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¿Cómo se forma la lluvia?

La lluvia es uno de los fenómenos del medio ambiente más comunes y al mismo
tiempo más sorprendentes, aún dentro de su simpleza. En términos científicos,
la lluvia no es más que la precipitación de agua desde las nubes hacia el suelo;
es decir, hacia la tierra.

Hasta ahí, casi todo el mundo lo tiene claro. Sin embargo, seguro que muchos
os habéis preguntado: ¿cómo se forma la lluvia? Por ello, vamos a compartir con
vosotros un breve resumen explicando de manera sencilla cómo se da este
fenómeno atmosférico.

¿Cómo se produce la lluvia?

La lluvia se debe fundamentalmente al denominado ciclo del agua, proceso


mediante el cual el agua se evapora y asciende al cielo para volver a caer en
otra región.
Esta caída de agua se produce a partir de la condensación del vapor de
agua que se encuentra dentro de las nubes y que, al volverse más pesado, cae
por efecto de la gravedad hacia el suelo.
Lo que más interfiere en la formación de la lluvia es la temperatura de la
atmósfera, los cambios de presión y la disponibilidad de agua en el medio. Así,
podemos decir que la aparición de este fenómeno depende de tres grandes
factores; la presión, la temperatura y la radiación solar.
El agua que cae como lluvia llega principalmente de los océanos, y también en
menor medida de lagos y ríos.

Para conocer cómo se origina la lluvia te informamos que las nubes están
formadas por una infinidad de gotitas de agua, tan pequeñas que en un
centímetro cúbico hay una media de 500. Puedes ver aquí más información
sobre las nubes.

Además de pequeñas, son tan ligeras que se ha calculado que las gotitas de una
nube, para caer al suelo desde una altura de 800 metros, en una atmósfera
completamente desprovista de viento, emplearían dieciséis horas. Pero en la
realidad no caen, porque basta una ligerísima brisa para retenerlas en
suspensión en el aire. Puede que luego te guste leer qué es el viento y cómo
se forma.

En ciertos casos, sin embargo, las gotitas, que tienen una anchura de cerca de
una centésima de milímetro, se agrandan y se hacen pesadas. Llega un punto
que adquirida una cierta dimensión, caen bajo la forma de lluvia, que será más
o menos fuerte a tenor del grosor de las gotas.
El agua perdida con la evaporación es de este modo restituida al estado líquido
en mares, en ríos, en lagos y campiñas: se completa así el denominado ciclo
del agua.

De lo que hemos dicho resulta por tanto que hay nubes en las cuales las gotitas
permanecen pequeñas, y por eso quedan suspendidas en el cielo, mientras en
otras nubes las gotitas se agrandan transformándose en aguaceros.

Para saber cómo se forma la lluvia, los estudiosos de meteorología (la


meteorología es la ciencia que se ocupa de los fenómenos atmosféricos) han
afirmado que las gotitas se convierten en lluvia a través de un proceso de
crecimiento que ocurre de 3 maneras diferentes:

1. En la misma nube, sobre todo si se trata de un gran cumulonimbo,


pueden estar presentes ya sean minúsculos cristales de hielo, ya
sean las gotitas únicamente. Los cristales, que se forman en la parte
más alta de la nube, caen, encontrándose con las gotitas. Estas últimas
se condensan alrededor de los cristales, helándose también. Pero,
cuando van cayendo, estos cristales encuentran estratos de aire más
calientes y se funden, transformándose en agua de lluvia.
2. Otro mecanismo se da sin que hayan en las nubes cristales de hielo.
Las gotitas de agua que forman la nube tienen dimensiones diversas.
Todas se mueven por efecto del aire, pero las gotas más grandes se
mueven con mayor lentitud con respecto a las más pequeñas. Sucede
así que diversas gotitas acaban por encontrarse, uniéndose y
formando gotas cada vez más grandes; al fin se convierten en lluvia.

3. Se ha pensado también en un tercer mecanismo. Durante los


temporales, en el interior de las nubes se dan fuertes descargas
eléctricas, los rayos, a consecuencia de los cuales se forman
sustancias químicas llamadas óxidos de nitrógeno. Alrededor de esos
núcleos las gotitas se condensan rápidamente, dando lugar a la lluvia
que se precipita sobre la tierra.

