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Jorge Mejia
Bueno tomando lo antes dicho asignamos esta figura superior a Oscar cabos
¿por qué el? Bueno aunque su figura en la cinta no se trate precisamente de un tirano
gobernador si nos muestran que tiene ese porte ya que siempre se da a destacar su
desprecio a los inferiores a él incluso llegando a ser indiferente con amigos cercanos, y a
los que si puedan estar con él se ve que solo es una relación para evitar problemas y no
incitar a la furia de este hombre de gran poder económico, en el transcurso del filme
vemos que este personaje aunque queda en un estado deplorable, siempre transmite esa
sensación de miedo pues los empleados Javi y mudo ateniéndose a la situación que ha
conllevado sus actos procuran prever que cabos sepa lo que ha transcurrido mientras
este inconsciente he intentar pasar desapercibidos pues saben de lo que es capaz de
hacer un hombre con poder de hacer lo que le dé la gano temido por todo el mundo.
Ahora aunque esta figura sea poderosa y de una imagen que quiera inspirar temor
también hay una parte que lo puede llegar a tener un odio en contra de esta, como lo
ejemplifican botcha y Nico que intentan un secuestro en contra de cabos que fracasa,
pero aun así manteniendo arraigado el odio hacia a cabos capaces de hacer lo que sea
para lograr su rendición.
“Cuando se busca tanto el modo de hacerse temer se encuentra siempre primero el de hacerse
odiar”.
-Montesquieu (1689-1755) Escritor y político francés.
Quisiera destacar que aunque cabos reciba daño sale impune después de la travesía
encerada e incluso el final nos da entender que no cambio nada el haber despertado
después de estar inconsciente y sin sus pertenencias incluso agreda a alguien
físicamente en cambio Javi y mudo tampoco hubo gran relevancia después de los
acontecimientos aunque si pasaron por más problemas al intentar cumplir el objetivo de
no ser descubiertos por cabos y por ultimo botcha y Nico si les toco lo peor al morir
ambos en su desesperación por intentar deshacerse de cabos ambos equipos bajo el
mismo objetivo con diferentes planes y finales podríamos tomar como alegoría esto,
pues ya que Javi y mudo ambos a pesar de pasarlo mal intento proteger y no acabar
bajo la ira de cabos terminan con un final menos trágico no feliz pero si menos trágico
y botcha y Nico al intentar acabar terminaran con un final como su muerte tal vez pudo
acabar en un final menos trágico al no hacer nada y guardarse el rencor hacia a cabos
esto también llevo que en el desespero de tener a cabos a su merced se equivocaran y
secuestraran al padre de botcha.
Alejandro Lozano debuta con esta entretenida comedia policíaca con marcados tintes de
humor negro, cuyo mayor mérito está en tener un guion inteligentemente bien
construido, con una serie de enredos, cuál de ellos más complicado que el anterior, y
que demuestra que las coincidencias bien pueden traer consecuencias totalmente
inesperadas. Y es que el guion firmado por el propio director, Tony Dalton y Kristoff
Raczynski es el resultado de tres desenfadados y dementes jóvenes, con ganas de hacer
de la coincidencia y la exageración un festín.
El primer mérito del guion de “Matando Cabos” es que su estructura narrativa desde la
perspectiva de los personajes, ya sean protagónicos o secundarios. Así es, porque la
visión que tiene cada uno aporta decididamente a construir la historia y hacer que los
enredos sean entendibles y graciosos para el espectador. Por eso que se puede decir que
la película está conformada por la visión de los personajes, dejando que la acción se
libere sola y sirve como combustible vital para el ritmo del film.
El segundo mérito del guion es su capacidad de hacer que los pequeños detalles y
situaciones ridículas pero perfectamente posibles, dentro de lo exagerado, encajan
perfectamente con el humor negro que Lozano, Dalton y Raczynski concibieron. Estas
situaciones están protagonizadas por acertados personajes, teniendo el espectador ante
sí una verdadera jungla de caracteres humanos: los ya mencionados, el empresario, la
hija, el novio que es empleado del empresario, su amigo, la amiga de la hija que está
confabulada con su novio y el amigo de éste para secuestrar, y otros más variopintos,
como el chofer de autobús visco, los matones de barrio así como el amigo que los saca
de apuros y su guardaespaldas, acaso uno de los personajes más increíbles de la trama.
