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Colección Orientación Lacaniana COLECCIÓN ORIENTACIÓN LACANIANA


Publicación de la Escuela de la Orientación
Lacaniana - EOL Eric Laurent

Directora responsable: DlIdy Blcgcr


Directora de la publicación: Marta Inés Ncgri
Directora adjunta: Gracicla MlIsachi
Comité editorial: Silvia Balldilli, Adrimza Lllka, Marina
Rccaldc, Pablo 1\lIsso, Lallrtl Vigilo/a.

LAS PARADOJAS
DE LA IDENTIFICACIÓN

La Escuela de la Orientación Lacaniana (EOL), la École de la Cause


(ECF), la Escuela del Campo Freudiano de Caracas
/í'CliliicIlIIC
(ECFC). la Escuela EuropeCl de PsicoClnálisis (EEP) y la Escola
Hnrsilcinr de Psicilf1Ii!isl' (EFlP) son 1l1iembro,; ínsLilucíOIl,llcs de la EOL· PAIDÓS
A.,soci<tci(in MUlldi,t! d•.' i'Sil'(l,lIl,ílisis (I\MI'). Buenos Aires - Barcelona - México
~
Texto original: Curso inédito dictado por Eric Laurent, INDICE
"Les paradoxes de I'identification", en la Sección Clínica del
Departamento de psicoanálisis de la Universidad de París VIII (1993-94).

Cub;erta: Gustavo Macri

Traducción: Siluia Baudini

Establecimiento del texto: María Inés Negri

1. La identificación: topología y tiempo.................. 13

2. La paradoja del mentiroso 31

3. "La cosa freudiana" 49

4. El nombre propio 65

5. El sujeto como límite 79


la. edición, 1999
6. El cuerpo es el Otro . 97
La reproducción total o parcial de e.sLl~ hbro, en cualquier forma
que sea, idénl:ica o modificada, escrita a múquinn, pUf' el si:-:;1.ema 7. La indeterminación de la traducción . 113
"multigr:lllh", mirnelígrafo, impre.so por fotocopia, fotoduplicu-
ción, de., no autorj;.'¡a<1apor los l'dit()re~" viola derechos reserva-
dos. Cualquier utilización debe .ser previamente solicitada.
8. Psicoanálisis y salud mental. La época
© 1999 de todas las ediciones E,;e Laurent de las listas . 131

Editorial Paidós SAIeF 9. El nombre propio y la sutura . 149


Defensa 699, Buenos Aires
e_mail:p.üdosliterario@ciudad.com.ar 10. Interpretación y transferencia . 169
Ediciones Paidós Ibérica SA
Mariano Cubí 92, Barcelona 187
Editorial Paidós Mexicana SA
11. No hay metalenguaje .
Rubén Darío 118, México D. F.
12. El deseo del analista . 205
,
Queda hecho el depósüo que prev;ene la Ley 11.72:3
Impreso en la Argentina. Printedin Argentina
11111
Impreso en Gráfica MPS, Santiago del Estero 338,
Lanús, en setiembre de 1999.

ISBN 950-12-7806-9
i

!
~

1. LA IDENTIFICACIÓN:
TOPOLOGÍA y TIEMPO ./

Retomaré el camino seguido en la última parte del curso del


año pasado.
Una publicación de la Asociación Causa Freudiana Val-de-
Loire-Bretagne que se titula Cahicr hizo un relevamiento de esta
última parte que concluía con las preguntas sobre la identifica-
ción, la entificaóón del sujeto. Examinábamos allí CÓIllO la
identificación del sujeto se deriva de la lógica del juicio. El "yo
soy eso" debe captarse en los textos freudianos y en la relectura
que hace Lacan de ellos a partir de una lógica del juicio tal que
incluye el tiempo y la función temporal-es el tiempo que hace
falta para identificarse-o
Leímos de este modo el apólogo de los prisioneros, "El
tiempo lógico y la aserción de certidumbre anticipada", texto
de fines de los afíos cuarenta. Lo leímos con esta perspectiva del
tiempo que hace falta para identificarse. Por 10 tanto, el sujeto
mismo debe captarse como una función temporal. Escribir~, es
escribir el sujeto dividido, pero también un sujeto tomado en la
pulsación, según la expresión de Lacan; "la pulsación temporal
del sujeto" que, a la vez, le permite hacer referencia a un
término musical-la pulsación del tcmpo- y retomar también el
estatuto "golpeado"* del sujeto tal como aparece en "Pegan a
un niño". Esta pulsación temporal está también en este partici-
pio presente, en este aire de participio presente, la verdad del
participio pasado que hace que en el fantasma el sujeto aparez-
ca, ante todo, como golpeado.
* Bal1clllcllt (pulsación), battl/ (pegado, golpeado) en francés hay
homofonÍa. [N. de la T.]
13
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Por lo tanto, este término pulsación permite introducirnos En una de ellas se veía una mujer; si hubiera sido un nmo
111

en la paradoja de la identificación, esto es que el sujeto se opone neurótico habría podido decir "no es mi madre", pero como no
en sus características mayores -su división, su temporalidad- lo es, dijo: "es mi mujer". La persona que estaba allí tuvo la
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al estatuto del Otro, al lugar del Otro, el cual se presenta no en buena idea de ir a escribir el nombre del nií'lo,quien se apoyó en
una pulsación temporal sino, por el contrario, en su sincronía, ello para repetir la letra, como una tentativa de nombrar, de
no dividido sino, por el contrario, en una sucesión de letras inscribir algo sobre esta madre, marcarla con una letra. Como no
indivisibles. tiene el nombre se apoya en la letra. Vemos inmediatamente, en
Habíamos visto en determinado momento del aí'lo pasado laproliferación de la cadena metafórica que se repite, se repite la
el peso que Lacan le da a su noción de letra, página 24 de los dificultad que hay para que las letras se corten.
f~crits, donde la anuncia como materialidad del significante, y Entonces, desde el punto de vista de la clínica psicoanalítica,
1: precisa: la letra no es la grafía. No decimos: hay 26 letras posibles, hay en
1,
11"

111
"[... ] esta materialidad es singular en muchos puntos, el el alfabeto 26grafías -no 258,como leí recientemente que hay en
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primero de los cuales es no soportar la partición. Rompamos el idioma etíope; lo que complica singularmente el problema-o,
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una carta en pedacitos: sigue siendo la carta que es [... ] ya se la sino que decimos que hay letra cuando hay un cierto tipo de
tome en el sentido de elemento tipográfico, de epístola (en materialidad. Esta materialidad de la letra es lo que resta cuan-
francés) o de lo que hace al letrado, se dirá que lo que dice debe do el significante ha entregado todo su mensaje, todo el sentido
entenderse a la letra (a la lettre)."1 que podía entregar. Resta la materialidad del significante una
Lacan pone de relieve que no existe en francés la expresión vez que terminó de nombrar todo el sentido, es decir que escu-
de la lettre, expresión que podría querer decir que se la puede pió todo su sentido sexual: resta la materialidad de la letra.
cuantificar, dividir. * Algunos lingüistas interesados en el psicoanálisis llevaron
Es muy importante ver bien la oposición de ambos, alguien lejos su intuición y pensaron que se podía ir más lejos que la
me trajo, esta misma tarde, su preocupación a propósito de un psicología asociacionista. CarlJ ung defendió esta psicología en
niño psicótico que podía trazar una letra y que la repetía sin su juventud. Preparó un test por asociación de palabras: ¿en
principio posible de detención. Ysel1alabael esfuerzo que había qué le hace pensar esta palabra? Hacia 1907, Jung utilizó tesis
sido necesario realizar una y otra vez para detener a este niño, y asociacionista a la manera de Kraepelin para poner de relieve
también el esfuerzo cuando se le pedía que hiciera otra letra. El el interés del psicoanálisis. La gente tenía ciertas zonas de
niño lo intentaba con otra forma, pero ¿era verdaderamente otra preocupación cuando se le decía: "en qué lo hace pensar esto",
letra? ¿Había allí una división que separaba esas dos formas que eran zonas de preocupaciones sexuales. A partir de esto se
gráficas? No es seguro, se trataba de la misma letra. Con estas desarrollan una serie de test, los famosos test proyectivos que
formas gráficas el niño intentaba nombrar a la madre. Gracias a aún atestan la reflexión en nuestros días.
una verdadera interpretación, el niño había comenzado a escri- Pero existen lingüistas que se dijeron que era seguramente
bir, viendo en un taller una proyección de diapositivas, tal como posible pasar por debajo de las unidades mínimas de sentido.
se hace en las instituciones donde se recibe a los nil10spsicóticos. Por ejemplo, un húngaro con un nombre predestinado, Fónagy
-pronunciándose FOllai~ está evidentemente predestinado a
1. Lacan, J.: "El seminario sobre La carta robada", en Escritos 1, 14" edición, ocuparse de los fonemas-, se interesó en el sentido sexual que
traducción de Tomás Segovia, Buenos Aires, Siglo XXI, 1988, pág. 18. adquirían los fonemas, como por ejemplo el fonema [k] o las
* La expresión "dc la leUre" corresponde a lo que en francés se llama
el partitivo, no existe equivalencia en casteJlano. [N. de la T.) labiales, [1], ete. En muchas lenguas, en un 70 % encontramos

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Erie Lmlrent Lo idclltificaeiólI: top%glo l¡liclllPO

que [k] da caca y constituye por lo tanto un fonema con C0l1ll0- Otro? ¿Cómo podrá cada uno encontrar su nombre si su
tación de rechazo, mientras que porel contrario [11/], [p], [/7], etc., relación al goce y a su marca por un lado, y por otra parte a su
sirven para nombrar mamá, papá, etc. No es universal, pero no nombre, se oponen de ese modo?
está mal en cuanto a porcentajes. Por lo tanto, tenemos un Hay en Lacan dos respuestas a esta pregunta, una es la que
fonema que no tiene ningún sentido y que, sin embargo, está da en "El tiempo lógico ... ": para identificarse hace falta tiem-
recubierto de sentido sexual. Fónagy extraía consecuencias con po. La segunda, la da en el texto llamado "De una cuestión
un estilo desarrollista: el lenguaje llega al estadio oral, al preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis": para
estadio anal, y se carga de significaciones con una perspectiva identíficarse, hace falta una topología.
his tórico-desarro ¡lista. Es esto lo que voy a examinar con ustedes hoy, haciéndoles
De manera más estructural, Lacan seüala que cuando, en notar que Lacan, antes de titular un seminario "La topología y
efecto, exploramos en alguien el sentido sexual, resta una el tiempo", había puesto de manifiesto que las paradojas de la
'I! materialidad; una vez explorados todos los vehículos identificación en psicoanálisis suponen primero la función
I!I
significantes a los que se adhiere. El significante sí es divisible: temporal y en segundo lugar, una topología. Vamos a ver lo
!I!
pasamos de la palabra "caca" al fonema [ka] -quedará final- que quiere decir esto.
mente una letra-; podemos dividir hasta el elemento más ***
pequeño reconocido por la lingüística, y bien tendremos un
depósito, una huella que hará que, más allá del sentido, exista
J una materialidad significante. Tomaremos "De una cuestión preliminar a todo tratamien-
1
Pero para nosotros, decir que hay dos letras, es decir que hay to posible de la psicosis", texto fundamental, en la obra de
dos goces nombrables. Esto deja abierta la cuestión, pues sibien Lacan, tanto desde el punto de vista clínico como teórico;
tenenlOSsignificantes ntnnerables, SI' S~,S3:no tenemos a l' a~, como ese otro dedicado a sus colegas psiquiatras, "El
al; no tenemos del lado del goce las mismas numeraciones Atolondradicho", texto profundamente teórico. La primera
posibles, los índices. parte de "El Atolondradicho" fue publicada en una recopila-
Lacan sólo utilizó esos índices cifrables cuando se trataba ción de homenajes a Henri Rousselle. Ustedes ven la cabeza
especialmente de lo imaginario, ¡(al)' Fónagy u otros lingüistas de los lectores sumergiéndose imprevistamente en "El
que se cruzaron con el psicoanálisis tratan de mostrar lo bien Atolondradicho", que es un texto prácticamente ilegible para
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fundado del sentido sexual en sus más pequeí10s elementos, lo alguien que no tenga una buena formación y diez a110Sde
que hay que subrayar especialmente es la demostración del práctica en la lengua lacaniana. Es un texto hecho para ser
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resto, del resto material que define para nosotros el materialis- ilegible. Por lo tanto, Lacan no hizo muchos amigos publicando
mo en psicoanálisis. Hay un cierto tipo de material que recono- ese texto, que sin embargo designaba el deseo de Lacan de que
cemos y que no es reconocido en su lazo con el goce por nadie sus elaboraciones, incluso las más oscuras aparentemente,
más, por ningún otro discurso. encuentren sus consecuencias clínicas.
De este modo haya la vez, contrariamente al sujeto y a su "De una cuestión preliminar. .." comienza por una parte
pulsación, una sincronía de la batería significante y una titulada "Hacia Freud", que cuestiona toda concepción de un
materialidad de la letra, la que no se divide. La gran pregunta sujeto unificado, toda concepción de un sujeto que podría
será entonces: ¿cómo van a recubrirse, cómo van a poder escribirse S, tan inconsciente como se lo suponga. Podríamos
reunirse, en una identificación posible, el sujeto y el lugar del suponerlo totalmente inconsciente, eso no cuestiona en su
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Eric Laureut
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fundamento la intuición si se lo supone unificado. Siguiendo el graso que forma parte de un mundo con el cual hay que romper.
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hilo de la exposición a lo largo de este texto, la concepción que Dicho de otro modo, no están persuadidos de ningún modo que
Lacan ataca con fuerza es el prejuicio según el cual los psicoa- seamos materialistas, consideran que Loobsoleto es el punto de
nalistas estarían liberados de la imaginación, de la intuición del vista del psicoanci.lisis.
sujeto unificado, porque lo supondrían inconsciente. El punto de vista de Lacan expuesto allí es que más bien lo
Lacan expone que antes se apuntaba a una concepción obsoleto es la cámara de positrones. Está perfectamente ajus-
dominante en el psicoanálisis que reconocía un yo tironeado tado a lo que quiere hacer y está articulado a la ciencia, pero en
entre las exigencias pulsionales del ello y las prohibiciones todo caso es obsoleta en lo que concierne a la estructura del
superyoicas. Ese valiente yo tironeado hacía lo que podía; es sujeto. Todo esto para decides que no estamos en una lectura
por ello que se trataba de reforzado, contando con un pequeño del pasado: todo lo que Lacan dice allí es de la mayor actuali-
truco aún más retorcido que esta historia del yo aprisionado dad, sobre todo cuando tenemos en nuestro mundo un retorno
entre aquel que lo empujaba y aquel que lo golpeaba, se trataba forzado de las ficciones del siglo XVlI[, en el sentido de las
de la historia de la esfera autónoma, libre de conflictos, inven- ficciones mecanicistas, el hombre máquina, ete. Lacan apunta
tada por Hartmann. Él dijo francamente lo que quería hacer: a destruir esta concepción con las consideraciones sobre la
para reconciliar el psicoancHisiscon la biología hay que suponer necesidad de una topología del sujeto.
una instancia en la cual haya una adaptación posible al mundo, Por eso, toma en este texto el término latino de percipiens,
fuera del conflictoentre elelloy el superyó. De allísu postulación, para evitar el yo, todo ese tipo de térmi nos, sistema percepción-
en nombre de motivos biológicos, de una instancia no conflic- conciencia. Prefiere el término latino de "sujeto que percibe".
tiva en la que el sujeto puede adaptarse y no ser simplemente La ventaja de la lengua latina es subrayar simplemente la
I
un equilibrio de fuerzas. Esto implicaba reintroducir la esfera, actividad del pcrcipiens frente al pcrceptum, a lo percibido (en
,1

es decir el punto unificado, la ghi.nduLapineal del psicoanci.lisis, pasado). Lo que va a interesade es resaltar que, desde el punto
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esa glándula pineal que en Descartes tiene la imposible misión de vista del psicoanálisis, no hay ninguna síntesis necesaria del
'1
111
de reconciliar las dos sustancias: el pensamiento y el cuerpo. percipiens. No hay ningún nivel en que el psicoanálisis suponga
1,

El problema aún no está resuelto. No estoy seguro de que se una organización sintética. Los ejemplos que ton,a están espe-
hayan hecho muchos progresos desde la problemática de la cialmente elegidos por él de la clínica. No de la clínica
glándula pinea\. No es la opinión de Jean-Pierre Changeux que psicoana lítica, sino de la clínica esclarecida por el psicoamllisis,
expone actualmente en París con la ayuda de un amigo conser- la clínica en sentido amplio, por lo tanto también psiquiátrica,
1
11

'1
vador de museos -es una exposición con un título alambicado: para hacer valer que a partir del momento en que hay paLabra
l'
"El alma en el cuerpo" -. En dicha exposición se trata de hacer y lenguaje, hay división. Comienza por subrayar el caso en
:1
11
comprender que hemos progresado mucho sobre las relaciones donde la palabra viene del Otro; señala que basta que se nos
l' delcuerpoydf~lamentepues ahora vemos al espíritu funcionar hable y -cito- "[ ... ] el sujeto cae bajo el efecto de una sugestión
en la cámaras de positrones. Los que más se indignan con ese
1"
1I
de la que sólo escapa reduciendo al otro a no ser sino el
tipo de materialismo mecanicista, materialismo del siglo XVIIT,
1

¡il portavoz de un discurso que no es de él o de una intención que


son los defensores de las religiones. Pero es cierto que el punto mantiene en él en reserva".2
111
de vista del psicoanálisis, con respecto a esta cámara de
'111
positrones y al funcionamiento del cerebro desde la perspectiva 2. Lacan, J.: "De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de
11'
de las neurociencias, es considerado como un idealismo peli- la psicosis", en Escritos 2, 14" edición, traducción de Tomás Segovia,
1,1

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Buenos Aires, Siglo XXI, 1987, pág. 515.
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El término "sugestión" basta por sí solo para darnos el No sé si todavía se enseña en psiquiatría y psicología, no sé si
índice clínico al que hace referencia, es decir el fenómeno de la saben lo que es la "alucinación motriz verbal". Es un descubri-
hipnosis, allí obedecemos a la palabra del hipnotizador; basta miento de un clínico francés, Séglas: en el momento en que
',1
para ello con que se haya instalado en el lugar desde donde, ciertos alucinados dicen estar alucinados, hablan, y con su
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cuando dice: "¡Duerma!", no nos interroguemos sobre lo que glotis hacen movimientos articulatorios correspondientes a la
li!!! quiere decir sino que dormimos. No nos i!1teresamos en el voz. Gran descubrimiento, porque en esa época se pensaba (no
,1

discurso del cual él es el portador. Cuando un sujeto dice: había cámara de positrones pero era lo mismo) que había un
11
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"Duerma", si pensamos que con ello quiere ponerse en el lugar cierto tipo de centro del lenguaje que se accionaba, y entonces
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de una suerte de opio del pueblo, nos rebelamos, y nos pregun- era importante saber si no había un centro motor diferente del
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tamos: "¿Qué discurso es éste, por qué quiere tanto que dunna- centro de la fonación o de la audición. Esto abogaba por el
aislamiento de un centro del cual dependían los movimientos
'11
111

Ilill mos?, ¿qué quiere de mí?, ¿qué palabra porta?", o "¿qué


1]1

intención tiene?". En la hipnosis, esos dos puntos están suspen- motores, y no los movimientos verbales. Se habría producido
un cortocircuito neuronal, el contacto se produce cuando no
'111

didos, y Freud explicó por qué: el hipnotizador se pone en el


1
111
lugar del ideal, de allí que esté anulada la cuestión de saber debería, porque hay un mal enganche, y entonces cuando
"por qué me dice esto", y" ¿en nombre de quién habla?; está en hablan se escuchan desde el exterior. Esto les parece raro
.11

el lugar desde donde se porta la palabra y, por lo tanto, cuando porque es un cortocircuito que ocurrió donde no debía. Así se
;¡ se ocupa ese lugar, nos dejamos llevar. Por el contrario -y es lo da una explicación de buen gusto y sólida que interesó.
11,
'1

que la hipnosis pone de relieve-, el uso normal de la palabra Simplemente, en parte gracias a la cámara de positrones,
hacequeenla vida cotidiana no durmamos todo el tiempo. Esto sabemos que hay que buscar más. Es más complicado que eso.
11

se produce porque a partir del momento en que se nos habla Si esto le interesa a Lacan es porque los mismos alucinados al
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nos preguntamos: "me dice esto, pero ¿qué quiere de mí?" .Hay ser interrogados, en tan to son ellos mismos los que articulan la
:11

desde el comienzo una relación entre aquel que habla y lo que cadena -pues estamos seguros de que hay un solo emisor y
dice: hay una separación que Lacannombrará como la diferen- habla~, distribuyen las voces que escuchan, lo que es extraor-
cia entre el sujeto del ~nunciado y el sujeto de la enunciación; dinario. Es decir que el sujeto dini: una de las voces es aguda,
suponemos al menos una división: "me dice esto (sujeto del es la voz de una mujer; hay voces graves, deben ser de hombres;
enunciado), de acuerdo, pero ¿qué quiere de mí? (sujeto de la la otra no la conozco, etc. Hay una distribución, si bien sólo hay
enunciación)" . una emisión. El sujeto que se escucha está dividido, y en su
Por lo tanto, a partir del momento en que el otro me habla materialidad se presenta como dividido. Entonces, la gran
hay una división, no una síntesis, y frente a todos los que ilustración de la alucinación verbal motriz es la forma fragmen-
sostienen la operación de la síntesis del sentido, que piensan tada del sujeto. Dejo de lado las consideraciones propiamente
que para producir sentido hay que estar verdaderamente uni- clínicas. No es sólo la alucinación verbal motriz lo que Lacan
ficado, reunido en sí mismo, existe el primer efecto: desde que interroga, sino una alucinación producida en ocasión de un
nos hablan, para buscar el sentido de lo que se dice, está la delirio de a dos. Es un delirio de a dos que pone en juego a tres
división supuesta. personajes. Para lo que nos interesa dejemos de lado el análisis
El segundo punto es que la palabra viene del sujeto -voy a completo de la alucinación" marrana", que algunos de ustedes
ir rápido para llegar a la topología-; sin embargo, leamos juntos conocen. Setra ta de una madre y de su hija, que deliran de a dos
la referencia al fenómeno clínico: la alucinación motriz verbal. tranquilamente. Ese binomio delirante se interrumpe un corto

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tiempo porque la hija quiere casarse. Va a la casa del esposo, paciente misma podía ser cualquiera de los tres quien venía del
tiene la sensación de que allí quieren matarla; tiene un momen- fiambrera: ella, su madre o el hombre con el que se cruzaba.
to paranoico agudo y entonces vuelve rápidamente a su casa y Ella no sabe, es allí donde juega su papel la idea de la perple-
retama el binomio delirante con mamá. En el corredor delante jidad, y donde Lacan interpreta recurriendo a la concepción de
de su departamento, donde ya presumían que los vecinos Jakobson que acababa de publicarse, del término "embrague",
hacían cosas horribles, se cruza con uno de ellos y escucha que shifter. -embrague, como el embrague de los autos, es un térmi-
éste le dice: "marrana". no muy concreto-: to shUt, en inglés, es enganchar la velocidad,
El argumento de Lacan marca que hay una concepción eslamaterialidad del embrague. Cuando ustedes desembragan,
proyectiva del psicoanálisis que consiste en explicar que esta el motor gira en el vacío y, en efecto, los engranajes no giran
muchacha escuchó "marrana" porque pensó: "todos los hom- porque no hay enganche. Es ésta la concepción concreta y pode-
bres son cerdos", y entonces por proyección esto le vuel ve bajo rosa que propone Jakobson, diciendo que serán embragues las
la forma de la injuria: "marrana". Habría allí toda una corriente palabras del código que no toman sentido-con toda la amplitud
interpretativa que apuntaría a marcar: los hombres son todos de "tomar sentido"- más que de las coordenadas: atribución,
puercos, ete. fecha, lugar de emisión del mensaje. Los pronombres persona-
Lacan defiende otra corriente, una corriente que dice:" ¿qué les son el ejemplo eminente. La hazaí'ia de Jakobson es tratar,
pensaba usted antes?"; pero justamente no dice "pensar" sino: como lingüista, de clasificar lenguas donde los sistemas de pro-
"¿qué se profirió en usted el instante anterior?", puesto que en nom bres persona lesson extremadamente divergentes -hay len-
el fondo el término "pensamiento" en la psicosis es altamente guas que no tienen pronombres personales, donde los pranom-
discutible. Y tenemos entonces la frase: "vengo del fiambrero", bres personales no son aparentes-o. ¿Qué es lo que ocupa su
pronunciada por la paciente en la perplejidad. Se disculpa por lugar? Las mentes ingenuas se hacen, este tipo de preguntas con
haber "pensado" esta frase, o más bien de que se haya proferi- el japonés, por ejemplo. Allí es bastante difícil captar dónde
do, se disculpa, lo que es extraño. Por otra parte, lo importante están los pronombres personales, y entonces responden: ¡espor-
es que está perpleja, porque ella no venía del fiambrera. Lo que que no tienen sentido del individualismo! Gracias al sentido,
hace que el je (yo), "vengo del fiambrero" es un jc extrafio. y ... también se podría hacer lo mismo con el espaí'iol, donde no
Entonces dice, en un sentido sí: venía del fiambrera, pues el se dice "yo pienso", sino "pienso". ¿Tendré'in o no tendrán el
esposo era de una familia campesina y ella había tenido la idea mismo sentido del individualismo? Jakobson, por el contrario,
persecutoria de que iban a matarla en casa de esa gente rústica se interesó en las lenguas eslavas. En ese tipo de lenguas la
que mata puercos. Pero es en un sentido que la deja perpleja. La distribución de los pronombres personales es más complicada
hazai1a de Lacan es hacernos comprender que no sabemos todavía. La ventaja de su máquina llamada "embrague", con
quien es el yo (je)*: la paciente, la madre -las dos delirando de términos como "código" y "mensaje" -totalmente desconoci-
a dos-, es el prablema con los delirios de a dos, nunca sabemos dos por los lingüistas profesionales, utilizados por los técnicos,
quién dice "yo", nunca sabemos quién habla, las ideas deliran- los ingenieros de la comunicación, no por lingüistas-, es que
tes de una se encuentran en la otra, y en estos delirios de a dos resuelve toda la cuestión. Llamará "embrague" -y mete en la
tenemos mucha dificultad para asignar el yo. Incluso para la misma bolsa las cosas más disímiles- a todo lo que en el
código sólo se deduce del mensaje.
Ven ustedes por qué es un embrague, pues el "vengo"
* En español no se escribe el shift<'r (yo). [N. de la T.] describe en el código una acción, verbo de movimiento, no es

22 23
Erie LaurCllt
La idclltifiCllciólI: t0I'0/ugJÍI y ti['llll'o

una actitud proposicional, es un verbo de acción, no es "temer", la tapa de El SelJlillario l, porque el significante es el asesinato de
etc; "fiambrera" designa en el código actividades, referencias, la cosa: no hay ninguna necesidad, en efecto, de tener la cosa
un cierto número de actividades comerciales ... En ese mensaje "elefante" y su goce, etcétera, para debatir su suerte. Cuando la
hay elementos del código que remiten a un cierto número de conferencia de las Naciones Unidas dedicadas a las especies en
funciones de lo que podemos llamar el mundo, el universo de extinción debate sobre los elefantes, eso tiene muchas más
referencia. Hay allí uno solo, el yo, que sólo tiene sentido por la consecuencias sobre la suerte de los elefantes en su hábitat de
atribución del mensaje: ¿quién lo dijo? Por lo tanto "vengo del lo que pueden pensar los elefantes. Y no hay ninguna necesi-
fiambrero", yo, y se dice en el momento en que se enuncia, en dad de que estén allí para que en efecto sea definida la cuota de
¡:¡
el presente: no hay cita, no hay fenómeno de atribución a otro, caza de elefantes y se enuncie o no la prohibición de los
lii
i!¡
etc. Vemos entonces cómo los tres términos -atribución, fecha, colmillos de marfil según códigos y reglamentos abstractos.
,i;
lugar de emisión- convienen para designar la función de estos Tenemos allí un bonito ejemplo de la función de irrealización
l'
·1·'
términos. del símbolo; y por otra parte ya pueden los elefantes desapare-
:1:
Jakobson trataba toda la cuestión de los pronombres perso- cer del planeta, nosotros continuaremos hablando de ellos y
nales (que llenaba las bibliotecas y continúa llenándolas: ¿qué
;1

reglamentando por ellos también ... La máquina burocrática no


quiere decir este yo?, ¿quiénes somos?, etcétera) con un fenó- se detendrá así como así.
ii:11
1:
meno que parece muy mecánico, técnico: atribución, fecha, Entonces, tenemos esta primera versión, el asesinato de la
lugar de emisión. Es decir, con funciones de computadora. cosa, pero eso no es el todo: "Para que su irrupción en lo real sea
1
1,1

Gran parte del acercamiento fenomenológico era barrido por indudable, basta que se presente, como es común, bajo la forma
estas fuertes consideraciones. Esto le interesó mucho a Lacan,
:1

,'1

de cadena rota".] Lacan se tomará mucho tiempo para explicar


Ili
pues había una definición estricta de los pronombres persona- este tipode frasecita. Vemosen el comentario deJean Hyppolite
les que parecían el índice del sujeto, únicamente a partir del sobre la Verncillllllg hecho en el seminario de Lacan, que hay
!II
'1

Otro: el código y el mensaje no remiten más que al lugar del


,..'111
I

algo que él no comprende: por qué Lacan habla de real. Porque


Otro, todo eso es exterior. Jean I-fyppolite es hegeliano y lo fundamental para él es la
y bien, tienen una definición del sujeto estrictamente función deirrealización del símbolo: "El símboloesel asesinato
deducible a partir de este Otro, de un lugar que no es el sujeto. de la cosa"; esto lo comprende muy bien, es compatible con
A partir de esta definición, no hay ninguna necesidad de una Hegel. Pero la idea de que hay pasaje de lo real en el símbolo
interioridad subjetiva para definir un sujeto. No necesitan más -el término mismo de real es empleado por ello-es incompatible
que tener en el origen una lengua en la cual haya códigos y e incluso no tiene sentido en la filosofía hegeliana, no tiene
mensajes, una lengua que se preste, como las lenguas na turales sentido incluso en la filosofía; se discute, podemos dar un
que son a la vez códigos y mensajes, y a partir de allí tienen sentido a esto, algunos trataron, pero es difícil. El estatuto de
código y este Otro, una definición del sujeto apresado por su esta alucinación que define lo real tiene un orden de realidad
índice: el pronombre personal. completamente distinto.
Lacan pondrá de relieve, luego del ejemplo que seguimos, Vaya retomarlo la próxima vez, pero quiero hacerles captar
que "la función de irrealización no está toda en el símbolo" un punto.
-esta función de irrealización es la que eligió destacar en su
ejemplo del elefante-o Cuando digo "elefante", los elefantes
están en la habitación; es por ello que hay un bello elefante en 3. Lacall, J.: Escritos 2, ob. cit., pc'íg. 517.

24 25
111

,1
"1

Eric LI111renl
La idclllijicaciól1: 101'0log(l11/ lielllpo
111

a)
tenemos entonces un embrague forzado que lo agota, pues
--------~.
A debe responder todo el tiempo. Este embrague, este pronom-
(' ~- Pronom b re personal
SUJ"o >
bre impersonal lo apunta y lo embraga en lo más personal de sí
mismo, y sólo designa en el mensaje las palabras del código que
b) Código Mensaje no son más que palabras vacías, que no tienen ningún sentido,
Código-mensaje ["usted debe ... "] que son una suerte de significación personal pura y vacía.
sobre el código mensaje-código~~- >me I1saje Ven ustedes cómo todo esto podía encantar; fenómenos de
este tipo vienen de alguien que se formó con mentes mecanicistas
Tienen aquí el primer movimiento: la pura definición de un como Clérambault o Guiraud, que buscaban en la clínica
Otro del sujeto. Inmediatamente, Lacan aplica este maravilloso psiquiátrica un trastorno primario, antes de que aparezca el
descubrimiento de Jakobson a la clínica de las alucinaciones sentido delirante. Buscaban fenómenos en los que existían,
-lo que no se había hecho nunca antes-o Demuestra que estas antes que cualquier significación: "el otro quiere mi mal"
alucinaciones se di viden en dos: fenómenos de código, un paranoico o "él me ama" erotómano, etc. -fenómenos de pura
nuevo código, un neo-código -ya se había pensado en ello antes desconexión-o Vemos allí que Lacan se sirve admirablemente
de Lacan pero no se lo había reducido a códigos-, y mensajes, del shifter para obtenerIo; un código que sólo da indicaciones
los famosos neologismos, las nuevas lenguas. El código que sobre el mensaje. Y termina su estudio, esta presentación del
finalmente da indicaciones, lo que tiene de nuevo, es que nos da "Hacia Freud", diciendo que la gran cuestión es comprender si
mensajes sobre el código. En la Grulldsprachc, por ejemplo: "los no es notable la predominancia de la función del significante en
pájaros del cielo" quiere decir que se designa con ello a las esos dos órdenes de fenómenos; nos incita incluso a buscar lo
jóvenes que ... , etc. Es un mensaje sobre el código que va a que hay en el fondo de la asociación que constituyen: de un
definir este nuevo término, "pájaro del cielo". Del otro lado, el código constituido de mensajes sobre el código, y de un men-
mensaje, por ejemplo: "Usted debe, en cuanto a usted ... rendir- saje reducido a lo que en el código indica el mensaje.5
se a la evidencia de que es un idiota "4 -·esto se presenta bajo la El interés de esto, dice Lacan, es que zanja la cuestión:
forma de injuria, que es la forma más normal de la alucinación "Pues hay allí una topología que es enteramente distinta de
o de la manera en que cada uno se habla a sí mismo-- esta la que podría hacernos imaginar la exigencia de un paralelismo
priJnera parte, "usted debe en cuanto a usted ... ", está vacía; es inmediato de la forma de los fenómenos con sus vías de
allí donde se presenta con la misma categoría: este largo conducción en el neuroeje."h
"

segmento es un embrague; todo lo que enuncia esta frase, es lo Es decir que lo que encontrará siempre la cámara de
1
1,1

que en el código no cobra sentido sino por el mensaje. Es por positrones son fenómenos paralelos, en paralelo: está el sujeto
I!!I ello que para Schreber un embrague designa todo aquello a 10 y luego los mecanismos de conducción de cableado más o
cual tiene que responder; designa la unidad. Esta unidad menos refinados, sofisticados. Tenemos allí un fenómeno en el
!llil
!I! proferida por Dios, la embraga forzadamente, si puedo decirlo. que, de entrada, el código implica al mensaje -mensaje en el
!il
En lugar del embrague, del shifter, tiene palabras impuestas, es código- e, inversamente, el código está en el mensaje. Dicho de
decir un embrague impuesto. Él quisiera que se lo deje tranqui- otro modo, debemos encontrar un mecanismo, un modo
:11
lo, que el motor significante gire pero que lo deje en paz. Y
11

5. Ídem, pág. 522.


4. Ídem, pág. 521. 6.Ibídem.

26
27
Eric LII1/rent LII ideJltitICllci<ÍJI: top%glll 1/ tie/llpo

topológico donde el sujeto y el Otro no puedan concebirse escribe lo mismo que esta intersección del código y del mensaje:
como exterioridad. Ya tenemos en el Otro la necesidad del para Lacan el sujeto se precipi ta por un mensaje hacia el código;
.sujeto tomado en tanto pronombre personal; tenemos en el el vector de intención quiere decir que es en razón del mensaje
Otro, si queremos, un casillero" sujeto". Si ponemos al Otro y que el sujeto quiere realizar, que pasa por el código, ya partir
al sujeto, ambos suponen una intersección. A partir del Otro, del código le vendrá el mensaje que enunció. Si ponen estos dos
podemos entonces definir estrictamente los índices posibles grafos uno frente al otro, creen atrapar el mensaje, y es un
del pronombre. mensaje que incluye el código.

