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BORRADOR

El TLCAN y el sector agropecuario y rural mexicano: mitos, realidades y perspectivas


Antonio Yúnez Naude, El Colegio de México, George A. Dyer (DAS A.C.) y Alan
Hernandez Solano (UNAM).
20 de noviembre 2017
(Versión preliminar, no citar sin la autorización de los autores)

I.- Introducción
A finales de los años 1980 y principio de los 1990 el sector agropecuario mexicano fue
incluido en el proceso de profundos cambios en la relación entre el Estado y la economía.
Destacan la eliminación de licencias a la importación de granos y oleaginosas que
controlaba la hoy extinta Compañía Nacional de Subsistencias Populares o CONASUPO en
preparación a la entrada de México al Acuerdo General de Comercio y Tarifas (GATT por
sus siglas en inglés); la eliminación de los precios de garantía o de soporte al productor de
los cultivos mencionados; el desmantelamiento de la infraestructura estatal para el
almacenamiento de granos; y la inclusión del sector agroalimentario al Tratado
Norteamericano de Libre Comercio o TLCAN.

Algunos de los efectos en la agricultura mexicana de dichas reformas y durante la vigencia


del TLCAN han coincidido con lo que se esperaba y otras no lo han hecho.

Un propósito en este artículo es describir la dinámica del sector agropecuario y rural


mexicanos y proponer explicaciones al por qué algunas de las expectativas no se han
cumplido: entre ellas destaca el nuevo tipo de intervenciones del Estado mexicano en el
sector. A partir de ello se discuten los retos que enfrenta el Estado mexicano para promover
un desarrollo incluyente del campo y, en consecuencia, de la seguridad alimentaria del país,
tomando en cuenta dos escenarios posibles que podrían surgir de la renegociación en curso
del TLCAN, así como de sus implicaciones.

Incluyendo la presente introducción, el artículo está compuesto por cinco secciones. En la


que sigue se presenta una síntesis de las principales características de las reformas y del
TLCAN en materia agropecuaria y las expectativas que se tenían sobre sus efectos, así
como las tendencias del sector durante los últimas dos o tres décadas. A partir de éstas y de
la estructura agraria y evolución de la pobreza rural se hace un diagnóstico sobre los efectos
de las reformas, del TLCAN y de las políticas de desarrollo rural, incluyendo las sociales.
En la tercera sección se plantean dos resultados alternativos surgidos del interés del
Presidente estadounidense Trump de renegociar o cancelar el TLCAN, y en la cuarta sus
posibles implicaciones. El artículo concluye con una discusión crítica de las políticas de
desarrollo agropecuario rural durante el periodo estudiado y, con esta base, con una
reflexión sobre los retos que enfrenta México y su Estado para que en el campo se logre un
desarrollo sostenido que contribuya a la seguridad alimentaria.

II.- Tendencias y diagnóstico

A partir de la crisis macroeconómica de 1982 el Estado mexicano inició un proceso para


reducir su participación en la economía. Las reformas incluyeron al sector agroalimentario
y culminaron con la firma del Tratado de Libre Comercio Norteamericano o TLCAN, cuya
aplicación inició en enero de 1994 (cuadro 1). 1

Cuadro 1. El proceso de liberalización del campo mexicano


CAMBIOS DE POLÍTICA CARACTERÍSTICAS AÑOS

Sustitución de las licencias de importación por tariffas 1986-


Entrada de México al GATT
agropecuarias (tarifas entre 0% y 20%) 1994
Abolición de CONASUPO: intervenciones en importaciones,
precios, almacenes y bodegas, etc.
Desmantelamiento o venta de las
1988/99
empresas del estado Abolición de paraestatales: café, azúcar y tabaco
Eliminación del subsidio a la tortilla
Fin de la distribución de tierras
Reforma Ejidal 1992
Eliminación de restricciones a la propiedad social de la tierra

Creación de Apoyos a la Comercialización (ASERCA, 1991)

Creación del programa de apoyos al ingreso de los productores


de cultuvos básicos o PROCAMPO (1994)
Nuevas instituciones y políticas
relacionadas con el sector Alianza para el Campo: intervenciones para el desarrollo rural: 1989…
agropecuario y rural 1986-2007
Creación de la Secretaría de Desarrollo Social (1997)
Sistitución del extensionismo por agentes privados

Orientación de las políticas al Separación de las políticas al campo productivas y sociales.


1997
campo Creación de la Secretaría de Desarrollo Social o SEDESOL

Transición
Los precios de los productos agropecuarios determinados en el
Tratado Norteamericano de hasta
mercado internacional
Libre Comercio (TLCAN o 2008
NAFTA)
 Prohíbe el uso de licencias de importación aplicando Enero
1
En el Anexo se reportan, en tres cuadros: los procesos de liberalización del comercio agropecuario de
México (cuadro A1) y la liberalización escalonada acordada por México y EUA de los productos que
consideraron sensibles en el marco del TLCAN (cuadro A2 y cuadro A3 respectivamente).
principios de tarificación
Liberalización completa en 2018. Los productos agropecuarios
sensibles sujetos a cuotas y tarifas hasta eliminarlas
paulatinamente en 15 años
1994...
Las intervenciones del gobierno están permitidas en materia de
subsidios agropecuarios, restricciones a la importación por
razones fito sanitarias y se establecieron reglas de origen en
materia de empaquetamiento

Fuente: elaboración propia

Las expectativas

En materia agropecuaria, los resultados esperados de la administración del presidente


Salinas de Gortari (1989-1994) fueron los siguientes2.

Precios. Con las reformas interna y el TLCAN surgiría lo que en economía se llama la “ley
de un solo precio” es decir, que los productores tomarían sus decisiones a partir de precios
fijados en el mercado internacional. Se esperaba que los de los cultivos mexicanos no
competitivos bajarían (granos y oleaginosas)3, afectando a sus productores y que, con la
eliminación de aranceles, se beneficiarían los de cultivos de exportación (frutas y
hortalizas).

Producción. Las modificaciones en precios agrícolas traerían consigo una reestructuración


de la oferta agrícola nacional hacia cultivos competitivos o una mayor eficiencia en la
producción de los no-competitivos o básicos. Asimismo, las importaciones más baratas de
bienes para la alimentación animal beneficiarían a la actividad ganadera.

Trabajo. Los cambios en la estructura de la producción promoverían la demanda de trabajo


en cultivos competitivos de exportación (más intensivos en este factor de producción que
los básicos) y, en el corto y “mediano” plazo, la emigración rural al México urbano y a los
Estados Unidos de Norteamérica (EUA).

En última instancia, la expectativa oficial fue que con las reformas y el TLCAN el campo
mexicano experimentaría un desarrollo sostenido.

2
Detalles en Yúnez y Barceinas (2003).
3
Estos cultivos –llamados básicos--fueron los principales bienes sujetos a intervenciones de la Compañía
Nacional de Subsistencias Populares o CONASUPO, una paraestatal que, entre otros, determinaba sus
precios (llamados de garantía).
La liberalización del agro mexicano no estuvo exenta de críticas, destacando el argumento
basado en los subsidios que el gobierno estadounidense otorgaba a sus agricultores. Éste se
basaba en que tales apoyos provocarían competencia desleal dañando a los productores
mexicanos de básicos, destacando el maíz. La respuesta oficial a tal crítica fue que el
consumidor mexicano se beneficiaría con dichos subsidios al tener acceso a alimentos más
baratos. En síntesis, los detractores del TLCAN (y las reformas) se enfocaron y han
enfatizado los efectos de tales procesos por el lado de la oferta y su consecuencia: la mayor
dependencia agroalimentaria de México hacia los EUA.

