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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS


CARRERA DE MEDICINA

CÁTEDRA DE CIRUGÍA II
SÉPTIMO SEMESTRE
TEMA:
ABDOMEN AGUDO

GRUPO 6
SUBGRUPO 6
INTEGRANTES:
NICOLE AGUILAR
XAVIER BRIONES
GABRIELA PALACIOS
NOHELY VERA
OSCAR VILLEGAS
MELISSA VIVERT
TUTOR:
Dr. Carlos Malatay González, MS
La cavidad abdominopélvica es una cavidad corporal que consiste en la cavidad
abdominal y la cavidad pélvica . Contiene
el estómago , hígado , páncreas , bazo , vesícula biliar , riñones , y la mayoría de los
pequeños y grandes intestinos . También contiene la vejiga urinaria y  órganos
reproductivos internos .
La cavidad abdominal:
• Forma la parte superior y de mayor tamaño de la
cavidad abdominopélvica, una cavidad continua que se
extiende entre el diafragma torácico y el diafragma
pélvico.
• Carece de suelo propio, ya que se continúa con la
cavidad pélvica. El plano de la abertura superior de la
pelvis (estrecho superior de la pelvis) separa
arbitrariamente, aunque no físicamente, las cavidades
abdominal y pélvica.

Límites de la cavidad abdominal


Paredes son superior e inferior, anterior y posterior, laterales: derecha e izquierda
1. Superior: es la cúpula del diafragma, fuertemente concava hacia abajo, de tal
forma que una parte de los órganos superiores se encuentran parcialmente ocultos
por la pared toracica (órganos toracoabdominal)
2. Inferior: Se denomina piso pelviano. Puesto que este septo cierra hacia abajo la
pelvis menor. Está constituida esencialmente por los músculos elevadores del ano
lateralmente y por las formaciones del perineo en la línea mediana
4. Posterior: Comprende: una parte mediana formada por la columna vertebral
tapizada lateralmente por los músculos psoas.
Una parte lateral de la región lumbar. Donde el riñón sus envolturas fibrosas y la
grasa lo rodean separan tanto a la derecha como a la izquierda, la actividad
abdominal de los planos osteomuscular es posteriores: diafragma, dos últimas
costillas y músculos cuadrados de los lomos.
Abajo. La pared posterior del abdomen, apoyada sobre la cara medial del hueso
iliaco y el músculo iliopsoas que la tapiza se inclina hacia delante forma la fosa iliaca
que se encuentra la pared abdominal anterior a nivel del arco o ligamento inguinal
5. Laterales: se interponen entre las paredes anterior y posterior se distinguen tres
porciones: una superior o toracolumbar una media o lumboiliaca y una inferior o
pelviana.
Peritoneo:
El peritoneo es una membrana serosa que tapiza las paredes de la cavidad
abdominal y los órganos que contiene.
El peritoneo tiene una hoja o lámina parietal solidaria de las diferentes partes de la
pared abdominal y pelviana y un tejido su peritoneal más o menos denso que está
dispuesto en forma irregular este permite de colocarlo excepto en ciertos puntos:
una hoja hola mina visceral muy delgada y que en general adhiere a los órganos
intra abdominales cubriéndolos como un barniz.
1. Formaciones peritoneales: la disposición de las vísceras infraabdominales, la de
sus vasos, su evolucion en el curso de desarrollo embriológico suscitan la aparición
de formaciones peritoneales particulares
Mesos: son láminas portavasos que relacionan una víscera con la pared abdominal.
Los mensajes están constituidos por dos hojas que contienen el peritoneo visceral al
pero yo no parietal.

Mesenterio. Son pliegues del peritoneo que unen las asas del intestino delgado a la
pared abdominal posterior y por donde transcurren vasos sanguíneos que aportan el
flujo sanguíneo.

Mesogastrio. Meso que une el estómago a la pared abdominal. El estómago posee


dos mesos, uno posterior y otro anterior. El posterior crece considerablemente y
forma el epiplón (u omento) mayor. El mesogastrio anterior une el estómago al
hígado y se denomina epiplón (u omento) menor y, también, ligamento
gastrohepático.

