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ESTRUCTURA TERCEARIA:

Se llama estructura terciaria a la disposición tridimensional de todos los átomos


que componen la proteína, concepto equiparable al de conformación absoluta
en otras moléculas. La estructura terciaria de una proteína es la responsable
directa de sus propiedades biológicas, ya que la disposición espacial de los
distintos grupos funcionales determina su interacción con los diversos ligandos.
Para las proteínas que constan de una sola cadena polipeptídica (carecen de
estructura cuaternaria), la estructura terciaria es la máxima información
estructural que se puede obtener.
4.3.1. Tipos de estructura terciaria

Se distinguen dos tipos de estructura terciaria:

Se distinguen dos tipos de estructura terciaria:

Estructura terciaria de tipo fibroso: Son en las que una de las


dimensiones es mucho mayor que las otras. Son ejemplos el colágeno, la
queratina del cabello o la fibroína de la seda. En este caso, los elementos de
estructura secundaria (hélices a[alfa] u hojas b[beta]) pueden mantener su
ordenamiento sin recurrir a grandes modificaciones, tan sólo introduciendo
ligeras torsiones longitudinales, como en las hebras de una cuerda.

Estructura terciaria de tipo globular: Son las más frecuentes, en las que
no existe una dimensión que predomine sobre las demás, y su forma es
aproximadamente esférica. En este tipo de estructuras se suceden regiones
con estructuras al azar, hélice a hoja b, acodamientos y estructuras
supersecundarias. Ejemplo: mioglobina
Las fuerzas que estabilizan la estructura terciaria de una proteína se
establecen entre las distintas cadenas laterales de los AA que la componen.
Los enlaces propios de la estructura terciaria pueden ser de dos tipos:
covalentes y no covalentes

Enlaces covalentes: pueden deberse a (1) la formación de un puente


disulfuro entre dos cadenas laterales de Cys, o a (2) la formación de un enlace
amida (-CO-NH-) entre las cadenas laterales de la Lys y un AA dicarboxílico
(Glu o Asp).

Enlaces no covalentes: pueden ser de cuatro tipos: (1) fuerzas


electrostáticas entre cadenas laterales ionizadas, con cargas de signo opuesto,
(2) puentes de hidrógeno, entre las cadenas laterales de AA polares (3)
interacciones hidrofóbicas entre cadenas laterales apolares y (4) fuerzas de
polaridad debidas a interacciones dipolo-dipolo
Como resultado de estas interacciones, en las proteínas con estructura
terciaria globular ocurre lo siguiente:

Las cadenas laterales con carácter apolar se orientan hacia el interior de


la molécula evitando las interacciones con el disolvente, y forman un núcleo
compacto con carácter hidrofóbico.

Las cadenas laterales de los aminoácidos polares se localizan en la


superficie de la molécula, interaccionando con el agua y permitiendo que la
proteína permanezca en disolución.

El enlace que aporta más estabilidad a la estructura es el de tipo


covalente, y entre los no covalentes, las interacciones más importantes son las
de tipo hidrofóbico, ya que exigen una gran proximidad entre los grupo apolares
de los AA, pero cuando desaparecen estas interacciones la estructura terciaria
de una proteína se desestabiliza y pierde su estructura tridimensional
característica de manera que pierde su función y, a menudo precipita. Este
fenómeno se conoce con el nombre de desnaturalizaccion

Existen regiones diferenciadas dentro de la estructura terciaria de las


proteínas que actúan como unidades autónomas de plegamiento y/o
desnaturalizaccion de las proteínas. Estas regiones constituyen un nivel
estructural intermedio entre las estructuras secundaria y terciaria, reciben el
nombre de dominios. Los dominios se pliegan por separado a medida que se
sintetiza la cadena polipeptídica. Es la asociación de los distintos dominios la
que origina la estructura terciaria. La Figura de abajo corresponde a la proteína
piruvato quinasa, que consta de 4 dominios, cada uno representado de un
color.

• Proteínas con estructura terciaria de tipo fibroso en las que una de las
dimensiones es mucho mayor que las otras dos. Son ejemplos el
colágeno, la queratina del cabello o la fibroína de la seda, En este caso,
los elementos de estructura secundaria (hélices a u hojas b) pueden
mantener su ordenamiento sin recurrir a grandes modificaciones, tan
sólo introduciendo ligeras torsiones longitudinales, como en las hebras
de una cuerda.

• Proteínas con estructura terciaria de tipo globular, más frecuentes, en


las que no existe una dimensión que predomine sobre las demás, y su
forma es aproximadamente esférica. En este tipo de estructuras se
suceden regiones con estructuras al azar, hélice a hoja b, acodamientos
y estructuras supersecundarias.

