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DERECHO EMPRESARIAL

PROFESORA: Dra. Analia Tafur Lezama

SECCION: 052161>05N01

TEMA: Análisis de tipos de sociedades

INTEGRANTES: PORCENTAJE DE PARTICIPACION:

 Carrasco Manchego Dino Rodrigo 100%


 Chavez Garcia Denisse Jhanira 100%
 Jimenez Aquino Onix Steven 100%
 Barazorda Rios Sharid Gianella 100%
 Luyo Condori Alberto Rafael 100%
 Felix Castillo Carlos Antonio 100%
 Garcia Arias Cesar Alexander 100%
 Churqui Callohuanca Divan Fernando 100%
LOS FUNDAMENTOS DE LOS TITULOS VALORES

El surgimiento del comercio hace necesario cambiar las formas tradicionales de


circulación de los bienes, por unas más ágiles: amparadas a la utilización de ciertos
documentos que hoy en día se denominan “títulos valores”.

Los títulos valores, cuyo surgimiento se presentó en el seno de las relaciones mercantiles
del Medioevo, irrumpió en el continente europeo como un mecanismo que permitió a los
comerciantes, y a quienes por sus ocupaciones debían trasladarse a diversas regiones,
movilizar riqueza de manera ágil y segura, por lo general representada en moneda
acuñada en diferentes lugares, para satisfacer las necesidades de determinados grupos
sociales ante la imposibilidad de obtener en un solo lugar todos los productos requeridos
para solventar la vida cotidiana.

En esas mismas líneas, se puede decir que los títulos valores vienen a ser documentos
esencialmente transmisibles, necesarios para legitimar el ejercicio del derecho autónomo
que en ellos se incorpora. Pueden ser de contenido crediticio, corporativos o de
participación, y de tradición o representativos de mercancías.

La noción anterior pone de manifiesto la aptitud del documento para transmitirse y la


vinculación entre el título como documento y el ejercicio del derecho que en él se
menciona. Ante todo, estos documentos poseen tres importantes aspectos definitorios
que marcan su estructuración como papeles mercantiles, diferenciados del resto de
abundantes papeles de comercio: a) la incorporación del derecho al documento, b) la
legitimación del acreedor por la posesión del documento y c) el aparejamiento de
ejecución judicial del derecho incorporado.

Frente a su surgimiento, en Europa, los títulos valores nacen para los sistemas jurídicos
nutridos por el derecho romano germánico, cuando los sistemas tradicionales de derecho
privado resultan insuficientes para atender las necesidades de un tráfico comercial cada
vez más intenso, motivado por el interés de los mercaderes en aplicar normas rápidas,
flexibles y ejecutivas, es decir, que garantizaran de una forma ágil tanto la circulación de
recursos económicos como el cobro de los créditos así surgidos.
Para la época señalada, el derecho común, inspirado en un criterio iusprivatista, estaba
inmerso en un formalismo que, en aras de la seguridad del tráfico, hacía que las
instituciones fueran inadecuadas al naciente derecho mercantil como regulador de las
relaciones profesionales del comerciante. Esta transferencia de derechos crediticios,
además de lenta, fue considerada poco segura para sustentar las transacciones
mercantiles, pues la posición jurídica del adquiriente tenía que ser suplida mediante
mecanismos que hicieran posible desligar el contenido del derecho adquirido por uno y
otro, a fin de lograr la suficiente independencia en cuanto al derecho del accipiens.

1
Andrade Otaiza, J.V. (2018) “La teoría de los Títulos Valores”.

Ahora, se puede decir que el Titulo Valor permite que quien tenga un capital acumulado
pueda emplearlo de manera segura y rápida en el comercio o en la industria,

ya que le proporciona una herramienta que representa un beneficio económico al poderlo


monetizar o convertir en dinero efectivo, a lo que se suma la fácil circulación de dicho
documento representativo de riqueza y su colocación rápida en las diferentes estructuras
económicas de la sociedad.1

De lo dicho, entonces, puede afirmarse concretamente que la base del nacimiento de este
tipo de documentos fue la necesidad de representar la riqueza a través de documentos
que facilitaran su cambio y, por ende, su realización económica para satisfacer
necesidades, así como su ágil transferencia, todo lo cual otorga certeza a la posesión de
un derecho en ellos representado y permite al tenedor del documento reducir los costes
para hacerlo efectivo, en la medida en que el ordenamiento jurídico le otorga acción
ejecutiva a tal efecto.2

Se sostiene que la mayor contribución del derecho comercial a la civilización moderna,


está representada por los títulos valores o de crédito y dentro de éstos los efectos o
papeles de comercio como medio de movilización, rápida y segura, de la riqueza.