Mesoduodeno. Pliegue de tejido peritoneal que une el duodeno a la pared del


abdomen del feto. La membrana persiste algunas veces en la vida adulta como el
mesenterio duodenal.

Mesocolon. Cumple una función similar al mesenterio, pero une el colon a la pared
posterior del abdomen. Se distinguen 3 porciones:

Mesoapéndice. Fija el apéndice ileocecal.

Mesocolon transverso. Fija el colon transverso.

Mesocolon sigmoides. Fija el colon sigmoideo.


Epiplón u omento

Es un repliegue del peritoneo que une dos órganos abdominales entre sí y por
donde transcurren vasos sanguíneos importantes.Limitan una cavidad denominada
bolsa omental, transcavidad de los epiplones o cavidad peritoneal menor.

Existen varios epiplones, los principales son: el epiplón mayor o gastrocólico que
une el estómago con el colon transverso y el epiplón menor o gastrohepático que
une el estómago con el hígado.

El omento menor está adherido a la curva inferior del duodeno e hígado; y a la


curvatura menor del estómago. El omento mayor cuelga de la curvatura mayor
del estómago y se curva hacia arriba por delante del intestino delgado para luego
volver a curvarse en sentido descendente y adherirse al colon transverso.
Ligamentos

Son repliegues del peritoneo que unen un órgano a la pared abdominal, pero no
llevan vasos sanguíneos importantes, y no forman parte del tubo digestivo. Por
ejemplo el ligamento falciforme del hígado.

Inervación de la cavidad abdominal

Irrigación y retorno venoso de la cavidad abdominal


La vascularización arterial de las vísceras abdominales proviene de la porción abdominal de
la arteria aorta que llega al abdomen a través del hiato del diafragma, a nivel de la vértebra T12,
inmediatamente emite las arterias diafragmáticas inferiores y las arterias suprarrenales medias.
Más caudalmente da tres gruesos troncos impares para las vísceras intraperitoneales, de los
que surgen otras muchas arterias. El más craneal es el tronco celíaco (irriga hígado, estómago y
bazo), seguido de la arteria mesentérica superior (intestino delgado) y de la arteria mesentérica
inferior (intestino grueso).

Para el espacio retroperitoneal emite pares de arterias como las arterias renales (para los
riñones), lumbares (pared abdominal posterior) y gonadales (testicular u ovárica). Gradualmente
se divide en las dos arterias ilíacas comunes (externa e interna) y en la arteria sacra media.El
retorno venoso del abdomen corresponde a la vena cava inferior, que resulta de la fusión de las
dos venas ilíacas comunes. Recibe las venas renales, lumbares y gonadales, y atraviesa el
diafragma sobre el hígado.

El retorno venoso de las asas intestinales –por llevar sangre que lleva incorporados los
productos de la digestión y que no puede pasar así al torrente circulatorio sistémico– confluye en
la venas mesentéricas, superior e inferior, las cuales junto con las venas gástricas y la vena
esplénica forman el tronco de la vena porta que entra en el hígado.La vena porta se ramifica en
el interior del parénquima hepático (sistema porta, que se ramifica dos veces). Una vez que la
sangre de la vena porta es tratada por el hígado, en los sinusoides hepáticos, confluye en las
venas hepáticas que desembocan en la vena cava inferior, que la conduce a la aurícula
derecha.
ABDOMEN AGUDO
La denominación abdomen agudo hace referencia a los signos y síntomas de dolor y
sensibilidad abdominales, un cuadro clínico que obliga a menudo al tratamiento quirúrgico
de urgencia. Este cuadro clínico tan complicado obliga a realizar un estudio exhaustivo e
inmediato para determinar si es necesario operar y para iniciar el tratamiento apropiado.
Debido al posible carácter quirúrgico del abdomen agudo, es necesario realizar una
evaluación inmediata, la evaluación procede en el orden habitual: anamnesis, exploración
física, pruebas de laboratorio y pruebas de imagen.
Las características conceptuales que este síndrome de abdomen agudo, son las siguientes:
1. Está causado por una agresión al compartimento peritoneal, con el dolor abdominal
como síntoma predominante, pero no sinónimo de AA.
2. Desencadenar una fisiopatología intraabdominal y sistémica, evolutivamente grave y
rápida, que le da gran potencialidad de producir muerte.
3. Es necesario un diagnóstico y tratamiento tempranos, lo cual es complejo y difícil en
numerosas ocasiones, para lograr su resolución y curación.
4. Suele requerir para ello tratamiento potencialmente quirúrgico, aunque no siempre
sea este necesario.
EPIDEMIOLOGÍA
Es una entidad multisindrómica, muy compleja, creadora de frecuentes situaciones de
emergencia médica, causando el 10% de las consultas en los Servicios de Urgencias y el
mayor número de ingresos e intervenciones quirúrgicas. Los diagnósticos asociados a un
abdomen agudo varían dependiendo de la edad y el sexo del paciente.