4.3.2. Fuerzas que estabilizan la estructura terciaria


Las fuerzas que estabilizan la estructura terciaria de una proteína se
establecen entre las distintas cadenas laterales de los aminoácidos que la
componen.

Los enlaces propios de la estructura terciaria pueden ser de dos tipos:


covalentes y no covalentes.

• Los enlaces covalentes pueden deberse a (1) la formación de un puente


disulfuro entre dos cadenas laterales de Cys, o a (2) la formación de un enlace
amida (-CO-NH-) entre las cadenas laterales de la Lys y un AA di carboxílico
(Glu o Asp).

• Los enlaces no covalentes pueden ser de cuatro tipos:

1. fuerzas electrostáticas entre cadenas laterales ionizadas, con cargas

de signo opuesto

2. puentes de hidrógeno, entre las cadenas laterales de AA polares

3. interacciones hidrofóbicas entre cadenas laterales apolares

4. fuerzas de polaridad debidas a interacciones dipolo-dipolo

Como resultado de estas interacciones, en las proteínas con estructura terciaria

globular:

• Las cadenas laterales con carácter apolar se orientan hacia el interior de la

molécula evitando las interacciones con el disolvente, y forman un núcleo

compacto con carácter hidrofóbico.

Las cadenas laterales de los aminoácidos polares se localizan en la

superficie de la molécula, interaccionando con el agua y permitiendo que la

proteína permanezca en disolución.

• No todas estas interacciones contribuyen por igual al mantenimiento de la

estructura terciaria. Obviamente, el enlace que aporta más estabilidad es el

de tipo covalente, y entre los no covalentes, las interacciones más


importantes son las de tipo hidrofóbico, ya que exigen una gran proximidad

entre los grupos apolares de los AA.

Existen regiones diferenciadas dentro de la estructura terciaria de las proteínas

que actúan como unidades autónomas de plegamiento y/o desnaturalización de


las

proteínas. Estas regiones constituyen un nivel estructural intermedio entre las

estructuras secundaria y terciaria reciben el nombre de dominios. Los dominios


se

pliegan por separado a medida que se sintetiza la cadena polipeptídica. Es la

asociación de los distintos dominios la que origina la estructura terciaria.

Representación de la estructura tridimensional de la mioglobina, es el modo


que la cadena polipeptídica se pliega en el espacio. Esta se realiza de manera
que los aminoácidos apolares se sitúan hacia el interior y los polares hacia el
exterior. Además, estabiliza los enlaces covalentes entre cys, puentes de
hidrogeno entre cadenas laterales

Estructura terciaria de las proteínas

Estructura terciaria de la mioglobina

Se forma sobre la disposición de la estructura secundaria de un polipéptido al


plegarse sobre sí misma originando una conformación globular. La cual se
mantiene estable debido a la existencia de enlaces entre los radicales R de los
aminoácidos, aparecen los puentes disulfuro entre los radicales de
aminoácidos que tienen azufre (cisteína) ;también las fuerzas hidrófobas son
fundamentales en esta estructura.

Las dos posibles estructuras terciarias son la estructura globular y la estructura


fibrilar. La estructura globular tiene forma de "ovillo", es soluble, y es típica de
las hormonas o los enzimas. La estructura fibrosa se caracteriza por dar a la
proteína forma de filamento y ser insoluble; ejemplos de proteínas con esta
estructura son la alfa o la beta queratina y el colágeno.

La estructura terciaria de una proteína' es la distribución tridimensional de


todos los átomos que constituyen la proteína. Se puede afirmar que de la
estructura terciaria derivan las propiedades biológicas de estas, puesto que la
disposición en el espacio de los diferentes grupos funcionales de la proteína,
condiciona su capacidad de interacción con otros grupos y ligandos. De esta
manera, la estructura primaria (secuencia de aminoácidos) de la proteína
determina la estructura terciaria1

La estructura terciaria de una proteína está generalmente conformada por


varios tramos con estructuras secundarias distintas. En cuanto a los niveles de
la estructura de las proteínas, en la estructura terciaria generalmente los
aminoácidos apolares se sitúan hacia el interior de la proteína y
los polares hacia el exterior, de manera que puedan interactuar con el agua
circundante. En el caso de proteínas integrales de membrana, los
aminoácidos hidrofóbicos quedan expuestos en el interior de la bicapa lipídica.
Por tanto, este tipo de estructura es la que les da a las proteínas sus
particularidades físicoquímicas, como la polaridad o apolaridad de la
molécula.2

Fuerzas que estabilizan la estructura terciaria[editar]