2
Andrade Otaiza, J.V. (2018) “La teoría de los Títulos Valores”.

Para que los títulos valores cumplan su objetivo, su circulación ha de ser lo más simple
posible, esto es reducidas al mínimo las formalidades necesarias para dicha circulación; y
más segura que quepa, es decir, que el adquiriente esté garantizado de que la obligación
representada por el título ha de ser satisfecha por el deudor o emitente, sin que pueda
hacer valer contra él excepciones de tipo personal, aun cuando fueran válidas contra el
acreedor originario.

Aparte de la anterior razón de la necesaria negociabilidad de las inversiones, existen otras


que explican la enorme utilidad de los títulos-valores para el comercio actual. La
trasmisión del dinero entre comerciantes, de preferencia si se encuentran en plazas
diferentes, se facilita grandemente si ella se realiza mediante el depósito del dinero en
instituciones de crédito, las cuales emiten simples comprobantes de esos depósitos. Estos
pueden circular con las mismas notas de rapidez, simplicidad y seguridad. Del mismo
modo, la enajenación o el gravámen de mercaderías que se encuentran en viaje o en
poder de persona distinta del propietario, se facilita si pueden realizarse mediante la sola
trasmisión de los documentos que acreditan su propiedad o posesión, sin que sea
necesaria la tradición real de los bienes mismos. Finalmente, las grandes inversiones y
empréstitos estatales y privados pueden llegar a contar con el concurso y la participación
de los ahorros del gran público si se representan por medio de instrumentos o títulos de
rapidísima y efectiva circulación, que puedan ser convertidos con seguridad en dinero
efectivo en cuanto su titular lo desee.3

3
Avendaño V. J. (Sin fecha). “Los Títulos-Valores”.
PRINCIPIOS CAMBIARIOS

PRINCIPIO DE INCORPORACION:
En el principio de incorporación se dice que en un título valor es donde se representa o se agrega
derechos, porque todos los derechos que se encuentran se encuentran fusionados, es decir si una
persona quiere transferir el título valor también esta transfiere todos los derechos que contiene el
título valor.
 Se incorporan únicamente derechos patrimoniales.
 Lo que se busca es la confusión y el acuerdo con el título valor.

PRINCIPIO DE LITERALIDAD:
Todos los derechos y las obligaciones que se acuerdan en el titulo valor deben consistir en el mismo
documento, para poder determinar los alcances y el contenido del título valor solo se podrá recurrir a
lo que se haya acordado en el titulo valor, de esta manera ni el deudor ni el acreedor podrán
mencionar cuestiones que no emanen literalmente de lo acordado en el titulo valor.

PRINCIPIO DE AUTONOMIA:
En este artículo nos explica que cada persona que participe en el titulo valor resulta vinculada por
una relación que se independiza de los demás, La posición que tiene la persona natural o jurídica
como también los derechos que emanan del título valor son independientes entre sí.

PRINCIPIO DE CIRCULACION:
El titulo valor para ser tal siempre debe estar designado a la circulación, uno de sus objetivos
principales es que sean transferidos libremente de persona a persona ya sea una persona jurídica o
una persona natural, también nos dice que el documento emitido no circule por decisión de su titular
eso no le quita el modo circulatorio.
CIRCULACIÓN DE LOS TÍTULOS VALORES

El Título valor es un documento mercantil en el que está incorporado un derecho privado


patrimonial (derecho de cobro o pago), por lo que el ejercicio del derecho está vinculado
jurídicamente a la posesión del documento.

Los títulos valores han servido históricamente y aún continúan sirviendo como instrumento
de traslado de dinero ya que sirve para realizar negocios cuando no es posible contar con
dinero en efectivo o se involucran grandes cantidades de dinero, en donde estos
documentos suplen transitoriamente dichas cantidades que se espera conseguir o hacer
efectivas en un plazo determinado el cual puede ser cheques, letras de cambio, pagares.
Es por ello que la persona que firme el título valor quedará obligada a su cumplimiento.

