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Acidez: Ocurre cuando el ácido del estómago regresa hacia el esófago, el tubo que

transporta la comida desde la boca hacia el estómago. Si tiene acidez más de dos veces
por semana, es posible que tenga enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Eructos: Exceso de gas en el estómago o la parte superior del intestino liberado por la
boca, también conocido como eructo.

La distensión: distensión abdominal puede tener causas que no se deben a una


enfermedad subyacente. Por ejemplo, comer en exceso, la constipación, los gases o el
embarazo.

La sialorrea: también conocida como hipersalivación o ptialismo, es la excesiva salivación


producida por una enfermedad neurológica o la anomalías anatómicas de la cavidad oral.

Las náuseas pueden tener causas que no se deben a una enfermedad subyacente. Por
ejemplo, el movimiento de un auto o un avión, tomar pastillas con el estómago vacío,
comer demasiado o muy poco, o tomar mucho alcohol.

El ardor: en la boca del estómago es una sensación de quemazón producida cuando el


contenido del estómago sube hacia el esófago. Cuando este ardor se concentra en el
estómago, puede deberse a un cuadro de hiperacidez estomacal, que se presenta cuando
hay un exceso de ácido en el jugo gástrico.

Bruxismo: es el hábito de apretar o rechinar los dientes, con movimientos y contactos sin
propósitos funcionales, como masticar alimentos. Esta hiperactividad de la musculatura
masticatoria ocurre, por lo general, de manera inconsciente.

Xerostomía: Boca inusualmente seca, a menudo causada por la medicación.

Pirosis: Sensación de quemadura que sube desde el estómago hasta la faringe, producida
por la regurgitación de líquido estomacal cargado de ácido.

Pituita: Humor viscoso y acuoso que segregan ciertos órganos, especialmente las
membranas de la nariz y los bronquios.

Halitosis: Olor persistente y desagradable al exhalar el aliento que, por lo general, no es


grave. Comúnmente es llamado mal aliento.

Ardor Lingual: El síndrome de ardor bucal es el término médico para el ardor continuo
(crónico) o recurrente en la boca sin causa aparente. Esta molestia puede afectar la
lengua, las encías, los labios, el interior de las mejillas, el paladar o áreas extensas de toda
la boca.
Disfagia: La dificultad para tragar (disfagia) significa que el proceso de mover los
alimentos o los líquidos de la boca al estómago requiere más tiempo y esfuerzo. La
disfagia también puede estar asociada a dolor. En algunos casos, puede ser imposible
tragar.

Vomito: Expulsión forzada del contenido del estómago por la boca.

Hipo: Espasmos involuntarios del diafragma, por lo general de corta duración, que no
representan un signo de algo grave.

Hematemesis es la expulsión de vómito con sangre procedente del tubo digestivo alto
(desde el ángulo duodeno-yeyunal hasta la boca). Se caracteriza por su color oscuro, el
cual por lo general varía de negro a pardo oscuro (similar a posos de café) debido al hecho
de estar la sangre parcialmente digerida.

Enterorragia: es la hemorragia proveniente de la mucosa intestinal.

Aerofagia (del griego aeros = aire, phagos = comer, deglutir) es un problema de salud que
ocurre cuando una persona traga mucho aire que llega al estómago. Causa distensión
abdominal y frecuentes eructos y puede causar dolor.

Melena: Heces oscuras y alquitranadas con o sin sangre visible.

Diarrea: Heces blandas y líquidas con mayor frecuencia de lo habitual.

La diarrea: puede ser ocasionada por un virus o, a veces, comida contaminada. En casos
menos frecuentes, puede ser el síntoma de otro trastorno, como la enfermedad intestinal
inflamatoria o el síndrome del intestino irritable. Los síntomas incluyen heces blandas y
líquidas, y dolor de vientre.

Distensión abdominal: Es una afección en la que el abdomen (vientre) se siente lleno y


apretado. El abdomen puede lucir hinchado (distendido).

La proctalgia: fugaz es un espasmo del esfínter anal que causa un dolor episódico intenso.
Suele ocurrir durante el sueño y el dolor puede durar desde menos de un minuto hasta
más de treinta.

La rectorragia: (o proctorragia) es un tipo de hemorragia que consiste en la pérdida de


sangre roja o fresca a través del ano, bien sola o asociada a las heces. El origen de este
sangrado suele localizarse en el colon descendente y en el recto.

Prurito anal: Picazón constante y a menudo intensa alrededor del ano.


Ardor anal: Tengo problemas de comezón y ardor anal. Se manifiesta más después de
defecar, como si tuviera un corte interno.

Prurito: Sensación incómoda irritante que crea deseo de rascarse y que puede afectar a
cualquier parte del cuerpo.

Astenia: Debilidad o fatiga general que dificulta o impide a una persona realizar tareas
que en condiciones normales hace fácilmente.

La hipotensión: es el nombre técnico de una baja presión arterial. Se produce cuando los
latidos del corazón, encargados de bombear la sangre al resto del cuerpo, tienen un ritmo
más lento de lo habitual.

La anorexia: consiste en un trastorno de la conducta alimentaria (TAC) que suppone una


pérdida de peso provocada por el propio enfermo y lleva a un estado de inanición.

La talasemia: es un tipo de anemia del grupo de anemias hereditarias. Esta condición


genética confiere resistencia a la malaria, pero causa una disminución de la síntesis de una
o más de las cadenas polipeptídicas de la hemoglobina.

La anemia es una afección en la cual el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos.
Los glóbulos rojos proporcionan el oxígeno a los tejidos del cuerpo. Normalmente, los
glóbulos rojos duran aproximadamente unos 120 días en el cuerpo.

Urobilinógeno: El urobilinógeno es un metabolito incoloro con estructura de tetrapirrol


cuya fórmula molecular es C₃₃H₄₄N₄O₆. Se produce en el intestino de los vertebrados por
acción de las bacterias de la flora anaerobia sobre la bilirrubina, procedente de las
excreciones biliares en el tracto digestivo.

Estercobilinogeno: El estercobilinógeno o urobilinógeno fecal es un metabolito incoloro


con estructura de tetrapirrol cuya fórmula molecular es C₃₃H₄₈N₄O₆.

Odinofagia: Dolor al tragar alimentos o líquidos. El dolor al tragar puede tener causas que
no se deben a una enfermedad subyacente. Por ejemplo, una quemadura reciente en la
boca, tragar algo demasiado grande, tener algo atorado en la garganta o la sequedad.

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