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LÍDERES QUE DAN FORMA A LA CULTURA Y LA MANTIENEN ORIENTADAS

A LOS RESULTADOS

Las experiencias recopiladas por James L. Hesket, sobre las características de los
líderes en el sector productivo, muestran algunos aspectos de tiranía, ya que los
subalternos por no lograr una educación complementaria, son intimidados por un
estilo particular del lenguaje que manejan algunos estereotipos de lideres,
logrando de esta manera una relación de mando piramidal.
Sin embargo también se mencionaba en la lectura, la clave que tienen algunos
líderes para escuchar, lo cual posibilita y mejora las relaciones entre el personal
en la actitud laboral.
Los climas organizacionales, dependen en gran medida de la persona a cargo
(líder) de los trabajadores, a quienes debe estimular sobre sus capacidades y
tener un alto grado de percepción sobre la resolución de problemas; pues un líder
debe estar dispuesto a asumir constantemente la toma de decisiones, resolver
conflictos, generar ambientes agradables de compañerismo, actitud democrática y
abierta a las diferentes posibilidades y escenarios que derivan de una
organización establecida.
Nuestra sociedad se ve reflejada culturalmente con los líderes que eligen,
sabemos que Latinoamérica ha estado anclada al servilismo desde los tiempos de
la conquista e invasión española, este fenómeno, ha propiciado un escenario ideal
para aquellos que a través del lenguaje, han manipulado las mentes de los más
débiles y desprotegidos, manteniendo así un poder exclusivo e irrevocable por los
más poderosos. Por ello, la cultura y el acceso al conocimiento solo es un
privilegio para quienes manipulan desde el lenguaje y su falso liderazgo la
economía, religión, política, medios y demás poderes de una nación.
Es muy importante lograr esfuerzos para que la sociedad logre un liderazgo
personal individual, pues al ser apoderado, será un ser crítico analítico que tiene
voz y capacidad de transformar su propia realidad. Esto se lograría con políticas
serias de acceso a la educación, donde una ciudadanía formada podría decidir
asertivamente sobre sus líderes y convertirse él mismo en un sujeto con
capacidades de transformación individual y social que genere cambios positivos
en la sociedad desde su propio liderazgo.

Diego Fernando Espitia.

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