Compactación de las tierras agropecuarias. La reorientación de la política pública incluyó


a la llamada reforma ejidal, con la que se esperaba, entre otras, la reducción del minifundio
y el logro de una mayor eficiencia en la producción agropecuaria al promover derechos
privados de propiedad de la tierra.

Pobreza. Asimismo, a la par del proceso de liberalización de la economía mexicana y de su


sector agropecuario, el Estado mexicano creó programas e instituciones para el combate a
la pobreza rural, entre otras, como la forma de contener los efectos que podría tener en ella
las reformas y con la expectativa de que, a largo plazo, la dinámica de la economía
mexicana la redujera.

Convergencia. También se esperaba que con el TLCAN y las reformas, la economía de las
distintas regiones rurales del país tenderían a converger. En particular, que la producción de
cultivos competitivos intensivos en mano de obra emplearía a trabajadores agrícolas
desplazados de la producción de cultivos no competitivos.

Migración. La expectativa fue que, durante el periodo de ajuste, la migración rural crecería,
tanto al resto de México como a los EUA, y que esta última se reduciría en el mediano
plazo.

Políticas de transición. Además de la liberalización escalonada que el gobierno de Salinas


de Gortari acordó con los de EUA y Canadá para productos agropecuarios sensibles, se
aplicaron programas de transición para atenuar los efectos inmediatos del TLCAN. Destaca
la creación en 1991 de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria o ASERCA
y dentro de ella el Programa de Apoyos Directos al Campo o PROCAMPO y los subsidios
a la comercialización de cultivos básicos (cuadro 1).
Las tendencias.El diagnóstico que sigue se basa en la evolución de precios, comercio,
producción agropecuaria y estructura agraria durante las reformas y el TLCAN, así como
en algunas tendencias de convergencia de las regiones rurales y en el ingreso y pobreza
rural durante el mismo periodo.

Precios, comercio y producción

Como se previó, los precios internos de los principales cultivos producidos en México –los
granos—han experimentado una tendencia a su igualación con los internacionales
(Jaramillo, Yúnez y Serrano, 2015). También como se esperó, los primeros decrecieron
durante los primeros años de aplicación del TLCAN. Siguiendo la tendencia internacional,
dichos precios crecieron a medidos de la década del 2000 y han experimentado una gran
volatilidad durante los años más recientes (gráfica 1).

Gráfica 1. Precio medio rural (pesos de 2002 por tonelada)


6,000

5,000

4,000

3,000 Cebada
Maíz
Sorgo
2,000 Trigo

1,000

0
80 82 84 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06 08 10 12 14
19 19 19 19 19 19 1 9 1 9 1 9 1 9 2 0 2 0 20 20 20 20 2 0 2 0

Fuente: Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta, SIACON.

Durante el periodo de vigencia del TLCAN el crecimiento de la producción agropecuaria


ha sido bajo, menor al del también bajo crecimiento del producto interno bruto (PIB)
nacional. Sin embargo, el ritmo de crecimiento del sector ha aumentado en lo que va del
siglo XXI, sobretodo en los últimos años, cuando tanto el PIB agrícola como el pecuario
crecieron a ritmos relativamente elevados (2.4% y 4.8% respectivamente, gráfica 2).
Gráfica 2. PIB nacional y agropecuario (tasas medias de crecimiento anual, pesos de
2002)

1993-2015

2010-2015

2005-2009

2000-2004

1995-1999

-2.00% -1.00% 0.00% 1.00% 2.00% 3.00% 4.00% 5.00% 6.00% 7.00%

PIB Agricultura Ganadería Agropecuario


Fuentes: Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera http://www.siap.gob.mx/comercio-exterior/; el índice de
precios se tomó del El índice de precios de México viene del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI):
http://www.inegi.org.mx/sistemas/IndicePrecios/ y http://www.banxico.org.mx/SieInternet/

Por su parte y durante el TLCAN, el comercio agropecuario de México ha crecido


continuamente, sobretodo el que tiene con los EUA.4 Exceptuando los años de la crisis de
mediados de la década de los 1990 y hasta 2015, la balanza comercial agropecuaria de
México fue deficitaria (gráfica 3).

En el cuadro 2 se muestra la evolución de las importaciones de México en volumen y valor.


De él se desprende que, de 1999 a 2015, las tasas medias de crecimiento anual de las
compras mexicanas al exterior de los principales granos fueron positivas, salvo las de sorgo
en volumen y valor y las de cebada en volumen. Las importaciones de las principales
oleaginosas también crecieron durante el periodo (con la excepción de las de semillas de
algodón en valor y volumen y las de soya en volumen); las de carnes crecieron en valor y
las de leche en volumen y valor. Las últimas dos columnas del cuadro 2 contienen los
cambios en importaciones 2005 respecto a 2014, que muestran en general cambios notables
4
El peso de los EUA en el comercio agropecuario mexicano fue muy alto desde antes del TLCAN, y ha
crecido. Por ejemplo, en dólares constantes, el peso de las importaciones de maíz provenientes de los EUA
pasó de 98% en 1990-93 a 99% en 2005-2015; y en los mismos periodos: el de las de trigo de 59% a 74%, de
soya del 96% al 99%, mientras que las de sorgo han sido de casi el 100% desde 1990-03. Fuente: bases de
datos de FAO-Naciones Unidas e índice de precios al consumidor del Fondo Monetario Internacional
respecto a las cifras de cambios promedio históricos. Lo anterior es parte de la explicación
del saldo positivo en la balanza comercial experimentado en 2015 (y 2016), aspecto que se
discute más abajo.

Gráfica 3. Importaciones y Exportaciones Agropecuarias de México (pesos de 2002)


140,000.00

120,000.00

100,000.00

80,000.00

60,000.00

40,000.00

20,000.00

-
1993 1998 2003 2008 2013

Importaciones Exportaciones
Fuente: http://www.inegi.org.mx/sistemas/bie/

Cuadro 2. Importaciones de los principales bienes agropecuarios: tasas medias de


crecimiento anual (toneladas y pesos de 2002)
1999-2015 2014-15
  Volumen Valor Volumen Valor
CULTIVOS NO COMPETITIVOS
GRANOS        
Arroz 2.96% 5.28% 1.20% -5.21%
Cebada -3.05% 1.04% 97.49% 103.41%
Maíz 5.26% 8.84% 17.55% 42.12%
Sorgo -16.88% -10.76% 224.49% 126.43%
Trigo 24.78% 28.45% 4.57% 0.96%
Frijol 2.33% 4.10% 7.71% 11.10%
OLEAGINOSAS        
Ajonjolí 3.71% 6.94% -40.00% -55.44%
Cártamo 4.88% 3.86% 98.62% 132.16%
Algodón -4.04% -2.26% 0.81% -8.34%
Soya -0.05% 3.31% -0.04% -11.32%
CARNES
BOVINO -4.44% 1.19% -14.82% 5.45%
AVES 7.33% 9.93% 5.05% -4.27%
CAPRINOS -6.61% 0.60% 4.27% 4.47%
PORCINOS 12.19% 15.48% 20.33% -8.90%
Leche Bovino y Caprino 4.91% 4.35% 15.53% 19.91%
Fuentes: http://www.siap.gob.mx/comercio-exterior/;
http://www.inegi.org.mx/sistemas/IndicePrecios/ y http://www.banxico.org.mx/SieInternet/

Las exportaciones mexicanas de frutas y hortalizas también han crecido (aunque las de
carnes y leche son insignificantes), cuadro 3. Destacan las de aguacate, que han crecido
sostenidamente a partir de la eliminación de restricciones a su exportación a los EUA, al
grado que su valor ahora es similar al del jitomate.