DOLOR ABDOMINAL
Aunque las manifestaciones clínicas que despierta el síndrome inflamatorio peritoneal son,
como hemos visto, múltiples, la del dolor abdominal es la de mayor importancia clínica,
porque es permanente, es muy rico en matices clínicos y su conocimiento y exploración
pueden llevar en la mayoría de los casos a un diagnóstico correcto más temprano, objetivo
primordial a seguir para alcanzar el éxito terapéutico.
Abdomen agudo no quirúrgico (médico)
Abdomen agudo médico se define como un síndrome clínico con dolor abdominal de causa
desconocida, que tiene menos de una semana de evolución y que se resuelve con
tratamiento médico.
Mecanismos que producen dolor abdominal
● Inflamación del peritoneo parietal
● Obstrucción de víscera hueca
● Trastornos vasculares
Abdomen agudo quirúrgico
Afección abdominal de 24 a 7 días de evolución que requiere intervención quirúrgica de
emergencia caracterizado por la aparición brusca de dolor intenso, localizado o difuso en la
cavidad abdominal de etiología diversa y patología clínica o quirúrgica.
Clasificación
❖ Inflamatorio (apendicitis, colecistitis,
peritonitis).
❖ Perforativo (úlcera gastro-duodenal.,
divertículos).
❖ Obstructivo intestinal (vólvulo de sigmoide,
tumores).
❖ Hemorrágico (embarazo ectópico complicado,
aneurisma aórtico roto).
❖ Oclusivo vascular (isquemia intestino-
mesentérica).
❖ Traumático

Prevalencia del Dolor Abdominal.


La mayoría de los pacientes con DAA tienen una etiología
benigna por lo que el objetivo inicial de la evaluación es identificar
aquellos pacientes con una etiología grave que puede requerir
una intervención urgente, quirúrgica o no.

En un metanálisis se concluyó que la prevalencia del dolor


abdominal en las consultas de medicina de familia era del 2,8%.
Las etiologías más frecuentes fueron la gastroenteritis aguda (7,2-
18,7%), el síndrome de intestino irritable (2,6-13,3%) y la
patología urológica (5,3%). Alrededor de 1 de cada 10 pacientes
con dolor abdominal necesitaba un tratamiento urgente.

En la encuestra realizada en los servicios de urgencias, el dolor


de origen musculoesquelético fue el más prevalente (92,5%) y de
mayor intensidad, seguido del dolor abdominal tanto en
prevalencia (79,1%) como en intensidad  si bien en este estudio
no se diferencia entre dolor agudo o reagudización del dolor
crónico.

Según los mecanismos de transmisión, los tipos de dolor


pueden ser.
 El dolor visceral se genera por estimulación de los
receptores nociceptivos del plano muscular o submucoso
de las vísceras huecas por el efecto de la distensión o
contracción (espasmo) secundarias a obstrucción,
isquemia e irritación química. Al ser de inervación bilateral tiende a localizarse periumbilical o en línea
media.
 El dolor parietal o somático se transmite desde terminales del peritoneo parietal por irritación química
o infecciosa. La inervación somática unilateral lo localiza en el punto del foco que origina el estímulo
doloroso y provoca como respuesta, la contracción de la musculatura adyacente.
 El dolor referido aparece a distancia del foco patológico por la convergencia de fibras aferentes
espinales y viscerales de una misma metámera (de una misma neurona), a nivel del asta posterior y es
recibido por el cerebro como percibido por las fibras de una distribución somática.
Estos conceptos no son excluyentes, de manera que una misma patología puede provocar dolor por estímulo de
varias vías. De esta forma, la apendicitis aguda en fases iniciales provoca dolor visceral por distensión con dolor
mal definido referido a línea media y la focalización posterior en fosa iliaca derecha aparece por inflamación del
peritoneo parietal en contacto con el apéndice.

