Está en la página 1de 37

Los símbolos egipcios y su

significado
 La cultura del antiguo Egipto está repleta
de mitología, con la que se intentaba dar
explicación a los sucesos que ocurrían y que
eran difíciles de explicar; se relatan el por
qué de la muerte, las enfermedades, las
cosechas, entre otros. Dicha cultura nos legó
una cantidad innumerables de símbolos,
cuyos significados son muy interesantes y
nos ayudarán a conocer un poco más sobre
las creencias y pensamientos de los
habitantes del antiguo Egipto.
Ankh

es el símbolo de la vida
eterna, el aliento de los dioses
que aseguraba una vida
después de la muerte.
Atef

era la corona de Osiris,


representada por una corona
de color blanco con plumas
rojas o amarillas
Ba

El Ba es lo que podríamos llamar la


personalidad de alguien. Era dejar el cuerpo
en el momento de la muerte. Durante los días
del Ba era útil asimismo, cuando se volvía a la
tumba al anochecer. En ese momento, buscaba
a la persona que le pertenecía. Esta sería la
momia, sin embargo, a menudo los egipcios
podían sustituir el Ba con una estatua de la
persona fallecida en caso de que la momia se
perdiera o se dañase.
Ka
Ka se traduce generalmente como
"alma" o "espíritu", Ka empieza a
existir cuando una persona nace. Se
creía que el dios con cabeza de
carnero Khnum elaboró el Ka en su
torno de alfarero, para el nacimiento
de las personas. Se pensaba que
cuando alguien moría que éste "ya
había cumplido su ka". Las personas
ka podían vivir después de que su
cuerpo muriese. Algunas tumbas
incluían modelos de casas como las
que necesitaba el ka para vivir. Las
ofrendas de comida y bebida se
quedaban en la entrada de la tumba
por lo que el ka podía comer y
beber.
Djed
Se cree que el Djed es una
representación de una columna
vertebral humana. Representa la
estabilidad y la fuerza. Fue
originalmente asociada con la creación
del dios Ptah. Llamándose así mismo el
"Noble Djed". Así que los cultos a
Osiris se apoderaron de lo que se
conoce como la columna vertebral de
Osiris. A menudo se pintaba una
columna Djed en el fondo del ataúd,
donde la columna vertebral de los
difuntos descansaba, esto identificaba a
la persona con el rey del inframundo,
Osiris. También actúa como una señal
de en el viaje “al más allá” para los
difuntos.
Disco solar

Esta es una forma en la que el dios Horus Behudety (Horus de Edfu)


toma en sus batallas con Seth. El dios Thoth utilizó su magia para
convertir a Horus en un disco solar con espléndidas alas extendidas. Las
diosas Nekhbet y Uazet se transformaron en serpientes para unirse al
lado de él.
Escarabajo Kheper
Llamado el escarabajo del
estiércol, por su práctica de rodar
una bola de estiércol en el suelo.
Los egipcios observaron este
comportamiento y lo equipararon
con la bola del sol que rodaba en el
cielo. Confundieron esta bola de
alimento con el saco de huevos que
la hembra enterraba en la arena.
Cuando los huevos eclosionaban
los escarabajos parecían surgir de la
nada, haciendo de este, el símbolo
de la creación espontánea. Este rol
se asoció con la salida del sol.
Khepri era el dios con cabeza de
escarabajo.
Hedjet

La Corona
Blanca. Esta
fue la
corona del
Alto Egipto
(Sur).
Pluma o Maat

Representa la verdad, la justicia, la moralidad y


el equilibrio. Era un deber del faraón defender
a Maat. Cuando un faraón moría Maat se perdía
veía perdido el mundo, en el caos, solo la
coronación de un nuevo faraón podía
estabilizar a Maat.
Maat
Representa la verdad, la
justicia, la moralidad y
el equilibrio. Las
deidades son a menudo
vistas de pie en este
símbolo, como si
estuviera de pie en una
base de Maat.
Mayal y Crook

era el símbolo de la
realeza, la majestad y
el dominio.
Ra

representa al sol, que era el elemento


primordial en la vida diaria de los
egipcios, y como tal ha sido plasmado
en diversos elementos, asociado a
varios dioses y a la vida.
Nemes