C M

~---=~
¡s (A) A~

Esto fue hecho en los comienzos de la sección clínica por


Jacques-Alain Miller, esta gimnasia de montaje es indispensa-
Y en segundo lugar, entre código y mensaje, tenemos exac- ble por la inclusión topológica que esto implica. Creen ustedes
tamente los mismos fenómenos; es que ya en el mensaje hay atrapar el código, y tienen un mensaje, preexiste un mensaje; es
código, y ya en el código hay mensaje. Si Lacan da esta indica- imposible estar en una pendiente en la que están separados de
ción preciosa diciendo que habría que volcar todo esto con el estas diferentes funciones.
mayor cuidado sobre un grafo, es que en el fondo el grafo ya Por ello la identificación supone el tiempo y una topología.
está construido como los círculos de Euler, que utilizará más
tarde como inclusiones. Cuando decimos: primer piso del CLASE DEL 17 DE NOVIEMBRE DE 1993
grafo, segundo piso del grafo, de hecho tenemos no estratos
sino inclusiones por los circuitos, que hacen que tengamos un
sistema tal que sea imposible tener este átomo, el átomo
lingüístico.
Es el esquema que Jakobson tomará; a partir de un código,
fabricamos mensajes según un esquema en donde el bucle y el
sentido aparecen de tal forma que el mensaje se descifra a partir
del código. En tanto que en el sistema de Lacan, el sujeto de
entrada pasa por el Otro. La célula fundamental del grafo

28 29

I
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Erie Lal/re¡¡ t La idelltificacián: tOl'olog1ÍI If t iCIIII'''

topológico donde el sujeto y el Otro no puedan concebirse escribe 10 mismo que esta intersección del código y del mensaje:
como exterioridad. Ya tenemos en el Otro la necesidad del para Lacan el sujeto se precipita por un mensaje hacia el código;
.sujeto tomado en tanto pronombre personal; tenemos en el e] vector de intención quiere decir que es en razón del mensaje
Otro, si queremos, un casillero "sujeto". Si ponemos al Otro y que el sujeto quiere realizar, que pasa por el código, y a partir
al sujeto, ambos suponen una intersección. A partir del Otro, del código le vendrcí e]mensaje que enunció. Si ponen estos dos
podemos entonces definir estrictamente los índices posibles grafos uno frente al otro, creen atrapar el mensaje, y es un
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Y en segundo lugar, entre código y mensaje, tenemos exac- ble por la inclusión topológica que esto implica. Creen ustedes
tamente los mismos fenómenos; es que ya en e] mensaje hay atrapar eleódigo, y tienen un mensaje, preexiste un mensaje; es
código, y ya en el código hay mensaje. Si Lacan da esta indica- imposible estar en una pendiente en la que están separados de
ción preciosa diciendo que habría que volcar todo esto con el estas diferentes funciones.
mayor cuidado sobre un grafo, es que en el fondo el grafo ya Por ello la identificación supone el tiempo y una topología.
está construido como los CÍrculos de Euler, que utilizará más
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grafo, segundo piso del grafo, de hecho tenemos no estratos
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lingüístico.
Es el esquema que Jakobson tomarcí; a partir de un código,
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fabricamos mensajes según un esquema en donde el bucle y e]
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del código. En tanto que en el sistema de Lacan, el sujeto de
entrada pasa por el Otro. La célula fundamenta] del grafo

28 29
2. LA PARADOJA DEL MENTIROSO

Vamos a continuar el recorrido de las paradojas de la


identificación. La última vez señalé que Lacan considera nece-
sario el estudio del tiempo y de la topología. Lo que se verifica
en sus enunciados sobre la identificación: los que figuran en "El
tiempo lógico o la aserción de certidumbre anticipada", o
incluso en la "Cuestión preliminar a todo tratamiento posible
de la psicosis". Articula de este modo "la topología y el tiem-
po", título que terminará por dar a uno de sus seminarios. Esta
topología la hemos visto en acción en el esquema de la comu-
nicación de Lacan. En este esquema, si el sujeto se precipita
hacia el Otro, la respuesta sólo se cierra en la vía de retorno; y
hemos visto que esto implicaba, al contrario de la concepción
geométrica que distingue el lugar del código y el lugar del
mensaje, una concepción topológica según la cual hay mensaje
a partir del código. Hay que considerar allí dos distribuciones
de la inclusión del código en el mensaje, distribuciones entre el
sujeto y el Otro. Pero tenemos que suponer una suerte de
intersección fundamental entre el código y el mensaje, y no una
exclusión de lo que en el código vendría del mensaje, y de lo que
en el mensaje vendría del código. Esta inclusión es la hipótesis
sostenida por Lacan, que hace que pueda hablar de la inclusión,
en el sujeto, de un significante del Otro: en lo más íntimo se
descubre lo más exterior, lo más lejano. Es la experiencia
subjetiva que Lacan señaló, por ejemplo, en San Agustín, al
describir cómo descubrió la marca del Otro absoluto buscando
la más grande introspección. Esta marca era para él la presencia
del pecado, tan lejos como se remontara en su existencia.
31
I[il

II11
Erie Ll1llrl'lll La I'amdoja del Illclltiroso
,11

111

11:

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$ A una consideración de esta inva~inación topológica del Otro en


el sujeto, que hace que cada vez que Lacan presenta fenómenos
1.li!1111 I
de marcas justamente ha~a valer que esta marca no es otra cosa
que el sujeto que puede contarse como uno. Y, a la inversa, en
M
1,

'11 '
C cada individuo, no hay otra intimidad que la de estos
'11
significantes dejados por el Otro. Encontró, por lo tanto, en el
final de su texto sobre el tiempo ló~ico, tres tiempos para
'1
:,11 I
articular el sujeto y el Otro:
1. Un hombre sabe lo que no es un hombre;
2. los hombres se reconocen entre ellos por ser hombres;
Esta articulación de lo más íntimo y de lo más exterior, del 3. Yo afirmo ser un hombre, por temor de que los hombres me
I!I
mensaje más personal y del códi~o más universal, es lo que está convenzan de no ser un hombre.
presentado en algunas páginas de la " ... cuestión prelimi- Podréln notar que estos tiempos de identificación no parten
nar ... ", que hemos leído juntos; pero también, si nos remitimos de un saber sobre lo que sería ser hombre, sino que parten de lo
ahora al final del texto "El tiempo lógico y la aserción de que no es un hombre: "Un hombre sabe lo que no es un hom-
certidumbre anticipada", pá~ina 213 de los Escritos, descubri- bre". Como ven, esto no dice nada acerca de qué es un hombre.
mos en la nota final, la nota 2, lo siguiente: Lacan aconseja A continuación alcanza sin tener ningún "ser-hombre" de par-
releer, una vez leído su artículo, Masscnpsychologic de Freud y tida sino una negación; que se reconozcan entre ellos. Los hom-
dice: bres se reconocen entre ellos por ser hombres; no saben lo que
"Que el lector que prosiga este volumen re~rese a esta hacen, no tienen nin~una idea, pero se reconocen entre ellos.
referencia a lo colectivo que es el final de este artículo, para En tercer lu~ar: "Yo afirmo ser un hombre", ésa es toda la
,1
situar gracias a ella lo que Freud ha producido bajo el registro cuestión de la afirmación o de la decisión; y una cierta prisa no
11
de la psicología colectiva (MasscnpsycllOlogic IlIld lclt-Analysc, entorpece las cosas, vemos entonces aparecer la función del
11

,
1920):lo colectivo no es Ilada sino el sujeto de lo individual".' miedo y de la an~ustia: "por temor de que los hombres me
i Lo colectivo no es nada sino el sujeto de lo individual: convenzan de no ser un hombre".
1'
proposición que puede parecer poco clara, y que quizá se Hay que decir que este párrafo es una ló~ica colectiva funda-
11,
aclare con los desarrollos precedentes. "Lo colectivo no es da en el racismo, parte del rechazo, de un rechazo primordial:
nada": si lo traducimos como "El Otro no existe", vemos que, un hombre sabe lo que no es un hombre. Y hace que podamos
no es nada sino el sujeto de lo individual, o sea lo que en el
'1',11:,

1"'
11:

comprender el último párrafo que tampoco es muy claro en una


1111

I
individuo es el significante del Otro; lo que permite, incluso, primera lectura:
contarse como uno. "Movimiento que da la forma lógica de toda asimilación
Yvemos en esta frase: "Lo colectivo no es nada sino el sujeto 'humana', en cuanto precisameÍlte se plantea como asimiladora
de lo individual", que está al final de este texto sobre el tiempo, de una barbarie [... ]".2
111
Cuando Lacan escribe este texto, justamente se estaba sa-
1. Lacan, l.: "El tiempo lógico y el aserto de certidumbre anticipada. liendo de la barbarie nazi, es el año' 45, esta barbarie está muy
,1
,I,! 1
Un nuevo sofisma", en Escritos 1, 14" edición, traducción de Tomás
111
ill Segovia, Buenos Aires, Siglo XXI, , 1988, pág. 203. 2.Ibídem.

32 33

¡il
Erie LtlIucl/f La I'aradoja del/I/el/ firoso

presente en su texto. Vemos efectivamente cómo a partir de un Lo que quiero señalar es cómo se produce el anudamiento
rechazo que no se refiere al significante -esto va a aclararse más en esta función temporal, aprensible por los índices; no puede
tarde, por supuesto, con los desarrollos sobre el goce- un ser simultélt1CO,y sin embargo está marcado por el tiempo.
hombre sabe lo que no es un hombre; y hay un rechazo, "no es Le agradezco a Mme. Warte1, quien me envió una pregunta
un hombre porque no goza como yo". A partir de esto, los escrita a propósito de la última clase, seflalando una dificultad
hombres se reconocen entre ellos, no saben muy bien cómo. Y respecto de la topología inclusiva del código y del mensaje.
entonces, subjetivamente, me doy prisa; simplemente afirmo Esta dificultad se refiere al in itiu 11I del recorrido en donde la
decidido, por temor de que los hombres me convenzan -la intención del mensaje está presente -el sujeto se precipita hacia
expresión es formidable-, de no ser un hombre. Porque la el Otro, como lo dice la flecha-: en el fondo, tenemos una cuasi
posición de refutación puede venir del Otro, no viene del instantaneidad con el retorno; ¿cómo concebir la presencia del
sujeto, el sujeto mismo no sabe lo que es un hombre, sino lo que mensaje desde el comienzo y el hecho de que no se concluya
debe hacer, afirmarse, decidir sobre ello, porque si no decide, sino luego de un cierto tiempo? En efecto, es una pregunta que
puede ser convencido. vaya retomar en otro momento; la guardo pues hay desarrollos
Vemos entonces que hay una lógica colectiva que produce sobre la psicosis misma que en este momento serían ectópicos
un anudamiento; que a partir de una ausencia de definición de -ya volveremos a ellos-o
ser un hombre, sin embargo, va a permitir un yo que se afirma. Encontramos aquí también esta identificación conclusiva:
Es una intuición lógica que va a continuarse a lo largo de la obra "me afirmo", luego de la articulación de tiempo, los índices de
de Lacan. Es complicado a causa de la teoría del deseo y del tiempo, donde se anuda al tiempo mismo, según esta función
goce. Pero tenemos, de todos modos, algo que va a funcionar, temporal, el Otro y la afirmación subjetiva.
incluido en la lógica del pase, una vez reemplazado por la ** *
constitución de la colectividad psicoanalítica:
1. "Un psicoanalista sabe lo que no es un psicoanalista", esto
no dice, de ningún modo, que el psicoanalista sepa lo que es un Esta afirmación y la función de la identificación como
psicoanalista. afirmación, en su relación con 10 colectivo -o el Otro -, es algo
2. "Los psicoanalistas se reconocen entre ellos para ser que escande la enseñanza de Lacan. Cuando Lacan elige abor-
psicoanalistas", es lo que demandamos en la experiencia del dar la identificación como tal en su seminario de 1961, desarro-
pase, que un cartel reconozca: "éste es de los nuestros". ¿Cómo? lla allí las relaciones del sujeto con lo universal, ya no con la
3. "El sujeto debe afirmarse, decidir ser psicoanalista por colectividad sino con el "todos". Trata de ver cómo se anuda la
temor de ser convencido por los otros psicoanalistas de no ser afirmación: el "yo", el "yo digo", y lo que concierne al "todos".
un psicoanalista." Para ello, toma un clásico del género, un clásico de los enuncia-
J acques- Alain Miller daba una di ferenciación esclarecedora dos que anudan 10 colectivo y el yo, el enunciado: "todos los
-para aquellos que han seguido su curso recientemente- que cretenses son mentirosos, así habla Epiménides el cretense",
hace jugar, sobre una serie de textos clásicos y psicoanalíticos, célebre sofisma. Este término deriva de la escuela de filosofía
la voluntad: "me afirmo", y el entendimiento: "ser convencido griega sofista, ésta tenía un cierto número de paradojas lógicas
de". Estos elementos que tuvieron un sólido papel en la ense- l~nlos cajones y en su enseñanza, con ellas desarmaban todos
ñanza de J acques Lacan están diferenciados en esta poderosa los argumentos para delimitar sus paradojas lógicas. La ense-
articulación. Ilanza lógica de la escuela sofista pasaba por desarmar en

34 35
Eric Lallrellt La pamdoja dcllllclltiroso

forma reglada un cierto número de paradojas llue se inventa- la unión de John y de Etchemendi implica seguramente un
ban y se pasaban de amo a amo, esas paradojas funcionaban pasaje por el Nuevo Mundo.) Escribieron un libro, publicado
como los enigmas en los tiempos mitológicos. Las paradojas por Oxford University Press. Se lo encuentra en París, en las
eran cuidadosamente desmontadas, y por eso Lacan puede buenas librerías internacionales. Se los menciono para asegu-
decir del "Tiempo lógico": "es un nuevo sofisma". rarles que cuando hablamos de Koyré no hablamos de antigüe-
Hay que felicitar, entonces, la iniciativa de Pierre Skriabine, dades, pues no se trata de "hace mucho tiempo se interesaban
que hizo publicar por la biblioteca de la Escuela de la Causa en esas cosas, ahora sólo nos interesa mos en las compu tadoras" .
Freudiana en un documento -"Documento de la biblioteca de Sein teresa n en las computadoras yen los problemas, justamen-
la Escuela de la causa Freudiana N° 3"- un texto de Alexandre te, particulares que dan los problemas de circularidad en los
Koyré sobre "Epiménides, el mentiroso" difícil de encontrar. programas; y esto hace que el mentiroso, como paradoja, sea un
Todo el mund o conoce los nom bres Koyré y Epiménides. Es un tormento; el de no caer en un tipo de enunciado que los meta en
texto publicado en 1947, al mismo tiempo que "El tiempo una espiral infernal de la que todos quieren salir.
lógico"; y en una pequeha introducción, Skriabine pone de Comencemos por el examen del extrailo lazo que se introdu-
relieve, examinando las paradojas citadas en el Seminario "La ce entre el "yo" yel "todos" en el juicio del cretense.
identificación", que Lacan seguramente ya había leído con Koyré tiene una tesis que está desarrollada en su artículo: la
gusto el comentario que hizo Koyré. En efecto, lo precioso de la paradoja o las paradojas lógico-matemáticas están construidas
paradoja del mentiroso es el hecho de poner de manifiesto que según el modelo del mentiroso. Dice lo siguiente: "[oo.] pode-
hay un cierto tipo de enunciados en que no se puede anudar mos fabricarlas a gusto. El esquema de la paradoja es muy
juntamente el "yo"y el de "todos". Para poder ligar el "yo" y el simple, en efecto; es el de la Cl1l1sa slIi; o mejor aún, del suicidio.
"todos" es necesario un rechazo primero, una negación Se trata de "golpearse a uno mismo". Como definición es muy
primera: "un hombre sabe lo que no es un hombre". y cuando divertida, es tll1a manera de situar la causa, y pienso que
creemos que podemos reunir juntos el "yo" y el "todos", veremos el desarrollo que Laean hará de este punto.
únicamente a partir de definiciones positivas, sin una omisión, En efecto, la frase: "Todos los cretenses son mentirosos, dice
sin una retracción primera -en términos freudianos sin una Epiménides el cretense", es una frase donde Epiménides el
represión originaria-, si suponemos un Otro completo, nos cretense, que pronuncia la frase, se induye en ésta. La frase lo
topamos con dificultades para 10grarIo. Éste es el interés de las apunta a él mismo: "todos los cretenses" implica el cretense
paradojas que la lógica hace aparecer, poner de relieve que hay Epiménides, y a partir de allí tenemos una suerte de suicidio
límites a la afirmación universal de todos los enunciados. causado por el lenguaje de Epiménides, cuyos dichos -todos-
Vamos a pasar algún tiempo desmenuzando juntos lenta- son alcanzados por un extraí10fenómeno que Koyré analiza de
mente el alcance exacto, o lo más exacto posible, de la para- manera paradigmática con una visión particular.
doja del mentiroso, que continúa siendo un tormento para los Comienza por lo siguiente: Cuando Epiménides dice "To-
desarrollos más recientes de la lógica. Vaya proponer, por lo dos los cretenses son mentirosos", ¿qué dice? Voy a seguir el
tanto, un recorrido partiendo del texto de Koyré hasta un libro razonamiento de Koyré porque después de todo, hay que
que acaba de publicarse en París, y que apareció en Inglaterra meterse poco a poco en la belleza del problema.
en 1987, con el título: El mentiroso, un cnsayo sobrc la verdad y la "Al decir: 'Todos los cretenses son mentirosos', Epiménides
circularidad -en inglés The Liar, de Jan Barwise y John no quiere, es claro, dar una apreciación moral del carácter de
.1
!.I;':I Etchemendi- sin duda vascos emigrados. (Debemos decir que los cretenses. Si tal fuera, en efecto, el sentido de su aserto, la

!!II
36 37

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Erie LIlIlrent
La paradoja de/mentiroso

mayor: 'todos los cretenses son mentirosos' junto a la menor:


'Epiménides es un cretense', traería aparejada la conclusión: puede decir. .. con validez ... : 'me callo', 'estoy ausente', 'estoy
'Epiménides es (soy) un mentiroso', y el razonamiento se muerto'. Como tampoco puede decirse ... razonablemente ...
detendría allí, como se detendría si Epiménides dijera: 'Todos 'miento' ... "
los cretenses son valientes', o cobardes, hombres honestos o Lo que Koyré va a distinguir es:
ladrones. La conclusión, verdadera o falsa, sería perfectamente 1. La proposición no apunta a un estado del mundo;
'1
I legítima y de ningún modo paradójica; en efecto, se puede ser 2. apunta a la frase; pero más profundamente, denota
un mentiroso y confesado sin dejar de seda." 3. que hay que considerarla en tanto proposición, es decir,
!Irl
1111
Esto es muy profundo, y hay que recordado siempre cuan- entre todas las frases posibles, aquellas que pueden ser dichas.
I!
do alguien confiesa una mentira. La frase "Todos los cretenses Porque siempre podemos decir: "estoy ausente", "me callo",
son mentirosos" se vuelve interesante si agregamos: "todos los
1.11

I! "estoy muerto": sólo que no es una proposición. Una proposi-


'1

'1
cretenses mienten siempre"; hace falta el "siempre"; que estén ción es una frase que puede ser dicha con validez. Y: "La
i
implicados en una ley implacable, y no que mientan a veces, aserción 'miento' ... , sin embargo, no es enteramente semejante
que es lo que hace un mentiroso. Un mentiroso sistemático es a 'me callo'y 'estoy muerto'. No es un contrasentido como ésta.
Es un sin sentido".
un ser paradójico. Es especialmente interesante pero, en el
fondo, el enunciado "todos los cretenses mienten siempre" Koyré sigue en esto a Bertrand Russell: "la frase [... ] no
muestra bien el hecho de que no es un estado del mundo lo que significa rigurosamente nada. Y es por ello que no es ni verda-
se señala, sino un estado de la sintaxis: es una proposición que dera, ni falsa. El 'miento' no es un juicio".
se enuncia, una proposición que se enuncia en presente, "todos Es un acercamiento a la paradoja que en inglés se resume en
los cretenses son mentirosos en el presente puro", entonces la teoría del agujero, del gap: es decir que no es ni verdadera ni
siempre. falsa, es un sin sentido. Otros autores la llamaron la teoría del
Una vez que se aisló este nivel sintáctico, la complejidad se agujero, él dice "sin sentido"; y distingue cuidadosamente el
sin sentido y el contrasentido. ¿Cuál es la diferencia? Cuando
da porque el juicio está dicho por Epiménides mismo, y porque
escuchamos a alguien decir "miento", creemos estar frente a
se lee un enunciado: "Digo que todos son mentirosos, yo,
Epiménides el cretense". El "yo" se incluye allí en el "todos"; es una declaración. Koyré lo dice así: "el lenguaje no expresa
nuestro pensamiento sino de manera imperfecta, y sobre todo
lo que constituye todo el problema. En el fondo, Koyré tiene un
tratamiento radical para ello: considera que no tenemos dere- incompleta". Las palabras que pronunciamos, las frases que
escuchamos, no toman su sentido pleno y entero más que en el
cho a hacer pronunciar las frases, los enunciados, por cualquie-
contexto. Es muy fuerte decir cosas como ésas, es una tesis muy
ra; hay que prestar atención al sujeto de la enunciación de un
cierto número de enunciados: fuerte. Es una tesis que le reserva todo su lugar, un lugar
inteligente, a la pragmática. La pragmática es el conjunto de los
"El juicio: 'Todos los cretenses', etc., de algún modo está medios por los cuales se llega a dar un sentido a un enunciado.
prohibido para Epiménides. N o puede pronunciado o, si se Por ejemplo, el enunciado "Es preciso cerrar la puerta", si se lo
prefiere, se pervierte en su boca y se convierte en un contrasen- dice enfáticamente, "¡es preciso cerrar la puerta!", comprende-
tido ... Nos parece que no hemos señalado suficientemente el mos que es un mensaje que se dirige a la persona que está cerca
hecho curioso, incluso extraño ... de que hay ciertas aserciones de la puerta para cerrada. Esto implica una aplicación en el
que no pueden ... hacerse ... con validez ... De este modo, no se contexto, un factor tiempo; si se lo enuncia con tono calmo, y si
nada en el contexto parece apuntar a la puerta, "es preciso
38
39
frie Lllllrcllt La I,,'mdo;ll dclllll'lItiroso

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1) X duerme, x~~yo f'~


cerrar la puerta", es una declaración que puede remitir a la obra
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de Musset, "es preciso que una puerta esté abierta o cerrada", ' ••••

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2) aserción y :~~ ,1'+:/
es preciso que la juventud pase y que los adolescentes hagan , vac)cl- ~":71~;;".
,';:;I\rL,e:.;.:;.----.,:!,'
sus primeras locuras; pero esto no implica de ningún modo una
urgencia fundamental. Estos medios son los que hacen que no Koyré seilJlJ que en la proposición la aserción no existe. Si
sea ni la sintaxis misma, ni la significación sino la pragméí.tica, digo" duermo", se puede enunciar esto: "hay un sujeto X cuyo
el contexto general, los medios extralingüísticos, los que termi- predicado es 'duermo"'; pero cuando decimos "miento", la
nan por dar el sentido. Ustedes saben que, especinlmente en transcripción que da es: "la aserción Y que constituye X en ese
nuestros días, la pragmática, sobre todo la corriente American momento-encontramosaquíel factor tiempo-es falsa". Lo que
praglllatic, invade el campo de la interrogación sobre el lenguaje puede tener sentido si en ese momento, precisamente, X cons-
a gran velocidad; hay un giro pragmático. Koyré lo re toma de tituye una aserción. Pero si no es así, la afirmación de la
manera interesante diciendo que, si hay una pragmática es falsedad no se dirige a nada, la frase no tiene sujeto; en el lugar
porque el lenguaje no llega jamás a designar; no llegamos jamás del sujeto hay un vacío: algo es afirmado de nada. Esto es una
a decir, y entonces es necesario dedicarse a ello, por medios tesis, ven ustedes que se pasa de una escritura que concierne
contextuales, incluso por lo imaginario. Comprendemos mejor primeramente a un "X duerme, y Xes yo" al segundo nivel que
por qué Lacan habla de "cadenas rotas de significantes". El está en el lugar de un sujeto X, una aserción, una frase que se
sujeto psicótico, que pasa su tiempo completando los enuncia- convierte en el sujeto al que se refiere el predicado "es falso";
dos que recibe -Schreber que es bombardeado por sus" ahora dice: "en esa aserción, allí, hay un vacío".
voy a rendirme al hecho ... " y lo completa-o También él está La distinción entre el sin sentido y el contrasentido es muy
tornado en este esfuerzo por cerrar el sentido. sutil, y debemos aprenderla. En ese caso estamos enel corazón
Koyré continúa: "[ ... ] no decimos [... ] ni escuchamos [... ] de una proposición que no es un contrasentido, sino un sin
todo. Tenemos también la costumbre de reconsti tuir y comple-
sentido. Y todos recuerdan la inolvidable declaración del pre-
tar el sentido de lo que escuchamos. Ahora bien, tenemos la sidente Schreber: "Todo sin sentido se anula" ·-"alles Ullsillll
costumbre de hablar para decir algo, de escuchar frases que aufhebt"-, que Lacan marca, por supuesto, como una alucina-
tienen un sentido, o al menos que quieren tener uno. Nada es ción. Schreber recibe, de su Otro divino, como un mensaje, que
más difícil que captar un sin sentido; ponemos un sentido en "todo sin sentido se anula", es exactamente en esto que se
todas partes donde no lo hay". encarniza la lengua natural, según el análisis que hace Koyré:
En el fondo, es la concepción de la patología de la lengua nosotros pasamos el tiempo anulando los sin sentidos, no
ordinaria la que hace que pongamos sentido en todas partes, y viéndolos; hablar consiste en anular el sin sentido, inyectar
es lo que hace que toda una primera corriente de la filosofía del sentido a todo tren, y fabricar sentido con todos los sin sentidos
lenguaje haya consistido en buscar los sin sentidos y en elimi- posibles, incluso con los contrasentidos.
narlos. El "miento" que "[... ] pretende querer decir: 'miento en
este momento'; 'es en ese momento que hago una aserción
falsa' ... se abusa ... pues la aserción que declara falsa no existe". ***

La distinción entre contrasentido y sin sentido fue hecha por


Husserl en sus Essais sur 111logique, y considera que la diferencia
40 4]

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,I! 1111

',~II ]
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LIII'llmdoi" dd fll,'flfiros"
frie Lnurcnt

11! :

Koyré y Russell V,lI1 a extraer de este examen una regla


'1

,;; I
,
es que el contrasentido I~S una afirmación cuyo contenido es general que tuvo una consecuencia muy importante pdra el
contrario <l su enunciado; uuentras que el sin sentido no es un
psicoanálisis: ningún concepto se aplica enrealidad a sí mismo.
1,.'111
!,
"1:1.)

contenido contradictorio, es un contenido imposible.


Lo mínimo del círculo vicioso es el concepto que se aplicd a sí
"1111:' Veamos cómo funciona esto. El hecho de que la aserción que
1,"1 ~

mismo: la palabra "dbstracto", ¿es abstracta? La palabra "con-


hace X en ese momento es falsa -el hecho de que no existe, de
" l' creto", ¿es concreta? Por e~.;(),abordando estas cuestiones de la
1'1,1,
i I
que no haya sujeto para un predicado-, no trae inmediatamen· identificación, Lacan pone de m,lnifiesto la primera regla: que
i i
,1

"11 !
te aparejadoun sin sentido. Russell adora las proposiciones con un significanle no se contiene a sí mismo. La fr<lse:"El sujeto es
'! los reyes de Francia, pues le gustaba la realeza; sir RusselI y su lo que está representado por un significante para otro", es una
i
;'1

i i
familia siempre sirvieroll a b realeza y, por lo tanto, evidente-
manera de presentar el hecho de que un concepto no se aplica
mente lamentan que no haya mAs rey de Francia. Entonces, si
a sí rnisrno, es la manera en que Lacan refonnula las consecuen-
! decimos "El rey de Francia es calvo", es una proposición falsa,
cias de estas parddojas, y la importancia que tienen estas
11

11II11

,II! 11
porque no hay rey en Francia; entonces clsujeto es inexistente. paradojas para la identificación del sujeto del inconsciente.
'111"
1: I il¡
Pero se comprende muy bien lo qlle esto quiere decir. Podría-
"Ningún concepto se aplica a sí mismo", es la manera en que
111 ¡II!
mos decir: "El juicio pronunciado por el SellOr X es f,dso", RusseIl y 1<oyré van a reducir las antinomias "de un cretense"
I1111

inc1llso si no había ningún juicio; por eí contrario se convierte


y de "todos los cretenses". Estas antinomias pueden ser enun-
en un sin sentido-dice-- una signific:1Ción imposible de reali·
1111I

ciadas así: tan lejos c('[no se construya la totalidad, y por lo


11111111

zar, si pretendemos ilplicarla a sí misma. Y esta tentativa de tanto como se considere, por ejemplo, el conjunto de todos los
completar con ella misma (esta aserción es falsa) ~,LlvaCÍo es lo conjuntos, no hacemos sino poner en relación un "Iodos", un
11
i:
que constituye un sin sentido. modo de la totalidad, y un elemento que constituye esta totali·
Éste es el análisis que hdce: "Lo que impide que la expresión
dad. "¿El conjunto Lk todos los conjuntos es un elemento de sí
11I ,miento' tenga un sentidoy que se,l un juicio, no es la coinciden- mismo?" Es el conjunto de las maneras de cC'nsiderar las
I'llil
cia temporal del juicio y de su sujeto, es la pretensión de 1;1 antinomias del "todos" y de "el uno". Una totalidad ¿puede ser
11 ',1 identidad de los dos; la pr¡.~!ellsión de poner el juicio en el
miembro de sí misma? Es lo que est¡-ídl'nunciado por Russell,
1,,11,',11

~'iJ interior de sí mif;mo, hacerle ocupar el lugar dd sujeto"'.


en formd de aforismo. Koyré]o cita en su obra: "Ndda de lo que
111

Lo que hace que RusseU ]laya ellcorltrado una terdpéulica implica el Todo de una colección debe ser miembro de esta
distinta de la de Koyré. La de 1<oyré consistía en prohibir un
1'
"1111:

11I
colección" .
cieríonúmero de enunciados, enllombre del hecho de que son
I
)111
sin sentidos. La proposición qJie haceRus~;ell es: para impedir
"Nada de lo que implicd el Torlo de una colección ... ", si
llstedes definen la colección en in tensión es todo lo que entrd en
todo eso hay que prohibir los círculos viciosos; o como 10 dice 1,1 definición, "[, .. ] no debe ser miembro de esta colección": no
en los Prillcipfl7 !VlatJ¡¡'I7JI7/ iea: "Una proposición ,10 puede jmnéls
'1') 11

1: 1111

puede ser en extensión tomado en el interior del conjunto. Hay


ser sobre si misma". Hay pá¡:;mas, probablemente las rnás
,1111111

que agregar una serie: "Si una co1eccic)nde objetos [por ejemplo
1'1
divertidas de los Prillcipiil lvTII/j¡clIll7licn de Rll:;sell, donde dd-
('1conjunto de todos lo~;conjuntosl debe contener miembros
vierte contra. todos los círculos viciosos y propone una Cdza de definibles sólo en léminos de la colección misma, tomada como
111 los CÍrculos viciosos. Es muy divertido en el contexto de los lotalidad, entonces esta colección no es una totalidad".
~ clubes de Cambridge en 1m; clidles todo es!\) se enuncia. LJ) Es la primera vez que se introducen de esta fonna en la
f eso.:nóa] e~;velar para q1le LU1dpr()po~jción no pueda jamás
historia del penSéllllieJlto los "Todos" que no son to!¿¡Jidades,
!III incluir el sujeto aL que se dplica.
III! 4':)
~12
11
11,

1:11
11
II!
1[1.. 1111.1
'1,1

Erie Lnllrent
,¡,11

La I'IIrt/doja del I/[(,Jllirosn


Illil

'1.1
I1

modos del Todo que no son totalidades, modos del Todo que no
11'

I1
constituyen uno: los Todos inconsistentes. Por supuesto que en el "todos" sino por una decisión, y no por una etiqueta. Para
Koyré es feroz en este opúsculo: considera que en el fondo no que se introduzcan las multiplicidades inconsistentes, para que
1I

se ha hecho ningün progreso desde Aristóteles. Dice algo que es Lacan arriesgue su categoría del "no todo", hay que suponer en
I
muy divertido porque lo hace con un tono que luego va a efecto este descubrimiento, resumido por Koyré en su texto:
desaparecer. En 1947dice -y en esto hay un parentesco de tono "[... ] tan extraño como pueda parecernos a primera vista,
entre Koyré y Kojeve... los dos cuñados- que luego todo el estamos obligados a admitir que hay nociones cuyo dominio de
l mundo tiene la impresión de que ha habido un gran descubri- aplicación no forma una multiplicidad totalizable; dicho de
i:
miento. Dice a propósito de Russell algo que es extraño: "Este otro modo, nociones, o conceptos, cuya extensión no forman ni
~
descubrimiento ... o redescubrimiento ... de "totalidades ilegí- una clase ni un conjunto".
~ timas ... " -hay una notita al pie de página: "finalmente, Russell Admitir la existencia de multiplicidades no totalizables
! lo redescubre luego de Cantor y, sin duda, en el fondo, después hará que el yo (je) se ajuste con el Uno y el Todos para fabricar
de Aristóteles" -. Es algo así como" a mí no me la cuentan", es la identificación y sus paradojas.
~
~ el tono general de la obra, que es bastante divertida, es u n punto
~ de vista muy del viejo mundo. En el nuevo mundo, todo el SI
mundo descubre una nueva idea todos los meses, y se acepta.
Se espera lo nuevo; mediante lo cual se redescubren cosas que S,----=;;;" S 2
~
~ han sido descubiertas. Pero, en fin, la manera de decido es S,
M
valorizar lo nuevo; todo es un nuevo gusto, un nuevo chiche, un
~~I
~
1"

nuevo producto, etc. No es lo mismo, es nuevo. Y a la inversa, Lacan extrajo de la identificación la fecundidad del acerca-
~ I!III
podemos ver el punto de vista del viejo mundo de Koyré y miento a estas paradojas para el psicoanálisis, es que el sujeto
irl'l
Kojeve que fundamentalmente dice lo siguiente: "Sí, sí, ya veo, es el índice de la paradoja misma. El sujeto, en su función de
,,1,

otra vez nos agarraron, otra vez lo nuevo; ustedes hablan pero identificación, en la decisión, en la afirmación, no es del orden
I!I
ya lo dijo Aristóteles [... ]". Tal vez, en el fondo, es una posición de lo que cae bajo un significan te; sino que, cualesquiera sean
ti·
il,.I.1 un poco excesiva, porque parece que de todos modos, además las identificaciones que el sujeto pueda revestir, cualesquiera
de Koyré, todo el mundo estclde acuerdo en pensar que había sean los significantes amos que el sujeto va a asumir -identifi-
~
¡ '1:1

algo así como un nuevo descubrimiento, segura mente después caciones, de las que luego podrá deshacerse, producidas y
de Cantor. Pero aün era necesario extraer las consecuencias expulsarlas-, el resultado será siempre .que esto no lo alivia de
~j
~II tener que contarse como Uno. Frente a las identificaciones que
para el conjunto de la filosofía, de la consideración de totalida-
des que no hacen Uno. Es la paradoja del mentiroso, pero permitirían conducido a una categoría del "todos", en una
.I (1
también toda la serie de paradojas: la del barbero, etc. Los dejo
descubrir un cierto número resumido en el texto de Koyré; en
efecto, están construidas sobre el mismo modelo de la
multiplicidad totalizable, el hecho de deshacerse de ellas no 10
alivia sin embargo de formar parte de una multiplicidad no
totalizable. No puede contentarse con su felicidad o su juven-
,~I
,

circularidad y de la inclusión. Es una forma de hacer que el Uno tud sin contarse como Uno. Entonces, la identificación y sus
·,·······1
::1

~~ en las totalidades inconsistentes no pueda ser llevado al rango paradojas se vuelve el índice del cuestionamiento de un límite
!¡I.·\.··I~
¡'I de elemento, que no se lo pueda llevar al rasgo identificatorio al universal, elíndice de la presencia, y es allí que retomo la
que va a fabricar el "todos"; es lo que hace que no pueda entrar frase de Koyré del comienzo: el índice de la presencia de una
I ~
causa. "Algo se vuelve causa de sí mismo -deCÍa- en la parado-
'.'1
" .. 1111.
44
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45

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Erie Laurerd
Le pllrade,'f(l del J!f('lItiro,,:;o r
Se trdta de una serie que Lacan present,l como extensión de
ja." L<1canen todo caso lo tomará como lo que en 1<1identifica- la verdad; hay un punto, entonce:;, en tudo el texto, que retrabaja
ción es la marca de la función de la causa. en 1966:
Voy él tomar para verificado la única modificación que "Lo que distingue una sociedad que se funda en el lenguaje
Lacan hizlJ de su texto "La cosa freudiana", cuando 10 publicó
de una sociedad animal, incluso lo que permi te percibi r su
en 1966 en los Escritos. Ustedes saben que "La cosa freud ianél" retroceso dnológico: éls,lber, que el intercarnbio que caracteri-
es una conferencia pronunciada en 1955 en Viena; allí Lacan za a tal sociedad tiene otros fundamentos que las necesidades
enuncia la 111anera en que resolvía hasta ese momento la aun satisfaciéndobs, lo que ha sido llamado el 'don como
paradoja del men!iro~.o. La resolvía del siguiente [nodo: el hecho SOCi,lltotal'; todo eso por consiguiente es transportado
inconsciente ireuliiarhl, la G)sa freudiana --"cosa", pue~; es a la mucho más lejos, hasta objct,1[ la definición de e:;a sociedad
vez el inconsciente y el ello--, e~;ese lugar donde se enuncia: como una colección de individuos, cUdndo la inmixión de los
"Yo, Id v('rdad, hablo", y no "todos los cretenses son mentin)- sujetos forma en ella un grupo de muy diferente estructura. Es
sos, yo, Epiménides, cte." sino e/lugar donde se dicen todas las hacer entrar por una puerta muy diferente la incidencia de la
formas <lela verdad para mí, todas las formas de la verdad que verdad como causa e imponer una revisión del proceso de la
habla en mí Donde se enuncia esta tesis: "La cosa habla de si causalidad." 'i

misrna" En una célebre prosopopeYiI, Lacan presenta el in- Y hay una notita: "Este paTiÍgrafo reelaborado sitúa en una
consciente freudiaJlo como una extensión del registro de la fecha a nterior una línea de pensamiento que abrimos más tarde
verdad que no se percibía antes de Freud: (1966)" ."
"¿Adóllde voy plle~; cuando he pasado a vosotros, dónde La línea de pensal1licn to que abrió HIC)S tarde es exactamente
estaba antes de ese paso? .~Oslo diré acaso algún día? Pero para retomar el tiempo lógico a pc1l'tirdel Seminario "La identificd-
qucm/~ encontn:'is dor,deestoy, voy aa enseií.aros por qué signo ción", donde toma la vl~rdad no como rnovirniento-cl movi-
se nll' rc,xmocc. [-lumbres, escuchad, os doy el secreto. Yo, Id miento de la verdad y desde esta perspectiva dialécticd- sino
verdad, hablc¡".' como causa. Lo precisa en una frase que descifraremos la
y en 1nitad de la página hay una referencia a la paradoja del próxima vez: "Cuya primera etapa parecería consistir en reco-
mcntirm·;o--a la dialéctica socrática, a las opiniones buscadas nocer lo que la heterogeneidad de esta incidencia tendría en
r'11

"en su lugar- en el hogar y en el foro", "litigiosas, incluso ella de inherente".'


\I'!I
mentirosas" a Iclvez----,tenenlos, en una página, una suerte de Todos pueden I1ll'ditar sobre esto. La próxima vez vamo~.;a
1111'
resurnen impresionante de la historia de la filosofía, todas las partir de esta frase.
11:11
fonnas perceptibles de la verdad y esta extensión que Freud
hizo para nosotros: "No sólo por la falsedad pasan mi~,vías, CLASE DEL ¡" DE D!CJEMHI:E DE 1993
!!ill
sino por la grieta demasiado estrecha para encontrada en la
lilll falla de la finta y por la nebulosa sin puertas del sueño, por la
fascinación sin motivo de lo mediocre y el seductor callejón sin
1I1
1'1
11, salida del absurdo".'

1'11:1
3. Lacan, J.: "La cosa [relldiana ü sentido del retorno ,1 rreud en 5. tclern, p,íg. 398.
6,Ibídem.
psicoanálisis", en Escritos 1. 14" edición, traducción de Tomás Segovia,
'1111
7.Ibfdem_
Buenos Aires, Siglo XX[, 198K, pág. 391.
:'111:
III
4. ídem, p,íg. 394_
III!I
47
-lh

111:i

J1
1III
3. liLA COSA FREUDIANA"

La última vez recorrimos un cierto número de paradojas de


la identificación a partir del único párrafo que Lacan rehizo en
este texto del '58 sobre "La cosa freudiana". Texto célebre por
la prosopopeya de la verdad que se encuentra allí: el "Yo, la
verdad, hablo".1 En ese parágrafo que Lacan rehizo, hablaba de
la revisión, en curso para él, del proceso de la causalidad.
Señalaba que la había anticipado en su momento en una línea
de investigación que desarrolló más adelante; y me pareció que
se podía ligar globalmente a lo que él iba a desplegar en torno
del objeto 11, pero tomándolo específicamente a partir de la
identificación.
Quiero señalar, como él lo hizo, que decir "la incidencia de
la verdad como causa en el psicoanálisis impone una revisión
del proceso de la causalidad"2 es constatar que en el psicoaná-
lisis la verdad se introduce como verdad siempre singular. Su
incidencia es una por una, aunque la paradoja sea que tiene que
ver con sujetos que se presentan en grupo, que también tiene
11
que ver con grupos o con clases de sujetos. Sin embargo, la
11

verdad se descubre en ella con una incidencia siempre singu-


lar. Lacan desarrolla en los párrafos precedentes lo que para él
11
11.111

1,.1,'
¡::
distingue a las sociedades humanas de las sociedades anima-
les: el intercambio que las funda sobrepasa "las necesidades
11,
'1 11'1

':11

:1'1
1. Lacan, ).: "La cosa freudiana o sentido del retorno a Freud en
lil
psicoanálisis", en Escritos 1, 14" edición, traducción de TOl11eísSegovia,
:111

Buenos Aires, Siglo XXI, 1988, peíg. 391.