Se sostiene que la mayor contribución del derecho comercial a la civilización moderna,


está representada por los títulos-valores o de crédito y dentro de éstos los efectos o
papeles de comercio como medio de movilización, rápida y segura, de la riqueza

Los títulos valores están regulados en nuestro país por la Ley n.º 27287 promulgada el 17
de junio del 2000 y publicada en el Diario Oficial el 19 del mismo mes y año por el
presidente de la República, Alberto Fujimori. La ley presente se subdivide en dos libros: el
primero de Parte general y el segundo de Parte especial; en ellos se presentan secciones
y títulos que dan mayores explicaciones sobre los títulos valores.

1.- Títulos valores al portador:

Son aquellos que reconocen un derecho a favor de la persona indeterminada que posea
el documento.

Se pueden transmitir estos títulos valores por la mera entrega del documento a otra
persona. Debiendo abonar el crédito el emitente (deudor) en la fecha del vencimiento a
cualquier poseedor legítimo.  A este tipo de título valor pertenece el cheque al portador.
La persona que cobre este cheque al portador deberá identificarse con su DNI,
nombre completo y firma.
2.- Títulos valores nominativos:

Son aquellos que reconocen un derecho a favor de una persona determinada.


Para la transmisión de estos títulos valores, además de la entrega del documento, es
necesaria notificación al emitente (deudor) para la inscripción de la misma en su libro
registro de títulos. A este tipo de título valor pertenece el pagaré y el cheque nominativo.

3.- Títulos valores a la orden:

Son aquellos que se extienden a favor de una persona determinada, pudiendo ésta
transmitirlos a otra persona por medio de la fórmula del endoso.

No es necesario notificar a la persona obligada al pago (deudor) la transmisión efectuada.


Debiendo responder el endosante (acreedor original o posteriores) frente al endosatario
(acreedor actual) de la solvencia económica de la persona obligada al pago. A este tipo
de título valor pertenece la letra de cambio.

Existen 4 clases de Endoso:

 Endoso de propiedad opera con la entrega física en el cual se señala la indicación


de “páguese a la orden de… “o alguna similar o al omitir se sobreentiende en el
endoso
 Endoso en garantía se da cuando el endosatario recibe el titulo como prenda de
cumplimiento de alguna obligación que tenga el endosante (quien entrega) El
endosatario puede cobrarlo
 Endoso de procuración otorga un poder que permite al endosatario (quien lo
recibe) a que pueda presentar el título para cobrarlo. Presenta la cláusula “en
procuración”, “en cobranza” u otro similar.
 Endoso de fideicomiso mediante este endoso se trasmite el dominio fiduciario del
título valor a favor del fiduciario, con las cláusulas “endosado en fideicomiso”
LAS CLÁUSULAS ESPECIALES EN LOS TÍTULOS VALORES

Debido a la crisis socio estructural actual del Perú resulta peligroso portar grandes montos
de dinero efectivo para realizar transacciones económicas. Por ejemplo Palacios (2019)
sostiene que el cheque por ser un título valor configura garantía en las transacciones
económico financieras, sin embargo la mayoría de personas solo sabe que se utiliza para
que le entreguen dinero a cambio de él pero desconoce qué hacer en caso de que el
mismo no tenga fondos, o que hacer en caso de extraviarlo.

Las cláusulas especiales presentes en los títulos valores son muy importantes puesto que
son pactos asumidos por los sujetos cambiarios que se añaden al título valor, mediante
las cuales éstos aceptan someterse a situaciones excepcionales que normalmente no se
presentan en la realización de un documento cambiario.

Por lo tanto, estas cláusulas especiales deberán encontrarse de manera explícita en


cualquier lugar del documento o en una hoja adherida a él, solo así de esta manera tendrá
efecto frente a los obligados respectivos. Así señala también el artículo 48.2 de la ley
27287 que “en el caso de los valores con representación por anotación en cuenta, los
pactos y cláusulas especiales deberán constar en el registro respectivo”.

La importancia de dichas cláusulas especiales se subdivide dentro de diversos tipos


existentes de dichas estipulaciones. Por ejemplo se encuentra la cláusula de prórroga, o
la de pago en moneda extranjera que en el certificado bancario en moneda extranjera la
obligación de pago que contiene, debe ser cumplida por su emisor, en la misma moneda
extranjera que expresa el título, sin que se requiera de la cláusula de pago en moneda
extranjera.

