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EL CICLO DE VIDA DE LA MADERA EN LA CONSTRUCCIÓN

Definición de ciclo de vida


Dentro de nuestra sociedad una de las grandes prioridades debería ser la minimización de los
impactos ambientales generados por el desarrollo de nuestras actividades, reforzando la
utilización eficiente de los recursos disponibles en la Tierra.
La incorporación de criterios ambientales en las actividades, realizadas por el ser humano, se
articula a través del sistema de gestión del medio ambiente, basado en un conjunto de normas,
herramientas e indicadores de aplicación en las organizaciones y empresas.
Muchas de las empresas que implantan normativa ambiental solo consideran los impactos
ambientales de sus productos y servicios hasta la entrega al consumidor o comprados, pero no
hasta el final de su vida útil. Cuando es necesario tener en cuenta un producto o servicio desde el
inicio, con la extracción de las materias primas necesarias, hasta su final de utilización para
poder identificar los aspectos ambientales relevantes del producto y saber qué hacer con ellos.
El concepto que lo define es ciclo de vida, que se entiende como la secuencia de
transformaciones o etapas de los materiales que conforman un producto, desde su fase de
extracción hasta el procesamiento de reciclado, para terminar, formando nuevos productos o
parte de ellos. Las etapas del ciclo de vida aplicables a un producto variarán dependiendo de la
actividad, producto o servicio que sea.

Actualmente existen herramientas (como huellas ecológicas, de carbono, hídrica, entre otras) que
nos permiten evaluar el impacto ambiental que los productos o servicios provocan en el medio
ambiente.
Cuanto más detallado y más etapas contemple el ciclo de vida un producto mayor facilidad y
fiabilidad tendrán los datos ambientales obtenidos. El ideal de ciclo de vida sería que fuera un
proceso cerrado e infinito (se ve en la siguiente imagen) para que el impacto pudiera ser el menor
posible.

Para el control del desarrollo de las actividades de las distintas etapas del ciclo de vida de un
producto o servicio, en materia de protección ambiental, existe el Sistema de Gestión Ambiental
(SGA, en adelante).
Un SGA dentro de una organización o empresa debe asegurar que se tiene en cuenta la
prevención y minimización de los efectos sobre el entorno. La norma de aplicación es la UNE-
EN ISO 14001:2015.
Sistemas de gestión ambiental. Requisitos con orientación para su uso y en esta norma aparece
por primera vez el término de ciclo de vida1 a la hora de introducir los objetivos en el sistema de
gestión ambiental.
Análisis de ciclo de vida en la construcción
En el sector de la construcción, igual que en otros sectores, se producen impactos en el
medioambiente durante la realización de los trabajos y operaciones necesarias para construir una
edificación. Algunos de los impactos más relevantes son el sobreconsumo de energía, materiales
o productos, y de agua, y la generación de residuos y emisiones contaminantes.
Concretamente, la construcción urbana representa en torno al 60% de las extracciones de materia
prima de la litósfera y en España representa en torno al 12% del consumo total de agua.
Asimismo, la construcción en España llega a generar cerca de una tonelada de residuos por
habitante y año, del que, según el informe Symonds & Ass, tan solo se recicla el 5% y el resto, a
pesar de tener un gran potencial de reciclabilidad va a parar a un verterdero. (G, Arana- Landín,
E. Cilleruelo, J. C. Aldasoro, 2012) Además, casi el 50% de las emisiones de CO₂ que se emiten
a la atmósfera tiene relación directa con la construcción y uso de edificios, con la consecuente
incidencia sobre el cambio climático. (Marti i Rague, 2010) Estas consecuencias e impactos
ambientales producidos durante todas las etapas, por las que se pasa para la construcción de
edificaciones y su posterior uso, están interrelacionadas, de modo que los impactos en las
primeras condicionan los impactos en las siguientes etapas.

En una obra los impactos ambientales existen a lo largo de todo su ciclo de vida, comenzando, ya
antes de llegar a ella, por la extracción de materias primas y su transporte, el consumo de energía
necesario para la fabricación de los materiales constructivos y su transporte de las plantas de
producción hasta la obra.
Durante la ejecución de la edificación se producen también con los movimientos de tierra,
consumos energéticos y residuos. Una vez construido, para la satisfacción de las demandas de los
usuarios el consumo de energía y agua, el mantenimiento del edificio y finalmente su demolición
y disposición final de todos los elementos constructivos al final de su vida útil también producen
impactos ambientales.
A pesar del elevado impacto tanto ambiental como energético que se presenta en todas las etapas
del ciclo de vida de un edificio, es imprescindible analizarlas bien, con el objetivo de buscar
oportunidades de mejora. Actualmente la disminución de los impactos se estudia y ejecuta en la
etapa de uso de los edificios, pero el marco normativo también obligará a que el resto de etapas
que forman parte del ciclo de vida cumplan exigencias, especialmente en lo referente al impacto
de la producción de los materiales de construcción utilizados.
Además, es importante tener en cuenta que existe una gran diferencia entre un proceso
industrial, por ejemplo, la fabricación de un producto, y el ámbito de la construcción
debido a que la temporalidad y la ubicación en la construcción es variable (forma parte de
una industria que realiza sus procesos in situ). Una vez que se termina la obra, la industria
se traslada y queda afincada a un nuevo espacio, con una permanencia temporal finita y
una nueva construcción a realizar distinta, mientras que en un proceso

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