2. Ídem, peíg.398.
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111
49
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1:1'11
E ric Laurelz t

mismas que en ella se satisfacen". Siempre hay más en una


"La cosafreudimw"
r;
~
..

sociedad humana, y el fundamento de los intercambios es allí de la cosa y de lo que se piensa de ella. Es muy difícil saber a qué
otro que el de las necesidades a satisfacer. remite el enunciado "miento". Al principio era una especie de
En los dos parágrafos precedentes sobre la incidencia de la cáscara de banana dejada caer entre la cosa y lo que se pensaba
verdad, Lacan le responde a Marx, al valor de uso y al valor de de ella. Loextraordinario es que esta paradoja todavía continúa
cambio. Es directamente un ataque frontal contra Marx. Esto afectando a toda noción de la verdad que se escribe; continúa
está en el desarroIlo de la referencia a Hegel, en el fundamento perturbándola y afectando a todas las concepciones de la
de la sociedad según Hegel. La distinción del intercambio y de verdad. Hay una que se exceptúa: la de la religión. El espiritual
la necesidad es una respuesta a Marx: el teórico del intercam- Quine, en la presentación que hace de la paradoja del mentiro-
bio. Marx pensaba haber superado a Hegel. Lacan le responde so, o de las paradojas, en su conocido libro Ways of paradox,
que considera que el pensamiento materialista está más bien señala muy espiritualmente que San Pablo conoció la paradoja
del lado de él, hay una causa material en la verdad. Si la del mentiroso, pero que aparentemente no entendió nada. En
incidencia de la verdad es singular para el psicoanálisis: "sin efecto, encontramos en una epístola a un esclavo romano
embargo la ética del psicoanálisis no es individualista",] liberado, de nombre Titus o Tito, que le advierte contra los no
cristianos y especialmente contra un medio de teólogos judeo
agrega. En efecto, el psicoanálisis no considera que tenga
relación con colecciones de individuos, la perspectiva del helenistas. Dice a propósito de los autores paganos: "Uno de
cuestionamiento del sujeto no remite a la ética individualista. ellos, su propio profeta dijo: 'Cretenses, perpetuos mentirosos,
malvadas bestias', este testimonio es verdadero ..." -es formi-
Si para considerar la incidencia de la verdad en el psicoaná-
dable; vemos que sabe que está escrito, es el poema de
lisis, en lo que ella tiene de singular, hemos tomado el sesgo de
Epiménides- " ... por eso castiga a tus paganos severamente,
la identificación y de sus paradojas, es que en efecto la identi-
para que tengan una fe sana".
ficación del sujeto, lo que él es, está en el corazón del lugar que y San Pablo no ve allí ninguna paradoja, dice que es verdad,
se le reconoce a la verdad; y ésta es la función de las paradojas. que son todos mentirosos. Por eso acusan a la religión, "la que
La función de las paradojas, entre las que se encuentra la del
yo digo: entonces, todo el mundo a marchar derechito". Por lo
mentiroso -de la que vamos a seguir ocupándonos-, es haber que conozco, Quine es el único que recuerda que San Pablo no
tocado, haber hecho aparecer problemas tanto en 10 que con- se dio cuenta de nada. Quine tiene buenas lecturas bíblicas, y
cierne a la verdad, como a la significación o la referencia. éstas se encuentran un poco aquí y allá en sus referencias
La paradoja del mentiroso fue primeramente enunciada en lógicas, siempre encuentra buenos ejemplos en Shakespeare y
el ambiente estoico para cuestionar la definición de la verdad en la Biblia. De todos modos, quizá haya que corregir a Quine:
según Aristóteles, para envenenar a los académicos. La escuela en el fondo, no se trata tanto de que San Pablo haya fracasado,
rival de los estoicos cuestionaba la definición de la verdad es que él no tenía los medios para percibido, porque la cuestión
según Aristóteles, aquella que espontáneamente se convirtió de la verdad se planteaba para él de un modo completamente
en la nuestra. La adecuación de lo dicho y del mundo que fue diferente. Lo veremos más adelante.
luego resumido bajo la forma latina -<'lue por supuesto no Vamos a retomar primeramente la manera en que Quine
estaba en Aristóteles-: adequatía reí et ílltellectus, la adecuación recuerda la importancia de las paradojas, entre ellas la de
Epiménides el mentiroso. Lo hace en un artículo de su libro
3. Ídem, pág. 399. Ways of paradox de forma extremadamente breve y diferente a
la de Koyré.
50
51
I
,1'1

Erie Laurml "La cosa !rclidi,llW"

Dice: "en efecto, esas paradojas nos han hecho progresar a entonces se afeita a sí mismo, y nos encontramos con la dificul-
la vez sobre lo que llamamos por una parte lo verdadero, sobre tad de clasificado. Quine sei'ialaque esto no es una paradoja, es
la significación, es decir la aplicación sem<1nticade una fra- una proposición que dice lo verdadero, que dice un hecho
se ... "-la semántica, a saber: si es verdadero o falso, si remite a verdadero; y lo verdadero que dice es que no existe ningún
algo, esta frase - "y su referencia". pueblo en el mundo en el cual haya un hombre que afeite a los
Desde la primera paradoja, la más inocente, la del barbero, hombres que no se afeitan a sí mismos. Koyré encontró una
se nos conduce a la pregunta por la referencia, pregunta que manera divertida en que también podría decirse: es una para-
retuvo especialmente a Koyré en su comentario. Les seilalé la doja que dice un hecho verdadero, que el barbero del pueblo es
última vez que Koyré centraba especial men te su comentario en del pueblo vecino; y que, en todo caso, esto puede remitirse al
la distinción entre los contrasentidos y los sin sentidos. Hay enunciado de una verdad bajo el modo absurdo, un razona-
frases sin sentido en tanto no remiten a nada, son muy difíciles miento por el absurdo.
de percibir porque todo el lenguaje hace que se atribuya un
sentido. El aparato del lenguaje como tal nos hace llenar con Largo
sentido lo que nos es dicho, y por lo tanto seilalé que veíamos Heterológicos
allí la estructura general que, aplicada a los espacios distintos Alemán
de la neurosis, de la psicosis y de la perversión, distribuye la Grelling
Corto
clínica del sentido en estas estructuras. Las frases impuestas del Polisilábica
Autológicos
presidente Schreber son, en el espacio de Ia psicosis, el mecanis- Francés
mo del lenguaje que denunciaba Koyré: que el lenguaje nos
empuja a completar, a dar sentido. En efecto, la sugestión, el Por el contrario, Quine considera que hay que distinguir los
"sí" al Otro, como deCÍaJacques·-Alain Miller ensu cürso, es el razonamientos por el absurdo de las verdaderas paradojas, e
"sí" del sentido que viene a completarse. Para la neurosis, es la introduce una categoría: las antinomias. Son paradojas de los
dependencia al Otro; en la psicosis, es la imposición de tener ailos 1905-1908.Hay un tal Grelling que hizo una distinción
que completar frases enigmáticas. El sujeto psicótico percibe el entre los adjetivos heterológicos y los autológicos. ¿Qué quiere
enigma del Otro, no se halla en relación al Otro del lado del "por decir esto? El adjetivo "corto" es autológico porque es corto; el
supuesto"; todo lo que le dice el Otro está afectado de un cierto adjetivo "largo" es heterológico porque es corto en número de
enigma, pero lo completa de manera impuesta. Este quiebre letras y dice "largo"; el adjetivo "polisilábico" es polisilábico,
fundamental de la cadena se articula de modo diferente en
por lo tanto es autológico; el adjetivo "castellano" forma parte
neurosis, psicosis y perversión. de la lengua castellana, es autológico; el adjetivo "alemán" no
llr
Quine comienza por algo que no considera verdaderamente forma parte de la lengua alemana, por lo tanto es heterológico,
una paradoja, sino sólo una antinomia; y tal vez en el fondo un etc. Preguntas que se plantean: el adjetivo "heterológico", ¿es
111

1:
sin sentido. Es la paradoja del barbero, que se enuncia de la heterológico? Es autológico de sí mismo y entonces es
manera siguiente: "Hay en un pueblo un barbero que sólo heterológico; pero si es heterológico de sí mismo, por lo tanto,
afeita a los que no se afeitan a sí mismos. ¿El barbero se afeita es autológico -y así continúa. Quine resume esta paradoja que
a sí mismo?". Entonces, si decimos: el barbero afeita a aquellos
¡11111

111:
construye un objeto inclasificable diciendo que lo que esto nos
11I1
que no se afeitan a sí mismos, no está en la categoría de aquellos dice es: "no verdadero en sí ¿es verdadero ensí?". ¿Cómo hacer
'I!I
que no se afeitan a sí mismos. Si no está en esta categoría, para escapar al hecho de que no sabemos clasificar lo lino
'!II 1,1

l'
52 53
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"La cosa/i"elldí17J/1¡"
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extremadamente costosa porque, al eliminar del lenguaje todo


verdadero en sí" como adjetivo en lo verdadero o lo falso? Toda
lo que se refiere a lo verdadero, se hace desaparecer una
la cuestión es ]jamar a esto adjetivos, y comenzar a poner
enorme cantidad de enunciados, y en particular todo lo que se
comillas, a las que vemos surgir como los grandes instrumen- refiere a enunciados del tipo de Epiménides.
tos que ponen orden. Finalmente lo que marca es que hay que El propósito de Quine es entonces presentar en un artículo
hacer categorías de adjetivos. El adjetivo "rojo" es verdadero un encadenamiento de paradojas para mostrar su función, la
si la cosa es roja; el adjetivo "grueso" es verdadero si la cosa es
que conduce a la paradoja de Epiménides a una frase simple; lo
gruesa; y entonces el adjetivo "no verdadero en sí" es verdade- más simple es c¡ecir "miento" para que la paradoja funcione.
ro si la cosa no es verdadera en sí misma, lo que es un problema.
Epiménides, al igual que San Pablo, le hace una verónica a la
La antinomia "de lo heterológico" apunta a la costumbre de
paradoja. Desde un punto de vista más laico, podríamos decir
decir que el adjetivo "rojo" es verdadero sí y sólo sí la cosa es que Epiménides es quizá un mentiroso que a veces dice la
roja. Por lo tanto el adjetivo "no verdadero en sí" sería veflia- verdad. Como dice San Pablo, su testimonio es verdadero, por
dero si la cosa es no verdadera en sí misma. Ven ustedes que
lo tanto si dice la verdad, ya 110 hay ninguna paradoja. Si
todo se basa en la distinción entre el adjetivo aislado entre
atrapamos a Epiménides en el momento en que dice la verdad,
comillas cuando se hace mención, y sin comillas cuando se lo
si es el día correcto, y bien él ha dicho "todos los cretenses son
usa. Esto se llama teoría denotativa de la verdad: decimos que
mentirosos", es entonces una verdad de Epiménides. Y por lo
"algo es rojo", es verdadero si la cosa es roja; y sacamos las tanto no hay más paradoja, porque en lógica el contrario de
comillas. "todos los cretenses son mentirosos" no es "todos los cretenses
De allí que la idea que marcaba Quine, en términos genera- dicen la verdad"; la contradictoria es" algunos cretenses no son
les, está de acuerdo con los trabajos de Koyré sobre la cuestión. mentirosos", y ése podría ser Epiménides. Esto tiene entonces
Éste decía que había que ir más lejos que Russell, quien quería un aspecto de falsa paradoja, la escuela de Aristóteles suturó
eliminar todos los círculos viciosos; la gran cosa que había que la cuestión con la distinción entre la contradictoria, etc., en el
eliminar para eliminar todas las paradojas eran los círculos cuadrado lógico, para así cerrar este tipo de problema.
viciosos, la frase que se aplicaba a sí misma. Por ejemplo, la En el fondo tenemos allí un "miento"; lo que esta paradoja
frase "este enunciado es verdadero en sí mismo" puede apli- nos enseña -y allí Quine sigue a Koyré- es que esta frase no
carse a sí misma, o el enunciado "esto es rojo" puede aplicarse remite a nada, que el enunciado "esta frase es falsa" es un sin
a sí mismo, en todo caso para los adjetivos. Lo que Quine sentido, no tiene referencia, pues no podemos desembarazar-
destaca allí es que hay una categoría de enunciados a los que 110S de esta expresión, de esta frase, remitiéndola a una frase de
hay que poner una interdicción: a todo lo que implique oponga referencia.
en juego a la verdad. Sería suficiente que haya una regla de Entonces si decimos "Ia expresión' esta frase es falsa' remite
interdicción donde todo lo que él llama las "locuciones sobre lo .1 la frase 'esta frase es falsa''', si remplazamos la expresión
verdadero" estén excluidas de una autoaplicación. Entonces "esta frase" por su valor, es decir una cita de la frase a la que se
podríamos arreglamos perfectamente bien con "rojo" y con rdiere, esto nos da: "'esta frase es falsa' es falsa" -se necesitan
"grueso", podríamos arreglarnos con ese tipo de adjetivos, dos series de comillas-o Y entonces ya no hay paradoja si la
pero ya no podemos arreglamos con los adjetivos de tipo ('Illmciamos así: "'esta frase es falsal es falsa". Para ello propone
"verdadero", "falso", "no verdadero", etc. A partir de esto una Iltilizar el sistema de la cita de manera que esto produzca
primera indicación de interdicción: prohibir este tipo de enun- verdaderamente una paradoja. Por ello Quine pasa a la histo-
ciados y así el lenguaje estará en paz. Ésta es una interdicción
55
54
Eric Laurent "La cosa frcudirllw"

ria, por haber dado su versión de la paradoja del mentiroso Nos da una manera divertida para arreglarse uno con todo
utilizando únicamente el concepto de cita, no el de implicación esto: dada una frase S (Sentcncc) y locuciones de verdad que se
circular. Frente al círculo vicioso de Russell, desplaza y toca el refieren a csta frase, hay que verificar que los índices del nivel
concepto de cita para poner de relieve cómo puede alcanzarse de S y de T (Truth) sean tales que siempre los índices de las
la noción de referencia.
frases que se refieren a la verdad, del lado de la verdad, sean
Entonces propone lo siguiente -vaya dar la traducción que superiores al nivel de las frases del lado izquierdo (véase
da un autor en él Diccíonnrio de nociones filosóficas de Presse esquema). El ejemplo es: los adjetivos "largo" y "corto", ¿son
Universitaire de France que apareció hace dos a1"ios-.Ésta es verdaderos O,en el sentido cero, son To?, ¿son verdaderos Ode
la paradoja que propone Quine, lo verdadero "se convierte en ellos mismos? Y bien, "largo", no, y "corto", sí. Hay dos
una parte de una falsedad - traduzco jalsellOod de este modo- respuestas. Por el contrario, a la frase: "¿no verdadero Oen sí es
cuando se aplica a su propia cita". verdadero Oo falso Oen sí?". Es una pregunta a la que no se
Considera que gana en la profundización de las complica- puede responder. Hay que decir: "¿es que son verdaderos de
ciones, porque en la paradoja precedente, de lo "hetero y nivel 1o falsos de nivell en sí mismos?". Y entonces podemos
autológico", decíamos: "verdadero en sí mismo" o "falso en sí responder, no hay ninguna paradoja; a este nivel está prohibi-
mismo"; mientras que allí no hay círculo vicioso, no es do, planteamos la pregunta: "¿es que son verdaderos 1o falsos
autorreferencial. Dice: "Ella no habla de sí misma, sino que 1en sí mismos?"; y bien, hay que decir que no, no hay ninguna
habla de lo verdadero y de lo falso". paradoja.
Ven entonces que tenemos una paradoja, puesto que se Por lo tanto, esta jerarquización de las verdades, de cero al
convierte en una parte de una falsedad cuando '''se aplica a su infinito, entre lenguaje -objeto y metalenguaje-, no actúa por
propia cita' se convierte en una parte de una falsedad cuando medio de interdicciones, sino por jerarquización. Se trata de la
se aplica a su propia cita". Si es verdadero, entonces no puede teoría de los tipos de Russell, generalizada por Tarski en su
ser parte de lo falso; si el enunciado es verdadero, entonces no concepción de la verdad. Esta jerarquización despeja toda
puede ser parte de una falsedad, y si es falso, volvemos a caer violación de "plantearse preguntas del mismo nivel". Pues
en ello. Tenemos un sistema dondc, cn efecto, el punto funda- produciría frases que hay que tratar como sin sentido, no
mental es que temblamos frente a la pregunta: "¿pero a qué gramaticales más bien que verdaderas o falsas. Y por ello la
hace referencia todo esto?". Koyré barre con esto diciendo: hay función de sutura de las paradojas produjo como resultado la
que admitir la no referencia; y lo que pone de relieve Quine es introducción de un tercer valor de verdad: el sin sentido, o las
que esto toca a la semántica de lo verdadero de una manera frases no gramaticales que deben diferenciarse. Luego nacie-
auténtica, y que, en efecto, hay que hacer allí un trabajo de ron lógicas multivalentes gracias al sistema de la jerarquía, se
interdicción. Dice que la solución de Russell y de Tarski fue creó una categoría prohibida -existe, pero ¿cómo darle un
impecable al distinguir niveles de lo verdadero. valor?-. Se la declara valor de sin sentido; es un valor. Esta
teoría es la que retorna y completa el último libro aparecido
So To
sobre la cuestión. The Liar, de Barwise y Etchemendi. Proponen
S1 TI
ubicar todas las soluciones de la paradoja que admitieron la
52 T2
distinción del tercer valor, el sin sentido; segúnellos, esto no da
cuenta del asunto, y proponen una variante suplementaria. Lo
voy a desarrollar más adelante.
56 57
Erie Ll1ltrm/

"Llle"SIl}i"lIdiIlJlIl"

La ventaja de esta construcción de la paradoja del mentiroso


o de lo no verdadero de sí que plantea Quine es la simplicidad identificado a la sabiduría, en él estaban todas las ideas. Hay
del montaje; hace aparecer esta posibilidad de un tercer valor debates muy interesantes en la escolástica para saber cómo
en tanto que produce lo que no remite' a nada. Entonces no nombrar esta verdad; y sobre todo a partir de lo que había
puede decirse nada de ello; se trata de producir en forma dejado San Ar.:ustin,notando que Diosera la Verdad, la Verdad
reglada aquello de lo que nada puede decirse. Este aislamiento es la causa d:~la verdad de las cosas y de las proposiciones que
del valor imposible de remitir a la clasificación de los enuncia- se refieren al presente, al fuluro o al pasado. Las verdades son
dosen "verdaderos "y "falsos" siem¡Jre es ganancia. Se deduce, eternas, resume la delicada paradoja. Dios, entonces, está fuera
sin embargo, del uso me1sestricto, méÍsreglado posible, de los del sistema, garantiza que todas las proposiciones enunciadas
valores de "verdadero" y de "falso". Utilizándolos se produce en el sistema correctamente sean verdaderas; es la causa de la
lo que J.-A. Miller llama la consecuencia sorprendente; quiere verdad en el sentido de Arislóteles: el hecho de que puedan
decir que se produce, por este verdadero y este falso, un sin aplicarse frases a las cosas, Descartes va a retomar la idea de
sentido en un punto donde en el tejido mismo del significanle que es necesario que haya uno que sea garantía.
aparece un imposible, un imposible de reabsorber. Lo me1sinteresante para nosotros puede ser esta forma de la
La razón por la cual San Pablo no veía y no quería compren- verdad como causa.
der la paradoja es llue para él el uso de la verdad suponía un Otro lógico, Juan Escolo Erígena, señalaba de manera más
punto por fuera del sistema significantc, un punlo inclw.;o divertida: Dios no puede ser verdad stricto sel/SU, porque la
imposible de designar por el significilnle: Dios. En suma, San verdad tiene un contrario; como Dios no puede tenerlo, enton-
Pablo es el portador de lo que fue escrito por Juan, el dicho de ces es "más que verdad". Introduce un concepto, el "más que",
Cristo: "Soy el Camino, la Verdad, y la Vía", Juan, 14,6. Es decir y dice: cuando decimos "Dioses verdad" noes una afinnación,
que allí la verdad está encarnada y por fuera del sislema; no sino una metMora por medio de la cual atribuimos a una
necesita mostrarse enteramente decible en el sistema. Es una realidad, que es Dios, lo que es propio de otra, la criatura; las
incidencia de la verdad que no eslá en el sistema, sino que es criaturas no son más que la verdad. Para todo lo que pertenece
causa del sistema, lo que hace que en la tradición cristiana esto al mundo de la criatura se aplica la doctrina de Aristóteles; es
se enuncie por aquel que dice: "Soy el Camino, ete.". En la decir que hay una adecuación de la cosa al mundo, y luego
tradición hebrea, se enuncia COIl todas las dificultades de cuando la hay es verdadero y cuando no la hay es falso. Pero
traducción de este modo: "Soy el que soy", y luego todas las Dios escapa a esta verdad. Entonces ,cuando decimos "Dios no
difjcultades de nombrar a Dios que sabemos que puede ser es la verdad" -ustedes piensen que son el lipo de frases de la
nombrado, no ser nOlTlbr,Klo,lo es no siéndolo, ete.; lo que época-, no hace falta mucho méÍs.Hay aún regiones del mundo
proporciona agradables discusiones a las que deberemos hacer en las cuales no hay que tocar estas cosas, se escribe una
referencia tomando algunos buenos autores, La cuestión allí es blasfemia un poco rápidamente en un libro y uno se encuentra
la aplicación autológica de "Soy" sobre este "soy", lo que huyendo por todo el planeta, incluidos los editores. Hay gente
plantea excelentes problemas de elucidación; antes de que se muy suspicaz, el espíritu de las Luces no los ha desanimado de
instalara la lógica laica, hubo agradables discusiones. seguir pensando que no se puede jugar con esas cosas. Enton-
La tradición cristiana nos interesa porque ha formado lógi- ces el llamado Erigena tuvo sus serias complicaciones, pero
cos brillantes en la Edad Media. San Anselmo señalaba que el logró salir adelante haciendo cursos de lógica, era su manera de
término verdad designaba a Dios en general, o bien al Hijo, arreglarse. Y logró persuadir a alguna gente que lo escuchaba
de que había un lruco; se daban cuenta de que había algo
50

59
"Lo cosati"ClIdilillll"
Eric LOII rm f

donde da esta conferencia sobre Freud-, porque decir "yo, la


paradójico, y no era claro que hubiera hecho mejor en repetir verdad, hablo" es en cierto modo una blasfemia, viene al lugar
como todo el mundo "Dios es la verdad", ete. Pero no encontra- de: "Yo soy la Verdad, el Camino y la Vía, y les hablo, yo la
ron con qué suturar la paradoja ni con qué estrangularla. Revelación, les hablo"; viene estrictamente a este lugar.
Entonces dice que está muy bien; cuando decimos "Dios no es "La cosa freudiana" quiere decir que, sea cual fuere la
la verdad" no es negar la naturaleza divina, sino negar el hecho asignación del dominio de la verdad en el psicoanálisis y su
de que esta naturaleza pueda ser llamada "verdad"; y el "más incidencia sobre la cultura, percibimos que se fuga, es un tonel
que verdad, no es sino su huella y su manifestación". ¡Qué de las Danaides, y no sabemos exactamente dónde detenerlo.
lindo es!El soberbio latín de Juan Escota Erígena lohe leído por Todo esto conduce a series extremadamente extrañas, cuya
su traductor; se dice "vestigilllll", la huella. lista no puede efectuarse, sería en el sentido de Russell una
Entre el "más que verdad" y el mclsde gozar vemos cónlOel totalidad ilegítima, una totalidad tal que no se puede tratada
"más que verdad" es hermano de la verdad. Una vez que como una, sean cuales fueran las ernpresas que apunten a
introducimos la verdad como causa, podemos ver la lnarca en precisar el aporte freudiano. Siempre se puede decir: "no,
el surgimiento de las diferentes paradojas. Del mismo modo olvidamos esto, hay aún un punto donde hay una incidencia";
que las paradojas que tocan a la referencia hacen aparecer la y al mismo tiempo, no sabemos si todo está contaminado por
verdad delafrase del presidenteSchreber: "Al/es LllIsiJII/mljlTcbt", ello. Es muy difícil cerrar el dominio al cual se aplica la verdad
frase de un delirante, justa, bella ensu simplicidad. En el fondo, en psicoanálisis, hacer la lista cerrada de sus manifestacio-
anulamos, suprimimos -A ufhebU IIg- todo sin sentido; transfor- nes. Pero lo que es cierto es que pasa por el hecho de que es
mamos a través de las palabras deuna frase impuesta. Schreber, hablada. y en efecto el "Yo, la verdad, hablo" es una manera
era un obrero de la Aufhebung; yen efecto pasaba mucho tiempo de construir la verdad como un agujero en el centro del lengua-
trabajando para que todo sin sentido se anule. Así como desde je. Es un tipo de topología como la de la muerte, en el centro del
el punto de vista de la paradoja de la referencia hace aparecer lenguaje. La verdad como causa no se reabsorbe en el sistema
el punto de anulación que hay en el lenguaje; la verdad como significante, y es por ello que llamada" causa" quiere decir que
causa, o más bien las paradojas de la verdad hacen aparecer el no se reabsorbe en ese sistema. Por ello Lacan puede decir -'-es
punto donde en su uso riguroso resurge un punto fuera del la manera en que, creo, hay que comentar esta frase que no es
sistema, un punto de imposibilidad del sistema de dar cuenta tan clara que la primera etapa del proceso de revisión, la
de sí mismo. Y ésa es la función que cumple Dios en tanto que causalidad: "[... ] parecería consistir en reconocer lo que la
verdad como causa. heterogeneidad de esta incidencia tendría en ella de inherente.
Por lo tanto cuando Lacan indica en los Escritos que la Esextraño que el pensamiento materialista parezca olvidar que
inmixión del sujeto, la consideración del sujeto, hace "entrar fue en ese recurso a lo heterogéneo donde tomó su impulso"."
con otro acceso la incidencia de la verdad, como causa en el Es una referencia al atomismo griego, y en particular, Lacan
psicoanálisis imponeunarevisióndel proceso de la causalidad",4 hace referencia a un punto de irrupción; quizá no todo el
es en efecto idéntico, análogo al cuestionamiento del nombre mundo sabe que la tesis de Marx es sobre el atomismo griego.
del padre, al cuestionamiento de lo que encarna la verdad como La frase nos remite a dos cuestiones: decir que el pensamiento
causa. Hay que decir que felizmente no se enojaron demasiado, materialista toma su impulso de lo heterogéneo, es decir lo
pues Lacan hablaba en un medio muy católico, -es en Austria
5. Ídem, pág. 398.
4. Ídem, pág. 398.
(,J

60
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"La cosn/i"'lIdia/w"

heterogéneo al significante, lo que no se reabsorbe en él;


cuando comienza el atomismo materialista, es la consideración están articuladas en un punto -ya sean estos decires inconsis-
sobre lo que es reabsorbible del ser o no. Y, por lo tan to, define tentes o no·-, estc)n articuladas a lo que es exterior al sistema,
en esa época al sujeto para el psicoanálisis de este modo: "Si "m,)s que verdad", y que luego ser,) nombrado por Lacan plus
toda causalidad viene a dar testimonio de una implicación del de gozar.
sujeto, no hay duda de que todo conflicto de orden sea puesto El pllls de gozar es, a la vez, lo que resta del goce pasado a la
en su cuenta".!> implicación y lo que resta cuando da sus frutos. ¿No es ésa en
El conflicto de orden remite al título del par,)grafo del que un sentido la diferencia entre MelanieKlein, Ferenczi yLacan?
extraigo estos pasajes de los Escritos, "Orden de la cosa". El Ferenczi y Melanie Klein deCÍan:"el niño engendra el mundo
conflicto de orden es la puesta en orden de la verdad, Esta parte a partir de una serie de equivalencias", en el fondo conoCÍanel
del artículo sobre la cosa freudiana está totalmente centrado en signo igual. La lógica que proponían era la serie de equivalen-
la tensión entre el orden y el desorden del mundo, aquel que cias freudianas: heces = niño = pene = etc. Con este modelo,
denuncia el alma bella. El conflicto del orden, o el desorden no primero Ferenczi y luego Melanie Klein, lo seí1alaron, a partir
del mundo, como lo cree el alma bella que viene siempre a del pequeño Dick que sostenía su mundo con los picaportes,
denunciar lo que no funciona en el mundo, sino de el1amisma. las puertas, las locomotoras y las estaciones. Llegaban a la
Finalmente es necesario que se aplique eso a sí misma, una estación = mamá, el tren grande = papá, el trenpequeí10 = Dick,
autología del alma bel1a.La causalidad o la verdad como causa, todos éstos se chocaban, entrando a la estación alegremente,
ensu incidencia, viene a garantizar fuera del sistemasignificante etc., con entusiasmo, y él, apreséldo entre las dos puertas del
que todo lo que se produce en el sistema significante a causa de consultorio de MelélnieKlein, lnudo de terror, no podía mover-
ella, hace serie y puede ser puesto en la cuenta de una instancia se; y entonces lIegab,llélinterpretación éldecuada, el nifío podía
llamada "sujeto". Yéste no es el sujeto supuesto saber, podría- luego responder élotras palabras, él otras frases; y ella sef1ala:en
mos decir que es el "sujeto supuesto verdad", pero sería el fondo su mundo se agranda, y la angustia disminuye por
finalmente un error decirlo de este modo. M,)sbien se trata de medio de equivalentes angustiantes para él.
la causa-verdad de un lado y, del otro, la palabra clave sería "la Lo que Lacan agrega es la implicación, es el signo de que el
implicación del sujeto", siendoel término fuerte "implicación".7 sujeto del inconsciente no procede simplemente por signo
Si toda causalidad viene a testimoniar de una implicación del igual, sino que conoce el signo "implica". Lo que probablemen-
sujeto, esta frase es una implicación lógica de la escolástica, te es una de las características que liga de manera irreductible
donde lo que viene a garantizar todas las verdades es este al goce como causa y al sujeto del inconsciente. El objeto 11 es, a
punto fuera del sistema; y para nosotros, desde el punto de la vez, lo que del goce pasó por la implicación y lo que se
vista del psicoanálisis, es el goce lo que está fuera del sistema desplegó, lo que permitió en su despliegue producir la verdad;
significante. Éste viene a dar cuenta de todas las manifestacio- en un sentido es "más que verdad", permanecerá sielnpre
nes de la verdad: todas las negaciones, denegaciones y remisio- exterior a ella, él la causa. Al mismo tiempo, es lo que resta del
nes, desde el "no es mi madre" al "miento", pasando por "todo gozar pasado a través de la implicación, de allí que Lacan
10 que le digo es falso", sabemos que todas estas remisiones pueda decir que es el modelo de la pllls valía marxista. Del
mismo modo que la pllls valía es un menos, es profundamente
6. Ídem, pág. 398.
lo que resta cuando no hay más valor, cuando el valor fue
7. Ibídem. acaparado por la pérdida de valor considerable producido en
el sistema, hay valor que se pierde, del mismo modo hay goce
62
63
11/11

1,

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!II¡ Erie LllllrC/lt

II¡
I1111

que se pierde en el sistema. Hay una mortificación impuesta 4. EL NOMBRE PROPIO


por el lenguaje al goce. Como Lacan dirá en "Televisión", eso
I!]III se pierde, y resta por lo tanto lo que puede circular, en un
1IIII
sentido es plus valía, pero tambien diría que esUí construido
sobre el "más que verdad" de Juan Escota Erígena.
Illilll I{etomaré entonces el 5 de enero y daremos una nueva
vuelta alrededor de las paradojas del mentiroso.
!:III'I

;1"1

CLASE DEL 15 DE [)J(JEMBRE DE 1993


I

Ante todo quiero darles mis mejores deseos por el año


nuevo; es necesario que lo nuevo se acompañe de un anhelo, es
freudiano: todo lo nuevo está acompafíado de un anhelo,lo
sepmTIoso no.
Vamos a seguir con el tema de las paradojas de la identifica-
ción a partir de la paradoja del mentiroso, del "miento". Vimos
cómo esta paradoja se acompaila en principio de la considera-
ción del Uno que era Epiménides, hasta el todos y cómo, por el
sesgo de la au torreferencia pasamos del Uno, de la paradoja de
la enunciación de una universal por uno, a la consideración de
las paradojas que se refieren al Todo, al conjunto de los conjun-
tos. Finalmente consideramos colectividades que no hacen
uno. Quine señalaba que todo esto se produce gracias al juego
de la letra, el juego de las comillas y de la cita, el juego de un
empleo propiamente ligado a esta diferencia de la letra y de la
palabra, que hace que la letra pueda ser tratada en los juegos
que remiten a puntos donde la palabra se pierde.
El examen de estas paradojas pone de relieve la dificultad
que hay en separar lo que se refiere al enunciado, a un enuncia-
do verdadero o al menos un enunciado sobre el cual es válido
interrogarse sobre lo verdadero o lo falso, y los sin sentidos en
los cuales, de hecho, no está el sujeto aparente. La aparente
paradoja del barbero lo hace aparecer como si no estuviera: no
es verdad que pueda existir un pueblo donde el barbero sólo
afeita a aquellos que no se afeitan a sí mismos.
El punto de vista de Koyré es llevar lo más lejos posible el
examen de la diferencia entre paradoja y sin sentido, conside-

64 65
'111

EIIIO/llbrc propio

!III Eric Ll1l1rl'llt

~11111

un acercamiento de función: es la incidencia de la letra lo que


111,11

randa finalmente que sólo la de RusselJ era una verdadera hace que el nombre propio recorte la incidencia del sujeto de la
'!I
paradoja; la que se refiere a las colectividades, las colecciones. enunciación sobre el sujeto del enunciado.
111.11

De este modo se anuda en las relaciones del sujeto y del Ese nombre propio que se transporta en todas las lenguas,
Todos, del Uno que es sujeto y del Todos, una extraí1a relación
que resiste al contexto, a la contextualización en la lengua, va a
l'
lill con la Nada. Tomando electiva mente al sujeto como punto de ser análogo a la relación del sujeto del enunciado y de la
,11

11' mira, descubrimos que en el lugar donde había un sujeto enunciación. Elsujeto de la enunciación va a resistir al contexto
tenemos nada -barberos, reyes de Francia, cosas que finalmen- de todos los enunciados. Yal avanzar el sujeto en la experiencia
te no existen, y sin embargo tienen un lugar-o
111

de la palabra, no puede hacerla sin dejar, elidir, olvidar lo que


1I11
A partirdeaquí, sin duda, Lacananudó la consideración del es como sujeto de la enunciación.
sujeto y de su índice, el nombre propio al estudio de la letra.
'111
***
11
Parecería que algo en la función misma de la letra está en
concordancia con la función del nombre propio. Algunos de
I
,1
ustedes conocen el aforismo de Lacan según el cual la particu- Voy a exponer hoy la doctrina clásica que Lacan da en el
laridad del nombre propio es que no se traduce, atraviesa las Seminario "La identificación" en los años '60, teniendo en
111
lenguas. En un sentido esto es falso. En Francia y en Italia, mente el hecho de que tendremos que compararla con la
I especialmente en Francia, se ocuparon de afrancesar, de tradu- doctrina propuesta en "El Atolondradicho". Allí trabajará este
I
cir los nombres italianos. Mazarino fue afrancesado: se dice
c1ivajeen términos de decir y no en términos de enunciado y
Mazarin. Tenemos todos los nombres de ciudades italianas que enunciación. Decir que el sujeto de la enunciación se elide
han sido afrancesados; en las tragedias, las pronunciaciones a detrás de lo que viene al enunciado, es la manera en que se
la francesa de todos los nombres propios es un tema que anuncia, en los aüos '60, lo que luego dirá en "El Atolondra-
interesó mucho. Hay una traducción por el contexto; y Lacan dicho": "que se diga queda olvidado detrcls de lo que se dice en
no quería decir con ello que ignoraba que Firenze se IJamaba 10 que se escucha", ete. Tendremos que ver cómo de uno a otro
Florence en francés, y que se traduce abiertamente, por ejem- se retrabaja esta diferencia, pero antes es necesario que nos
plo: Pise, Venise, etc. En inglés, por el contrario, no ocurre lo entrenemos, que noS ejercitemos en la doctrina de los años '60.
mismo, se conservan los usos y costumbres propios de una Entonces, Lacan se apoya en esta resistencia del nombre
lengua. Pero lo que Lacan quería decir con ello es que no se trata
propio al contexto para sostener que ésta es la manera de
verdaderamente de una traducción; es una transposición, dice retomar la oposición freudiana entre el inconsciente Y los
una transformación. Una vez admitida la transformación en el
enunciados que están del lado del preconsciente. Debo decir
contexto, ya no hay querella de traductores. Es un punto
que en esa época era una respuesta a la manera en que su
indicativo: del mismo modo que para saber lo que es la riqueza enseüanza era leída por dos de sus alumnos, l~aplanche y
hay que observar a los ricos, para saber si una palabra se Ponta1is, quienes acababan de publicar un artículo sobre la
traduce hay que observar las querellas de los traductores. doble inscripción del sujeto. La idea que se les ocurrió era que
Cuando ya no las hay es que eso no se traduce. Lacan hace una
para hacer comprender la doctrina de Lacan a sus pequeüos
oposición de este aislamiento del nombre propio en sus relacio- camaradas 10 mejor era utilizar la expresión freudiana "doble
nes con la letra: el nombre propio es a la letra lo que en el inscripción", consciente e inconsciente, como dos caras del
lenguaje es la diferencia entre sujeto de la enunciación/ sujeto mismo fenómeno; para explicar cómo el inconsciente podía
del enunciado. Los dos puntos no marcan una homología, sino
67
66
I1I111

111

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'I,I'II!!I frie LallrclIl E11101librl' In'0l'io

IIIIII¡III

",!
I'I,,'.I!III'I
1, hacerse consciente y cómo el inconsciente podía estar El sistema, la presentación de Aristóteles y lie ~;Ll ló?,ica, se
estructurado como un lenguaje, ya que este inconsciente tenni- basa en la consideración de las diferencias entre:
:11,.,1111[1

,,11111' naba por expresarse en la lengua común. La idea no era tonta,


pero era limitada, pues rápidamente llevaba a fabricar catego- A Univen;al afirmativa
'11111111

rías de significantes, o categorías de inscripción. Por otro E Universal nq~ativa


1'111111

111;11111

lado, es hacia lo que se dirigió Laplanche, no hizo mé1s que 1 Particular afirmativa
desarrollar esto en los quince aúos siguientes. Leclaire, de O I'articular neg,lliva
'1,11
"'1111111

1111 I modo diferente a Laplanche, y Pontalis, con sus categorías de


significantes, con sus escalas significantes, siguió el mismo Creo que el sistema vocaliz,ldo por A.E.I.O. hlC difundido,
11I11

'.1.11,.11
camino. Hay allí, en efecto, una poderosa línea de pensamien to, sistematizado, F,or la escol,ísticl, y dio lug,H' al de:;iurollc\ del
con la que hay que tomar distancia y entender por quénoes una examen de los silogismos formales en una serie de fórmula:;
'11

vía fecunda. No alcanza con rechazarla porque el amo d ¡jo que


'1.111'1

que ya marcaban el punto m,1s alto hacia el Clldl se dirigía la


hay allí un impasse, hay que ver profundamente por qué, pues lógica simbólic;-¡.
illll es un poderoso factor de atracción.
A Todo hombre miente (UA)
11
No está centrado por lo tantoenla distinción de categorías de
(U ~-J)
inscripciones, de preinscripciones que se tornan inscripciones E Ningún hombre miente
r No todo hombre miente (FA)
que luego devienen significantes, que luego devienen significa-
O NOII Illif/llS ¡101Il0 11/l'lIdllr (PN)
dos, etc., con niveles y precursores. Está fundado sobre la oposi-
ción muy profunda entre el nombre, entre el sujeto de la enun-
ciación, y todo lo que viene a articularse como enunciado. No Tenemos: "Todo hll1nbn' miente", La univers"i negativa, es
1I11
11I

hay doble inscripción, hay oposición entre una inscripción real "Ningún hombre miente". La particuhn' afirrnativa cs" Algún
i

tanto más cuanto es imposible; la inscripción del nombre, y el hombre lnicntc habitualmente". Lacan cii?,c, Y ,:ll1íse esboza
1
sistema significante que engendra las cadenas de enunciados. una categoría quc ser,í la desarrollada en "El Atolondradicho"
IIII!I
11'1
Sólo las consideraciones lógicas de las paradojas de la identifica- con la ayuda de su nueva concepción del decir, la categoría Cf'.:
ción hacen ver la originalidad de la función de la letra corno "No todo hombre miente". ~;etrclta de la particubr afirnléltiva,
!.'III
111

algo distinto del sistema significante en tanto que produce "Afirmo que algunos, no todos"; y hasta esc nlOIllCIÜO,}'cl sea
111I
111
en un ciados y sostiene el discu rso del Otro. Lo engendra a la vez en latín o en lengua vern,íetda, se dej,lb,l de lacio esta fónnll1a
1111
en nosotros y fuera de nosotros, le da su carácter preconsciente. "no todo". Entonces, L,lGlll introduce el "No tocio hOlnbre
"111 Entonces, para hacer notar este carácter de originalidad del miente". Es la particular negativa, es: "No existe ningún hom-
1:111

nombre propio, Lacan en el Seminario "La identificación", de bre que no mienta", lo que en latín t'f; m,ís condensado, como
I'!II 1962, considera el sistema de las proposiciones de Aristótelcs, ocurre ,1 menudo: "1/011 IIUI/IIS !lOIllO ¡U)JI I/H'lIcltl{". FIasta allí todo
l'lli
el sistema de las proposiciones universales 'afirmativas / nega- Vd bien. Estas cuatro proposiciones ,llravesarcwl la lógica sim-
lill!
111
tivas y particulares afirmativas / negativas a partir de la frase bólica, y )acqucs-Alain Mil1er dedicó un curso, creo que es
111'1
"todo hombre miente", no bajo la forma paradojat sino bajo la "1,2,3,4", para producir un aCerGl1l11cnto entre estos
'1111 forma del enunciado universal afirmativo. cuadrángulos que atraveS,-Hon los siglos y la interpretdción
'1'',

11' Vamos a seguir la demostración paso a paso antes de hacer lacaniana.