También resulta esencial la cláusula sobre pago de intereses y reajustes o la cláusula de


liberación del protesto que salvo disposición explícita diferente de la ley, en los títulos
valores sujetos a protesto hay posibilidad de que se añada la cláusula sin protesto u otra
equivalente en el acto de su aceptación, lo que libera al tenedor de dicha formalidad para
ejercitar las acciones derivadas del título valor (Art. 52 Ley 27287, Perú).
En conclusión, considero que resulta muy importante tener en cuenta las cláusulas
especiales de los títulos valores puesto que son especificaciones muy dinámicas, tanto
para el deudor como para el acreedor. Por ejemplo, en la cláusula de pago con cargo en
cuenta bancaria, se puede acordar que dicho pago se cumplirá mediante cargo en cuenta
mantenida en una persona jurídica del Sistema Financiero Nacional, señalando el nombre
de la empresa y el número o código de la cuenta.

Se recomienda a la sociedad a tener en cuenta también otras cláusulas muy esenciales


como la de venta extrajudicial o la cláusula de sometimiento a leyes que para el ejercicio
de las acciones derivadas del título valor podrá acordarse el sometimiento a la
competencia de determinado distrito judicial del Perú u otro país y también la cláusula
documentaria que a pesar de no encontrarse en el acápite de las cláusulas especiales
cuando se acompañan documentos a la letra de cambio, se obliga al tenedor a no
entregar los documentos hasta que se produzca el pago/aceptación de la Letra de
Cambio.

LAS GARANTÍAS EN LOS TÍTULOS VALORES

La garantía tiene por finalidad otorgar una mayor seguridad al acreedor del pago de la
obligación, en caso que el deudor no pueda cumplir con la obligación contraída.

Asimismo, las garantías, en términos generales, constituyen un medio o instrumento de


seguridad a las personas; con ellas se pone a buen recaudo sus derechos o sus bienes;
proporcionan la tranquilidad necesaria a los titulares de tales derechos o bienes, frente a
la amenaza o eventual afectación originada por la conducta indebida o inapropiada,
adoptada –consciente o inconscientemente– por otra persona.

Reflexionando acerca de la idea que se tiene comúnmente sobre las garantías, podemos
señalar que éstas pueden identificarse incluso como aquellas que sirven para la
protección de bienes jurídicos de relevante importancia en nuestro ordenamiento jurídico,
y que tienen connotación extra patrimonial.
Así, por ejemplo, la Constitución Política del Estado prevé medios idóneos que
constituyen garantías que permiten asegurar y proteger los derechos fundamentales de
las personas, frente a la amenaza de violación o a la violación misma de los referidos
derechos, sea por los particulares o por el Estado; a estas se les conoce como garantías
constitucionales.

Ahora, en el presente trabajo se enfocará o se tomará importancia sobre las garantías en


las relaciones jurídicas patrimoniales, es decir en las relaciones jurídicas obligatorias o
crediticias; en ellas se identifican a dos partes o sujetos; de un lado tenemos al sujeto
activo, a quien se le denomina acreedor o titular de un derecho de crédito, y por el otro se
identifica al sujeto pasivo, denominado deudor u obligado frente al primero. Ante la
posibilidad de incumplimiento del deber u obligación impuesta o asumida por el sujeto
pasivo –deudor–, la garantía constituye la esperanza de que tal obligación se cumpla y el
acreedor, llegado el momento, vea satisfecho su crédito; se puede afirmar entonces que
la garantía permite al acreedor la seguridad de la satisfacción de su interés y la adecuada
protección a su derecho de crédito; es decir, la garantía cubre el riesgo de un eventual
incumplimiento de la obligación asumida por el deudor.

GARANTÍAS RESPECTO DE LOS BIENES DEL DEUDOR

En síntesis, es un sustento de seguridad que otorga el deudor de orden patrimonial,


quedando a favor del acreedor, siendo como juramento del deudor para cumplir con sus
obligaciones. Dicho esto, el deudor no tiene la libertad para disponer de su patrimonio
mientras siga quedando por existente una deuda pendiente, ya que, valga la redundancia
el patrimonio del deudor sirve como garantía o la seguridad que tiene el acreedor tome
posesión en caso de que se incumpla la obligación acordada. En nuestro ordenamiento
jurídico del Perú, las prendas son denominadas garantías mobiliarias, subsistiendo con
sus particularidades y la hipoteca.