Tipos
de estímulos dolorosos más frecuentes :
1. Distensión-contracción: más intensa la transmisión dolorosa en el caso de la distensión, esta vía es
típica de vísceras huecas, aunque también se da en la cápsula de vísceras macizas como sucede en la
congestión hepática o en las nefritis. Se incluyen los mecanismos de tracción peritoneal o mesentérica.
2. Isquemia-inflamación: se produce estimulación del sistema nociceptivo de forma directa por liberación
de mediadores, así como por cambios de temperatura y del pH. Estos mecanismos se potencian entre sí
además de actuar disminuyendo el umbral de dolor.

Patología más frecuente según su cuadrante:


Cuadrante superior derecho
Inflamación de la vesícula biliar o de los conductos biliares, cólico biliar, hepatitis
aguda, pancreatitis, esofagitis, úlcera péptica gástrica y duodenal, enfermedad
inflamatoria del intestino no específica, obstrucción intestinal, apendicitis retrocecal,
cólico nefrítico, pielonefritis, absceso infradiafragmático, inflamación del lóbulo
inferior del pulmón derecho, insuficiencia cardíaca congestiva (estasis venosa
hepática)
Epigastrio
Dispepsia funcional, enfermedad por reflujo gastroesofágico, alteraciones de la
mucosa gástrica y duodenal por uso de fármacos, úlcera péptica gástrica y
duodenal, gastroenteritis, enfermedades del conducto biliar, hepatitis aguda,
pancreatitis o pseudoquistes pancreáticos, neoplasias malignas (del estómago,
páncreas, colon), isquemia intestinal, aneurisma de la aorta abdominal, infarto
agudo de miocardio
Cuadrante superior izquierdo
Ruptura o infarto esplénico, pancreatitis y pseudoquistes pancreáticos, isquemia del
ángulo esplénico del colon, cólico nefrítico, pielonefritis, absceso infradiafragmático,
inflamación del lóbulo inferior del pulmón izquierdo
Mesogastrio derecho e izquierdo
Cólico nefrítico, pielonefritis, infarto renal, enfermedad inflamatoria del intestino no
específica, obstrucción intestinal, hernia
Zona umbilical
Etapa temprana de apendicitis, gastroenteritis, obstrucción intestinal, enfermedad
inflamatoria del intestino no específica, isquemia intestinal, pancreatitis, aneurisma
de la aorta abdominal, hernia
Cuadrante inferior derecho
Apendicitis, intestino delgado y grueso (obstrucción, enfermedad inflamatoria del
intestino no específica, intususcepción ileocecal), aparato urogenital (cólico nefrítico,
pielonefritis, salpingitis, quiste ovárico, torsión ovárica, ruptura ovárica, embarazo
ectópico), absceso (pélvico, lumbar), inflamación purulenta de la articulación
sacroilíaca, hernia
Hipogastrio
Apendicitis, diverticulitis, obstrucción intestinal, enfermedad inflamatoria del intestino
no especifica, síndrome del intestino irritable, salpingitis, enfermedad inflamatoria
pélvica, cólico nefrítico, cistitis, absceso pélvico, hernia
Cuadrante inferior izquierdo
Diverticulitis aguda, enfermedades infecciosas, enfermedad inflamatoria del intestino
no específica, intususcepción del colon sigmoide, síndrome del intestino irritable,
cólico nefrítico, pielonefritis, salpingitis, quiste ovárico, torsión de ovario, ruptura de
ovario, embarazo ectópico, inflamación de la articulación sacroilíaca
Dolor difuso
Gastroenteritis infecciosa y no infecciosa, obstrucción intestinal, peritonitis, origen
isquémico, infección del tracto urinario
Causas de abdomen agudo.
Causas intraabdominales
Causas extrabdominales
Clasificación de Bockus