Cuadro 3. Exportaciones de los principales cultivos: tasas medias de crecimiento


anual (tinealdas y pesos de 2002)
1999-2015 2014-15
  Volumen Valor Volumen Valor
FRUTAS
Aguacate 26.72% 32.92% 32.44% 36.46%
Limón, lima y naranja 19.83% 21.47% 17.18% 17.37%
Melón y sandía 4.57% 8.47% 6.92% 17.40%
Mango     14.80% 23.19%
Papaya 6.82% 9.05% 11.34% 29.62%
Piña 11.38% 11.57% 86.85% 114.75%
HORTALIZAS
Tomate 15.53% 20.40% 1.72% 25.05%
Brócoli y Coliflor 15.61% 20.60% 33.35% 64.52%
Chile     3.84% 22.68%
Zanahoria (Incluye nabos) 6.79% 8.94% 8.99% 23.99%
Cebolla     -35.78% -82.07%
Pepino (incluye pepinillos) 12.35% 10.40% 45.51% -56.97%
Ajo 2.08% 2.29% 11.75% 25.30%
OTROS
Caña     -14.10% -22.72%
Café -3.31% -0.88% -9.03% 13.21%
Fuentes: http://www.siap.gob.mx/comercio-exterior/;
http://www.inegi.org.mx/sistemas/IndicePrecios/;y http://www.banxico.org.mx/SieInternet/
Una forma de estudiar la evolución de la agricultura y ganadería es a partir del cálculo de
las relaciones entre importaciones (exportaciones) y la producción interna de sus
principales bienes. Como se aprecia en el cuadro 4, de 2008 a 2014, México aumentó su
dependencia del exterior en todos los granos y oleaginosas. La excepción es la soya, aunque
el peso de sus importaciones respecto a la producción interna es muy elevado: de 18.4
veces en términos físicos y 19.7 si se mide en valor. México también depende cada vez más
de las importaciones de arroz y de trigo, aunque en menor medida. También destaca el
hecho de que la dependencia en maíz, aunque ha crecido durante los periodos aludidos, ha
sido menos elevada que la de la soya, el arroz y el trigo: en 2008-2014 el componente
importado en su oferta total nacional fue del 26% en términos físicos y del 36% en valor. Si
se toma en cuenta el elevado peso del comercio mexicano con los EUA, puede decirse que
tal dependencia es, sobre todo, con el vecino del norte. Por su parte, la dependencia de las
importaciones de carnes y leche ha sido baja, aunque ha crecido la de carnes de ave y
cerdo, posiblemente por el aumento en las importaciones mexicanas de lo que los
estadounidenses desechan, como entrañas, muslos , piernas y cabeza.

Cuadro 4. Relación entre producción interna, importaciones y exportaciones de los


productos agropecuarios más importantes (promedios por periodo a pesos constantes)

Exportacio
Importaciones Volumen Valor Volumen Valor
nes

1999- 2008- 1999- 2008- 1999- 2008- 1999- 2008-


  2007 2014 2007 2014   2007 2014 2007 2014
Granos         Frutas        
Arroz 2.48 4.24 2.93 6.10 Aguacate 0.11 0.36 0.22 0.74
Cebada 0.10 0.07 0.12 0.14 Cítricos 0.03 0.09 0.09 0.26
Maíz 0.21 0.26 0.20 0.34 Melones 0.22 0.45 0.15 0.35
Sorgo 0.35 0.15 0.45 0.24 Papaya 0.10 0.16 0.17 0.23
Trigo 0.57 0.80 0.67 0.92 Piña 0.03 0.06 0.05 0.12
Frijoles 0.08 0.13 0.08 0.16 Vegetales        
          Tomates 0.10 0.45 0.12 0.75
Brócoli y
Oleaginosas         coliflor 0.07 0.29 0.19 0.90
Ajonjolí 0.58 0.42 0.68 0.61 Zanahoria 0.30 0.25 0.17 0.35
Cártamo 0.03 0.12 0.05 0.16 Pepino 0.00 0.00 0.00 0.01
Semilla de
Ajo
algodón 2.58 0.81 4.84 1.89 0.14 0.18 0.18 0.25
Frijol de soya 35.55 18.44 33.71 19.65 Café 0.05 0.08 0.42 0.92
Productos de
origen animal        
Carne de bovino 0.18 0.11 0.22 0.18
Carne de ave 0.19 0.26 0.11 0.17
Carne de cerdo 0.23 0.41 0.15 0.32
Huevo 0.00 0.01 0.01 0.02
Leche 0.01 0.00 0.01 0.01
Fuentes: Estimaciones propias con datos del SIAP: http://www.siap.gob.mx/ El índice de precios de México viene del
INEGI: http://www.inegi.org.mx/sistemas/IndicePrecios/Cuadro.aspx?nc=CA55&T=%C3%8Dndices%20de%20Precios
%20al%20Consumidor&ST=%C3%8Dndice%20Nacional%20de%20Precios%20al%20Consumidor%20y%20sus
%20componentes

En cuanto a las exportaciones, la relación entre éstas y su producción en México ha crecido,


destacando las de aguacate en años recientes, a partir de la eliminación de las restricciones
que históricamente impuso el gobierno de los EUA a las exportaciones nacionales del fruto
(últimas columnas del cuadro 4).

Como se mencionó, el peso de los EUA en el comercio agropecuario mexicano es muy


elevado y ha crecido durante el TLCAN; en lo que va del siglo XXI, el peso promedio de
las importaciones de maíz estadounidenses fue de un poco más del 99% (en 1990-1993
98%); el de las de sorgo se han mantenido en caso 100% y las de soya de 98.5% (de 96.5%
durante los tres años previos al inicio del TLCAN). El trigo es el cultivo importado en el
que los EUA tienen en menor peso respecto a nuestras importaciones de otros básicos, Aun
así, éste es elevado y ha crecido: de 59% a 75% durante 1990-1993 y 2005-2010. Lo mismo
ha sucedido con las exportaciones mexicanas de frutas y vegetales. 5

Compactación de tierras agropecuarias

Las cifras de los censos agropecuarios de 1991 y 2007 indican que no se ha modificado
sustancialmente la estructura agraria en México, en el sentido que las unidades de
producción agrícola o UPA de menor tamaño siguieron siendo las más abundantes, y, no

5
Por ejemplo y según datos del Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera o SIAP de la SAGARPA: el
peso de EUA en las exportaciones de las principales frutas mexicanas fluctúan entre el 80% (aguacate) y casi
100% (papaya y piña). Patrón similar tienen las exportaciones de vegetales a tal país. Por ejemplo el 99% de
las exportaciones de jitomate y alrededor del 97% de las de brócoli, coliflor y chiles.
sólo eso, sino que su peso subió en 2007 respecto a 1991 (cuadro 5). 6 Por su tamaño, la
proporción de tierra que explotan estas unidades es baja. 7

Cuadro 5. Estructura agraria, tamaño de las Unidad de Producción Agrícola (UPA):


1991-2007

Tamaño promedio Distribución en el total de


  (hectáreas o Has.) UPA UPA
Estrato Censal 1991 2007 1991 2007 1991 2007
Hasta 2 Has. 1.12 1.09 34.56% 44.47% 4.71% 6.10%
De 2 a 5 Has. 3.41 3.46 25.35% 24.21% 10.55% 10.51%
De 5 a 20 Has. 8.78 9.23 31.25% 23.16% 33.52% 26.84%
De 20 a 50 Has. 20.51 25.26 5.27% 5.10% 13.22% 16.16%
De 50 a 100 Has. 42.64 51.68 1.77% 1.74% 9.24% 11.32%
De 100 Has y más 388.81 791.06 1.80% 1.32% 28.76% 29.07%
Fuente: INEGI. Censos Agropeacuarios 1991 y 2007.

