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Las pólizas ICC (A), (B) y (C) son exclusivamente para riesgos marítimos, pero el propio Instituto de
Aseguradores de Londres (ILU) dispone de una póliza para transporte aéreo, la ICC (Air) de
condiciones similares a la ICC (A). En el caso del transporte por carretera, al tener un carácter más
local y de distancias cortas, el ILU no ha desarrollado pólizas específicas, sin embargo las distintas
compañías aseguradoras han desarrollado pólizas propias, en muchos casos basadas en
adaptaciones del seguro marítimo.
Conviene recordar que los términos CIF y CIP establecen una cobertura mínima (la cláusula C), ya
que se considera que ese es el común denominador a la mayoría de cargas (a una expedición de
chatarra poco le importa el robo, por ejemplo). No obstante en las propias reglas Incoterms se
establece que el comprador puede requerir coberturas más amplias: “A petición del comprador, el
vendedor proporcionará, sujeto a que el comprador facilite toda la información necesaria
solicitada por el vendedor y a expensas del comprador, toda cobertura adicional, si puede
conseguirse, tales como la cobertura proporcionada por las cláusulas (A) o (B) de las Institute
Cargo Clauses (LMA/IUA) u otras cláusulas similares y/o cobertura que cumpla con las Cláusulas de
Guerra del ICC y/o las Cláusulas de Huelga del ICC u otras cláusulas similares.”
Cláusula de carga del instituto de aseguradores de Londres, “A”: ofrece una cobertura a todo
riesgo, en esta póliza se recogen todos los riesgos de pérdida o daños sobre la cosa asegurada. Se
excluyen los daños por pérdida o gastos producidos por la conducta dolosa el asegurado. La
pérdida ordinaria de peso o volumen, el desgaste ordinario, el embalaje inadecuado, el vicio
inherente, el retraso, la insolvencia o insuficiencia financiera por parte de los armadores fletadores
o de los operadores del buque, el uso de armas de guerra atómicas.
Estos conceptos se recogen en la cláusula general de exclusiones. A esta cláusula se añaden la de
innavegabilidad o inadecuación de los contenedores, la de exclusión de guerra y la de huelga.
Cláusulas de carga del instituto de aseguradores de Londres “B”: que enumera directamente los
riesgos cubiertos, comprende: incendio o explosión, que el buque haya embarrancado o varado,
se haya hundido o zozobrado, vuelco o descarrilamiento del medio de transporte terrestre,
descarga de la mercancía en un puerto de arribada forzosa, terremoto, erupción volcánica o rayo,
pérdidas o daños de los objetos asegurados causados por sacrificio de avería gruesa, echazón o
arrastre por las olas, entrada de agua de mar, de lago o de río en la bodega del buque,
contenedor, remolque o lugar de almacenaje, pérdida total de cualquier bulto que ha caído por la
borda o durante las operaciones de carga o descarga y la cláusula de avería gruesa y la de ambos
culpables de abordaje.
Se excluyen los daños deliberados por parte de un tercero y los riesgos no contemplados en la
póliza A
Cláusula de carga del instituto de aseguradores de Londres “C”: los riesgos cubiertos son iguales
a los de la póliza B con exclusión de terremotos, erupciones volcánicas y rayos, arrastre por las
olas, entrada de agua de mar, de lago o río en la bodega del buque, en el medio de transporte,
contenedor, remolque o lugar de almacenaje, pérdida total de cualquier bulto por caída de la
borda o durante las operaciones de carga o descarga desde el buque.
Cláusula de guerra
Por definición debemos entender por “cláusula de exclusión de guerra” aquella norma contractual
incluida dentro de una póliza de seguros que excluye específicamente la cobertura por actos de
guerra o asimilados, tales como la invasión, insurrección, revolución, golpe militar, terrorismo, etc.
Las aseguradoras suelen excluir la cobertura de las pérdidas causadas por este tipo de eventos
relacionados con la guerra y este tipo de protección es entendible ya que, de no ser así, las
compañías de seguros podrían ver comprometida su solvencia y su misma continuidad, con el
consiguiente problema –tal vez sistémico- para el propio Estado en el que operen.
No es difícil imaginar los miles o millones de demandas costosas que podrían generarse, por decir
sólo algunos ejemplos, de propietarios de viviendas, de inquilinos, de comercios, de autos, de
industrias, de beneficiarios de capitales por fallecimiento, etc. Sencillamente se trata de evitar la
cobertura de unos riesgos que no se pueden calcular y, por tanto, para los que tampoco se puede
definir una prima razonable como contraprestación.
“En ningún caso este seguro cubrirá pérdida, daño o gasto causado por guerra, guerra civil,
revolución, rebelión, insurrección o contienda civil que de ella se derive, así como cualquier acto
hostil de o contra un poder beligerante. Se excluye igualmente la captura, embargo, arresto,
restricción o detención (excepto piratería) así como el intento de cometerlo o las consecuencias de
su comisión. También se excluyen los daños causados por minas, torpedos, bombas u otras armas
de guerra abandonadas en el mar”.
La cláusula de exclusión de guerra aparece de forma muy genérica en las pólizas de seguros de
particulares pero en otros ramos suele tener mayor relevancia por la necesidad de acotar riesgos
en esos otros negocios; por ejemplo, las pólizas de transporte, sobre todo el marítimo.
Las pólizas desarrolladas durante el siglo XVIII no marcaban una distinción entre los peligros
ordinarios y los peligros de guerra. Los efectos cada vez más destructivos y generalizados de la
guerra motivan las reticencias de los aseguradores y reaseguradores para brindar cobertura contra
las pérdidas causadas por la guerra, tanto en base al potencial alcance de las pérdidas
(catastróficas) como al riesgo de pérdidas concentradas en lugares y en momentos específicos
(cúmulos).
Coberturas Opcionales: Sujeto al pago de prima correspondiente y que sea especificado mediante
anexo, se podrán otorgar las siguientes coberturas:
Robo: Entendiéndose por robo, todo acto de apoderamiento de los bienes o mercancías
aseguradas, mediante el uso de la violencia o la amenaza de causar lesión o daños a la persona o
personas que tengan dichos bienes bajo su cuidado, control y custodia.
Robo de los Bienes: Asegurados mediante factura o rotura del compartimiento de carga del
vehículo transportador, haciendo uso de la violencia.
Hurto Simple: Entendiéndose todo acto de apoderamiento ilegal de los bienes asegurados
cometidos por personas que no sean aquellos bajo cuyo cuidado, control y custodia se encuentran
los bienes como consecuencia inmediata y directa de la intervención de cualquiera de los riesgos
antes enunciados.
Carga y Descarga: Cubre la pérdida o daños causados a los bienes asegurados durante operaciones
de carga y descarga (según cláusula).
Falta de Entrega o Extravio de Bultos Completos: Cubre la falta de entrega de bultos completos
mientras ocurra, durante el curso de tránsito ordinario y bajo el cuidado, control y custodia de
transportistas terceros.