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ENERGIA CINETICA

Volumen de 1 gota de agua = 1 / 20 = 0,05 mL

Sabiendo que la densidad del agua es 1 g/mL,

Masa de 1 gota de agua = V · d = 0,05 mL · 1 g/mL = 0,05 g

Sabiendo que la masa molar del agua es 18 g/mol,

Número de moles de 1 gota de agua = 0,05 g / (18 g/mol) = 2,78·10^(-


3) mol

Y, por último, sabiendo que 1 mol de cualquier sustancia es un


número de partículas igual a 6,02·10^23,

Número de moléculas de 1 gota de agua = 2,78·10^(-3)·6,02·10^23 = 


=1,67·10^21 moléculas
https://brainly.lat/tarea/4982631

Wg= trabajo

∆y = h = altura
Delta y = magnitud de la fuerza por el desplazamiento( masa xgravedadxaltura)

Trabajo por la resistencia

Wr =- Wg

Puesto que el aire se opone a la caída de la gota

https://www.youtube.com/watch?v=4vfSfR_NKmQ

La velocidad terminal de gotas y


granizos
Tanto las gotas como los granizos caen con una velocidad mayor o menor
dependiendo de sus tamaños. La llamada velocidad límite o terminal
resulta del equilibrio entre la fuerza gravitatoria y la fricción con el aire.

José Miguel Viñas 27 Ene 2019 6 min

Salpicaduras generadas por el impacto de las gotas de lluvia en un fuerte


chaparrón.
Para conocer a qué velocidad impacta una gota de lluvia o un granizo
contra el suelo, debemos de analizar qué fuerzas actúan sobre ese par de
hidrometeoros durante su caída por la atmósfera. Antes de iniciarse la
precipitación, en el interior de las nubes van formándose multitud de
pequeñas gotas de agua y minúsculos granizos, sin tamaño aún
suficiente para iniciar su caída, ya que las corrientes de aire ascendentes
compensan con creces el peso que tiene cada uno de esos pequeños
elementos flotantes. Las cosas comienzan a cambiar cuando las gotas o
los granizos adquieren un tamaño tal que su peso consigue vencer a la
fuerza de sustentación que hasta ese momento los mantenía ahí arriba.
Las 'dos fuerzas' de las gotas de lluvia y su
velocidad
Pensando, en primer lugar, en la caída de una gota de agua, la fuerza de
la gravedad tira en todo momento de ella hacia abajo, pero a lo largo del
descenso va adquiriendo importancia una fuerza en sentido contrario –
hacia arriba–, debida a la fricción de la gota con el aire. Esta fuerza es
directamente proporcional a la superficie de la gota y, en consecuencia, a
su tamaño. La velocidad de caída es menor en el caso de las gotas
pequeñas que de las grandes, pero contrariamente a lo que puede
pensarse a primera vista, la velocidad de una gota de llovizna o de lluvia
no aumenta indefinidamente en su caída, sino que alcanza una velocidad
máxima que viene dictada por el equilibrio entre las dos fuerzas
contrapuestas mencionadas, que se conoce como velocidad límite o
terminal.

Izquierda: Tabla con los valores de la velocidad terminal de núcleos de


condensación, gotitas de nube y gotas de lluvia de diferentes diámetros.
Derecha: Esquema de las dos fuerzas que actúan en la caída de una gota
de agua o granizo en la atmósfera y ecuación de la velocidad límite o
terminal.
La velocidad terminal es mayor cuanto mayor sea el elemento precipitante.
Tal y como podemos ver en la tabla que acompaña estas líneas, mientras
que para una gotita grande nube o de llovizna (diámetro de 0,2 mm [200
μm]) dicha velocidad es de 0,7 m/s, en el caso de una gota de lluvia de
tamaño típico (diámetro de 2 mm [2000 μm]), la velocidad terminal
asciende a 6,5 m/s, y si lo que cae es una gota de lluvia grande (diámetro
de 5 mm [5000 μm]), lo hará a 9 m/s, lo que aproximadamente son 32
km/h.

Si bien en el rango de tamaños más pequeños (desde las gotitas de nube


hasta las gotas de lluvia de menor calibre) la velocidad terminal va
aumentando linealmente con el diámetro, una vez que las gotas de lluvia
alcanzan un tamaño intermedio (que podemos fijar en los 3 mm de
diámetro), dicha velocidad de caída sigue aumentando pero a menor
ritmo, tendiendo a mantenerse en torno a los 9 m/s para un amplio
rango de tamaños. Dicha circunstancia queda bien reflejada en la gráfica
de la izquierda de las dos que aparecen en la siguiente figura, donde se
observa cómo la mayor parte de las curvas estimadas por los distintos
autores tienden asintóticamente a ese valor cuando las gotas de lluvia
alcanzan unos 3 mm de diámetro.
Curvas de la velocidad terminal de las gotas de lluvia (izquierda) y el
granizo (derecha).
Granizos cayendo a 130 km/h

Los granizos también alcanzan una velocidad terminal en su caída, pero, a


diferencia de lo que ocurre con las gotas, dicha velocidad no tiende a
alcanzar un determinado valor a partir de un tamaño determinado de
granizo, sino que –tal y como se puede comprobar al observar las curvas
de la figura anexa– aumenta progresivamente a medida que aumenta el
tamaño de los granizos.

