la au�
sencia inicial de un marco de referencia, en tanto que no actuaban en su
propio nombre sino en representación de otras unidades más complejas;
en este caso, la indefinición del proyecto de nación y el desconocimiento
de las cualidades y atributos de las regiones que la integraban explican
la vacilante actuación con la que México incursionó en las primeras ex�
posiciones universales. El estudio de la experiencia individual de estos
actores puede acercarnos al uso contingente que hicieron de los recursos
que les ofrecía el contexto y de sus propias capacidades, determinado por
las posibilidades de un conocimiento intuitivo sobre las implicaciones de
alcanzar, o no, una adecuada representación en la escena internacional.
A medida que se fue consolidando un proyecto de nación, que se definió
una perspectiva de futuro común como marco de referencia, se limitó el
margen de incertidumbre, haciendo posible la acción concertada de los
individuos para lograr el lucimiento de la imagen de México en el con�
texto internacional.
Los perfiles de los individuos comprometidos en la representación
nacional en el extranjero empezaron a ser trazados por Tenorio Trillo,120
quien los definió como “magos del progreso”, desde un enfoque centra�
do en la elaboración del nacionalismo por la elite, situada en el centro
político de la nación, la ciudad capital, pero han quedado desdibujados
los de quienes actuaron desde las regiones, el vasto territorio donde los
sentimientos locales de pertenencia y las nociones centrales de nación se
relacionaban mediante el conflicto y la negociación. Los perfiles difusos y
escasamente formalizados de los actores sociales situados en la periferia
del poder político sólo son reconocibles, entonces, por su actuación.
Véase Tenorio Trillo, Mauricio, “Apéndice I. Los magos del progreso”, Artilugio de la nación
120
moderna. México en las exposiciones universales (1880–1930), México, Fondo de Cultura Económica,
1998, pp. 339–345.
la inserción de una región en el contexto global 313
121
García Sánchez, Ester, “El concepto de actor. Reflexiones y propuestas para la Ciencia Políti�
ca”, Andamios. Revista de investigación social, v. 3, n. 6, junio 2007, p. 206
314 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
122
“Crónica de la exposición”, La ilustración mexicana, México, I. Cumplido, 1851, pp. 2: 58–69.
123
“Crónica de la exposición”, La ilustración mexicana, México, I. Cumplido, 1851, p. 2: 61.
124
“Crónica de la exposición”, La ilustración mexicana, México, I. Cumplido, 1851, p. 2: 62.
316 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Desde el día 30 del mes próximo pasado hasta el 13 del presente ha es�
tado abierta la exposición de dibujos y pinturas, que la academia de bellas
artes de esta ciudad, conforme a sus reglamentos, debe verificar anualmen�
te, y que había estado suspensa por mucho tiempo, […]. Corto número de
los objetos exhibidos y escaso el número de los que han concurrido a la exposición,
parece ser esta uno de esos últimos esfuerzos, después de los cuales en nuestro
país vuelven a su estado de sosegada inercia todos esos elementos de ade�
lanto mezquinamente explotados. […] el interés nacional en uno de sus
más interesantes ramos, todo lo hemos visto reflejado con tristísimos colores, en
esa modesta reunión de objetos de arte, tan poco apreciada por la mayor parte
de una población indolente y tan escaso en sí, como ha debido serlo el bro�
tar bajo los esfuerzos aislados de unos pocos […] en medio de las angustias
que traen consigo una vida trabajosa y ninguna protección que ha podido
impartirse a las artes en países que como el nuestro.127
El escaso interés que este tipo de eventos despertaba entre los po�
blanos muestra que sus preocupaciones y acciones giraban en torno a
asuntos más cotidianos y apremiantes: sobrevivir a brotes epidémicos y a
continuas amenazas de sitios militares, o bien a los constantes conflictos
entre las facciones que se disputaban el poder. En esas condiciones de
incertidumbre, poco espacio quedaba para atender el reclamo a cultivar
las artes, la instrucción y la cultura. Sin embargo, el hecho de que el lla�
mamiento se hiciera desde el órgano oficial de difusión del aparato esta�
tal de gobierno da indicios de nuevos recursos y nuevos métodos para
convocar a la población, además de los vínculos tradicionalmente presen�
tes, para atender los apremios de la nación.