La información de los censos 1991 y 2007 también muestra que el ejido ha seguido siendo
un componente de importancia en materia de tenencia de la tierra, y no sólo esto, sino que
la proporción de hectáreas bajo este régimen subió: de 28% en 1991 a 33% en 2007 (cuadro
6).

Cuadro 6. Derechos de propiedad de la tierra (Has.): 1991 y 2007


Tipo de propiedad
Ejidal Comunal Pública Otra (*) Total excluyendo
Año
Privada "otra"

1990 30,032,644 4,338,099 70,493,493 1,315,198 2,166,651 106,179,434


2007 37,009,820 3,783,889 69,672,269 492,580 1,390,552 110,958,557
Cambio (%) 23.2 -12.8 -1.2 -62.5 -35.8 4.5
(*) Incluye tierras para vivienda y servicios públicos
Fuente: INEGI. Censos Agropeacuarios 1991 y 2007.

Convergencia

Persisten las diferencias en la economía mexicana en varios ámbitos. En el regional y entre


otras el ingreso de los hogares rurales no ha convergido con el de los urbanos (gráfica 4), y

6
El INEGI define a la Unidad de Producción commo el conjunto formado por terrenos con o sin actividad
agropecuaria o forestal en el área rural o con actividad agropecuaria en el área urbana, ubicados en el mismo
municipio, por los animales que poseen así como el equipo y maquinaria agrícola, pecuaria y forestal, siempre
que durante el periodo de levantamiento del censo se haya manejado bajo la misma administración
7
El último censo agropecuario es el de 2007 y el gobierno de Peña Nieto no cumplió su propósito de levantar
el planeado para 2017, argumentando restricciones presupuestales.
lo mismo aplica a la incidencia de la pobreza (gráfica 5). Asimismo, y entre las regions
rurales, el ingreso neto de los hogares del sur-sureste sigue siendo menor respecto al resto
de las regiones. Lo anterior no obstante que el de los hogares de las dos regiones norteñas
decreció en 2007 respecto a 2002 (gráfica 6). Conviene añadir que la pobreza alimentaria se
mantuvo prácticamente sin cambios en 2016 respecto a 1992, aunque con altibajos por la
crisis macro de mediados de los 1990 y la internacional de la segunda mitad del 2000.

Gráfica 4. Evolución del Ingreso per cápita mensual (pesos de diciembre de 2016)
6,000.00
5,253.06
5,082.52 5,042.69
4,919.47 4,960.76
4,741.00
5,000.00 4,701.96
4,587.68
4,490.52 4,561.35
4,371.22
4,174.31 4,181.25
4,015.95 3,974.51
3,760.12 3,821.22 3,858.99
3,764.20 3,823.65
4,000.00
3,647.25 3,667.84 3,651.70
3,577.56
3,570.98
3,442.84

2,917.99
3,000.00 2,638.70 Todo México
2,380.87
2,307.23 2,336.05 Zona Urbana
2,199.90
2,081.94 2,180.79 Zona Rural
1,994.66 1,993.97 2,061.50 2,006.41
1,897.49
2,000.00 1,769.49
1,512.27
1,389.06

1,000.00

-
1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2005 2006 2008 2010 2012 2014 2016
*

* El ingreso de 2016 se estimó empleando el "Modelo Estadístico 2016 para la continuidad del MCS-ENIGH".
Fuente: Elaboración propia con datos de la EnCUESTA Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares o ENIGH

Gráfica 5. Evolución de la pobreza alimentaria: 1992-2016 (% de la población) *


60.00%

50.00%

40.00%

Todo México
30.00% Zona Urbana
Zona Rural

20.00%

10.00%

0.00%
19921994199619982000200220042005200620082010201220142016

* En el periodo 1992-2014 la pobreza se estima mediante la línea de pobreza alimentaria, mientras que para 2016 se
emplea la línea de bienestar mínimo. El ingreso de 2016 se estimó empleando el "Modelo Estadístico 2016 para la
continuidad del MCS-ENIGH".
Fuente: Elaboración propia con datos de la ENIGH

Gráfica 6. Ingreso neto total anual promedio de los hogares rurales por región (pesos
de 2002)
80,000

70,000

60,000

50,000

40,000

30,000

20,000

10,000

0
Sur-sureste Centro Centro Noreste Noroeste
occidente

2002 2007
Fuentes: Encuesta Nacional a Hogares Rurales de México o ENHRUM 2002 y 2007.

Diagnóstico
La exposición de los productores agrícolas mexicanos a los precios internacionales a partir
de las reformas y del TLCAN y el aumento del comercio del sector y del peso de los EUA
en éste no contradicen lo que se esperaba del TLCAN. Sin embargo, y a diferencia de lo
esperado, ha habido acontecimientos no previstos. Destaca el hecho que la producción
mexicana de granos básicos no ha decrercido (recordar que estos cultivos fueron
considerados no competitivos por el gobierno de Salinas de Gortari), no obstante que sus
precios bajaron hasta mediados de los años 2000 (gráfica 1), y porque, con la excepción del
sorgo, sus importaciones han crecido sostenidamente (cuadro 2).

Destaca el crecimiento constante en el cultivo de maíz en México: por ser el más


importante y alimento humano básico, y por los mitos que hay sobre su comportamiento
durante las reformas y el TLCAN. En la gráfica 7 se muestra que el volumen producido de
maíz en grano y forrajero ha crecido continuamente; por ejemplo en más de dos veces
durante 2012-2016 respecto a los cinco años previos al inicio del TLCAN. Dicho aumento
se ha basado en el crecimiento de la producción de maíz grano irrigado y del forrajero
irrigado y de temporal (2.3, 3.4 y 3.6 veces respectivamente en los periodos arriba
mencionados). La producción de maíz grano de temporal ha crecido menos, en 1.3 veces.

Gráfica 7. Maíz: volumen de la producción (Tons.)


50,000,000
45,000,000
40,000,000
35,000,000
30,000,000
25,000,000
20,000,000
15,000,000
10,000,000
5,000,000
0
80 982 984 986 988 990 992 994 996 998 000 002 004 006 008 010 012 014 016
19 1 1 1 1 1 1 1 1 1 2 2 2 2 2 2 2 2 2

Maíz Grano. Riego


Maíz Grano.Temporal
Total: forrajero y grano y riego y temporal
Fuente: elaboración propia con datos del SIAP: http://www.siap.gob.mx/
Son varias las razones que explican estas inesperadas tendencias. No puede argumentarse
que los cambios en los precios del grano las expliquen, ya que, con la excepción de los años
de la crisis macro de mediados de los 1990, éstos decrecieron desde fines de los 1980 hasta
mediados de los 20000 (gráfica 1). El aumento en rendimientos (toneladas por hectárea
sembrada de maíz) sí puede ser candidato para explicar el aumento en la producción del
grano –lo cual, hasta cierto punto estaría en conformidad con lo que se predijo. Lo anterior
se aplica sólo en el caso del maíz grano irrigado, el único componente cuyos rendimientos
han crecido significativamente (gráfica 8).

