REPARACIÓN E IDENTIFICACIÓN INTROYECTIVA

"M.Klein, describió un cambio radical en la mente y en la identificación cuando los

sentimientos hostiles se asumen como propios y la realidad se mira con otros ojos. Los
procesos de separación, la percepción del objeto y sus bondades y la diferenciación se
reconocen como situaciones que generan conflictos y que despiertan odio. La capacidad de
lidiar con eso y trabajar con el aspecto infantil de la mente ayuda a que los valores en la
relación sean distintos. Hay que enfrentar el sentimiento de culpa frente a las actitudes
previas y el daño que se les hizo a los otros. Esta modificación en la identidad es dolorosa
porque implica sentimientos de humildad, dependencia, nostalgia y se reconoce al otro
como un objeto amado al que se necesita pero a quien se maltrató. El reconocimiento del
otro como un individuo independiente es fundamental para la identidad porque implica poder
llevarlo dentro sin poseerlo. Que uno reconozca que uno es gracias al otro y no "es" las
cualidades de ese otro.

(...) La capacidad de mirar a los padres con gratitud y reconocimiento es uno de los criterios
a pensar que la adolescencia llega a su fin.
En lugar de luchar contra ellos es llevarlos como objetos internos que hacen las veces de un
adulto que ayuda a crecer. Al mismo tiempo hay que llevar al niño interno y permitir que
esos padres lo cuiden. Esto se puede llevar a cabo mediante la reparación y la identificación
introyectiva.

(...) reparación en un sentido amplio conlleva a enfocar la mente en contener emociones

dolorosas para transformarlas. Tener una actitud más humilde y modesta en la que
predomine la preocupación por supervisar continuamente al estado infantil del self y el
modo en el que tratamos. o hemos tratado a otros. Surgen nostalgia, arrepentimiento y dolor
que mitigan las actitudes egoístas y la urgencia por obtener gratificación o evacuar los
conflictos. La posición depresiva significa llevar por dentro a los padres como figuras
bondadosas de las que depende el aspecto infantil, adolescente o narcisista de la mente.

Meltzer (1974), llamó identificación introyectiva la capacidad de integrar las cualidades de la

escena primaria dentro de la mente (...) que el duelo se resuelve por una introyección de los
padres buenos. (...) un proceso benigno que lleva tiempo y fomenta el desarrollo de la
personalidad a través de la identificación con el objeto bueno; crea una imagen bondadosa
y fuerte de los padres; proveedora de confianza y de experiencias buenas. Estas imágenes
se convierten en el núcleo del yo, en la fuente de esperanza e identificación con la bondad.
Requiere de mucho esfuerzo emocional mantener el proceso de la identificación
introyectiva.

El amor y la admiración hacia los padres se extiende a figuras mas allá del seno familiar.
(...) Chasseguet-Smirgel (1975), explica que son más realistas y sirven de soporte al ideal
del yo. Para Meltzer (1974), se convierten en aspiraciones, de tal modo que la persona trata
de acercarse con humildad a la imagen de los padres para aspirar a las cualidades que
ellos brindaron.

(...) La identificación introyectiva implica que se reconozca el aspecto infantil dentro de la

mente en una relación de dependencia hacia los padres bondadosos.
(...) Esta relación del niño con los padres internos es una imagen integrada, donde se les
percibe con sus aspectos femeninos y masculinos, en una relación complementaria que
representa fuerza, intimidad y creatividad. El aspecto más sincero de la identidad surge
cuando los padres internos llevan el comando de la mente y el self infantil está receptivo a
escuchar (Meltzer 1971)"

Sánchez-Armass 2017