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Primer parcial problemas colombianos

Clara Inés Grueso

Tema políticas públicas de aranceles, importación de alimentos y agro insumos que afectan la
producción nacional campesina colombiana

Camilo Andrés Cubillos Victoria

Andrés David Zapata Marín

Jessica Alexandra Bueno Torres


La política arancelaria, los TLC con Estados Unidos han sido una problemática centralizada en el
campesinado colombiano, en la producción de bienes agrícolas y agroindustriales desde la década
de 1.990 hasta la actualidad que ha influido en comportamientos políticos, económicos y sociales
en el sector productor interno del país, puntualmente la demanda creciente de importaciones de
productos sustitutivos y complementarios que comenzaron a inundar el país hasta el punto en que
no es este quien fabrica su canasta básica, la reducción de los aranceles que paso del 30%en 1.989
al 14.0% en 1.991 ( año de apertura económica) y 2.8% en 1996. Igualmente se buscó el desmonte
de restricciones no arancelarias a las importaciones, que eliminó a partir de 1992 la sobretasa a las
importaciones creada por la ley 75 de 1986 y los depósitos previos, a los cuales estaban obligados
los importadores, a partir de 1991, entre este año y 1.994 las importaciones de alta demanda se
vieron beneficiadas con precios relativamente menores frente a la oferta nacional existente en el
momento.

Aquí se puede evidenciar el aumento de importaciones en la década de los 90 de productos agro y


alimentos del 0.9% en 1.986 al 34.9% en menos de 10 años según el DANE y los documentos del
departamento nacional de planeación.

En efecto, en términos corrientes, entre 1991 y 1996 las importaciones CIF colombianas de
productos agropecuarios y alimenticios pasaron de US$ 401 a US$ 1.796 millones. Este
comportamiento implicó una disminución en el saldo comercial agropecuario del país de US$ 589 a
US$ 164 millones, y una disminución del saldo comercial de la balanza de alimentos industriales de
US$ 342 a un déficit de US$ 17 millones de dólares en el mismo período, aunque con un repunte
importante de la balanza alimentaria en 1995.
El algodón fue el primer afectado con los TLC pasamos de sembrar poco más de 280 mil hectáreas
en 1990 a menos de 15 mil en el 2022

En el 2012 año en que entró en vigencia el TLC la balanza comercial entre Colombia y usa era
positiva en más de 8 mil 200 millones de dólares

En 2014 se volvió negativa y en 2022 hubo un déficit de 4mil millones de dólares

Pasamos importar 500 mil toneladas de alimento en 1990 a más de 9 millones 300 mil en 2012 y
más de 14 millones 720 mil toneladas en 2022 fuente DANE

Se han dejado de cultivar más 1 millón y medio de hectáreas de diversos cultivos, pero en especial
de cereales aceites y leguminosas

Este problema se identifica en la creciente brecha social de un sector tan importante como el
sector agropecuario y agroindustrial en Colombia que en comparación con otros sectores se ha
visto abandonado y por estas razones el problema crece, se desarrollan grupos como las guerrillas
y si se continúan las practicas que poco favorecen al campesinado (TLC) el sector se verá mermado
en algunos años hasta su desaparición y con ella parte del país

Hace 80 años los campesinos colombianos constituían el 70 por ciento de la población del país; en
los años sesenta ya eran un 50; antes de comenzar la década de los 90 descendieron a un 31 por
ciento, y hoy son poco menos del 24.

A ese ritmo de desaparición, en menos de 30 años, el campesinado en este país simplemente será
un recuerdo borroso de un mundo que se fue.
Un reciente censo de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (Anuc), revela que de los 15 y
medio millones de campesinos que existían en 1990 en Colombia, al menos 5 millones han
abandonado el campo o las labores agrícolas tradicionales en los últimos 10 años.

Esta situación de las importaciones implica un hecho social debido a que afecta gran cantidad de la
población, pero se ve opacada por los beneficios que traen los TLC a personas externas al campo,
esta disminución y las diferentes leyes que se han llevado a cabo debido a las importaciones y falta
de apoyo, recursos y eficiencia del gobierno hacen que este problema sea un hecho social, que
sumado a la violencia y la precariedad de la que han sido víctimas los campesinos de Colombia.

de acuerdo con cifras del DANE, el ingreso real per-cápita de la población colombiana habría
aumentado 2.5% anual en pesos colombianos y 11.0% si se estima en dólares para los primeros
años de la década, lo cual implicaría un aumento más o menos similar en la demanda por
productos alimenticios de origen agropecuario y procesados que se satisfizo con demanda por
importaciones en detrimento de la oferta interna. Es importante anotar que, dado que el
comportamiento de la tasa de cambio real no depende directamente de la intervención del
Estado, sino que, como se verá en las secciones siguientes, es afectada de manera indirecta por la
política monetaria, cambiaria y comercial.
Los intereses de la población afectada son la equidad entre los productos importados y los que se
cultivan en el país, e igualar la balanza comercial agropecuaria que ha disminuido 9.0% de forma
anual mientras el PIB agropecuario registró, en el transcurso de la década, un crecimiento anual
del 1.4% frente a 2.6% en los ochenta y 4.5% en los setenta (Conpes 2000). Estas cifras, según
datos del Ministerio de Agricultura, se tradujeron durante la década en una salida de la producción
agrícola de más de un millón de hectáreas cultivables, una caída del empleo del sector rural de
cerca del 5.0%.

En base a este hecho social se han establecido leyes y decretos, reformas agrarias y modificaciones
en el TLC, además de paros nacionales en incontables ocasiones por parte del sector agro
colombiano y en base a esta situación se establecieron leyes como la ley 101 de 1993. Y el
(Decreto 547 de 1995) también la (resolución 45 de 1995 del Ministerio de Agricultura).

Conclusiones

Durante la última década, el sector agropecuario en Colombia ha enfrentado una mayor presión de
la competencia internacional debido a políticas de apertura, compromisos comerciales
internacionales y acuerdos bilaterales y multilaterales. El aumento de las importaciones en este
sector se debe a varios factores.

Por un lado, la revaluación de la economía colombiana, el aumento del ingreso real y cambios en la
dieta alimenticia han aumentado la demanda interna de materias primas e insumos intermedios,
así como bienes de consumo final. Por otro lado, la disminución de las medidas de protección
arancelaria, la revaluación y la caída de los precios internacionales de los productos agropecuarios
han afectado la rentabilidad y la competitividad de los productores, lo que ha llevado a una
disminución del área cultivada, la producción y los ingresos del sector, así como la generación de
empleo.

La falta de avances significativos en términos de cambio técnico y productividad en el sector ha


aumentado su vulnerabilidad a los cambios de política, lo que ha contribuido a la crisis. Para
abordar esta situación, se sugiere adoptar estrategias de reactivación centradas en aumentar la
productividad y la competitividad agrícola, establecer canales de comercialización y conectar la
producción agrícola con otros sectores. Además, es importante evaluar el impacto de las medidas
de política en la producción, competitividad, ingresos y rentabilidad del sector y utilizar
instrumentos que cuantifiquen los efectos sobre los precios, la eficiencia, el bienestar, la política
comercial y el presupuesto gubernamental.
En resumen, a pesar de la crisis en el sector agropecuario, se han implementado medidas para
mejorar la competitividad y modernización. Sin embargo, la investigación empírica para evaluar el
impacto de estas medidas y tomar correcciones necesarias es un objetivo clave a corto plazo.

Bibliografía:

(rincon, 2009)

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