'111

'III!II
algunos desarrollos.
1111

(19
11111
68
,1'1'1

11'1

Il'il

¡II
11

111',1,
,
frie Ll1f!rcnl El I/O/I/Im' propio
1/

Tal como nos lo hemos propuesto, seguimos la introducción Vemos bien por qué si todo hombre miente, no podemos decir
de las relaciones de la letra y de la Nada. Ésta es entonces la "No hay ningún hombre que no mienta". Todo hombre miente
manera en que la cosa tOlna su forma: una de laslnaneras de implica que no ha.y ningún hombre que no mienta, entonces la
presentar estas cuatro proposiciones es distinguir las relacio- negativa no: una excluye Id verdad de la otra. Del mismo modo,
nes contrarias y las relaciones contradictorias. Hay un pequefío siendo cada una de estas oposiciones falsa, excluye la falsedad
vocabulario que debemos recorrer juntos y luego podremos de la que se le opone. Repito entonces esta diferencia entre
captar el juego. contraria y contradictori;l: contraria entre las dos universales,
no puede ser verdadera :-J mismo tiempo una y otra; para las
particulares, no puede ser ,11 mismo tiempo falsa una y otra_
Contradictoria, cada una excluye, al ser verdadera, la verdad
de aquella que se le opone, y así cada una excluye, siendo fa1si:l,
la falsedad de la que se le opone.
1 Éste es el vocabulario que Lacan define. I{etoma a partir de
allí en su comentario lo que le preocupa desde su examen del
Contrarias UA-UN (A-E) sofisma sobre la identificación que hemos visto el año pasado:
PA-PN (1-0) la unión de Uno con Todos. Plantea la pregunta en el seminario
del '62: la diferencia entre la universal y la particular, entre los
Contradictorias LJA-PN (A-O) dos niveles, ¿supone "simplemente" la colección realizada?;
UN-PA (E-I) ¿es necesario entre la universal y la particular que la cülección
pueda ser declarada "toda"? Ven ustedes .. luego que hemos
Los contrarios son los que oponen al mismo nivel la univer- examinado la paradoja de Russell, la importancia de esta
sal afirmativa, la universal negativa, la particular afirmativa y cuestión. Lacan 10señala: Kant considera que el examen de las
la particular negativa. ¿Cómo? Esto permite ejercitarse un poco categorías de Aristúteles, la lógica de Aristóteles sobre este
porque no podemos distinguidas exactamente de la misma punto, se sostiene; la acepta sin correcciones. NI¡entras que
manera. Entonces, si él e~;tcnivel las relaciones son contrarias es
Russcll, que comienza a desmontar con sus pequeil.os útiles
porque no pueden ser al mismo tiempo verdaderas una y otra; todas las intuicionesde1 Todo, en el mismomovimientoredefine
no puede ser verdadero a la vez "Todo hombre miente" y
el nombre propio y su relación con una proposición universal,
"Ningún hombre miente". Pero, ¿cómo unir luego "No todo
o con un Todo. Si Icemos Principios de Ml7tefl/litilfl, Pritlcipies of
hOlnbre miente" y "No hay ningún hombre que no mienta"?
Mathellllltics, de 1903, traducido al francés en un conjunto que
Porque las dos son verdaderas al mismo tiempo, por defini-
reúne varios escritos de Russell con el título Écrits de fogique
ción. Por el contrario, la relación ccmtraria que las liga, es que
pflifosophiqul', publicado por PUF en 1989, vemos que lo firma
las dos proposiciones no pueden ser falsas al mismo tiempo,
con su nombre, a diferencia de los PríncipillMl7theJllatiCl7 escrito
mientras que ambas pueden ser verdaderas. Esto es lo que
define la relación contraria a cada niveL . en colaboración con Whitehead y que es anterior. Leemos en
Principios de Mil tefluítiCII que él quiere: "reconsiderar las relacio-
Distinguimos las relaciones contradictorias cruzadas. Las
relaciones contradictorias se definen de otro modo, siendo una nes del nombre propio como uno, o incluso de los términos en
verdadera, excluye la verdad de la que está en el lugar opuesto. tanto que uno, con los predicados".

70 71
frie Lr1!1r,'1I1 El nOIl/lnc l'nJpio '[
\

E introduce la noción que le es propia de denotación. Dice: Russell, pero su seminario de 1962 está nutrido por una lectura
I'Los predicados se distinguen de los otros términos por un constante de Russell, es la referencia implícita, fundamental.
cierto nlimero de propiedades muy interesantes, a la cabeza de Luego de un cierto Apuleyo, que era un comentador, se distin-
las cuales figuran sus lazos con lo que llamo la denotación. Un ¡:;uió todo lo que pertenecía al sujeto como cualidad, y los
predicado siempre' da origen a una multi tud de nociones predicados como cantidad. Justamente la tentativa de Russell
ernparentadas" . es desplazar el sistema; se trata de reconducir al sujeto no a una
Una frase como ésa puede tener un aire anodino, pero cualidad, a la consideración de una cualidad, sino a un modo
también puede producir efectos; pues vemos que lo que se trata de la cantidad. En tanto esto no sea percibido, la tentación,
de considerar no es ya la relación entre el sujeto y el prcdiGKlo incluida en el psicoanálisis, será hacer del sujeto del inconscien-
centrándose en la cópula, sino la relación entre el sujeto y el te una cualidad, un modo de la cualidad; y éste es e11ímite de
predicado pero con el sujeto en tanto uno y el predicado en las tentativas de Laplanche-Pontalis y luego de Leclaire: apun-
tanto múltiple, que es multitud; y es por esta operación que tar a la identidad o al nombre propio a través de índices, a
1111

Russell va a tratar de desplazar toda la lógica aristotélica. Es 10 través de una suerte, un modo de cualidad de un sujeto,
que hace que la lógica haya ca 111 biado al iltaG1r estas nociones concebido como interior.
de Uno y de Todo que habían permanecido estables. Por Es absolutamente nuevo considerar al sujeto no como una
,1

'./1.11. ejemplo: cualidad sino, siguiendo el movimiento de la lógica moderna


I'EI predicado 'hombre' o 'humano' (lcnota también al alrededor del fin de siglo, como eminentemente aprehensible,
1IIIrl
1111
hombre, un hombre, algún hombre, cualquier hombre, cadil como un modo de la cantidad, una relación del uno y del cero,
1111:
hornbre, todos los hombres, todos parecen :,ervcrdaderamente Podemos decir que la lectura que Lacan hace de Freud consiste
distinto:; uno del otro. El estudio de estas diversas nociones es en sumergir este aporte de la lógica moderna en las paradojas
!IIIIII absolutamente vital para toda filosofía de la ll1iltel1lilticl". freudianas de la identificación, para mostrar cómo la idea
Un poco más abajo, en !el página '78, Russcll dice esto: I'Es paradoja] del sujeto del inconscientc viene a aclararse por fuera
1:1111

interesante y no sin irnport:mcia CXamilli1rbrevemente ellilzo de estos problemas de doble huella, doble inscripción, que
1
!'I.II entre esta teoría y cit'l'las concepciones tradicionales de la natu- mantienen fantasías de espacio interior y de espacio exterior,
I!I'
:!!III
raleza de las proposiciones. Consid"rmnos tradicionalmente que fantasías de las cUilles el psicoanálisis debe esforzarse por salir.
¡I/III
todas las proposiciones e~;tán provió;idS de un sujeto y de un Estos autores franceses sacaron algunas conclusiones a partir
predic(¡I.:Io,es decir de un 'esto' inmediilto y de un concepto de estas ideas, pero veamos qué pregnancia tienen y cómo
;!IIII
general que se le adosa por medio de una descripción". detienen la reflexión en el movimiento anglosajón, en los
I,!III La tentativa de Russell es hacci' conmover el "esl:o" inmc- kleinianos, estas metáforas del interior y del exterior -del
I !!
cliato mostrando que es un modo de cifrado, un lnodo del uno, continente-, pues son muy intuitivas. Cuando se piensa que se
111.

y queb proposición general que se Jigél a él se refiere a otro trata de contener un sujeto, la interpretación no puede lle¡:;ar
1"

,11
modo de distribucit'in de la cantidad. Es lo que hace que la muy lejos. Y no hablemos de las reflexiones del movimiento
I1
denotación de los adjetivos cuando dice hombre implica un americano, pues nos encontrmnos con los n1Íslnos problelnas,
II!
hOlnbrc, algún hombre, cada hombre, todo hombre, toda for- con teóricos como Kernberg y algunos de sus alumnos.
111
ma de denotar la cantidad. Esto va en contra del modo tradicio- Aprehender el sujeto a partir de la cuantificación le permitirá
1
nai, ¡!lodo <T!H-: prol0l1¡:;i' el pensamiento de Aristóteles. Lacan a Lacan apresarlo como función, y hacerlo también a través de
lil
]0 seúala en sH:;eminario. no hace referencia a este pasaje de las series. En suma, el sujeto no es un interior, una cualidad que
II¡

'11
11
72 73
I11

[1
Eri<'Ltll/rc!l1
E¡I/ol/Ibrc propio

estaría representada en el sistema significante, una suerte de Es un pequeño cuadrángulo, muy s.imple y divertido. Se lo
pre-marca que estaría representada por una marca. En un deter- divide en cuatro, decimos: a la izquierda se trazan trazos
minado momento el autor propuso en la categoría de pre-mar- verticales; abajo trazos oblicuos, y vemos qué pasa. Vamos a
cas del sujeto del inconsciente las cosquillas, la caricia materna, notar que si buscamos examinar la proposición "un trazo es
que introducirían una suerte de pre-marcas que luego estarían vertical", podemos decir que en las dos regiones superiores, la
representadas en el sistema significante, pero no totalmente. Es proposición universal está: que en estas dos, las dos primeras
una manera de imaginar la cosa, aunque se comienza así y regiones son necesarias para inscribir la proposición A, o sea la
luego al final encontramos diferencias considerables con la universal afirmativa, es decir que todo trazo sea vertical. El que
conceptualización que quería dar Lacan, conceptualización que no haya ahí trazo permite perfectamente sostener que todo
tenía la ventaja de presentar al sujeto en térmi nos de superficie y
1
trazo es vertica 1, puesto que no hay trazo; si hay, es vertical. En
no en términos de profundidad. 2 y en 4, ningún trazo no es vertical; por el contrario, acá,
:j1"~,
Ji ,,1 * *-k tenemos algunos trazos verticales, y la particular negativa, que
111,'11 podemos formular como "algún trazo que no es vertical" o "no
todo trazo que no sea vertical".
11",
Veamos cómo aparece, en el Seminario "La identificación", Esta consideración permite despejar como central en la
1,1",:,,11

este lugar del sujeto en tanto tiene que ver no con la cualidad posición de un sujeto -en su relación al universal, cuando se le
t~ sino con un modo de la cantidad.
Para ello, Lacan introd uce un cuadrcíngulo simple derivado
adjudica un predicado, por ejemplo "vertical"-, el hecho de
que pueda no estar tomado bajo este predicado. Hay un modo
111111
I:~ de ciertas consideraciones del gran filósofo contemporáneo de que hace que a partir de que ustedes definen un predicado,
11II
finales de siglo, pragmático americano, Peirce, del que Lacan "trazo vertical", puede aplicarse allí donde está el trazo, y allí
11'
hace un uso particular.
,11
donde no estc1.En el fondo, inmediatamente, todo predicado
li:
puede aplicarse no a una cualidad, sino a lo que puede estar
I'1

A marcado o no marcado; y esto no afecta al predicado como tal,


I~
no lo pone en falta; toda trazo permanece vertical, incluso allí
;1/1
donde no hay ningún trazo.
y allí introduce Lacan su concepto de nombre. La ventaja del
1'11

nombre es que subsiste cuando el sujeto es inexistente. Ustedes


1111
1I1

~
I~ o/ piensen que la audiencia de la época era como ustedes, es decir,
lE
~ se preguntaba qué relación tiene esto con el psicoanálisis, las
I,I~,
,11
11
interpretaciones, la pulsión, el pecho bueno, el pecho malo.
I~ Ustedes ya tienen 15 años de lacanismo; soportan que les hable
de esto sin tirar tomates y preguntan; algunos se levantan,
II
, '1'1,,1
,1
1 algunos pocos, diciéndose: "Venimos a buscar cursos de psi-
coanálisis, no a entretenernos con una pequeí1a lógica, ¿qué es
I~
I~
esta historia?". Ven ustedes que Lacan tenía que vérselas con
1
1I1'
situaciones difíciles, entonces era necesario que fuera directa-
,~ mente al grano. Yen este seminario, luego de haber hablado de
1I,'

irll

74
75
~
1'1
,1,1

I!II::
," 1:
q
\11

~
~
Erie Laure/l t El/lO/libre ¡It"I';"
~
:1111

esto, dice: "Escuchen, voy a explicarles por qué les digo todo inconsciente, como serie y no como límite entre un interior y un
111

esto, es porque en el fondo no es más que tomando en cuenta exterior.


III~.I
Ilill
estas consideraciones como podemos comprender por qué Por lo tanto, vaa tratardedesiruirla tendencia a representar
~~
Freud pudo decir que hay una importantísima relación entre un goce interior que se despliega en el exterior, a partir de un
Dios y el padre". Entonces nos decimos, "ahora volvemos al desarrollo que simplemente se esboza. Veamos este desarrollo:
1111

psicoanálisis", y esto tranquiliza a todo el mundo. En esa época el sujeto no se apresa de entrcl(ia más que por sus enunciados;
,
~ vemos que Lacan es muy discreto en sus referencias lógicas; no y el enunciado central del sujeto es "pienso" -"pienso que no
da el armazón del cual se sirve para no aterrorizar. Dice: la puedo decirle nada hoy pues ..."-. Esto siempre quiere decir
I

única manera de comprender por qué Freud dijo que todo "pienso", "pienso que no puedo decirIe nada hoy pues nada se
1
padre es Dios, es porque es claro que ningún padre 10 es. Es me ocurre, me pregunto para qué sirve todo esto", es decir:
11 decir que estamos en el casillero número 2, y que sin embargo, "porque soy"--variación, modulación que puede tomar el enun-
todos los padres existentes entran en esta categoría. Esto deja ciado en psicoanáLisis-o Una vez que se ha dicho "no compren-
l.I·¡ totalmente de lado el hecho de que la universal afirmativa do 10 que eso puede ... ete.", llegan los enunciados. El sujeto
1,1

sobre el padre, incluso si hace que todos los padres que existen continúa: "Y sin embargo tuve un sueíio extraño, no compren-
I~ estén de un lado, allí donde no son Dios, hace al otro casillero do a qué viene; un caballo muerto, etc.", y encontranl0S una
~ perfectamente necesario para captarlo. En esa época lo dice suposición, en el fondo su "pienso" partía de un "soy"; primera
rápidamente, como al pasar. El verdadero interés de esto está hipótesis, este "soy" que es, antes que todo pensamiento,
en El Sclltillllrio 20, Alfil, allí plantearcl dos fórmulas de la responsable sin duda de las formaciones del inconsciente. Este
~I
II.!.,

sexuación donde de un lado están los padres en tanto que sujeto, este nombre propio distinto a la vez de su representa-
1111
existentes y del otro los padres en tanto que no existentes. Por ción y de su índ ice, va a ser desarrollado por Lacan, porque una
1.1111

1111' ello, del lado hombre escribe :Jx(DX,ete. Pero antes de retomar vez que estamos allí podemos continuar. Este "soy" supone un
estas fórmulas es necesario ver que la línea de pensamiento "pienso", y esto va a desarrollarse según una fórmula que es
~
1:11,

comienza con esta concepción del nombre que preserva o iterativa, y que es la función del tiempo en psicoanálisis, la
111,1

I¡~ introduce una separación entre el que existe y su definición. función incomprensible del tiempo, la secuencia donde se
111I1
ubica la lógica de una serie, 1+1+1, y que no se desarrolla mcls
,,1

11111
plCnso que con térmi nos heterogéneos, que se desarrolla con términos
soy soy plenso como 1 y A. En los aI10S'60 introduce la idea de anotar el "soy"
soy
11111

1,11
como i; dice: i como índice o como imaginario, y luego la
1;1"

representación que es del orden del 1: 1/ i+1/ i+l. .. y tenemos


II~ Más aún, luego de haber orientcldo el interés de la concu- allí el desarrollo de un mecanismo de serie.
11,11
rrencia hacia el padre, 10 orienta del lado de la relación al goce.
¡II
Luego de exponer la manera en que se mueve este pequeño 1
1111

cuadrante -cosas tan estables como el universal y las particula- i+l


111
res, que atravesaron siglos muy tranquilamente, sin que nadie i + 1 de.
11

sea perturbado por el1as--, y destacar el interés de esta reduc-


,1
.,11 ción moderna del sujeto a un modo de cuantificación, va a ¿Se trata de una repetición al infinito? Esto nos coloca frente
desarrollar también el interés de la relación del sujeto del a las teorías según las cuales el psicoanálisis no tiene límite, que
111
11.111

11

IJiI

76 77
I!I·~
111

1',··.1,11
11'
1,1
1
,"1

Erie Ll/lIrCllt

es repetición al infinito. Éstas son teorías donde el sujeto se 5. EL SUJETO COMO LÍMITE
repetiría siempre representándose a sí mismo. En efecto, siem-
pre habría algo para decir, la representación no alcanza janl,ís
a la Cosa.
De este modo hay una heterogeneidad profunda entre el goce
sexual y la representación, porque en el inconsciente freudiano
no hay palabra ~nos dice Freud- para decir "hombre" o para
decir "mujer". No hay identidades sino identificaciones,
susceptibles de alteraciones, de torsiones. Entonces, hay
heterogeneidad del goce y del sexo, y es posible deducir un
lími te.
Hemos visto qué partido tomóLacanen su examen sobre las
La heterogeneidad del goce y del sujeto no es compatible dificultades de la doctrina psicoanalítica de la identificación, y
sino a condición de tomar al sujeto definido según presupues- los recursos que pudo extraer de los instrumentos de la lógica
tos, tal como lo postula el abordaje de la lógica moderna. Un moderna; especialmente de FZusselly de toda la corriente de la
sujeto que no sea cualidad, sino elisión, un sujeto que supone lógica analítica, la filosofía analítica y la lógica simbólica. Me
como punto de partida la extracción de un goce, un menos de basé para ello en el primer examen que hacía en su Seminario
goce, que va a inscribirse en el cuadrángulo como vaCÍo. Y "La identificación", en las clases de diciembre de 196].
mientras todos los sistemas de la representación oponen la
Cosa irrepresentable al Uno de la representación, el esfuerzo de
Lacan es conjugarlos con su teoría del sujeto y del nombre
propio. Por ello Lacan dará un lugar a la expresión freud ¡,lilade
"claro en la selvapulsional", esta expresión freudiana es un
sentido figurado de la marca, el vacío, la huella que supone el
claro de la selva. Lo que permite que, en el origen, el sujeto
tenga un nOlnbrepropio conjugado con dos modos de la marca:
la marca en tanto rasgo, y la marca en tanto huella.
Veremos la próxima vez cómo Lacan llega a poner de relieve
esta paradoja. El desarrollo de la serie de los enunciados en Hoy podremos proseguir señalando un desarrollo diferen-
psicoanálisis encuentra necesariamente un límite porque el te, ya que en ese curso Lacan finalizaba de manera un poco
sujeto psicoanalítico conjuga dos modos heterogéneos. A par- cortante su primera exposición de los hechos, con una refe-
tir de allí, el problema ya no es saber si hay un fin de análisis, rencia al padre. Decía que el interés de este cuadrángulo,
porque necesariamente hay uno. El problema es que sea el representado con el famoso "aquí no hay trazo que no sea
bueno. Esto genera la idea de que el origen se encuentra vertical", es totalmente decisivo para la lógica psicoanalítica en
justamente en el límite; y la única manera de encontrar el origen lo que concierne a la concepción del padre. Es absolutamente
es el límite.
cierto pero parece un poco condensado. Él mismo dio en su
seminario, en febrero o marzo de 1962,un segundo desarrollo,
CLASE DEL 5 DE ENEJ{O DE 1994
e hizo también una presentación en un texto de 1962 muy

78 79
t
frie Lillli"clIl
u "11;"''' Cr>IIIO l¡illilt'

divertido que se titula "Kant con Sade". Este escrito es un presenta con una consistencia particular, la de una voz en Id
estallido de chistes, de atisbos inesperados, de extrallos conciencia que ordena la voluntad, según Kant. Es lo que el
comentario filosófico 110 destaca.
acercamientos; no puedo dejar de aconsejar la lectura y relectura
de este texto. ¿Qué quiere decir que Kant lleve el mandamiento asignado
Se trata allí de reexaminar la razón práctica según Kant y la al orden mOf{ll -que vale paG] la razón práctica--, a "UlVi
concepción del bien. Este examen, sutil, concluye en las consi- universal por derecho lógico", como se expresa Lacan? Leerno~;
deraciones sobre la lógica de lo universal. Lacan considera allf lo siguiente:
"Lo cual, recordémoslo de ese derecho, no quiere decir que
el nudo central de la relación entre el sujeto, en lo que tiene de
particular, y el universal en tanto debe aplicarse a todos. No se seimponga a todos, sino que valga pClratodoslos casoso, mejor
trata del punto de vista del enunciado en su relación con "1 dicho, que no valga en ningún caso si no v,lk en todo caso".:'
enunciación -ese lazo que el "miento" pone de relieve de ¿Notan la diferencia? Nos preguntamos por qué este recuer-
manera decisiva- sino de una presen tación vista por un obser- do, esta detención y esta presentación desarticu]¡-ldilS de una
universal afirmativa. Lo que hace a la eleg,1I1cia de estas tres
vador. Por lo tanto considera que la máxima kantiana debe
frases es tratar de pasar del "todos" al "caso". El caso ocurre
aplicarse a todos en todos los casos.
"Para que esa máxima haga la 1cy, es preciso y suficiente que uno por uno; el "todos" se da como totalidad Vemos en estas
tres frasecitas, en este comentario que Lacan hace del univer-
ante la prueba de tal razón (la razón práctica) pueda retenerse
sal, la utilización de algo central P,Ud él en las consideraciones
como universal por derecho lógico". I
de RusseIl sobre la totalidad ~especia1rnente el examen mismo
En efecto, la interpretación que nos propone Lacan y que no
va de suyo, en el laberinto de los comentarios sobre Kant y el de la paradoja de Russell--: la constitución de tot\ Iidades que no
sean "todos". Se trata de la oposición entre el "cll1sS I1S 0111''' yel
alcance que se le otorga a su moral, a su ley moral, nos muestra
"e/ass I1S Jitl/UI/': 1<1colección o conjunto que no hace uno; una
que en el fondo Kant reduce los prestigios de la moral a ser
prescriptivossólo por su consistencia lógica. Podemos decir que multiplicidad. Lacan parece comentar la noción de ltniversal,
salva a la moral y también que la laiciza; hace de ella un objeto aunque disfrace la originalidad de sus pa1<1brasdiciendo: "re-
cordémoslo". Como si esto fuera evidente. Pero, cada vez que
que se sostiene por su consistencia particular, por su derecho
decimos" ¿me comprende?", quiere decir que uno no se com-
lógico. Es lo que constituye la grandeza de la posición de Kant, lo
que lo ha ligado a las Luces: est<l voluntad de separarse de los prende a sf mismo; cuando decimos a alguien" ¿rne siguc?",
prestigios de la tradición, de la autoridad y de la divinidad. esto quiere deci r que estamos com pld,lmcnte perd idos en lo
Lacan mantiene el interés de la consideración de la obra de que podemos decir; cuando decimos a alguien "recordémos-
Kant para el psicoamilisis. Los cOll1entarios filosóficos no mar- lo", es porque sc trata de algo nuevo, ctc. Es una lógica de la
conversación habitual, siempre útil de recordar para guiarse en
can dell1asiado que, justall1ente, cuando obtenemos una cade-
sus meandros.
na de prescripciones reducida a una consistencia lógica, enton-
ces ésta toma la forma de una voz, de una voz de la conciencia. Entonces, al decir "recordénloslo", Lacan dice algo que no
Así, cuanto más se hace del enunciado una pura consistencia es evidente, que es guiarnos en un camino nuevo para el
del ser, más toma la forma de un objeto, de un objeto que se psicoamílisis, extraer las consecuencias de los instrumentos
posrusseIlianos.
1. Lacan, J.: "Kant con Sade", en Escritos 2, 14·' edición, traducción de
Tomás Segovia, dirigida por Armand.o Swírez, Buenos Aires, Siglo XXI, 2. Ídem.
191'7, pág 746_
SI
SO
Erie Lallrel1t El slIiclo eOlIlO li//lile

¿Cuál es la prueba a construir para verificar la validez de Kant vivió; su mayor aventura fue mudarse tres veces de casa
una máxima? Es necesario que esta máxima pueda ser entera- porque los vecinos hacían mucho ruido yeso le impedía traba-
mente deducible analíticamente, en el sentido kantianD, ente- jar. Aparte deesto iba a trabajar, volvía, ibaa trabajar, volvía; era
ramente deducible de los axiomas; que no haya una referencia un hombre muy alegre, nada triste; le gustaba mucho cenar con
a un dato empírico, es necesario que sea deducible de la sus amigos; sim plemente se levantaba siempre a la misma hora.
consistencia misma del enunciado. De allí el ejemplo que Lacan Un tipo que vivió de este modo, con una constancia y una regu-
elige especialmente en el florilegio de los ejemplos que da Kant. laridad admirables, evidentemen te no tenía idea de que se pue-
Dado que el depósito constituye al depositario, una vez que de arriesgar la vida por esta clase de cosas. Vemos bien que se
ustedes han sido instituidos como depositarios y que se cons- trata de una moral de soltero. ¿Por qué no? Cuando da como
ti tuyó un depósito, ninguna razón puede llevarlos a traicionar resultado la Cnhm dc la razó" pltra, ivivan los solteros! Pero pue-
la carga que les ha sido confiada. Por lo tanto, es moralmente den equivocarse en un cierto nümero de cosas, y Cavell juega
exigible que devuelvan el depósito sólo a aquel que les ha también con esta clase de registro: en sus escenarios de novela
confiado la carga y según la misión que les ha sido confiada. negra hélYtambién novelas eróticas que pueden movilizar un
En un libro que acaba de salir en francés, un filósofo ameri- poco a lé1Smélximas kantianas.
cano, Stanley Cavelt hace algunas consideraciones muy diver- Lacan no procede del mismo modo; interroga la mé1xima
tidas sobre la moral kantiana, por medio de relatos de novelas kantiana diciendo: puesto que el depósito hace al depositario,
policiales. Por ejemplo: usted está en un automóvit ocurre un Kant cOllsidera a partir de allí que es analíl:icamente deducible,
accidente en una noche de diciembre, el automóvil choG1 válido en todos los casos, que el depositario no debe ceder frente
contra un muro, a su lado esté1 sentada su amada herida y a nada en I:odos los casos. Puesto que está consti tuidoporel rasgo
sangrando; entra en la primera casa que encuentra en el camino de "el depósito", "aquel que tiene el depósito" debe manl:enerse
ocupada por una viejecita que tiene miedo al ver entrar gente a la altura de su carga. Lacan resume esto así: ''[. .. ] no hay depó-
y que de ningún modo quiere escuchar lo que usted le dice. Le sito sin depositario a la altura de su carga",l y allí comienza a di-
suplica que lo deje Jlamarpor teléfono, ella se encierra con llave vertirse, no I:oma la novela sino que dice lo siguiente:
en el cuarto. Del otro lado estél su nietecita de (1años, ¿debemos "Podrá sentirse la necesidad de un fundamento más sinté-
torcerle el brazo a la niüa para hacerla gritar y así obtener las tico, incluso en este caso evidente" .,1 Comenzará a atacar esta
llaves de la abuela para hacer el llamado telefónico, y salvar de lógica analítica que liga de manera clara el depósito y el
este modo la vida de la amada? Y Cavell construye escenarios depositario: "llustremos a nuestra vez su defecto, aunque sea
absolutamente inverosímiles para preguntarse si la mé1xima al precio de una irreverencia, con una máxima retocada del
kantiana se aplica. ¿Es que la mé1xin1auniversal "no debemos padre Ubu: 'Viva Polonia, porque si no hubiera Polonia, no
hacer mal en vano, ctc." se aplica?, y ¿hasta qué punto? habría polacos"'.s
Es simplemente un r1ivcrtimclI to filosófico; hay cosas más Todos conocen la obra de Alfred Jarry. Por lo tanto, hay un
serias en Cavelt pero es divertido tomar esto como escenarios universal: el "todos" que constituye Polonia, y partimos de la
de novela negra, porque complejiza las cosas. idea de que si no hubiera el "todos", en el interior no habría
Por otra parte, el doctor Lacan puso de relieve la inanidad de polacos.
un ejemplo kantiano que dice que castigando con la muerte las
relaciones sexuales con una dama, eso disuadiría a los candida- 3.lbídcm.
4.lbídCl1l.
tos en nombre de su interés ... Había que ser Kant y vivir C01110 5.lbídcm.

82 83
I~
",¡

,111

Eric LallrcnJ- El slIjclo "01110 I¡'I/Iill'


1,111
111'

trazo es vertical, en la zona de los dos cuadrantes¡ haya o no


1,11111
"Que nadie por alguna lentitud¡ o incluso emotividad¡ dude
trazos. Podría tratarse, desde el punto de vista de lo universal
11111

1,
aquí de nuestro apego a una libertad sin la cual los pueblos
estcín en duelo."" de: "Todos los polacos están en Polonia" -no es el caso¡ pero
Se tr,ltd de la libertad de Polonia, un tema recurrente a través admitanlos qLle sea así-, si todos los polacos deben estar en
,,:,1'1
1,

~ de los siglos. ¿Cuáles son las alianzas susceptibles de defender- Polonia puede ocurrir que no haya ningún polaco y que Polo-
la en caso de invasión rusa? Es éste un problema central de !el nia exista en tanto que todo o, inversamente¡ si tomamos el
historia europea desde hace méÍs de mil años. punto de vista del caso y no el punto de vista del "todos", hay
11 "Pero su motivación aquí analítica, aun cuando irrefuta- polacos uno por uno, lo que constituye una serie. Esta serie es
1111:1

ble ... ·--seburla de este lazo de lel:ras entre Polonia y polaco- se una serie siempre abierta, forma una clase que no puede jamás
l'
,,'Itl cerrarse como un todo.
presta a que lo indefectible de ella se atempere con la observa-
~I ción de que los polacos se han recomcndado siempre por una La cuestión que se le plantea a la ética kantiana no es un
resistenci,1 notable a los eclipses de Polonia, e incluso a la problema de casuÍstica tal como puede construido la novela,
~ deploración que se seguía de ellos."? complejizando el caso y buscando el universal. Este universal
~ Entonces¡ aunque Polonia haya cxistido poco tiempo en la puede, al aplicarse por su voluntad, conducir directamente a la
historia como Estado¡ no por eso los polacos han atravesado muerte a todos aquellos a los cuales se aplica. Y la sospecha que
~
lllenos la historia de Europa¡ siempre reivindicando y hacien- existe detrás de la moral kantiana es que sea incompatible con
do existir a esta Polonia, y lIorándola aun antes de Chopin. Fby la vida de la especie humana. Hay un "discreto aroma a
~,jl
!¡II[
algo (je/lJÍque deploramos, esta Polonia de eclipses y los poLl- sadismo" que se demostrará inmediatamente, hay un objeto
,'III,!