Un turbante
rayado usado
por los
faraones.
Uraeus
La cobra es el emblema del Bajo Egipto.
Se asociaba al Rey y al Reino del Bajo
Egipto. Está asociada al sol y con muchas
deidades. La cobra representa el "ojo de
fuego de Re", en la que se pueden ver
dos uraeis a ambos lados de un disco
solar alado. Empezando el Reino Medio
Los uraes aparecen como símbolo usado
en la corona o penacho de la realeza. Era
usado como símbolo protector, los
egipcios creían que la cobra podía tirar
fuego a sus enemigos.
MESA DE OFRENDAS
 Estas mesas eran uno de los enseres más
importantes que se incluían en los
enterramientos y eran de uso exclusivamente
funerario.
 En los comienzos de la civilización faraónica las
ofrendas alimenticias que se hacían a los difuntos
se presentaban sobre unas esteras vegetales; más
tarde, en el Imperio Antiguo, éstas se sustituyeron
por mesas de piedra que reproducían las
anteriores y a las que se les fueron añadiendo
toda una serie de alimentos y bebidas, que fueron
incrementándose con el paso del tiempo, llegando
a alcanzar una cantidad considerable.
NÚMERO

Los egipcios emplearon los números como método para


simbolizar distintas cualidades y conceptos más o menos
abstractos. Citaremos los más importantes.
El uno

Era el símbolo del creador. Es el dios que se hizo


consciente de sí mismo y creó sin necesidad de
contrapartida femenina a los dioses y al mundo
ordenado.
Uno era el dios principal del santuario (excepto en por
ejemplo el templo de Haroeris y Sobek en la ciudad de
Kom Ombo) aunque en el templo se veneraran a otras
divinidades secundarias. Era además, un importante
distintivo singularizador.
El dos
Representó la dualidad puesto que los
egipcios veían en el mundo muchos
conceptos duales formados por pares
opuestos y lo plasmaron en su
pensamiento. Por ejemplo, existía el Alto y
el Bajo Egipto, la Corona Roja y la Corona
Blanca, la diosa Uadyet y la diosa Nejbet, el
bien y el mal, el desierto y el valle, la noche
y el día, el hombre y la mujer, el invierno y
el verano, la Luna y el Sol, etc. En definitiva,
lo complementario.
Una forma clara de entender esta dualidad
es siendo conscientes de que los egipcios
concebían que existía un mundo paralelo al
suyo, con elementos iguales a los existentes
en el Valle del Nilo. Éste era el Más Allá
idílico.
El tres

Era la pluralidad, el concepto de


tríada que representaba el modelo
a seguir, la formación de una
familia (padre, madre, hijo) llevada
a la esfera divina.
Según la cosmogonía de la ciudad
de Heliópolis, el mundo se creó en
tres fases: uno creó a dos, dos
crearon a dos, dos crearon a cuatro
obteniendo la enéada como
conjunto de divinidades.
También el Sol mostraba tres
aspectos consecutivos: Jepri en la
mañana, Ra en el cénit y Atum al
anochecer.
El cuatro

Corresponde al concepto de
totalidad, de algo que está
completo. Era la protección universal.
Cuatro eran los pilares que sujetaban el
cielo, los hijos de Horus, los cuatro
vientos e incluso algunas divinidades
podían representarse con cuatro
cabezas. Los puntos cardinales también
eran cuatro; por ello el rey debía lanzar
cuatro aves hacia esos lugares para que
todo el cosmos tuviera noticia de sus
hazañas.
Los egipcios entendían que las razas
humanas estaban divididas en cuatro:
nubios, libios, asiáticos y egipcios.
El cinco

Este número se encuentra en títulos


sacerdotales de gran importancia tales
como el del Sumo Sacerdote de Hermopolis,
denominado “El Más grande de los Cinco”.
Además también aparece en relación con el
monarca, ya que éste tiene cinco nombres;
cinco son asimismo los elementos que forman
al ser humano (Aj, Ba, Ka, Nombre y Sombra .
El seis

Estuvo relacionado con el calendario lunar.