Después de esta explicación ya sabes cómo se genera la lluvia, cómo es su


proceso. Del mismo modo, te recomendamos que te pases por nuestro
artículo cómo es una tormenta de rayos y truenos para obtener más información.

Como curiosidad, seguro que has notado que al llover, percibes un “olor a
lluvia”. Este fenómeno tiene un nombre que es PETRICOR. Y te preguntarás
¿qué es el petricor? La respuesta es que cuando cae un chaparrón, las gotas
de lluvia impactan con el suelo, se forman en su interior burbujas de aire. Dichas
burbujas atrapan partículas de la tierra (químicos producidos por bacterias y
aceites), y posteriormente se elevan y permanecen en suspensión en el aire,
provocando el denominado “olor a tierra mojada”. Puedes verlo gráficamente
en la siguiente infografía:

Por qué huele a “tierra mojada” cuándo llueve


También te dejamos el siguiente vídeo para que puedas ampliar la información
sobre cómo se produce la lluvia y también por qué llueve:

Alguna vez te has preguntado ¿Por qué me siento cansado cuando


llueve? Pues te lo explicamos con la siguiente infografía. Y también por qué te
siente bien cuando esta lloviendo:
LA LLUVIA

La lluvia (del lat. pluvĭa) es un fenómeno atmosférico de tipo hidrómeteorologico


que se inicia con la condensación del vapor de aguacontenido en las nubes.

Según la definición oficial de la Organización Meteorológica Mundial, la lluvia es


la precipitación de partículas líquidas de agua, de diámetro mayor de 0,5 mm o
de gotas menores, pero muy dispersas. Si no alcanza la superficie terrestre no
sería lluvia, sino virga, y, si el diámetro es menor, sería llovizna.1 La lluvia se
mide en milímetros.

La lluvia depende de tres factores: la presión atmosférica, la temperatura y,


especialmente, la humedad atmosférica.

El agua puede volver a la tierra, además, en forma de nieve o de granizo.


Dependiendo de la superficie contra la que choque, el sonido que producirá será
diferente.

Gotas de agua

A) En realidad, las gotas no tienen la forma 'cultural' de lágrima, como mucha


gente cree.
B) Las gotas muy pequeñas son casi esféricas.
C) Las gotas más grandes se aplastan en la parte inferior por la resistencia del
aire y tienen la apariencia de un pan de hamburguesa.
D) Las gotas grandes tienen una gran cantidad de resistencia de aire, lo que
hace que empiecen a ser inestables.
E) Las gotas muy grandes se dividen por la resistencia del aire.

Las gotas no tienen forma de lágrima (redondas por abajo y puntiagudas por
arriba), como se suele pensar. Las gotas pequeñas son casi esféricas, mientras
que las mayores están achatadas. Su tamaño oscila entre los 0,5 y los 6,35 mm,
mientras que su velocidad de caída varía entre los 8 y los 32 km/h; dependiendo
de su intensidad y volumen.

Distribución y utilización de la lluvia

La lluvia, en su caída, se distribuye de forma irregular: una parte será


aprovechada para las plantas, otra parte hará que los caudales de los ríos se
incrementen por medio de los barrancos y escorrentías que, a su vez,
aumentarán las reservas de pantanos y de embalses, y otra parte se infiltrará a
través del suelo, y, discurriendo por zonas de texturas más o menos porosas,
formará corrientes subterráneas que o bien irán a parar a depósitos naturales
con paredes y fondos arcillosos y que constituirán los llamados yacimientos
o pozos naturales (algunas veces formando depósitos o acuíferos fósiles,
cuando se trata de agua acumulada durante períodos geológicos con
un clima más lluvioso), o acabarán desembocando en el mar. La última parte
se evaporará antes de llegar a la superficie por acción del calor.

Las dimensiones de una cuenca hidrográfica son muy variadas, especialmente


cuando se trata de estudios que abarcan una área importante. Es frecuente que
en la misma se sitúen varias estaciones pluviométricas. Para determinar la
precipitación en la cuenca en un período determinado se utilizan algunos de los
procedimientos siguientes: método aritmético, polígonos de Thiessen u
otras interpolaciones, y el método de las isoyetas.
Medición de la lluvia

Retorno de los ecos de lluvia, radar doppler.

La precipitación se mide en milímetros de agua, o litros caídos por unidad de


superficie (m²), es decir, la altura de la lámina de agua recogida en una superficie
plana es medida en mm o L/m² (1 milímetro de agua de lluvia equivale a 1 L de
agua por m²).