+
Clasificación de Christmann

Inflamatorio:
 Dolor abdominal de iniciación brusca, continuo e intenso
 Fiebre, taquicardia
 Reacción peritoneal, defensa o contractura
 Nausea, vomito.
 Hiperestesia cutánea.
Obstructivo:
 Dolor abdominal tipo cólico
 Taquicardia
 Vómitos (alimenticios a fecaloides)
 Distensión abdominal
 Ausencia de eliminación de gases y/o deposiciones
 Timpanismo
Perforativo:
 Dolor abdominal tipo puntada
 Fiebre, taquicardia
 Abdomen en tabla
 Ausencia de movimientos respiratorios abdominales
 Reacción peritoneal generalizada
 Desaparición de matidez hepática
 Neumoperitoneo subdiafragmatico
Oclusivo vascular:
 Dolor agudo, de máxima intensidad, súbito, violento, persistente y
generalizado
 Taquicardia, facie toxica
 Hipotensión arterial
 Distensión abdominal
 Gran compromiso del estado general
 Silencio abdominal
 Rectorragia
Hemorrágico:
 Dolor abdominal continuo de aparición brusca, pero intensidad moderada
 Taquicardia, hipotensión, ansiedad, palidez, sudoración, frialdad.
 Dolor a la palpación profunda, defensa abdominal.
ANAMNESIS
Es muy importante obtener una anamnesis detallada y organizada para poder formular un
diagnóstico diferencial exacto y planificar el tratamiento posterior.
Siempre que sea posible se deben realizar preguntas de respuesta abierta, estructurándolas
para poder averiguar el momento de comienzo, las características, la localización, la
duración, la posible irradiación y la cronología del dolor que experimenta el paciente.
Es mucho mejor plantear preguntas como ¿qué opina de su dolor? o ¿hay algo que alivie o
acentúe el dolor? A menudo, se puede obtener información adicional observando cómo
describe el paciente el dolor que está experimentando.
Intensidad y gravedad del dolor

 Dolor agudo de comienzo brusco: trastornos como una perforación intestinal y una
embolia arterial por isquemia; otros, como el cólico biliar.
 Dolor que aparece y se acentúa a lo largo de varias horas: típico de procesos de
inflamación o infección progresiva, como la colecistitis, la colitis o la obstrucción
intestinal.
 Empeoramiento progresivo: en contraposición con los episodios de dolor
intermitente, puede ayudarnos a diferenciar entre los procesos infecciosos que
empeoran con el paso del tiempo.
 Dolor espasmódico y de cólico: asociado a las obstrucciones intestinales, los cólicos
biliares por obstrucción del conducto cístico o las obstrucciones genitourinarias.

Localización e irradiación del dolor


 El dolor visceral de los
órganos sólidos del abdomen,
es generalizado, se extiende
por el cuadrante del órgano
afectado.
 El dolor del intestino delgado
se percibe como un dolor
periumbilical poco localizado,
mientras que el dolor del colon
se localiza entre el ombligo y
la sínfisis del pubis.
 El dolor genitourinario es otra fuente de dolor que demuestra habitualmente un
patrón de irradiación.

Actividades que exacerban o mitigan el dolor


 La comida suele acentuar el dolor de la obstrucción intestinal, el cólico biliar, la
pancreatitis, la diverticulitis o la perforación intestinal.
 El dolor se acentúa con cualquier movimiento brusco del cuerpo y se mitiga cuando
el paciente flexiona las rodillas.