En el Encantamiento 75 de los “Textos de los
Sarcófagos” se encuentra el seis con un alto
valor simbólico y se cita una misteriosa
mansión de justicia divina denominada “La
Mansión de los Seis”.
El siete

Denotaba perfección y totalidad y era un número mágico por


excelencia. Unía en sí mismo las cualidades del tres y del cuatro.
Algunos dioses presentan siete hipóstasis de sí mismos ya que así se
simbolizaba algo que, al ser perfecto, era también completo.
La mitología egipcia nos cita las siete Maat y éstas se encuentran en
el Encantamiento 126 de los “Textos de los Sarcófagos” del Reino
Medio. Por otro lado, un claro ejemplo de siete hipóstasis divinas lo
constituyen las 7 Hathor, hadas madrinas que auxiliaban al difunto y
que, en el mundo de los vivos, eran las encargadas del destino del
individuo desde su nacimiento. Se encuentran en el Capítulo 148 del
“Libro de los Muertos” del Reino Nuevo:
El nueve

Fue el resultado de la creación según la cosmogonía de la ciudad de


Heliópolis y simbolizó a la pluralidad en la esfera divina. Según la
concepción del mundo de esta localidad, los primeros dioses nacieron
gracias a un proceso establecido en tres fases: uno hizo a dos, dos hicieron
a dos, dos hicieron a cuatro dando como resultado el nueve. Éste fue uno
de los sistemas de creación que más influyeron en el Antiguo Egipto, tanto
como para que en algunos textos religiosos se dé por supuesto que la
agrupación de nueve entidades divinas no pueda ser otra que la de este
lugar.
El diez

Fue la representación del comienzo de un nuevo ciclo, la


plenitud, la medida del tiempo y del espacio. Es la base del
sistema numérico egipcio, que es decimal (excepto en astronomía,
campo en el que la influencia mesopotámica impuso un sistema
sexagesimal).
Triplicando el diez se obtiene el treinta, número de los días de los
meses egipcios. Treinta eran también los años que debían transcurrir
para celebrar el Festival de Renovación Real, denominado por los
egipcios Heb Sed, pudiendo relacionarse con el paso de una generación.
El doce
El cien mil

Representado con una


rana recién nacida
(renacuajo)
simbolizaba el número
que los egipcios
entendían como
“ilimitado”, la
regeneración eterna y
la abundancia.
UDYAT
 En Egipto encontramos muchos ejemplos donde
el ojo juega un papel fundamental pero, quizá,
entre todos ellos, el que se ha convertido en el
más popular llegando incluso a reproducirse en la
joyería moderna, es el denominado Udyat u Ojo
de Horus, cuyo significado es: el que está completo.
La asociación entre el Ojo Udyat y el dios Horus
se percibe a través de una de las leyendas más
importantes que se recogieron en el Valle del
Nilo, donde se narran las batallas que personificó
en contra de su tío Seth.
 Sarcófagos, amuletos, cetros, piezas de
joyería, estelas, barcas y remos, etc, son
algunos de los soportes donde encontramos
este curioso órgano que, para los Antiguos
Egipcios, estuvo vinculado a conceptos de
totalidad, luz, salud y curación pero que,
además, servía como un poderoso
instrumento de protección contra el mal de
ojo, propiciador de la buena suerte y
guardián contra las fuerzas hostiles que
pudieran acosar tanto al difunto como al
hombre vivo.
AGUA

El agua como elemento básico


de subsistencia humana,
animal y vegetal es un
principio común en muchas
culturas y aparece en mitos
relacionados con la creación
puesto que según creían los
egipcios, ésta existía antes de la
formación del mundo, el cosmos
y los seres vivos y contenía el
germen de la vida.
AIRE

En Egipto fue una entidad masculina, personificada por el dios


Shu.
Conscientes de que el aire era imprescindible para la vida; tras la
muerte lo hicieron representar con unas velas de barco hinchadas por
el viendo, sujetas en las manos del difunto, que simbolizaban el aliento
que necesitaban para subsistir.
CIELO

Los egipcios entendieron el cielo bajo muy distintos aspectos, pero siempre
como entidad femenina (en oposición a la tierra, entidad masculina). Por
un lado era la diosa Nut arqueada, con las manos y los pies en el suelo. En
ella estaban las estrellas y dentro de ella se producía el rejuvenecimiento
del Sol.
Uno de los mitos entendía que el astro surcaba el cielo diurno diariamente
y que al llegar la noche era engullido por esta diosa, (la bóveda celeste) para
recorrer los espacios nocturnos, generalmente ubicados bajo la tierra. A la
mañana siguiente, una vez completado el ciclo, sería alumbrado por la diosa
plenamente rejuvenecido y habiendo adoptado el aspecto de un escarabajo
o un niño.

También podría gustarte