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FACULTAD DE INGENIERÍA

ESPECIALIZACIÓN EN HIDROINFORMÁTICA
HIDROCLIMATOLOGÍA

Unidad de aprendizaje 2: Fundamentos de Hidrología

Introducción

Introducción de la Unidad

Los profesionales del agua usan la hidrología de superficie como herramienta para
uno de sus propósitos principales en el diseño y construcción de obras hidráulicas:
determinar la escorrentía que genera una precipitación determinada en algún lugar.
Dicho de otra forma, calcular un hidrograma a partir de un hietograma. Para este
fin, se pueden analizar los caudales de una cuenca tomando una serie de lluvias a
lo largo de un año; no obstante, para el diseño de obras se emplean precipitaciones
supuestas, llamadas lluvias de diseño que permitirán calcular el hidrograma de
diseño, el cual se emplea para garantizar que las obras sean funcionales
enfrentando los eventos extremos con tiempos de retorno de 5, 10, 20, 50, 100, 500
años o más, dependiendo del tipo de obra Para calcular el hidrograma de diseño o
el caudal de escorrentía generado por un evento de lluvia se emplean varios
métodos entre los cuales están el método racional e hidrogramas sintéticos (Lozano
Rivas, 2018).

En esta unidad realizaremos un rápido viaje por el mundo de la hidrología de ayer y


de hoy. Observaremos los diversos aspectos de la administración de agua pluvial y
revisaremos algunos de los principios generales del diseño en ingeniería.
En esta unidad realizaremos un rápido viaje por el mundo de la hidrología de ayer y
de hoy. Observaremos los diversos aspectos de la administración de agua pluvial y
revisaremos algunos de los principios generales del diseño en ingeniería
2.1 Condensación

Se denomina así al proceso por el cual el vapor de agua pasa al estado líquido; la
temperatura a la cual el vapor de agua se transforma en líquido, recibe el nombre
de punto de rocío. En el proceso de evaporación, el paso de líquido a gas requiere
de energía, que se conoce con el nombre de calor latente de evaporación el que se
libera cuando el gas se condensa, en una cantidad aproximada de 640 calorías por
gramo de agua.

Una masa de aire a la temperatura Ta tiene una humedad absoluta Wd que es


menor a la humedad de saturación Ws y por lo tanto la humedad relativa será menor
del 100%. En este caso, la atmósfera tiene capacidad para almacenar más vapor
de agua; si la temperatura se disminuye manteniendo Wd constante, la humedad
relativa comienza a aumentar hasta llegar al 100% para la temperatura tr o
temperatura de rocío (Figura 2.1).
Figura 2.1.

Nota: La grafica muestra las temperaturas en las cuales el aire alcanza su punto de
saturación. Tomado de Fundamentos de meteorología y climatología (p. 168) por H.
I. Zambrano Solarte, 2011, Corporación Universitaria del Huila.

De acuerdo con la figura 2.1, la condensación en masas de aire frío requiere de


menor cantidad de vapor de agua, en cambio para saturar a una masa de aire
caliente es necesario más cantidad de vapor de agua. Desde el punto de vista
térmico, el paso de gas a líquido exige menor humedad del aire cuando la
temperatura es mínima, y mayor humedad cuando la temperatura es máxima.

En la naturaleza, una burbuja de aire en contacto con el suelo, soporta la presión


de las capas de aire que tiene encima conservando el calor, pero a medida que
asciende, la burbuja caliente pierde densidad, se expande y en consecuencia se
enfría.

Al disminuir la temperatura del aire se reduce su capacidad para retener el vapor de


agua, hasta cuando sobrepasando la temperatura crítica de condensación, el aire
no puede contener todo el vapor de agua y el exceso de vapor se condensa en
forma de agua líquida. Pero como en la condensación se libera energía, ésta pasa
a la burbuja de aire ascendente que, por este motivo, se enfría a una rata menor
que cuando no estaba saturado de humedad.

2.2 Formación de nubes

El resultado de este proceso es la formación de neblina o de nubes, que son otra


cosa que la sumatoria de diminutas gotitas de agua líquida o de hielo o de ambas
cosas a la vez, que se encuentran en suspensión en la atmósfera. Pero, la
condensación no se puede efectuar sin la presencia de núcleos de condensación
que son cuerpos higroscópicos de naturaleza mineral u orgánica (Sales, humos,
polen, polvos, CO2, cristales de hielo, etc.) sobre los cuales se forman las gotitas
de agua.

Así pues, una nube es un hidrometeoro con amplio poder de difusión y reflexión de
la luz solar, razón por la cual se ven blancas, grises o negras, dependiendo de su
desarrollo vertical. Según la forma, su composición, tipo de nube, altura de la base
de la nube, pisos de formación de las nubes y otras características, ellas pueden
ser:
Tabla 2.1.
Estructura, tipos y características de las nubes

Estructura Composición Tipo de Atura Piso Características


de la Nube Nube (Km)
Fibrosa Cristales de Cirrus 6-16 Alto o Contornos no definidos, no
Hielo superior hace sombra
Abultada Gotas de agua Cumulus 2-7 Medio Contornos bien definidos,
precipitación tipos lluvia
Sabanas o Pequeñas Stratus 0,2 Bajo o Cubre gran parte de la bóveda
estratos gotas de agua inferior celeste, precipitación llovizna.

Notas: La tabla describe las características de las distintas estructuras en las nubes
(Zambrano Solarte, 2011, p. 169)

Un aspecto externo de las nubes depende de la naturaleza, dimensiones, número y


distribución espacial de las gotas o de los cristales de hielo que las conforman Tabla
2.1.

2.3 Precipitación

Se denomina precipitación a la caída de agua de las nubes, bien sea en estado


líquido o en estado sólido. Las gotitas de agua que forman las nubes son de
dimensiones tan pequeñas que se precisa reunir unos cuantos cientos de miles de
ellas para formar una gota de llovizna, y varios millones para formar una gota grande
de lluvia.

Una vez formadas las gotitas y debido a su diminuto tamaño, las fuerzas de
repulsión impiden su unión. Las gotitas permanecen suspendidas en la atmósfera,
pues para diámetros iguales o menores de 0.5 µm es suficiente una corriente de
aire ascendente de sólo 0.5 cm/s, para mantenerlas en suspensión, por lo que su
crecimiento debe ser favorecido por agentes que faciliten la fusión de las gotitas;
estos agentes son los gérmenes de precipitación y están conformados por cristales
de hielo, yoduro de plata CO2 congelado o hielo seco, gotas de mayor tamaño, etc.

Debido a esto, se da el caso de nubes densas que no precipitan o recíprocamente,


nubes ligeras que sí lo hacen, lo que indica que existen, muchos núcleos de
condensación y pocos gérmenes de precipitación; para superar esta deficiencia, el
hombre ha procedido a inyectar, a nubes de buen desarrollo vertical, hielo seco o
yoduro de plata, cuyos cristales son muy semejantes a los de hielo, y que entran a
acelerar proceso de crecimiento de las gotitas de agua, con lo cual, se engaña la
naturaleza. Este procedimiento inducido que estimula el crecimiento de las gotitas
de agua, se conoce con el nombre de lluvia artificial.

La intensidad de una precipitación es igual a la precipitación/tiempo (mm/h).

2.3.1 Crecimiento de gotitas de agua

Se ha dicho que, debido al tamaño de las gotitas de agua, estas se repelen entre
sí, lo que impide su crecimiento, pero existen procesos que anulan las fuerzas de
repulsión, gracias a los cuales se incrementa su volumen a tamaños tales que
vencen a las fuerzas de las corrientes de aire ascendentes y precipitan en forma
líquida, sólida o mixta: Entre ellos están:

2.3.1.1 Proceso Bergeron

Dentro de la atmósfera se produce el fenómeno de que una gota de agua puede


permanecer en estado líquido a temperaturas mucho más bajas que las del punto
de congelación, lo que provoca la existencia simultánea de gotas de agua
subenfriada y cristales de hielo. Esto hace que las gotitas tiendan a evaporarse, el
vapor se deposita directamente sobre los cristales de hielo donde por medio de
sublimación contribuyen a su crecimiento.

Una vez formados los minúsculos cristales de hielo, crecen rápidamente por
condensación del vapor, desarrollándose distintas formas hexagonales del cristal a
diferentes intervalos de temperatura. El número de cristales de hielo aumenta
progresivamente, ya que a causa de las corrientes de aire se desprenden pequeñas
astillas que actúan como nuevos núcleos.

2.3.1.2 Proceso Colisión

Una vez formado un cristal de hielo, éste entra a participar de las corrientes de aire
ascendente y descendentes que existen en las nubes de buen desarrollo vertical.
Al caer, el cristal se funde y forma una gota de agua la que al chocar con otra gota
se subdivide en dos o más fracciones cuyos tamaños pueden absorber pequeñas
gotitas, contribuyendo al aumento de su volumen.
2.3.1.3 Coalescencia

El fenómeno de coalescencia o captura por detrás, se presenta cuando una gota de


agua cae, dentro del seno de una nube, y en su caída recoge gotitas de la nube por
la parte delantera y a la vez deja una estela de vacío por donde absorbe a otras
gotas o gotitas, lo que incrementara su tamaño.
Los procesos anteriores conducen a repetidos crecimientos y fraccionamientos de
las gotas, con el resultado de que se produce un gran número de gotas de lluvia.
Cuando se debilita la corriente ascendente o se sustituye por una descendente, se
produce un chaparrón fuerte (Zambrano Solarte, 2011, p. 174).

2.3.2 Clases de precipitaciones

De acuerdo con el proceso que haya intervenido en el ascenso de las masas de


aire, su enfriamiento, condensación y posterior precipitación, así mismo las lluvias
tomarán su nombre. Se han determinado cuatro clases de precipitación:

● Las ciclónicas son las provocadas por los frentes asociados a una borrasca
o ciclón. La mayor parte del volumen de precipitación recogido en una cuenca se
debe a este tipo de precipitaciones.
● Las de convección se producen por el ascenso de bolsas de aire caliente;
son las tormentas de verano.
● Las precipitaciones orográficas se presentan cuando masas de aire húmedo
son obligadas a ascender al encontrar una barrera montañosa.
● Las convergentes son comunes en los valles interandinos del valle del río
Cauca y el río Magdalena. Dos masas de aires que se mueven al mismo nivel, en
direcciones opuestas, chocan y son obligadas a subir.

El estudio de las precipitaciones es básico dentro de cualquier estudio hidrológico


regional, para cuantificar los recursos hídricos, puesto que constituyen la principal
(en general la única) entrada de agua a una cuenca. También es fundamental en la
previsión de avenidas, diseño de obras públicas, estudios de erosión, etc (Sánchez,
2022, p. 57)

Es común oír hablar de precipitaciones moderadas, fuertes, etc.; por lo que se hace
necesario aclarar estos términos respecto a su intensidad, como los indica la tabla
2.2.
Tabla 2.2.
Clasificación de precipitación por su intensidad.

Clase de lluvias Intensidad


Débiles P < 2 mm/h
Moderadas 2<P<15 mm/h
Fuerte 15<P< 30 mm/h
Muy fuertes 30<P< 60 mm/h
Torrenciales P> 60 mm/h

Nota: Valores clasificatorios de las clases de lluvias (Sánchez, 2022, p. 60)

2.3.3 Distribución de una precipitación

Por investigaciones realizadas, se sabe que no siempre el total del volumen de agua
precipitado en una lluvia en el campo alcanza el suelo, pues ésta es sometida a
procesos de retención, absorción, evaporación, infiltración y escurrimiento, más o
menos en las proporciones que señala la figura 2.2 De acuerdo con ella, en una
lluvia se deben distinguir: la porción del agua de evapotranspiración y la fracción
denominada pedológicamente efectiva.

En el primer grupo o sea en el agua de evapotranspiración se encuentran: a) la


fracción del agua interceptada y evaporada por el follaje; b) el agua que alcanza el
suelo y se evapora; c) el agua que es transportada por la planta al follaje desde
donde se transpira. Las fracciones anteriores son efectivas en el crecimiento de las
plantas, pero no en la formación del suelo.

En el segundo grupo o en el de lluvia pedológicamente efectiva se encuentra: a) el


agua que escurre por terreno, formando caudal superficial; b) la fracción que se
infiltra en el suelo y llega al drenaje profundo, para alimentar las aguas
subterráneas; y c) la parte del agua que se almacena en el perfil del suelo. Estas
fracciones contribuyen ya sea a la formación o a la degradación del suelo
(Zambrano Solarte, 2011, p. 178).

En el segundo grupo o en el de lluvia pedológicamente efectiva se encuentran: a) el


agua que escurre por el terreno, formando el caudal superficial; b) la fracción que
se infiltra en el suelo y llega al drenaje profundo, para alimentar las aguas
subterráneas; y c) la parte del agua que se almacena en el perfil del suelo. Estas
fracciones contribuyen ya sea a la formación o a la degradación del suelo (Figura
2.2).

Figura 2.2.
Distribución de la lluvia

Nota: Porcentajes de distribución de las precipitaciones. Tomado de Fundamentos


de meteorología y climatología (p. 179) por H. I. Zambrano Solarte, 2011,
Corporación Universitaria del Huila.
2.3.4 Medición de las precipitaciones.

La precipitación se mide en milímetros (mm) que significa la cantidad de litros de


agua caída en un metro cuadrado. Se mide por medio de aparatos de observación
directa como el pluviómetro o por instrumentos de registro como el pluviógrafo.

El pluviómetro es un cilindro metálico de cualquier área, que recoge el producto de


las lluvias durante un determinado tiempo, generalmente un día, y cuyo espesor de
la lámina de agua captada se mide por medio de una regla corriente. Como las
divisiones de la regla en milímetros son demasiados pequeñas y dificultan su
lectura, el agua recolectada se lleva por medio de un embudo a una probeta de
menores dimensiones con lo que exagera la columna captada haciendo más fácil
su medición (Figura 2.3).

Figura 2.3
Pluviómetro

Nota: Partes de un pluviómetro, instrumento para medir las precipitaciones. Tomado


de Climatología, Estación meteorológica: registro y análisis de datos, 2017,
(https://y8meteorologiayexcel.wordpress.com/2017/08/01/pluviometro-pluvimetro/)
El instrumento descrito denominado pluviómetro totalizador, no indica a qué hora se
registró el fenómeno, ni la intensidad ni su la duración, información que se requiere
cuando se trata de estimar y analizar lluvias de determinado tipo; para ello se debe
instalar un pluviógrafo, que es un aparato que registra el comportamiento de la lluvia
durante un periodo determinado (Figura 2.4. Pluviógrafo).

Figura 2.4.
Pluviógrafo

Nota: Pluviógrafo, instrumento que permite medir las precipitaciones en función del
tiempo. Tomado de Pluviómetros y pluviógrafos, por David López-Rey, 2022,
(https://www.tutiempo.net/meteorologia/articulos/pluviometro-y-pluviografo.html).