Gráfica 8. Maíz rendimientos (Tons. por Ha. cultivada)


60.00

50.00

40.00

30.00

20.00

10.00

0.00
80 82 84 86 88 90 92 94 96 98 00 02 04 06 08 10 12 14 16
19 19 19 19 19 19 19 19 19 19 20 20 20 20 20 20 20 20 20

Maíz forrajero Riego Maíz forrajero Temporal


Maíz Grano Riego Maíz Grano Temporal
Fuentes: elaboración propia con datos del Sistema de Información Agroalimentaria de Consulta, SIACON. 2017, Servicio
de Información Agroalimentaria y Pesquera, SIAP.

Otro fenómeno que puede explicar el aumento en la producción de maíz en un contexto de


precios a la baja son las políticas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo
Rural, Pesca y Alimentación o SAGARPA, destacando las de ASERCA relacionadas con
los apoyos a la comercialización de agricultores excedentarios (cuadro 1). Hay evidencia
que los maiceros excedentarios de algunos estados se han beneficiado más de los apoyo s a
la comercialización (llamados, primero Ingreso Objetivo y después basados en coberturas
de precios). Lo anterior es el caso de los productores de Sinaloa, y lo mismo aplica a los de
trigo en Sonora y de sorgo en Tamaulipas (ver a Scott 2010 y a Rodríguez, Gonzalez, G.
2017).

Lo que se acaba de sintetizar sobre las políticas agropecuarias de la SAGARPA tienen


varias características que las hacen sui géneris. El apoyo a ciertos agricultores comerciales
los aísla de la competencia y no sólo esto, también contraviene los preceptos de la teoría
pura del comercio internacional, la base de las reformas y liberalización comercial. A lo
anterior debe agregarse que este tipo de apoyos perjudica a otros productores comerciales
de cultivos de básicos no subsidiados (Sumner y Balagtas, 2007). El sesgo de las políticas
de apoyo a la comercialización es uno de los factores que pueden explicar la ausencia de
convergencia entre las regiones rurales de México.

Una característica adicional que ha distinguido a los programas federales dirigidos al


campo es la provisión de bienes privados, no públicos, lo cual contrasta con los preceptos
de la economía del desarrollo. O sea que el Estado mexicano ha privilegiado los apoyos
individuales (PROCAMPO y a la comercialización, etc.) frente a la inversión en obras de
infraestructura, sanidad e inocuidad, investigación y desarrollo, entre otrs. Por ejemplo, de
los 30 programas aplicados en 2016 que se analizan en G. González (2016) relacionados
con el sector agropecuario, pesquero y forestal, el 81.2% se asignó a la provisión de bienes
privados-individuales (ver también a: Taylor, Yúnez Naude y González, 2007 y el capítulo
III en Rodríguez, E. 2006). Este sesgo, sumado a los apoyos a productores comerciales van
en contra de la esperada convergencia entre regiones y agricultores.

Volviendo al caso del maíz, para tratar de comprender el por qué su cultivo en México ha
continuado, y crecido, hay que indagar si el maíz amarillo importado es sustituto del
blanco, el que más se produce en México. Al respecto los gobiernos mexicanos han sido
ambiguos. Al considerar al grano como cultivo sensible para México, el gobierno de
Salinas de Gortari acordó un proceso de liberalización escalonada (ver anexo A3), lo cual
significa que este consideró que maíz blanco y amarillo son sustitutos. Sin embargo,
cuando gobiernos posteriores permitieron la importación del maíz estadounidense por
arriba de la cuota y sin cobrar las tarifas establecidas por el TLCAN cuando esto sucediera,
el gobierno de México argumentó que la decisión se tomó porque los dos tipos de maíz no
eran sustitutos. Lo que se argumenta acá (y en otros estudios, Yúnez Naude A., A. Martínez
y M. Orrantia, 2007), es que los dos tipos de maíz son sustitutos imperfectos, por los usos
que se les dan: el amarillo se destina, sobretodo, a la alimentación de ganado y el blanco al
consumo humano.

Lo anterior es parte de las razones que explican la persistencia y crecimiento del cultivo del
maíz en México y también por qué no se ha desplomado la producción del grano en tierras
de temporal por parte de agricultores con excedentes comerciables. En cuanto a los muy
pequeños, su persistencia en producir el grano se debe a varias razones, entre las que están
las relacionadas con cultura y tradiciones y con la economía. Respecto a lo último, un
fenómeno que aísla a los pequeños productores de los precios y sus cambios son los costos
de transacción en los mercados, incluyendo el del maíz y el laboral. Por lo anterior y para
asegurar la subsistencia del hogar, estos agentes cultivan el grano (y otros alimentos en la
llamada milpa y en el traspatio de sus viviendas).

El crecimiento en años recientes de la demanda de insumos para la producción de carnes y


otros alimentos de origen animal es otro fenómeno que ha impulsado la producción interna
e importación de granos forrajeros y otros insumos para la alimentación animal (Gráfica 2)

Dos fenómenos que contrastan con las expectativas oficiales sobre los efectos de las
reformas son la compactación de la tierra agrícola y la privatización de las ejidales (cuadros
5 y 6). A falta de datos oficiales y estudios precisos que den cuenta del contraste entre
predicciones y tendencias, lo que puede decirse es que lo que ha sucedido es un aumento en
el arrendamiento de la tierra y que la privatización de las tierras ejidales se ha circunscrito,
fundamentalmente, a las ubicadas cerca de las ciudades y centros turísticos. A lo anterior se
propone como explicación que para los pequeños productores agrícolas basados en la
economía del hogar seguir produciendo alimentos para el autoconsumo ha seguido siendo
una manera de protegerse frente a eventos negativos inesperados que atentan en contra de la
la subsistencia familiar. 8

Lo último lleva a consideraciones sobre la seguridad alimentaria en el marco de las


reformas y el TLCAN. En términos de incidencia de la pobreza alimentaria, la población
rural ha sido menos afectada que la urbana en periodos de crisis. En efecto y como se
muestra en la gráfica 6, la cantidad de población rural en pobreza alimentaria subió menos
8
Ver, por ejemplo a Rivera F. y J. Contreras, 2015 y Consejo Nacional de Evaluación de la Política de
Desarrollo Social o CONEVAL (2014).
durante la crisis de México de mediados de los años 1990 y durante el periodo de aumento
en el precio internacional de los alimentos (gráfica 1) y la crisis financiera internacional de
2006-2008.

Independientemente de lo anterior, las cifras del Instituto Nacional de Estadística,


Geografía e Informática o INEGI y los cálculos del CONEVAL muestran,
respectivamente, que el ingreso en pesos constantes y la incidencia de la pobreza urbana y
rural se han mantenido sin cambios en 2016 respecto a 1992 (gráficas 5 y 6). Ello indica
que no se han cumplido las expectativas al respecto en cuanto a los efectos de las reformas
y del TLCAN.

