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El origen de la universidad en la edad media.

Las primeras expresiones de educación superior aparecen ya en la

antigüedad clásica. En China, en forma de un sistema de exámenes para

seleccionar los funcionarios públicos, en la India, las escuelas sacerdotales, en

Judea, las escuelas de medicina, música y religión, en Grecia, aparece la

Academia creada por Platón, en Roma, las escuelas de derecho. Sin embargo,

estos intentos constituyeron hechos aislados que no tuvieron, permanencia y

continuidad histórica prolongada, por lo que son considerados tan solo como

antecedentes.

La verdadera génesis de la educación superior, como el nivel más alto del

sistema educativo, se produjo en la Edad Media Europea, momento histórico en

que aparece “la universidad”, como institución educativa con unas características

bien definidas que en la actualidad sigue manteniendo:

- Tiende abarcar todas las áreas del conocimiento.

- Otorga títulos profesionales con valor jurídico.

- Se mantiene abierta a la ampliación y difusión del conocimiento.

- Está organizada bajo la concepción de corporación autónoma.

- Tiene continuidad institucional.

Las primeras universidades creadas en el mundo fueron: la de Salermo a

fines del siglo X, la de Bolonia a comienzos del siglo XI y la de París a fines del

siglo XII. Como bien lo señala Picón (1994), en estos primeros siglos de historia, la

institución va a definir lo que es su principal misión a cumplir: enseñar; misión

que en ese momento es casi única y exclusiva, que cumple dentro de una
comunidad formada por maestros y estudiantes, y que desempeña con una

autonomía relativa según sea el caso. A esto es lo que actualmente llamamos la

función docente, profesionalizante de la universidad.

En este proceso fundacional van a emerger dos tendencias. En el caso de

la Universidad de Bolonia, la iniciativa partió de los hijos artesanos y comerciantes

que contrataban profesores para aprender de ellos. Se conformó así, un modelo

de organización universitaria democrática, con una marcada tendencia a la libertad

del pensamiento y donde la autoridad descansa principalmente en los estudiantes.

A diferencia, el caso de París, surge por iniciativa de la Iglesia quien propaga la

obediencia a la fe cristiana y adopta un modelo donde la autoridad la ejercen los

profesores, y en el que se concibe la universidad como centro de enseñanza del

saber establecido, al servicio de los grupos hegemónicos de la época, la Iglesia y

el Estado.

Seguidamente, en el siglo XIII, las universidades rápidamente se van a

multiplicar por toda Europa y los sectores dominantes aprovechan la oportunidad

de convertir la institución en monopolio del conocimiento. Así progresivamente,

tanto la iglesia como los gobiernos, asumieron el papel de creadores y

sostenedores de las universidades, de modo que la universidad que se multiplicó

estaba regida por el modelo de organización autoritaria en la que la autonomía de

pensamiento estaba seriamente condicionada, actuando como obstáculo al

desarrollo del pensamiento científico.

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