El pluviómetro debe instalarse sobre un terreno nivelado y logrando que la boca o


área de captación esté horizontal. Si existen obstáculos adyacentes, se debe ubicar
a una distancia igual o superior a dos veces la altura que el obstáculo supera el
pluviómetro, para evitar el fenómeno de pantalla.
Los instrumentos descritos anteriormente pueden presentar errores en sus
medidas, los cuales pueden ser de tipo accidental o sistemáticos, a continuación,
se enumeran algunos de los más importantes:

● Derrame de agua al trasvasar a la probeta


● Errores de lectura
● Instalación del pluviómetro en una zona no representativa
● Pluviómetro obstruido

Ejemplo 2.1: Volumen de agua captado

De acuerdo con los registros pluviométricos, en la ciudad de Neiva se presentó una


lluvia máxima de 36 mm en 24 horas. Si el área urbana es de 45 Km 2, calcular el
volumen de agua caído y el volumen de agua capturado por un pluviómetro con
área de captación de 200 cm2.

Solución:
45 Km2 = 4,5X107 m2
36 mm = 3,6X10-2 m

Volumen = (45X106 m2) * (3,6X10-4 m) = 1.620.000 m3 = 1.6X109 L

Este volumen equivale a 2160 veces el caudal promedio anual del río Magdalena
en la estación puerto Santander (Neiva), estimado en 750 m 3/s (Zambrano Solarte,
2011, p. 181).

36 mm = 3,6 cm
200 cm2 * 3,6 cm = 720 cm3 (Volumen del agua captada)

2.3.4.1 Frecuencia de la precipitación

La probabilidad del suceso se describe mediante el término periodo de retorno, el


cual es el número promedio de años entre dos fenómenos pluviales que son iguales
o superiores al número determinado de milímetros sobre una duración determinada.
Por ejemplo, una precipitación de 127 mm en 24 horas en Huila, tiene un periodo
de retorno de 10 años y una precipitación de 127 mm en 12 horas, tiene un periodo
de retorno de 25 años. Esto es porque la segunda tormenta es mucho más intensa
y, por tanto, más rara.
Al describir la tormenta de 127 mm y 24 horas en el Huila, se podría decir que es
una precipitación con una frecuencia de 10 años o simplemente una precipitación
de 10 años. Otra descripción sería que tiene un periodo de retorno de 10 años. Esto
significa que en promedio, en un periodo largo se esperaría una precipitación de
esta intensidad o mayor sólo una vez cada 10 años.

Sin embargo, es importante advertir sobre las interpretaciones erróneas de la


frecuencia de las precipitaciones. Por ejemplo, no significa que si hoy se presenta
un evento con una frecuencia de 10 años, no habrá más eventos de ese tipo durante
10 años. La intensidad de la precipitación es un fenómeno aleatorio. Una
precipitación de 10 años podría presentarse en una ubicación en años sucesivos,
siempre y cuando el tiempo promedio más largo sea una cada 10 años.

El análisis estadístico utilizado para determinar la frecuencia de una precipitación


en parte se basa en una gráfica de datos históricos similar a la de la figura 2.5. El
análisis real es más complejo que el presentado aquí, pero una descripción
simplificada bastará para transmitir el concepto fundamental de frecuencia de una
precipitación. Al examinar la figura 2.5, observará que sólo una precipitación con
una duración de 24 horas llegó al nivel de 6.5 mm en 100 años de datos. Por tanto,
se dice que una precipitación de 6.5 mm y 24 horas será una de 100 años. Además,
podrá ver que en 100 años, dos precipitaciones igualaron o excedieron 5.0 mm. Por
tanto, se dice que una precipitación de 5.0 mm y 24 horas recibe el nombre de
precipitación de 50 años. ¿Cuál es una precipitación de 25 años en este ejemplo?

Figura 2.5
Gráfica de barras de las cantidades más altas de precipitación.
Nota: Grafica de precipitaciones máximas de 24 horas en 100 años de registros
para una ubicación determinada. Tomada de Introducción a la hidráulica e hidrología
con aplicaciones para la administración del agua pluvial (p. 188), por John E.
Gribbin, 2017, Cengage Learning.

Observe que en la figura 2.5 los datos se recopilan de tal forma que no se
representan algunos años, ya que sólo se incluyen las precipitaciones más graves.
Este tipo de disposición de datos recibe el nombre de serie de duración parcial.
Otros análisis recopilan los datos de manera diferente. Por ejemplo, la serie anual
utiliza la precipitación individual más grande de cada año. Esta serie incluye más
eventos, pero puede excluir un evento extremo si se presentan dos precipitaciones
importantes en un año (Gribbin, 2017, p. 188).

2.3.5. Intensidad y duración de la precipitación

La precipitación acumulada desde el inicio de la tormenta es creciente con la


duración de la misma, de tal forma que, cuanto más tiempo pasa desde su inicio,
mayor es la precipitación acumulada (Figura 2.6). La relación entre ambas variables
se puede representar mediante la ecuación (2.1):

P= atb
Ecuación 2.1

Donde P es la precipitación (mm), t es la duración de la tormenta (h) y a y b son dos


coeficientes. El coeficiente b es menor que 1 y suele adoptar valores entre 0,2 y 0,5.
Se sugiere unos valores a = 422 y b = 0,475 para los eventos de precipitación más
extremos.

La intensidad media de precipitación en un evento de lluvia y su duración están


inversamente relacionadas, de tal forma que, cuanto mayor es la duración de la
tormenta, menor es la intensidad media esperable de la misma (Figura 2.6). Desde
el punto de vista de la ingeniería, resulta de gran utilidad determinar las curvas IDF
(intensidad-duración-frecuencia) de la lluvia, con el objetivo de obtener las
intensidades máximas de lluvia esperables para diferentes periodos de retorno y
duraciones de tormenta, que se utilizarán para construir los hietogramas de diseño
y aplicar el método racional (Mediero Orduña, 2021, p.13).
Figura 2.6.

a) Variación de la precipitación acumulada (P) con el tiempo; b) Variación de la


intensidad media (I) con el tiempo

Nota: Las grafica representa la variación de la cantidad de precipitación o la


intensidad vs el tiempo. Tomada de Introducción a la hidráulica e hidrología con
aplicaciones para la administración del agua pluvial (p. 190), por John E. Gribbin,
2017, Cengage Learning.

Una forma general para determinar la relación entre intensidad, duración y


frecuencia es considerar que el coeficiente a de la ecuación (2,2) es igual a un
coeficiente k multiplicado por el periodo de retorno T elevado a un exponente n:

𝑘𝑇 𝑛
𝐼=
(𝑡 + 𝑏)𝑚

Ecuación 2.2. Intensidad en periodos de retorno

Para un valor determinado del periodo de retorno, T, se puede obtener la curva


intensidad-duración para cada periodo de retorno de interés, dando valores a la
duración, t. Cuanto mayor sea el periodo de retorno, mayor será la intensidad de
precipitación máxima esperable para una duración determinada (Figura 2.7). Para
una determinada intensidad de lluvia, cuanto mayor sea el periodo de retorno, mayor
será la duración de la tormenta que la genera.

Figura 2.7.
Curvas IDF y periodos de retorno

Nota: La grafica describe las diferencias entre las curvas de intensidad-duración


entre varios periodos de retorno. Tomado de Clima, Hidrología y Meteorología: Para
ciencias ambientales e ingeniería, por Lozano Rivas William Antonio, 2018,
Universidad Piloto.

2.3.5.1. Curvas IDF para Colombia – modelo de Vargas y Diaz-Granados

A partir del análisis de 165 curvas de intensidad-duración-frecuencia (IDF) de


diversas áreas colombianas, así como de sus resúmenes multianuales
pluviométricos, los ingenieros Rodrigo Vargas y Mario Díaz-Granados, de la
Universidad de Los Andes, propusieron nuevas ecuaciones para las cuatro regiones
de Colombia, en el documento titulado Curvas sintéticas regionalizadas de
intensidad-duración-frecuencia para Colombia. Este modelo está basado en los
trabajos de Kothyari y Garde, para tiempos de retorno Tr entre 2 y 100 años. La
ecuación que lo explica es la siguiente:

𝑚𝑚 𝑇𝑟𝑏
𝐼( ) = 𝑎 𝑐 𝑀𝑑 𝑁 𝑒 𝑃 𝑓 ℎ 𝑔
ℎ 𝑡

Ecuación 2.3. Intensidades en Colombia

Donde: I es intensidad para un tiempo de retorno Tr y una duración t dada (en


mm/h); Tr, el tiempo de retorno para el cual se desea calcular la intensidad (en
años); t, la duración de la lluvia (en horas); M, el promedio máximo anual de
precipitación diaria (en mm); N, el número de días con lluvia al año; P, la
precipitación media anual (en mm); h, la elevación media de la cuenca (en msnm),
y a, b, c, d, e, f y g, coeficientes hallados mediante correlación. Estos coeficientes
son los consignados en la tabla 2.3 para cada una de las regiones (se aprecia
también el coeficiente de correlación, el cual evidencia el nivel de ajuste de la recta;
entre más se acerca a 1, mejor ajuste tiene) (Lozano Rivas, 2018).

Tabla 2.3.
Coeficientes de cálculo de las curvas IDF para Colombia

Región a b c d e f g r2
Andina 1,64 0,19 0,65 0,73 -0,13 -0,08 -0,01 0,93
Caribe 8,39 0,21 0,49 -0,01 -0,04 0,26 -0,01 0,74
Pacifico 2.75 0.19 0.58 -0.19 0.14 0.37 -0.010 0,91
Orinoquia 1,4E-28 0,19 0,58 5,63 -1,52 6,64 -0,62 0,97

Nota: Valores de las curvas intensidad duración frecuencias para Colombia (Lozano
Rivas, 2018).

En la tabla 2.4 se muestran los valores de tiempo de retorno recomendables para


ser empleados en obras de ingeniería.

Tabla 2.4.
Periodos de retorno aplicables según tipo de obra
Tipo de Obra Periodo de retorno recomendado
(Años)
Vertedero de una represa en tierra 1000
Vertedero de una represa en 500
Hormigón
Grandes represas 500 a 10.000
Desviación temporal de un río 20 a 100
Dique de protección rural 2 a 50
Dique de protección urbano 5 a 200
Sistema de drenaje de grandes 25 a 50
ciudades
Sistema de drenaje de pequeñas 2 a 25
ciudades
Alcantarillado pluvial 2 a 25
Alcantarillado combinado o unitario 5 a 50
Puentes 500 a1000
Vías secundarias 5 a 10
Vías primarias 50 a 100

Nota: Años de periodo de retorno para diferentes tipos de obra civil (Lozano Rivas,
2018).

2.4 Hidrogramas

La escorrentía, o lluvia efectiva, es la parte de la precipitación que no ha sido


absorbida por la cuenca en forma de pérdidas de precipitación, y que realmente
contribuye a la generación de los caudales de avenida. La escorrentía, E, se obtiene
a partir del valor de precipitación de la lluvia, P, descontando las pérdidas de
precipitación, L. La escorrentía normalmente se mide en unidades de profundidad
(mm), ya que se considera el volumen de escorrentía dividido por el área
considerada. En una cuenca determinada, la escorrentía producida por una
tormenta fluye hacia el punto de salida de esta debido a la fuerza de la gravedad
(Mediero Orduña, 2021).

El agua de escorrentía llega al punto de salida mediante la superposición de los


procesos de concentración y difusión que se producen en la cuenca. Como
consecuencia, en el punto de salida se registrará un hidrograma de avenida que
representa la variación en el tiempo del caudal de agua que circula por el cauce. El
caudal es el volumen de agua por unidad de tiempo, por lo que su unidad de medida
es el metro cúbico por segundo (m3/s) (Mediero Orduña, 2021)

Algunas veces, es útil conocer la relación completa entre el escurrimiento y el tiempo


para un fenómeno pluvial determinado. Esta relación, cuando se gráfica, recibe el
nombre de hidrograma y se muestra de forma general en la figura 2.8 Una
inspección cercana de la figura revela que, en general, la pendiente de la parte
ascendente del hidrograma está más pronunciada que la parte que baja.
Esto es característico de todos los hidrogramas. En las corrientes que llevan una
descarga significativa antes de la presencia de la tormenta, se hace una distinción
entre el flujo de corriente anterior, llamado caudal base, y el escurrimiento a partir
de la precipitación, llamado escurrimiento directo. La figura 2.9 muestra la relación
entre el caudal base y el escurrimiento directo. La curva sobre la línea del caudal
base constituye el hidrograma de escurrimiento directo. En general, en los proyectos
relacionados con corrientes pequeñas, el caudal base es insignificante, en
comparación con el escurrimiento directo. En nuestro análisis subsecuente de los
hidrogramas, supondremos hidrogramas de escurrimiento directo (Gribbin, 2017).

Figura 2.8.
Hidrograma de escurrimiento
Nota: La grafica evidencia la variación del caudal como respuesta a un evento de
precipitación. Tomada de Introducción a la hidráulica e hidrología con aplicaciones
para la administración del agua pluvial (p. 191), por John E. Gribbin, 2017, Cengage
Learning.

Figura 2.9.
Hidrograma identificando el caudal base

Nota: La grafica representa las dos fuentes de caudal en un hidrograma. Tomada


de Introducción a la hidráulica e hidrología con aplicaciones para la administración
del agua pluvial (p. 192), por John E. Gribbin, 2017, Cengage Learning.

El escurrimiento representado en el hidrograma consiste en el agua que ha caído


en la cuenca de drenaje en forma de precipitación. Sin embargo, no toda la
precipitación se convierte en escurrimiento. Una parte de ella se pierde durante el
proceso de escurrimiento a través de la infiltración, la evaporación, el estancamiento
en la superficie e incluso la evapotranspiración. El resto (que no se pierde) recibe el
nombre de exceso de precipitación y se convierte en escurrimiento (Gribbin, 2017,
p. 192).
Por lo regular, la precipitación se pierde en dos procesos: pérdidas iniciales e
infiltración. Al principio del fenómeno pluvial, la primera precipitación en golpear el
suelo se pierde debido al estancamiento y a la absorción superficial. Por tanto,
ningún escurrimiento comienza hasta que se completa el estancamiento y la
absorción inicial, es decir, las pérdidas iniciales. Posteriormente, conforme el
escurrimiento procede, se absorbe parte del agua que corre sobre el suelo y se
infiltra en el suelo. Este proceso de infiltración continúa a lo largo del fenómeno
pluvial. Sin embargo, la tasa de infiltración disminuye en las últimas horas de la
precipitación porque conforme el suelo se vuelve más saturado, tiene lugar menos
infiltración. La figura 2.10 muestra un patrón de precipitación común con la relación
entre las pérdidas de precipitación y el exceso de precipitación. A pesar de que
todos los hidrogramas de escurrimiento en general tienen la misma forma, difieren
en detalles que dependen de varios factores, como los siguientes:

1) Cantidad de precipitación
2) Patrón de precipitación
3) Tiempo de concentración
4) Características físicas de la cuenca de drenaje

Por tanto, el punto máximo puede ubicarse en varias posiciones a lo largo del eje
del tiempo o puede ser de diferentes magnitudes, o la pendiente de los extremos
ascendentes o descendentes puede ser escarpada o moderada.

Figura 2.10.
Relación entre las pérdidas de precipitación y el exceso de precipitación.
Nota: Grafica de precipitaciones y su relación con el exceso. Tomada de
Introducción a la hidráulica e hidrología con aplicaciones para la administración del
agua pluvial (p. 192), por John E. Gribbin, 2017, Cengage Learning.