Si pensamos en granizos perfectamente esféricos y para un coeficiente de


arrastre C=0,5 (valor teórico considerado para el cálculo de la fuerza de
rozamiento de una gota o granizo cayendo libremente por el aire),
mientras que un granizo de 0,5 cm de diámetro llega al suelo a unos 50
km/h, uno de 2 cm roza los 100 y si pensamos en uno de 4 cm (igual que
una pelota de ping pong), su velocidad límite alcanza los 130 km/h. A la
vista de estos datos, empieza a ser peligroso para nuestra integridad
física exponerse al impacto de granizos de gran calibre.
https://www.tiempo.com/noticias/divulgacion/la-velocidad-terminal-de-gotas-y-granizos.html

La velocidad de las gotas de lluvia


Neofronteras “Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas”, decía E. E.
Cummings al final de uno de sus poemas. A veces observar la lluvia (sobre todo si
estamos a cubierto) nos inspira cierta poesía, incluso melancolía. Pero un
científico normalmente trata de mirar un poco más allá. Un científico se plantea
incluso qué velocidad tienen las gotas de lluvia.

Colaboraciones de la RAM 13 Sep 2009 5 min


En teoría sería fácil predecir que las gotas de lluvia más grandes tengan
velocidades mayores, al fin y al cabo son más pesadas, pero resulta que no es así.
Los objetos que caen en el vacío lo hacen con la misma aceleración
independientemente de su masa, como demostraron los astronautas de uno de los
viajes Apolo al dejar caer una pluma y un martillo en la Luna: los dos llegaban al
suelo a la vez. Sin embargo, en el aire sucede que los objetos se van acelerando
hasta que asintóticamente alcanzan una velocidad límite denominada velocidad
terminal. Para una paracaidista en caída libre esa velocidad es de unos 200 km/h.
La velocidad terminal depende de la forma del objeto (no es lo mismo un
paracaidista con el paracaídas cerrado que con el paracaídas abierto) y de la masa
del mismo. Cuanta más masa tiene el objeto mayor es su velocidad terminal.

Todas las gotas de lluvia están compuestas por agua, que tiene siempre la misma
forma y la densidad a una temperatura dada. Uno esperaría que las gotas más
grandes, y por tanto más pesadas, tuvieran una mayor velocidad terminal. Por eso
los investigadores se sorprendieron al medir gotas pequeñas que al llegar al suelo
tenían una velocidad superior a la velocidad terminal. En un principio se achacó
este resultado a un problema en las medidas, lo que ha estado intrigando a los
expertos durante años. Ahora, científicos de la Universidad Tecnológica de
Michigan (MTU), en Houghton, y de la Universidad Nacional de México, han
encontrado pruebas de que el fenómeno es real.

Figura1.- Gotas de lluvia captadas en caída libre.


Durante tres años han estado recopilando datos sobre velocidad y tamaño de
64.000 gotas de lluvia caídas en México DF en ausencia de viento. Para esta tarea
usaron sistemas ópticos de medida, de análisis de partículas y recolectores.
Además, crearon un algoritmo computacional modificado para analizar estos
datos.

Han descubierto que algunas gotitas, a las que llaman gotas superterminales,
tienen velocidades superiores a la velocidad terminal propia en función de su
tamaño (o masa). Así por ejemplo, se calcula que una gota con un diámetro de 100
micras tiene una velocidad terminal de 30 cm/s, pero estos investigadores
encontraron gotas de este tamaño viajando a 3 ó 4 m/s. Estos resultados los han
publicado en Geophysical Research Letters (13 de junio).

Figura 2.- Impacto de gotas de lluvia contra el suelo.


Creen que las gotas superterminales se forman cuando gotas más grandes
colisionan y se rompen en varias gotitas que llevan la misma velocidad que la gota
progenitora. A medida que la lluvia cae más fuerte, la fracción de gotas pequeñas
aumenta, y a la vez la fracción de gotas grandes disminuye. Esto es consistente
con la explicación de la ruptura de gotas grandes veloces rompiéndose en gotas
pequeñas por encima de su velocidad terminal.

El hallazgo tiene implicaciones prácticas. Recordemos que un tercio de la


economía mundial (agricultura, aviación, etc.) está influida directa o
indirectamente por la capacidad de predecir la lluvia de manera fiable, y esto
representa mucho dinero. Los modelos de predicción de tiempo atmosférico
dependen de simplificaciones sobre cómo las gotas de lluvia crecen o se mueven,
por lo que un mejor entendimiento de este tipo de procesos, en los que las gotas
interaccionan entre sí, puede mejorar los modelos y hacer que estos sean más
fiables. Por ejemplo, todos los modelos asumen que las gotas caen a su velocidad
terminal correspondiente y ahora se sabe que no es verdad. Así que si un día se va
con su amada al campo y desea recitarle bajo la lluvia el poema de E. E.
Cummings del principio de este artículo, quizás pueda asegurarse mejor de que va
a llover gracias a este descubrimiento.

FUENTE: www.neofronteras.com
Esta entrada se publicó en Noticias  en 13 Sep 2009 por Francisco Martín León
https://www.tiempo.com/ram/6142/la-velocidad-de-las-gotas-de-lluvia/

Energía potencial y energía


cinética
https://www.youtube.com/watch?v=YxCjICmIhoc

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