El filme es un conjunto de coincidencias que están entrelazadas entre sí por cabos,
según críticas es comparada con el título de “pulp fiction” una comedia con sátira y
humor negro.
Sabiendo siempre que las comparaciones son odiosas, nada más que vi esta peli me
acordé de “Pulp Fiction”. Y no voy a entrar en parecidos o comparaciones. Las dos
son buenas cintas de thriller negro.
Pero la que nos ocupa tiene ese toque exótico mexicano, que le da algo especial el
filme es bueno en todos los niveles: reparto, música, guion, etc. Sólo a veces el ritmo
decrece un poco, pero el resultado final es notable. Muy entretenida película de
acción, en una noche donde ocurren situaciones inverosímiles, extrañas
coincidencias, asesinatos varios... Muy interesante el método introspectivo a cámara
rápida que se realiza en determinados personajes.
No cabe duda que la película es violenta, bebiendo directamente de las ideas de
realizadores estadounidenses como Quentin Tarantino o Guy Ritchie, que utilizan la
violencia para expresar sarcasmo y crítica social, sin embargo, y esto es decididamente
un tercer mérito del guión, es una de las pocas comedias latinoamericanas que visto en
el último tiempo que no recurre a las típicas sacadas de madre, ordinarieces de todo tipo
y exceso de escenas de sexo. No, “Matando cabos”, como señalé, acierta en aprovechar
los detalles para conducir una historia increíble en cuanto a originalidad y surrealismo.
Otro acierto de Lozano es el reparto, cuyos pilares son dos grandes actores, el fallecido
Pedro Armendáriz Jr. (“La Ley de Herodes”, 1999; “El Crimen del Padre Amaro”,
2002) como el Lic. Óscar Cabos y Joaquín Cosio (“El tigre de Santa Julia”, 2002;
“Quantum of Solace”, 2008; “El Infierno”, 2010) como Rubén “El Mascaritas”, un
verdadero acierto y que inclinaría a Cosio a interpretar a personajes (tragi) cómicos.
Ambos, sin ser los protagonistas, constituyen actores en los que Lozano descansa la
trama, y que permiten que otros actores, los protagónicos, se sientan más respaldados.
Otros actores secundarios que tienen un correcto desempeño y aportan decididamente,
son Raúl Méndez (“El tigre de Santa Julia”, 2002; “Un mundo maravilloso”, 2006)
como Botcha, el secuestrador de su propio padre; Gustavo Sánchez Parra (“Un mundo
maravilloso”, 2006; “La dictadura perfecta”, 2014) como Nico, el cómplice de Botcha;
la atractiva Rocío Verdejo (“Apasionado Pancho Villa”, 2013) como Lula, la novia de
Botcha; la actriz británica Jacqueline Voltaire (“La Montaña Sagrada”, 1973) como
Gabriela Cabos, la esposa gringa del tirano empresario; y Silverio Palacios (“Y tú
mamá también”, 2002; “El violín”, 2005) como el gracioso Tony “el caníbal”.
Este filme es una obra cinematográfica con grandes aciertos en su guion aunque en
ciertas partes se vuelven un poco desmedido y se vuelven pesados, otro punto a destacar
es que no hay necesidad de encariñarse con ningún personaje porque todos tienen una
parte oscura o una mala acción que no lo hace resaltar solo están los peores y los menos
peores y que el final es uno abierto sin pena ni gloria, los personajes intermediarios
también están hechos a buena ni muy destacable ni muy vacíos, las coincidencias
también están muy bien hechas por que no esperas lo que sigue es una sucesión de
causas y efectos está muy bien desarrollado, simplemente una obra con un guion y final
abiertos una actuación aceptable la fotografía no está mal para la época y con una buena
cantidad de humor negro.