2.4.1 Hidrograma unitario

El hidrograma unitario representa la curva de respuesta, en términos de caudal de


escorrentía, a una unidad de precipitación (p. ej. 1 mm de lluvia con una duración
de 1 h) uniforme y distribuida en el tiempo. Tiene como fundamento una relación
entrada-salida o precipitación-escorrentía lineal. Se grafica como un hidrograma en
S a partir de varias tormentas (Lozano Rivas, 2018).

Tanto los hidrogramas sintéticos como los de medición directa se construyen a


través del uso de un concepto llamado hidrograma unitario. Introducido en 1932 por
L. K. Sherman, el hidrograma unitario se define como el resultante de una unidad
de exceso de precipitación que cae sobre la cuenca de drenaje en una unidad de
tiempo. Para simplificar, limitaremos nuestro análisis de hidrogramas unitarios al
sistema inglés. La unidad de tiempo es variable, pero por lo regular se toma como
una fracción del tiempo de concentración, en general un quinto (Gribbin, 2017, p.
196).

Los elementos principales de un hidrograma unitario se muestran en la figura 2.11.


Ésta revela diferentes factores relacionados con el proceso de precipitación-
escurrimiento. En primer lugar, observe que la precipitación se traza en pulgadas
en la parte superior de la gráfica y se invierte por comodidad (También se usa en
unidades de mm). El escurrimiento se puede trazar en unidades de volumen/tiempo,
regularmente m3/s y las dos gráficas comparten el mismo eje del tiempo. La forma
exacta de la gráfica depende de las características de la cuenca de drenaje
particular que se está considerando. Por tanto, para cada cuenca de drenaje
encontrada, existe un hidrógrafo unitario diferente. Con los años se han publicado
varios métodos para construir el hidrograma unitario. Los factores que se utilizan en
la construcción incluyen el tiempo de concentración, tc, y el retraso de la cuenca, L.
El retraso se relaciona empíricamente con el tiempo de concentración mediante la
relación L = 0,6tc. La figura 2.12 muestra la forma en la que estos parámetros se
relacionan con la forma del hidrógrafo unitario. Sin embargo, también se utilizan
otras características de la cuenca de drenaje para refinar la forma.

Figura 2.11.
Hidrógrafo unitario

Nota: Las grafica evidencia los componentes mas importantes en une hidrograma.
Tomada de Introducción a la hidráulica e hidrología con aplicaciones para la
administración del agua pluvial (p. 196), por John E. Gribbin, 2017, Cengage
Learning.

Algunas de las metodologías importantes llevan los nombres de sus autores como
el método Clark, el método Snyder y el hidrógrafo unitario adimensional NRCS. El
último fue nombrado por el Natural Resources Conservation Service (NRCS), una
agencia del U.S. Department of Agriculture y el sucesor del Soil Conservation
Service (SCS) (Gribbin, 2017, p 196).

Suposiciones basadas en el uso de los hidrogramas unitarios:

1) La precipitación es constante a lo largo del tiempo unitario. A pesar de que la


intensidad de la precipitación varía de forma constante con el tiempo, podemos
suponer una precipitación constante durante un periodo corto sin comprometer la
validez del análisis; esto lo simplifica.
2) La precipitación se distribuye de manera uniforme sobre la cuenca de
drenaje. La precipitación real varía sobre una cuenca de drenaje; pero para cuencas
relativamente pequeñas, las variaciones no son extremas y se puede suponer una
distribución uniforme para simplificar los cálculos. Si una cuenca de drenaje es
demasiado grande para asumir una distribución uniforme de la precipitación, la
cuenca debe dividirse en subcuencas.
3) El hidrograma resultante del exceso de precipitación mayor o menor que un
milímetro tiene ordenadas proporcionales a la profundidad del exceso de
precipitación. Este es el principio de proporcionalidad.
4) Se pueden combinar dos o más hidrogramas unitarios trazados en el mismo
eje del tiempo para formar uno resultante que tiene ordenadas iguales a la suma de
las ordenadas de los hidrogramas trazados en cada punto del eje de tiempo. Este
es el principio de superposición.

Al utilizar los principios de proporcionalidad y superposición, puede construirse un


hidrograma para eventos de precipitación mayores que la precipitación unitaria. Al
dividir el exceso de precipitación en diferentes componentes (cada uno con un
ancho igual al tiempo unitario), puede trazarse un hidrograma para cada
componente y la suma de dichos hidrogramas sería el hidrograma derivado para el
exceso de precipitación. El principio de proporcionalidad se utiliza cuando uno de
los componentes del exceso de precipitación es mayor o menor que un milímetro.
Figura 2.12.
Principio de proporcionalidad.

Nota: En la gráfica cada ordenada del hidrograma derivado es 1.5 veces la ordenada
correspondiente del hidrograma unitario. Tomada de Introducción a la hidráulica e
hidrología con aplicaciones para la administración del agua pluvial (p. 197), por John
E. Gribbin, 2017, Cengage Learning

Como se muestra en la figura 2.12 el hidrograma resultante se construye a partir del


hidrograma unitario al multiplicar cada ordenada por el mismo factor de
proporcionalidad, como la profundidad de la precipitación. De este modo, por
ejemplo, si la precipitación es 1.5 veces la precipitación unitaria, entonces las
ordenadas del hidrograma unitario se multiplicarían por un factor de 1.5. El principio
de superposición se utiliza cuando dos o más componentes de la precipitación se
presentan en diferentes ocasiones. Como se muestra en la figura 2.13, el
hidrograma resultante se construye al sumar los dos hidrogramas unitarios. La suma
del hidrograma se logra al sumar las ordenadas correspondientes de los dos
hidrogramas unitarios en cada punto a lo largo del eje del tiempo
Figura 2.13.
Principio de superposición.

Nota: Cada ordenada del hidrograma derivado es igual a la suma de las ordenadas
correspondientes de los hidrogramas unitarios. Tomada de Introducción a la
hidráulica e hidrología con aplicaciones para la administración del agua pluvial (p.
197), por John E. Gribbin, 2017, Cengage Learning

2.5 La cuenca hidrográfica

La totalidad de los estudios hidrometeorológicos podrían restringirse al análisis de


una extensión de terreno cuya topografía, geología y geomorfología, no sólo
determinan un punto común de descarga de la totalidad de sus aguas, sino que
también influyen en la dinámica hidrológica que describen. Se define como cuenca
hidrológica, hoya hidrológica, cuenca de drenaje, cuenca vertiente o cuenca de
aporte, al área de terreno delimitada por el relieve, cuyas aguas precipitadas
escurren superficial y subterráneamente, y se concentran y descargan en un mismo
punto, sea río, sea mar, sea lago u otro cuerpo de agua.
Es importante aclarar que una cuenca hidrológica está no solamente ligada a la
desembocadura de su cauce principal y al área de terreno que la contiene (limitado
por la divisoria de aguas), sino que puede entenderse también como una sección
de área que drena hasta un punto de referencia o punto de concentración dentro de
ella; a esta área parcial se le conoce como sección de control y sus límites también
se encuentran definidos por el relieve, de manera análoga al área de la cuenca
(Figura 2.14).Dependiendo del tipo de salida, existen dos tipos principales de
cuencas: endorreicas y exorreicas.

Figura 2.14.
Cuenca hidrográfica

Nota: La figura evidencia una cuenca hidrográfica ubicada en el departamento de


Antioquia, Colombia. Tomada de Assessing two methods of defining rainfall intensity
and duration thresholds for shallow landslides in data-scarce catchments of the
Colombian Andean Mountains (p. 3), de Roberto J. Marin et al., 2021, Catena, 206.
A. Endorreicas: es un área que no posee una salida superficial; su salida de
aguas se encuentra dentro de la misma cuenca y, frecuentemente, es un lago
o mar cerrado en donde las aguas desembocan y de allí se infiltran o se
evaporan, lo que contribuye a una alta concentración de sales,
especialmente, en el caso de la salida por evaporación. Se conocen también
como sistemas de drenaje interno.

B. Exorreicas: su salida está en el límite de la cuenca y corresponde a la


desembocadura de sus aguas en otro río o en el mar.

Una cuenca hidrológica o hidrogeológica es, en términos prácticos, un sistema


colector de las aguas que en ella precipitan para conducirlas hacia un punto de
concentración o, tomando la totalidad de su área, a un punto donde estas aguas
pueden desembocar. Durante el transporte de las aguas se presentan pérdidas y
retardos de flujo que dependen de las características físicas de la cuenca, es decir,
de su morfología (forma, relieve y red de drenaje), el tipo de suelo y la vegetación.
La influencia de estas características no ha sido definida matemáticamente con
precisión y su dinámica escapa de todo modelo numérico, de manera que su
comprensión y análisis son limitados.

Una cuenca hidrográfica será también hidrogeológica cuando no existen trasvases


apreciables de aguas subterráneas entre una cuenca y otra; es decir, cuando la
divisoria topográfica que separa las aguas de escorrentía superficial es también
divisoria de la escorrentía subterránea. Cuando se habla de cuenca hidrológica o
hidrogeológica, se engloba la totalidad del agua: superficial y subterránea, mientras
que una cuenca hidrográfica se refiere sólo a las aguas superficiales.

Una cuenca hidrográfica puede ser dividida, al menos, en tres zonas; esta
segmentación dependerá del criterio del ingeniero y del tipo de estudios hidrológicos
que esté adelantando. Aunque estas zonas no pueden definirse con precisión,
siempre cabe la posibilidad de desarrollar métodos particulares que permitan este
fraccionamiento. No obstante, cada una de estas zonas presenta características
definidas.

● Zona alta: Se caracteriza por tener predominio de bosques naturales y


pendientes fuertes. Allí se ubican generalmente los nacimientos de los ríos,
a los que se les conoce como ríos de montaña o juveniles. Estos ríos se
caracterizan por tener altas velocidades de flujo, poco caudal y presencia de
grandes rocas anguladas heterogéneas tanto en su fondo como en sus
riberas.
● Zona media: Presenta pendientes moderadas y vegetación arbustiva.
Muchas de estas zonas son empleadas para la actividad agrícola. Las
fuentes superficiales de esta zona reciben el nombre de ríos de transición o
maduros y se caracterizan por caudales mayores, velocidades menores y
presencia de rocas medianas y pequeñas, redondeadas en el fondo y en sus
riberas.
● Zona baja: Expone pendientes suaves y pastos. Se emplean,
frecuentemente, para establecer actividades tanto agrícolas como pecuarias.
Esta zona tiene los llamados ríos de planicie o viejos, con flujos lentos y
presencia de arenas y limos en su fondo y riberas.

2.5.1. Características físicas de la cuenca hidrográfica

Un par de cuencas hidrográficas cualesquiera, aun siendo contiguas, pueden tener


respuestas totalmente disímiles frente a eventos de lluvia u otros fenómenos
meteorológicos. Esta diferencia radica en las características físicas de cada cuenca.
La comprensión de estas características proporciona información preliminar de las
consecuencias que podría acarrear la construcción de un embalse, la desviación de
un río, el trasvase de aguas o los cambios del uso del suelo, entre otras
intervenciones en una hoya. El estudio inicial de las características físicas de una
cuenca vertiente debe estar apoyado en planos y fotografías aéreas; las últimas
proporcionan, en gran parte de los trabajos, información suficiente (p. ej.
asociaciones de la red de drenaje con la vegetación, los usos del suelo, los procesos
erosivos y las obras hidráulicas) como para reducir el número de salidas
programadas para ejecutar trabajos de campo. La escala de los planos dependerá
del área de estudio y el nivel de detalle requerido; sin embargo, frecuentemente se
usan escalas de 1:25 000, 1:50 000 o 1:100 000, cuencas muy pequeñas podrían
requerir escalas inferiores y las más grandes, incluso podrían necesitar una escala
del orden de 1:500 000.

Quizás los aspectos físicos más relevantes de una cuenca hidrográfica pueden
resumirse en:

● Área de la cuenca.
● Perímetro o contorno de la cuenca.
● Longitud del cauce principal.
● Cota del punto más alto (nacimiento) y más bajo (desembocadura o punto de
control) del cauce principal.
● Cota más alta y baja de la cuenca.

El área y el perímetro de la cuenca pueden obtenerse fácilmente de los planos,


aplicando procedimientos sencillos de cálculo, mediante el uso de planímetros o
mediante software de integración gráfica de planos digitalizados

Definir si una cuenca es grande o pequeña es subjetivo desde el punto de vista de


cada autor o investigador; no obstante, pueden encontrarse algunos rangos de área
en diversas bibliografías. La Tabla 2.5 muestra una clasificación propuesta por
(Lozano Rivas, 2018).

Tabla 2.5
Tipos de cuenca hidrográfica según su tamaño

Tipo de Cuenca Área (Km2)


Grande >3000
Mediana 200 a 3000
Pequeña <200

Nota: Clasificación de cuencas hidrográficas según su área (Mediero Orduña, 2021)

Una pregunta muy recurrente es la de cómo definir qué es una cuenca, una
subcuenca y una microcuenca. En realidad, esta clasificación depende
exclusivamente de la escala a la que se esté trabajando.

De manera que, no existe un tamaño específico para cada una de estas categorías,
sino que depende de cómo se encuentran integradas las áreas en la zona de
estudio. Así las cosas, siguiendo la Figura 2.15 podrían definirse estos niveles en:
cuenca, subcuenca y microcuenca.

● Cuenca: Corresponde al área de terreno delimitada por la topografía en


donde las aguas precipitadas descargan al cuerpo de agua principal (p. ej.
río Magdalena).
● Subcuenca: Corresponde al área de terreno delimitada por la topografía en
donde las aguas precipitadas descargan a cuerpos hídricos que son
afluentes del río principal (p. ej. río Las Ceibas).
● Microcuenca: Corresponde al área de terreno delimitada por la topografía en
donde las aguas precipitadas descargan a cuerpos hídricos que son
afluentes de otros cursos de agua que tributan al río principal (p. ej. Quebrada
Los Micos, Río San Bartolo).

Figura 2.15.
Subcuenca del río Las Ceibas

Nota: Microcuencas que conforman la subcuenca del río Las Ceibas. Tomado de
Plan de Ordenamiento y Manejo de la cuenca hidrográfica del río Las Ceibas, por
Corporación Autónoma Regional del Alto del Magdalena, 2006,
(https://repositorio.gestiondelriesgo.gov.co/handle/20.500.11762/22590)

La pendiente de una cuenca está directamente asociada con la velocidad de


escurrimiento y el tiempo de concentración, razón por la cual también influye en la
probabilidad de inundación de una zona. La pendiente media de una cuenca puede
ser calculada mediante el método de las cuadrículas propuesto por Robert E.
Horton. Este método consiste en superponer al plano topográfico de la cuenca una
cuadrícula que contenga una cantidad adecuada de intersecciones, y que irá desde
un par de decenas en cuencas pequeñas hasta un centenar en las cuencas más
grandes.

Los terrenos de una cuenca pueden ser clasificados según su pendiente media con
los criterios que se exponen en la Tabla 2.6.

Tabla 2.6
Clasificación de los terrenos según su pendiente media

Pendiente media (%) Tipo de terreno


0a3 Llano
3a7 Suave
7 a 12 Medianamente accidentado
12 a 20 Accidentado
20 a 35 Fuertemente accidentado
35 a 59 Muy fuertemente accidentado
50 a 75 Escarpado
>75 Muy escarpado

Nota: Se evidencias los distintos rangos de pendientes en las cuencas y sus tipos
de terreno (Lozano Rivas, 2018).

