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República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio Del Poder Popular Para la Educación Universitaria


Universidad Alejandro de Humboldt.
Electiva DCN0701CI

AVERÍAS

ALUMNOS:

DOCENTE: Eyder Navas CI. 22.546.204

Steven Díaz CI 26.747.614


Hugo Guedez
Gabriela Piñate C.I: 24.206.510

Caracas Diciembre , 2020.


Clasificación de las pérdidas en los seguros de transporte Pérdidas totales y
parciales

En el transporte de mercancías es recomendable y en algunos casos obligatorios la


contratación de un seguro sobre la mercancía por la pérdida total/parcial, por los daños
en la mercancía en el momento de carga/descarga o por la destrucción de esta.

Los seguros se realizan por la aparición de un posible riesgo y poder disminuir la


pérdida que conlleva un accidente de esta índole.

Depende del tipo de transporte pueden aparecer unos riesgos u otros:

RIESGOS VÍA MARÍTIMA:

En las operaciones de carga/descarga pueden incidir incidentes, bien sea porque la


carga se encuentre descubierta y se moje por agua de la lluvia, agua del mar, por estar
mucho tiempo expuesta al sol, cualquier tipo de caídas o impactos en las cuales los
contenedores queden dañados y con ello la mercancía que contienen se vea afectada,etc.

Mal Estibaje, contaminación, pérdida o aumento de peso (por evaporación o


incremento de humedad), acción de los roedores, daños por fuego, daños o faltantes por
robo o hurto, averías en los contenedores y por ello perdida del género que contienen
por putrefacción o causas naturales.

Mal embalaje.

Cualquier incidencia que pueda ocurrir con el embalaje de la mercancía que se está
transportando.

RIESGOS VÍA AÉREA:

Accidentes del avión.

Cualquier tipo de incidentes como incendio, rayo o explosión.

Cabe destacar que en la mayoría de los casos en los que se produce un accidente de
avión la mercancía se da por perdida en su totalidad.

RIESGOS VÍA TERRESTRE:


Despiste del conductor mientras conduce.

Accidente causado por el conductor o por un tercero.

Choque/vuelco.

Desbarrancamiento o descarrilamiento del vehículo transportador.

Derrumbe, caída de árboles o postes.

Incendio, explosión, rayo, huracán, ciclón o tornado.

Inundación.

Después de conocer los diferentes riesgos a los que está expuesta la carga por
cualquiera de los tres tipos de modalidades nombradas anteriormente, es importante
conocer los diferentes tipos de cobertura de los seguros sobre la mercancía y sobre el
transporte.

Una cobertura es la acción que presta el asegurador mediante la petición de un


cliente, para que cubra determinados riesgos que puedan sufrir sus mercancías en el
traslado o manejo de la misma.

Los tipos de coberturas que existen son:

Básica: este solo implica choques, derrumbamiento, vuelco y accidentes por motivos
naturales como pueden ser rayos, ciclones, tornados, incendios, ciclones, inundación,
alud, aluvión, etc.

Básica + robo: este asegura lo mismo que en la basica normal mencionada


anteriormente, y el robo con violencia hacia el transportista o hacia la mercancia y a
consecuencia la perdida de esta total o parcial.

Básica + robo + hurto: asegura las mercancías que contengan las mencionadas con
anterioridad más la falta de entrega, pérdida de la mercancía, rotura, colisión con otra
mercancía, etc.

Adicional de desaparición: esto sucede cuando el transporte lo efectúa otra persona


independiente del dueño, es decir el transportista.
Adicional de carga y descarga: este tipo de cobertura es similar al mencionado
anteriormente pero con la diferencia que este es cuando el transporte lo realiza el dueño
de la mercancía.

Otros adicionales: sucede cuando existe descompostura del equipo de frio, exención de
la responsabilidad civil del transportista, etc.

Pérdida Total Absoluta • Las mercancías se han perdido completamente o dañado de tal
forma que han perdido su valor o naturaleza inherente.

Pérdida Total Constructiva • Los gastos de recuperar, reparar y enviar las mercancías a
su destino superan su valor a la llegada.

Qué casos no están asegurados • Riesgo - Es algo que puede suceder, pero que no
tiene que suceder. - El seguro marítimo no cubre daños que puede esperarse que
sucedan en condiciones normales, o por la propia naturaleza de las mercancías. - Deben
ser causas externas.

