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Boletín de DSI, año VI, n.

16, 2013 (I)–[2012 (II)]

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RESUMEN
Este ensayo analiza algunos aspectos relevantes de la forma en que las enseñanzas del Concilio Vaticano II, sobre
todo las referidas a doctrina social, fueron acogidas por las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano.
Así identifica como el primer intento de recepción del Concilio Vaticano II, a la Segunda Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968), pero advierte que, en este contexto, un grupo de teólogos asumieron
el análisis marxista como categoría de interpretación de la realidad y crearon la teología de la liberación de vertiente
marxista. Luego vino la exhortación post-sinodal Evangelii nuntiandi (1975), y después la Tercera Conferencia General
del Episcopado Latinoamericano en Puebla (1979), que fue propuesta como el reflejo más fiel del Concilio Vaticano II
en Latinoamérica, y fue asumida y desarrollada en las siguientes conferencias realizadas en Santo Domingo (1992) y
Aparecida (2007).
PALABRAS CLAVE: Concilio Vaticano II, teología de la liberación, América Latina.
ABSTRACT
This paper discusses some relevant aspects of how the teachings of the Second Vatican Council, especially those related
to social doctrine, were accepted by the general conferences of the Latin American Episcopacy. It identifies as the first
attempt at reception of the Second Vatican Council, the Second General Conference of Latin American Bishops in
Medellin (1968), but notes that in this context, a group of theologians assumed Marxist class analysis interpretation
of reality and created the Marxist liberation theology. Then comes the post-synodal exhortation Evangelii nuntiandi
(1975), and later the Third General Conference of Latin American Bishops in Puebla (1979), which will be proposed
as the most faithful reflection of the Second Vatican Council in Latin America, and will be taken up and developed in
the following conferences held in Santo Domingo (1992) and Aparecida (2007).
KEYWORDS: Second Vatican Council, theology of liberation, Latin America.

A
mérica Latina tiene ya una larga his- y Aparecida (2007). Consideramos que es-
toria de recepción y plasmación de las tos han sido los principales eventos oficiales
enseñanzas conciliares de la Iglesia. Es del Episcopado Latinoamericano que han
prácticamente imposible tratar de recoger sellado y orientado la vida y la misión de
la Iglesia en la región de cara al siglo XXI.

APUNTES SOBRE
Dadas las condiciones de desigualdad e
injusticia social y los complejos procesos
políticos y económicos, un asunto de espe-

LA RECEPCIÓN DEL
cial relevancia para la pastoral en América
Latina ha sido el de la cuestión social y con
ella el debate que se generó por el nacimien-

CONCILIO VATICANO II to y difusión de la teología de la liberación.


Por esta razón este tema se desarrolla un
poco más.
en América Latina y la teología de la liberación El primer hito es el Concilio de Trento
que, entre muchas manifestaciones pastora-
Dr. José Manuel Rodríguez Canales les de diversa naturaleza y en todas las lati-
Universidad Católica San Pablo (Arequipa, Perú) tudes del continente, se vio especialmente
Teólogo y Doctor en Ciencias Sociales reflejado en los Concilios Limenses pro-
fundamente ligados a la extraordinaria obra
las innumerables manifestaciones que este apostólica de Santo Toribio de Mogrovejo,
proceso ha dejado en la región, por ello segundo Arzobispo de Lima. Sería materia
nos limitaremos a señalar los principales de otros estudios consignar y profundizar
antecedentes (el Concilio de Trento y los sobre la obra de las innumerables órdenes
Concilios Limenses, el Concilio Vaticano I y congregaciones religiosas que, impulsadas
y el Concilio Plenario para América Latina) por el mismo Espíritu que suscitó el insigne
para luego esbozar y desarrollar brevemen- Concilio Tridentino, fundaron y constru-
te algunos de los aspectos más importantes yeron una cultura cristiana con rasgos pro-
presentes en los documentos oficiales de pios en cada uno de los pueblos del nuevo
las conferencias episcopales de Medellín mundo. Nuestra intención es simplemente
(1968), Puebla (1979), que serán recogidos consignar este hito, por el cual podemos
posteriormente en Santo Domingo (1992) decir que toda la obra evangelizadora del
Apuntes sobre la recepción del CV II en América Latina y la teología de la liberación

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virreinato solo puede comprenderse a la a recoger con especial fuerza en América
luz de las enseñanzas e indicaciones del Latina: el aggiornamento, la promoción del
Concilio Tridentino, acogidas por los pasto- laicado y el diálogo con los hombres de
res de las diversas iglesias particulares que se buena voluntad como una necesidad para
fueron formando con el paso de los siglos. proclamar la Buena Nueva.