La respuesta, en términos de escorrentía, que tiene una cuenca frente a un evento


de precipitación se evidencia con más claridad en el curso de su cauce principal.
Para este efecto, será necesario determinar la longitud y la pendiente de esta
corriente hídrica. Si bien, el cauce principal de una cuenca es fácilmente identificable
cerca de su desembocadura, o sección de control, dadas sus notables dimensiones,
no es así en su curso medio y, mucho menos, cerca de su nacimiento. Para
identificar el cauce principal, el criterio más sencillo es el de tomar el cuerpo de agua
que tenga la mayor longitud entre la desembocadura (o sección de control) y su
nacimiento. La pendiente de un río suele ser mayor cerca de su nacimiento y va
disminuyendo en la medida en que avanza hasta su desembocadura. Para los
estudios hidrológicos es preciso determinar un único valor de pendiente, sea en toda
su longitud o en un tramo determinado. Este único valor permitirá asociar el
comportamiento del cuerpo hídrico respecto de su escorrentía y permitirá definir la
configuración del hidrograma resultante. En primera instancia, la pendiente media
del cauce principal de una cuenca s0, podría determinarse con la ecuación 2.4
(Lozano Rivas, 2018):

𝐻𝑚𝑎𝑥 − 𝐻𝑚𝑖𝑛
𝑠0 =
𝐿𝑐

Ecuación 2.4. Pendiente media del cauce principal

Donde: s0 es la pendiente media del cauce principal (en m/m); Hmax, la elevación
máxima sobre el nivel del mar (en m); Hmin, la elevación mínima sobre el nivel del
mar (en m), y Lc, la longitud total del cauce principal (en m). Sin embargo, una mayor
aproximación se obtiene empleado el concepto de la pendiente media ponderada
(sp), que corresponde a la recta trazada sobre el perfil longitudinal del cauce, de
forma que el área sobre y bajo esta recta, sean iguales; es decir, A1 = A2, como lo
muestra la Figura 2.16 Nombre.

Figura 2.16
Pendientes medias y media ponderada del cauce principal

Nota: La grafica muestra la pendiente media en el trascurso de un río en una cuenca.


Tomado de Clima, Hidrología y Meteorología: Para ciencias ambientales e
ingeniería, por Lozano Rivas William Antonio, 2018, Universidad Piloto.
El sistema de drenaje puede ser descrito, en primera instancia, empleando el
llamado orden de las corrientes, que fue propuesto por Horton y posteriormente
modificado por Arthur Newell Strahler (1964). Los criterios de clasificación son los
siguientes:

● Orden 1, son los cauces reconocibles más pequeños, algunos de ellos


corresponderán a cauces intermitentes.
● Orden 2, son los cauces resultantes de la unión de dos o más cauces de
orden 1.
● Orden 3, son los cauces resultantes de la unión de dos o más cauces de
orden 2.
● Orden 4, son los cauces resultantes de la unión de dos o más cauces de
orden 3; y así sucesivamente.

Cuando un cauce de orden bajo desemboca en uno de orden mayor, se mantiene


el nivel del cauce de mayor orden; por ejemplo, si un cauce de orden 2, desemboca
en uno de orden 3, se mantiene el cauce resultante como de orden 3 y sólo cambiará
a orden 4, cuando uno del mismo orden desemboque en él (Figura 2.17). El orden
de la cuenca se nota con la letra U y será el mismo que el de su cauce principal en
su desembocadura, es decir, el de mayor orden de la cuenca (p. ej. cuenca de orden
5 o U = 5).

Figura 2.17.
Orden de las corrientes de Horton.
Nota: Cuenca hidrográfica con sus diferentes ordenes en sus cauces, cuenca U = 4
o de orden 4. Tomado de Clima, Hidrología y Meteorología: Para ciencias
ambientales e ingeniería, por Lozano Rivas William Antonio, 2018, Universidad
Piloto

Además de todas las características anteriormente mencionadas, la geomorfología,


el relieve y el tipo de suelo influirán en el régimen de escorrentía de los cauces. A
las influencias naturales deben sumarse las alteraciones humanas; algunas de
ellas, buscan controlar las dinámicas de escurrimiento (construcción de embalses,
desviación de ríos y actuaciones de gestión y administración de las cuencas, entre
otras) y, de otra parte, se encuentran las intervenciones que sirven a otros
propósitos y originan efectos sobre el ciclo hidrológico de la cuenca (construcción
de urbanizaciones, rellenos, terraceo, cambios en el uso del suelo, etc.). Entre las
influencias naturales pueden contarse, por ejemplo, las modificaciones en la
vegetación por variaciones estacionales y las alteraciones geomorfológicas por
movimientos tectónicos. El tipo de vegetación (tipo, densidad y edad) influye sobre
los regímenes de escorrentía; así, un suelo con cubierta boscosa podría tener mayor
capacidad de almacenamiento que uno con pastos u otro erosionado por
actividades humanas.

El tipo de suelo, arcilloso o arenoso, repercute en las tasas de infiltración y en el


almacenamiento de aguas en el subsuelo; un suelo arcilloso, que es casi
impermeable, almacenará poca agua por infiltración e incrementará la escorrentía
superficial de la cuenca. De la misma forma, el color del suelo, o de la misma
vegetación, puede incrementar las tasas de evapotranspiración por la propiedad
que tienen las superficies de absorber o reflejar la radiación solar incidente (Lozano
Rivas, 2018).

2.6 Cálculos de escurrimientos

El proceso en el que se acumula la precipitación sobre el suelo y corre hacia las


corrientes y los ríos es complicado, se presentan grandes variaciones en la
intensidad y en los patrones de la precipitación. Agregue a esta infinita variedad la
topografía y los tipos de suelo, la vegetación y las características producidas por el
hombre. No es sorprendente que, con el paso de los años, se hayan concebido
muchos métodos matemáticos para calcular el escurrimiento que incluyen tanto los
valores máximos como los hidrógrafos. El diseño de una estructura hidráulica, como
una alcantarilla, un drenaje pluvial o un pantano con césped, requiere calcular la
cantidad del escurrimiento que debe conducir. A continuación, examinaremos
métodos que los ingenieros que trabajan en la administración del agua pluvial
utilizan ampliamente para calcular el escurrimiento:

2.6.1 Método Racional

El método racional surge ante la necesidad de obtener la caudal punta de diseño en


cuencas de pequeño tamaño mediante una fórmula sencilla (ecuación 2,5), obtenida
empíricamente. En principio, se intentó establecer una relación potencial entre el
caudal de diseño y el área de drenaje de la cuenca vertiente:

Qp = b*Am
Ecuación 2.5. Caudal punta

donde Qp es la caudal punta de avenida, A es el área de drenaje de la cuenca, y b


y m son dos coeficientes. El coeficiente m tiene en cuenta que la caudal punta para
un determinado periodo de retorno no crece linealmente con el área de drenaje. El
coeficiente m suele adoptar valores en el rango 0,5-0,8. Su valor varía
regionalmente, por lo que es necesario disponer de datos observados para
determinarlo en una cuenca concreta. El coeficiente b tiene en cuenta las
particularidades de la cuenca, por ejemplo, las características del proceso de
transformación de la precipitación en escorrentía; la influencia del periodo de
retorno; las características de los procesos de concentración y difusión de la
escorrentía que determinan la forma del hidrograma de avenida, etc. Como
consecuencia, es muy complicado obtener el valor correcto del coeficiente b en una
cuenca concreta que no disponga de datos observados. Para reducir la
incertidumbre en la estimación de los valores de los coeficientes b y m se
introdujeron más variables en la fórmula, como la intensidad de lluvia, que es el
principal generador de las avenidas, y la pendiente de la cuenca, que está
relacionada con su capacidad de almacenamiento. Por ejemplo, se obtuvo la
ecuación 2.6 empírica.

𝑆
𝑄𝑝 = 𝐴 ∗ 𝐶 ∗ 𝐼 𝑚 √
𝐴

Ecuación 2.6. Caudal punta

Donde Qp es la caudal punta de avenida, A es el área de drenaje de la cuenca, I es


la intensidad media de lluvia, S es la pendiente media en la cuenca y C es un
coeficiente que tiene en cuenta el resto de los procesos y particularidades de la
cuenca que intervienen en el proceso de generación de la avenida.

Finalmente, tras la comparación de las diferentes fórmulas disponibles en el


momento, (Kuichling, 1889) propuso utilizar la intensidad máxima de lluvia en una
duración igual al tiempo de concentración.

Sin embargo, fue el ingeniero irlandés Thomas Mulvany quien descubrió que una
cuenca de pequeño tamaño genera el máximo caudal punta de avenida cuando la
lluvia que cae en toda la cuenca llega de manera simultánea al punto de salida de
la misma. Para ello, debe ocurrir una tormenta con una duración de al menos el
tiempo de concentración de la cuenca. Por tanto, la caudal punta de avenida se
produce cuando acontece una tormenta con la intensidad uniforme máxima posible
en la localización de la cuenca en una duración igual al tiempo de concentración de
la misma (Mulvany, 1851). Además, Thomas Mulvany enfatiza la importancia de las
características del suelo para determinar la proporción de la lluvia que realmente se
transforma en escorrentía, o coeficiente de escorrentía, desarrollando la fórmula
tradicional del método racional.
De todas las fórmulas empíricas desarrolladas, la más difundida en el mundo de la
ingeniería es la del método racional, debido a su simplicidad y la relativa precisión
de sus resultados. El método racional calcula el caudal punta de avenida mediante
la ecuación 2.7

𝐶∗𝐼∗𝐴
𝑄𝑝 =
3,6

Ecuación 2.7. Caudal punta

Donde Qp es la caudal punta del hidrograma de avenida (m 3/s), C es el coeficiente


de escorrentía, I es la intensidad media de lluvia para una tormenta con una
duración igual al tiempo de concentración de la cuenca (mm/h) y A es el área de
drenaje de la cuenca (km2). El coeficiente 3,6 permite obtener el caudal en m 3/s a
partir de la intensidad en mm/h y el área de drenaje en km2.El método racional sólo
suministra como resultado la caudal punta de avenida, sin posibilidad de obtener
información acerca de la forma del hidrograma de avenida. Las variables que utiliza
el método racional en la Ecuación 2,7 sintetizan los principales procesos que
intervienen en el proceso de generación de las avenidas. El coeficiente de
escorrentía, C, tiene en cuenta tanto las pérdidas de precipitación como el proceso
de difusión de la escorrentía en la cuenca. La intensidad de lluvia, I, tiene en cuenta
el periodo de retorno de la avenida y la duración de la tormenta pésima en ella. La
duración de la tormenta pésima no se determina en términos climatológicos, sino
por las características físicas de la cuenca, mediante el tiempo de concentración.
Por tanto, la intensidad tiene en cuenta el proceso de concentración de la
escorrentía.

El método racional parte de la suposición de una tormenta de duración igual al


tiempo de concentración con una intensidad de lluvia I, constante en el tiempo y
uniforme en el espacio. El método realiza una serie de suposiciones que hacen que
solo pueda ser aplicado a cuencas de pequeño tamaño:

● Utiliza una intensidad media de lluvia en la cuenca uniforme en el espacio y


constante en el tiempo mediante un hietograma de lluvia rectangular de
intensidad I y duración igual al tiempo de concentración, por lo que no es
capaz de tener en cuenta las variaciones temporales y espaciales de la lluvia
en la cuenca. Esta suposición sólo es válida en cuencas de pequeño tamaño,
ya que, según aumenta el tamaño de la cuenca, la variabilidad espacial y
temporal de la lluvia es cada vez más importante, dejando de ser válida la
suposición de hietograma de lluvia constante y uniforme.
● Utiliza un valor medio del coeficiente de escorrentía, no considerando las
variaciones temporales del proceso de generación de escorrentía en la
duración de la tormenta. Esto implica la suposición de un hietograma de
intensidad de escorrentía (Ie) constante y uniforme e igual a C*I, Igualmente,
en cuencas de gran tamaño, dicha hipótesis no es válida, ya que se esperan
mayores variaciones temporales del coeficiente de escorrentía, al aumentar
el tiempo de concentración.
● El método racional no se puede utilizar cuando la duración de la tormenta es
inferior al tiempo de concentración, ya que la cuenca no es capaz de alcanzar
la caudal punta de equilibrio y habría que minorar el valor de la superficie de
drenaje (A) para tener en cuenta que no toda la cuenca contribuye con
escorrentía al punto de salida. En cuencas de gran tamaño, la duración de
las tormentas puede llegar a ser inferior al valor del tiempo de concentración,
por lo que el método no sería válido.
● La escorrentía que se concentra en el punto de salida de la cuenca proviene
en su mayor parte de la escorrentía superficial que discurre sobre la
superficie del terreno sin formar cauces definidos. Por tanto, los tramos de
cauces deben ser pequeños en la cuenca, de tal forma que el proceso de
almacenamiento en los mismos se pueda despreciar

Además, el método racional también considera las siguientes suposiciones:


● El método supone que la lluvia de T años de periodo de retorno genera el
caudal punta de avenida de T años de periodo de retorno.
● No tiene en cuenta la parte del caudal punta del hidrograma de avenida que
es debida al flujo subsuperficial, sino solo la parte correspondiente a la
escorrentía superficial.
● No tiene en cuenta la humedad antecedente de la cuenca, aunque podría
considerarse variando el valor del coeficiente de escorrentía.

2.6.2 Método Racional Modificado

A continuación, abordaremos el método racional modificado en España, se


recomienda para el cálculo de caudales punta de avenida en cuencas con
superficies de drenaje inferiores a 50 km2 y tiempos de concentración superiores a
15 minutos (0,25 horas).

El método racional modificado utiliza las siguientes variables:


● A: Área de drenaje de la cuenca (km2).
● tc: Tiempo de concentración de la cuenca (h). Es la duración de tormenta
necesaria para que toda la superficie de la cuenca aporte escorrentía en el
punto de desagüe de la misma.
● Itc,T: Intensidad media de precipitación para una duración igual al tiempo de
concentración (mm/h). Es la intensidad media, máxima esperable, para una
duración de tormenta igual al tiempo de concentración de la cuenca, tc, y un
periodo de retorno de T años.
● C: Coeficiente de escorrentía (-). Es la fracción del volumen de precipitación
caída en toda la cuenca por unidad de tiempo que llega a la vez al punto de
desagüe de la cuenca, y genera el caudal punta de avenida. Adopta valores
comprendidos entre 0 y 1.
● P0: Umbral de escorrentía (mm). Es la precipitación mínima que debe tener
una tormenta para que comience la generación de escorrentía.
● β: Coeficiente corrector del umbral de escorrentía (-). Tiene en cuenta las
variaciones en el valor de umbral de escorrentía en un suelo determinado en
función de la climatología de la zona en la que se ubica y el periodo de retorno
considerado.
● Kt: Coeficiente de uniformidad en la distribución temporal de la precipitación
(-). Tiene en cuenta las variaciones temporales de la intensidad de
precipitación a lo largo de la tormenta.