La cantidad de lluvia que cae en un lugar se mide con los pluviómetros. La


medición se expresa en milímetros de agua y equivale al agua que se acumularía
en una superficie horizontal e impermeable durante el tiempo que dure la
precipitación o solo en una parte del periodo de la misma.

 Pluviómetro manual: es un indicador simple de la lluvia caída. Consiste en


un recipiente especial cilíndrico, por lo general de plástico, con una escala
graduada en donde todas las marcas están a igual distancia entre sí. La
altura del agua que llena la jarra es equivalente a la precipitación y se mide
en mm.
 Pluviómetros totalizadores: se componen de un embudo o triángulo
invertido, que mejora la precisión y recoge el agua en un recipiente graduado.
A diferencia del anterior, cuanto más hacia abajo están, las marcas de los
milímetros se van separando entre sí cada vez más, lo cual compensa el
estrechamiento del recipiente. El mismo tiene esa forma para dar más
precisión en lluvias de poco volumen y facilitar su lectura. El instrumento se
coloca a una determinada altura del suelo y un operador registra cada 12
horas el agua caída. Con este tipo de instrumento no se pueden definir las
horas aproximadas en que llovió.
 Pluviógrafo de sifón: consta de un tambor giratorio que rota
con velocidad constante. Este tambor arrastra un papel graduado; en
la abscisa se tiene el tiempo y en la ordenada la altura de la precipitación
pluvial, que se registra por una pluma que se mueve verticalmente, accionada
por un flotador, marcando en el papel la altura de la lluvia.
 Pluviógrafo de doble cubeta basculante: el embudo conduce el agua
colectada a una pequeña cubeta triangular doble, de metal o plástico, con
una bisagra en su punto medio. Es un sistema cuyo equilibrio varía en función
de la cantidad de agua en las cubetas. La inversión se produce generalmente
a 0,2 mm de precipitación, así que cada vez que caen 0,2 mm de lluvia la
báscula oscila, vaciando la cubeta llena, mientras comienza a llenarse la otra.

Parámetros que caracterizan la lluvia

La Plaza de Europa bajo la lluvia, obra del pintor francés Gustave Caillebotte.

La lluvia puede ser descrita en los siguientes términos:

 Intensidad. Se define como la cantidad de agua que cae por unidad de


tiempo en un lugar determinado. La intensidad de la lluvia y duración de la
lluvia: estas dos características están asociadas. Para un mismo período de
retorno, al aumentarse la duración de la lluvia disminuye su intensidad media.
La formulación de esta dependencia es empírica y se determina caso por
caso, con base a los datos observados directamente en el sitio de estudio o
en otros sitios próximos con las características hidrometeorológicas
similares. Dicha formulación se conoce como relación Intensidad-Duración-
Frecuencia, o comúnmente conocida como curvas IDF.2
 Duración. La duración del evento de lluvia o tormenta varía ampliamente,
oscilando entre unos pocos minutos a varios días.2
 Altura o profundidad. Se define como la altura que tendría en agua
precipitada sobre un m² de superficie horizontal impermeable, si la totalidad
del agua precipitada no se escurriera. Esta dimensión es la que se mide en
los pluviómetros. Generalmente se expresa en mm (1 mm de agua sobre
1 m² equivale a 1 litro).
 Frecuencia. La frecuencia de un determinado evento de lluvia,
estrechamente relacionado con el llamado tiempo de retorno, se define como
el promedio de tiempo que transcurre entre los acaecimientos de dos eventos
de tormenta de la misma característica. Para estas determinaciones se
toman en cuenta la duración o la altura, y, eventualmente, ambas.
 Distribución temporal. La distribución temporal de una tormenta tiene un rol
importante en la respuesta hidrológica de cuencas en términos de desarrollo
del hietograma de una tormenta.2
 Distribución espacial. Las tormentas que cubren áreas grandes tienden a
tener formas elípticas, con un ojo de alta intensidad ubicado en el medio de
la elipse, rodeado por lluvias de intensidades y alturas decrecientes. El ojo
de la tormenta tiende a moverse en dirección paralela a los vientos
prevalentes en el período en que se da el evento.

Clasificación según la intensidad

Lluvias en el huracán Ernesto.