El segundo hito es el Concilio Vaticano I, La primera gran línea, el aggiornamen-
cuya recepción más notoria fue el Concilio to, es un movimiento que reconoce la ne-
Plenario para América Latina que con el cesidad de que el apostolado de la Iglesia
tiempo dio origen a la Pontificia Comisión renueve sus formas sin perder su fondo,
para América Latina, y se realizó en el profundice en sus propias raíces cristianas
Colegio Pío Latino Americano de Roma. para proponer al mundo la Buena Nueva de
Con ocasión de su centenario, este evento una nueva manera que exige la sensibilidad
tan significativo ha sido objeto de numero- de comprender las inquietudes de los hom-
sos estudios que dan cuenta de la agudeza bres y mujeres del siglo XX. Se trata básica-
profética de sus indicaciones pastorales. mente de una renovación en continuidad
Trece arzobispos y cuarenta obispos del nue- que rescata la Tradición de la Iglesia desde
vo mundo se reunieron para dialogar sobre los primeros siglos. En esa línea es impor-
la problemática pastoral de la inmensa re- tante destacar la reforma litúrgica que ya se
gión dando a luz numerosos decretos que venía gestando desde fines del siglo XIX y
iluminaron el apostolado de la Iglesia en la que es acogida por el Concilio Vaticano II.
primera mitad del siglo XX. La segunda gran línea, la promoción del
Estos antecedentes históricos nos dan laicado recogida en los capítulos IV y V de
luces que permiten comprender la recep- la Lumen gentium, así como en el famoso
ción y aplicación del Concilio Vaticano II decreto Apostolicam actuositatem, rescata
en América Latina. Es un lugar común in- la responsabilidad de todos los bautizados
evitable decir que este concilio es el even- en el apostolado de la Iglesia. El llamado
to religioso del siglo XX que se proyecta universal a la santidad es proclamado como
al siglo XXI. En él la Iglesia da cuenta de un deber para todos los fieles, sea cual sea
sí misma de cara a los inmensos desafíos su vocación concreta en la vida cristiana, y
de un mundo fuertemente dividido por las en este llamado se funda y se insiste espe-
ideologías, duramente golpeado por las dos cialmente en el ser y la misión del laico. El
guerras mundiales y sumergido en la gran impulso que se le da a este hermoso tema
angustia de una posible tercera guerra cuya va a dar frutos inmensos en diversos mo-
sombra aleteaba en cada enfrentamien- vimientos en los que los laicos tuvieron y
to de la Guerra Fría. El diagnóstico de la tienen un justo y sano protagonismo.