O)" están siclnpre allí. Hay un lazo, no entre el depósito y el que empuj,l ,1 que todo se encuentre en el casillero vacío para
depositario, sino entre PolonÍ<1y los polacos, se trata del caso poder verificar el caso. Cuando esto se aplica en todos los casos,
tl~
'1

"hay polacos"; constatamos que es un caso. Decir "hay pola- o bien ya no qucda nadie vivo, o bien tenenl0S un cascarón
~
1
co~:"es un giro pa ra evitar emplear un "todo": hay polacos pero vacío; esta supuesta Polonia que no es la colectividad, que es
~ una suerte de conjunto que va en sentido contrario a los casos,
no hay "todo" que reúna a los polacos, lo que no impide de
1\
~ níng(¡n modo que ('~;O exista. Y dice: con un uno por uno que no tiene ninguna relación con esa
4 colectividad. y tal como est¿í presentado en el texto "Kant con
"Volvemos ,l. cncontrar lo que autoriza a Kant a expresar el
!IIII
~ pesar de que el la experiencia de la ley moral ninguna intuición Sacle", es un,l de las maneras de poner de relieve la diferencia
entre el "Uno" de la colectividad¡ el "uno" del "todos" del
~ ofrezca ningún objeto fenomenal" ."
I'!:
Es dccir que esta ley !llora que parece irrefutable, que
1
conjunto¡ "uno" que hace L1nidaet y el "Uno" conlO rasgo
~ deduce Iclexistencia de los casos con la ayuda de una universal unario¡ que no se reúne en un "todo" y que es el punto decisivo
11

constituida en la consistencia lógica, puede ser invertida. Po- que mantiene Lacan.
dría muy bien ocurrir que no hubiera ningún caso que la La pregunta que se plantea es la siguientc: cuál es la regla¡
~ verifique, de allí la importancia de la lógica que construye la ley que hace falta aplicar para que sea legítima¡ para que sea
~II
'1
Lacan. La utilización de un modelo de universal donde todo apropiadamente hablando una ley. ¿Podemos contentanlOS
~,I i con su consistencia lógica, analítica? Esto es lo que está cuestio-
nado. Allí es donde la experiencia del sujeto va a pennitirle a
6. lbídt'!ll. Lacan avanzar. La presentación de este argumento lógico, tal
11
111I1

7. ídem, lxí?,.~.746-747. como lo vimos la ultima vez, y de su utilidad se hizo en relación


,~
!III
8. Ídem., pag. 747.
l'
,1,1,

R5
R4
Eric LilurcJl.1 El su;clo COIlIO/lílJiIC

con una publicación de Laplanche y Pontalis donde presentan Se trata entonces de definir al sujeto no como un interior, no
al inconsciente freudiano como doble inscripción; lo queper- como un exterior, no como aprehensible por una observación
mite comprender por qué finalmente el inconsciente termina y por la simple consistencia analítica observable desde el
por expresarse, por qué el psicoanálisis es una cuestión de exterior; sino como un límite, y un límite engendrado estricta-
palabra. Entonces, usando a Lacan, Laplanche y Pontalis tratan mente por el acto de la palabra.
de hacer comprender a sus colegas, formados con una concep- A partir de la consideración de este universal "para todo",
ción más tradicional del inconsciente, que hay que explicar va a comprometer al sujeto, así como a toda representación de
cómo el inconsciente y el preconsciente terminan por reunirse. sí mismo, todo rasgo que lo reviste -"todo trazo vertical"-, lo
Usando la metáfora del bloc maravilloso utilizada por Frcud, que podría ser "todo significante amo". El sujeto es quien cae
debemos suponer -dicen- una suerte de doble inscripción, de en el esquema de Lacan. En el momento en que eso se desliza
un lado y del otro de una hoja. por debajo del sujeto, se produce al mismo tiempo la inscrip-
Lacan no cstá de acuerdo con la doble inscripción, sino con la ción de un vacío.
inscripción. Y ello en relación con una función que llama "lími- Esta maquinaria surge en este Seminario "La identificación" .
te". ¿Por qué? Porque la doble inscripción conlleva la vieja idea Es una maquinaria a la que dará todo su desarrollo enEl Seminl7-
del interior, de un sujeto cuya autenticidad estaría en el interior. rio 11, de 1964, dos años después. Pasará del cuadrángulo a la
Kant alivió a todos" desprendiéndose" de la problemática consideración, a la escritura de lo que se produce cuando el
de San Agustín: "te buscaba, y en mí te encontré". La voz de la sujeto viene a inscribir la diferencia pura entre dos significantes.
conciencia que San Agustín había encontrado, se la atribuía a
Dios, pero ésta tenía una presencia interior. Kant red ujo esta SI-------->S2
voz interior puramente al exterior. Pues siendo consistente en
el exterior analíticamente, producía efecto de interior, el efecto ~
de interioridad. La voz de la conciencia, lo que era interior, no
era más que un efecto de la consistencia analítica propiamente Se trata de la consideración lógica universal tal como Lacan
dicha. Si ponemos en duda, como lo hace Lacan, la validez del va a presentada. ¿Cómo podría el sujeto ser un límite? ¿Por qué
juicio moral, la reducción del mandamiento para todos, para no está pulverizado, atomizado en el infinito de los enuncia-
todos los casos, ¿no estamos en tonces dedicados a la resti tución dos'? ¿Cómo podemos sostener que no es ni interior ni exterior,
del espacio interior? Todo lo que en psicoanálisis implica esta sino límite? ¿Por qué no hay de un lado el sujeto de la enuncia-
dimensión -el yo más o menos profundo, el espesor de los ción y, del otro, el sujeto del enunciado, dispersos, sin esperan-
tegumentos, el empuje pulsional vivido como una suerte de za de reunirse?
impulso vital-restituye un interior vivido en general como un jacques-Alain Miller dice en su curso que Lacan mantuvo
interior escondido del cuerpo. De allí surge el interés por los una perspectiva convergente de la experiencia psicoanalítica,
ruidos del cuerpo, siempre es unél tentación. Es muy diferente tomando primeramente, de lnanera muy precisa, sus referen-
pensélr "el órgano habla" -reducido a la cadena de enuncia- cias de Hegel. Con esta consideración de un sujeto tomado
ción-, que pensar, al contrario, en esta "autenticidad" de su- COlnoun tnenos, un n1enos uno, vetnos cómo Lacan va a tratar,
mergirse en el estudio de los ruidos de su cuerpo, o el estudio sin etnbargo, de conjugar la relación del sujeto al todos, a todos
de lo que ocurre como fenómeno vivido, restituyendo un los significantes, a lo que vale como la extensión para todos. Y,
espesor interior, una subjetivación interior. por otra parte, la relación del sujeto con sus objetos. Por lo tanto,

86 87
El suiclo COI/lO1(lIIilc
Erie Laurt'lll

el sujetu definido en su relación al uno, es decir, a todo lo que cir del cogito cartesiano que debajo hay un índice, un "soy algo"
puede representarlo, nombrarlo y la relación del sujeto a sus que es el ser deduciéndose de la pura representación. Este
objetos. Este es el comentario crítico que hacía Lacan de la cuadrángulo permite inscribir los diferentes registros donde se
concepción kleiniana a propósito de los objetos parciales. El conjugan la metáfora del sujeto en tanto objeto de goce y la
pecho, el escíbalo (término francés poco usado para decir metMora del sujeto en tanto que cae bajo una identificación,
heces), el Sujeto los gana o los pierde; tiene el pecho, lo pierde, bajo un rasgo significante.
le falta, pero sobre todo ('s estos objetos. Es la doble metMora: ¿Qué sujeto considera Lacan para fundar una ética que se
el sujeto de lln lado puede apresarse en la cadena significante sostenga, un mandamiento que valga, que rija nuestra volun-
y del otro, en el circuito pulsional, que define dos "regímenes" tad? Pues la ética del psicoané11isis es saber lo que puede, en el
del ser del Sujeto. Estos regímenes, estos registros, estas versio- final del am1lisis, "regir nuestra voluntad" -para retomar los
nes del ser del sujeto se articulan, pues los dos están definidos términos kantianos: ¿qué es lo que haréÍ nuestra "razón préÍcti-
a partir de una sustracción. ca"?-. Es loproblemcítico de la cuestión siguiente: "¿ qué im pli-
El Seminario "La identificación" está en el comienzo de la ca vivir la pubión cuando se ha atravesado el fantasma funda-
gran construcción que llegará dos años más tarde perfectamen- mental?", es decir, ¿cuál va a ser la razón prc1ctica? ¿Qué hace
te constituida: hay una sustracción del objeto tomado en una que hagamos una cosa en lugar de otra cuando algo hay que
alternancia. El objeto, para el neurótico, para el sujeto en su hacer, lo que no siempre ocurre? En todo caso, b respuesta a
registro neurótico, está sustraído, pues hay una pulsación, una esto que v,lle para nosotros es la que est,1 en juego en esta
alternancia, .t()¡-t/d17. Mamé1 "esté1 allí" / "no esté1allí"; si no esté1, función de límite del sujeto.
la llamo; el pecho "está" / "no está"; hay una pulsación y en esa Lacan, en este seminario preserva la originalidad del psi-
pulsación se inscribe un punto vacío, pero tomado del rasgo; coamílisis diciendo que parte sirnp1cmente de un sujeto que
este rasgo aislado del pecho, estos rasgos ai~;lados que consti- enuncia, que puede decir "soy", "soy el criminal más grande
tuyenelregistro de los ohjetos que para el hombre existen en un que existe sobre b tierra". Este ti po de frases son justamente las
número limitado según los orificios de su cuerpo: orat anal, que pueden cnuneidr las almas mé1s inocentes, los grandes
escópico e inVocante. Ellos definen las unidades del circuito crimindles se cuidan bien de opinar sobre el tema. Podemos
pulsional del que hablamos como "uno" y la pulsación en un continuar con un cierto nlnnero de variables, podemos reem-
casillero que es, a la vez, el lugar de donde se extrae el objeto, plazar el lugar vacío por los objetos dIos que alguien se apega:
el sujeto cae en él en la medida en que est<1bajo un significante, "la dejé ir sola a la clínica parél un exanwn, un aborto, de., soy
que está SUPuesto al significante. Cualquiera sea el rasgo que el criminal méÍs grande que existe sobre Id tierra". Tenemos así
esté allí, está debajo, soportándolo, puesto que no se reduce a una matriz que postula que quien habla y quien se adentra en
ese rasgo. Es el análisis que hace LKan en este seminario del la experiencia de pz¡]abrd con esta máscara, lIevéÍndola puesta
descubrirc1 su verdadero nombre, el nombre que olvidó cuando
cogito cartesiano: "pienso, existo".
dijo eso, cuando porta la I11c1scara.Su verdadero nombre es el
S]
T que está escondido, el que deduce de su historia, el que porta
y que lo empuja a actuar.
El "pienso" es una categoría que aparece marcada por el En su seminario de 1961-1962, Lacan busca este verdadero
significante, es una representación, "pienso" simplemente, nombre en el registro del deseo. Precisaré1 más tarde que se
cuando está reducido a eso. En sus virtuosos comentarios a lo trata, en realidact del nombre de goce. ¿Qué busca alguien que
largo de su enseñanza, Lacan nos muestra que podemos dedu-
hlJ
88
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I!I +'~

11'1

~,

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1'1,,1

Erie Ll1urclI t El sujclo eo/uo !liuill'


1111

~I
"1111'

~I
se compromete de este modo? En el fondo, lo que simplemente la oposición que encontraremos en El Sellúnario Alfil, sobre los
11,11,'111

1,;11,
busca es la satisfacción que tiene de no darle al Otro lo que el rasgos del lado masculino y femenino de la sexualidad. Tene-
Otro le demanda. Si el Otro le demanda estar alh, preferirá mos una oposición muy sólida entre el piso superior y el piso
',1111 gozar de retener en lugar de consentir en hacer 10 que se le inferior. El primero pone en juego especialmente la nada, la
extracción de una bita, el piso inferior pone en juego el recono-
\t"I¡1

~ demanda: acompaílarla a la clínica para hacer talo cual cosa. Y


ante todo, preferircl en efecto gozar de lo que para nosotros cimiento del "hclY", "no hay".
~II Antes de la reconstrucción de una totalidad identificable
pertenece al registro del circuito anal, preferirá frente a la
con "todos" que permite orientarse y examinar si haya no hay,
\1

:\,,11,

'''11
demanda del Otro retener su presencia, decir no, para asegurar
este goce. Lo peor para este sujeto, es que este goce podría tenemos la constitución de un nivel donde lo central es la
~I
1,11,,1·

faltade. Es por ello que Lacan en su seminario marca el lugar extracción, el menos. Con respecto a esto, el sujeto como límite
~'II del sujeto: sólo comienza a existir cuando se plantea el "nada, no es tanto el límite entre un interior y un exterior sino el límite
'11'
',1",'

puede ser". Lo peor sería que el goce pudiera faltarlt\ lo que es de encaje entre el primero y el segundo nivel, un nivel fundado
~ nada. sobre la "nada" que supone la ausencia del "todo" y, por otra
~ parte, un nivel donde sólo tenemos la identificación del "hay"
- (-1) (-1) o "no hay".
,,1

Daré el ejemplo de un sujeto femenino que se interroga


~
sobre el hecho de que, a lo largo de su existencia, conoció una
,\,,1"1

'1111
gran variedad de hombres que fueron importantes para ella;
~
',~I cinco, seis personas con historias más o menos extravagantes,
+1 1
~ pero con temas muy diferentes. La pregunta es: ¿cuál es la
unidad? En medio de los conflictos, de los azares de la existen-
cia, se plantea: ¿por qué esto? ¿Qué es lo que los liga? y el sujeto
~I
1111'[1

Al inscribir sobre estos cuadrantes, se puede captar que se descubre poco a poco que hay algo decisivo, una cierta relación
~ a lo que primeramente se presenta como una zona de
trata de generar un mundo a partir de una primera extracción
~II de goce planteada como una pregunta. La pregunta aparece enfrentamiento. Y, más profundamente, en determinado mo-
11

cuando este lugar del sujeto está inscripto como un menos; aHí mento algo se precisa, el sujeto puede decir que en el fondo se
~
11'
11
donde hay un rasgo que podría guiar hacia esta identificación. trata de arrebatar al otro de lo que más quiere. Lo que ofició de
11' Por lo tanto, Lacan seílala la presencia positiva como el brújula fue palpar en cada uno una zona que se desprende
de allí; arrebatado de lo que le es más querido. No sólo
,1
redoblarniento de una negación. Dice: una vez que esto se
~ plantea, entonces el caso no c1asificadoK este) definido abajo, convertirse en el objeto, ocupar el lugar, estar segura de ocupar-
,L hay casos donde hay un trazo vertical, otros donde no lo hay. lo rclanz,indolo sin cesar, hipnotizándolo a fuerza de presen-
11

11,1,

Pero antes de pasar al caso "no clasificado", hay que considerar cias intempestivas, ete.; sino que se trata de querer obtener
111
el caso del "nada clasificado" (ricn vcnant). No tenemos aún allí absolutamente este pequeño arrebata-corazones, despegarlo
de su lazo más amado. Vemos aquí la combinación de rasgos:
:11

hay un nivel de la rivalidad "hay" / "no hay", es el nivel de lo


* TOllt en francés significa lo que no ha sido clasificado
<'el/I/I/t,
'111

'11 previamente, lo que le permite aclarar a Eric Laurent que el juego de que vale para todos, y luego está el nivel que va a constituir al
11

palabras recae sobre el término tOllt (todo). sujeto, donde se apunta al corazón, a arrebatar algo, lo que

,I'~1
~ 90
<)1

~
frie !"¡¡¡Iml El sujeto COlllO i¡íllilL'

1,
remite a una profunda infelicidad en la vida de este sujeto a para el psicoanálisis que hace que el goce apunte a inscribirse
fj'
quien se le arrebató un lazo muy especial, perdió a la persona en cadena de pensamiento.
11
que mayor valor tenía para ella, y lo que repite en la existencia
es este punto. El menos de goce que está aquÍ en juego, la Soy pienso
I
extracción que está imaginarizada por la pérdida, es diferente soy pIenso
soy pIenso
de lo que va a constituir la aparente diversidad de su vida que,
~~ como siempre, no es mcis que una máscara de la más perfecta
regularidad que oficia tras ello. Simplemente, el sujeto necesi ta Tenemos un ser, "soy", que se inscribe en el pensamiento,
:.~.I.~I
distraerse, cada uno hace lo que puede. Es muy importante
1'11

'1Irl, pero este pensamiento mismo remite a un ser que piensa que
destacar estos niveles, estos diferentes registros. piensa, y nuevamente tenemos la cadena que podemos escri-
~III
bir: "pienso-soy" y "lo que soy pienso", de. Esta larga cadena
~II
~ ,); 1; 'A-
de desarrollos es un estilo de matemas que Lacan utilizará a
,11 ..

II¡ menudo. Encontrarán desarrollos de series y referencias en El


11'
'111

Lacan da como ejemplo del sujeto en tanto límite la conside- AUil, y en "El Atolondradicho"
Semiill7rio .
1I11
,,'111'1

ración de los desarrollos de series. Las series tienen algo Lacan considera que el lado sujeto puede anotarse, va a pro-
~I fascinante, nos dan la repetición de un rasgo, y con el puro acto ducir un matema en "Subversión del sujeto ..." donde propon-
drá una escritura del mismo deducible de esta suposición o
~I ~
de repetición llegamos a fenómenos
Lacan lo utilizaba como instrumento
de límite. En los años '60
para conjugar lo infinito hipótesis, punto imaginario, i
minúscula. Por lo tanto el"pien-
so" es un 1 de unidad, lo anotamos 1 y luego lo desarrollamos.
II!I·'
de la marca, del marcado y el Límite obtenido. Toma varios
- ejemplos del sujeto que va a considerar. Veamos el primero: i+ 1
'~
..I.I
~ Se trata de la escrituri1 en formi1 de serie del "pienso-soy" I 1
"
':1
11
cartesiano. I-Iay un tipo de ser que puede enunciar "pienso". i+ 1
Éste es el comienzo, partimo~-; del resultado obtenido con el
'111,

:,11 "luego". Laecm engendra a partir de ello una oper,lCión que 110 Luego pide gentilmente que hagan un cierto número de
11 es ]él que hace DesGH"tes, quien se detiene y pasa ,1 Dios. Lacan operaciones. En la primera se reemplaza, se pone 1 en todas
!III
se iltteresa en el inconsciente según Freud; porque el incons- partes, el1 del soy, el1 del pienso, esto da una serie convergen-
I ciente según Freud apunt,l a la identidad de percepción, la te, porque:
11'

de aquella vez, la primera vez en que se produjo la


;11.

percepción
1) 1+1
L2
111,1

separación entre el goce y el rasgo que lo representaba, la


1',' [
2) 1 +
1I1
identificación posible con su resto de goce. Lo que se busca, nos
dice Freud, es la identidad de aqueJla primera vez. Lacan lo 1) 1 + 1 1+ I 5
1'1

formaliza con el "Cogito crgo gl/lIdio", pienso luego gozo. Un 1+ 1 ª-- 3


2
"soy" que arrastra un "pienso", una doble inscripción tal que
lo que se inscribe en el registro del goce empuja a inscribirse
El primer término es 1+l.
bajo el registro de la representación. Es el gran salto que
El segundo es 1+(1/ (1+ 1»), esto es 1+2 = 3/2
examinaJacques-AlainMiller en su curso de este aílo, este salto El tercer término da 1+(1/ (3 / 2)) = 5 / 3.

92 93
Erie Lallrcnt
El 'lIjcto COI/lO I (l/lile

Haciendo el desarrollo completo vemos que pasamos de 2 a función límite que los pega el uno al otro; esto es el sujeto. El
3/2, que es más pequeño, a 5/3, que es aún más pequeilo, y nos sujeto intenta pegar desesperadamente el "pienso" y el "soy"
encaminamos hacia un valor convergente que se calcula de ma- en un proceso que no es siempre más que un camino, una vía,
nera standard. Lo llue nos da la idea de que pueden existir perfec- un límite, un rasgo.
tamente desarrollos infinitos pero que, en un momento dado, Si al com ienzo tenemos una unidad, la ventaja de modalizarlo
llegan a una homeostasis. ¿ Qué pasa si, por el contrario, ustedes con una serie periódica es que tenernos una unidad, una
utilizan no el1 sino i minúscula como número imaginario? división y una nueva unidad. Lacan se pregunta luego si la
Este número imaginario fue inventado a fines de! siglo XVI unidad obtenida al final es la misma unidad del comienzo. Lo
por matemáticos italianos que se atrevieron poco a poco a gene- hace con pequeños modelos. A partir de aquí, Lacan funda en
ralizar el hecho de que las ecuaciones de segundo grado podían su teoría la idea de que el análisis siempre tiene un final, una
tener soluciones qll.ehabía que encontrar. Es a partir de este tipo detención. No es un proceso infini to sino que marca un límite,
de problemas que inventaron y osaron utilizar un número que ya sea convergente o periódico.
no tenía ningún correlato aparente, el número i. Todos aquellos Cuando hablamos, a propósito de los carteles del pase,
que practicaron un poco de matemáticas lo conocen, pero es una de una cierta compacidad del fantasma obtenido, de una
pena que no se estudie la historia de las matemáticas. Ustedes "com pacificación", la referencia es ciertamente a una topología
usan un número que no tiene ningún correlato, tal como la raíz de los compactos, y al mismo tiempo a lo que puede tener de
cuadrada de (-1); esto es imposible, puesto que ningún número convergente una serie, que es una vía de salida, un límite
al cuadrado puede ser negativo. Había que utilizar un número obtenido por convergencia. Este límite es diferente de una sali-
que no tuviera correlación y hacerlo a ciegas, sistemáticamente da -d igamos el pase en su excelenci a- que puede tomar un valor
para llenar los casilleros, porque se trataba de un instrumento justamente Im1speriódico. La nueva unidad nos permite plan-
práctico. La barrera pudo franquearse. Pueden encontrar un <lr- tear la cuestión de lo que será la manera en que vivimos dicho
tículo muy bien escrito por alguien del equipo de Bourbaky "cogito" al final del análisis. Qué quiere decir que exista algo
sobre el tema en la Encyclopaedil7 Ullil)ersl7lis o en el Dictio/lJlaire de como e! inconsciente, que empuja y del que Lacan dice en El
IIIl1tiJén1l7tiqllcs, publicados en PUF.
Selll illario 17, El reverso del psicoal1lílisis, que es el discurso del
amo. Quiere decir que, si le creemos a Freud, lo que rige nuestra
Lacan pone de relieve que, si elegimos nombrar i minúscula "voluntad práctica", para expresarse en términos kantianos, la
a la hipótesis, si lo imaginarizamos así, ya no tenemos en ese razón prActica que ordena nuestra voluntad no es la máxima
mOlnento una serie convergente, tenemos una serie periódica. literal y universal, es lo que hay de más particular que pasa a la
I Ésta pasa por tres valores: (1+1); ((1+1)/2); 1. Son los tres universalidad gracias al inconsciente; es en eSOque es amo. Y al
I
primeros términos que se desarrollan de la serie y luego la serie final tenemos la nueVélunidad. )acques-Alain MiJler nos dice en
pasa sin detenerse por estos tres valores. Lacan u tiliza es to para su curso que se tra ta de comprender por qué al final la pulsión se
plantear que al comienzo del análisis, lnás exactamente al dirige a un IlIego, un nuevo luego: es exactamente e! hilo que
comienzo de la experiencia de palabra, existe el "soy" de goce indica la orientación lacaniana luego de La ética del psicoanálisis,
y el "pienso", la representaci6n que se hace de ello, clsignificante que es pasar del inconsciente como amo a la pulsión en tanto que
! I
I
bajo el que cae. Van a tratar de juntarse; parten en esta larga puede ser vivida.
deriva (Lacan tradujo una vez Trieb, e! empuje, la pulsión
freudiana, por "deriva") que los empuja a juntarse, con esta CLASE DEL 19 DE ENEI{() DE 1994

94
95
~.

I
6. EL CUERPO ES EL OTRO

f{emos trabajado la manera en que Lacan critica, en su


Seminario "La identificación", una conceptualización qLleapun-
taba a conjugar el sujeto, su representación y su ser de goce.
Vamos a explorar hoy esta posición fundamental, esta distan-
cia introducida entre el "pienso" yel "soy".
Esta exposición del cogitopsicoanalítico, este lazo del "pien-
so" psicoanalítico en sus relaciones con lo único que debepen-
sarse desde el punto de vista del psicoamílisis: la sexuación.
Vamos a relacionarlo con la corriente filosófica dominilnte de la
época: las filosofías de la existencia. En un número especial de
Les TellIps Modenles de 19h1, Lacan rinde homenaje a su amigo
Maurice Merleau-Ponty, que acababa de morir. En este número
encontramos en el índice a Lacan, Sartre, Hyppolite, Pontalis,
Jean Wahl y otros. Era la oportunidad para Lacan de hacer escu-
char su punto de vista sobre la manera en que Merleau-Ponty se
situaba en relación al "pienso" cartesiano, y la manera en que
Descartes nos dejó con dos sustancias: la extensión y el pensa-
miento. A partir de allí entramos en un terreno resbaladizo tra-
tando de saber cómo hacer para que extensión y pensamiento se
junten. ¿lIay una ciencia posible del pensamiento?
Las tesis anglosajonas sobre la "I/lind" o 1,1 "naturalización
del pensamiento", como se expresa por ejemplo Putnam, son
apuestas que nos ha dejado Descartes y que ocupan todo
nuestro numdo.
He señalado, en otro contexto, que Descartes nos dejó con la
separación de la extensión -el mundo tal como se descubre- y
del ojo que lo mira -el ojo del pensamiento, incluso el pen5a-

97
Erie Laurellt El cuerpo es el Otro

miento divino-o En el librito que precede al Discurso del método, al conocimiento a través de las esferas celestiales y su música?
y que se llama Diopfriquc, Descartes comienza con una frase que ¿O es la contemplación de la belleza de los cuerpos lo que
es un homenaje alojo. El ojo, el sentido más elevado, m"lsnoble, conduce a la contemplación divina? Este cuadro se inscribe en
aquel que nos hace descubrir la física de las cosas. Por ello este marco conceptual.
Descartes se dedicó a descubrir las leyes de la óptica y a explicar A partir del momento en que Descartes publica su libro, ya
que los rayos de luz recti1íneoseran como el bastón que permite no hay un solo cuadro de ese género. Ha ganado el ojo.Sabemos
al ciego orientarse en el mundo. Las cosas nos tocan a distancia que el mundo será modificado, resituado por la óptica. Queda
por intermedio de los rayos de luz rectilíneos. para pensar la relación al mundo, a la extensión. Es lo que
Termina de este modo una disputa que interesó mucho al van a hacer dos autores franceses luego de Husserl y de su
arte, la disputa sobre la superioridad de los sentidos. ¿Es el fenomenología; se trata de Sartre y Merleau-Ponty, ambos más
tacto, el oído, la mirada? ¿Cuál es superior? Pinturas famosas o menos en la misma época -Sartre en 1943 y Mer1eau-Ponty en
a través de los siglos llevan consigo estas disputas, hoy un poco 1945-. El ser y 117IZada, publicado en 1943, y la Fello1l1enolog[17 de
olvidadas; es necesaria toda la erudición de un Panofski para la percepciólZ, en 1945, durante la liberación. Las tesis de estos
introducirnos en esa atmósfera. dos grandes filósofos interrogan la relación del yo ve) a la
Hay cuadros admirables de Tiziano que pudieron verse visión y a la percepción. Cuando se trata de esta percepción,
hace algunos meses en una extraordinaria exposición que se parten de la primacía del ojo y se preguntan en particular sobre
realizó en París; una exposición que sólo puede verse una vez la función de la interacción entre la percepción y lo que de ella
en cada generación. Sino la vieron tendri:ínque esperar mucho nos enseúa la ciencia.
tiempo para volver aencontrar esos cuadros. Fue muy superior En esa época la psicología estaba enteramente ocupada en
a la que tuvo lugar en la NafioJlI7/ Callen/ hace m,ís de doce afíos. las ilusiones de la óptica y los errores de la percepción. Tal como
Esta exposición marcó el triunfo de ese gran conservador de lo estableció Bertrand Russell, toda teoría explicativa debe ante
museos que era Michel Lac1otte, y que obtuvo préstamos todo explicar la posibilidad del error. Es muy astuto, y muy
inusitados de todos los museos del mundo como un homenaje justo. El problema no es explicar el reconocimiento de las
al conjunto de su carrera. En Madrid está la colección de formas sino explicar por qué nos equivocamos. Todo un movi-
Charles Quint; Tiziano era su pintor en la corte. Hay una miento de la psicología se orientó hacia la contemplación de los
colección admirable en la que se encuentra el cuadro de un errores. Russell, como filósofo, se interesaba en esta cuestión,
joven que toca el órgano y que mira un desnudo. Es un cuadro mientras que los psicólogos buscaban evitados parano equivo-
extraño. Ven a alguien que toca el órgano frente a un parque, y carse; debemos suturar la cuestión abierta. Medeau-Ponty
a su lado hay una dama extendida, desnuda; la mira fijamente, retama un cierto número de experiencias, especialmente las de
de espaldas. ¿Qué nos dice ese cuadro? ¿Habla de la concupis- un autor que estima mucho, se trata de Gelb -psicólogo ale-
cencia? ¿Es un cuadro sobre el amor sagrado, el amor profano? mán-, y también las de Goldstein, dos autores que publicaron
¿Es un cuadro sobre las relaciones de no sabemos qué belleza en Alemania antes de emigrar a los Estados Unidos.
mitológica atrapada en su sueño? Tiziano hace una serie ligada Se interesaba en todos los problemas de ruptura de las
al debate sobre la superioridad de los sentidos, tal como lo relaciones de la forma y del fondo, en todas las maneras en que
demuestra admirablemente Panofski. En efecto, si el hombre dos fondos diferentes podían volverse idénticos jugando con
toca el órgano mirando a la dama, se trata de saber cuál es factores de constancia de la luz. Hay toda una serie de experien-
superior, si la música o la mirada. ¿Hay acaso un acceso mayor cias divertidas -no hay que abusar pero son divertidas al

98 99
1;1,
1)1

1',

111

El cuerpo es el Otro
~ Erie tal/lml

',1,
'11•11

~
y como si el sentido de una parte del espectáculo indujera un
comienzo- que consisten en iluminar súbitamente una caja
~ reordenamiento en el sentido del conjunto".
negra o débilmente una cajablanca. Sil'l ojo ve al mismo tiempo
Continúa diciendo que hay una lógica de la iluminación o
l,ill estas dos cajas no ve la diferencÍ<l.Por el contrario, si introdu-
~
incluso una síntesis: "una lógica total del cuadro o del espec-
cimos un papel blanco en la caja negm iluminada súbitamente,
táculo". y esta lógica del espectáculo que Merleau-Ponty quiere
de inmediato la caja aparece negra. Al poner un papel negro en
j,l~
'1 develar consiste en que, antes de toda ubicación en su lugar,
la caja blanca, aparece como lo que es, ya no es el gris uniforme
antes de toda incompatibilidad, antes de toda percepción de
del comienzo, esa claridad un poco opaca; aparece como una
una diferencia que implica el pensamiento, estoy yo mismo enel
.~;II
)1[1 caja blanca poco iluminada pero con un papel negro. Podemos
espectáculo del mundo. Mi cuerpo está ya allí, antes que el pen-
hacer también otras experiencias como ésta; a Lacan le interesó
~ samiento, con la percepción; y luegd capto una incompatibili-
la experiencia del disco. Tomamos un disco negro, ponemos un
dad; es decir que yo vengo a garantizar, con la unidad de mi
~ cono de luz blanca que parte de una lámpara de arco -ese tipo
cuerpo, mi presencia en el mundo ya allí. Es esta presencia lo
de lcünpara utilizada en el cine, calculada para tener un punto
que constituye el "pienso" con el que tenemos que vérnosla, un
111,111
11
muy luminoso y un cono de luz lo más perfecto posiblc-, esta
~~
'11
"pienso" que se une en un "soy"; esta presencia del objeto.
lcímpara de arco da un cono de luz sobre un disco negro. Ll
Es esto lo que hay que saber para leerlo y poder apreciar el
'111

experiencia consiste en que ustedes no ven allí al comienzo más


'l que un cono de luz glauca. Si cortamos el cono de luz con un
comentario de Lacan. Esta ilusión está ligada a las variaciones,
al establecimiento de una constancia que se impone a un
~ '11 papel que puede ser muy delgado, de tal forma que viene a sentido -en este caso la visión-o Podemos hacer toda clase de
il cortar en un punto al cono de luz blanca, inmediatamente
experiencias ilusorias, manteniendo un peso en tensión cons-
aparece el fondo negro, el papel blanco y la luz se torna
'111;

Iante en el extremodeunhiloy, en elfondo, tenemos una suerte


transparente. Merleau-Ponty hace un comentario en su
~ de descripción de las variantes, de las covariantes, de las
FL'lloll/l'llologta de la percepcióll:
dificultades de la percepción para establecer una unidad de
~
"Las cosas ocurren como si hubiera entre la visión del papel
('stas fenómenos que pueden ser interpretados de la misma
iluminado y la de un cono sólido una incompatibilidad vívida, manera. Por medio de nuestros sentidos vemos de la misma
'1111

forma la caja negra muy iluminada, la caja blanca poco ilumi-


,'111
11
nada, conos más o menos equivalentes blancos o negros; se
-----, produce una pobreza de discernimiento a causa de nuestros
~ sentidos que nos hacen equivalente una gran variedad, una
~"I"
l'ovariedad enorme de fenómenos que pueden presentarse.
~ ......••. ~
~.:~><J
..P'lPt'l bLmco Límpara
"1,1

de arco
",1

~ * * i·
'11
;,'11,
~

~ ¿Cómo ordenados frente a esta covariante? Lacan sei1alaen

t~/
~
~ la página 248 del artículo llamado "Maurice Merleau-Ponty",
11ublicadoen un número especial de 1961de Les Tcmps Modcmes:
,1
1,1,

"Esta dirección exigida hacia lo que ordena las covariantes


~ disco negro
h'nomenalmente definidas de la percepción, el filósofo de
P,>l"Ccpcióll
~
\~
101
100
Erie Lllllrcllt

nuestro tiempo va a buscarla, lo sabemos, en la nOClOnde


presencia, o para traducir más literalmente el término alemán,
El cl/erpo es el Otm

significativa de la figura de este último sobre el fondo del otro.


,
,

del Ser allí... Posición llamada de la existencia, en tanto que Pero el sujeto que se afirma allí en formas iluminadas es el
trata de captarse en el momento anterior a la reflexión que en rechazo del Otro que se encarnaba en una opacidad de luz."
su experiencia introduce su distinción decisiva con el mundo, Les doy primero la cita que no es muy clara. Ahora el
despertándolo a la conciencia de sín. comentario. Mientras que todo objeto de la experiencia presen-
Entonces, hay una existencia de un sujeto que percibe tado en la perspectiva fenomenológica nos dice que hay un
tomado en la ilusión de lo que percibe antes del pensamiento, sujeto ya allí en el mundo, que está en presencia y que luego se
que introduce la distinción de la forma y del fondo. La tesis de aprehende en su pensamiento, la tesis de Lacan es que hay
Merleau-Ponty -que es la de Sartre- es que hay una presencia primero una presencia del sujeto en el Otro.
previa que es la del sujeto antes del pensamiento, un "soy" Esto es lo original en su manera de presentado, que la
connatural al mundo, antes del npienson. Estoy en el mundo constancia que se impone a los diferentes sentidos, al sensoriulIl,
pues mi cuerpo propio ya es un objeto del mundo, presencia viene a funcionar como el Otro del sujeto y luego el sujeto, si
irreductible que me impide pensarme como sujeto ideal. existe, luego de la experiencia del nsoy" está reprimido. Lejos
Lacan, en el articulo citado, hace un seI1alamiento muy de ser un sujeto que percibe, lejos de asegurar una unidad de la
sorprendente o, m,ls bien, dos. El primero es éste: percepción, en principio no percibe nada puesto que la luz se
"Es esta presuposición de que hay en alguna parte un lugar vuelve transparente, y no hay más que estos dos objetos que se
de la unidad, lo que est<ihecho para suspender nuestro asenti- enfrentan, el fondo negro y el cuadrado blanco. Tienen a estos
"
miento". dos objetos que existen y el sujeto está caído, su presencia en el
La segunda: mundo está caída, rechazada de este Otro -que se encarnaba,
I111
"Lo que nos sorprende es que no se aproveche la estructura dice Lacan, "en una opacidad de luz"-.
,1'

tan manifiesta en el fenómeno [... ] para no oponer allí, sino "Por qué prejuzgar que sea sólo un percipiclls, cuando se
111

acordar en ella al sujeto mismo" . dibuja que es su elisión lo que entrega al pcrceptum de la luz su
,11

I ~','

¿Qué quiere decir esto? La primera frase se refiere a la transparencia."


crítica que Lacan hace al punto de vista de la existencia, al y concluye: "Para decido todo, nos parece que el 'pienso' al
1111

:']
existencialismo -cualquiera sea la variante, Sartre,Merleau- cual escuchamos red ucir la presencia, no cesa de imp 1 icar tod os
Ponty, Hussert incluso en otro sentido Heidegger-, lo que los poderes de la reflexión por la cual se confunden sujeto y
critica es la idea de una unidad. conciencia [... ]".
La segunda frase reinterpreta todas estas experiencias de Dicho de otro modo, es la respuesta al comentario existen-
ilusión óptica a partir de un presupuesto radicalmente opues- cialista que dice que el sujeto del "pienso" y el de la presencia
to. ¿Cuál es? en el mundo forman uno, y lo que prueba que es el mismo es
nQué es lo que objeta decir -dice Lacan- en relación al que ya estaba allí antes de que se los separe. Lacan dice que, por
ejemplo citado más arriba [... ] que el sujeto en tanto que en el el contrario, lo que esto prueba es la primacía del Otro y, luego,
primer tiempo lo inviste con su consistencia lechosa (es ésta la la desaparición del sujeto, su represión. Yano está allí. El sujeto
consistencia lechosa, el conot en el segundo tiempo ya no está que hada mantener juntos el disco y la luz desaparece y
11

I
sino reprimido. Yesto por el hecho del contraste objetivante del cumple, en lugar de un acto de percepción un acto de desapa-
1"

:11
disco negro con el cuadrado blanco que se opera por la entrada rición frente a lo que se produce. No hay ninguna posición por
la cual puedan reunirse el "pienso" y el nsoyn, y por ello va a
102
103
Eric Lo u rCll 1
El cuerpo es el Olro

imponerse el cálculo de un sujeto siempre dividido en su nar a partir del "Estadio del espejo..." o incluso en "El tiempo
operación. Cuando trata de alcanzar el "soy", no encuentra lógico y el aserto de certidumbre anticipada ...". En este texto se
más que el "pienso que soy", y esto lo empujará siempre hacia encuentra lo que Lacan llama en esa época la aserción subjetiva
una desaparición suplementaria. anticipante; dicho de otro modo, un sujeto que calcula su futuro
Lacan relaciona esta consideración sobre la ilusión óptica a partir de lo siguiente: un hombre sabe lo que no es un hombre.
con lo que hahía establecido para la alucinación verbal. Es Parte de un rechazo, de un menos, de una sustracción, para
sorprendente que Merleau-Ponty en su libro de 1945 (la fecha luego enunciar el cálculo que va a producir la aserción del
explica esto: Lacan no había publicado aún sus largas discusio- sujeto, su despliegue en un cálculo. Todo el mundo debe tener
nes sobre el tema) haga uso de la alucinación psicótica o de la presente en su mente lo que ocurre cuando se trata de la percep- ~¡
afasia neurológica de manera estrictamente equivalente para ción alucinatoria; cuando el sujeto mismo es quien habla, inclu-
explicar que en los dos casos el enfermo perdió el sentido, so en esta alucinación verbal rnotriz, tenemos un sujeto que se
perdió un mundo, perdió la unidad que el cuerpo propio divide en voces. Escucha varias; y cuando hay alucinaciones
permitía obtener. Mientras que Lacan remite a su seúalamiento parafrénicas el sujeto no sabe quién h<~bla,quién dice "vengo
sobre la alucinación verbal en el texto "De una cuestión preli- del fiambrero", si es él mismo, la vecina, el vecino, quién dijo
minar a todo tratamiento posible de la psicosis". Se trata del esto. Hay al comienzo un rechazo, una sustracción de este Otro
pasaje que hemos comentado al comienzo, en el cual, partiendo que va a asegurar el despliegue de la aserción subjetiva.
de la percepción alucinatoria, Lacan seúala que lo que se Este rechazo puede tomar formas extrai'ías. Me plantearon
impone es la estructura quebrada del significante; que el sujeto, un problema divertido. Hay ilusiones ópticas pero, en general,
ya sea bajo la sugestión hipnótica, la alucinación verbal motriz en nuestro campo tenemos otro tipo de ilusiones, la ilusión
o la alucinación parafrénica, está dividido, quebrado, rechaza- clínica. Supongan, por ejemplo, que ustedes son miembros de
do del significante, lejos de poder alojarse allí como unidad. una patrulla policial de socorro. Los llaman del cuartel de
Allí donde Merleau-Ponty dice "mi cuerpo soy yo", Lacan bomberos frente al cual hay una persona vestida de modo
responde "mi cuerpo es el Otro"; esta presencia opaca de mi extraí'ío,y que tiene en una mano una botella de sangre de buey
cuerpo en el mundo hace que este cuerpo reste mi Otro. Ydesde y en la otra e~;calopesy los arroja violentamente sobre la pared
esos aúos vemos la formulación de una tesis que Lacan conti- del cuartel. Los bomberos los llaman porque esta persona
nuará manteniendo: el Otro es el cuerpo; tesis que conjuga las interrumpe su trabajo, ya que los camiones deben salir rápida-
diferentes definiciones del Otro y complejiza la definición del mente, y pueden aplastarla. Llegan inmediatamente y esta
cuerpo como imaginario. En un sentido el cuerpo es una persona no les da su identidad. Se trataba de una broma. Lo
imagen. Hay un cuerpo imaginario; hay un cuerpo en tanto que llevan al hospital para verificar. No le encuentran nada. Vuelve
Otro como encarnación de lo simbólico y un cuerpo como Otro a su casa. Esto ocurre tres veces en dos meses. Imperturbable,
real. Cada una de estas dimensiones del cuerpo debe ser vuelve siempre a su casa y como comienza a presentar quejas
considerada.
bastante curiosas, se dan cuenta que declaró a la policía que
Es a partir de un rechazo primordial, de este rechazo del tiene varias personalidades -¡tiene cinco personalidades!-. Y
sujeto del lugar del Otro que Lacan llama represión, como va a cada vez que eshi. frente a la opacidad de una suerte de
construirse toda la lógica de la identificación. Es a partir de lo comportamiento extraño se introduce un uniforme policial,
imposible de una identidad al comienzo que se ubica esta lógica I'Omo se introducía en la experiencia un papel; entonces
de la identificación y de sus paradojas. La hemos visto funcio- instantáneamente las cosas se separan. Abandona el comporta-
104
105
J:I ,/1,') /'" ,." ,'1 ( )/ i'''