El método racional modificado calcula la caudal punta de avenida para un


determinado periodo de retorno de T años mediante la ecuación 2.8:

𝐶 ∗ 𝐼𝑡𝑐,𝑇 ∗ 𝐴
𝑄𝑝,𝑡 = 𝐾𝑡
3,6

Ecuación 2.8 Caudal punta en un periodo de retorno T

donde Qp,T es el caudal punta de avenida para un periodo de retorno de T años en


el punto de desagüe de la cuenca (m3/s); C es el valor del coeficiente de escorrentía
en la cuenca; Itc,T es la intensidad media de precipitación para una tormenta de
duración igual al tiempo de concentración de la cuenca y un periodo de retorno de
T años (mm/h); A es el área de drenaje de la cuenca (km 2) y Kt es el coeficiente de
uniformidad en la distribución temporal de la precipitación.
Para el caso de cuencas heterogéneas, en las que exista una distribución espacial
de la precipitación y del coeficiente de escorrentía, la cuenca debe dividirse en
subcuencas que sí puedan considerarse homogéneas. La caudal punta de avenida
se obtendrá mediante la ecuación 2.9:

𝐾𝑡
𝑄𝑝,𝑇 ∑ [(𝐼𝑡𝑐,𝑇 )𝑖 ∗ 𝐶𝑖 ∗ 𝐴𝑖 ]
3,6

Ecuación 2.9. Caudal punta en una cuenca integrada

donde Ai es el área de drenaje de la porción i homogénea de la cuenca, en la que


Ci es su valor del coeficiente de escorrentía e Itc,T es su intensidad media de
precipitación para una duración de tormenta igual al tiempo de concentración de la
cuenca total con área A.

En la gran mayoría de casos, al utilizarse el método racional modificado en cuencas


de pequeño tamaño, la precipitación es uniforme espacialmente en la cuenca. Sin
embargo, sí que suele existir una distribución espacial del coeficiente de
escorrentía, debido a que la cuenca estará formada por diferentes tipos de suelo.
Como consecuencia, se utiliza la Ecuación 2.10 que es equivalente a utilizar un
valor medio del coeficiente de escorrentía en la cuenca, ponderando cada valor
parcial del coeficiente de escorrentía por el porcentaje de superficie en el que se
aplica respecto de la superficie de drenaje total de la cuenca.

𝐾𝑡
𝑄𝑝,𝑇 𝐼 ∑ [∗ 𝐶𝑖 ∗ 𝐴𝑖 ]
3,6 𝑡𝑐,𝑇

Ecuación 2.10. Caudal punta en una cuenca integrada

Donde Ai es el área de drenaje de la porción i homogénea de la cuenca, con un


valor del coeficiente de escorrentía Ci.

A continuación, se describe cómo calcular los valores de cada una de las variables
que se utilizan en el método racional modificado.
En el método racional modificado, el tiempo de concentración (tc) se define como el
tiempo mínimo que tiene que transcurrir desde el comienzo de la tormenta para que
toda la superficie de la cuenca aporte escorrentía en el punto de desagüe de la
misma y se alcance la caudal punta de avenida máximo posible para un intensidad
de escorrentía dada. El tiempo de concentración se calcula como el tiempo de viaje
que necesita la gota de lluvia que cae en el punto hidráulicamente más remoto de
la cuenca para llegar hasta el punto de desagüe utilizando la ecuación 2.11.

𝐿0,76
𝑐
𝑡𝑐 = 0,3 ∗
𝐽𝑐0,19

Ecuación 2.11. Tiempo de concentración

Donde tc es el tiempo de concentración (horas), Lc es la longitud por el cauce (km)


y Jc es la pendiente media del cauce (m/m).

Según la Ecuación 2.11, el tiempo de concentración crece con la longitud del


recorrido del agua y decrece con su pendiente. Como consecuencia, el punto
hidráulicamente más remoto será aquel en el que la gota de lluvia tenga que recorrer
el trayecto de mayor longitud y menor pendiente. Este recorrido no se puede
identificar de manera inmediata, sino que se deberán tantear los trayectos desde
una serie de puntos candidatos a ser los más desfavorables, para seleccionar el
que tenga un valor mayor del tiempo de concentración.

La longitud y pendiente consideradas en la ecuación 2.11 se refieren al viaje del


agua por cauce, y no al flujo en forma de lámina de agua en ladera, que ocurre antes
de la formación de los cauces en la cabecera de la cuenca. Por ello, a la hora de
considerar la cota del punto de inicio del recorrido, se deberá ignorar el primer tramo
de flujo en ladera. Dicho tramo de recorrido del agua entre la divisoria y el comienzo
del cauce suele tener una gran pendiente y poca longitud. Como consecuencia, su
consideración provocaría la mayoración de la pendiente media del cauce y, por
tanto, la minoración del valor del tiempo de concentración. Esto ocurriría sobre todo
en cuencas relativamente llanas en las que la parte cercana a la divisoria, antes de
la formación del cauce, es muy escarpada.

Ejemplo 2.2: Calcule el tiempo de concentración de la siguiente cuenca, sabiendo


la cota y longitud hasta el punto de desagüe de cuatro puntos posibles a ser el
hidráulicamente más remoto. Las líneas continuas representan los cauces, mientras
que las líneas discontinuas representan el recorrido en forma de flujo en ladera sin
existencia de un curso de agua definido. El punto de desagüe está a la cota 650 m.

Figura 2.18.
Área de estudio del ejemplo 2.7

Nota: Área de una cuenca para el ejercicio planteado. Tomado de Hidrología, por L.
Mediero Orduña, 2021, Paraninfo.

Tabla 2.7.
Información del ejemplo 2.2

Punto L (km) Cota (m)


A 16,6 850
B 17,2 1003
C 15,8 1050
D 17,6 1238

Nota: Diferentes longitudes y cotas en el ejemplo 2.2 (Mediero Orduña, 2021).

Solución: En primer lugar, se calcula la diferencia de cota entre cada punto y el


punto de desagüe (∆H), sabiendo que el punto de desagüe está a la cota 650 m. A
continuación, se obtiene la pendiente media (J) de cada recorrido dividiendo la
diferencia de cota (∆H), en metros, entre la longitud del recorrido (L), también en
metros, para obtener la pendiente en m/m. Finalmente, se calcula el tiempo de
concentración en horas con la ecuación 2.11. Por ejemplo, para el punto A:

ΔH = 850-650 = 200 m
200 𝑚
J = 16600 𝑚 = 0,012 m/m

16,60,76
tc = 0,3∗ 0,0120,19 = 5,9 h

Punto L (km) Cota (m) ΔH J(m/m) tc (h)


A 16,6 850 200 0,012 5,9
B 17,2 1003 353 0,021 5,5
C 15,8 1050 400 0,025 4,9
D 17,6 1238 588 0,033 5,1

Se puede ver que en el caso de los puntos A y B, el recorrido desde A hasta el punto
de desagüe tiene un tiempo de concentración mayor que el recorrido desde el punto
B. Esto es debido a que la consideración del tramo A-B provoca un gran aumento
de la pendiente (de 0,012 m/m a 0,021 m/m), pero un pequeño incremento de la
longitud (de 16,6 km a 17,2 km), por lo que el resultado es un valor del tiempo de
concentración menor. Además, como se ha visto anteriormente, la longitud y
pendiente de la ecuación 2.11 se refiere al viaje del agua por cauce, por lo que no
se debería considerar el tramo A-B de flujo en ladera por un cauce aún no definido.
Como consecuencia, en este caso, el tiempo de concentración considerado es 5,9
h, correspondiente al punto A.

Sin embargo, en el caso de los puntos C y D, el recorrido hasta la divisoria es el que


resulta en un mayor tiempo de concentración, ya que el tramo C-D provoca un
menor aumento de pendiente y un mayor aumento de la longitud, por lo que se
obtiene un tiempo de concentración similar en ambos casos. En este caso, el tiempo
de concentración es 4,9 h, correspondiente al punto C, ya que el tramo C-D no tiene
cauce definido. Como resultado, el punto hidráulicamente más remoto es el punto
A y el tiempo de concentración de la cuenca es igual a 5,9 h.
Ahora abordaremos la intensidad media de precipitación en la cuenca para una
duración de aguacero igual al tiempo de concentración, t c, y un periodo de retorno
de T años (Itc,T), se calcula mediante la ecuación 2.12.

Itc,T = Id,T*Fint

Ecuación 2.12. Intensidad media de precipitación

Donde, Id,T es la intensidad media diaria del valor medio areal del cuantil de
precipitación para un periodo de retorno de T años (mm/h), corregido por el
coeficiente de simultaneidad y Fint es el factor de intensidad, que es adimensional.

El cálculo de la intensidad media esperable para una duración de tormenta y un


periodo de retorno dados, It,T, se realiza a partir del valor de la intensidad media
diaria para dicho periodo de retorno, Id,T, según la Ecuación 2.13. Esto se debe a
que los datos observados de precipitación normalmente se registran en
pluviómetros que recogen valores diarios de la precipitación. Por tanto, el valor de
Id,T se puede obtener fácilmente a partir de la información registrada en
pluviómetros.

Normalmente, las curvas IDF se calculan a escala de cuenca, con el objetivo de


obtener el caudal máximo de avenida en el punto donde se localiza la infraestructura
hidráulica de interés. Por tanto, la intensidad media diaria para un periodo de retorno
T, Id,T, debe ser la intensidad media diaria en la cuenca, y se debe obtener a partir
del valor medio areal corregido por el coeficiente de simultaneidad (Pd,T,m,corr). Dicho
valor corregido de la precipitación media areal se divide por 24 para tener en cuenta
que un día tiene 24 horas, obteniendo el valor de la intensidad media diaria en mm/h:

𝑃𝑑,𝑇,𝑚,𝑐𝑜𝑟𝑟 𝑃𝑑,𝑇,𝑚 𝐾𝐴
𝐼𝑑,𝑇 = =
24 24

Ecuación 2.13. Intensidad media diaria

donde Pd,T,m es el valor inicial de la precipitación media areal en la cuenca para un


periodo de retorno de T años (mm), KA es el coeficiente de simultaneidad, Pd,T,m,corr
es el valor corregido de la precipitación media areal en la cuenca para un periodo
de retorno de T años (mm), e Id,T es la intensidad media diaria para un periodo de
retorno de T años (mm/h).
Para el estudio estadístico de las series de precipitación máxima anual registradas
puntualmente en pluviómetros, (MFOM, 2018) recomienda que se utilicen al menos
las funciones de distribución Gumbel y SQRTETmax. Además, los resultados se
compararán con los datos publicados por la Dirección General de Carreteras, por
ejemplo, los recogidos en la publicación Máximas lluvias diarias en la España
peninsular (MFOM, 1999, p. 13), tomando como resultado el mayor de los valores
anteriores.

El factor de intensidad, Fint, se puede calcular a partir de información registrada en


pluviógrafos. En el caso de que exista un pluviógrafo cercano en el que se hayan
registrado precipitaciones a intervalos de tiempo inferiores al día, se utilizará dicha
información para estimar de forma más precisa las curvas IDF en la cuenca, y se
obtendrá el factor de intensidad mediante la ecuación 2.14.

𝐼𝐼𝐷𝐹 (𝑇, 𝑡𝑐 )
𝐹𝑖𝑛𝑡 = 𝐾𝑏
𝐼𝐼𝐷𝐹 (𝑇, 24)

Ecuación 2.14. Factor de intensidad

donde IIDF(T, tc) es la intensidad media de precipitación para una duración de


tormenta igual al tiempo de concentración (t = tc), para el periodo de retorno de T
años, obtenida a partir de los datos recogidos en el pluviógrafo (mm/h) (Figura 2.19);
IIDF(T, 24) es la intensidad media de precipitación para una duración de aguacero
igual a 24 horas (t=24 horas), para el periodo de retorno de T años, obtenida a partir
de los datos recogidos en el pluviógrafo (mm/h) (Figura 2.19), y K b es un factor
adimensional que tiene en cuenta que la intensidad media para una duración de
tormenta de 24 horas (I24) es mayor que la intensidad media diaria (Id), a falta de
mayor información, se puede tomar un valor Kb = 1,13.
Figura 2.19.
Valores IDF(T, tc) e IDF(T,24)

Nota: Curva IDF, con valores de Ttc y T22. Tomado de Hidrología, por L. Mediero
Orduña, 2021, Paraninfo.

Pasamos a profundizar en el coeficiente de escorrentía (C) que representa la


fracción del volumen de precipitación caída en la cuenca por unidad de tiempo, que
llega a la vez al punto de desagüe de la cuenca y genera el caudal punta de avenida.
Tiene en cuenta la fracción de la precipitación que se transforma en escorrentía, así
como el almacenamiento temporal de la escorrentía durante su trayecto al punto de
salida de la cuenca, representando de manera muy simplificada los procesos de
pérdidas de precipitación y difusión en la cuenca. Su valor se estima a partir de las
características de los tipos de suelo que conforman la cuenca, la zona en la que se
ubica la cuenca, el periodo de retorno considerado y la precipitación de la tormenta
(Mediero Orduña, 2021).

El coeficiente de escorrentía no puede adoptar un valor negativo, ya que implicaría


que la cuenca absorbe un volumen de agua mayor que el volumen de agua
precipitada. A su vez, tampoco puede adoptar valores superiores a la unidad, ya
que implicaría que la cuenca genera un volumen de escorrentía superior al volumen
de la precipitación caída, lo que también es físicamente imposible. Por tanto, el
coeficiente de escorrentía tiene que adoptar valores comprendidos entre 0 y 1 (0≤C≤
1). Un valor de 0 implica una cuenca totalmente permeable que es capaz de
absorber toda la precipitación caída, sin generar escorrentía (C*Itc,T*A = 0), mientras
que un valor de 1 implica una cuenca totalmente impermeable en la que no hay
pérdidas de precipitación y toda la precipitación caída se transforma en escorrentía
(C*Itc,T*A = Itc,T*A).

El valor del coeficiente de escorrentía no es constante durante la duración de la


tormenta, sino que aumenta, ya que el suelo va aumentando su contenido de
humedad, y se reduce la capacidad de la cuenca para absorber el agua precipitada
en forma de pérdidas de precipitación. Como consecuencia, las pérdidas de
precipitación decrecen con el tiempo y la fracción de precipitación que se transforma
en escorrentía aumenta.

Además, el coeficiente de escorrentía tampoco es constante con el periodo de


retorno. Cuanto mayor es el periodo de retorno, mayor es la precipitación esperable
de la tormenta y, por tanto, mayor el contenido de humedad acumulada en la cuenca
y menor su capacidad de absorción del agua precipitada. Como consecuencia, el
valor del coeficiente de escorrentía será mayor cuanto mayor sea el periodo de
retorno.

Finalmente, el coeficiente de escorrentía no adoptará el mismo valor para varias


tormentas de la misma magnitud que ocurran en diferentes momentos, ya que su
valor depende del contenido de humedad inicial en la cuenca, que a su vez depende
de la lluvia y de las pérdidas de humedad en la cuenca producidas en los días
anteriores a la ocurrencia de la tormenta.

Por tanto, para tener en cuenta la variación del coeficiente de escorrentía en la


duración de la tormenta, con el periodo de retorno y con la humedad antecedente,
su valor se calcula como se describe a continuación.

El coeficiente de escorrentía (C) se calcula mediante las ecuaciones 2.15 o 2.16,


que tienen en cuenta si la precipitación caída en la cuenca supera el valor del umbral
de escorrentía, ya que en caso contrario la magnitud de la lluvia es insuficiente para
que comience la generación de escorrentía y el coeficiente de escorrentía adoptará
un valor igual a 0.