constitución Gaudium et spes es angustioso La tercera línea es la del diálogo con
y esperanzado a la vez, como lo dicen sus los hombres de buena voluntad de cara a
primeras palabras. No es materia de este la evangelización. Tema desarrollado en
artículo repasar o profundizar en las ense- la Gaudium et spes y especialmente en los
ñanzas conciliares pero es necesario seña- decretos Nostra aetate y Unitatis redintegra-
lar algunas líneas esenciales para tratar de tio, funda dos cosas distintas unidas por el
explicar cómo este importante concilio fue mismo espíritu: el diálogo interreligioso y el
recibido y aplicado en América Latina, así ecumenismo. Es importante entender que
como hacer un breve esbozo y comentario en ambos casos no se trata de un relativis-
sobre el debate en torno a la teología de la mo ni una concesión a diversas “verdades”
liberación que, con sus luces y sombras, es renunciando a la Verdad que Jesucristo es,
probablemente uno de los asuntos más im- tampoco se trata de una estrategia de ma-
portantes para considerar la recepción del nipulación o negociación de cara a una paz
Concilio Vaticano II en estas tierras. universal basada en el indiferentismo reli-
El Concilio Vaticano II impulsa a nues- gioso. Se trata, básicamente, del diálogo que
tro entender tres grandes líneas que se van surge de la identidad cristiana que busca
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comprender para cumplir con su misión de de nuestra caridad. Entre los diversos
anunciar a Jesucristo. caminos hacia una justa regeneración
Partiendo de estas tres líneas maestras, el social, nosotros no podemos escoger
documento más importante para compren- ni el del marxismo ateo, ni el de la re-
der la Conferencia Episcopal de Medellín, belión sistemática, ni tanto menos el
primera recepción oficial del Concilio del esparcimiento de sangre y el de la
Vaticano II en América Latina es, sin duda, anarquía. Distingamos nuestras res-
la carta encíclica Populorum progressio, del ponsabilidades de las de aquellos que
Papa Pablo VI. El discurso inaugural del por el contrario, hacen de la violencia
Santo Padre recoge las inquietudes princi- un ideal noble, un heroísmo glorioso,
pales de su encíclica para proponerlas a la una teología complaciente. Para re-
situación de América Latina orientando las parar errores del pasado y para curar
reflexiones de los obispos desde tres aspec- enfermedades actuales no hemos de
tos fundamentales: el espiritual, el pastoral cometer nuevos fallos, porque estarían
y el social. contra el Evangelio, contra el espíritu
En cuanto al tema espiritual el Papa re- de la Iglesia, contra los mismos inte-
salta el llamado a la perfección y santifica- reses del pueblo, contra el signo feliz
ción, el testimonio de vida, la fe y la razón de la hora presente que es el de la jus-
de ser de la Iglesia, las insidias contra la ticia en camino hacia la hermandad y
fe, la labor de los teólogos, la oración; en la paz»1.
cuanto al tema pastoral, el ministerio de la El gran evento episcopal realizado en
Palabra, la caridad, la Iglesia institucional 1968 recoge las principales líneas conci-
y carismática, los sacerdotes, los jóvenes y liares y las inquietudes de la encíclica de
estudiantes y los trabajadores; y en cuan- Pablo VI sobre el desarrollo de los pueblos
to al tema social, la relación entre técnica y replanteadas en su discurso inaugural ha-
pastoral, el testimonio de pobreza, el cris- ciendo un diagnóstico sobre la situación
tianismo y la violencia, la paz, el amor y las cultural, política y económica de América
transformaciones y termina mencionando Latina, y se concentra claramente en el
su encíclica Humanae vitae como un indis- tema del subdesarrollo y la pobreza. De allí
pensable mensaje de defensa y promoción que se hable insistentemente de una opción
de la familia. Vale la pena recalcar para lo preferencial por los pobres y de la necesidad
que compete al presente artículo, lo que el de una liberación tanto del pecado como de
Papa dice en el acápite sobre cristianismo las estructuras que oprimen y afligen a mi-
y violencia porque es especialmente claro llones de seres humanos en estas tierras des-
cuando habla de las ideologías: de una perspectiva de conversión cristiana:
«Si nosotros debemos favorecer todo «Por eso, para nuestra verdadera li-
esfuerzo honesto para promover la re- beración, todos los hombres necesi-
novación y la elevación de los pobres tamos una profunda conversión a fin
y de cuantos viven en condiciones de de que llegue a nosotros el “Reino de
inferioridad humana y social, si no- justicia, de amor y de paz”. El origen
sotros no podemos ser solidarios con de todo menosprecio del hombre, de
sistemas y estructuras que encubren y toda injusticia, debe ser buscado en
favorecen graves y opresoras desigual- el desequilibrio interior de la libertad
dades entre las clases y los ciudadanos humana, que necesitará siempre, en la
de un mismo país, sin poner en acto historia, una permanente labor de rec-
un plan efectivo para remediar las con- tificación. La originalidad del mensa-
diciones insoportables de inferioridad je cristiano no consiste directamente
que frecuentemente sufre la población en la afirmación de la necesidad de
[1] Conferencia Episcopal de menos pudiente, nosotros mismos re- un cambio de estructuras, sino en la
Medellín, Discurso de Pablo VI
en la inauguración de la petimos una vez más a este propósito: insistencia en la conversión del hom-
II  Conferencia Episcopal de
Medellín, Orientaciones sociales. ni el odio, ni la violencia, son la fuerza bre, que exige luego este cambio. No
Apuntes sobre la recepción del CV II en América Latina y la teología de la liberación

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tendremos un continente nuevo sin de la fidelidad de la Iglesia a Jesucristo. El
nuevas y renovadas estructuras; so- siguiente texto lo evidencia:
bre todo, no habrá continente nuevo «Durante estos días nos hemos con-
sin hombres nuevos, que a la luz del gregado en la ciudad de Medellín, mo-
Evangelio sepan ser verdaderamente vidos por el Espíritu del Señor, para
libres y responsables»2. orientar una vez más, las tareas de la
Es en este contexto que surge la “teología Iglesia en un afán de conversión y de
de la liberación”. Este ensayo de innegable servicio.