Sin embargo, no todos los productores ignoraban el llamado. Según
el informe de Escandón, los canteros y marmoleros de la localidad de
Tecali enviaron sus productos a la Exposición Universal de París de 1855,
motivados, quizá, por el interés de ampliar sus mercados, a pesar de las
desventajosas condiciones para la comercialización de los mismos.128
Su observación de que México no alcanzó a mostrar lo mejor de sus
producciones, de la capacidad e inteligencia de sus habitantes, lo cual no
impidió que tuviera una representación digna y destacada en compara�
ción de otros países hispanoamericanos,129 apunta a recuperar el apren�
127
Periódico Oficial del Departamento de Puebla, miércoles 16 de noviembre de 1853, p. 3. Cursivas
nuestras.
128
“Las muestras de nuestros mármoles jaspeados del departamento de Puebla llamaron muy
particularmente la atención del jurado. El mármol blanco del mismo departamento se habría mos�
trado sin desmerecer al lado del de Carrara. Con todo, a causa de los grandes gastos de transporte
que estos productos exigirían por la distancia a que se encuentran no creo que pudiesen resistir en
los mercados de Europa, a la concurrencia que ésta les haría; ya por la abundancia de sus mármo�
les, ya por los prontos y cómodos medios de comunicación con que aquí cuenta.” Véase Escandón,
Pedro, La industria y las bellas artes en la exposición universal de 1855. Memoria dirijida [sic] al excelen-
tísimo señor Ministro de Fomento de México, París, Francia, Imprimerie Centrale de Napoleón Chaix
etc., 1856, p. 33.
129
Escandón, Pedro, La industria y las bellas artes en la exposición universal de 1855. Memoria diri-
jida [sic] al excelentísimo señor Ministro de Fomento de México, París, Francia, Imprimerie Centrale de
Napoleón Chaix etc., 1856.
318 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 70,
130
exp. 5, incluye varias cartas en las que se declina el honor de integrar la Comisión para la Exposi�
ción Nacional Mexicana y la Internacional de Filadelfia.
320 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Figura 5. Organigrama de la Junta Central de Exposiciones del Estado de Puebla, formada para
integrar la colección poblana en Filadelfia, 1876
Fuente: Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras,
v. 70, exp. 1, f. 11
131
Gamboa Ojeda, Leticia, “Los barcelonnettes en la ciudad de Puebla. Panorama de sus activi�
dades económicas en el Porfiriato”, en Javier Pérez Siller (coord.), México–Francia. Memoria de una
sensibilidad común (siglos xix y xx), México, Fomento Editorial Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla, El Colegio de San Luis, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 1998, p. 176.
132
“Los diplomas y medalla en Minería y metalurgia correspondieron a Gaspar Sánchez Ochoa,
por ejemplares de azufre nativo extraídos del Popocatépetl y a José Julián Gutiérrez y Cía., por la
variada colección de mármoles (ónix mexicano), […] dignos de premio por la variedad y belleza
de sus colores, por su dureza y alto grado de pulimento y por ser susceptibles de una vasta apli�
cación a las artes ornamentales”. Véase Busto, Emiliano, Estadística de la República Mexicana. Estado
que guardan la agricultura, industria, minería y comercio. Resumen y análisis de los informes reunidos a la
secretaría de Hacienda por los agricultores, mineros, industriales y comerciantes de la República y los agentes
de México en el exterior en respuesta a las circulares del 1º de agosto de 1877, México, Imprenta de Ignacio
Cumplido, 1880, pp. 1: 12–21.
133
“Los diplomas en Agricultura fueron para el gobierno del estado de Puebla, por una colec�
ción de 32 especies de madera y para el Hospicio de Puebla por sus tabacos labrados […] los ciga�
rros presentados por los hijos del Hospicio de Puebla están muy bien hechos y hacen mucha honra
322 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
La exposición actual nos ha hecho ver, una vez más, de cuanto es ca�
paz el agricultor, el industrial y el obrero poblano, y que basta el más ligero
impulso para encontrar con avidez la cooperación de los hijos del trabajo.
a los niños pobres que los fabrican”. Véase Busto, Emiliano, Estadística de la República Mexicana.
Estado que guardan la agricultura, industria, minería y comercio. Resumen y análisis de los informes reuni-
dos a la secretaría de Hacienda por los agricultores, mineros, industriales y comerciantes de la República y los
agentes de México en el exterior en respuesta a las circulares del 1º de agosto de 1877, México, Imprenta de
Ignacio Cumplido, 1880, pp. 1: 12–21.