Si Pd, T, m, corr < P0 entonces C=0


Si Pd, T, m, corr > P0 entonces

𝑃 𝑃
( 𝑑,𝑇,𝑚,𝑐𝑜𝑟𝑟 − 1) ( 𝑑,𝑇,𝑚,𝑐𝑜𝑟𝑟 + 23)
𝑃0 𝑃0
𝐶= 2
𝑃
( 𝑑,𝑇,𝑚,𝑐𝑜𝑟𝑟 + 11)
𝑃0

Ecuación 2.15 y 2.16. Coeficiente de escorrentía

donde C es el coeficiente de escorrentía, Pd,T,m,corr es el valor medio areal del cuantil


de precipitación diaria para el periodo de retorno de T años (mm), y P 0 es el umbral
de escorrentía (mm).

La ecuación 2.15 tiene en cuenta la variación del valor del coeficiente de escorrentía
en función de la precipitación de la tormenta y del periodo de retorno. Como
resultado, el valor del coeficiente de escorrentía obtenido con la ecuación 2.16 se
incluye en la Figura 2.20. Se puede observar que, para un valor dado del umbral de
escorrentía (P0), el coeficiente de escorrentía aumenta según aumenta la
precipitación (Pd,T,m,corr), teniendo en cuenta que, a mayor precipitación, el suelo
reduce su capacidad de almacenamiento y absorción del agua precipitada. Además,
para un valor dado de la precipitación (Pd,T,m,corr), el coeficiente de escorrentía
aumenta según disminuye el umbral de escorrentía (P 0), de tal forma que un suelo
que tiene menos capacidad de almacenamiento de agua producirá mayor
escorrentía, ya que se saturará más rápidamente (Mediero Orduña, 2021).
Figura 2.20.
Valores del coeficiente de escorrentía

Nota: Variación del valor del coeficiente de escorrentía (C) en función de la relación
entre la precipitación y el umbral de escorrentía (Pd,T,m,corr / P0). Tomado de
Hidrología, por L. Mediero Orduña, 2021, Paraninfo

El umbral de escorrentía, P0, es la precipitación mínima necesaria para que la


cuenca empiece a generar escorrentía; se obtiene mediante la ecuación 2.17.

𝑃0 = 𝑃0𝑖 ∗ 𝛽

Ecuación 2.17. Umbral de escorrentía

Donde P0i es el valor inicial del umbral de escorrentía (mm), P0 es el valor corregido
del umbral de escorrentía (mm) que se introduce en la ecuación 2.15, y β es el
coeficiente corrector del umbral de escorrentía.
El valor de P0i solo depende del tipo de suelo, independientemente del clima de la
zona en la que se ubica la cuenca. El valor de β corrige el valor de P0i para tener en
cuenta el contenido de humedad antecedente probable, según el clima de la zona
en la que se ubica la cuenca, y el periodo de retorno. El valor inicial del umbral de
escorrentía, P0i, se obtiene a partir de los datos o mapas publicados por la Dirección
General de Carreteras. En el caso de que no se disponga de dicha información en
la cuenca de estudio o el tamaño de la cuenca vertiente sea inferior al tamaño de
celda de dichas publicaciones, el valor del umbral de escorrentía inicial se obtiene
según (Sánchez, 2020, p. 6). Dicho documento suministra los valores iniciales del
umbral de escorrentía en función del tipo de suelo, práctica de cultivo, pendiente y
grupo hidrológico del suelo, independientemente de la región en la que esté situada
la cuenca y la humedad antecedente que se pueda dar en la misma. El grupo
hidrológico de los suelos presentes en la cuenca se determinará a partir de la Tabla
2.8.

Tabla 2.8.
Grupo hidrológico del suelo

Grupo Infiltración Potencia Textura Drenaje


A Rápida Grande Arenosa Perfecto
Areno-Limosa
B Moderada Media a Franco- Bueno a moderado
Grande Arenosa
Franca
Franco-Arcillo-
Arenosa
C Lenta Media a Franco- Imperfecto
pequeña Arcillosa
Franco-arcillo-
limosa
Arcillo-arenoso
D Muy Lenta Pequeña Arcillosa Pobre o muy pobre

Nota: Los diferentes grupos de suelos se clasifican según sus características de


infiltración, potencia, textura y drenaje (MFOM, 2019, p. 24).

El coeficiente corrector del umbral de escorrentía, β, tiene en cuenta el contenido


de humedad antecedente probable en la cuenca al inicio de la tormenta. Si se
dispone de datos observados en la cuenca de estudio o en cuencas cercanas, se
utilizarán dichos datos para obtener el valor de β, que será variable en función del
periodo de retorno. En caso contrario, se utilizarán los resultados obtenidos con
datos reales observados en una serie de cuencas distribuidas por toda la geografía,
incluidos en (MFOM, 2016).

El valor de β depende del tipo de drenaje que se esté considerando. Para drenaje
transversal de la carretera (puentes y obras de drenaje transversal) se utilizará la
ecuación 2.18. Para cualquier otro drenaje (drenaje de plataforma y márgenes,
transversal de vías de servicio, ramales, caminos, accesos a instalaciones y
edificaciones auxiliares de la carretera y otros elementos anejos, siempre que el
funcionamiento hidráulico de estas obras no afecte a la carretera principal) se
utilizará la ecuación 2.19.

𝛽𝐷𝑇 = (𝛽𝑚 − ∆50 )𝐹𝑇

𝛽𝑃𝑀 = (𝛽𝑚 )𝐹𝑇

Ecuación 2.18 y 2.19. Coeficiente corrector del umbral de escorrentía

donde βDT es el coeficiente corrector del umbral de escorrentía para el drenaje


transversal de la carretera, βPM es el coeficiente corrector del umbral de escorrentía
para el drenaje de plataforma y márgenes y otros drenajes, βm es el valor medio del
coeficiente corrector del umbral de escorrentía en la región en la que se ubica la
cuenca de estudio, FT es un factor corrector que es función del periodo de retorno
T, y ∆50 es la desviación respecto del valor medio correspondiente al intervalo de
confianza del 50% (MFOM, 2019, p. 15)

El coeficiente βm tiene en cuenta la humedad antecedente probable antes de la


ocurrencia de una tormenta en función del clima de la zona. Las regiones situadas
en climas más húmedos adoptarán un valor más pequeño de βm, que reducirá el
valor del umbral de escorrentía para tener en cuenta que es probable que la cuenca
tenga un contenido inicial de humedad alto. Las regiones situadas en climas más
áridos adoptarán un valor alto de βm, que aumentará el valor inicial del umbral de
escorrentía para tener en cuenta que es probable que la cuenca tenga un contenido
inicial de humedad bajo. Como consecuencia, un tipo de suelo con un determinado
valor inicial del umbral de escorrentía, en realidad, adoptará diferentes valores del
umbral de escorrentía, en función de la zona en la que esté ubicado para tener en
cuenta el contenido de humedad antecedente probable (Mediero Orduña, 2021).

El coeficiente FT tiene en cuenta que la humedad antecedente probable antes de la


ocurrencia de una tormenta depende de la frecuencia de ocurrencia del evento. Para
periodos de retorno pequeños, o tormentas que ocurren habitualmente, es más
probable que la tormenta se produzca cuando la humedad antecedente sea alta en
la cuenca, por lo que el coeficiente FT adopta valores más pequeños, reduciendo el
valor del umbral de escorrentía. Para periodos de retorno altos, o tormentas que
ocurren raramente, es menos probable que la tormenta justo se produzca cuando
la cuenca tenga una humedad antecedente alta, por lo que el coeficiente F T adopta
valores más altos, aumentando el valor del umbral de escorrentía.

Según aumenta el tamaño de la cuenca, la hipótesis del método racional consistente


en la suposición de un valor constante de la intensidad de escorrentía, a lo largo de
una duración de tormenta igual al tiempo de concentración, deja de ser válida. Esto
es debido, principalmente, a que, según aumenta el tamaño de la cuenca, también
aumenta su tiempo de concentración. Si el tiempo de concentración es elevado,
difícilmente podrá ocurrir una tormenta que mantenga una intensidad de
precipitación constante durante toda su duración. Para compensar las variaciones
temporales de la intensidad de precipitación a lo largo de la tormenta, se obtuvo el
coeficiente de uniformidad (Kt), cuyo valor real variará según las características de
la tormenta. Sin embargo, se observó que el valor medio del coeficiente de
uniformidad depende sobre todo del tiempo de concentración en una cuenca
determinada. A partir de los valores registrados en 15 estaciones de aforos, se
obtuvo el valor medio del coeficiente de uniformidad en cada cuenca. A partir de
dichos resultados, se ajustó la ecuación 2.20 en función del valor del tiempo de
concentración en la cuenca (Mediero Orduña, 2021):

𝑡𝑐1,25
𝐾𝑡 = 1 + ( 1,25 )
𝑡𝑐 + 14

Ecuación 2.20. Coeficiente de uniformidad en la distribución temporal de la


precipitación

Donde, Kt es el coeficiente de uniformidad en la distribución temporal de la


precipitación, que es adimensional, y tc es el tiempo de concentración de la cuenca
(h).

Ejemplo 2.3: Calcular el caudal punta de avenida para el diseño de una obra de
drenaje transversal con un periodo de retorno T = 100 años. La cuenca vertiente a
la obra de drenaje transversal tiene una superficie A = 37 km2. El recorrido al punto
hidráulicamente más remoto tiene una longitud de cauce de 9,5 km y una pendiente
media de 0,04 m/m. La cuenca está ubicada en la región 92, con un valor del índice
de torrencialidad I1/Id = 11. El valor medio areal de la precipitación diaria para T=100
años es Pd,100,m = 116 mm. La cuenca está compuesta por tres tipos de suelo con
las siguientes características:

Uso del suelo (Código) Práctica Pendiente Arcilla Limo (%) Arena Área
de cultivo (m/m) (%) (%) (Km2)
Matorral boscoso de - 0,05 10 10 30 15
transición (32400)
Prados y Praderas - 0,03 30 30 30 12
(23100)
Cultivos agrícolas con Según las 0,02 50 50 30 10
arbolado adehesado curvas de
(24420) nivel

Solución:

En primer lugar, se calcula la intensidad media para una duración igual al tiempo de
concentración, para lo que primero hay que calcular el tiempo de concentración con
la ecuación (2.11):

9,50,76
tc = 0,3∗ 0,040,19 = 3,06 h

A continuación, se calcula el valor de la precipitación media areal en la cuenca


corregido por el coeficiente de simultaneidad, teniendo en cuenta que el área de la
cuenca es A=37km2

En España, el factor reductor por área, ARF, se conoce comúnmente como


coeficiente de simultaneidad, ya que tiene en cuenta la no simultaneidad de la lluvia
en toda la cuenca (no simultaneidad en la fecha ocurrencia de las precipitaciones
máximas anuales en diferentes puntos de la cuenca). El coeficiente de
simultaneidad se designa como KA y depende únicamente del área de la cuenca:

Si A<1 Km2 entonces KA = 1

𝑙𝑜𝑔𝑙𝑜𝑔 𝐴 𝑙𝑜𝑔𝑙𝑜𝑔 37
Si A>1 Km2 entonces 𝐾𝐴 = (1 − ) = (1 − ) = 0,895
15 15

El valor medio areal del cuantil de precipitación diaria máxima anual para utilizar en
un estudio hidrometeorológico se obtendrá considerando el coeficiente de
simultaneidad mediante la siguiente expresión:
Pd, T, m,corr = Pd,T,m *KA

Pd, T, m,corr = 116 mm*0,895 =103,9 mm

Se calcula la intensidad media diaria para un periodo de retorno T = 100 años (I d,100),
luego a intensidad media de lluvia para una duración igual al tiempo de
concentración (Itc,100), se calcula utilizando el factor de intensidad de la fórmula de
Témez, ya que no se dispone de información en pluviógrafos cercanos. Se tiene en
cuenta que I1/Id = 1 y tc = 3,06 h, en la cuenca.

El cálculo de la intensidad media esperable para una duración de tormenta y un


periodo de retorno dados, It,T, se realiza a partir del valor de la intensidad media
diaria para dicho periodo de retorno. Esto se debe a que los datos observados de
precipitación normalmente se registran en pluviómetros que recogen valores diarios
de la precipitación. Por tanto, el valor de Id,T se puede obtener fácilmente a partir de
la información registrada en pluviómetros.

Normalmente, las curvas IDF se calculan a escala de cuenca, con el objetivo de


obtener el caudal máximo de avenida en el punto donde se localiza la infraestructura
hidráulica de interés. Por tanto, la intensidad media diaria para un periodo de retorno
T, Id,T, debe ser la intensidad media diaria en la cuenca, y se debe obtener a partir
del valor medio areal corregido por el coeficiente de simultaneidad (P d,T,m,corr). Dicho
valor corregido de la precipitación media areal se divide por 24 para tener en cuenta
que un día tiene 24 horas, obteniendo el valor de la intensidad media diaria en mm/h:

𝑃𝑑,𝑇,𝑚,𝑐𝑜𝑟𝑟 𝑃𝑑,𝑇,𝑚 ∗ 𝐾𝐴 103,9


𝐼𝑑,100 = = = = 4,33 𝑚𝑚/ℎ
24 24 24

El factor de intensidad, Fint, se puede calcular mediante la fórmula de las curvas IDF
desarrollada por José Ramón Témez o a partir de información registrada en
pluviógrafos. Se tomará el valor mayor de ellos.

Mediante la fórmula desarrollada por José Ramón Témez, el factor de intensidad se


calcula según la siguiente ecuación, considerando una duración de tormenta igual
al tiempo de concentración de la cuenca.
0,1
𝐼1 3,5287−(2,5287∗𝑡𝑐 )
0,1 )
𝐹𝑖𝑛𝑡 =( ) = (11)3,5287−(2,5287∗3,06 = 5,37
𝐼𝑑

Donde (I1/Id) es el índice de torrencialidad, que depende del área geográfica donde
está ubicada la cuenca de estudio, y tc es el tiempo de concentración de la cuenca
(h).

La intensidad media de precipitación en la cuenca para una duración de aguacero


igual al tiempo de concentración, tc, y un periodo de retorno de T años (Itc,T), se
calcula mediante la siguiente ecuación:

Itc,T = Id,T*Fint

Itc,100 = Id,100*Fint = 4,33*5,37 =23,23 mm/h

Donde, Id,T es la intensidad media diaria del valor medio real del cuantil de
precipitación para un periodo de retorno de T años (mm/h), corregido por el
coeficiente de simultaneidad y Fint es el factor de intensidad, que es adimensional.

A continuación, se calcula el coeficiente de escorrentía (C). En primer lugar, se


obtiene el valor inicial del umbral de escorrentía (P0i), seleccionando los tipos de
suelo en (Sánchez, 2020, p. 6).

Uso del suelo Código Práctica de Pendiente Grupo Hidrológico


cultivo (m/m)
A B C D
Matorral boscoso de 32400 - - 75 34 22 16
transición
Prados y Praderas 23100 - >3 70 33 18 13
- <3 120 55 22 14
Cultivos agrícolas con 24420 - >3 53 23 14 9
arbolado adehesado - <3 80 35 17 10

Se determina el grupo hidrológico de cada tipo de suelo usando el diagrama


triangular de texturas, ya que se dispone de información acerca de la textura de
cada suelo, figura 2.21.