Eric [O/lU';/ ,

de otro modo, las observaciones y las experiencias que permi-


ten decidir su verdad o blsl'tLld. Para saber si la frase I!el cielo
miento bizarro y ocurre un acontl'ciílliclI(o rnucho más serio,
Finalmente se decidenr al cabo de CUdtro l11l'ses,a ocuparse un es azul" quiere decir algor hay que construir verificaciones tales
poco de ella en el hospital y la intern'lIl. La persona que se que permitan cumprobm si en efecto el cielo es azul. Será
ocupaba de ella, no veía nada. Es muy instructivo para apren- entonces una frase que tiene un sentido. Por el contrarior la
der sobre'!a dificultad de la ilusión clínica, ya que en la clínica frase UDios es grande(( o ((Dios es bueno" no es susceptible de
aparecen estados del sujeto que son discontinuosr y que pue- ninguna verificación. No es posible construir un dispositivo
den presentarse brutalmente fenómenos de ruptura. Hay en empírico que permita verificarto. Por lo tantor es una frase que
particular en estos síndrOlnes de persona lidades mú]ti pies se remite a la metafísica. Y el blanco esencial de Carnap son
-que no son 111,1S múltiples que otra cosa, que están divididils- enunciados de tipo religioso, o frases de Heidegger. Se burla,
fenómenos de este tipo, en un regis(ro que no es el de 1d toma las cosas menos claras de Heidegger y dice: ((¡miren
neurosis. Son relativos a errores de percepción y no siemprc semejantes frases! ¿Creen Llstedes que esto quiere decir algo?
hay discordancia en juego_ 'la objct,llidad del siendo hacia su ser hacia, ete.r". Carnap se
deleita burlAndose de Heidegger. Es la célebre posición del
• ,1.; .;..- .).;

empirismo lógico .
Quine, en un artículo que introduce su tesis de la indeter-
Esta tesis de Lacan de que no hay unidad del sujeto sino minación de la traducción, critica a Carnap de dos maneras
cálculo, se ccnupleta cm rel hecho de que es posible determ illar diferentes, siguiendo dos argumentos distintos. El artículo se
al sujeto. Es un sujeto que no ¡c·epresent,1 en el registro de 1,1 llama "Los dos dogmas del empirisrnou -Two dog1Jllls (~r
e1Jlp / r / C'ISJ//--.
indeterminaciónr y éste es el punto crucial en el abordaje
psicológicor de la filosofía de la psicología de nuestro tiempo. El primer argumento estA dicho explícitamente, y consiste
Una de las tesis más discutidas en este registro cs la de Quin!', en que un enunciado sobre el mundo exterior nunca es aisJable.
llamada ((la indetermin,lción de la traducción((. Voy a tllmar el Para saber lo que quiere decir la frase Ud cielo es azur', es
resumen que hace Mme. P;whel'ie de su tesis, en un libro que necesario el contexto del uso del cielo y del azuL Hace falta toda
acaba de salir e1\PUF --baJOel tílulo Na{¡1 isal' illten ti(lllllal f¡;--
1'111 i una lengua en la cual se enuncia la frase. Lo dice de este modo:
tal como la encontramos expuesta en una de sus obréls, La ''(. .. 1 que la significación de un enunciado empírico nunca es

pala/Jm y la cosa. Se trat<l de un libro que responde a la tesis de posible de determinar aisladamente". sino quer según su
otro lógico americano, Putnamr filósofo que publicó un libre' célebre fórmula: 'T ..J nucstros enunciados sobre el mundo
titulado POllrtlllOi ilest illlpossiblc dc Ilaillr(l/iscr la misoll. Todo exterior sonjuzgadus por el tribunal de la experiencia no
esto remite a las cuestiones rvagrup,1das en el vocablo, un poco individual sino colectivarnenterr. (E. Pacherie, pág. 48)
superado, de inteligencia artifici;¡J o de cá1culo~; de mclquinas No es posible asignar una si¡..;nificación determinada a una
La tesi~;de QuiJler la de h indeterminación de la traducción, frase Yr para cunocer todos los lOlltextos, finalmente una frase
se inscribe en falso contra las tentativas del cmpirismo lógicor trae consigo toda la lengua eela que se expresa. "Sólo un
de Carnap y del Círculo deViena, alrededor de Moritz Schlick. lenguaje o una teoría, tomada globalmente, pueden ser con-
Carnap popularizó la teorla llarnada de la verificación. El frontadas a la experiencia(( (E. Paeherie). E:; la tesis del holisIllo;
sentido de una frase es verdadero o susceptible de verdad si es lo que le encantaba a Carnap es la inlposibilIdad de verificar
posible asociar a cada enunciado dotado de una significación este atomismo de la significación por verificación. Quine decía
supuesta un conjunto de condiciones de verificaciones. Dicho
J07

106
Erie Ll1l1rclII

U '111" 1'" t's ,,' Otro

que había cIuecomprometer a toda la lengua. Ven ustedes allí


la tesis de Lacan sobre el Otro, sobre el lugar del Otro. La lengua la indeterminación ck Id traducción tal como la plantea la
en tanto que Otro como todo. En la primera tesis de Lacan, el lógica.
lugar del Otro es compatible con este hoJismo. Entonces: "Quine sostiene que nada prohíbe en principio

?
El segundo argumento está dicho por lo bajo. Es de todos que varios manuales [de traducción] sean igualmente compa-
modos muy divertido. ¿Cómo establecer exactamen te el senti- tibles con los datos y que no existe ningún medio para decidir
do de una frase dada cuando está aislada? Toma un ejemplo cuál, en tre las trad ucciones que se proponen, es la más correcta,
célebre, pregunta: "[ ... ] imaginar un etnógrafo cuya tarea e~; ningún lieclio objetivo al que pueda apelarse para arbitrar". (E.
establecer un manual de traducción para una lengua totalmen- Pacherie)
te desconocida. Y el manual de traducción debe proveer una Allí es donde Quine lucha contra lo que puede ser la ilusión
traducción para todas las frases de la lengua [... ]" (E.Pacherie), de atrapar la referencia. Lo que queda enmascarado por todas
y señala: "[ ... ] manuales para traducir una lengua a otra las lenguas, y que pone de relieve como crítica con este argu-
pueden ser elaborados según principios divergentes, todos mento explícito o implícito, es que siempre queda una
Ili
compatibles con la totalidad de las disposiciones para hablar "inescrutabilidad de la referencia" en las lenguas. El único
1111

[de los locutores] y sin embargo incompatibles entre ellos [... l". lenguaje que remite a una referencia es la física como tal. El
:'1
;1"
(Quine) resto, de hecho, no remite a nada o en todo caso remite a
Esta tesis plantea que para traducir una lengua --todos significaciones que son indecidibles. Dice entonces: "[ ... ] la
'1111 aquellos que han hecho traducciones 10 saben- hay elecciones ilusión de determinación [la ilusión de apuntar una referencia]
11

que permanecen abiertas y finalmente indeterminadas o en proviene, en parte, de que proyectamos las hipótesis analíticas
'1

1I11
todo caso se deja la decisión al traductor. Esto hace que la~; de nuestra propia lengua en la lengua a traducir". (E.Pacherie)
!I,

,I! grandes trad ucciones sean retrabajadas a lo largo de los sigloc; y Quine extiende esta tesis al proceso de adquisición de la
:11
o al menos que las grandes traducciones permanezcan, por lengua materna. El niílo determina por ind Llcciónel sentido de
1:11
ejemplo, las traducciones de los textos sagrados. Cuando están lasfrases que le dirige su madre y "[ ... ] será conducido [de este
':::I¡i!
especialmente bien hechas, las siguen otras encarnadas en modo] a realizar hipótesis analíticas para construir su propio
'.1:111
1'1
traducciones múltiples de grandes libros de la humanidad. código de la lengua". Pero no sabemos cuáles son las hipótesis
Pueden verse las divergencias, frase por frase, entre las traduc- según las cuales cada uno construyó su lengua e, incluso
I'I!I

ciones de la Biblia, del Corán, etc. Todo esto puede acarreal hablando la misma lengua, nada dice que compartamos la
!I.,I'I11

querellas teokígicas interminables. Hay que tomar decisiones misma experiencia. Quine es un lógico literario, describe muy
11.11.1
para cada palabra y se obtienen manuales de traducción que hien, siempre con imágenes divertidas. Dice:
!II
111
pueden ser incompatibles. Allí, Quine toma al etnógrafu, pucc: "Varios individuos educados en el mismo medio lingüístico
I::il
no quiere poner en juego la escritura. ';e parecerán entre ellos como esos arbustos que tallamos en
Quisiera hacerles notar primeramente cómo se oponen L1 lormade elefante. A tantos arbustos corresponderán tantos arre-
111.11
idea del cálculo del sujeto y la indeterminación. Se los digo glosdiferentes de ramas madres y de ramas que terminan groSS()
l/Iodo en la misma silueta elefantina: el detalle anatómico difiere
111'
para que vean la perspectiva, veremos en un segundo tiempo
'",1
el pasaje del término indeterminación al de equívoco. Pero ,'oncada arbusto, pero el resultado exterior es el mismo".
111
para comprender el uso que Lacan hace del térmi no equí Vemos cómo nunca podemos saber el sentido que tiene una
!,'I
vaca, hay que empaparse un poco en esta tesis moderna ck Ilalabra para alguien cuando le hablamos. y Quine nos indica,
.1 su manera, por qué el doctor Lacan decía que hablando con
'.'11'
111

,I!I

101'
'1'11
'1
1.11
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1I111

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1:,
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El el/cIpo es el Otro
:Irll

Eríe l.mlrelll
¡II-

1:111
otro traduce la creencia con lo que llama creer. Esta referencia
es simplemente una cita en discurso indirecto. El referente de
otro sujeto nunca hay que comprender. Es un principio básico. fulano cree es: "fulano cree". Hemos visto este uso de las
1I111I

No hay que comprender, ni tener la menor idea, ni el menor


comillas en la manera en que Quine analiza la paradoja del
pensamiento, hay que partir de la idea de que cuando alguien
les habla e~,tán frente a una lengua profundamente extranjera. mentiroso. Quine procede a demoler al operador yo (moi).
Entonces, quizá tengan una oportunidad de comprender, en
Parti m os de acti tudes proposicioll a les: fu Ia Il.lI cree. Todo lo que ~ (,1
hacemos es citar y luego nos deslizamos a nuestro papel, es
un segundo sentide, e" decir, establecer cómo se Gllcula el {:~

"
decir, examinamos lo que nosotros mismos pensamos acerca
sujeto. En este sentido, la tesis de la indeterminación de la
trad.ucóón es una tesi~:muy útil para nuestra pr<.'íctica. de lo que remite la palabra creer. Quine dice:
"Ubicando nuestro yo (II/Oi) real en papeles no reales, no
Qllinc va un poco m,'ís lejos: no sólo dice que Id traducción
es indetenninada sino que hay una indeterminación profunc·ü! sabemos generalmente qué porción de la realidad debemos
de la inlencic'mcon "e", no debe confundirse con la intensión suponer intacta. Es el reino de la incertidUlllbre".
de un concepto-oo. La intención es un término que fue ¡Es impecable! No se trata sólo de que hay una indeter-
minación de la referencia sino de la incertidumbre total de la
reintroducido en la filosofía moderna por d profesor de lógic¿l
de Freud, Brentallll. Freud siguió sus cursos durante dos aüos. referencia. Podríamos decir que nos queda de todos modos
Su texto sobre ]a negacit')i1 se inspira en las concepciones de };¡ nuestro sistema de actitudes proposicionales propio; "creo,
pienso, espero, temo", ete., todo esto existe. Quine lo remite a
negación de Brentano y de uno de sus alumnos -alguien sobn'
el eua] nú arn¡go KaItenbcck publicó un artículo hace mu una suerte de capacidad para el virtuosismo dramático, térmi-
no que le pertenece.
cho--, que se llarllabaWilhelm Jerusalem. Éste era un alumno
"La diferencia entre el niilo confrontad\) él la lengua materna
de Brcntano que había especialmente reflexionado sobre Id
cuestión de la neplcióll. Frcud aprovechó los debates entn y el individuo confrontado a sus propias actitudes proposi-
estos dos lógicos para discutir él su manera y orientarse sobn cionales sería que el nÍilo está ubicado frente él la lengua en una
esta cuestión. La intención es el hecho de que el sujeto s, relación de exteriorjddd, mientras que el individuo tendría un
acceso direclo a su yo (JIloi) real, a sus propias creencias y
representa siempre dirigido hacia un objeto. Lo que hacl' a l.,
deseos." (E. PecIrerie, púg. 54)
particularidad. de lo mental, la particularidad de la psico]Ogl,l,
El niño, en el fondo, aprende, caJcu1<1las actitudes prüpo-
es que se trata de tUl sujeto que csh,i determinado en un registn,
intencional. Todo pensamiento es pensamiento de algo sicionales de la madre y se proyecta en ella. Quine leyó p:·;icoa-
Brentano recida en la filosofía todas las consideraciones esco nálisis; simplemente pone esto en orden. Podríamos decir: de
lásticas sobre la illlel/fin ~especialnlente en Santo 1'om,1s ck acuerdo, existe el yo (11I0i) real. Pero agrega que ese yo (lIloi) real
mismo debe cuestionarse y "[ ... ] nuestro virtuosismo dramáti-
Aqllino- y afirma: el psiquismo es lo intencional. Por eso el
libro de Mme. Pacherie se llama Nafllmliscr l'illlcllliollll(/lilé. co esté) primero. Nuestro yo (1110;) re;:1Ino es más que un yo
La tesis de Quine es la intención. Lo que Russell luego llam(' ficticio más elaborado en el que actuamos nuestro propio
"las acti tudes proposicionales" / es decir, temer, esperar, conce papel".
bir, ete.; todo esto forma parte de las actitudes proposicionale:- Con los medios de la lógica ydelasactitud~'s proposicionales,
y la idea de Quine es que, aSl como no sabemos el referente c1t Quine destruyó, por una p,nte, la idea de una estabilidad de la
una frase, no sabemos tampoco el referente de una proposicióll referencia --es decir, todo lo que quería componer el empirismo
intencional. Si decimos: fulano cree, es una cita de la fra:~, lógico y el belzavioris11I0- y, por otra, la existencia sólida del yo.
"fulano cree". Para comprender lo que quiere decir creencia,' ,[
111
1'1,1

1',','
no
:',1:
1_,'1

1111
Erie Laurenl

Ya no queda más que el virtuosismo dramático de un sujeto


frente a un mundo totalmente indeterminado, el reino de la 7. LA INDETERMINACIÓN
incertidumbre. Comprendemos que Quine haya podido atra- DE LA TRADUCCIÓN
vesar, como lo explica en su biografía, momentos de gran
angustia como para consultar a un psicoanalista recomenda-
do por uno de sus alumnos, un psicoanalista lógico, pero no
demasiado. Sin embargo, Quine, buscando el dominio de la (1'
lengua, no encontraba más que la destrucción de todas las IÍ
hipóstasis de la significación yde la indeterminación subjetiva.
Veremos cómo, frente a esta tesis, considera que sólo hay una
ciencia de la ontología --esdecir seres que existen-, y es la física;
Hemos hecho una lectura desde un sesgo particular -hay
la lingüística nada puede enseñar nos sobre la ontología.
que decirlo- de las tesis sostenidas por estos filósofos de la
Hay una célebre crítica, la de Chomsky, que trata de mante-
actualidad que tratan de IJnaturalizar la intencionalidadlJ; tal es
ner la determinación de un órgano del pensamiento, el lenguaje
el título de un libro de Elisabeth Pacherie que citaba la última
como órgano, fijando por medio de una gramática universal
vez. ¡ Les recuerdo que es un libro que hace eco a un punto de
una cierta estabilidad de la traducción. Es la hipóstasis que
vista adverso, sostenido por un cierto número de filósofos
Chomsky enuncia. Ha y un órgano que la evolución darwiniana
norteamericanos, en particular Putnam. Es un autor muy di-
pudo poner a punto en el hombre, esto explica por qué habría
vertido y ya tendremos oportunidad de comentar algunas
una traducción posible. Yla paradoja es que Quine, el lógico, e!
proposiciones. Putnam escribió un libro llamado: ¿Por qué 1/0
puro manejador de letras, es quien hace desaparecer todas
podcmos lIaturalizar la úztcllcÍollalidad?
las hipóstasis de la significación. Chomsky, en nombre de un
En esta lectura particular hemos visto cómo Lacan logró
dispositivo innato, sostiene tesis de traducción automática de
hacer entender que en el "pienso" había un vacío, un hueco, la
las máquinas. En nombre del órgano biológico, Chomsky va a
marca de una ausencia, partiendo de las paradojas de la enun-
construir máquinas de traducción automáticas universales-va
ciación. El "pienso" no es en ningún caso un pensamiento, sino
a tra tal' de hacer1o-, y Quine, quien practica la escritura en todo
la sutura, la huella de una ausencia de! ser del sujeto, puesto
su automatismo, considera de entrada que el proyecto es vano.
Los dejo con esta di vertida paradoja. que finalmente toda identificación primera, S],supone la barra
en un lugar cero, que es un modo del "soy". Hay un "soy"
CLASE DEL 2 DE FEBRERO DE 1994 previo, un ser que le falta a las identificaciones, a los nombres
propios, o como lo dice Lacan en su texto "Subversión del
sujeto ... ", ese ser está en falta en el mar de los nombres propios.
Hay un "soy" previo, barrado, anterior a toda la serie de la
cadena de las identificaciones.

1. Recientemente publicado en las ediciones PUF.

112 113
[,.¡" Li/uP'1I1
J ,11 illrld,'lIIlíllll •.ítÍlI de la traducción

~
instancia de la buen<l fe, ningún lugar del Otro, ninguna
- $0
intersubjetividad calclllilblc. No hay más que la interpretación
Soy correcta de una frase p()rsu sentido, en última instancia conser-
vado, cuidado por la física en tanto ciencia. Sólo ella sabrá si la
Fue divertido para mí leer las tesis de Quine en Le J/lOt et la

,
entidad de la que hablamos existe,
chose, tesis sobre la indeterminación de la traducción; parece un Entonces, a partir de allí, en la perspectiva de la filosofía
raro eco de esta misma dificultad. A partir de premisas absolll- analítica, ¿cómo salir de esto? ¿Cómo intentamos restaurar otra
tamentediferentes alas de Lacan, Quine concluía en el vaCÍo salida diferente a la del empirismo? Hay un autor -no voy a
de toda función del yo, Les recuerdo el camino que siguió: decir su nombre porque no es crucial- que intenta una solución
partió de la indeterminación de la traducción para sostener que original: finalmente la traducción es una creencia, una creencia
así como no podemos deducir una significación precisa del común, Según el ejemplo de Quine, que se refiere al etnólogo en
empleo del lenguaje, o una referencia precisa a los efectos de una tribu que no comprende el sentido de las palabras y que
significación producidos por el lenguaje, tampoco podemos termina por comprender que gavagai es idéntico a "He aquÍ un
atribuir con ninguna seguridad una creencia, un deseo, una conejo", si son sinónimos, no es porque hay un conejo, tampoco
actitud proposicional al otro. Entonces, lo que queda es una porque "He aquí un conejo!", por estimulación neuronal, dé un
sobredeterminación a partir de la totalidad de hechos de que sentido a la frase -un objeto en el mundo corresponde a lo que
disponemos para toda interpretación del otro, Dicho de otro es pronunciado- sino que son sinónimos porque lo aceptamos,
modo: sepamos lo que sepamos de nuestro semejante, nos es hay un reconocimiento, una aceptación de que gavagai y "un
imposible, de todos modos, saber lo que quiere decir. Quine conejo", son lo mismo. La sinonimia de las frases es una actitud
nos dice qUE',lejos de atribuir una actitud proposicional, que- proposicionaL Creemos que la palabra quiere decir eso, Un
remos algo del otro, y es "en relación a ciertos objetivos parti- diccionario no es más que un catálogo de creencias. Quine
culares, de un acto esencialmente dramático" que efectuamos retrocede diciendo de acuerdo pero, en última instancia, hace
la atribución al otro de una intención; "[ ... ] ubicando nuestro falta el conejo, Notamos, entonces, que la dificultad es que
yo real en papeles no reales (proyectándonos de este modo en hacen falta hipótesis suplementarias para que interpretemos
el otro) no sabemos qué proporción de la realidad debemos esto como "conejo", más que como "fusión de todos los cone-
suponer intacta, Es el reino de la incertidumbre", Lo mismo jos", la especie conejo. Hace falta una hipótesis suplementaria
ocurre con nuestro yo: "[, ..] nuestro yo real no es más que un para separar al individuo ya la especie, al conejo y al conjunto
yo ficticio más elaborado, en el cual actuan10Snuestro propio de todos los conejos,
papel". Entonces, en este caso, ¿el conejo está tomado como ejemplo
Lo que nos interesa es el desmontaje que hace Quine sobre del conjunto de todos los conejos, o en tanto este conejo? Para
presupuestos no psicológicos sino enteramente lógicos; des- sabedo hacen falta hipótesis suplementarias, todo un sistema,
monta la llamada necesidad de un yo, para que podamos traducir por "conejo", y que el locutor esté
Sin embargo no podemos aceptar los presupuestos empíri- listo para atribuir las creencias a lo que cree que son los conejos;
cos de Quine, pues elimina todo Otro para el sujeto; acordamos las propiedades deben complejizarse por medio de reglas de
que no hay yo, pero entonces todo lo que hay frente al sujeto es designación del individuo. Es una de las maneras en que un
la naturaleza. El sentido de lo que decimos no supone ninguna cierto número de autores, contra la regla empirista, admiten un
nivel de existencia, un nivel ontológico, para las actitudes
114
115

,I:!III
!III
Eric Laurent La indctenninación de la traducción

proposicionales: ¡¡Existela creencia¡¡;mientras que finalmente llamemos a esto estimulación o percepción¡ conocimiento,
no existe nada de eso¡ lo que no conduce más que a confusiones excitación neuronat o modificación de las superficies de
lógicas¡ y la interdicción ontológica¡ la navaja de Occam, debe sinapsis¡ es una ¡¡experiencia que sometemos a una interpreta-
eliminar todo esto y conservar solamente el recurso directo a la ción a través de diversos esquemas conceptuales".
física. Considera que la primera de las tesis¡ que dice que conoce-
-}.,. -k *
mos a los objetos del mundo por la estimulación que tenemos,
es incuestionable. Es la tesis contemporánea, admitida desde
Brentano¡ y que Freud retoma en su ¡Troyecto de psicología".
Es en esta perspectiva que Davidson¡ en quien vale la pena En principio¡ hay un sistema, la naturaleza, que emite estímu-
detenerse, reintroduce la intersubjetividad¡ las actitudes los¡que emite una cantidad de ellos en el sistema¡ y hay un filtro
proposicionales.lntrod uce la consideración de l¡¡sé" y del" creo" que va a jugar allí algunas funciones. Recuerden las categorías
en estos juegos¡ en esta interrogación de los fundamentos del que mantiene Freud en su "Proyecto de psicología¡¡. Todo el
¡¡pienso". Considera que la atribución de las actitudes debate entre ciencia cognitiva, filosofía y psicoanálisis gira en
intencionales -"creo" ¡¡¡sé","cree" ¡ "sabe" - depende incuestio- torno a la segunda tesis¡ y la pregunta es: ¿es que nuestro
nablemente de una práctica interpretativa. Esta interpretación conocimiento del mundo opera por una suerte de interpreta-
es diferente y obedece a otra causalidad distinta de la causalidad ción de la experiencia, ya sea que la llamemos estímulo o
física. Retoma lo que Quine llama un principio de caridad. Es conocimiento¡ e independientemente de cuáles sean los grados
muy lindo este enunciado -principio de caridad como el princi- de excitación? Es lo que critica Davidson¡ reformulando en
pio de la razón-; según el principio de caridad debemos atribuir términos de la filosofía contemporánea la objeción que había
a una criatura las actitudes proposicionales que debería tener, formulado Lacan a esta concepción empírica.
dadas las circunstancias. Yes a partir de esta atribución que se Dice en un artículo de sus Ensayos sobre la verdad y la
deducen las discordancias. Cada vez que en la clínica interpretaciólt, publicados en 1948 en inglés y actualmente
semiológica psiquiátrica ustedes ven una actitud discordante traducidos al francés: "Este dualismo del esquema y del conte-
en un sujeto, por ejemplo una risa inmotivada¡ pasan por el nido -el esquema interpretativo y el contenido perceptivo- del
principio de caridad; éste quiere que ustedes atribuyan al sujeto sistema organizador y de algo que espera ser organizado, no
la actitud que debería tener, dadas las circunstancias: debería puede hacerse inteligible y defendible. Es en sí mismo un
estar triste, y por el contrario tiene esa risa vacía de referencias a dogma del empirismo¡ un tercer dogma".
estas actitudes proposicionales. En suma¡ es por esta discordan- Dice¡ al contrario de las tesis de Quine¡ que el hecho de
cia con el principio de caridad que en ese momento ustedes considerar que no hay ninguna instancia del tipo interpreta-
concluyen que hay una discordancia. ción de datos que funcione en el sujeto "[ ... ] no nos hace sin
Davidson dice, a partir de ello¡ que Quine -el empírico- embargo renunciar a la noción de verdad objetiva [... ] muy por
tiene dos tesis: el contrario. Dado el dogma de un dualismo del esquema y de
¡¡Laprimera es que nuestro conocimiento de los objetos del la realidad¡ llegamos al relativismo conceptual ya una verdad
mundo externo nos viene de las interacciones causales que relativa a un esquema".
tenemos con ellos (por medio de la vista, el oído, el tacto y La tesis de Quine dice que¡ puesto que hay una indeter-
demás). La segunda es que nuestro conocimiento del mundo minación de los sistemas de traducción, puesto que una canti-
externo opera por intermedio de la experiencia". Ya sea que dad de frases puede corresponder al mismo estímulo físico y

116 117
'11

1111

111

La i¡¡determinación de la traducció¡¡
Erie LII/lr[,/I1

verdaderos. De este modo, complica el principio de caridad con


que hay muchas maneras de decirlo, en el fondo no sabemos un esfuerzo suplementario: dar a las lenguas naturales criterios
nunca. Es imposible dar cuenta de lo que alguien dice. Éste es el de verdad de la misma manera que lo hizo Tarski con las
renunciamiento o el relativismo equivalente: puedo dirigirme a lenguas artificiales.
los soldados y decirles: "ahora disparen y el primero que retro- Hemos visto la paradoja de Russell, donde dada una frase
ceda será fusilado", o bien decides "soldados, cuento con uste- cualquiera, por ejemplo cuando digo que miento (sin comillas),
des, pues desde lo alto de estas pirámides cuarenta siglos los las condiciones de verdad, la manera de evitar las paradojas
contemplan, el peso de la historia del mundo los observa, y por que engendral es considerar esta frase como pronunciada en un
supuesto cuento con ustedes para que nadie retroceda ... ". Es lo lenguaje-objeto: ponemos comillas y la tomamos como objeto,
mismo, por supuesto, pero en un caso, se trata de Napoleón, en y enunciamos en otro sistema las condiciones T de verdad de
el otro, es uno de esos comandantes del frente en 1917, y allí las esta frase (Tpor Tarski, o verdad, Truth). "Digo que miento." Si
cosas no iban nada bien. Evidentemente se trata de saber utilizar esta frase quiere decir: "digo que miento siempre", entonces
la creencia del otro y sus ideales para obtener el consentimiento. esta frase no quiere decir nada. Es un sin sentido. Si por el
Hay allí una gramática del consentimiento que se deja de lado contrario esta frase quiere decir: "digo que miento algunas
completamente. Por eso, el relativismo conceptual es aplicar un veces" implica que puede ser algunas veces verdadera, algunas
principio de ironía democrática sobre todas las ideologías o to- veces falsa, ete. Entonces, hace falta un primer nivel y un
das las falsas frases enunciadas, es un principio de ironía que segundo nivel. Tarski utilizaba su teoría para cerrar las contra-
apunta a detectar el sin sentido en todas partes. Todo lo que dicciones, las paradojas que surgían en la teoría de los conjun-
Quine deja caer, partes enteras del lenguaje, cuidando que no se tos sobre los enunciados universales: ¿puede decirse esta frase
crea que esto quiere decir algo, es la ironía quineana. La inter- par<l todo sujeto? Davidson considera que interpretar lo que
pretación de Quine no es la interpretación analítica "no te lo alguien dice es saber interpretar su I'creo", su "digo", su
hago decir", la interpretación de Quine es: "una vez más, has "amO". Es buscar, con la hipótesis de que la mayoría de sus
dicho un sin sentido". Entonces, al final del gran discurso de enunciados y creencias son verdaderos, la teoría de verdad de
Napoleón en Alejandría, responder¡:Í:"una vez más, te crees el sus frases. ¿Se trata entonces de una teoría absoluta? Estas
jefe, has dicho una necedad que no quiere decir nada". Esto condiciones de verdad ¿establecen una teoría radical de la
asegura una suerte de ironía democrc1tica,de toma de distancia significación? Davidson no dice que reemplace la indeter-
con todo ideal tiránico, pero deja fuera de alcance cualquier minación profunda de toda traducción por una determinación
discurso posible sobreel amor, lo que, después de todo, es loque absoluta. En su lugar llama a esto, de manera muy anglo-
nos interesa. Lo único que deja es un discurso sobre la caridad sajona, la posibilidad de fundar una teoría "modesta" de la
que hace que no nos quede más que atribuir al otro las actitudes significación.
proposicionales que debería tener, dadas las circunstancias, y Los italianos en su posmodernismo lo llamaron "el pensa-
entonces amarnos, dadas las circunstancias; y nosotros tam- miento débil", il pellsiero debo/e; quiere decir que ya no se puede
bién, amar al otro dadas las circunstancias. creer en el hecho de que, finalmente, no hay manera de decir
Davidson dice que contrariamente a Quine, no es escéptico que lo que se dice tiene un sentido rígido, una referencia
de ningún modo. La interpretación de otro que propone no es efectiva. Un cierto número de pensadores puso en evidencia
posible más que con un principio de caridad con textual. No una crítica de lo universal, 11amándola un I'principio de refe-
podemos interpretar al otro más que suponiendo; con la hipó- rencia débil". Esto es muy italiano; hace pensar en marcas de
tesis de que la mayor parte de sus enunciados y creencias son
119
IlR
Eric Laurellt La illdeternzillaciólI de la traducción

una creencia en el hombre fuerte. A ello responde todo esto. tiempo suficiente y le daré a una palabra el sentido que yo
Pero no hay hombre fuerte posible, porque estamos en una quiera". Es decir, a condición de hablar el tiempo suficiente.
época donde el pensamiento tienen forzosamente una referen- Con un contexto lo bastantemente amplio, podemos llegar a
cia débil. Los anglosajones, que no tienen la misma relación hacerle decir a una palabra lo que queremos. Es la manera
1]11,

con el hombre fuerte, tienen seguramente una relación con el lacaniana de decirlo; y en el fondo, lo que Davidson describe
,'I'I.!,

hombre arrogante. ¡Loque a menudo atribuyen gustosamente con este ejemplo, muy anglosajón, es la vida del universitario ...
a los franceses! Pero ellos, por el contrario piensan que frente a Todos sus libros están llenos de referencias a "la nieve es
il las grandes teorías, the granel theorics, hay que avanzar con blanca", a "Sócrates no es Aristóteles", a "Sócrates es aquel que
1II1

modestia. Lesencanta esto. Es una postura como cualquier otra, fue asesinado", etc.; un cierto número de ejemplos bastante
:111'

!!I!
pero vemos que quiere decir algo. limitados, y también el famoso the eat in the lI111t, indispensable
!!I,II
Davidson propone una teoría modesta de la significación. siempre, "el gato está en el felpudo". Entonces está la referencia
¿Por qué -nos dice- finalmente, incluso con un sistema tan a "la nieve es blanca" en el fondo, en otro contexto. Déjenme
'11

"111,

poderoso como las condiciones de verdad de Tarski, no obte- hablar el tiempo suficiente, no hay ninguna razón para que no
'1:
nemos una teoría de una significación que marcaría con índices llegue a mostrarles que "la nieve es blanca" quiere decir la
'11'.

a la significación en la lengua? Situviéramos para cada frase de nieve es verde, es verdadero si y sólo si la nieve es verde. Lo que
~'.·!I'
,,111".1:

la lengua, la frase que enuncia su condición de verdad, ¿por qué dice es entonces que "no sabremos la significación de una frase
I',

no podemos decir que tenemos una teoría de la significación? más que cuando conocemos las frases T -las condiciones de
t,,11

'11':1

Entonces dice lo siguiente: si lo único en juego fuera el valor de verdad- para todas las otras frases del lenguaje, acompaüadas
verdad, las condiciones de verdad para la frase "la nieve es de sus pruebas, y así podremos determinar el lugar de la frase
'il;1 blanca" se podría decir también que es verdadera si y sólo si la en el lenguaje entero, luego el papel de cada parte significante
nieve es verde o si dos mc1Sdos es igual a cuatro. Podemos decir de esta frase, las conexiones inferenciales entre esta frase y las
1,11
que es verdadera si y sólo si la nieve es blanca. Sibuscamos sus otras. Una teoría de verdad nos lleva a una teoría de la signifi-
condiciones de verdad, ¿en qué condiciones es verdadera la cación, pero a condición de considerar la estructura de conjun-
¡III[ frase "la nieve es blanca"? Normalmente es verdadera en lo que to de la teoría y no de series de frases de condiciones de verdad,
J llamamos la teoría denotativa; una vez que tomamos como tomadas individualmente".
objeto la frase "la nieve es blanca", es verdadera si y sólo si la Finalmente, lo que Davidson considera como necesario es lo
11.:111
!!!
nieve es blanca -eliminamos las comillas-o Éstas son las condi- que en términos lacanianos se conoce como "un lugar del
ciones de verdad. Pero si hubiera una condición formal de Otro". Es decir, un sistema global donde se enuncian las
verdad, podría ser arbitraria; podríamos definir un sistema de condiciones de verdad del empleo de frases, lo que Lacan llamó
1"
'¡'I

1111" lengua que definiría que "la nieve es blanca" es verdadera si y el lugar de la buena fe. Término con el que calificaba en los años
I!!!I
sólo si la nieve es verde o dos más dos es igual a cuatro. '50 el lugar del Otro; era su época antiexistencialista. Este lugar
1,I'j
En su curso, Jacques-Alain Miller ponía de relieve la para- de la buena fe necesario obstaculiza el alfa y la omega de la
doja de Hempel, y el problema de las inferencias; demuestra época, que era la mala fe sartreana. Para aquellos que no
1"11 por otro camino el mismo tipo de salto en las condiciones de recuerdan la importancia de Sartre para Lacan, les hubiera
li!

verdad en la lengua. Es una manera de decir, inhabitual para aconsejado venir ayer al local de la Escuela, donde hice un
nuestra manera de expresarnos y en nuestro contexto, es una relato de las relaciones entre Sartre y Lacan. No voy a retomarlo
!1111
manera de decir, como lo dice Lacan: "déjenme hablar el íntegramente, pues hablé de ello el aí'iopasado. Voy a resituar
1I1

120 121
1
I¡'II

I11

¡'I

1'
1111

~
Erie Lallrml

dónde condujo esta relación entre Sartre y Lacan en el sofisIna


del"Tiempo lógico y la aserción de certidumbre anticipada".
La illdctcrlllinacióll de la traduccióll

cia, la gente está muy orgullosa de tener la Legión de Honor.


,
r

Vaya agregar dos o tres cosas y en particular lo que Lacan Especialmente en el siglo XIX cuando sólo se daban en el campo
¡ llamó en esa época, la función del desconocimiento del yo. Es
absolutamente contemporáneo de la forma en que Sartre acen-
de batalla, y no según la cifra de venta de discos de moda, lo que
implica una adaptación al mercado. Napoleón se distinguió
:'¡II
tuaba la mala fe profunda de cada uno, la imposibilidad de siempre por una ausencia de semblante; pero comenzó a creer
verse tal cual es, que es la apuesta de Huís dos. Entonces, sólo en él mismo cuando estaba en el exilio, perdido con su secreta-
II¡II

el otro puede verme tal cual soy. rio; comenzó a delirar diciendo que tenía ideas muy profundas
¡'III -;.. ..~'-)~
sobre el futuro de Europa. Reaccionó de forma totalmente in-
1

consistente en su acción política, haciendo lo que podía con lo


111
que tenía, como hacen los políticos, y luego reconstruyó una
Para Lacan, la dificultad central no es tanto la mala fe -tal coherencia de su acción, que era simplemente creer, creerse.
como lo señala Jacques-Alain Miller en su curso al comienzo Entonces, no se trata de tener fe en sí mismo para salir de esta
1I1

de este al1o-, la gran dificultad es creerse lo que uno es. ¡Es enfermedad de la mala fe. La fe en sí mismo es el delirio de la
¡Ii

terrorífico! Es la célebre cuestión: Napolcón se creía Napoleón, libre empresa. Tener fe en sí mismo es lo que se intenta conse-
una vez que dejó de ser Napoleón. Cuando se dedicaba a lo guir por medio del culto de aquellos que tienen fe en sí mismos.
suyo, cuando era un terror para Europa, no se creía nada y se Ésta es la razón del interés por las biografías de aquellos que
levantaba a la 111al1anaiodos los días para ir a trabajar. Justa- creen en sí mismos: hacer como ellos. Esto puede abarcar desde
mente, se caracterizaba por una cierta ausencia de creencia en lo el interés por el paranoico de la esquina, que cree en sí mismo,
que fuera. Pensaba con lucidez que a los hombres les gusta h,lsta el individuo con un carácter desvergonzado, que no tiene
demasiado creer en algo. De allí la invención de la Legión de inconveniente en creerse que ya no tiene culpa, ni vergüenza
Honor. Napoleón pensaba que los hombres no luchan por inte- que le haga obstáculo.
rés, sino por la gloria. Había entonces que inventar algo para Es un punto crucial para el psicoanálisis, ya que produce
enfrentar la tesis de los filósofos de las Luces. Ellos denunciaban sujetos desvergonzados. El sujeto desvergonzado es aquel que
precisamente todos estos semblantes: órdenes de la Charretera, ya no tiene vergüenza. Esto quiere decir que se ha liberado de su
de los Caballeros de Saint Michet Caballeros de Saint Ceorges, sentimiento de culpabilidad. Al menos en nuestros tiempos,
ete., y que le aconsejaban eliminarIo, para tener simplemente pues hay sujetos de otra época, empíricamente comprobable,
grados en la burocracia. Lo que sí estaba racionalmente funda- que no vivieron con vergüenza ni con culpa. Por ejemplo, en la
do. Podía haber un trigésimo cuarto escalón y un trigésimo se- Grecia antigua existía un Alcibíades, en El Banquete se ve que es
gundo y había que distinguir los cuadros del trigésimo cuarto y un sujeto que no tiene vergüenza de nada. Es un tipo que puede
trigésimo segundo escalón. Sobre todas estas cuestiones se cons- traicionar tres veces a su patria, y su alma quedar totalmente
truyó la burocracia francesa. Napoleón conservó, por el contra- aligerada. Lacan lo describe cuando en El Bl1Ilqucte llega luego
rio, la tesis inversa, diciéndole a los seguidores de esas tesis de haber traicionado tres veces a Atenas, el rey de no sé cuál país
racionales: "todo lo que ustedes me dicen es muy lindo, pero los lo recibe, e inmediatamente se apropia de la mujer y toma el
hombres mueren por esas chucherías". Creó entonces la Legión mando del reino con una suerte de ingratitud absoluta. Es el
de Honor pero con grados, rangos: oficiales, caballeros, ete.; y hombre sin ambages. Ésta es una personalidad que Lacan seí1a-
anduvo todo muy bien: los hombres murieron por eso. En Fran- la, variantes de esos tipos de personajes que transportan un
deseo, que son fuerzas de la naturaleza a través de la historia.
122

123
/1/ 1'lIldl'l'JIIlllaCÍól1 de la tradllcclóll
Erlc Lallrcllt

'11

Lo terrible del psicoanálisis es que puede producir sujetos


'1 Podríamos decir también que el sujeto japonés no marcha al que son l/impernH'<lblcsa la vergüenza". De allí el carácter
1,1.11
"1
paso del régimen de la culpabilidad. Es lo que sorprendió a los ambiguo que l,dGl/l Lkstaca en el fin de análisis. ¡Felizmente
occidentales en su encuentro con ellos a comienzos del siglo XX. que se cree ciueel psicoanálisis no anda! ¡Quiera el cielo que así
111I11"
'I!