Síntomas asociados
Los síntomas asociados pueden constituir pistas importantes a la hora de establecer el
diagnóstico.
 Náuseas
 Vómitos
 Estreñimiento
 Diarrea
 Prurito
 Melenas
 Hematoquecia
 Hematuria
Antecedentes médicos
Pueden llegar a tener más importancia que cualquiera de los otros componentes de la
evaluación del paciente.
Los pacientes pueden explicar que el dolor que sienten es muy parecido al de la expulsión
de un cálculo renal que experimentaron hace 10 años.
Los antecedentes de apendicetomía, enfermedad inflamatoria pélvica o colecistectomía
pueden condicionar significativamente el diagnóstico diferencial.
También son muy importantes los antecedentes de tratamiento farmacológico (narcóticos,
AINE, inmunodepresores, anticoagulantes, metformina…) y los antecedentes ginecológicos
de las mujeres.

EXPLORACIÓN FÍSICA
Para poder establecer un diagnóstico diferencial exacto y desarrollar el consiguiente
algoritmo terapéutico es fundamental realizar una exploración física organizada y
concienzuda.

Inspección
General:

 El paciente permanece muy quieto en la


camilla durante la evaluación y a
menudo mantiene flexionadas las rodillas
y las caderas para reducir la tensión
sobre la pared abdominal anterior.
 Los procesos patológicos que provocan
dolor sin irritación peritoneal (como la
isquemia intestinal y los cólicos
ureterales y biliares) hacen que los
pacientes cambien de posición y se
muevan constantemente en la camilla,
intentando encontrar una postura que
reduzca sus molestias.
 Palidez, cianosis y diaforesis.
Inspección abdominal

 Se evalúan los contornos del abdomen, comprobando si está distendido o deprimido,


o si se observa un efecto de masa localizada.
 Prestar especial atención a todas las cicatrices presentes.
 A veces se observa equimosis en las infecciones necrosantes más profundas de las
aponeurosis o de estructuras abdominales como el páncreas.

Auscultación

 Un abdomen tranquilo es indicio de íleo.


 En la enteritis y la isquemia intestinal precoz se perciben unos ruidos intestinales
hiperactivos.
 A menudo, se detectan ecos lejanos cuando existe una distensión luminal
importante.
 La obstrucción mecánica del intestino se caracteriza por unos ruidos tintineantes de
tono elevado que suelen aparecer en descargas y se asocian al dolor.

Percusión

 En caso de obstrucción o íleo intestinal se puede percibir timpanismo en todo el


abdomen excepto en el cuadrante superior derecho, debido a la presencia del
hígado bajo la pared abdominal.
 Cuando se pierde la matidez hepática y se observa una resonancia uniforme en todo
el abdomen, hay que sospechar la posible presencia de aire libre intraabdominal.
 Para detectar la ascitis se evalúa la fluctuación de la cavidad abdominal.
 Golpeando la cresta ilíaca, el costado o el talón de la pierna extendida se consigue
hacer vibrar las vísceras abdominales y se provoca un dolor característico cuando
existe peritonitis.

Palpación

 La palpación debe comenzar siempre con suavidad y lejos de la zona de dolor.


 La defensa muscular involuntaria, o espasmo de los músculos de la pared
abdominal, es un signo de peritonitis y debe distinguirse de la contracción voluntaria.
 En caso de contracción voluntaria, los músculos abdominales se relajan durante la
inspiración, mientras que si la reacción de defensa es involuntaria permanecen
contraídos y tensos.
 El dolor focal indica un proceso precoz o bien localizado, mientras que el dolor difuso
a la palpación indica una inflamación extensa o una presentación tardía.
 Incluso en caso de contaminación extrema por perforación de una úlcera péptica o
un divertículo del colon, el punto de máxima sensibilidad nos indica a menudo el
lugar de origen.
Signos físicos asociados a procesos patológicos concretos

PRUEBAS DE LABORATORIO
Existen varias pruebas de laboratorio que son parte rutinaria de la evaluación de todo
paciente con abdomen agudo.
El hemograma completo con
recuento diferencial es útil, dado que
la mayor parte de los pacientes con
abdomen agudo, aunque no todos,
presentarán leucocitosis o
desviación izquierda.
Las determinaciones de la amilasa y
la lipasa séricas pueden indicarnos
que el dolor abdominal se debe a
una pancreatitis, aunque estas
enzimas pueden aumentar también
en otros trastornos como los infartos
de intestino delgado y las
perforaciones de úlceras duodenales.

