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EL TSR IMAGINADO

Carlos Gómez Duarte1

Ilustración en “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry

1
Profesor en INDAPS de las tres primeras promociones de TSR (1972 a 1975). Posteriormente parte del equipo
de “Evaluación del programa de salud rural” de la Academia de ciencias (1976 a 1978). Como Director de la
Asociación Agua del Pueblo, coordinó proyectos con TSR de las áreas de salud e incorporó y formó a decenas
de ellos en competencias para agua y saneamiento rural (1978 a 1988). En 1988-1989 se desempeñó por un
año como gerente del Consejo Nacional del Agua -CONAGUA-, presidido por el Ministro de Finanzas.
Ha realizado docencia a varios niveles, incluyendo grado (Economía en USAC) y maestrías con tres
universidades: CHIPIXAB-UAM (España); URACCAN (Nicaragua) y CATIE (Costa Rica)
1. Preambulo
Este material se elaboró para un foro virtual con los graduandos de la promoción XXXIX y
la nueva promoción XL de Técnicos en Salud Rural -TSR-, realizado a principios del mes
de agosto de 2020.

El “TSR imaginado”, recoge dos ideas del autor, por un lado, la mirada talvez romántica
acerca del TSR, cincuenta años después que el INDAPS (Su centro de formación), abriera
las puertas en la cálida Quiriguá (Marzo de 1972), y por otro lado, una interpretación de los
posibles valladares que expliquen su desempeño y los retos actuales.

El autor fue parte del grupo de docentes que inició actividades y vió llegar a las primeras
promociones a lo largo de sus cuatro años de residencia en Quiriguá. Trabajó en el diseño
del plan de estudios, fue docente y participó en las actividades de “Integración del TSR a
las áreas de salud” (Quetzaltenango y Cobán. 1974)

El desempeño y retos son percepciones e interpretaciones de mis contínuos contactos por


mi trabajo en Organismos No Gubernamentales -ONG- y consultorías, a través de los
cuales siempre encontré tiempo para buscar y conversar con los/las TSR. Asi como de
conversaciones informales en algunas de las reuniones periódicas que realizan egresados
de INDAPS, especialmente con la III promoción.

Para escribir el texto consulté con una colega docente de aquella época y con seis TSR de
las primeras tres promociones.

Este material va acompañado de un minivideo (Los seis sabios ciegos), y de una charla
grabada. Esos materiales deben ser leídos y vistos para manejarse con soltura en el foro
virtual.

Agradezco La invitación y a las personas que me ayudaron con sus comentarios e ideas.

En todo caso, la responsabilidad de lo escrito es exclusivamente del autor.


1. Reescribiendo la escena inicial

En un contexto de reservas y pronunciamientos públicos del gremio de profesionales de la


medicina al TSR (1970-1972), se logró el respaldo político y financiero para darle vida al
proceso de formación en Quiriguá.

La principal motivación política de las autoridades de salud era el aumento de la cobertura


de servicios preventivos de salud al área rural.

Para el propósito se formuló el “Programa de fortalecimiento del Sistema de Salud Rural”2,


incluyendo el Instituto de Adiestramiento de Personal en Salud -INDAPS-.

La carrera de TSR se diseñó como una nueva oferta académica para el ciclo diversificado
de educación (Bachiller en Salud y Técnico en Salud Rural). El diseño del programa de
formación se integró en unidades didácticas para dos años de estudios, empezando con el
“Diagnóstico de Salud” y terminando con una práctica supervisada en las comunidades de
los alrededores del INDAPS (Unidades Periféricas).

Los jóvenes estudiantes procedían de los cuatro puntos cardinales del país, con sus sueños
en las mochilas. Muchos de ellos tenían rostro y lengua Maya como idioma materno.

Siempre imaginamos que los egresados podrían conectar o vincular el mundo y lógicas
comunitarias a los servicios oficiales de salud y viceversa. El rol del TSR no debía reducirse
a la “extensión mecánica de cobertura de los servicios de salud”, siempre fue más
importante el encuentro para el interrelacionar a los dos mundos.

2. El TSR como la “bisagra” de los dos mundos

La metáfora de la “Bisagra” intenta destacar el rol central o de “pasador de eje”que jugaría


el TSR (Esquema 1), entre el sistema occidental de salud y el sistema de salud de base
comunitaria, estructurando otras relaciones.

Al proceder de la diversidad cultural y hablar las lenguas Mayas, podría ampliar los puntos
de contacto, relaciones, dinámicas, márgenes de confianza y fortalecer la organización.

La función de “Pasador de eje” en la bisagra, permite unir las dos partes,vinculando el


mundo de los servicios oficiales de salud y el de las prácticas de salud de base comunitaria
(Figura 1. La metáfora de la Bisagra)

2
El programa incluyó ampliación y mejoramiento de infraestructura, equipamiento, formación de personal.
En ese sentido su rol no solo contribuiría a aumentar la cobertura, sino a armonizar visiones
para acoplar lo mejor de los dos mundos.