Oficialmente, la lluvia se adjetiviza3 respecto a la cantidad de precipitación por


hora (Tabla 1). Una de las expresiones más empleadas en los medios de
comunicación es la de lluvia torrencial, que comúnmente se asocia a los torrentes
y, por lo tanto, a fenómenos como las inundaciones repentinas, deslaves y otros
con daños materiales.
Tabla 1. Clasificación de la precipitación según la intensidad

Clase Intensidad media en una hora (mm/h)

Débiles ≤2

Moderadas > 2 y ≤ 15

Fuertes >15 y ≤ 30

Muy fuertes >30 y ≤ 60

Torrenciales>60

Fuente: AEMET

Otra forma de clasificar la precipitación, independientemente de la anterior, es


según el índice n o índice de regularidad de la intensidad4 (Tabla 2). Este índice
mide la relación entre la intensidad y la duración de una precipitación dada, tanto
en el ámbito de la meteorología como en el de la climatología. En este último
ámbito, las curvas que describen dicho comportamiento se conocen
como Curvas IDF o de Intensidad-Duración-Frecuencia.5

Tabla 2. Clasificación de la precipitación según la regularidad

Variabilidad de la
n Interpretación del tipo de precipitación
intensidad

0,00- Muy predominantemente advectiva o


Prácticamente constante
0,20 estacionaria

0,20-
Débilmente variable Predominantemente advectiva
0,40

0,40-
Variable Efectiva
0,60

0,60-
Moderadamente variable Predominantemente convectiva
0,80

0,80-
Fuertemente variable Muy predominantemente convectiva
1,00
Clasificación de precipitaciones acuosas

Aguacero en Coronel Fabriciano, Minas Gerais, Brasil.

 Lluvia. Es un término general para referirse a la mayoría de precipitaciones


acuosas. Puede tener cualquier intensidad, aunque lo más frecuente es que
sea entre débil y moderada.
 Llovizna (o garúa). Lluvia muy débil en la que a menudo las gotas son muy
finas e incluso pulverizadas en el aire. En una llovizna la pluviosidad o
acumulación es casi inapreciable. Popularmente se le llama garúa, orvallo,
sirimiri, pringas o calabobos.
 Chubasco (o chaparrón). Es una lluvia de corta duración, generalmente de
intensidad moderada o fuerte. Los chubascos pueden estar acompañados de
viento.
 Tormenta eléctrica. Es una lluvia acompañada por actividad eléctrica y,
habitualmente, por viento moderado o fuerte, e, incluso, con granizo.
Las tormentas pueden tener intensidades desde muy débiles hasta
torrenciales, e, incluso, a veces son prácticamente secas. La combinación de
tormentas secas y chubascos puede presentarse en cualquier caso. Es decir,
un chubasco fuerte con tormenta tiene un área de lluvia reducida, la cual
puede estar rodeada por una especie de círculo de mayor tamaño donde se
dejan sentir los truenos y relámpagos pero no llueve.
 Aguacero. Es una lluvia torrencial, generalmente de corta duración.
Sinónimo de chubasco o chaparrón.
 Monzón. Lluvia muy intensa y constante propia de determinadas zonas del
planeta con clima estacional muy húmedo, especialmente en el océano
Índico y el sur de Asia.
 Manga de agua (o tromba). Es un fenómeno meteorológico de pequeñas
dimensiones pero muy intenso, que mezcla viento y lluvia en forma de
remolinos o vórtices.
 Rocío. No es propiamente una lluvia, sino una forma de condensación de la
humedad del ambiente en las noches frías y despejadas, cuando el vapor de
agua se condensa formando pequeñas gotas en las hojas de las plantas o
en otras superficies frías.

Nombres coloquiales

A las lluvias de fuerte intensidad se les suelen dar diferentes nombres en


diversos países, por
ejemplo: tempestad (Argentina y Uruguay), temporal (Argentina, Chile, Cuba y
Uruguay), chaparrón (Argentina, España, México, Perú y Uruguay), zamanzo
de agua (algunas zonas de Andalucía), palo de agua (Canarias, Colombia —en
la Región Caribe—, Panamá y Venezuela), aguacero (Argentina, Ecuador,
Colombia,Venezuela —en la Región Andina—, México, Puerto Rico y República
Dominicana) y chubasco, etc. No obstante, el término más común
es chaparrón.