valor teológico y necesidad pastoral sufrió Hemos visto que nuestro compromiso
una grave distorsión cuando un grupo de más urgente es purificarnos en el espí-
teólogos asumió como categoría el análisis ritu del Evangelio todos los miembros
marxista de la realidad. Con algunas expre- e instituciones de la Iglesia Católica.
siones más radicales que otras, la vertiente Debe terminar la separación entre la
marxista de la teología de la liberación tenía fe y la vida, porque en Cristo Jesús lo
como denominador común el compromiso único que cuenta es “la fe que obra
político como medio de transformación de por medio del amor”.
la sociedad, desde la perspectiva marxista Este compromiso nos exige vivir una
de la lucha de clases. Leyendo Perspectivas verdadera pobreza bíblica que se ex-
y La fuerza histórica de los pobres, textos prese en manifestaciones auténticas,
del sacerdote peruano Gustavo Gutiérrez, signos claros para nuestros pueblos.
considerado uno de los fundadores de esta Solo una pobreza así transparentará
vertiente, es más o menos evidente que el a Cristo, Salvador de los hombres,
centro de la teología se puso en la praxis y descubrirá a Cristo, Señor de la
histórica y el compromiso político y social historia.
en diálogo con el marxismo antes que en Nuestras reflexiones han clarificado
Jesucristo: las dimensiones de otros compro-
«[…] la teología contemporánea se ha- misos que, aunque con diversa mo-
lla en insoslayable y fecundo diálogo dalidad, serán asumidos por todo el
con el marxismo. Y es en gran parte Pueblo de Dios:
estimulado por él que, apelando a sus -- Inspirar, alentar y urgir un orden
propias fuentes, el pensamiento teo- nuevo de justicia, que incorpore a
lógico se orienta hacia una reflexión todos los hombres en la gestión de
sobre el sentido de la transformación las propias comunidades;
de este mundo y sobre la acción del -- Promover la constitución y las vir-
hombre en la historia»3. tualidades de la familia, no solo
Desde esta perspectiva, el papel central como comunidad humana sacra-
de la teología es visto como “praxis histó- mental sino también como estruc-
rica” y como un “quehacer político” com- tura intermedia en función del cam-
prometido con la lucha por la liberación bio social;
política y económica de los sectores menos -- Dinamizar la educación, para acele-
favorecidos a los que hay que ayudar a to- rar la capacitación de hombres ma-
mar conciencia de la opresión para que uni- duros en sus responsabilidades de la
dos luchen por sus derechos y dignidad. hora presente;
No es difícil darse cuenta de que la -- Fomentar los organismos profesio-
recepción de las principales líneas del nales de los trabajadores, elemen-
Concilio Vaticano II en la Conferencia tos decisivos de transformación
Episcopal de Medellín no asumió ni podía socio-económica;
[2] Conferencia Episcopal
de Medellín, Conclusiones, asumir el marxismo ni como clave de inter- -- Alentar una nueva evangelización y
Promoción Humana, n. 6.