El TSR imaginado podría contribuir a reducir los tiempos y brechas culturales para el acceso
a los servicios de salud, afirmado por los anillos de eje de giro en ambas placas (Figura 1)

Pero algo sucedió en el trayecto de medio siglo, la situación de salud no reveló mayores
avances y más bien evidenció pronunciados retrocesos. ¿Que pasó con el TSR?

3. Contexto de desempeño

Hace 50 años3 ingresó la primera promoción de TSR al INDAPS, en Izabal. Este año (2020)
está llegando la cohorte XL.

Junto a una segunda escuela inaugurada en Cabricán, Quetzaltenango 2014, se han


formado alrededor de 1,000 TSR, la mayor parte de los cuales trabajan con el Ministerio de
Salud Pública y Asistencia Social -MSPAS-4.

3
El 15 de marzo de 1972 se iniciaron las actividades en el INDAPS, después de un laboratorio de formación
de profesores de dos meses en ciudad Guatemala.
4
Consultas a un viceministro de salud en 2006, revelaron un estimado de 600 TSR empleados por el MSPAS.
Un artículo reciente, alude a 400 TSR empleados. La Hora, 23 de lulio 2020. ¿Cómo el TSR podría apoyar
frente al COVID-19?
¿Qué ha pasado en medio siglo de desempeño del TSR? No se disponen de datos y menos
de estudios, ni siquiera del dato de contratados.

Lo cierto es que a mediados de los setenta, el terremoto (1976), fue una tragedia en el país,
perdiendose decenas de miles de vidas y bienes inmuebles especialmente en áeas del
altiplano. Por si ello fuera poco, a finales de la década de los setenta y principios de los
ochenta, se intensificó el conflicto armado interno, con cientos de miles de deplazados y
desaparecidos.

Ambos fenómenos modificaron las prioridades políticas de las autoridades. A pesar de la


resonancia de la Atención Primaria de Salud (Alma Ata. 1978), para lo cual Guatemala ya
había comenzado a caminar años atrás, los programas de ajuste estructural impulsados
desde Washington, terminaron reduciendo y debilitando los aparatos públicos del Estado,
imponiendo lógicas de mercado (Privatización). Incluso el proceso de formación del TSR se
suspendió varios años en la década de los ochenta.5

En ese contexto de adversidad, no dejaron de destacarse acciones de los TSR en las


cadenas de logística, organización y ayuda humanitaria por el terremoto, así como el
reconocimiento de sus aportes en las campañas de vacunación, entre otras destacadas
actuaciones en el campo de la salud pública.

4. ¿Que pasó en medio siglo de actuaciones?

Sin duda el trayecto del TSR esta marcado por sus orígenes. Mi hipótesis central es que la
principal fortaleza inicial del TSR (su formación multidisciplinaria), se transformó en la
debilidad central de su quehacer.

El acierto de formar al TSR para abordar la multicausalidad del fenómeno salud-enfermedad


en el ámbito rural alimentó las inquietudes del personal de salud.

Su incorporación física a las áreas de salud (1974), encendió las alarmas y reservas de
miembros del equipo de salud por aparentes duplicidades de funciones.

Por un lado, la ambigüedad de funciones, inexperiencia y juventud de los/las TSR, y por el


otro las reservas y falta de información de las autoridades de salud de área, terminaron

5
Consulta personal a TSR de la I y III promoción. 29 y 31/Julio/2020. Una de las fuentes aludió a cinco años
de suspensión.
sepultándolo en estrategias de adaptación para sobrevivir, en un medio de indiferente a
hostil, mimetizándose.

Las reservas iniciales de los miembros del equipo de salud evolucionaron de reserva -
resistencia a indiferencia, generando disfuncionalidades. Tampoco se dispuso de recursos
y apoyo, sin que por ello se obtuviera el respaldo de autoridades en áreas muy específicas.

5. Los retos

En la coyuntura de pandemia del COVID 19, hay que visibilizar y posicionar al TSR con
propuestas orientadas a fortalecer la relación entre el sistema oficial de salud; la comunidad,
sus expresiones de organización y terapeutas.

Las acciones de salud preventiva, alerta temprana por COVID-19 y defensa del sistema
inmunológico (Producción de valores de uso), con excedentes para el mercado, así como
la participación ciudadana organizada de las comunidades en la cogestión de lo público es
oportuna.

Fortalecer la capacidad del TSR como funcionario articulado y articulador de capacidades


del aparato público en los ámbitos locales (Municipalidad, Educación, Salud), y de esfera
pública (Comisiones municipales, Consejos de Desarrollo, Mesas de diálogo, etc.), es la
oportunidad.

Los centros de formación del personal de salud deben mantener un diálogo sistemático con
el TSR en servicio a través de las Áreas de Salud, ajustando la oferta académica a las
necesidades del servicio y de las comunidades.

La pandemia puede ser la coyuntura para posicionar al TSR como un promotor de un nuevo
sentido común para luchar por la vida ¿Qué piensa usted?

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