La estructura terciaria de las proteínas está afianzada por cuatro clases de


interacciones: enlaces puentes disulfuro entre Cys, puentes de hidrógeno entre
cadenas laterales, interacciones iónicas, interacciones de van der Waals, y el
efecto hidrófobo (exclusión de las moléculas de agua evitando su contacto con
los residuos hidrófobos, que quedan empaquetados en el interior de la
estructura)y, recientemente se ha descubierto, como consecuencia de las
investigaciones en materia de anatomía molecular, una estrecha relación entre
las interacciones entre las regiones hidrofóbicas de las cadenas alifáticas
radicales de las proteínas. Las interacciones entre las cadenas laterales de los
residuos de la proteína dirigen al polipéptido para constituir una estructura
compacta...3

 
 

          Un puente disulfuro es un enlace covalente formado por dos


grupos sulfidrilo (-SH), cada uno de ellos perteneciente a un residuo
de cisteína, se unen de manera covalente para formar un residuo de cistína.
Los dos residuos que forman al puente, pueden estar separados por muchos
aminoácidos en la secuencia o bien pueden pertenecer a diferentes cadenas
polipeptídicas; el plegamiento de la(s) cadena(s) polipeptídicas, lleva a los
residuos de cisteína a estar muy próximos, lo que permite la formación del
enlace disulfuro. La formación de este enlace estabiliza la estructura
tridimensional de la proteína:

 
Figura:  representación de la formación de un puente disulfuro.
 

   
 

          Los aminoácidos con cadenas laterales  no polares tienden


a localizarce en el interior de la proteína, en donde se asocian con otros
aminoácidos con cadenas laterales no polares para alcanzar la máxima
estabilidad posible. En general los aminoácidos polares tienden a encontrares
en la superficie de las proteínas.  Este arreglo general está invertido en algunas
proteínas de membrana que forman poros o canales, en donde los
aminoácidos con cadenas laterales no polares están en contacto con los lípidos
componentes de la bicapa lipídica de la membrana y los aminoácidos polares
están en el centro de la molécula formando el poro hidrofílico o canal. Dentro
de estas internaciones se encuentran las fuerzas de van der Waals.

Figura:  representación de la formación de una interacción hidrofóbica

 
 

Los aminoácidos con cadenas laterales que contienen átomos de


hidrógeno unidos a átomos de oxígeno o nitrógeno, como los grupos alcohol de
la serina y treonina, pueden formar puentes de hidrógeno con átomos ricos en
electrones, como el oxígeno del grupo carboxilo o bien el oxígeno del grupo
carbonilo del enlace peptídico. La formación de los puentes de hidrógeno entre
los grupos polares en la superficie de la proteína y el solvente acuoso que la
contiene, incrementa su estabilidad.

 
 

Figura: representación de un puente de hidrógeno entre residuos de


aminoácidos.

 
 

          Los grupos cargados negativamente que se encuentran en las cadenas


laterales de algunos residuos de las proteínas como el grupo carboxilo (COO-)
en la cadena lateral del aspartato o glutamato, pueden interactuar con cadenas
laterales cargadas positivamente como el grupo epsilon amino de la lisina.

 
Figura: representación de un enlace ionico entre residuos de aminoácidos
con cadenas laterales cargadas.

 
La estructura primaria de una cadena polipeptídica determina su
estructura terciaria. La estructura terciaria se refiere al plegamiento de
dominios, que son las unidades básicas de estructura y función, y el arreglo
final de los dominios en el polipéptido. La estructura de las proteínas globulares
es solución acuosa es compacta, con una gran densidad (empaquetamiento)
de los átomos en el núcleo de la molécula. Las cadenas hidrofóbicas se
encuentran en el interior, por el contrario, los grupos hidrofílicos se encuentran
generalmente en la superficie de la molécula. Todos los grupos hidrofílicos,
incluyendo los que forman parte del enlace peptídico, están involucrados en la
formación de puentes de hidrógeno o interacciones electrostáticas de otro tipo.
De hecho, la función de la estructura secundaria (hélices y hojas), es proveer
de la máxima posibilidad para hacer este tipo de interacciones en el interior de
la proteína, evitando así que moléculas de agua queden atrapadas
inespecíficamente en el interior de las proteínas, interrumpiendo su integridad.
A continuación se muestran proteínas cuya estructura terciaria está compuesta
en su mayoría de hélices-alfa, hojas beta o su combinación:
 
Subunidad de la hemoglobina (principalmente hélices), dominio V L de
una inmunoglobulina (principalmente hojas), triosafosfato isomerasa (hélices y
hojas)

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