1':
En los textos racistas de los ailos '30 tuvo gran éxito la tesis de sea! Porque desgrdciadamente anda muy bien, es decir que
que los sujetos asiáticos eran pérfidos. Según la observación del fabrica sujetos que este1nmucho más cómodos con la vergüen-
'.'1'1
111

occidental racista, son pérfidos porque no son culpables y obe- za, la culpa y todo ('s('cortejo con relación a aquellos que no han
1II decen a un sistema hipócrita: no perder su prestigio. Fueron conocido la experiencia del psicoanálisis. Lo que constituye el
II!
necesarios para salir de esta encrucijada los trabajos de una carácter extraño, ell estilo Alcibíades, de aquellos que han
antropóJoga americana, Ruth Benedict. Cuando los americanos pasado por un an,ílisis. En efecto, si uno los deja hablar el
11'1
tuvieron que ir a luchar contra los japoneses, hubo que darJc a tiempo suficiente, pueden persuadidos de que "la nieve es
¡!j

'1 los oficiales americanos cursos rápidos sobre sus enemigos, y blanca" no es verdadero más que si la nieve es verde y si dos
sobre aquello contra lo cual luchaban. Para ello debieron evitar más dos son cuatro. Ypueden hacerlo con una tranquilidad no
:1

',11
un poco los clichés; y le pagaron a algunos antropólogos, entre sólo con respecto al superyó, sino.a la surll/oitié. Para Lacan hay
ellos a Ruth BenedicÍ¡ para que escribieran libros. Ella escribió un fin de análisis, y es eficaz; el problema es sobre todo
ir
uno que se llama El crisantemo y el sable, que tuvo una enorme conducirlo a una ética del deseo. Sin una ética del deseo, esos
venta en el contexto de la guerra nipona-americana. DeCÍaque fenómenos podrían llevar a no poder distinguir entre el sujeto
1
hay sociedades con culpa y sociedades con vergüenza, pero que desvergonzado, cínico, en el sentido moderno, y aquel que
l'

las sociedades con vergüenza son tan rígidas como las socieda- puede ser responsable. La ventaja de este "es impermeable a la
des con culpa; son diferentes, pero tan rígidas con10las otras, vergüenza" que puede alcanzar el sujeto en la experiencia
tienen también sus reglas y sus obligaciones. Por primera vez se analítica es que eso le permite no hacer forzosamente lo mismo
invirtieron los estándares racistas del asiático pérfido, ponien- que todo el mundo. En efecto, tanto la culpa en nuestras
do de relieve, por el contrario, la enorme lealtad del sujeto asiá- sociedades como el perder el honor en las sociedades asiáticas,
tico hacia los sistemas sociales que prescriben su cond ueta. Una aseguran un equilibrio. Comportarse como todo el mundo,
lealtad hasta la muerte. Del mismo modo que en Occidente se pues si no tenemos vergüenza o nos sentimos culpables: culpa-
matan por culpa, en Japón se matan porque han perdido el ho- bles de tener éxito, de llegar más arriba que otros y terminar
nor. y el sujeto cree en ello. Lejos de ser pérfi<:lo,es extremada- quebrados por el éxito; culpables de tener acceso al goce sexuat
mente leal. Ruth Benedict contribuyó a invertir la tendencia que y pagar por ello con un sufrimiento masoquista considerable.
hace que ahora, por el contrario, el Occidente esté listo para Pero una vez que esto se levanta, no debemos confundirlo con
tomar el ejemplo, no sólo de las artes marciales -que fueron un el "no hacer como todo el mundo", no ser la presa del confor-
éxito formidable en nuestro mundo- sino también de las reglas mismo de la época, que puede ser en un momento dado un
de Confucio de la ética del trabajo. Lo que aseguró la inversión conformismo restrictivo o, en otro momento, conformismo de
de la tendencia, 10que hace que el pérfido asiático sea ahora uno liberación; l/sean los pequeños burgueses modelos", o bien,
de los amos del mundo, cosa de la que se dieron cuenta cuando "libérense sexualmente a más no poder". Son efectos del equi-
ya era un hecho. y 10hicieron manteniendo su palabra, aunque librio de la presión social según el contexto, del empuje a
no fuera otra que la de ganar; con una energía, una devoción y gozar que puede estar en la estricta vestimenta o en el em-
un rigor absolutamente particulares. Es éste un sujeto que no puje a gozar del tipo" ¡vayamos todos juntos!". Es a lo que debe
marcha al paso de la culpa, pero al menos tiene vergüenza.
125
124
fric Lallrelll

1.1/ illdclcrtllillaciólI de la IradllcciólI

conducir el análisis de cada uno, pennitirle, en efecto, mirar


todo es to en lo que es, órdenes colectivas, y saber qué es lo que absolutamente simples; no se trata de la vulgaridad holly-
conviene verdaderamente como sujeto. Lo que sabe es que para woodense, del brillo de los oropeles, de todas esasbanalidades;
él es esto y no otra cosa. Hay esto, y debe ser responsable de ello; estánhechos ..:onpapeles muy simples, con materiales antiguos

l
prescindir de los ideales pero a condición de usados; y no y con el arte del pequeí10 nudo, o el nudo grande, importante,
quedarse con el encanto, por ejemplo, de un hacer semblante no debe tener un solo pliegue, ¡es formidable! Existen estos
generalizado. importantes intercambios en Navidad, el problema no es allí
Luego de I~u th Bened ict, Japón fue descubi erto por un cierto comprar grandes autos cromados y brillantes. Es lo grande y
número de pensadores occidentales, en los ai10s '60. Existe el simple, lo más simple posible, que a causa de su excelencia
Japón de Kojeve, el Japón de Lévi-Strauss, el Japón de I~oland testimonia de todo el cuidado hacia el otro. Por otra parte
Barthes, el Japón de Lacan. El viaje a Japón y el regreso ha sido ustedes lo obligan, por medio de este sistema de regalos, a que
un ejercicio obligado de los grandes pensadores franceses, se también se los hagan a ustedes. Es muy riguroso, es un Potlatch
trataba de saber cómo se situaban allí. extremadamente riguroso; pero todo dentro de una admirable
Por ello, a fines de los a110S '60, en su curso sobre la siJnplicidad, que produce tanto alivio frente a la civilización del
FCllomcllolog1Í7 del csptri tu, Kojeve agrega una nota a pie de gadgcf. Hay algo admirable en ello, como modo de vida, lo que
página, fechada en 1962, donde refiere su fascinación por Japón encantó a Kojeve. Son regalos, pero vacíos. Es como la ceremo-
como 80 millones de sllobs; su frase: "El Japón me encanta, como nia del té: para tener algo tan simple como una taza de té -es un
80 millones de s/lobs". Predecía la japonización del mundo: el té mucho más ligero que el que se sirve en China, es un brebaje
mundo se volverá como los japoneses. ¿Por qué? Porque para muy c1aro-. Para ello hay que soportar una ceremonia muy
él, en el final de la historia en la que estamos, la historia larga, muy complicada; no es cuestión de ir y decir" ¡quiero mi
hegeliana, vivimos la época -en términos nietzscheanos~ del té!", tomar1o y agregar: "bueno, ahora quiero otro porque no
último de los hombres, o la época del fin de la historia, por lo estaba muy fuerte". Es muy complicado. Esta admirable cere-
tanto una época donde no habréí. modelos nuevos de hombre, monia del té sedujo mucho. Kojeve ve en ella una existencia
o de humanidad. Sabemos lo que va a haber: la generalización ritualizada, una existencia de es teta, de dandi y por ello dice
de sujetos que no creen en nada, salvo en la ciencia. Y como la que son sllobs, "80 millones de SIlU/JS". Es porque él ve ahí una
ciencia se desplaza todo el tiempo, ya no pueden creer en ella. suerte de dandismo ritualizado.
Kojeve pensaba en la reacción frente a Malraux, quien decía Cuando Lévi-Strauss va a Japón, lo que le gusta del mundo
que el siglo XXI sería religioso o no sería. Porque Malraux veía que ve es la coexistencia del budismo y del animismo. Tenía su
esto como una reacción frente a la ciencia; iba a haber una fuerte tesis, la enunció al final de Tristes trópicos, dice que la religión
reacción ideológica, para ligarse desesperadamente a un punto del siglo xx será el budismo. Bertolucci y otros lo siguen en esta
fijo. Dios, entonces, iba a servir nuevamente en forma masiva, hipótesis, pero, no obstante, tienen dificultades. Tanto él como
de allí el previsible integrismo. Kojc·ve pensaba que seria Richard Gere testimonian al menos de un cierto número de
transitorio y que, en el fondo, el porvenir es un sujeto que no símbolos del mundo del mercado, y opinan que el budismo
creerá, pero que respetará los semblantes; y el japonés aparecía tiene muchas cualidades. Pues se trata de un monoteísmo sin
como el sujeto que respeta los semblantes por excelencia. Dios, y un obstáculo al integrismo, y no hay tal integrismo
Conocen la pasión que sienten los japoneses por los regalos, el budista; es mucho más complicado. La ventaja de este
regalo que se le hace al otro, envuelto en papeles admirables, monoteísmo vaCÍo es que sería mucho méíBcompatible con la
ciencia. No es erróneo cuando vemos el número de científicos
126
127
fric Laurcllt "1 III,i"/''1l1lillllcióll de la traduccióll
t
norteamericanos que se dicen budistas; entre ellos se encuentra práctica; RaidIIIj lId rllH'sera tolerante, aceptaba tener estudian-
el admirable lógico Smullyan, del cual les he hablado a menu- tes heterosex Ud I( 'S. I 't 'n) lo que veía era una relación perfecta-
do, él también dice practicar el Tao. Lévi-Strauss estaba encan- mente comp¡llibil- ('11 este mundo con un culto fundamento del
tado con esta civilización en la cual hay tres formas de religio- símbolo, que relll il(' di vaCÍofundamental del falo materno.
nes en un mismo país de 80 millones de habitantes. Religiones Existe finalll1l'llll'el Japón de Lacan. Ese Japón consiste en la
que incluyen el animismo, una forma considerada caduca en la idea fundamellt,¡1 de que habría un obstáculo al análisis del
historia del mundo. Se trata de los pequeños Kamis, simpáticas sujeto japonés, pues 110 podemos asegurar una traducción, es
encarnaciones del ser del lugar, menos simpáticos cuando se decir una lectura coherente del "dicho" japonés. Y esto se
transforman en vientos, los kl1lJlikl1zes. Entonces, por un lado el debería a que existen tres sistemas de transcripciones posibles
animismo shinto, y el gran problem¿, que se plantea es cómo a partir de un dicho, tres sistemas de escritura: caracteres
explicar que sin monoteísmo puede fabricarse muy bien el chinos propiamente dichos, el sistema kl1llji (que es un sistema
fanatismo. Según la tesis freudiana se fabrican rnasas ligadas a simplificado), más un sistema según el cual hacen funcionar
un líder, lo mismo puede ocurrir con el animismo. Entonces, la alfabéticamente los caracteres chinos. Se llega, de este modo, a
pregunta es cómo, con una pluralidad de kamis, se puede sistemas donde es muy difícil decir a alguien "usted dijo esto",
fabricar una religión de Estado. Es un problema importante el matiz de "yo no te lo hago decir", porque el otro responde a
que plantea el Japón. Pero lo que también nos plantea es la eso "sí, dije eso, pero en otra transcripción, dije eso otro". Esto
coexistencia del animismo, pasando por el confucianismo has- produce una suerte de estatuto incierto del sujeto entre las tres
ta el budismo, que no es lo mismo. Confucio es China, el escrituras. Esta pluralización del sujeto japonés por la escritura
budismo es la India; todo ello coexiste en un mismo país, y sin trae aparejada una dificultad para fijar una letra y remite más
guerra de religiones. No ha habido ninguna en Japón. Japón es bien a un "espacio litoral" -es el término que Lacan tomó-,
anti Viejo Mundo; es la anti Palestina. Es un mundo con una donde es difícil calzar al sujeto en una lectura de lo que dijo.
coexistencia de religiones extremadamente diferentes, sin que Esta tesis no es para Lacan la de una indeterminación de la
haya guerra de religiones. Lévi-Strauss dio muy tardíamente traducción como causa de un especial vaCÍodel sujeto, sino de
una interpretación de ello; acentuó el aspecto de las diferencias una indeterminación de la lectura, que hace que el sujeto
de religiones y de las diferencias de sistemas de escrituras. De japonés no crea en su yo. Lacan encontraba de este modo una
todos modos lo dijo mucho después que Lacan enunciara su explicación al famoso principio: ¿por qué el sujeto japonés no
tesis, de la que vamos a ocuparnos enseguida. es culpable? Por una indetenninación fundamental.
Existe también el Japón de Roland Barthes. Estuvo allí y Jacques-Alain Miller inaugura una nueva serie, la de fines
volvió con un imperio de los signos. Se fascinó con el circuito de los años '80, que lo separa del gran bloque de nuestros
de los regalos, al igual que Kojeve; pero lejos de considerar que maestros. A su regreso de Japón sefía1abaque lo impactante es
eran dandys o sllobs, destacaba que con esto haCÍan circular un que sólo están fascinados por una única categoría de libros: los
imperio de signos, como él lo llamaba. Lejos de pensar que era que hablan de los japoneses. Al no tener identidad, están muy
comunicable, veía que tenían una relación particular a los ávidos de todo aquello que habla de los japoneses. Por eso, El
símbolos, aquellos que circulan, que no remiten a nada. Así imperio de los signos es un best-seller en Japón, y cualquier libro
veía Barthes el falo. En el fondo, la homosexualidad de Barthes sobre los japoneses que se haga en el mundo se convierte en un
es compatible con el imperio de los signos. Estaba encantado de best-seller en Japón; sin ninguna resistencia nacionalista. El
ver 80 millones de homosexuales. Por supuesto que no en la primer reflejo de los japoneses no es decir "por qué se meten

128 129
r'~
Erie LtlllJ'L'llf

con nosotros esos franceses, esos alnericanos, etc.". Dicen 8. PSICOANÁLISIS y SALUD MENTAL.
por el contrario: "¡Oh! se interesan en nosotros ... ¿Qué dicen LA ÉPOCA DE LAS LISTAS

;
de nosotros? ¿Qué piensan de nosotros?"; y ]acques-Alain
Miller lo sefiala. Lo que provoca la indeterminación del sujeto
es primeramente un interés por la identificación y la definición,
y en segundo lugar, una búsqueda de una identificación estric-
ta. De allí que sea posible la compatibilidad entre la no-culpa-
bilidad, porque no hay identidad y, al mismo tiempo, la bús-
queda frenética de una fijeza, esta búsqueda del código social,
un código muy rígido: "no perder elhonor". Porque si se pierde
el honor, debajo no hay nada; hay una relación a una forma de He viajado, yesos viajes intervienen en el desarrollo de este
vacío del sujeto. Por 10 tanto, la tesis de Lacan del carácter no curso. Primeramente viajé a la lengua española, el sábado fui
fijable, ilegible, del sujeto japonés, es una tesis que reinterpreta invitado al"Seminario Hispanohablante" de París, que reúne
la mayoría de los enigmas sociológicos planteados sobre la en un ambiente muy simpático a un cierto número de personas
naturaleza de este sujeto que escapa a la culpa, subrayando esta en la Casa de América Latina. Había allí un pedacito de
tesis de indeterminación de la traducción, una manera propia América latina. Traté de trabajar el tema "Psicoanálisis y salud
I de no tener sujeto. mental", que era el tema que se me había planteado y pedido.
Nada más precioso que la salud mental. Todo el mundo
CLASE DEL 2 DE MARZO DE 1994 conoce la anécdota que Freud relata en su texto sobre El chistc
y Sil relación con lo inconscicntc, el pobre judío de Viena que toma
I
el tren para ir a los bafios tennales de Karlsbad. Hubo muchas
J
anécdotas, pero una en particular se refería a este personaje que
está en el tren y no tiene su billete. El guarda lo intercepta y le
11
pide que se baje. Sebaja en la primera estación y sube inmedia-
11

11
'1.1

': tamente en el vagón siguiente. El guarda lo intercepta por


~ 1.
1 ..

segunda vez, y allí comienza a golpeado. Vuelve a bajar del


I tren, sube enseguida; entonces el guarda lo muele a palos y así
continúa durante un cierto número de estaciones. En cierto
I
momento se cruza con un amigo de Viena que logró no hacerse
1
~
11.

pescar y le dice: "pero ¿qué haces aquí?". El judío responde:


I
I
"vaya Karlsbad a tomar bafios, si mi salud me lo permite".
La salud mental es algo así, es lo que nos permite permane-
cer en el tren si nuestra salud mental nos lo permite. La relación
I
con el conductor, con el guarda del tren y su maldad, seí'íala
algo muy profundo, que incuestionablemente la salud mental
existe; pero nada tiene que ver con lo mental y muy poco con la
,
1

~ 131
I~ 130
Erie LaIlrcIII
Psieolll/lílisis y salud /l/cnlal. La ,;POCll de las lisIas

salud. Tiene que ver con el Otro y su silencio. La salud mental conducir hacia formas compatibles, no sólo con el amo, sino con
es el silencio de los órganos sociales, como la salud es el silencio la vicIa.Todas las cuestiones de la bioética se sitúan ~aunque no
de los órganos corporales. solamente- en el corazón de esta carrera entre el amo y el saber.
Jacques-Alain MiIler lo resumía diciendo que la salud men- Sila salud mental está afectadapor,esta nueva configuración, es
tal es ante todo un concepto de orden público. En efecto el Witz por la enormidad de los déficit que implica, y por el peso y la
freudiano señala esta relación al Otro del control, que es decisi- incomodidad que dan al discurso del amo.
va en todas las cuestiones de la salud, mucho antes de que nos ¿Qué viene a hacer allí el psicoanálisis? Viene a constatar
agotáramos controlando presupuestos. El orden público, en lo algo. Que tiene un aliado importante en la salud mental, un
que concierne a la salud, está desplazado por el nuevo estatuto representante. Esto fue dicho en la posguerra en un famoso
del amo. Gracias a la ciencia, el amo tiene muchas complicacio- informe hecho por el psicoanalista Bowlby en la OMS. Hizo
nes. Ya casi las únicas noticias que importan son las que hablan aceptar por la Organización Mundial de la Salud el hecho de
de la caída en las tasas de interés luego de la reunión de la que una de las causas esenciales de las enfermedades mentales
Bundesbank y de un cierto número de bancos centrales, que estaba ligada a una falla en los cuidados maternos hacia el niño.
constituyen prácticamente lo que queda de la política: cifras de Fue encontrado el representante del psicoanálisis: era la
déficit, encuestas diversas, medidas de popularidad de talo madre y con ella había un aliado en el dispositivo general del
cual. Ese uso estorba al amo, cosa que fue percibida por Estado. Efectivamente, la posguerra está marcada por la crea-
Condorcet -durante la época de las Luces- cuando vio el impac- ción en todos los estados industrializados de centros de cuida-
to de las matemáticas sociales para resolver los problemas elec- dos infantiles. Todos apuntan a prevenir las enfermedades
torales y los ocasionales ilJlJ'l7sscs que podían surgir de ello. ¡nentales instruyendo a las madres. Los psicoanalistas renova-
Al amo antiguo no lo estorbaban las cifras; lean la discusión ron el género literario del "consejo a 1<:'smadres". Desde
sobre la sal, ejemplo canónico de una discusión de mandarines Winnicott pasando por Bettelheim y continuando por los alum-
chinos a propósito de la productividad de una mina. Se trataba nos de Melanie Klein, cada uno de ellos escribió una guía del
de saber, en el caso en que la mina pudiera producir más, si era saber vivir para uso de las madres; género que había comenza-
bueno para el orden del mundo que produjera más de lo que do en el siglo XVIIIy que ha sido renovado.
había dicho el emperador. La respuesta está muy bien argu- Es muy claro que este representante, la madre, está en
mentada: para el orden del mundo es necesario que no se peligro. La OMS ya no cree que la causa esencial de las enfer-
produzca un gramo más de lo que ha dicho el emperador. Si la medades mentales sea un problema de cuidados maternos, y
mina produce más, o puede producir más, hay que cerrarla en además la ayuda para las madres es muy cara. Entonces no
forma urgente. siguen la creación de instituciones adecuadas, y la nueva
El último ejemplo de un amo que quiso ignorar las cifras es configuración es, más bien, no ayudarlas por nlCdio de los
el de un amo contemporáneo, el de las burocracias comunistas, cuidados, sino promulgar una carta internacional de los dere-
que si bien podían administrar la industria pesada con una chos del niño; y por lo tanto confiar a la justicia el cuidado, y el
suprema ignorancia, no podían hacer lo mismo con las poner coto a los trastornos de estos cuidados maternos. De este
computadoras. modo se pasa brutalmente de una repartición del Ministerio de
Esta relación del amo con el saber hace posible una sobrevida Salud a una del Ministerio de Justicia y ya no se habla de niños
o una vida del saber sin el amo. Se trata del saber científico que con falta de cuidados maternos, hablamos de abuso y maltrato
camina solo, y que los comités de ética tratan de amordazar, de infantil. Se confía el conjunto al personal que cuesta menos al
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133
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P"i((",,,,i{j,,is '/ salud 171['171,,1. L" ¡'I'(ICt( de la" Iisi"s

Estado (educadores especializados), antes que alos centros que través de los estilos de vida, los japoneses por ejemplo. Richard
emplean personal altamente calificado. Rorty hace una lista muy di vertida de estilos de v ida que no
Sin em bargo podría haber otro aliado d e la sal udm en ta 1 qu e pierdo ocasión de citar: el magnánimo, el verd,ldero cristiano,
se podría encontrar en el psicoan<1lisis y al que se apela cada el cobarde, el honesto, el que le teme a Dios, el Lipócrita, un
I

vez con más insistencia: el padre. Ya sea en las publicaciones de I{omano, un santo, un Julian Sorel, una gacela tímida, una
un cierto número de psicoanalistas, o en los miembros de los hiena, un depresivo, una gran dama, un hombre respetable, un
comités de ética, vemos aparecer, especialmente con respecto a Bloomsbury, etc. Son listas que existen cuando ya no existe
las cuestiones de bioética, una suerte de comité de defensa de ideal de vida o guía de la Imcn<l vida, como decía Aris({ ..te!es.
una especie en extinción: el padre. Nos recuerdan cuánto bien Entonces, sólo quedan estiJos de vida que corresponden a algo.
hace un padre al niño. Le NOlluel O/Jseruateur consagraba la Estoy seguro que pueden poner un nOJT,bresobre cada uno de
selnana pasada un número al examen de estas cuestiones, un estos adjetivos, conocen10S gente así.
psicoanalista decí,) que el cuerpo del padre formaba parte del En el fondo, el problema es que Lacan --releyendo a Freud···
inconsciente del niño. Sabemos la faJofagia que se trama en conclllÍa diciendo que para el psicoanálisis hay sólo dos estilos
esto, en todo caso vemos hasta qué punto es urgente leer el de vidCl: vivir la pulsión como un hombre u como una mujer.
seminario sobre La relaci6n de o/I/clo. Esto permitirá aclarar la Por eso Lacan concluía la tercera pilfte de su escrito "Observa-
oscuridad de una declaración que parece una especie de comu- ción sobre el informe de Daniel L·1gache ... " con la escritura del
nión laica o de comunión impía. No sabemos qué hostia se deseo del hombre y el deseo de !<l mujer. Esta escritura es la
consume para hacer que el cuerpo del padre sea parte del única que permite orientarse. Permite liga/' el significante del
inconsciente del niño, y vemos hasta qué punto es útil distin- objeto perdido, el falo, con el lugar del sujeto, yen los Escritos!
guir ese cuerpo del padre del nombre del padre, en tanto escribe: "[ ... ] la forma <l>(a) del deseo 111dSCulinu,A ((p) del
sJntoma del inconsciente del niúo. El padre es presentado con10 deseo de la mujer, nos lleva a este fin del ,lnálisis ct1ya aporí2
una alternativa posible, y los psicoanalistas, que en el aúo '45 nos ha legado Freud en la castración". Una escritura sólo de dos
saludaban la importancia de las madres, saludan ahora la posibilidades, vemos cómo del lado hombre se tratil de hacer
importancia J)[ofiJáctica del padre; éste, protegido por un texto del objeto el exponente de la función f<:ílica,y del lado mujer, de
de ley, pondría al abrigo de las psicosis y otros problemas que simbolizar en el falo la certeza de la incompldud dd Otro. Esto
cornpetcn a la enfennedad mental. No creo en ello ni por un puede escribirse, pero en todo caso no sabemos lo que quiere
momento, y les diré por qué; porque el psicoanálisis no puede decir "vivir como un hOInbre" o "vivir como IDl,1mujer". En
contar con el padre para encontrar un representante en la salud todo caso, esta mos en una época donde es imposible .:onCI'lllar-
mental.
se con vivir como ]0 dice el padre. Porque es una época de
--)::l:"¡'; crítica del universal. Y el padre para todm" ya no es lllW
solución viable, y es esta orientación _" el padre para todos"-
lo que Lacan cuestionó en la perspectiva de la enseúanza de
Primerc,mente hay que señalar que el psicoanálisis parece Freud. En las tres fonnulaciones que Freud daba del padre, del
portador de una esperanza de salud lnental, representada por
1(1 cura psicoanahtica misma. Lo hemos dicho la última vez:
vivir la pulsión sin culpa ]e da una esperanza particular a] 1. Lacan, J ,: "Observación sobre el informe de DélnielLagache:' PSiCOil-
nálisis y estructura de la persomtlidad"', en Escritos 2,14" edición, traduc-
sujeto que se compromete en un análisis. Vivir la pulsión a ción de TOlmis Segovia, Buenos Aires, Siglo XXI, 1985,p;:íS ü62.

134 135
Eric Lllllrml Psicoanálisis y SlIllld 11I[,1111l1.LIl "I'0C!l d[, llls lisllls

lugar del padre, interrogó esta categoría del todo, pregunt,l.n- necesita seguramente de una esencia para sostenerse en sí
dose si podía haber un padre para todos. misma. Wittgenstein -especialmente en la segunda parte de su
En el Edipo se presenta el padre como ligado a la familia. En obra, la que comienza con las I/lvcstigatio/ls philosophiqlles- no
Tótem y talilÍ, el padre se presenta como padre "de la horda" de hace tabla rasa de las nociones, dice Putnam, pero 10 que
"todos los hermanos", y finalmente en Moisés y la religió/l sostiene, es que no hay espacio para buscar un fondo, un
mOllOtelstt1, Freud consagra el final de su existencia a intentar "Gru/ld" como se dice en alemán. En suma sólo hay listas que
circunscribir el surgimiento del Dios que fuese para todos, y en se emplean, sin que haya esencia. Y por otra parte el psicótico
qué condición, las religiones, no sólo monoteístas sino univer- Wittgenstein no tenía mucho sentido de la familia, prefería
sales, pudieron desprenderse de ello; pues ustedes saben que decir que "los juegos de lenguaje" permitían reconocer nocio-
no hay que decir jamás "judeo-cristianismo". Hay una diferen- nes que tenían un "aire de familia" -es una expresión de
cia fundamental entre el judaísmo y el cristianismo, los cristia- Wittgenstein-, el aire de familia que vincula a los juegos.
nos quieren convertir a la tierra entera, los judíos no. El judío Putnam es un filósofo americano muy gracioso, tan divertido
pide que el buen judío respete la regla, respete a su Dios, pero como Richard Rorty, les recomiendo la lectura de la entrevista
no pide que todo el mundo se convierta. Se trata simplemente con Putnam que figura a continuación de un pequeño libro que
de que el creyente y el practicante respete lo que hay que se llama POllrquoi /lC PClIt-O/l pas l111turaliser la mison?, publicado
respetar, en cuanto a los otros, pueden hacer lo que quieran. por Editions de l'Eclat. Verán lo divertido de estos personajes.
Mientras que el cristiano se interesa en lo que los otros hacen, Putnam tenía un padre periodista que pasó su vida en París en
no los deja en paz, quiere interesarlos en su Dios. Entonces, a los afíos '30, al volver a los Estados Unidos se inscribió en el
partir del momento en que surgen los monoteísmos universa- Partido Comunista norteamericano, 10 que le aseguraba no
les, siendo el primero la interpretación paulista del cristianis- poder hacer ninguna carrera en ningún lado en toda su vida.
mo, comienza la guerra universal, como señaló Freud. Guerra Luego de ello su hijo entró en Harvard donde hizo su tesis de
que continúa en nuestros días. filosofía matemática con lo "mejor de lo mejor", y continuó con
El padre para todos esconde detrás una variante jurídica del una actividad irónica a lo largo de su carrera. Forma parte de
lnonoteíslno universal, que venlOSaparecer cuando se reclama esos lógicos liberales enlos que el formalismo, lejos de alejarlos,
un derecho al padre para todos. Fue un psicoanalista el que les otorga un pensamiento anticonformista y les da una gran
propuso que el psicoanálisis podría contribuir a este derecho al libertad frente a los falsos reconocimientos.
padre para todos, para todos los hijos; y éste es el problema: Era divertido lo que proponía: en lugar del universal, el
saber si conviene la categoría de padre; hay que ver hasta concepto de "noción de amp Iioespectro", como hay antibióticos
dónde Freud es aristotélico. Un universal aristotélico es un de amplio espectro. Hacemos la lista y funciona, la noción es
término que estaría presente en la totalidad de estas instancias. válida sobre un cierto espectro, pero no nos comprometemos
Cualquiera sea la reiteración del padre, en la lista de los padres, con el universal. No hay compromiso con el hecho de que haya
el término padre, si es universal, por lo tanto aristotélico, estará una esencia que permita justificar que el conjunto sea uno. Y
presente como esencia, sobre cada uno de los ténninos, presen- esta "noción de amplio espectro", quiere decir que estamos en
te en cada una de las instancias de esta totalidad. la época de las listas.
Nuestra época es la de un cuestionamiento de esta totali- El hecho de que Gadel haya demostrado la incompletud de
dad. Por ejemplo, como lo dice Hilary Putnam, el interés de los sistemas formales, incluidos los sistemas aritméticos más
Wittgenstein y de su noción de juego es que una noción no simples, lejos de ser una catástrofe para el pensamiento o un

136 137
to;'

Cric Lal/relll f'sicIll/lIl/lisis y sall/d /Ilel/lal. La "poca dc las lisias

impedimento, es una gran victoria. El teorema de Gódel no es garantía. El hecho de estar liberados de la garantía permite
el retorno de Dios, tal como lo interpretaron ciertos teóricos de buscar. Por ello el sector más dinámico de la lógica moderna es
Lovaina; no asegura la necesidad de Dios para dar cierre a los el de la teoría de la prueba, del que participan Girard y su
sistemas formales. Ésta es la interpretaüón de Ladriere, filóso- maestro Kreisel. La teoría de la prueba es precisamente que si
fo belga, que de este modo salvaba a la Universidad de Lovaina hay listas y sabemos que son necesariamente incompletas, hace
misma, universidad que está allí para asegurar y demostrar las falta una prueba que permita verificar que hasta allí no son
pruebas de la existencia de Dios desde hace mucho tiempo y inconsistentes y que no hay posibilidad de inconsistencia en el
aún continúa en el siglo XX. sistema; el hecho de que sea incompleta no tiene importancia,
Los espíritus más fríos, como Jean-Yves Girard, encuentran o como lo dice Girard: esto permite en todo caso hacer com-
que el teorema de Güdel demuestra especialmente que ahora prender que la completud no es verdaderamente lo más im por-
tenemos que vérnosla con listas numerables, y hay que hacer la tante del mundo.
prueba de que la noción en esas listas es válida, y hasta qué El dinamismo de la posición de Girard y la perspectiva
punto lo es. De lo que Güdel nos liberó es de una concepción filosófica en la cual sitúa la teoría de la prueba nos permite
'1
mecánica, de la esperanza de poder llegar a proponer primero pensar por qué no podemos aliarnos a una posición nostálgica,
III[ todas las posibilidades a partir de un cierto número de axio- a una defensa del padre en extinción; debemos desconfiar de
1'1

mas, tales que podríamos tener todos los juicios universales esos buenos ángeles que quieren enrolar el psicoanálisis para
dados en el mismo movimiento que los mismos axiomas. De que restaure los encantos y la seguridad de la familia burguesa.
1"1
111
este modo podríamos reducir todo sistema donde hubiera o); **
¡il
axiomas deductibles a una definición a priuri que ofrecería una
I!i
1,
garantía: incluso antes de lanzarse al descubrimiento de un
li11 teorema, podríamos saber, a partir de la definición a priori, por Freud percibía la nostalgia por el padre en Elmalcstar Cll la
i,,1

ejemplo a partir de la aritmética, todo lo que hay que saber con cultura,la Vaterselmsucht. Veía en ello un término fundamental
lii
los axiomas de partida del sistema aritmético. del malestar; y cualesquiera sean las medidas del derecho que
11

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Lo que demuestra Güdel, por el contrario, es que ningún a se tomen, siempre habrá una Vatersehllsucht en la cultura.
priori debe impedirnos investigar, y habrá verdades que po- Nunca se tiene suficiente padre, se demanda más. Ciertamente
II!
]11
drán ser encontradas sin que puedan ser alcanzadas a priori en urge separar la cuestión del padre en psicoanálisis y los
'¡I[ los axiomas del sistema. Jean-Yves Girard, ya les dije lo bien problemas de derecho que se plantean. Se trata de detener el
que pienso deél, pone de relieve en un artículo muy estimulan- desmantelamiento de los derechos paternos, que comenzó en
te, cómo las tres clases de enunciados que Güdel permitió los años '70, y que sin duda produce una serie de casos
conocer: los enunciados clecidibles, los enunciados universales extravagantes; sin duda es necesario que el derecho y aquellos
y los enunciados existenciales, son necesarios para orientarnos que los producen tengan en cuenta y se conmuevan con las
en el juicio. Pero quizá su aporte más esencial es demostrar y paradojas producidas a partir de los axiomas que han elegido.
mostrar que: decidible, universal y existencial no alcanzan, Del mismo modo, hay que reflexionar acerca de lo que
[1

como categorías de enunciados, para agotar el conjunto de lo quiere decir el derecho de tener un hijo como algo suficiente
que es necesario para orientarnos. Pero en todos los casos es
1111

'1' para justificar una procreación médicamente asistida. El psi-


seguro que estamos liberados de una categoría de enunciados, coanálisis insiste en el peligro de este derecho de tener un hijo,
I
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tales que algo sería a priori y tales que ese a priori ofrecería una en la medida en que la reivindicación del niño puede ocupar el

138 139
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11111

frie Lallrcllt Psicoallálisis.'l sa/lld 1111'11111/. La "I'0Cil dc las listas


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1111

'1 lugar del deseo; pues reivindicar un hijo no es lo mismo que modo-, que habría que poder identificar al donador de esperma
1111

desearlo. Con respecto al saber ocurre lo mismo: querer reivin- en caso de procreación nlédicamente asistida. Algunos llegan
dicar el saber es una excelente manera de no saber. El deseo
1"
'1
a decir que el hecho de nombrar este origen es indispensable
,: inconsciente no puede hacerse completamente consciente. Hay para evitar las psicosis, autorizándose para ello en el Nombre
'1,
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una sola persona que decía que no tenía inconsciente alguno, del Padre de Lacan. En general, los que proponen esto no citan
I'! era Monod, Prell1io Nobel francés que consideraba que era a Lacanperodicen queel nombre del padrees muy importante.
1'1',11 :! totalmente consciente de lo que pensaba, que podía asegurar Segura men te es importa nte, pero especial mente lo que pone
I'! que no tenía inconsciente y que era totalmente responsable de en juego es la relación del nifio al Otro burocrático: si su padre
lo que hacía. No sólo era protestante sino completamente hostil es la ciencia o si su padre es la burocracia, el sujeto frente a este
1I1I

al psicoanálisis, y era consecuente con la lógica de su enuncia- anonimato estará confrontado a un problema particular. Pero
!II
do. Pero con excepción de él, es muy difícil exigir que todo lo antes que el Otro de la burocracia y los bancos de esperma ha
"
inconsciente se torne consciente y que para cada uno su inten- habido muchos nifios abandonados y sin padre. Tenían uno, no
11 ción sea transparente. El psicoanálisis permite cuestionario. el padre de la realidad; como el caso que escuché en América
'1
¿Puede el psicoanálisis intervenir verdaderamente en las dife- latina, el de un sujeto abandonado, dejado a su suerte, que decía
Irl! rentes soluciones, entre los caminos elegidos por Bélgica, Sue- que había sido dejado a la gracia de Dios. Y de este modo tuvo
cia o Francia? En Francia, para reivindicar una procreación un nombre. No era anónimo, pues el amor de Dios era un
III!
11

médica asistida, se exige de la pareja que hayan vivido juntos nombre para él. Este derecho al origen permite decidir entre el
durante un cierto número de aflos y que esté legalmente camino que tomó Francia, que considera que es indispensable
constituida, según una de las versiones de la ley. ¿Puede el queel padre de los gametos nosea conocido por e!niúo, oe1que
111:1