134
Busto, Emiliano, Estadística de la República Mexicana. Estado que guardan la agricultura, indus-
tria, minería y comercio. Resumen y análisis de los informes reunidos a la secretaría de Hacienda por los
agricultores, mineros, industriales y comerciantes de la República y los agentes de México en el exterior en
respuesta a las circulares del 1º de agosto de 1877, México, Imprenta de Ignacio Cumplido, 1880, p. 1: 12.
135
O'Farril, Miguel, Proyecto del ciudadano Miguel O'Farril aprobado por el gobierno del estado, para
la construcción de un monumento conmemorativo de la patria, en los cerros de Guadalupe y Loreto, edifica-
ción de un soberbio palacio industrial, y formación de un bello jardín en el planío de la plazuela de San José,
Puebla, México, Imprenta del Hospicio, 1880, p. 12.
la inserción de una región en el contexto global 323
Explotado tan preciosos ejemplo nadie pondrá en duda que una obra
por grandiosa que sea puede afrontarse no sólo en la ciudad, sino en el es�
tado con seguridad de buen éxito.
En esta confianza y sin que parezca atrevimiento, he creído que no es
difícil mejorar la conocida plazuela de San José convirtiéndola en jardín
que más tarde se comunique con el de San Francisco, hoy de Hidalgo.
Se hace tanto más necesaria esta mejora, estimando estos antecedentes.
Personas de alta influencia en el gobierno general han acogido con benevo�
lencia la indicación mía para que el cerro de Guadalupe que es el emblema
de las glorias del cinco de mayo, sea adornado cual lo merece un monumen�
to conmemorativo de la patria. Esta obra que debe ser costeada por la Fe�
deración y por los demás Estados inclusive el nuestro debe ser una grande
obra de arte que haga honra a nuestra nación y que deberá ser dirigida por
los más hábiles ingenieros del Ministerio de Fomento, y bajo su inspección.
La Junta directiva de la exposición, orgullosa del buen éxito que han
tenido sus tareas en el presente año, ha acogido con entusiasmo el proyecto
mío de hacer un soberbio palacio de exposiciones en donde está hoy colo�
cado el viejo cuartel de San José, y de esta idea que se recomienda por sí
sola se debe esperar que llegue a un feliz término; pues será costeada por
los mineros, agricultores, industriales, artesanos y comerciantes a quienes
es tan productiva esta benéfica institución.
La plazuela de Antuñano, que va a enriquecer y aumentar el paseo
de Hidalgo que deberá unirse al proyecto, tiene decretado por el Congreso
una cantidad regular de pesos para erigir una estatua al inmortal fundador
de la industria en Puebla, lo que hará formar el complemento que encadena
esta solicitud, y que no analizo por no permitirlo la reducción de un escrito,
ni ofender la ilustración de los concejales que me escuchan.136
136
O'Farril, Miguel, Proyecto del ciudadano Miguel O'Farril aprobado por el gobierno del estado, para
la construcción de un monumento conmemorativo de la patria, en los cerros de Guadalupe y Loreto, edifica-
ción de un soberbio palacio industrial, y formación de un bello jardín en el planío de la plazuela de San José,
Puebla, México, Imprenta del Hospicio, 1880, pp. 16 y 17.
324 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Ilustración 32. Diseño del Palacio Industrial de Exposiciones, Ferrocarriles y Paseos, formado
por los ingenieros Felipe Fortuño y Guillermo Hay, en Puebla de Zaragoza, 1880
Fuente: O'Farril, Miguel, Proyecto del ciudadano Miguel O'Farril aprobado por el gobierno del estado,
para la construcción de un monumento conmemorativo de la patria, en los cerros de Guadalupe y Loreto,
edificación de un soberbio palacio industrial, y formación de un bello jardín en el planío de la plazuela de
San José, Puebla, México, Imprenta del Hospicio, 1880, p. 36, en la Biblioteca José María Lafragua
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
Figura 6. Esquema de la actuación del general Porfirio Díaz como comisionado general para la
exposición mexicana en Nueva Orleans en 1884–1885
Fuente: Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras,
v. 76, exp. 4
137
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 71,
exp. 11.
138
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 74,
exp. 7, carta fechada el 2 de junio de 1884.
139
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 74,
exp. 18.
140
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 75,
exp. 29.
328 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
141
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 74,
exp. 24.
142
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 74,
exp. 25.
143
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 75,
exp. 39, Inventario fechado el 6 de octubre de 1884.