Un fenómeno que se observa al comparar las cifras de la relación en México entre


producción e importaciones de granos y oleaginosas en valor y volumen durante los últimos
quince años es que la relación en pesos constantes ha sido siempre mayor que la segunda
(cuadro 4). Con base en lo anterior se propone la siguiente hipótesis: que en un contexto de
precios en aumento, la dependencia de México en cuanto a importaciones de alimentos
básicos puede hacer crecer la incidencia en pobreza de los mexicanos, lo cual sucedió en
2008, cuando la pobreza creció después del aumento en el precio internacional de los
alimentos básicos iniciada en 2006. 9

Es necesario tomar en cuenta la situación y evolución de la dependencia en importaciones


de alimentos básicos cuando se considera la vulnerabilidad de los mexicanos de ingresos
bajos ante aumentos en sus precios. La expectativa oficial en los años 1990 fue que con las
reformas y el TCLAN se promovería la seguridad alimentaria en México, argumentando
que con tales cambios su población compraría alimentos a precios bajos, destacando los de
los cultivos básicos producidos en EUA. Si tal predicción no se cumplió, ahora y en el
futuro es menos probable que se plasme por la creciente volatilidad de los precios
internacionales de los granos (gráfica 1) y su profundización a causa del cambio climático.

Conviene hacer referencia al notable aumento en la producción agropecuaria mexicana y la


mejoría en su balanza comercial, experimentadas en años recientes (gráficas 2 y 3).

9
Hay que añadir que con los aumentos esperados debidos al cambio climático en los precios mundiales de los
alimentos se espera un crecimiento en la incidencia en la pobreza (Intergovernmental Panel on Climate
Change-IPCC, 2015).
Estudiar estadísticamente si ello significa un cambio estructural respecto a las tendencias
históricas y los factores que las explican son temas de investigación pendiente y en curso. 10

Como sucede con otros choques, los cambios en la política interna y de comercio exterior
adoptados por el Estado mexicano desde los años 1990 han traído ganadores y perdedores.
Lo sorprendente es que mientras algunos agentes económicos que se esperaba perdieran no
lo experimentaron, otros que se previó ganarían no resultaron beneficiados.

Como se supuso, los productores de cultivos de exportación (de frutas y hortalizas) han
ganado, pero también sucedió con ciertos agricultores de cultivos básicos de algunas
regiones del país. La que no ha ganado con las reformas es la población en pobreza y con
bajos ingresos.

Estos acontecimientos pueden explicarse en parte por las políticas agropecuarias y de


desarrollo rural aplicadas durante el periodo estudiado.

En materia agropecuaria, los apoyos gubernamentales a la comercialización de los


productores de cultivos básicos “no competitivos” con excedentes considerables
permitieron aislarlos relativamente de la competencia internacional. Por supuesto, ello no
significa que algunos agricultores hayan mejorado su eficiencia y productividad (este grupo
incluye a los que no se han beneficiado de los subsidios públicos). En el otro extremo están
los pequeños productores de básicos formados por hogares rurales, que prácticamente sólo
se han beneficiado de las transferencias de ingreso del PROCAMPO, un programa
11
desvinculado a las decisiones de producción agrícola. Los que además están en situación
de pobreza han sido incluidos en los programas sociales, destacando Prospera-
Oportunidades y hoy Progresa.

A partir de lo discutido se concluye que los efectos esperados de las reformas y el TLCAN
se han cumplido parcialmente; a saber, crecimiento sustancial del comercio agropecuario –
sobre todo con los EUA--, un aumento en los rendimientos en la producción agrícola con

10
Las hipótesis de trabajo son que tales cambios se explican por el lado de los precios y la devaluación del
peso , por el clima favorable y por el mayor acceso al mercado estadounidense de las exportaciones
mexicanas como es el caso del aguacate. En las hipótesis no se incluyen las políticas agropecuarias recientes,
entre otros, porque éstas no se han modificado y por la reducción del presupuesto federal desde mediados de
2015.
11
Por cierto, la aplicación de este programa lleva casi 25 años, no obstante que su diseño original fue el de un
programa transitorio. Al PROCAMPO, se le han sumado los apoyos al ingreso de los productores
comerciales, que también siguen vigentes.
riego de un segmento de los productores y la reducción de la emigración al vecino del
norte. También se propone que el aumento en el cultivo de algunos granos y forrajes –del
maíz en especial-- se explica por las intervenciones del gobierno mexicano, por la
persistencia en la producción de maíz en pequeña escala y por el aumento en la demanda de
cárnicos y de otros productos de origen animal. A lo anterior hay que agregar que, las
políticas al campo mexicano han ido en contra de la esperada convergencia económica que
se esperaba con las reformas y el TLCAN. Por último y a diferencia de las expectativas, se
ha estancado el ingreso real de los hogares rurales y subsiste la incidencia de la pobreza.

Estos resultados implican que no es válido separar los efectos del TLCAN en el agro y
sector rural mexicano de los que corresponden a las políticas internas, y que las últimas son
las más relevantes cuando se trata la cuestión de la seguridadad alimentaria de los
mexicanos. En otras palabras, no es posible atribuir con certeza impactos positivos o
negativos al tratado comercial. Lo que puede asegurarse es que los preceptos de la llamada
teoría pura del comercio internacional —adoptados por el gobierno de Salinas de Gortari y
mantenido por los posteriores—no corresponden con la realidad, y en particular, con la de
la economía rural mexicana. Ejemplo de ello es la presencia de costos de transacción o, de
plano, la ausencia de los mercados relevantes en el ámbito rural y sus consecuencias: la
producción de maíz para el consumo propio y la diversificación de las fuentes de ingreso de
los hogares rurales, entre otras.

Además, al ignorar esas características del campo mexicano y las intervenciones


gubernamentales en materia agropecuaria durante el periodo de reformas y vigencia del
TLCAN, no sorprende que no se hayan cumplido predicciones de suma importancia sobre
los efectos del Tratado. 12

III.- Esenarios posibles a corto, mediano y largo plazo

NOTA: cuando se conozcan resultados de la renegociación en curso del TLCAN en


materia agroalimentaria evaluaremos la conveniencia en precisar los escenarios.

Por varias razones, sería aventurado elaborar predicciones para construir posibles
escenarios en cuanto al futuro de la situación alimentaria de México, destacando: a) que,
12
Lo anterior aplica a los posibles impactos del TLCAN estimados a partir de modelos de equilibrio general
aplicados a la agricultura mexicana que se elaboraron durante las negociaciones del mismo (es el caso, por
ejemplo, de los modelos de Robinson, S. et al (1993) y Levy y S. Wijnbergen 1994.
como arriba se indica, es prematuro aún tratar de conocer con precisión las razones que
expliquen la recuperación en años recientes del sector agropecuario en materia productiva y
el saldo positivo en el comercio del sector; y b) porque se desconoce el resultado de la
renegociación en curso del TLCAN. Frente a ello y a partir de lo expuesto en la sección
previa, lo que parece pertinente es hacer una reflexión general sobre lo que le puede
suceder al TLCAN en materia agropecuaria, poniendo énfasis en lo que requieren las
políticas internas para que se logre el desarrollo del campo mexicano.

Al respecto, se proponen dos escenarios.