Figura 2.21.
Diagrama triangular de las clases texturales básicas del suelo
Nota: El diagrama clasifica la textura del suelo según el porcentaje del tamaño de
las partículas. Tomado de la Norma 5.2-IC de la Instrucción de carreteras, MFOM,
2019, p. 24.

A partir de los valores iniciales del umbral de escorrentía (P0i) se calcula el valor del
umbral de escorrentía (P0) utilizando el valor del coeficiente corrector del umbral de
escorrentía (β). En este caso, se calcula el valor de βDT utilizando la ecuación 2.19,
ya que se está dimensionando una obra de drenaje transversal. En la región 92, β m
= 1,45; ∆50 = 0,30 y FT = 1,00, para T = 100 años, tomando los valores regionales
descritos en la tabla de βm, FT, ∆50, ∆67 y ∆90 según las regiones definidas en (MFOM,
2016).

𝛽𝐷𝑇 = (𝛽𝑚 − ∆50 ) ∗ 𝐹𝑟 = (1,45 − 0,30) ∗ 1 = 1,15


El valor del umbral de escorrentía (P0), en cada uso de suelo, se calcula
multiplicando los valores iniciales del umbral de escorrentía (P 0i) por βDT. En todos
los suelos, el valor de precipitación (Pd,100,m,corr = 103,9 mm) es superior al del umbral
de escorrentía, por lo que, en los tres casos, se utiliza la 2.14 para calcular el valor
del coeficiente de escorrentía, C

Uso del Suelo P0i (mm) P0 (mm) C Área (Km2)


Matorral boscoso de transición 34 39,1 0,228 15
Prados y Praderas 18 20,7 0,439 12
Cultivos agrícolas con arbolado 10 11,5 0,641 10
adehesado

El valor medio del coeficiente de escorrentía en la cuenca se obtiene ponderando el


valor del coeficiente de escorrentía en cada suelo por el área que ocupa cada uno
de ellos:

0,228 + 0,439 + 0,641


𝐶= = 0,408
15 + 12 + 10

A continuación, se calcula el valor del coeficiente de uniformidad (K t) mediante la


ecuación 2.20, teniendo en cuenta que tc = 3,06 h.

3,061,25
𝐾𝑡 = 1 + ( ) = 1,224
3,061,25 + 14

Finalmente, se calcula el caudal punta de avenida para el periodo de retorno T=100


años (Qp,100) mediante la ecuación 2.8, sabiendo que C = 0,408; Itc,100=23,23mm/h;
A = 37 km2 y Kt= 1,224.

0,408 ∗ 23,23 ∗ 37 𝑚3
𝑄𝑝,100 = ( ) ∗ 1,224 = 1,224
3,6 𝑠

2.6.3 Hidrogramas sintéticos


Para la construcción de los hidrogramas sintéticos hay varios métodos. No obstante,
el más sencillo y empleado es el hidrograma triangular del Soil Conservation Service
(SCS). Aunque es muy simple y se limita a cuencas no mayores de 250 km 2 y
preferentemente inferiores a 100 km2, proporciona los datos requeridos en el diseño
de obras hidráulicas: el caudal punta (Qp), el tiempo base (tb) y el tiempo en que se
presenta el caudal punta (tp). Para su construcción se procede como sigue:

1. Calcular el tiempo de concentración.


2. Calcular el tiempo en que se presenta el caudal punta.
3. Calcular el tiempo base.
4. Calcular el valor del caudal punta (a partir de una intensidad de lluvia dada
por las curvas IDF, con un tiempo de duración de lluvia igual al tiempo de
concentración, para un tiempo de retorno dado).
5. Afectar este valor de caudal punta por un coeficiente de escorrentía para
estimar el caudal generado sólo por la precipitación efectiva o lluvia en
exceso.
6. Sumar el resultado anterior al caudal de escorrentía base.

El tiempo de concentración, corresponde al tiempo que tarda una gota de lluvia


caída en el punto más alejado de la cuenca o del área vertiente, en salir de ella.
Puede ser estimada por varios modelos. En la práctica, deben aplicarse al menos
tres (3) de estas expresiones y tomar, entre éstas, las dos que muestran resultados
similares, seleccionando para la construcción del hidrograma de diseño, la que
proporcione el menor valor. Otros autores sugieren tomar, directamente, el menor
resultado de todas las expresiones (Lozano Rivas, 2018).

● Fórmula de Kirpich (Ecuación 2-21), propuesta en 1940. Se emplea en


cuencas de pendientes fuertes (entre 3 y 10%) y homogéneas

𝐿0,77
𝑡𝑐 = 3,97 ∗ ( )
𝑆 0,385

Ecuación 2.21. Tiempo de concentración

Donde: tc es el tiempo de concentración (en min); L, la longitud del cauce (en km),
y S, la pendiente media de la cuenca (en m/m). Para flujo en superficies de concreto
o asfalto, debe multiplicarse el resultado por 0,4; para canales en concreto, debe
multiplicarse el resultado por 0,2 y para flujo en cunetas, no se realiza ningún ajuste.
● Fórmula del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo de España – MOPU,
propuesta en 1990. Puede ser empleada en cuencas medianamente
homogéneas (Ecuación 2.22).

𝐿 0,77
𝑡𝑐 = 18 ∗ ( 1/4 )
𝑆

Ecuación 2.22. Tiempo de concentración

Donde: tc es el tiempo de concentración (en min); L, la longitud del cauce (en km),
y S, la pendiente media de la cuenca (en m/m)

● Fórmula de Bransby-Williams (Ecuación 2.23), propuesta en 1974. Se usa en


cuencas heterogéneas.

𝐿
𝑡𝑐 = 14,6 ∗ ( 0,2 0,1 )
𝑆 𝐴

Ecuación 2.23. Tiempo de concentración

Donde: tc es el tiempo de concentración (en min); A, la superficie del área vertiente


(en km2); L, la longitud del cauce (en km), y S, la pendiente media de la cuenca (en
m/m)

● Fórmula del IDEAM (Ecuación 2.24), propuesta en 1990. Propuesta por el


antiguo Instituto Colombiano de Hidrología, Meteorología y Adecuación de
Tierras (HIMAT) y hoy denominado IDEAM.
0,385
(𝐿 ∗ 1000)3
𝑡𝑐 = 14,6 ∗ [ ]
𝐻

Ecuación 2.24. Tiempo de concentración


Donde: tc es el tiempo de concentración (en min); L, la longitud del cauce (en km),
y H, la diferencia de cotas o desnivel (en m)

● Fórmula de California Highways and Public Works (Ecuación 2,25),


propuesta en 1942. Proporciona resultados muy parecidos a los del modelo
del IDEAM. Es una modificación de la ecuación de Kirpich para cuencas
montañosas.
0,385
𝐿3
𝑡𝑐 = 57 ∗ ( )
𝐻

Ecuación 2.25. Tiempo de concentración

Donde: tc es el tiempo de concentración (en min); L, la longitud del cauce (en km),
y H, la diferencia de cotas o desnivel (en m).

● Fórmula propuesta por George Rivero (Ecuación 2.26).

16𝐿
𝑡𝑐 = ( )
((1,05 − 2,0 ∗ 𝑝) ∗ (100𝑆)0,04 )

Ecuación 2.26. Tiempo de concentración

Donde: tc es el tiempo de concentración (en min); L, la longitud del cauce (en km);
S, la pendiente media de la cuenca (en m/m), y p, la relación entre el área cubierta
de vegetación y el área total de la cuenca (adimensional).

Para el cálculo del tiempo en que se presenta el caudal punta, se utiliza la siguiente
expresión (Ecuación 2.27):

tp = (0,5*td) + (0,6*tc)
Ecuación 2.27. Tiempo del caudal punta

Donde: tp es el tiempo en que se presenta el caudal punta (en horas); t d, es el tiempo


de duración de la lluvia (en horas), y tc, es el tiempo de concentración (en horas).
Como la condición más crítica es cuando tc = td, es decir, cuando el tiempo de
duración de lluvia es igual al tiempo de concentración, la ecuación 2.28 puede ser
transformada en

tp = 1,1*tc

Ecuación 2.28. Tiempo del caudal punta

El tiempo total del hidrograma puede ser estimado con la siguiente ecuación
(Ecuación 2.29):

tb = 2,67*tp

Ecuación 2.29. Tiempo base

Donde: tb es el tiempo base del hidrograma (en horas), y t p, el tiempo en que se


presenta el caudal punta (en horas).

El caudal punta puede ser estimado empleando los siguientes modelos (Ecuación
2.30):

0,0125 ∗ 𝑃 ∗ 𝐴
𝑄𝑝 =
𝑡𝑝

Ecuación 2.30. Caudal punta

Donde: Qp es el caudal punta (en L/s); P, la precipitación (en L/ha); A, el área


vertiente o superficie de la cuenca (en ha), y tp, el tiempo en que se presenta el
caudal punta (en min). La precipitación caída en litros por hectárea (L/ha) puede
hallarse con la siguiente ecuación 2.31:

P=td*I*166,8

Ecuación 2.31. Precipitación


Donde: P es la precipitación (en L/ha); td, el tiempo de duración de la lluvia (en min),
e I, la intensidad de la lluvia (a partir de las curvas IDF, con un tiempo de duración
de lluvia igual al tiempo de concentración y un periodo de retorno dado) (en mm/h).

También puede emplearse la siguiente ecuación para calcular el caudal punta


(Ecuación 2.32):

0,208 ∗ 𝑃 ∗ 𝐴
𝑄𝑝 =
𝑡𝑝

Ecuación 2.32. Caudal punta

Donde: Qp es el caudal punta (en m3/s); P, la precipitación (en mm); A, el área


vertiente o superficie de la cuenca (en km 2), y tp, el tiempo en que se presenta el
caudal punta (en horas). La precipitación caída en milímetros (mm) puede hallarse
con la ecuación 2.33:

P=td*I

Ecuación 2.33. Precipitación

Donde: P es precipitación (en mm); td, tiempo de duración de la lluvia (en horas), e
I, intensidad de la lluvia (a partir de las curvas IDF, con un tiempo de duración de
lluvia igual al tiempo de concentración y un periodo de retorno dado) (en mm/h).

Debe recordarse que este caudal debe ser afectado por el coeficiente de escorrentía
para estimar el caudal generado sólo por la precipitación efectiva o lluvia en exceso
y luego sumarlo a la escorrentía base. A partir de la batimetría de la sección del
cauce, puede determinarse el nivel o altura de agua que alcanzaría la creciente en
ese punto (niveles de inundación). Con estos datos se construye el hidrograma
triangular que tiene la forma presentada en la Figura 2.22 (Lozano Rivas, 2018).

Ejemplo 2.4: Se quiere proyectar una obra de captación de agua potable que hará
parte del sistema de acueducto de un municipio. La corriente seleccionada drena
un área de 7 km2. La longitud del río, hasta ese punto, es de 4 km con una pendiente
media casi constante del 3%. La cuenca se considera homogénea, de manera que
los usos del suelo y la morfología del terreno son prácticamente uniformes. Se
estima que la cuenca tiene un coeficiente de escorrentía de 0,25 o, lo que es igual,
sólo el 25% de la lluvia precipitada se transforma en escorrentía directa. La obra
proyectada será analizada para la lluvia con periodo de retorno de 25 años.

Solución: Para comenzar, se calcula el tiempo de concentración por tres métodos


diferentes. En este caso se emplearán los modelos Kirpich, MOPU, y California
Highways and Public Works, dada la homogeneidad de la cuenca y la pendiente
media.

Figura 2.22.
Modelo del hidrograma triangular del SCS

Nota: Diagrama del caudal punta generado por el método SCS. Tomado de
Hidrología, por L. Mediero Orduña, 2021, Paraninfo

Kirpich:
40,77
𝑡𝑐 = 3,97 ∗ ( ) = 44,53 𝑚𝑖𝑛
3 0,385
(100)

MOPU:
0,77

4
𝑡𝑐 = 18 ∗ 1 = 102,8 𝑚𝑖𝑛
3 4
(100)
( )

California:
0,385
43
𝑡𝑐 = 57 ∗ ( ) = 44,75 𝑚𝑖𝑛
3
4000 ∗ 100

La diferencia de cotas, o desnivel, es calculada como el producto de la longitud del


tramo de río (4000 m = 4 km) por la pendiente (3% = 3/100). Se toma el tiempo
menor, ya que duraciones menores de lluvia dan origen a intensidades mayores y,
adicionalmente, el efecto de atenuación del pico de caudal es menor; asumiendo
estos valores, se busca trabajar con las condiciones críticas, lo cual proporciona
un margen de seguridad. Por esta razón, se toma el tiempo de concentración
proporcionado por Kirpich.

tc = 44,53 min = 0,7422 h

Se asume un tiempo de duración de lluvia igual al tiempo de concentración, por lo


cual:

td = 44,53 min = 0,7422 h


El tiempo en el que se presenta la punta será:

tp = 1,1*tc =1,1*0,7422 =0,816 h


El tiempo base del hidrograma será:

tb = 2,67*tp = 2,67*0,816 =2,18 h

Para una duración de lluvia de 44,53 min (0,7422 h), se busca en las curvas IDF
locales (aquí no se incluyen) el valor de intensidad máxima, el cual es de 45 mm/h.

El caudal punta, considerando que sólo el 25% de la precipitación se transforma en


escorrentía directa, será (empleando las ecuaciones 2.32 y 2.33):

0,208 ∗ 0,7422 ∗ 45 ∗ 7
𝑄𝑝 = 0,25 ∗ ( ) = 14,90 𝑚3 /𝑠
0,816

El caudal de inundación que tendrá que soportar la obra de captación será de 14,9
m3/s. Este valor deberá sumarse al caudal base para poder determinar el caudal
total durante el evento de lluvia de diseño.

La gráfica resultante del caudal de escorrentía efectiva para la lluvia de diseño será
figura 2.23:

Figura 2.23.
Hidrograma triangular de crecida, resultante del ejemplo 2.4.

Nota: Caudal punta resultado del ejemplo 2.4. Tomado de Hidrología, por L. Mediero
Orduña, 2021, Paraninfo
2.6.4 Tránsito de Hidrogramas

El tránsito de avenidas establece el comportamiento espacio-temporal del flujo en


un cauce, en un depósito o en un embalse; dicho de otra forma, determina la
evolución de un hidrograma en el tiempo y permite determinar el volumen de una
onda que se propaga aguas abajo. Es conocido también como tránsito de caudales
o propagación de la onda de avenida. Estas variaciones de flujo se encuentran
influenciadas por la geometría del cauce fluvial y de la llanura de inundación. El
estudio del tránsito de avenidas permite, entre otros usos:

● Predecir niveles de crecida de los ríos


● Establecer volúmenes de agua
● Conocer el desarrollo temporal de los flujos

Efectuando un sencillo ejercicio de laboratorio, se puede conocer, de forma general,


el comportamiento de un hidrograma a lo largo de un cauce. Si en el extremo de un
canal seco se vierte un volumen de agua, el hidrograma que se genera inicialmente
es mucho más alto y de menor duración (punto A de la Figura 2.24); a medida que
el flujo avanza y pasa por los puntos B y C, el hidrograma será más achatado y más
largo, conservando el mismo valor de área bajo la curva, en razón de que este valor
representa su volumen (suponiendo que no existen pérdidas ni por infiltración ni por
evaporación). Este achatamiento, conocido como atenuación o amortiguamiento del
hidrograma, provoca una disminución paulatina del pico del hidrograma (es decir,
del caudal máximo) en la medida en que la creciente avanza aguas abajo. Dicho de
otra forma, el caudal de crecida se atenúa, haciéndose menor entre más distancia
recorra el volumen de inundación. El análisis de tránsito de avenidas o tránsito de
hidrogramas consiste en estimar el hidrograma del punto C, a partir del hidrograma
registrado en el punto A. Es evidente que este procedimiento permite estimar el
carácter catastrófico de una avenida, dada su relación con la altura del pico del
hidrograma (Lozano Rivas, 2018).