144
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 74,
exp. 53.
145
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 75,
exp. 10.
la inserción de una región en el contexto global 329
146
Gamboa Ojeda, Leticia, “Los barcelonnettes en la ciudad de Puebla. Panorama de sus activi�
dades económicas en el Porfiriato”, en Javier Pérez Siller (coord.), México–Francia. Memoria de una
sensibilidad común (siglos xix y xx), México, Fomento Editorial Benemérita Universidad Autónoma
de Puebla, El Colegio de San Luis, Centro de Estudios Mexicanos y Centroamericanos, 1998, p. 193.
147
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 74,
exp. 29.
330 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
148
Archivo General del Estado de Puebla, México, grupo Documental Beneficencia Pública, fon�
do Artes y Oficios, sección Dirección, serie Miscelánea, v. 53, exp. 5, f. 960, agosto de 1888.
149
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 3,
exp. 1, informe fechado el 15 de diciembre de 1888.
332 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
150
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 3,
exp. 11, informe fechado el 15 de diciembre de 1888.
151
Boletín de la Exposición Mexicana en la Internacional de París, ii t., México, Oficina Tipográfica
de la Secretaría de Fomento, 1888–1889, p. 560. En este documento se señaló que “Cada objeto que
exhiben representa para ellos una suma inmovilizada e improductiva que, si considerada en sí
la inserción de una región en el contexto global 333
misma es siempre pequeña, es, en relación con los recursos y necesidades del productor, siempre
cuantiosa. Otros productores están en la mejor disposición de consagrar parte de su trabajo a la
elaboración de un objeto destinado a ser exhibido, pero carecen de recursos para procurarse las
materias primas indispensables. Prescindir del concurso de estas dos clases de productores sería a
todas luces una medida desacertada”.
152
Boletín de la Exposición Mexicana en la Internacional de París, ii t., México, Oficina Tipográfica de
la Secretaría de Fomento, 1888–1889, p. 561.
334 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
153
Velázquez, Pedro A., Amor, ciencia y gloria. La contribución de los Chávez y los Castañeda en el
desarrollo del México moderno, Michoacán, México, El Colegio de Michoacán, 2001, pp. 281–282.
154
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 81,
exp. 11.
155
Gertrudis García Teruel presentó varias pinturas. Archivo General de la Nación, México,
fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 84, exp. 18.
156
José María Vigil preparó una colección de poesía escrita por mujeres mexicanas para mostrar
sus capacidades literarias en comparación con las de mujeres estadounidenses y europeas. Véase
Vigil, José María, Poetisas mexicanas, siglos xvi, xvii, xviii y xix, México, 1893.
157
Circular n. 9 que el Ministerio de Fomento giró el 12 de noviembre de 1898 a los goberna�
dores de los estados, Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones
Extranjeras, v. 22, exp. 5.
la inserción de una región en el contexto global 335
158
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 69,
exp. 12.
159
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 60,
exp. 1.
336 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
Este jurado calificaría las obras presentadas por los expositores mexi�
canos, quienes se sirvieron aceptar ese cargo en términos benévolos.
Los afanes por ganar el favor de los miembros del jurado originó que
los comisionados prepararan una lista de los jurados por país de origen,
con mención de sus domicilios particulares en París, y que les asignaran
una compensación de 8 500 francos a los miembros de la comisión mexi�
cana que fueron designados como jurados, para sufragar gastos deriva�
dos de atenciones y regalos a sus colegas.161
Como se ve, el gobierno porfiriano a través de sus delegados procuró
por todos los medios obtener el reconocimiento en el extranjero, de tal
manera que el comisionado general pudo informar que el resultado de
los esfuerzos reflejó fielmente la prosperidad y el progreso logrados, mer�
ced a la paz y al trabajo; que todo buen mexicano debía sentirse orgulloso
de haber visto figurar a su país sin desdoro al lado de los más podero�
sos y grandes y que la nación había revelado al mundo su prosperidad
augurando mayores grandezas para el porvenir; según su percepción,
México se había mostrado a gran altura, rivalizando con naciones que
disfrutaban de considerable prosperidad y con muchas de las cuales no
habría podido competir treinta años antes, por lo que este éxito no debía
producir una satisfacción momentánea, sino que debía ser estímulo para
el trabajo y sostén de la paz para, más adelante, levantar todavía más alto
el pabellón de la patria.162
160
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 60,
exp. 2.