1.- A grandes rasgos, los agentes a los que les interesa mantener el TLCAN en el ámbito
agropecuario son los exportadores mexicanos exitosos de frutas y hortalizas y los
estadounidenses de granos y oleaginosas, así como a las corporaciones multinacionales
comercializadoras y procesadoras de alimentos ubicadas en México; también les conviene
mantener el status quo a los productores mexicanos de granos beneficiados por las políticas
internas de subsidios a la comercialización. Los últimos son los que han defendido con más
éxito sus intereses en la distribución del presupuesto agropecuario.

2.- El escenario extremo alternativo es que el gobierno del presidente Trump decida de
manera unilateral la derogación del TLCAN. 13

Independientemente del futuro del TLCAN en cualquier escenario sobre el futuro de la


producción agropecuaria en México y en el resto del mundo debe tomarse en cuenta las
posibles repercusiones del cambio climático en la oferta alimentaria.

IV.- Implicaciones de los escenarios para el desarrollo nacional y/o regional

Por lo expuesto en el diagnóstico y con base en las tendencias, el primer escenario implica
el mantenimiento de los subsidios a los productores de granos beneficiados por las políticas
de la SAGARPA y, de mantenerse su configuración, es probable que persista la
polarización de la estructura productiva del agro, la divergencia regional y la pobreza rural.
A lo anterior hay que agregar los límites de las políticas públicas en materia ambiental, que
incluyen al sector agropecuario (Yúnez Naude y P. Aguilar, 2012)

13
Por supuesto, hay escenarios alternativos que no se discutirán por la incertidumbre que hay en el plano de l
renegociación del TLCAN.
Hay evidencia empírica contundente sobre la inequidad estatal, regional y por tipo de
Unidad de Producción Rural que ha caracterizado los programas de la SAGARPA (Scott,
2010, Robles Beranga, H. 2013 y Rodríguez 2017).

Este escenario podría darse aun con recortes al presupuesto de la SAGARPA, ya que la
historia de sus apoyos muestra que los agentes económicos privilegiados por el Estado
mexicano han sido los productores de granos .

El segundo escenario exigirá promover la diversificación del comercio agropecuario de


México a países distintos a su vecino del norte. Por ejemplo, podríamos importar granos y
oleaginosas de Argentina y Brasil y exportar frutas y oleaginosas a Asia y Europa. Un
problema básico para que estas opciones se cumplan es la incapacidad portuaria que hay en
México para manejar los volúmenes comerciados que se requieren.

El segundo escenario no implica que, de darse, promueva por sí mismo el desarrollo


nacional y la seguridad alimentaria de sus habitantes. Independientemente del escenario que
se cumpla, hay grandes retos que tiene el Estado mexicano para promover el desarrollo del
país.

V.- retos para las políticas públicas y posibles alternativas para mitigar costos y
promover procesos de desarrollo incluyente

Un rasgo de las políticas de desarrollo rural aplicadas desde el inicio de las reformas y del
TLCAN hasta el gobierno del presidente Peña Nieto ha sido la desvinculación entre las
productivas (que apoyan a productores comerciales) y las sociales, canalizadas a la
población rural en pobreza, incluyendo a los hogares rurales agrícolas. La excepción fue
PROCAMPO, cuya cobertura los incluyó. 14

A diferencia de sus antecesores, el gobierno de Peña Nieto, en su Plan Nacional de


Desarrollo 2013-2018, estableció el objetivo de vincular la política social con la productiva,
con base en su propósito de “democratizar la productividad”, creando PROAGRO y
PROSPERA en sustitución de PROCAMPO y OPORTUNIDADES, respectivamente.
14
Sin embargo, hay evidencia que una proporción considerable de los hogares rurales con derecho a este
programa no ha recibido sus apoyos (Taylor y Yunez-Naude 2014). En el caso de Alianza para el Campo,
concluido en 2007 (cuadro 1), hay evidencia que no fue eficaz en promover la producción de los pequeños
productores rurles.
PROAGRO continúa transfiriendo apoyos monetarios a los agricultores, pero bajo
condiciones que promuevan su productividad. Tanto este programa como PROSPERA son
parte de la estrategia llamada Cruzada Nacional contra el Hambre o CNCH, que añadió a la
política social el impulso a la producción de los hogares en situación de pobreza.

Desde la publicación de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable o LDRS en 2001, el Estado


Mexicano ha reconocido que las políticas de desarrollo del campo requieren que se
cumplan una serie de condiciones para alcanzar los propósitos correspondientes; entre
otros destaca la coordinación de las acciones entre las secretarías del gobierno federal con
programas relacionados con el sector rural. Para ello se creó en 2003 el Programa Especial
Concurrente (PEC), cuyo contenido y presupuesto son evaluados y aprobados anualmente
por el Congreso de la Unión. Hay abundante evidencia que muestra que dicha coordinación
no se he hecho realidad (ver por ejemplo a Robles Belanga, H., 2013 y Rivera Ramírez
(2015).

Por supuesto que tal condición se aplica a los programas y acciones en curso para promover
el aumento en la productividad rural. Los estudios y experiencias que hay hasta ahora
indican que ello no se ha cumplido y que persisten las inercias en las políticas federales
para el desarrollo rural. Una de ellas es la inequitativa distribución del presupuesto federal
encaminado a promover la productividad; dos más son las imprecisiones en la definición de
la población objetivo de los programas relacionados con la producción rural, así como la
falta de consideración en ellos de las especificidades de la producción agropecuaria en
pequeña escala (Rodríguez, 2017).

En el caso específico de los programas y acciones de la SAGARPA, se han encontrado


problemas en la definición y determinación de población objetivo de los mismos, lo cual es
indicativo de las limitaciones de esta secretaría para contribuir a la “democratización de la
productividad”. Para determinar dicha población la SAGARPA usa una estratificación de
las unidades económicas rurales (UER) elaborada a partir de datos de una encuesta llamada
Línea de Base 2008 (SAGARPA, 2012). Además de que esta información es de hace casi
diez años, la representatividad de la encuesta es sólo para las UER que hayan recibido
apoyos de la SAGARPA. Lo anterior hace dudar que la institución haya incluido en sus
programas y acciones a las UER que precisamente debería ser sujetas de apoyo para
cumplir con el propósito “democratizar la productividad” del sector agropecuario (y
forestal y pesquero). A lo anterior hay que añadir que la estratificación de las UER expuesta
en el mencionado diagnóstico 2012 que la SAGARPA usa con fines de focalizar algunos de
sus apoyos a pequeños productores es de dudosa validez estadística: entre otros, el
procedimiento para agrupar a UER a partir del análisis de conglomerados no es
estadísticamente riguroso.

En conclusión, la experiencia reciente de los programas de desarrollo rural muestra los


retos que el Estado mexicano tiene para promover procesos de crecimiento incluyente.
Esto, unido a la persistencia de la pobreza, indica que no ha sido exitoso el propósito por
democratizar la productividad en el campo y, con ello, la seguridad alimentaria de los
mexicanos. Este es, pues, un reto pendiente que enfrentará el Estado mexicano en el futuro
cercano.

En materia de comercio agropecuario, a la defensa del acceso al mercado estadounidense de


los productos agropecuarios de exportación de México, se agrega el reto de romper las
inercias que caracterizan a las políticas de desarrollo rural, combinando las señales del
mercado con intervenciones del gobierno que promuevan el desarrollo rural. De cancelarse
el TLCAN, habrá más retos, que, sin embargo, el Estado mexicano podría aprovechar para
reformar las reformas al campo.