GARANTÍAS CON RESPECTO DE LOS BIENES DE UN TERCERO

La eventualidad de este caso, es que los bienes del deudor resultan escasos para
responder por sus deudas como garantía, quedando por acuerdo mediante contrato,
otorgar el derecho de seguridad o garantía por parte de un tercero, ajeno a la relación
jurídica existente entre ellos, con la finalidad de que responda de la misma forma que el
deudor por las obligaciones acordadas.
Nos encontramos presente a dos relaciones jurídicas; la primera es la relación jurídica
principal que existe entre el acreedor y el deudor, y la segunda es la relación jurídica
accesoria que se presenta entre el acreedor y el garante.

GARANTÍAS PERSONALES Y GARANTÍAS REALES

Las garantías personales consisten en la asumir la responsabilidad de una obligación


propia, que se añade y refuerza la obligación principal o la incorporación de un tercero
que viene a ser un garante como un sujeto pasivo de la misma obligación. En el artículo
56 “Garantías Personales y Reales” de la Ley de Títulos Valores Nº 27287 presenta con
mayor precisión en el numeral 56.1 de la ley indica que el cumplimiento de las
obligaciones que representan los títulos valores puede estar garantizado total o
parcialmente por cualquier garantía personal y real u otras formas de aseguramiento que
permita la ley, inclusive por fideicomisos de garantía. En el numeral 56.2 de la ley indica
que se deberá dejar constancia o registro respectivo para que las garantías surtan efecto
en favor de cualquier tenedor. En el numeral 56.3 de la ley indica que se debe indicar a la
persona garantizada, sin embargo, si no acata a lo mencionado, el garante se presume
que la garantía queda respaldo del deudor principal. En el numeral 56.4 de la ley indica
que, si no hay un previo acuerdo en cuanto monto o límite de la garantía, se da por
entendido que el deudor garantiza todas las obligaciones que representa el título valor. En
el numeral 56.5 de la ley indica que en la constitución y ejecución de garantías de valores
mobiliarios y de valores con representación por anotación en cuenta, se observarán
adicionalmente otras disposiciones especiales que señalen las leyes de la materia.

Referencias bibliográficas:

Lama More, H.E. (2012-2013) “Garantías en Títulos Valores”.


LAS ACCIONES CAMBIARIAS

Acciones cambiarias siempre es otorgada al acreedor mediante que allá falta de pago o
aceptación de letra cambio, la cual se maneja con una virtud que está incorporada dentro
de los títulos valores. Según Villanueva (2012) menciona que el tenedor pueda tomar
acciones la cual está encargada de todas las transacciones de la empresa bajo los
principios contables, de una manera que el tenedor realiza un instrumento de cobro para
que su deudor haga el pago correspondiente, la cual se niega a pagar. Por ello tenemos 3
tipos de acciones cambiarias.

Las acciones bancarias es el proceso de la cual el acreedor se hace responsable de


cobrar la deuda sea en dinero o mercancía, mientras el deudor rechaza a pagar la cual el
avalista es el único que puede ser responsable de la deuda, siempre cuando un deudor
no cumpla con pagar. En título valor está estipulado que entran en un juicio cambiario de
la cual el deudor está obligado a pagar, ya que está en la ley de enjuiciamiento civil.

La importancia de las acciones cambiarias es que se dividen en 3 tipos las cuales son:
Las acciones cambiarias directo solicitaran un pago la cual tiene un aval en un trámite
cuando es rechazado la letra de cambio en la cual se someterá en un juicio cambiario y
eso está en la ley de enjuiciamiento civil, mediante la acción de regreso permiten que se
honre el pago que acordó entre el avalista, librado y endosantes, de tal manera que se
debe contar con la denegación por la quien asumió el pago y por ultimo las acciones extra
cambiarias la cual estas acciones se utilizan cuando las acciones cambiarias no se
puedan ejecutar.

En conclusión, las acciones cambiarias es impórtate en el sentido que un acreedor


siempre tiene que aparecer justo en el momento cuando hay un problema como en la falta
de pago y así él se encarga de enviar documentos al deudor para que logre pagar así sea
dinero o mercancía, para ello el avalista interfiere para que él sea haga responsable de la
deuda, la cual está estipulada en los títulos valores.

Se recomienda a la sociedad a tener en cuenta que las deudas que tienen que pagar
mientras que el deudor lo rechaza, podrían entra a un juicio de la cual saldrían perdiendo
porque en el momento que tu firmas el documento te haces responsable de la deuda,
pero en esta ocasión estuvo un avalista la cual él se podría hacer cargo siempre y cuando
la persona no sea responsable con la deuda que tiene.

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