Estudios de imágenes
Radiografía simple
Tórax: importante proyección PA, lateral
Radiografía simple de abdomen
La radiografía del abdomen sin preparación proporciona una valiosa información;
para un paciente con abdomen agudo se requieren tres incidencias:
 Placa de abdomen frontal de pie: permite ver eventualmente niveles
hidroaéreos.
 Placa de abdomen frontal en decúbito dorsal.: complementariamente se
puede obtener placa frontal en decúbito lateral derecho o izquierdo con rayo
horizontal. Permite ver el aire hacia arriba y el líquido en las zonas declives,
así por ejemplo: aerobilia en el íleo biliar por fístula colecistoduodenal.
 Placa de abdomen en decúbito prono: el aire se desplaza hacia las zonas
laterales y a la ampolla rectal.
Complementariamente a la placa de abdomen también es de utilidad la placa de
tórax frontal de pie, con la que demostraremos un posible neumoperitoneo,
identificaremos una neumopatía de localización basal, que provoque sintomatología
abdominal o a la inversa, la manifestación pulmonar de una patología
subdiafragmática.

Ecografía
Es uno de los estudios que proporciona mayor información diagnóstica en procesos
de hígado, vías biliares, páncreas, riñón, útero y anexos. Es bastan te sensible para
detectar colecciones.

Tomografía axial computada


Es útil ante la presencia de masas abdominales y aneurismas de la aorta. Sin
embargo, debe insistirse en precisar la indicación de estudios que con frecuencia
aumentan innecesariamente el costo.
Angiografía:
 Indicada ante la sospecha de isquemia intestinal o hemorragia activa.
 Contraindicada en pacientes inestables o en choque o cuando ya hay
indicación clara de laparotomía.

Tratamiento/Manejo
Las normas generales que deben utilizarse son las siguientes:
1. Uso racional de antibióticos de acuerdo al diagnóstico etiológico y al
resultado de los cultivos efectuados
2. Asistencia respiratoria, desde el inicio debido a la repercusión pulmonar de
estos procesos. Los cambios posturales frecuentes son parte de la
fisioterapia respiratoria
3. Colocar una sonda nasogástrica que funcione con efectividad.
4. Administración de líquidos y electrolitos de acuerdo a las pérdidas, cuando el
abdomen está distendido la pérdida insensible intraabdominal puede ser
mayor.
5. Cateterismo vesical para mejor control de líquidos y evitar paresia de la
vejiga.
6. El apoyo nutricional es necesario en procesos con falta de ingesta oral
prolongada. La sepsis peritoneal cursa con un franco hipercatabolismo que
lleva al desarrollo de una desnutrición corporal severa en un periodo corto.
Escapa a los objetivos de este capítulo detallar cada uno de los tratamientos para
las diferentes patologías.
Se considera como abdomen agudo de urgente manejo quirúrgico las siguientes
condiciones:
 Aire libre introperitoneal
 Sangre libre intraperitoneal
 Obstrucción del tubo digestivo
 Peritonitis generalizada
 Peritonitis postraumática
 Ruptura de aneurisma de la aorta abdominal
 Dolor abdominal intenso que compromete el estado general y que no
responde al tratamiento médico.
Bibliografía
Moore, K. L. (2013). Anatomía con orientación clínica . En K. D. Moore, Moore (págs. 310-
323). Barcelona (España): Ovid Technologies.

Ossorio, M. M., García, J. P., & Gallego, J. V. (2016). Abdomen agudo. Medicine-Programa


de Formación Médica Continuada Acreditado, 12(7), 363-379.
Towsend, C. M., Beauchamp, R. D., & Mattox, B. M. L. (2005). Sabiston. Tratado de Cirugía.
Fundamentos biológicos de la práctica quirúrgica moderna. Editorial: Elsevier. Madrid-
España.

http://www.colmedsa.com.ar/files/Abdomen-Agudo.pdf
https://remi.uninet.edu/descarga/dolorabdominal.pdf

http://repositorio.utmachala.edu.ec/bitstream/48000/13961/1/NOLASCO%20CORDOVA%20JAIME
%20RAFAEL.pdf

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