161
Archivo General de la Nación, México, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras, v. 60,
exp. 6 y 7.
162
Mier, Sebastián B. de, México en la exposición universal internacional de París (1900), París, Fran�
la inserción de una región en el contexto global 337
1
Carmagnani, Marcello, El otro Occidente. América Latina desde la invasión europea hasta la globali-
zación, México, El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, 2004, p. 207
2
Barth, Volker, “Nation et alterité: l'Argentine aux Expositions universelles de 1867, 1878 et
1889 à Paris”, Les Cahiers alhim, n. 15, 2008, pp. 211–232.
344 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
3
Carmagnani, Marcello, El otro Occidente. América Latina desde la invasión europea hasta la globali-
zación, México, El Colegio de México, Fondo de Cultura Económica, 2004, pp. 10 y 11.
conclusiones 347
1
La información se recopiló y organizó a partir de los datos localizados en: Archivo General de
la Nación, fondo Fomento, serie Exposiciones Extranjeras; Archivo General del Estado de Puebla,
grupo Documental Beneficencia Pública, fondo Artes y Oficios; Boletín de la Exposición Mexicana en
la Internacional de París, i y ii t., México, Oficina Tipográfica de la Secretaría de Fomento, 1888–1889;
Busto, Emiliano, Estadística de la República Mexicana. Estado que guardan la agricultura, industria, mine-
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mineros, industriales y comerciantes de la República y los agentes de México en el exterior en respuesta a las
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1856; Fernández Leal, Manuel, Memoria presentada al Congreso de la Unión por el secretario de Estado
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tores mexicanos en la Exposición Universal…; Riva Palacio, Vicente, Memoria presentada al Congreso de
la Unión por el secretario de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la
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Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana escrita por el ministro
del ramo… para dar cuenta con ella al soberano Congreso Constitucional, 1 y 2 v., México, Imprenta de
Vicente García Torres, 1857.
350 puebla en las exposiciones universales del siglo xix
***
85. Autoridades del distrito de San Juan de los Llanos (Libres), ex�
positores de colecciones de maderas en el grupo V (Industrias extracti�
vas, productos en bruto y manufacturados) en París, 1889.
86. Autoridades del distrito de Tecamachalco, expositores de tie�
rras arables en el grupo VI (Herramientas y procedimientos de las indus�
trias mecánicas) en París, 1889.
87. Autoridades del distrito de Tehuacán, expositores de coleccio�
nes de maderas y plantas medicinales en el grupo V (Industrias extracti�
vas, productos en bruto y manufacturados) en París, 1889; expositores de
objetos de palma en el grupo XV (Industrias diversas), mención honorí�
fica en París, 1900.
88. Autoridades del distrito de Tepeji, expositores de colecciones
de maderas en el grupo V (Industrias extractivas, productos en bruto y
manufacturados) en París, 1889.
89. Autoridades del distrito de Tetela de Ocampo, expositores de
colecciones de maderas en el grupo V (Industrias extractivas, produc�
tos en bruto y manufacturados) en París, 1889; expositores de piedras de
construcción en el grupo XI (Minas y metalurgia) en París, 1900.
90. Autoridades del distrito de Teziutlán, expositores de coleccio�
nes de maderas en el grupo V (Industrias extractivas, productos en bruto
y manufacturados) en París, 1889.
91. Autoridades del distrito de Tlatlauqui, expositores de muestras
minerales, colecciones de maderas, plantas de uso industrial y seda ve�
getal en el grupo V (Industrias extractivas, productos en bruto y manu�
facturados), de tierras arables en el grupo VI (Herramientas y procedi�
mientos de las industrias mecánicas), muestras de cereales y cañas dulces
en el grupo VII (Productos alimenticios) en París, 1889; expositores de
muestras de pimienta seca en el grupo X (Alimentos), mención honorífica
en París, 1900.
92. Autoridades del distrito de Zacapoaxtla, expositores de colec�
ciones de maderas en el grupo V (Industrias extractivas, productos en
bruto y manufacturados) en París, 1889.
93. Autoridades del distrito de Zacatlán, expositores de colecciones
de maderas en el grupo V (Industrias extractivas, productos en bruto y
manufacturados) en París, 1889.
94. Ávalos, Ignacio y Cía., del distrito de Atlixco, expositor de hari�
nas en el grupo X (Alimentos) en París, 1900.
95. Ávila, Alberto, de la ciudad de Puebla, expositor en el grupo
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