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Karla Eugenia Hurtado Salazar Grupo 601 14 de febrero de 2019

Ensayo de la película “La mula”

En “La mula” ha sido posible identificar diversos rasgos de perversión, así como una
estructura perversa en algunos de los personajes. Pero para comenzar, me gustaría
citar una frase de Lluís Bassets que recientemente he leído en Correo de Hiroshima de
Víctor Manuel Camposeco; en dicho texto Bassets considera que “el mal no es obra de
monstruos diabólicos, encarnaciones humanas de seres y conceptos metafísicos, sino
de la jerarquía, el orden y la meticulosidad de los obedientes servidores de una
máquina política con objetivos infames”.

Desde mi punto de vista, creo que la frase anterior me ha sido ejemplificada claramente
con la película, porque nos encontramos ante la escenificación de un suceso el cuál hoy
en día no sólo hace mal a una persona o a unos cuantos, sino a toda una sociedad. Es
entonces cuando dicha jerarquía, orden y meticulosidad toman cuerpo en este filme
como un conjunto de cometidos que recaen de uno u otro modo en la perversión.

En primera instancia, los narcotraficantes presentan indudablemente una estructura


perversa, esta se encuentra establecida en el sometimiento bajo el cual mantenían a
Earl al haberse involucrado en esa jerarquía que lo destinaba a cumplir con los
mandatos y las estrategias que sus jefes le imponían para así lograr cada una de las
entregas. Otra cuestión que caracteriza a alguien con una estructura de personalidad
perversa es la incapacidad para establecer vínculos afectivos, y un claro ejemplo es
que para Gustavo fue tan fácil matar a sangre fría a Laton, ello evidenció que se
carecía de alianzas entre estos individuos. Por otro lado, el perverso mira a otras
personas como si fueran simples objetos o medios para llegar a sus cometidos, así
como se realizó con Earl, que aunque le daban hasta cierto punto un valor, no lo hacían
hacia su persona sino hacia ese medio que les permitía cumplir sus deseos y gozar por
ello.
Siendo que aquél hombre a quien llamaban “Tata” dejó en claro que haría las entregas
sólo en esa primera ocasión ¿qué fue lo que llevó a involucrarse nuevamente en esa
situación?

Como se ha visto durante la clase, existen rasgos de perversión en todas las


estructuras de personalidad, y en Earl pese a que tiene una estructura neurótica, son
precisamente sus rasgos perversos y más en específico esta parte masoquista la que lo
llevó en repetidas ocasiones a colaborar con los narcotraficantes; sin embargo,
también mostraba una parte sádica mediante el sarcasmo y sobre todo en la escena en
que lleva a los 2 jóvenes hispanos al restaurante donde no eran bien recibidos, es así
como vemos nuevamente rasgos de perversión en Earl al igual que en los demás
comensales. Poco a poco se fue posicionando dentro de una estructura que
aparentemente era perversa debido a que engañaba a su familia e incluso logró burlar y
despistar a dos policías y de igual manera transgredió la ley en el momento en que se
unta el ungüento en las manos para que el perro no detectara el olor de la droga. No
obstante, casi al final de la película cuando se detiene en su entrega para ir a ver su ex
esposa a pesar de que sabía que ello sería un acto bastante arriesgado, nos podemos
dar cuenta que aún existía dentro de él el remordimiento y la culpa que son
característicos de la neurosis.

Como podemos ver, todo ser tiende al mal a causa de que nadie se encuentra exento
de presentar los rasgos propios de la perversión, pero esto para mí es un total infortunio
para algunas personas en el momento en que estos rasgos trascienden a una
estructura que los lleva a la destrucción propia y de los demás.

Referencias:
Camposeco, V. (1995). Correo de Hiroshima. México: Editorial Aldus.

Eastwood, C., Meier, J., Moore, T. Rivera, K. y Thomas, B. (productores) y Eastwood,


C. (director). (2019). La Mula [Cinta cinematográfica]. Estados Unidos: Warner
Bros.

Roudinesco, E. (2009). Nuestro lado obscuro. Barcelona: Anagrama.

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