Avería gruesa o general

Es una cobertura del seguro de transportes, con el objeto de preservar de un peligro


de pérdida las mercancías transportadas, que se incurra intencionalmente con el fin de
evitar daños mayores. Consiste en el sacrificio (inclusive de mercadería), o gasto
extraordinario y debe darse imprescindiblemente tres condiciones: que el hecho sea
voluntario, que sea necesario, que se lleve a cabo con éxito. De realizarse, todos los
bienes que resultaron beneficiados con el sacrificio (incluso la embarcación) deben
participar en forma proporcional a su valor en el pago de los gastos y pérdidas
incurridas

Avería particular

Se denomina también avería simple y es todo gasto o perjuicio imprevisto e


involuntario causado en el buque o en su cargamento que no haya redundado en
beneficio o utilidad común de los interesados en el buque y en su carga. Toda vez que
no se produce el beneficio común, tampoco se producirá distribución de la avería; el
gasto o el daño de ésta serán soportados por su dueño. En consecuencia, la liquidación
de las averías particulares afectan a la ejecución de los contratos de fletamento y de
seguro. Los casos legales de avería simple no tienen carácter limitativo. Las averías-
daños del buque son todos los daños sobrevenidos al buque por vicios del mismo, por
accidente de mar o por fuerza mayor. Las averías-daños del cargamento, son los daños
ocurridos a la carga por vicio de ella, accidente de mar, fuerza mayor o negligencia de la
tripulación. Entre las averías-gastos están los salarios y alimentos de la tripulación del
buque detenido por orden legítima o fuerza mayor, siempre que el fletamento estuviese
contratado por un tanto el viaje.

Según el Código de Comercio: CCo, artículo 809. Serán avenas simples o


particulares por regla general, todos los gastos y perjuicios causados en el buque o en su
cargamento que no hayan redundado en beneficio y utilidad común de todos los
interesados en el buque y su carga, y especialmente las siguientes:

Los daños que sobrevinieren al cargamento desde su embarque hasta su descarga,


así por vicio propio de la cosa como por accidente de mar o por fuerza mayor, y los
gastos hechos para evitarlos o repararlos.

Los daños y gastos que sobrevinieren al buque en su casco, aparejos, armas y


pertrechos, por las mismas causas y motivos, desde que se hizo a la mar en el puerto de
salida hasta que ancló y fondeó en el puerto de su destino.

Los daños sufridos por las mercaderías cargadas sobre cubierta, excepto en la
navegación de cabotaje, si las Ordenanzas marítimas lo permiten.

Los sueldos y alimentos de la tripulación cuando el buque fuere detenido o


embargado por orden legítima o fuerza mayor, si el fletamento estuviere contratado por
un tanto el viaje.

Los gastos necesarios de arribada a un puerto para repararse o aprovisionarse.


El menor valor de los géneros vendidos por el capitán en arribada forzosa, para pago
de alimentos y salvar a la tripulación, o para cubrir cualquier otra necesidad del buque a
cuyo cargo vendrá el abono correspondiente.

Los alimentos y salarios de la tripulación mientras estuviesen en cuarentena.

El daño inferido al buque o cargamento por el choque o abordaje con otro, siendo
fortuito e inevitable.

Si el accidente ocurriera por culpa o descuido del capitán, éste responderá de todo el
daño causado.

Cualquier daño que resultare al cargamento por faltas, descuido, o baraterías del
capitán o de la tripulación, sin perjuicio del derecho del propietario a la indemnización
correspondiente contra el capitán, el buque y el flete.

Diferencias entre avería general y avería simple


Al hablar de avería se trata de un concepto muy extenso, toda vez que por avería se
pueden tener en cuenta todos los daños, gastos o pérdidas que ocurren durante el
transcurso de la aventura marítima; esos daños o pérdidas pueden ser sufridos por la
carga, el buque o el flete. De lo anterior se desprende la clasificación existente de las
averías, en las que se puede encontrar por una parte la avería particular y por la otra la
avería común o general.