pretación de la realidad, ni como aliciente catequesis intensivas que lleguen a
[3] Gustavo Gutiérrez, Teología
de la Liberación. Perspectivas,
para el desarrollo de la teología, ni como las élites y a las masas para lograr
(Lima: CEP, 1971).
un impulso a la praxis que solo puede venir una fe lúcida y comprometida;
José Manuel Rodríguez

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-- Renovar y crear nuevas estructuras ¿Con qué métodos hay que proclamar
en la Iglesia que institucionalicen el el Evangelio para que su poder sea
diálogo y canalicen la colaboración eficaz?»5.
entre los obispos, sacerdotes, reli- El número 20 de la conocida exhortación
giosos y laicos; es especialmente relevante para compren-
-- Colaborar con otras confesiones der las Conferencias Episcopales de Puebla,
cristianas, y con todos los hombres Santo Domingo y Aparecida, los siguientes
de buena voluntad que estén empe- hitos fundamentales en la recepción del
ñados en una paz auténtica, enraiza- Concilio en América Latina:
da en la justicia y el amor»4. «Posiblemente, podríamos expresar
La década de los setenta fue el tiempo todo esto diciendo: lo que importa es
de mayor difusión y entusiasmo por la teo- evangelizar —no de una manera de-
logía marxista de la liberación que era vis- corativa, como un barniz superficial,
ta por varios sectores de la Iglesia como la sino de manera vital, en profundidad
manera concreta de hacer praxis la “opción y hasta sus mismas raíces— la cultura
preferencial por los pobres”. Especialmente y las culturas del hombre en el sentido
en el Perú, esta vertiente comenzó a debili- rico y amplio que tienen sus términos
tarse con la aparición del terrorismo en la en la Gaudium et spes (50), tomando
década de los ochenta ya que se pudo ver siempre como punto de partida la
y vivir trágicamente cómo la asunción de persona y teniendo siempre presentes
la lucha de clases conducía necesariamente las relaciones de las personas entre sí
a la violencia guerrillera y la injusticia. En y con Dios.
otros países, hechos violentos similares y la El Evangelio y, por consiguiente, la
deserción de un gran número de sacerdotes evangelización no se identifican cier-
y religiosos que abandonaban sus deberes tamente con la cultura y son inde-
de estado para asumir el compromiso po- pendientes con respecto a todas las
lítico, alertó con más fuerza a las autorida- culturas. Sin embargo, el reino que
des de la Iglesia sobre esta grave desviación. anuncia el Evangelio es vivido por
Con el tiempo, los ideólogos de la teología hombres profundamente vinculados a
de la liberación han ido asumiendo otros una cultura, y la construcción del rei-
temas menos peligrosos pero igual de con- no no puede por menos de tomar los
flictivos por su planteamiento: el feminis- elementos de la cultura y de las cul-
mo, el ecologismo y la defensa de minorías turas humanas. Independientes con
sexuales y étnicas. respecto a las culturas, Evangelio y
En 1975, la exhortación post-sinodal evangelización no son necesariamente
Evangelii nuntiandi del Papa Pablo VI re- incompatibles con ellas, sino capaces
centra el problema de la evangelización en de impregnarlas a todas sin someterse
el tema de la cultura, corrigiendo los exce- a ninguna.
sos que se dieron a partir de la Conferencia La ruptura entre Evangelio y cultura
Episcopal de Medellín. Allí, el Papa Montini es sin duda alguna el drama de nues-
plantea tres preguntas fundamentales que tro tiempo, como lo fue también en
enmarcan la misión de evangelizar: otras épocas. De ahí que hay que hacer
«¿Qué eficacia tiene en nuestros días la todos los esfuerzos con vistas a una ge-
energía escondida de la Buena Nueva, nerosa evangelización de la cultura, o
capaz de sacudir profundamente la más exactamente de las culturas. Estas
[4] Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano en conciencia del hombre? deben ser regeneradas por el encuen-
Medellín, Mensaje 5.
¿Hasta dónde y cómo esta fuerza evan- tro con la Buena Nueva. Pero este en-
[5] Pablo VI, Evangelii nuntiandi, 4.
gélica puede transformar verdadera- cuentro no se llevará a cabo si la Buena
[6] Allí mismo, 20. mente al hombre de hoy? Nueva no es proclamada»6.
