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La lluvia es uno de los fenómenos del medio ambiente más comunes y al mismo
tiempo más sorprendentes, aún dentro de su simpleza. En términos científicos,
la lluvia no es más que la precipitación de agua desde las nubes hacia el suelo;
es decir, hacia la tierra.
Hasta ahí, casi todo el mundo lo tiene claro. Sin embargo, seguro que muchos
os habéis preguntado: ¿cómo se forma la lluvia? Por ello, vamos a compartir con
vosotros un breve resumen explicando de manera sencilla cómo se da este
fenómeno atmosférico.
Para conocer cómo se origina la lluvia te informamos que las nubes están
formadas por una infinidad de gotitas de agua, tan pequeñas que en un
centímetro cúbico hay una media de 500. Puedes ver aquí más información
sobre las nubes.
Además de pequeñas, son tan ligeras que se ha calculado que las gotitas de una
nube, para caer al suelo desde una altura de 800 metros, en una atmósfera
completamente desprovista de viento, emplearían dieciséis horas. Pero en la
realidad no caen, porque basta una ligerísima brisa para retenerlas en
suspensión en el aire. Puede que luego te guste leer qué es el viento y cómo
se forma.
En ciertos casos, sin embargo, las gotitas, que tienen una anchura de cerca de
una centésima de milímetro, se agrandan y se hacen pesadas. Llega un punto
que adquirida una cierta dimensión, caen bajo la forma de lluvia, que será más
o menos fuerte a tenor del grosor de las gotas.
El agua perdida con la evaporación es de este modo restituida al estado líquido
en mares, en ríos, en lagos y campiñas: se completa así el denominado ciclo
del agua.
De lo que hemos dicho resulta por tanto que hay nubes en las cuales las gotitas
permanecen pequeñas, y por eso quedan suspendidas en el cielo, mientras en
otras nubes las gotitas se agrandan transformándose en aguaceros.
Como curiosidad, seguro que has notado que al llover, percibes un “olor a
lluvia”. Este fenómeno tiene un nombre que es PETRICOR. Y te preguntarás
¿qué es el petricor? La respuesta es que cuando cae un chaparrón, las gotas
de lluvia impactan con el suelo, se forman en su interior burbujas de aire. Dichas
burbujas atrapan partículas de la tierra (químicos producidos por bacterias y
aceites), y posteriormente se elevan y permanecen en suspensión en el aire,
provocando el denominado “olor a tierra mojada”. Puedes verlo gráficamente
en la siguiente infografía:
Gotas de agua
Las gotas no tienen forma de lágrima (redondas por abajo y puntiagudas por
arriba), como se suele pensar. Las gotas pequeñas son casi esféricas, mientras
que las mayores están achatadas. Su tamaño oscila entre los 0,5 y los 6,35 mm,
mientras que su velocidad de caída varía entre los 8 y los 32 km/h; dependiendo
de su intensidad y volumen.
La Plaza de Europa bajo la lluvia, obra del pintor francés Gustave Caillebotte.
Débiles ≤2
Moderadas > 2 y ≤ 15
Fuertes >15 y ≤ 30
Torrenciales>60
Fuente: AEMET
Variabilidad de la
n Interpretación del tipo de precipitación
intensidad
0,20-
Débilmente variable Predominantemente advectiva
0,40
0,40-
Variable Efectiva
0,60
0,60-
Moderadamente variable Predominantemente convectiva
0,80
0,80-
Fuertemente variable Muy predominantemente convectiva
1,00
Clasificación de precipitaciones acuosas
Nombres coloquiales
Origen de la lluvia
Lluvias de convección.
Lluvias orográficas.
Inundaciones
Las inundaciones son un fenómeno natural que se presenta cuando el agua sube
mucho su nivel en los ríos, lagunas, lagos y mar; entonces, cubre o llena zonas
de tierra que normalmente son secas. Son una de las catástrofes naturales que
mayor número de víctimas producen en el mundo. Se ha calculado que en el
siglo XX unas 3,2 millones de personas han muerto por este motivo, lo que es
más de la mitad de los fallecidos por desastres naturales en el mundo en ese
periodo.
Por esta razón, arreglar y localizar una gotera suele ser una de las tareas más
importantes y a la vez más difíciles pero, por otra parte, también necesarias.
Disponer de filtraciones de agua en una vivienda puede llegar a ser algo
realmente molesto y peligroso, lo que hace que sea importantísimo ponerles
solución cuanto antes.
Uno de los métodos que más se suele emplear para impermeabilizar el edificio
o la vivienda en cuestión suele ser la utilización de diferentes tipos de telas
asfálticas. A día de hoy, encontramos tres modelos que son los que reúnen las
características adecuadas y que se recomiendan tanto para impermeabilizar una
azotea como para eliminar las goteras en una terraza.