Por avería simple o particular se tiene que entender como “todo daño, pérdida o gasto
sufrido por el buque o por la carga que no redunden en beneficio común de todos los
interesados de la expedición marítima. De lo anterior se concluye que al no reportarse
un beneficio común por la pérdida, daño o gasto sufrido por la carga o el buque, dicha,
pérdida o gasto deberá

Si bien la ley colombiana no es adecuada para regular los casos de avería gruesa y
la costumbre mercantil ha demostrado que esta institución se debe regir por las
disposiciones de las Reglas de York y Amberes, hay que tener en cuenta que en un
transporte que termine en puerto colombiano, en el que se haya presentado un evento de
avería común y a falta de un acuerdo contractual que determine la aplicación de las
Reglas de York y Amberes, las normas del Código de Comercio colombiano serán
aplicables.

En cuanto a la avería común, se puede afirmar que esta ocurre cuando se ha hecho o
contraído, intencionada y razonablemente, cualquier sacrificio o gasto extraordinario
para la seguridad común, con el objeto de preservar de un peligro las propiedades
comprometidas en la aventura marítima (esto según la regla A de York y Amberes).

La importancia en diferenciar entre avería general y avería simple no obedece a un


simple capricho de la doctrina, pues, aunque similares a simple vista, las dos figuras
generan efectos jurídicos y económicos completamente distintos los cuales afectan a los
distintos actores o elementos involucrados en la expedición marítima, determinando así
si el daño o gasto tendrá que ser soportado solo por quien lo sufrió, o si por el contrario
deberá haber una contribución común para reparar el perjuicio que sufrieron unos, para
preservar la seguridad de otros.

En cuanto a la legislación aplicable para las averías, se debe mencionar que en


principio, tanto para avería simple como para avería común, “se aplicará la ley del
puerto donde termina definitivamente la aventura”11.

No obstante lo anterior, en la mayoría de las jurisdicciones, existe la posibilidad por


medio de la libertad contractual de transformar la situación anterior pactando las reglas
a aplicar, lo cual será válido salvo en aquellos acuerdos en los que se pretenda modificar
normas imperativas.
Subrogación

Acto por el que una persona sustituye a otra en los derechos y obligaciones propios de
determinada relación jurídica. En el ámbito del contrato de seguro, en virtud de la
subrogación el asegurador sustituye al asegurado en el ejercicio de las acciones o
derechos que tendría este contra los terceros causantes del accidente o siniestro, a fin de
poder recuperar de ellos la cantidad por la que civilmente deberían responder a
consecuencia de los daños producidos, cuya indemnización, en virtud de la póliza de
seguro, ha corrido inicialmente a cargo de la aseguradora. También se aplica el término
a la sustitución de una cosa por otra distinta, en una determinada relación jurídica
(subrogación real).

Limitaciones a las responsabilidades de los transportistas

La legislación de transportes establece un límite de responsabilidad para el


transportista frente aquellos casos donde la mercancía pueda dañarse o perderse durante
el envío. Cuando el cargador considere insuficiente este límite legal de indemnización,
puede ampliarlo incluyendo en el contrato de transporte una declaración de valor de las
mercancías. En este caso, deberá acordar el aseguramiento del diferencial entre el valor
de la mercancía y el límite legal mediante la suscripción de un seguro de daños que será
repercutible en el precio del transporte.

En los transportes nacionales, sin una declaración de valor específica, los límites de


indemnización se establecen por un índice de referencia conocido como Indicador
Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM). Dicho indicador se publica anualmente
en la Ley de Presupuestos y sirve de referencia para el cálculo de ciertos tipos de
ingresos. Así, la indemnización por pérdida o avería no podrá exceder de un tercio del
IPREM/día por cada kilogramo de peso bruto de mercancía perdida o averiada

La cosa cambia en los transportes internacionales. El límite de indemnización queda


determinado por el Convenio relativo al Contrato de Transporte Internacional de
Mercancías por Carretera (CMR), hecho en Ginebra en 1956. Este convenio fija una
limitación basada en la unidad de cuenta del Fondo Monetario Internacional, conocida
como Derecho Especial de Giro (DEG) y cuyo valor se basa en una cesta de cuatro
monedas internacionales (el dólar de EE.UU., el euro, la libra esterlina y el yen
japonés).
En concreto, el máximo de indemnización en internacional no podrá superar las 8,33
DEG por kilogramo bruto de mercancía dañada o perdida.

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