Origen de la lluvia

Lluvias de convección.
Lluvias orográficas.

La lluvia puede originarse en diferentes tipos de nubes,


generalmente nimboestratos y cumulonimbos, así como en diferentes sistemas
organizados de células convectivas: la persistencia de una lluvia abundante
requiere que las capas de nubes se renueven continuamente por un movimiento
de ascenso de las más inferiores que las sitúe en condiciones propicias para que
se produzca la lluvia. Únicamente así se explica que algunas estaciones
meteorológicas, como las de Baguio (en la isla de Luzón, en las Filipinas), haya
podido recibir 2239 mm de lluvia en cuatro días sucesivos. Todo volumen de aire
que se eleva se dilata y, por consiguiente, se enfría. La ascensión de las masas
de aire puede estar ligada a diversas causas, que dan lugar a diversos tipos de
lluvia:6

 Lluvias de convección. Al calentarse las capas bajas que están en contacto


con la superficie terrestre, el aire se hace más ligero, se expande, pesa
menos y sube. Al subir se enfría, se condensa y se produce la precipitación.
Son lluvias características de las latitudes cálidas y de las tormentas de
verano de la zona templada.
 Lluvias orográficas. Se producen cuando una masa de aire húmeda choca
con un relieve montañoso y al chocar asciende por la ladera orientada al
viento (barlovento). En la ladera opuesta al viento (sotavento) no se producen
precipitaciones, porque el aire desciende calentándose y se hace más seco.
 Lluvias frontales o ciclonales. Se producen en las latitudes templadas, al
entrar en contacto dos masas de aire de características térmicas distintas,
como las provocadas por el frente polar (zona de contacto entre las masas
de aire polares —frías— y tropicales —cálidas—), que aparece acompañado
de borrascas, que son las causantes del tiempo inestable y lluvioso.
 Frente frío.
 Frente cálido.
 Frente ocluido.

Inundaciones

Gran inundación del Misisipi de 1927.

Las inundaciones son un fenómeno natural que se presenta cuando el agua sube
mucho su nivel en los ríos, lagunas, lagos y mar; entonces, cubre o llena zonas
de tierra que normalmente son secas. Son una de las catástrofes naturales que
mayor número de víctimas producen en el mundo. Se ha calculado que en el
siglo XX unas 3,2 millones de personas han muerto por este motivo, lo que es
más de la mitad de los fallecidos por desastres naturales en el mundo en ese
periodo.

Goteras y filtraciones de agua

Como consecuencia de las lluvias y la continua deposición de grandes


cantidades de agua en zonas y áreas mal desalojadas, se pueden producir lo
que comúnmente denominamos como goteras.

Así pues, acompañadas de filtraciones de agua, este problema representa una


de las amenazas más latentes para la gran mayoría de viviendas.

También producen un aumento de la humedad ambiental y si se dejan pasar


pueden llegar a anegar e inundar habitaciones enteras, 7 lo cual hace que una
correcta impermeabilización sea crucial de cara a mantener el correcto estado
de la vivienda.

Por esta razón, arreglar y localizar una gotera suele ser una de las tareas más
importantes y a la vez más difíciles pero, por otra parte, también necesarias.
Disponer de filtraciones de agua en una vivienda puede llegar a ser algo
realmente molesto y peligroso, lo que hace que sea importantísimo ponerles
solución cuanto antes.

Uno de los métodos que más se suele emplear para impermeabilizar el edificio
o la vivienda en cuestión suele ser la utilización de diferentes tipos de telas
asfálticas. A día de hoy, encontramos tres modelos que son los que reúnen las
características adecuadas y que se recomiendan tanto para impermeabilizar una
azotea como para eliminar las goteras en una terraza.

 Aluminio: disponen de un color cromado y son perfectas para proteger todo


tipo de superficie de los cambios bruscos de temperatura. Ideales para zonas
exteriores.
 Pizarra: diseñada únicamente para combatir y reparar tanto las filtraciones
de agua como las humedades en terrazas y azoteas. Altamente resistente e
increíblemente dura, por lo que resulta muy conveniente instalarla en
cualquier tipo de superficie.
 Interiores: este último tipo se aconseja para utilizar a modo de complemento
en combinación con diferentes tipos de telas, puesto que no son tan
resistentes. Ideales para ponerlas debajo de tejas y cerámicas.

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