Figura 2.24.10
Tránsito de avenidas
Nota: Respuesta del caudal a la salida de un canal en una prueba de laboratorio.
Tomado de Hidrología Superficial y Subterránea (p. 220), por F. J. Sánchez, Kindle
Direct Publishing.

De igual forma se analiza el fenómeno en embalses, lagos u otros depósitos con


una entrada y una salida. Es claro que, en un depósito, el aumento del caudal de
entrada generará un aumento del caudal de salida que será amortiguado por el
mismo depósito. Así, si en el depósito se presentará un caudal de entrada I, el
hidrograma sería similar al del punto A de la Figura 2.24 y el caudal de salida O
generaría un hidrograma similar al punto B o C de la misma figura, con un cambio
en el nivel de almacenamiento, tirante o profundidad, representado por la diferencia
entre S1 y S2 (Figura 2.25).

Figura 2.25.
Cambio en el almacenamiento de un depósito.
Nota: Variaciones de flujos de entrada y salida en un depósito. Tomado de
Hidrología, por L. Mediero Orduña, 2021, Paraninfo

Para resolver este tipo de cálculos existen, al menos, dos enfoques:

● Métodos hidrológicos
● Métodos hidráulicos.

Aquí abordaremos el método de Muskingum

El método de Muskingum nació en la década de 1930 como resultado de los


estudios realizados en el río Muskingum, en Estados Unidos (McCarthy, 1939). El
método considera que el nivel del agua no es horizontal a lo largo del cauce, sino
que el volumen de flujo comprendido entre dos secciones transversales, se divide
en una zona prismática (S1) y una cuña (S2) (Figura 2.26)

Figura 2.26.
Esquema del almacenamiento considerado por el método de Muskingum

Nota: Descripción del método de Muskingum para el tránsito de hidrogramas.


Tomado de Hidrología, por L. Mediero Orduña, 2021, Paraninfo

Considerando que el caudal de entrada (I) es superior al de salida (O), el volumen


almacenado en la zona prismática será igual al caudal de salida multiplicado por el
tiempo que tarda la onda de avenida en recorrer el tramo (K):

S1 = K*O
Por otra parte, el volumen de agua almacenado en la cuña, que tiene en cuenta el
excedente de caudal sobre el volumen prismático, es igual a la diferencia entre los
caudales de entrada y salida (I – O) multiplicado por el tiempo de viaje de la onda
de avenida (K) y por un factor reductor (X), que tendrá en cuenta la forma de la
cuña:

S2 = K*X*(I-O)

En el caso de que el caudal de entrada sea inferior al de salida, el volumen de la


cuña tendrá valor negativo (S2 < 0).

Como resultado, el volumen total de almacenamiento (S) en el tramo del cauce


considerado será igual a la suma de los dos anteriores (Ecuación 2.34):

S = K(X*I + (1-X)*O)

Ecuación 2.34. Superficie

Como se puede observar, el método supone una relación lineal entre el


almacenamiento y los caudales de entrada y salida

El método utiliza los dos parámetros siguientes:

K: Es el tiempo de viaje de la onda cinemática de avenida por el tramo del cauce.


Si K se mide en segundos, S se obtendrá en m3, ya que el caudal se mide en m3/s.
Este parámetro caracteriza el proceso de traslación del hidrograma de avenida por
el tramo del cauce, y depende de la longitud del mismo (L) y de la velocidad de la
onda cinemática de avenida (c). El valor de dicho parámetro se puede obtener por
calibración, a partir del análisis de datos observados, o estimarlo mediante la
siguiente expresión:

𝐿
𝐾=
𝑐

X: Es un coeficiente de almacenamiento adimensional que representa el proceso de


laminación o difusión de la onda de avenida a lo largo del tramo de cauce. Como
resultado, el hidrograma de salida tendrá un caudal punta menor y un tiempo de
base mayor. El valor del parámetro X depende de las características del flujo y de
la forma de la sección transversal característica del cauce, pudiendo adoptar valores
comprendidos entre 0 y 0,5 (0 ≤ X ≤ 0,5). En la práctica, los valores habituales del
parámetro X están en el rango 0-0,3

La aplicación práctica del método de Muskingum parte de la ecuación 2.35 de


almacenamiento

𝐼1 + 𝐼2 𝑂1 + 𝑂2 𝑆2 − 𝑆1
− =
2 2 ∆𝑡

Ecuación 2.35

Teniendo en cuenta la ecuación 2.34, los valores del almacenamiento en los


instantes de tiempo, restándolos y remplazando en la ecuación 2.35, obtenemos
que

O2 = C0*I2+C1*I1+C2*O1

Donde C0, C1 y C2 son tres coeficientes de ponderación, cuya suma debe ser igual
a la unidad:

∆𝑡
𝐶0 = 𝐾 − 2𝑋
∆𝑡
2(1 − 𝑋) + 𝐾

∆𝑡
𝐶1 = 𝐾 + 2𝑋
∆𝑡
2(1 − 𝑋) + 𝐾

∆𝑡
2(1 − 𝑋) − 𝐾
𝐶2 =
∆𝑡
2(1 − 𝑋) + 𝐾

C0 + C1+C2 =1
donde ∆t es el intervalo de tiempo de cálculo (h), K es el tiempo de viaje de la onda
de avenida por el tramo de cauce (h) y X es el coeficiente de almacenamiento. Los
tres coeficientes C0, C1 y C2 deben ser siempre positivos, lo que condiciona los
valores posibles de los parámetros K y X, y del intervalo de tiempo ∆t que hay que
considerar. Para ello, las combinaciones aceptables de valores de K, X y ∆t deben
quedar en la zona sombreada de la Figura 2.27, para asegurar que los tres
coeficientes C0, C1 y C2 adoptan valores positivos:

Figura 2.27.
Zona de combinaciones aceptables de los parámetros del modelo de Muskingum.

Nota: Relaciones optimas entre el tiempo, K y X en el método de Muskingum.


Tomado de Hidrología, por L. Mediero Orduña, 2021, Paraninfo

Para determinar los valores de los parámetros del método, debemos tener en cuenta
lo siguiente. El intervalo de tiempo de cálculo (∆t) siempre debe ser menor o igual
que el tiempo de viaje de la onda de avenida (K):

Δt < K
Por otra parte, en algunos casos, la longitud total del tramo (L) hay que dividirla en
una serie de subtramos de longitud ∆x. La longitud de los subtramos (∆x) será
función de los anteriores parámetros para asegurar que el cálculo sea estable y sus
resultados precisos. Con el objetivo de que el número de Courant (C) tenga un valor
próximo a la unidad, la relación entre la longitud de los subtramos y el intervalo de
tiempo tiene que aproximarse a la velocidad de la onda de avenida (c):
∆𝑡
C = c∆𝑥 = 1

Por tanto, si el tiempo de viaje (K) es muy superior al intervalo de tiempo (∆t), habrá
que dividir el tramo de cauce en subtramos para cumplir la relación anterior. Dado
que, el parámetro K es igual a la longitud total del tramo (L) dividido por la velocidad
de la onda cinemática de avenida (c), el número de subtramos (n) que hay que
utilizar en un caso concreto deberá aproximarse a

n ~ K/Δt

Por lo que cada subtramo tendrá una longitud ∆x igual a la longitud total del tramo
de cauce (L) dividido por el número de subtramos considerado (n):

𝐿
∆𝑋 =
𝑛

En cada uno de los subtramos de longitud ∆x habrá que aplicar el método de


Muskingum. El tiempo de viaje K se refiere a todo el tramo del cauce. Sin embargo,
en cada subtramo habrá que utilizar un tiempo de viaje menor, K∆x, cuyo valor será
igual a:

𝐾
𝐾∆𝑥 =
𝑛

Donde K∆x es el tiempo de viaje de la onda cinemática de avenida por cada subtramo
de longitud ∆x (h), K es el tiempo de viaje por todo el tramo (h) y n es el número de
subtramos considerado.

Además, en el caso de utilizar subtramos, habrá que comprobar que el tiempo de


viaje en cada uno de ellos (K∆x) y el coeficiente de almacenamiento (X) quedan
dentro de la zona sombreada de la Figura 2.27para asegurar que los coeficientes
C0, C1 y C2 adoptan valores positivos.

Al igual que en el método de Puls modificado, se requiere que el intervalo de tiempo


(∆t) cumpla tp/∆t ≥ 5, siendo tp el tiempo de punta del hidrograma de entrada, para
que el cálculo de la propagación tenga una precisión aceptable.

Como se ha dicho anteriormente, los valores de los parámetros X y K en un tramo


concreto del cauce se pueden obtener a partir del análisis de datos observados
mediante un proceso iterativo.

Finalmente, un procedimiento extendido en la práctica consiste en estimar el valor


del parámetro K a partir del tiempo de concentración y obtener la diferencia entre
los valores del tiempo de concentración de las superficies de cuenca que drenan al
punto de salida del tramo de cauce y al punto de entrada. Dicho valor dará como
resultado la estimación del tiempo de viaje del flujo en el tramo de cauce. Sin
embargo, como se ha visto anteriormente, la velocidad de propagación de la onda
de avenida es superior a la velocidad del flujo en el cauce, por lo que, partiendo de
la suposición de una onda cinemática, se puede ponderar dicho tiempo de viaje por
el coeficiente β, que es función de la forma de la sección transversal del cauce,
utilizando la siguiente ecuación:

1
𝐾= ∆𝑡
𝛽 𝑐

Donde K es el tiempo de viaje de la onda de avenida por el tramo de cauce (h), β


es un coeficiente que depende de la geometría de la sección transversal y está
tabulado y ∆tc es la diferencia entre los tiempos de concentración de las superficies
de cuenca que drenan al punto de salida del tramo de cauce y al punto de entrada,
respectivamente (Mediero Orduña, 2021).

Ejemplo 2.5: Utiliza el método de Muskingum para caracterizar el proceso de


propagación del siguiente hidrograma de avenida por un tramo de cauce,
determinando el hidrograma de salida en el extremo de aguas abajo del mismo.
Considera los siguientes valores de los parámetros: K = 4 h y X = 0,3.

Tiempo (h) 0 3 6 9 12 15 18
Caudal (m3/s) 0 312 1280 752 206 80 20
Solución:

En este caso el tiempo de punta (tp) es igual a 6 horas, por lo que para cumplir el
criterio tp/∆t ≥ 5 se debería considerar un intervalo de tiempo ∆t=1h. Sin embargo, a
efectos didácticos, para comprender el funcionamiento del método, se reduce el
número de intervalos de tiempo del hidrograma de entrada utilizando ∆t = 3 h.

Siguiendo la, se comprueba que ∆t = 3 h ≤ K = 4 h.

Se comprueba que no es necesario considerar subtramos, ya que se obtiene un


valor ligeramente superior a la unidad con la siguiente ecuación:

n ~ K/Δt reemplazando 4/3 = 1,33

Finalmente, se comprueba que la pareja de valores ∆t / K = 0,75 y X = 0,3 caen en


la zona sombreada de la Figura 3.13, para que los valores de los coeficientes C 0,
C1 y C2 sean positivos.

Se calculan los valores de los tres coeficientes C0, C1 y C2, comprobando que todos
son positivos y que su suma es igual a la unidad:

3
𝐶0 = 4 − 2 ∗ 0,3 = 0,070
3
2(1 − 0,3) + 4

3
𝐶1 = 4 + 2 ∗ 0,3 = 0,628
3
2(1 − 0,3) + 4

3
2(1 − 0,3) − 4
𝐶2 = = 0,302
3
2(1 − 0,3) + 4
0,0070 + 0,628+0,302 =1

A continuación, se realiza el cálculo de los caudales de salida, suponiendo que en


el primer intervalo de tiempo (t = 0 h), el caudal de salida (O) es igual al caudal de
entrada (I). Por tanto, en este caso O = 0 m3/s:

O2 = C0*I2+C1*I1+C2*O1

En la siguiente tabla se muestran los resultados. Primero se calculan los valores de


los productos de los coeficientes C0 y C1 por el caudal de entrada, I, que es conocido
(columnas 3 y 4). El producto del coeficiente C2 por el caudal de salida O se calcula
en cada intervalo de tiempo (sexta columna). En t = 0 h, se calcula el valor del
término C2 · O a partir de la condición inicial que supone que el caudal de salida es
igual al de entrada en dicho intervalo. Como O = 0 m3/s, C2 · O = 0. Para el resto de
los intervalos de tiempo, primero se calcula el valor del caudal de salida O con la
ecuación anterior (columna 5) y, una vez obtenido dicho valor, se calcula el valor
del producto C2 · O (columna 6).

t (h) I (m3/s) C0*I (m3/s) C1*I (m3/s) O (m3/s) C2*O (m3/s)


0 0 0 0 0 0
3 312 21,8 195,9 21,8 6,6
6 1280 89,3 803,7 291,8 88,2
9 752 52,5 472,2 944,4 285,5
12 206 14,4 129,3 772,1 233,4
15 80 5,6 50,2 368,3 111,4
18 20 1,4 12,6 163,0 49,33

Por ejemplo, en el caso del segundo intervalo de tiempo (t = 3 h), habrá que tener
en cuenta que el subíndice 1 de los caudales de entrada (I) y salida (O) representa
el intervalo de tiempo anterior (t = 0 h), y el subíndice 2, el intervalo de tiempo actual
(t = 3 h). Por tanto, primero se calcula el caudal de salida en el intervalo de tiempo
actual (O2)

O2 = 21,8+0+0 = 21,8 m3/s

Una vez obtenido el valor del caudal de salida (O2), se puede obtener el valor de
C2·O, necesario para la siguiente iteración:

C2*O =0,302*21,8 = 6,6 m3/s


Para el tercer intervalo de tiempo (t = 6 h), el subíndice 1 representa el intervalo de
tiempo anterior (t = 3 h), y el subíndice 2, el intervalo de tiempo actual (t = 6 h). Por
tanto:

O2 = 89,3+195,9+6,6 = 291,8 m3/s

Con dicho valor del caudal de salida (O), se obtiene el valor de C2·O:

C2*O =0,302*291,8 = 88,2 m3/s

Se puede observar que, como resultado de los procesos de traslación y laminación


en el tramo del cauce, el caudal punta del hidrograma de entrada (1280 m 3/s) se ha
reducido hasta 944,4 m3/s, y se ha retrasado 3 horas Figura 2.28

Figura 2.28.
Hidrograma resultado del ejemplo 2.5.

Nota: Resultado del hidrograma de transición del ejemplo 2.5. Tomado de


Hidrología, por L. Mediero Orduña, 2021, Paraninfo
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