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del maíz originario de los Estados Unidos de América”, Reporte final al Centro de Estudios
para el Desarrollo Rural Sustentable y la Soberanía Alimentaria, CEDRSSA, Cámara de
Diputados..
Anexo

Proceso de liberalización agropeciuaria en el TLCAN

Cuadro A.1. México: estructura de protección de los cultivos más importantes: 1985-
1995
Condición: TLCAN y ronda Uruguay
Fracció Condición entre TLCAN (Enero, MFN (Enero,
n 1985 y 1989/90 1994)** 1995)***
Descripción Licencia
tarifari Cuota
a no.* Tarif de Tarifa Cuota
(Canadá Tarifa (%) Cuota
a importaci (%) (EUA)
)
(%) ón
1005100
1 Maíz para siembra 0 X Nula     Nula  
1005900
1 Maíz palomero 20 X 10.0     20  
1005900
2 Elotes 0 X 5.0     10  
1005909
9 Maíz, otro 0 X 215.0 2,500 1.0 198 10.0
0713330 Frijol para siembra (Phaseolus
1 vulgaris) 0 X Nula     Nula  
0713339
9 Frijol, otro 0 X 139.0 50 1.5 128 5.0
1003000
1 Cebada para siembra 0 X Nula     10  
1003000
2 Cebada 5 X 128.0     118  
1107100
1 Malta 10 X 175.0 120 30.0 161 1.2
1001100
1 Trigo duro 10   7.5     67 98.0
1001909
9 Trigo (otro) 0 X 7.5     67  
1006100
1 Arroz (arroz con cáscara) 10   5.0     10  
1006200
1 Arroz pelado 20   10.0     20  
1006300
1 Arroz, entero 20   10.0     20  
1006400
1 Arroz, partido 10   5.0     10  
1007000
1 Sorgo (Dic. 16 a Mayo 15) 0 X Nula     Nula  
1007000
2 Sorgo (Mayo 16 a Dic. 15) 15 X Nula     15  
1201000
1 Habas de soja para siembra 0 X Nula     Nula  
1201000
2 Habas de soja (Feb. 1 a Julio 31) 0 X Nula     Nula  
1201000 Habas de soja (Agosto 1 a Enero
3 31) 15   5.0     15  
1203000
1 Copra 10 X 10.0     45  
1206000
1 Semilla de girasol (para siembra) 0 X Nula     Nula  
1206009 Girasol otro 0 X Nula     Nula  
9
1207200
1 Semilla de algodón para siembra 0 X Nula     Nula  
1207400
1 Semilla de sésamo 0 X Nula     Nula  
1207600
1 Semilla de girasol para siembra 0 X Nula     Nula  
1207600 Semilla de girasol (Enero 1 a Sep.
2 30) 0 X Nula     Nula  
1207600 Semilla de girasol (Oct. 1 a Dic.
3 31) 10 X 5.0     10  
0404109
0 Leche en polvo   X 139.0 40   128 80.0
* Corresponden a los primeros seis dígitos del sistema de códigos arancelarios armonizados de la Organización Mundial
del Comercio u OMC.
** Cuando se aplican los contingentes arancelarios, las cifras corresponden a los aranceles por encima de los contingentes
(en cuotas - tarifas son Nulas). Las cuotas son en miles de tons.
*** Cuando se aplican los contingentes arancelarios, las cifras corresponden a los aranceles por encima de los
contingentes (consolidated in-quota tariffs are 50%). Las cuotas son en miles de tons.
Fuentes: elaboración propia a partir de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), 1994, y Economic
Comimssion for Latin America web-site, http://www.eclac.cl/

Cuadro A2. EUA: Proceso de liberalización de los cultivos más exportados por México
Fracción Producto Reducciones arancelarias Contingentes arancelarios
  Vegetales    
Algunas tarifas estacionales se eliminaron en enero
de 1994, otras en 1998 y la tarifa del 25% del 1 de
0709.20.10 Espárragos  
febrero al 30 de abril se reducirá gradualmente
hasta su eliminación en diciembre de 2008.
Una tarifa estacional se eliminó en diciembre de
120,800 tm de Octubre a
0706.10.05 Zanahorias y nabos 1998 y la de octubre a abril será eliminada en
Abril
diciembre de 2003
La tarifa se redujo a 15% en 1994 y se eliminará en
704.1 Coliflor y brócoli  
diciembre de 2003.
Las tarifas estacionales se eliminarán en diciembre
0707.00.50 Pepinos  
de 2008.
0703.20.00 Ajo Las tarifas se eliminaron en 1994.  
Las tarifas estacionales se eliminarán en diciembre
703.1 Cebollas 130,700 tm del 1-I al 30-VI
de 2003.
Una tarifa estacional se eliminará a finales de 2003
0709.60.00 Pimientos  
y otra en diciembre de 2008.
165,000 tm del 1-III al 14-
Tomates (frescos y Una tarifa estacional se eliminará en diciembre de
0702.00.60 VII y 172,300 del 15-XI al
congelados) 1998 y otra en diciembre de 2003.
28(9)-II
  Frutas    
Reducciones arancelarias anuales hasta su
804.4 Aguacates eliminación en el 20-12-2003. Restricciones  
fitosanitarias.
806 Uvas Libres empezando en enero de 1994.  
Reducciones arancelarias anuales hasta su
805.3 Limas y limones  
eliminación en el 30-12-2003.
804.5 Mangos Tarifas eliminadas en 1994.  
La tarifa del 1-XII al 15-V se eliminó en 1994; la
tarifa del 1-VIII al 15-IX será eliminada en 2003, y
807.1 Cantalupo  
habrá libre comercio para el resto del año hasta
diciembre de 2008.
Las restricciones comerciales se reducirán 40 millones de galones SSE
0805.10.00 Naranjas gradualmente hasta que se eliminen en el 30-XII- de FCOJ y 4 millones SSE,
2008 más una snapback provision
La tarifa será eliminada gradualmente hasta
0807.20.00 Papayas  
diciembre de 2003.

804.3 Piñas Las tarifas se eliminaron en 1994.  


810.1 Fresas Las tarifas se eliminaron en 1994.  
La tarifa del 1-V al 30-IX se eliminará en 54,400 tm., incrementando
807.1 Sandía
diciembre de 2003 3% anualmente hasta 2008

Fuentes: Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), 1994, y Economic Research Service (ERS), USA
Department of Agriculture website.

Cuadro A3. Proceso de liberalización de los productos agropecuarios sensibles para


México (miles de Tons. y porcentajes)
1998 2000 2003 2008

PRODUCTO Tarifa al Tarifa al Tarifa al Tarifa al


CUOTA excederse la CUOTA excederse la CUOTA excederse la CUOTA excederse la
cuota (%) cuota (%) cuota (%) cuota (%)

Maíz 2,814.90 172.00 2,986.32 145.20 3,263.24 98.80 0.00 0.00


Frijoles 57.96 111.2 0 61.49 93.90 67.20 58.70 0.00 0.00
Cebada (en
grano y malta) 182.33 102.40 201.01 72.90 0.00 0.00 0.00 0.00
Leche en polvo 45.02 111.20 47.76 93.90 52.19 58.70 0.00 0.00
* Excluido de las negociaciones con Canadá, pero con una cuota de 80 mil toneladas métricas para el resto del mundo.
Fuente: SECOFI (1994).

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