Apuntes sobre la recepción del CV II en América Latina y la teología de la liberación

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Tomando como punto de partida la Espíritu, la posición de la II Conferencia
exhortación post-sinodal de Pablo VI, la General que hizo una clara y profética
Tercera Conferencia General del Episcopado opción preferencial y solidaria por los
Latinoamericano en Puebla en el año 1979 pobres, no obstante las desviaciones e
aclaró y corrigió varias de estas tendencias interpretaciones con que algunos des-
ideológicas sociologizantes o políticas par- virtuaron el espíritu de Medellín, el
tidarias surgidas después de Medellín, con- desconocimiento y aun la hostilidad
centrándose en la evangelización de la cul- de otros. Afirmamos la necesidad de
tura, tema, como ya indicamos, fuertemente conversión de toda la Iglesia para una
propuesto por el Papa Pablo VI y asumido opción preferencial por los pobres, con
con decisión por Juan Pablo II en el discur- miras a su liberación integral»8.
so inaugural. En este célebre texto, el Papa La expresión “liberación integral” intenta
Wojtyla concentra todo en la persona huma- señalar que no se habla de un mero cambio
na como el sujeto óntico de la cultura y, por de estructuras ni de la asunción de algún
lo tanto, de la evangelización. Es ya famosa tipo de ideología política partidaria, sino en
esta mención que guiará buena parte de la primer lugar de una liberación de la causa
reflexión del Episcopado Latinoamericano más profunda de la opresión que es el peca-
reunido en Puebla de los Ángeles: do que requiere un cambio radical de vida,
«La verdad que debemos al hombre la conversión:
es, ante todo, una verdad sobre él «El cambio necesario de las estructuras
mismo. Como testigos de Jesucristo sociales, políticas y económicas injus-
somos heraldos, portavoces, siervos de tas no será verdadero y pleno si no va
esta verdad que no podemos reducir a acompañado por el cambio de menta-
los principios de un sistema filosófico lidad personal y colectiva respecto al
o a pura actividad política; que no po- ideal de una vida humana digna y feliz
demos olvidar ni traicionar. que a su vez dispone a la conversión»9.
Quizás una de las más vistosas debili- Justamente esta conversión es propuesta
dades de la civilización actual esté en en el documento de Puebla como un cami-
una inadecuada visión del hombre. La no al encuentro con Dios Uno y Trino, mis-
nuestra es, sin duda, la época en que terio de comunión y participación que se
más se ha escrito y hablado sobre el refleja en la vida humana y que por lo tanto
hombre, la época de los humanismos funda la labor evangelizadora de la Iglesia
y del antropocentrismo. Sin embargo, en nuestras tierras:
paradójicamente, es también la época «Dios nos llama en América Latina a
de las hondas angustias del hombre una vida en Cristo Jesús. Urge anun-
respecto de su identidad y destino, ciarla a todos los hermanos. La Iglesia
del rebajamiento del hombre a niveles evangelizadora tiene esta misión:
antes insospechados, época de valores Predicar la conversión, liberar al hom-
humanos conculcados como jamás lo bre e impulsarlo hacia el misterio de
[7] Juan Pablo II, Discurso
en la inauguración de la fueron antes»7. comunión con la Trinidad y de comu-
III Conferencia General del
Episcopado Latinoamericano, 9. Desde esta perspectiva teológica, antro- nión con todos los hermanos, trans-
[8] Documentos de la pológica y cultural las conclusiones de los formándolos en agentes y cooperado-
Conferencia Episcopal de
Puebla, 1979, 1134. obispos reunidos en Puebla de los Ángeles res del designio de Dios»10.
