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PROTAGONISTAS

Introducción

¿Les gustan las películas? ¿Cuál es tu película favorita? Si tu vida fuera una

película, ¿serías el protagonista o te conformarías con ser un personaje

secundario?

Dios te diseño para que vivas como el protagonista, él ha escrito un guion y tiene

un propósito increíble en el que anhela incluirte; pero tristemente debido al

pecado, terminamos procrastinando y convirtiéndonos en personajes secundarios

dentro del propósito de Dios.

Al irse de allí, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a la mesa de

recaudación de impuestos. «Sígueme», le dijo. Mateo se levantó y lo siguió. (Mt

9:9 NVI)

Cada vez que Jesús llama a un nuevo discípulo le hace la siguiente invitación:

«sígueme». Esto implica por lo menos dos cosas, seguir a Jesús es mantener la

mirada siempre en él e imitar cada uno de sus pasos (actos). Seguir a Jesús no es

algo aburrido o estático, todo lo contrario, es una invitación a salir de nuestro

estancamiento; es ante todo un desafío para adoptar una nueva manera de pensar

y renovar nuestras acciones. Jesús nos invita a dejar de contemplar la película y

convertirnos en protagonistas.
Jesús cree que tú puedes ser como él.

La historia muchachos sólo recuerda la actuación de los protagonistas, solo

tiene memoria para las personas que se toman la vida en serio.

El propósito de Dios es más grande que todos nosotros, pero tu vida bien

invertida en el reino puede impactar generaciones enteras, si te atreves a

seguir a Jesús y vivir como un recordatorio de su amor para el mundo; tu familia,

tu barrio, nuestra ciudad y hasta el país entero podría ser transformado.

Entonces Jesús les dijo a las multitudes y a sus discípulos: «Los maestros de la

ley religiosa y los fariseos son los intérpretes oficiales de la ley de Moisés. Por lo

tanto, practiquen y obedezcan todo lo que les digan, pero no sigan su ejemplo.

Pues ellos no hacen lo que enseñan. Aplastan a la gente bajo el peso de

exigencias religiosas insoportables y jamás mueven un dedo para aligerar la

carga.

»Todo lo que hacen es para aparentar. (Mt 23:1-5 NTV)

Según Jesús, tú puedes ser un ejemplo. El ejemplo de los maestros de la ley

religiosa no sirve, pero cuando Jesús nos dice “practiquen y obedezcan todo lo

que les diga”, está diciendo que tú y yo podemos ser ejemplo para muchas

personas de cómo es posible vivir una relación con Dios.


Yo a veces siento que mi vida no inspira a otros, siento que no tengo

demasiado que dar; pero Jesús me ama tanto al grado de considerar que

mis acciones pueden ser de ejemplo para otras personas.

No permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los

creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza.

(1 Tim 4:12 NTV)

No estás aquí para ser un extra o un personaje secundario, Dios te ama tanto

y te ha dado su Espíritu para que actúes como un protagonista.

Según Jesús, tú puedes dejar de aparentar. La palabra que el evangelio de

Mateo utiliza (theaomai) es la misma raíz de la palabra teatro. Cuando se trata de

ser ejemplo, alguien digno de imitar; una tentación muy fuerte será hacer que tu

vida sea un teatro, una puesta en escena y hacer todo lo que hacemos solamente

para aparentar.

Jesús cree que podemos ser mejor que eso, cree que nuestra vida puede

ser un ejemplo de convicción; de tal manera que no actuamos

correctamente sólo cuando alguien nos está viendo, sino porque sabemos

que es lo mejor.

Ilustración: Si yo quiero bajar de peso, la solución es comer saludable. Ahora,

¿qué pasa si yo vivo aparentando? Es decir, ¿qué pasa si solamente como

saludable cuando las personas me ven, pero cuando estoy solo me atasco de

grasa, sal y azúcar?


Si vivo aparentando, ¿a quien engaño? A Dios no lo puedo engañar, a la gente

tampoco; porque tarde o temprano se darán cuenta. Solamente me estoy

engañando a mi mismo.

No estás aquí para vivir una vida de apariencias, estás aquí para ser

autentico. Te vas a equivocar, las cosas no irán bien a la primera; pero no

pares de seguir a Jesús.

Es mejor desgastarse por el reino, que oxidarse por nada.

»¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas! Dan la décima parte de

sus especias: la menta, el anís y el comino. Pero han descuidado los asuntos más

importantes de la ley, tales como la justicia, la misericordia y la fidelidad. Debían

haber practicado esto sin descuidar aquello. (Mt 23:23 NVI)

Si no actúas como piensas, terminaras pensando como actúas. (Victor Frankl)

Conclusión

El cristianismo no es una fe teórica, es ante todo una llamada a la acción. Jesús

decía a sus nuevos discípulos «sígueme». La invitación de Jesús no es a estar

sentados en las sillas de la iglesia para siempre, más bien se trata de venir a la

Biblia, aprender algo nuevo, renovar nuestra manera de pensar y nuestros

sentimientos; para luego actuar congruentemente en nuestra vida diaria.


No estoy hablando de perfección, al igual que yo, seguramente te equivocarás

una y otra vez. Estoy haciendo un llamado a invertir tus fuerzas actuando a favor

del mensaje y el proyecto de Jesús, en lugar de perder el tiempo en la

procrastinación o en los proyectos egoístas que nosotros pudiéramos tener.

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