[9] Allí mismo, 1155.
clarifican y precisan la opción preferencial El documento de la Conferencia
[10] Allí mismo, 563.
por los pobres y la insertan en la labor pas- Episcopal de Puebla11 es, probablemente, el
toral de la Iglesia que tiene en la comunión reflejo más fiel del Concilio Vaticano II en
[11] Allí mismo.
y la participación sus términos clave para Latinoamérica, y será asumido y desarrolla-
[12] Documentos de la
Conferencia Episcopal de superar la visión conflictiva de la teología do en las siguientes conferencias realizadas
Santo Domingo, 1992.
marxista de la liberación: en Santo Domingo12 y Aparecida13, aplican-
[13] Documentos de la
Conferencia Episcopal de «Volvemos a tomar, con renovada es- do las enseñanzas conciliares a los nuevos re-
Aparecida, 2007.
peranza en la fuerza vivificante del tos del siglo XXI. La unidad del Episcopado
José Manuel Rodríguez

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Latinoamericano ha sido patente en todas un discurso del pasado que se desfasó con la
estas reuniones, generando, en líneas gene- caída del Muro en 1989 y con el fracaso del
rales, un movimiento de obediencia filial al “socialismo real” así como los tristes hechos
Santo Padre, movimiento que ciertamente del terrorismo, sobre todo en el Perú con
ha tenido opositores fuera y hasta dentro los movimientos “Túpac Amaru” y Sendero
de la misma Iglesia pero que permanece Luminoso, como también en Colombia con
firme hasta en los sectores más difíciles del el M19 y las FARC que hoy han virado a
continente. No tenemos espacio en el pre- convertirse en inmensas organizaciones cri-
sente artículo para desarrollar ni siquiera minales más que en movimientos políticos
brevemente las indicaciones de los obispos con ideología definida.
en Santo Domingo y Aparecida, nos limi- Los viejos adalides de la teología marxista
taremos a señalar las principales líneas di- de la liberación han mutado, como ya di-
rectrices que se dieron para la pastoral en jimos hacia el discurso feminista, de géne-
continuidad con las conferencias anteriores. ro, ecologista y étnico. Otros han abando-
Santo Domingo se dio en el contexto nado la Iglesia y están en cargos políticos.
de celebración del quinto centenario de la El discurso liberacionista parece ser más un
evangelización de estas tierras. Más allá de imaginario poético de justicia que una res-
las diversas posturas y maneras de ver este puesta a los problemas concretos de la po-
tiempo, más allá del ruido mediático y los blación, de allí la denominación criolla de
debates ideológicos en torno al fenómeno “socialismo caviar” que alude a personajes
histórico de la presencia española y portu- con la vida resuelta pero con arrestos de re-
guesa en América Latina, la Conferencia de beldía más simbólica que real. Cuando el
Santo Domingo asumió integralmente las Papa Benedicto XVI vino a la Conferencia
conclusiones de Medellín y Puebla y relanzó Episcopal de Aparecida en el año 2007 fue
la nueva evangelización a la que convocaba brevemente entrevistado sobre la teología
el Santo Padre, «una evangelización nueva de la liberación y la llamó “milenarismo”,
en su ardor, nueva en sus expresiones, nueva término teológico que emparenta este en-
en sus métodos». En Aparecida, las orienta- sayo con los grandes intentos de construir
ciones se concentran fuertemente en el dis- el paraíso en la tierra, especialmente el de
cipulado cristiano, el anuncio de la Buena Joaquín de Fiore. Denominación por demás
Nueva en todas las estructuras humanas significativa, viniendo de uno de los pasto-
continuando con el gran impulso de evan- res e intelectuales que mejor conoce el tema.
gelizar la cultura. Hoy, salvo algunos cuyos gobiernos que
Sobre la teología de la liberación son permanecen en las viejas ideologías de iz-
muy importantes las dos instrucciones de quierda, varios países de Latinoamérica su-
la Congregación para la Doctrina de la Fe: fren menos por el subdesarrollo que por el
Libertatis nuntius14 de 1984 y Libertatis cons- superdesarrollo económico. A diferencia de
cientia15 de 1987. En ambos documentos se los setenta, la inversión creciente sin rasgos
aclara el valor de una teología de la libertad de humanidad y centrada en el dinero, va
y la liberación basada en la redención y la cambiando el paisaje social y cultural de
reconciliación traídas por Jesucristo. Este manera alarmante por la deshumanización
último término, la reconciliación, es un que genera. Las lacras actuales de esta parte
buen complemento a la justa idea de libera- del mundo son la delincuencia, la corrup-
ción, ya que no evita el conflicto que, al ser ción, el pragmatismo y el cinismo político,
personal, es siempre social, pero no se queda unidos a la decadencia de la cultura ante el
en él sino que propone una superación des- crecimiento explosivo de los medios de co-
de el compromiso con Jesucristo. municación social. Por eso, a pesar de este
Hoy la teología marxista de la liberación crecimiento económico, la pobreza extrema
no existe de manera relevante en su forma no ha desaparecido y, en muchos casos, a
[14] Instrucción sobre algunos
aspectos de la teología de la li- primigenia. La lucha de clases y la liberación esa debilidad se suma la ausencia de alguna
beración, 1984.
mediante el conflicto social y político son ya verdad que consuele.
Apuntes sobre la recepción del CV II en América Latina y la teología de la liberación

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En este contexto, el Concilio Vaticano II Nada de esto niega la esperanza que
ha sido providencial entre varias cosas por el Concilio Vaticano II ha sembrado en
los tres motivos ya expuestos: la fidelidad a Latinoamérica: hay una conciencia mayor
la tradición, unida a la apertura a las cosas de los católicos de su vocación y compro-
nuevas propias del aggiornamento; la capa- miso con la Iglesia; han nacido y crecido
cidad de diálogo con los hombres de buena diversas iniciativas eclesiales de gran mo-
voluntad para predicar con absoluta libertad vilidad social y adaptabilidad a las nue-
la Verdad de Jesucristo, y la promoción del vas circunstancias sin perder la fidelidad
laicado. a las Sagradas Escrituras y la Tradición de
Como todo gran proceso eclesial en la his- la Iglesia; hay una renovación del fervor y
toria, la recepción del Concilio Vaticano II de la aproximación apostólica en las órde-
ha tenido luces y sombras que hasta hoy nes y congregaciones más antiguas y tra-
perduran. Entre estas últimas (las sombras dicionales, así como en la vida parroquial.
de la recepción) podemos mencionar, en Contrariamente a las críticas de los sectores
primer lugar, a la teología marxista de la integristas, el Concilio Vaticano II ha traído
liberación que mirada a distancia se puede a Latinoamérica claridad y compromiso, a
ver como una concesión al poder mundano, pesar de los problemas de su mala o inte-
que confiaba más en las estrategias políticas resada interpretación así como las deficien-
que en la fidelidad al Evangelio. En segundo cias reales que se podrían revisar con mayor
lugar, a las deformaciones de la liturgia que detenimiento. Como obra de Dios en la
se dieron y se siguen dando como un abuso Iglesia, el Concilio Vaticano II es un fruto
de la reforma litúrgica. En varios lugares del del Espíritu y por lo mismo tiene, en parte,
continente se pueden ver sincretismos que las debilidades y deficiencias de los hombres
someten los sacramentos a prácticas mági- que lo llevaron a cabo y los que lo recibimos
cas o de curandería, así como torpes inten- en América Latina. Y como siempre ha sido
tos de adaptación que terminan convirtien- en la historia de la Iglesia hay trigo y cizaña,
do la Eucaristía en una especie de servicio tarea de los ángeles será separarlos en el fin
que depende del gusto del cliente y no de del mundo.
Jesucristo. En tercer lugar se percibe la asun- Como conclusión, podemos decir que
ción acrítica por parte de muchos católicos la recepción del Concilio Vaticano II en
de un modelo de vida liberal, que propone América Latina no tuvo resistencias signifi-
el éxito como el logro de resultados eco- cativas sino abusos y distorsiones, entre las
nómicos y materiales generando una grave cuales la teología marxista de la liberación
incoherencia entre lo que se dice creer y lo es, sin duda, la más importante. La necesi-
que se vive en la práctica. En cuarto lugar dad de una hermenéutica pre y posconciliar
tenemos el indiferentismo y la ignorancia se concentró básicamente en la corrección
religiosa cada vez más extendida, fruto, en de excesos “hacia adelante” mucho más
[15] Instrucción sobre la liber-
tad cristiana y la liberación, parte, de una deficiente formación del clero que enfrentar una resistencia tradicionalista
1987.
y resultado de la crisis posterior al Concilio. relevante.

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