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'."11111
psicoanálisis orientar en algo esas discusiones? De ningún tomó Suecia, que insiste en la necesidad de revelar al niño, en
modo. Se trataría de elegir personas casadas, cuando todo el todos los casos, el padre donador de esperma, para poder
mundo sabe que un matrimonio dura un promedio de seis al'10s guiarlo en los vericuetos de la existencia.
sin demasiados riesgos en las sociedades actuales, o el Estl' tipo de problemas me parece exactamente del mismo
concubinato de más de dos aúos. ¿Cómo situarse? ¿Cómo guiar orden quee! papelde las instituciones internacionales frente a la
al legislador? Es necesario mezclarse en esto lo menos posible, paranoia. Eldoctor Lacan seí1alaba,con respecto a un sujeto que
y dejar a la gente calcular cuáles son las restricciones que hay pasaba porSainte-Anne directamente llegado de Ginebra y lue-
!I'I
que plantear. El camino de Suecia es mucho más amplio go de pasar por numerosa instituciones internacionales (había
IIII! seguramente; se discute si los concubinatos homosexuales hablado de su caso en las Naciones Unidas y todas las innume-
pueden tener derecho a la procreación médicamente asistida rables agencias que están en Ginebra), que incuestionablemente
III!I
cuando son mujeres. Alguien me decía que escuchó que se las instituciones internacionales han dado un nuevo campo de
',1'
1,1,,1

podría, en un breve lapso, hacer lo mismo con los padres, los maniobra a la paranoia. Hay una multiplicación de los dere-
hombres, pues se podrían gestar embarazos en el saco escrotal. chos, de los laberintos administrativos por los cuales se podrá
Esperemos un poco y veremos producirse divertidos proble- obtener su origen, a condición de haberlo pedido y de haber
mas para el derecho; ¿cómo permitir y hasta dónde el derecho llenado los formularios para conocer ese secreto origen. Cierta-
al origen? Los psicoanalistas se hacen defensores del derecho al mente que, multiplicando los procedimientos, se dará un cam-
origen y dicen que sería esencial para los niúos tener el derecho po suplementario a esta cuestión, lo que ocasionalmente puede
1"

de saber quién es su padre gamético -si puedo decirlo de este ser útil. Pero no es concebible remitir esto a los límites de la
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clínica, sino más bien a ese vago principio un poco laxo que dice ser arnada y no lo es, y otros muy indignos de serio y que sin
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que sería esencial escribir el derecho al origen en la Constitución embargo son agentes de ese dios.
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1.;'11

para evitar las psicosis. Una vez sabido quién es el padre, esto El psicoanálisis puede recordar esto, puede recordar sobre
deja perfectamente abierto lo que tiene que ver con el origen. todo que en relación al padre se sitúa pasando por el mislTlo
Muchos saben bien que el padre -lo que fue el padre para la camino que con respecto a la madre. En el fondo, el psicoaná-
,1'1
madre-, como decía Freud, es mucho más el padre de ella que lisis ayudó a separar a la madre y la mujer, separando la
San José, el hombre que acompañó toda la historia, que tomó el cuestión de la mujer respecto de la procreación. Lo mismo
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1'111

relevo y que quiso por amor a ella hacerse vehículo de la de- ocurre con el padre. Se trata de situar al padre por fuera del
manda. horizonte de la procreación.
111 De todos modos, lo más urgente por el momento es que el Finalmente, Edipo no es el padre de la fecundidad, es el
derecho al origen no produzca padres que crean que pueden padre de la sexualidad. El padre es el responsable de que el
11

I
tomarse por padres, porque se convertirán en algo mucho más destino del deseo que liga a un hombre y a una mujer tiene un
I
peligroso para los hijos. Si Schreber no hubiera sabido su resto. El deseo no se agota en el símbolo, no sólo hay una caída,
origen, quizá hubiera sido menospsicótico que con este origen sino un resto; ese resto por el cual, según esta fórmula del deseo
,1
absolutamente atestiguado, con este padre que le cayó encima del hombre, está puesto en posición de causa. Por ello Lacan
incitó a los psicoanalistas a leer la historia de Edipo un poco
,.,111
con la eficacia que conocemos.
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más allá que la de Edipo en Tebas. Les propuso leer Edipo en
~!I Cuando los psicoanalistas, en nombre de su experiencia,
Colono, que trata del reencuentro del padre y del hijo, cuando
II!
intervienen con respecto al hecho de que esta procreación el deseo, incluso el deseo incestuoso de Edipo, fue consumado.
médicamente asistida sea gratuita, denuncian el ideal francés
¿Qué sentido ha tenido ese deseo? Justo antes de morir Edipo
I1 de gratuidad. Francia creía estar al abrigo de todo, de todos los
I~:
se lo entrega a su hijo -en todo caso tal como el COl'O10
problemas en la medicina, a condición de que ésta sea gratuita, vehiculiza-; "nlás hubiera valido no haber nacido". Existe en
y denunciaba al malvado capitalismo anglosajón; vemos los ese diálogo del padre y del hijo la profunda maldición que liga
:~I resultados que se obtuvieron en las transfusiones de sangre. esta relación del padre y del hijo. Se dice en Edipo en Colono,
Podemos acordar que el psicoan,Hisispuede funcionar como
11I1

1'1:
I,¡I
tal como lo enuncia el coro, se dice también en el desencuentro
un cierto remedio a la ingenuidad, pero no tiene ninguna que se produce en el sueilo --sitomamos la Interpretación de los
utilidad para limitar los abusos del capitalismo desencadena- slldios- del padre que oye a su hijo decide "Padre,¿no ves que
l'
!.I.·II!I
.. do sobre estas cuestiones; ya que por una suma de dinero, se estoy ardiendo?". Si la relación de filiación da un nombre, no
11

podría inseminar a una mujer de 100 ailos si lo quisiera, o si deja sin embargo saber al sujeto que ya estaba muerto.
~.ill
I
tuviera los medios para ello; siempre encontraríamos a alguien Dar un nombre al resto de lo que ha sido el deseo del padre
~
1.11.:'1 que se encarnizaría en hacerla. Nos damos cuenta de que hay y los estragos que produjo esta creación, el hijo, la hija. Su
11,1
que calmar todos estos pruritos. función es, por lo tanto, dar un nombre a ese destino, pero ¿qué
:!:
"1
"1 Ciertamente el padre existe, hay que separar esto del psicoa- tipo de nombre? Es un problema muy importante de la teología
nálisis y de las apuestas del derecho que recubren su nombre. ver cuán irreductibles e impronunciables son los nombres en la
~i
Ili:! No puede haber derecho al padre porque, es terrible pero es Biblia; así como las diferentes utilizaciones del nombre en los
así, en el mundo no hay derecho al amor, es un dios ciego que textos sagrados dan lugar a una teología extremadamente
no se presta a la justicia distributiva. Hay gente que merece compleja.
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11

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143

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Jacques-Alain Miller ha tratado en su curso este tema, se sobre el padre permanezca vaCÍo. A partir de allí podrá co-
trata del nombre del padre que se presenta bajo una forma, no menzar un psicoanálisis.
de resto sino de un resto que no obedece al orden de los ***
nombres, se presenta bajo la forma del nombre de nombre,
incluso del nombre de nombre de nombre. Deberemos retomar
la interpretación de esta indicación de Lacan en su prefacio a Vaya viajar mañana a Italia. Daré un seminario sobre el
"El despertar de la primavera" de Wedekind. tema "Cómo comienzan los análisis". Y en efecto, ¿cómo co-
No hay derecho al padre para todos, sino el examen del mienzan?
encuentro fallido, del resto. Y el respeto al padre o el amor que Es un hecho que comienzan; y que Freud juzgó oportuno
puede inspirar, señalaba Lacan, deben ser examinados: la describir este comienzo recurriendo al 1mb lógico de los juegos:
manera en que ha hecho del deseo una causa y cómo se sostuvo el ajedrez. Allí, uno de los jugadores opone al otro su propia
en él, la manera en que el padre ha podido hacer de una mujer lógica y debe terminar pudiendo anticipar suficientemente la
la causa de su deseo; lo que no excluye de esta interrogación el estrategia del otro para neutralizada en sus consecuencias. La
campo de la homosexualidad. separación del psicoanálisis de otras formas de terapias se
Lo que el psicoanálisis reivindica no es la vía de la nostalgia, asegura, según Freud, por el hecho de que la eficacia terapéu-
ni la vía del derecho para todos, sino el examen del uno por uno, tica no se basa en un orden: ninguna sugestión, sino una lógica
en un cálculo colectivo, cálculo que debe ser posible -contra la por la cual hay que dejarse llevar. Si ésta es aceptable, es en la
psicología de masas-, el examen lúcido de lo que ha sido el medida en que se impone a los dos presentes, sometidos a la
padre para cada uno. lógica de la asociación calificada por Freud de libre, referencia
Por ello el psicoanálisis no es pesimista, ni es un nihilismo, irónica al asociacionismo de la psicología universitaria de la
es una crítica; no está con el universal, no estei tampoco con el época.
imperio de la nada, pues el goce es imposible de negativizar. Bastaba con dejarse llevar a decir todo lo que se cruce por la
Hacen falta significantes amo que hagan el goce compatible; y mente. Les recuerdo el examen de la regla que dio Freud:
Lacan no tuvo ninguna complacenci¿1 por el infierno sartreano "No sólo debe comunicamos lo que él diga adrede y de buen
que denunciaba a los otros para hacerle un lugar al partido, que grado, 10 que le traiga alivio, como en una confesión, sino
fue para Sartre su guía, el Partido de la época. también todo lo otro que se ofrezca a su observación de sÍ, todo
Es difícil, entonces, que el psicoamilisis abogue por el dere- cuanto le acuda a la mente, aunque le sea desagradable decido,
cho a la sa!dcl mental, acompai'lado del agente que la represen- aunque le parezca sin importal1cia y hasta sin sentido".2
taría: el derecho al padre para todos. Lo que demanda se ¿Cuál era la interpretación deeste dejarse nevar a decir lo que
sostiene en una frase: es que a cada uno, uno por uno, se le dé le viene a la cabeza? Es claro que en la época en que intervino
~
lill la posibHidad de examinar lo que tiene de irreductible el Lacan se veía en ese recurso la puesta al día de un automatismo
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.
nombre del padre, el lugar que tiene para él el amor al padre. funcional casi maquinal, que revelaba un inconsciente asegura-
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1:., Esto le deja a cada uno la posibilidad de saber lo que ha sido do por una técnica, y lo esencial consistía en suprimir las resis-
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11'
para él el padre, a condición de que ningún discurso tencias frente a ese automatismo ideico, pensado de un modo
111 preestablecido venga a decírselo por adelantado, a priori. Me
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~I parece que es el único anhelo que el psicoanálisis puede tener 2. Freud, Sigmund: "La técnica psicoanalítica", en Esquema del psico-
I con respecto al padre, el derecho a que el lugar del discurso I/milisis,t. XXlII, Buenos Aires, Amorrortu, 1980, pág. 175.
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casi biológico de liberación funcional. En efecto, Henry Ey con do a la demanda de esclarecimiento del Hombre de las Ratas.
11111,
sus gustos organodiné1micos délba cuenta perfectamente de la No interpreta la resistencia en el sentido en que no se rehúsa a
1"11
necesidad de la asociación libre, era necesario bajarel umbral de la demanda del paciente; le responde, pero como dice Lacan de
,1,

la conciencia y liberar el automatismo. Concepción tecnicista a manera muy sucinta y no para embarcado en una explicación
1",1:11
'11:
1;1'
la que Lacan se oponía a la luz de la verdad de Freud, pues su de doctrina, que objetivaría su mal. Se trata de un don de la
1,1 descubri miento no consistía en u n mecanismo, sino en el ca mpo palabra, para obtener la implicación del sujeto en su mensaje.
de incidencias de las reL:1ciones con el orden simbólico y del Entonces, una segunda respuesta sobre el comienzo de los
ascenso de su sentido hasta bs instancias más radicales de la análisis sería ésta: "los análisis comienzan cuando el sujeto se
simbolizéwión del ser. implica en su mensaje". Es otra manera de decir la rectificación
I Una manera de decir cómo comienzan los análisis es que subjetiva. Pero lo importante es que nosotros vemos la parado-
comienzan cuando la verdad se pone en juego en las relaciones ja de la situación analítica: en ellnomento en que el. sujeto se
1,1

que cada uno tiene con el orden simbólico. Queda por saber comprOlnete en el camino de la verdad -primera respuesta-,
cómo se obtiene que el sujeto consienta a esta verdad que va a surge el momento en que se imp1ica en su mensaje, y de eso se
¡!I','I¡!
;11/
decirse por su boca. El consentimiento es lo que está acorralado trata en el goce del Hombre de las Ratas. Denunciando la
en estas metáforas del contrato, el contrato terapéutico o la verdad de su fantasma experimenta un goce. Existe el goce
111,1,
alianza terapéutica con la parte sana. sentido, el sentido de gozar que tiene la puesta en juego de esta
!'II!I
Este consentimiento está ubicado para Lacan en el rnismo verdad. ¿ Cómo el psicoanálisis puede entonces desbaratar este
1',1
plano que la verdad. No ~;etrata de obtener del sujeto que hable movimiento, cómo puede desbaratar la paradoja misma de la
'II!
1,:1 de él en un contrato terapéutico, en una objetivación reforzada forma de comienzo de los análisis, ese anudamiento inicial
'1'1
por el saberpsicoana1itico. que no sería más que pura técnica de entre la verdad y el goce?
objetivarse, sino méls bien de obtener una nueva subjetivación.
1111 Lacan hace una lectura del Hombre de las Ratas. Señala que CLASE DEL 16 DE MA1,ZO DE 1994
la cosa no comienza cuando Freud logra ir más alLí. de las
"11

1, primeras resistencias, se trata de situar de otro modo al sujeto


""",,11.11

frente al enunci¡ldo de su queja y de su tormento. Por ejemplo,


111,

'11,;
obtiene del Hombre de las Ratas el relato del suplicio
1]1
fantasmático y sitúa así la satisfacción qlle el sujeto obtiene de
él por el relato mismo. Freud se da perfectamente cuenta de que
111,,"11

III[

contando su suplicio, el sujeto experÍlnenta una satisfacción, o


'1'
11,111'
dice que experimenta: "un goce ignorado por él mismo". Freud
ve bien que a partir de esta manifestación del Hombre de las
1'1,111,1

1,1:
Ratas, en el momento en que habla de lo que lo hace gozar este
relato, se identifica él mismo al capitán cruel que hizo entrar
por la fuerza este relato en la memoria del sujeto. Y cuando el
Hombre de las Ratas lepide más explicaciones, Freud no es
incauto. Lacan responde allí a una crítica que se le hacía en los
afíos '50, diciendo que Freud se había equivocado respondien-

146 147
111

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'1

'.'1'1'1
'1:1
9. EL NOMBRE PROPIO Y LA SUTURA

La pregunta acerca de cómo comienzan los análisis planteó


un cierto desvío del hilo principal de este curso, consagrado a
la identificación; pero la función de la identificación está al
mismo tiempo en el corazón de la cuestión del comienzo de
análisis. Es un desvío que se alimenta, entonces, de la corriente
principal.
Partimos de la manera en que Lacan relee el comienzo del
ancílisis del Hombre de las Ratas, para sefíalar la primera
paradoja de la entrada en análisis: enel momento mismo en que
se introduce el campo de la verdad, se manifiesta otra cara del
sentido del síntoma, no sólo verdad sino goce. Goce que se
pone a hablar por la boca del analizante cuando se pone en
juego ese sentido, cuando se realiza el retorno de lo reprimido.
En el caso del Hombre de las Ratas, su rostro puede leerse en
el momento en que confía a Freud su fantasma, pues se dibuja
en él una expresión que Freud califica como de un "goce
ignorado por él mismo".
¿ Qué es, entonces, lo que va a oponer el psicoanálisis a lo que
se le impone como no separación entre verdad y goce? Prime-
ramente, la ubicación de un lugar que fue presentado, tratado
por Lacan de diferentes formas.
La primera forma en que podemos presentar la puesta en
juego de ese lugar es hacer surgir en medio del sentido presen-
te, el vacío que encierran todas las declaraciones, todos los
dichos del analizante. El analista intenta hacer surgir ese vacío
a través de las diferentes declinaciones de las identificaciones
que hace el analizante. Primeramente le presenta todo lo que
149
Erie LI/urelll El JIOJiJbrc propio y la sutllra

hace en la existencia, sus acciones, su actividad; el analizante acciones con la ayuda de la potencia del lenguaje, el equívoco,
que viene a buscar un analista es un hombre de su tiempo, del lo que Freud llamó la sobredeterminación, el hecho de que hace
nuestro, para quien todas las acciones deben tener una meta. falta al menos un doble sentido para que el analista pueda
Entonces, viene a quejarse porque no logra lo que esperaba, operarsoble el decir delanalizante; el psicoanalista se apoya en
viene a decir cómo se agota en encontrar una meta a su acción. ello. El instrumento de demolición de las identificaciones va él
Todo esto corresponde a una época, la nuestra, donde se ser el equívoco del lenguaje.
pone al desnudo lo que Heidegger señaló en su crítica, que es Es esta sobredeterminación la que está en juego en el caso de
la época del desgaste de todas las materias primas, incluida la un sujeto que vino a ver al analista con un síntoma ligado parti-
materia prima humana; una materia que se agota en beneficio cularmente a su incapacidad para esperar -espera ansiosa, es-
de una producción técnica, de la posibilidad absoluta de fabri- pera pasiva, espera fatigada, espera morosa ... -. Declinaba to-
car todo. Hay huellas de este desgaste de la materia prima das las formas posibles para él de lo insoportable de la espera.
humana, desde las enfermedades profesionales -la figura Primeramente hubo un largo tiempo de entrevistas prelimina-
del hombre que se mata trabajando- hasta la producción del res en que hizo sufrir también a quien lo escuchaba, la espera
hombre-desecho -hombres que nadie quiere para la produc- siempre decepcionada de lo nuevo por venir de la repetición de
ción-. La crítica que hace Heidegger es que toda esta actividad la queja. Hasta que surge un sueí10(no era eJprimero) en el cual
recubre un punto, enmascara -dice- "el vacío total del siendo había un personaje importante para él, la hermana de uno de los
donde están suspendidas las estofas de lo real". Este término padres con la cual tenía una relación compleja; en ese sueüo
muy heideggeriano evoca el velo y la trama a la vez, el velo del había una relación amorosa con esta persona. Y dice: "de todos
tejido y su tran1a misma. Lacan lo reloma para calificar, por modos, ¿por qué la espera, por qué la espera?". El corte de la
ejemplo, el fantasma como estofa del sujeto. Ese vacío del sesión lo sorprende: en efecto, ¿por qué la tía? Primer efecto
siendo es otra manera de decir l]Uehay una acción sin meta que sobre una queja formulada de manera repetitiva. Para los que
es el secreto de todas esas acciones con meta. Esa acción sin no tienen al francés como lengua materna, el equívoco es entre
meta es para Heidegger hacer aparecer las manifestaciones de la tía (ln hmtc), el personaje, y la espera (l' nttcntc). No se trata de
la verdad, la nada que es, a partir del siendo, una mani festación que su síntoma no entre en la categoría general del síntoma
del ser, signo de la presencia que percibe el poeta o signo de la obsesivo de la espera ansiosa, sino que quiere decir que, para
presencia de Dios. ese sujeto particular que se implica en su síntoma como sujeto,
En todo caso, el psicoanalista no puede sa tisfacerse con este el mínimo del equívoco permitía tratar ese síntoma poniendo
de relieve el goce que ocultaba.
tipo de definición, abandona en este punto el discurso de la
filosofía; considera que la acción sin meta es aquella donde Entonces, se produce la instalación de ese lugar por medio
aparece la huella del goce, y donde se mezcla a la vez verdad y de la fuerza del lenguaje, por el equívoco, que no es más que los
poderes de la combinatoria del lenguaje. Por ese mismo movi-
goce. El goce es sin meta, pues no tiene otra meta más que sí
miento el analista hace surgir el lugar de la combinatoria del
mismo. La definición del goce es el goce de la rosa: la rosa goza,
lenguaje y almismo tiempo el horizonte del decir, su límite, que
como dice el rnístico, porque es sin "por qué". El místico es
es el horizonte de final, de muerte, que toda palabra puede
Angelus Silesius, Lacan lo retoma y cita varias veces en el curso
circunscribir. En "Función y campo de la palabra y del lengua-
de su obra. "La rosa es sin por qué." Se logra hacer aparecer en je... ", Lacanpuede hablar de "[... ] la introducción del sentido
los dichos del analizante el vacío que subyace a todas sus mortal que revela en la palabra un centro exterior al

[50 151
Eric Lmn<'lIt l:t 'IOIII/'re propio lf la slIlilm

lenguaje" .ILa expresión es extraña: centro y exterior; normal- figura de la lll,íSC,lr,ldc' la muerte. Se trata de producir el vaCÍo
mente los centros son interiores. Pero por supuesto, basta haber como horiz(lIlll' ('x l('ri()ral lenguaje, exterior a todo lo que pue-
leído un poco a Nicolás de Cusa para saber que es más compli- de decirse, tal COIllO:"y bien, morirás solo, debes saberlo, lo
cado. El centro exterior va a tomar la forma del toro: olvidas por un 1l1OIllcntopero es bueno recordártelo". Lo que
agrega es que en ese punto existe también este goce que escapa
al lenguaje y se ocul ta siempre. Es el misterio; pero e! término
misterio podrÍ<1aún conservar sus connotaciones religiosas,
hablemos entonces de las dificultades del concepto freudiano
del sentimiento de culpabilidad, donde se anudan e! goce y la
relación a la impostura, a la máscara frente a la verdad última.
Lo que e! analista agrega es su interpretación de este punto,
la interpretación del goce propiamente dicho; es lo que hace a
la originalidad de la rectificación subjetiva que Lacan propone
El centro, el vaCÍo de la acción, puede designarse como reconsiderar al comienzo del" caso Dora". Se trata de recordar-
verdad, como nada, también como muerte, en tanto vanidadde le a Dora su lugar, pero interrogando la parte del goce que ella
todas las acciones y al mismo tiempo como goce. Hay una serie obtiene, como en el caso del Hombre de las Ratas. Yla parte de
de valores de la nada, del agujero, que se encarnan en esta goce que toma Dora está en su síntoma fónico. Entonces, por
instalación del vacío que produce el analista para sustraerse. una parte el analista hace surgir el vaCÍo,y por otra lo hace
Esta articulación, donde se anudan muerte y goce, es central surgir en tanto que tomado en la red del lenguaje, en la
para que la acción del analista no se asemeje a la del moralista. combinatoria, esta combinatoria que parece funcionar sola.
La acción del moralista tiene toda su fuerza, es un personaje Por ello el interés de Lacan en una metáfora del comienzo de!
esencial a lo largo de los siglos: el moralista puede burlarse de an,ilisis que no estaba presente en Freud, éste había elegido e!
todas las acciones humanas en nombre de su vanidad o de valo- ajedrez, un análisis comienza como una partida de ajedrez;
res supremos. El moralista ateo no pone al valor supremo en Lacan elige el bridge, un análisis comienza como una partida
primer lugar, en nombre de cualquier mandato de origen reli- de bridge. ¿Por qué? Porque la ventaja del bridge es hacer
gioso, pero puede poner de relieve la vanidad de la acción en surgir una pura combinatoria: una vez terminados los anun-
nombre simplemente de la figura de la muerte: "te agitas mu- cios,se debe efectuar un contrato según un tipo de combinatoria,
cho, ¿quieres realmente tu vida?, ¿es que a la hora de morir, no y el lugar de esta combinatoria está marcado por el hecho de
la lamentarás?". No hace falta un psicoanalista para recordar- que un partenaire se retira, se va de la mesa, pone sus cartas
nos algo así, siempre bienvenido cuando alguien se queja: frente a él, y este lugar es lo que se llama "el muerto". De
"¿quieres verdaderamente tu vida? Ysi no la quieres, arbi tra los entrada la primera sustitución es: allí donde estaba la muerte,
medios para cambiarla y deja de quejarte". Lo que el psicoaná- se reemplaza por "el muerto", primer nombre de la muerte, del
lisis agrega a la producción de la vanidad, presente en la tapa horizonte de sentido mortal pero como pura combinatoria. Ese
del Seminario XI en el cuadro de los embajadores, es que pode- lugar central puede explorarse con la ayuda de figuras estric-
mos producir el vacío, producción en un momento dado de esta tamente regladas. Y este horizonte encuentra, brutalmente,
una distribución por la potencia combinatoria del lenguaje que
1. Lacan, J.: Escritos 1, ob. cit., pág. 308. organiza los equívocos, según términos que Lacan retoma.

]52 ]53
Eric LOllreJlf
J:l 1I01Jl/Jre propio y Ja slItllm

De este modo, este lugar de la verdad o del vacío, que para hará en Scilicd L'11 1968.Este algoritmo de la transferencia se
el filósofo es lo que hay que mostrar, para el psicoanalista da presenta de m¡llll'r¡l distinta en la primera redacción de la
lugar a una práctica, pues se apoya en el ejercicio mismo de su proposición. Quisiera leerles, primeramente, el parcigrafo, y
función; en un uso particular del lenguaje que consisteen tratar comentárselos luego:
de reducirlo a su función de potencia combinatoria. Jakobson "Se reconocc CI1 la primera línea el significante S de la
designaba en el lenguaje un cierto número de funciones: la transferencia, L'S dccir de un sujeto, con su implicación de un
función informativa, la función del pl/lltos, que es una función significante que' llamaremos cualquiera, es decir, que sólo
de presencia. El ejemplo mismo es: "hola, hola", "estoy aquí, supone la particularidad en el sentido de Aristóteles (siempre
está al1á, estamos al1á", nos aseguramos de eso, Habría que bienvenido), quc por este hecho supone aun otras cosas. Si es
agregar a estas funciones informativas, del tipo" estoy bien", el nombrable con un nombre propio, no es que se distinga por el
"hola, estoy bien", pues ya hay allí dos funciones. Parece una saber, COlnoveremos a continuación."2
nada, pero la función del plll1tos y la función infonnativil esUin Este pequeño párrafo merece algunos comentarios, incluso
mezcladas, independientemente del código de gentileza; ade- algunas aclaraciones, pues nos preguntamos por qué el
más está la función equívoca. Yel uso del psicoamilisis es tratar significante cualquiera supone la particularidad en el sentido
de reducir el lenguaje en la sesión analítica, tratar de obtener de Aristóteles. Problema divertido en el fondo, ¿por qué el
que rinda al máximo en esta función, la función equívoca. La significante cualquiera, que no parece particular, supone justa-
sesión analítica, en este sentido, es una suerte de acelerador de mente la particularidad? ¿Por qué hay encadenamiento de esta
partículas, se trata de entrar en un espacio muy acelerado particularidad con el nombre propio?: "si es nombrable con un
donde se centrifuga un cierto número de funciones del lenguaje nombre propio, no es que se distinga por el saber". Tenemos la
para que sólo aparezca la función del equívoco. Es ésta la que instalación de este primer algoritmo de la transferencia, que
va a tratar el goce-sentido obtenido luego de poner en funcio- designa al algoritmo del comienzo de anéilisis:aquel por el cual
namiento el análisis. El goce-sentido, el del Hombre de las se efectúa el tratamiento de goce en el campo analítico. Tene-
Ratas que cuenta su fantasma, el de Dora confiando el goce mos a la vez un sujeto, un nombre propio y la particularidad;
sintomático que extraía de su queja. los tres términos se despejan y se distinguen cuidadosamente,
con una interrogación: ¿es verdaderamente posible que el
sujeto sea nombrable con un nombre propio? ¿Cómo va a
'x * -).. introducirse el analista?
El ana lista viene al lugar del significante cualquiera. Efecti-
vamente, ésa es la maravilla de la transferencia analítica que
SI ----~~s q
debe marcarse siempre: la transferencia funciona cualquiera
sea el psicoanalista, si está en su lugar. Si ocupa su lugar,
S (S1'S2'S1"') cualesquiera sean sus particularidades, asistimos a la maravi-
lla: un sujeto quiere analizarse con alguien como él, o según su
Será necesario adjuntar la nueva implicación subjetiva a
esta potencia del equívoco. Lacan va a resumirlo o a ponerlo en 2. Lacan, J.: "Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el psicoana-
matemas en el algori tmo de la transferencia, a partir del'64, del lista de la Escuela", enMomentos crucia/es de /a experiencia ¡'J/lIl/(fica, Buenos
'67 en una primera publicación, y luego en una segunda que se Aires, Manantial, 1987, pág. 13.

154 l55
Eric Lallrcn/
El nombre propio y la sn/llm

ideal, "quisiera analizarme con un hombre más joven", según Lo que Lacan ,lgrega en su "Proposición del 9 de octubre de
sus ideas de éxito, "dinámico, ete.", resultado de la operación, 1967... "es que el ,1l1alistano estará verdaderamente en el lugar
termina analizándose con una dama que no tiene un aspecto del significan te cualquiera sólo si ha atravesado una experien-
muy dinámico, y todo funciona notablemente bien. Y a la cia. Baltasar Cracián, jesuita español particular, muy singular,
inversa, el sujeto que quiere una dulce dama, que no le dé llamaba a la experiencia que debía atravesar el moralista: el
miedo, que no levante la voz, por la mejor de las razones; ya que "desengaño". Existe el encantamiento del mundo, el engaño
sin duda están ligadas al hecho de que su padre lo molestó fundamental del mundo, y se trataba de alcanzar lo que llama-
bastante en la vida, y no quiere alguien que tenga voz gruesa; ba "el hombre moderno", "el hombre de su tiempo", "el
finalmente termina con alguien absolutamente opuesto a lo cortesano"; quiere decir aquel que podía dirigirse a todos los
que quería, y el análisis marcha lo más bien. Entonces, lo hombres de la corte. Debía atravesar esa experiencia, darse
importante para el psicoanalista es que se mantenga en su cuenta que todo no es más que vanidad y semblante; y detrás
lugar. Su tarea consiste en hacer aparecer el vacío, hacer apare- de toda h petulancia, la arrogancia, y este orgullo nobiliario
cer bajo los dichos del ana1izante la acción sin lneta que sostiene que sólo sabían producir las grandes cortes del siglo XVII,
todo este edificio aplastante para el sujeto, y si se mantiene en había que lograr hacer surgir la figura del hombre que sufre, del
eso, sus particularidades van a borrarse. ¿Por qué? Porque si hombre que no sabe, y que se esconde detrás de todos esos
ocupa ese lugar, aparece el primer significante; por el hecho de semblantes. Lo que se obtenía por una suerte de ascesis moral.
venir a ese lugar de destinatario, va a aparecer el primer La vía del psicoanálisis es otra, se obtiene por otro tipo de
significante al que Lacan puede poner un índice "significante ascesis, que es el psicoamí.lisis mismo. Decir que un análisis
de la transferencia" -no en este algoritmo sino en otro lugar-o funciona si el analista puede ocupar el lugar del sin cualidad,
Entonces, este significante de la transferencia aparece del verdadero hombre sin cualidad, es decir que en el final del
retroactivamente, porque el analista se hace el destinatario análisis se desembarazó de un cierto número de identificacio-
cualquiera, que debe borrar su particularidad, "hacer el muer- nes, e incluso que tiene una relación especial con la identifica-
to", decía Lacan al comienzo: hacerse lo suficientemente cual- ción, que le da su particularidad. Yes porque se ha separado de
quiera como para ser el destinatario del significante. Borrar su sus particularidades que tiene una oportunidad de poder ser
particularidad es muy difícil. Siempre ha sido un ideal, espe- cualquiera en el comienzo.
cialmente para aquellos que tenían que dirigirse a los otros. San Lacan agrega "la particularidad en el sentido de Aristóteles";
Pablo recomendaba en sus formaciones a sus alumnos, en sus hay muchas maneras de comentar este punto. Podríamos ana-
direcciones espirituales, ser hombres de todos los hombres, lizar por qué Aristóteles introduce la particularidad: pero ya
hombres de todos los instantes, hombres de todas las horas. hemos visto en un determinado momento las relaciones de la
Hacerse el hombre de todos los hombres, es poder escuchar universal y la particular en Aristóteles. En sus relaciones de lo
todo lo que hay que escuchar, es borrarse. Ésa es la humildad particular con el "todos", la cuestión es saber si el "todos" es
del creyente. "Para escuchar al otro, cadaverizar su posición", primero en relación con la definición de la particularidad. ¿Qué
dice Lacan en un momento dado; pero esta manera en que el es lo primero, la existencia o lo universal a priori? Decir "la
ana lista se haría el espejo del otro es una posición anterior al particularidad en el sentido de Aristóteles" supone fundamen-
psicoanálisis, recomendada a aquel que quiere dirigirse a los talmente una existencia. Es decir que lo importante cuando
hombres. Para dirigirse a todos, es necesario no contar para Lacan habla en ese momento del "significante cualquiera" es
nada. que eso no supone que sepamos lo que es el universal de "todos

156 157
El'ic Llllll'clil EI/lOlI/I,I't' propio y la ::tlll!i"!I

los analistas", lo que es el concepto que permitiría atrapar Balint. .. Parece algo extraño que se mantiene unido, y no por
"todos los analistas". Lo que hace falta es una particularidad e! ejercicio de una técnica. No podemos decir que tienen en
que permita captar la existencia de un analista. En este sentido común la aplicación del mismo procedimiento técnico. Ésta es
Lacan pone delante la función de la particular en ese punto. la definición tecnicista que apunta a decir: "todo e! mundo
Porque es necesaria una operación de negación de las particu- aplica la técnica, por lo tanto son iguales". No es de ningún
laridades: pero en un sentido más profundo, porque el concep- modo así, es claro que cada uno de ellos se ha visto tocado en
tomismodeanalista cuestiona el universal de Aristóteles y deja el corazón del ser de un modo diferente y el conjunto que se
al desnudo la función de la existencia. constituye nos proporciona una lista.
Jacques-Alain Miller comentó en una ocasión este punto Finalmente, siguiendo a Jacques-Alain Miller, quien co-
señalando la función del hombre prudente en Aristóteles. En la menta las tesis de Lacan, se trata de extraer esta marca del
misma línea que Jean Aubenque, eminente aristotélico francés, psicoanalista 1násallá de las identificaciones. Desde e! comien-
marcaba que el hombre prudente, para Aristóteles, no tiene zo del análisis se produce un fenómeno del mismo orden. Si
concepto; lo que hace que no podamos definir priori el hombre
r/
puede producirse al final de! análisis para el analizan te, se
político adecuado para la ciudad. Es muy importante, porque producirá tanto más cuanto desde el comienzo el analista
ésa es la gran diferencia con la concepción platónica del buen habní ocupado este lugar. La figura de "poder ser sin particu-
político, que fue vulgarizado por el término: "el rey filósofo". laridad" es también desprenderse de la barrera del pudor, de la
Se complejiza más en Platón, pero en todo caso quiere decir que convención, de la opinión corriente. Era mucho más difícil en
hay una definición posible del político: el hombre prudente es tiempos de Freud, pues la sociedad era victoriana, más en
el político. Aristóteles dice: no sabemos; todo lo que hay es que Inglaterra, dado que se sabía que Viena era un centro licencioso
hay hombres prudentes y, en efecto, somoS capaces de recono- y que los hábitos vieneses estaban corrompidos por e! vals,
cedas, la historia los reconoce, hay buenos y ma los políticos. Es danza lasciva si las hubiera. En París y en Viena las costumbres
incuestionable, hay gente que con el poder hace catástrofes, eran alocadas, pero el resto del planeta respondía a la época
otros que no. Se perciben, se reconocen; Aristóteles considera- victoriana. Entonces, era muy difícil escapar a la opinión co-
ba que era posible reconocerlos por medio de listas. Es lo que rriente. Ahora estamos en una sociedad permisiva y no parece
Jacques-AlainMiller subrayaba como de interés para el psicoa- que el psicoanalista se sienta impactado por una determinada
nalista; en la concepción de Lacan, el psicoanalista, como el práctica sexual o por una conducta. Para que diga: "No, veTlla-
hombre prudente de Aristóteles, no se define por un universat deramente esto es excesivo, no debo tomarlo en análisis", tiene
sino por una existencia. Existen psicoanalistas, que no tienen, que ser algo muy grande. La pregunta sobre el canalla, aquel
en general, nada en común, y sin embargo podemos reconocer- sujeto que no hay que tomar en análisis, se plantea en otro
los. Si hacemos una lista de los psicoanalistas, podemos poner registro muy diferente a la condena de las costumbres; los
a Freud, Winnicott, K1ein,Ferenczi, Lacan, todos ellos no tienen hé:íbitosestán muy desgastados y nadie sabe muy bien cuál es
ningún punto en común, y sin embargo forman una lista que es el ideal, qué es lo que hay que hacer; incluso si en los ailos '90
muy difícillLacer consistir como ideal. Melanie Klein, formada hay un retorno del conservadorismo.
como madre de familia, simpática, poco tiene que ver con la Hoy está más presente la cuestión de "encontrar lo que hay
formación de Lacan; entre el médico pediatra de formación que decir" que la barrera de la convención o de la opinión
aristocrática inglesa Winnicott y el médico de formación judeo- común. Cito a la figura del literato, que debe llegar a encontrar
húngara Ferenczi, ¿qué relación habría?; incluyendo allí a las palabras que convienen a su época para producir efectos de

158 159
F

Erie Lallr¡'Jft
E/nombre pl"Ol'io I¡/a sutum

verdad. Esa figura admirable fue Dante, el poeta italiano, que con plantear significante / significado; hace falta el referente,
en plena guerra civil convoca a sus amigos y a sus enemigos, referente aún latente, pues el saber inconsciente, al comienzo,
pone todo en un infierno y luego atraviesa todos esos infiernos no está allí, está en potencia, está por venir; decimos simple-
y dice a cada uno su verdad, su palabra, méisallá de la condena, mente que vamos a ubicarlo en un lugar donde va a inscribirse.
pues ya todos están condenados -es práctico, están en el El analista va a realizar la hazaña de hacer consistir esta
infierno, ya está hecho-o Una vez que ya está hecho es necesario suposición de un saber tomado en su significación, como lo
poder hablarles. Entonces, llega y escucha sus quejas, es muy dice Lacan, concerniente a un significado. El saber, referente a
hermoso, escucha las quejas de cada uno de los condenados por un significado s; u otra fórmula, un saber tomado en su signi-
su crimen éstos le dicen cuáles han sido sus figuras de goce, y ficación: es la manera en que Lacan va a dar cuenta, con ese
él encuentra la palabra que conviene para responderles. Tam- matema, de la implicación subjetiva que puede leer en el
bién es una figura del analista escapar a esta barrera, no tanto Hombre de las Ratas o en Dora. Hay que tomar ese saber en la
de la convención, sino de la inercia del lenguaje, para llegar a suposición subjetiva. De allí el escamoteo del psicoanalista: en
encontrar palabras que toquen al que habla desde el vaCÍo el momento en que la verdad se expresa, dice a quien ha bla: "tú
central, a aquel que viene a hablar de su goce, tan inerte. lo has dicho". Pero "tú lo has dicho" ¡es equívoco! Es mucho
Cuanto más se reduce el psicoanalista a ese cualquiera, más decir "tú lo has dicho". Podríamos mejor decir: "eso lo ha dicho
hace aparecer lo que es a la vez la significación latente y, su a través de ti", o "está dicho". Pero, ¿"tú lo has dicho"? Por otra
referente, como lo dice Lacan. Dice en la "Proposición del 9 de parte, muchos analizantes dicen: "de acuerdo, lo dije pero no lo
octubre ... " :
hice a propósito; no pensaba en eso. Además, no soy yo; no sé
"Debajo de la barra, pero reducido al patrón de suposición por qué se me ocurrió, ete." Todo muy cierto, pues el "tú lo has
del primer significante: el s representa el sujeto que resulta de dicho" es una operación que conjuga la implicación subjetiva
él, implicando en el paréntesis el saber, supuesto presente, de supuesta y el saber inconsciente, que no necesita un "tú". Por
los significantes en el inconsciente, significación que ocupa el lo tanto, el desplazamiento consiste, para el analista, en hacer
lugar del referente aún latente en esa relación tercera que lo aparecer un artefacto tal que ese saber quede tomado en la
adjunta a la pareja significante-significado"." suposición. Y allí está el tercero, el saber tomado en la suposi-
ción, esta nueva implicación subjetiva, que está en reserva, que
aparece en la ubicación de dos términos -no dos individuos-,
Ss (referente) ;; Sq I Implicación subjetiva
del emisor y del destinatario; lo que se pone en juego en la
sesión analítica. Se trata de poner en juego un dispositivo tal
Lacan da una modificación del algoritmo de Saussure con que podamos decir a alguien: "tú lo has dicho"; que no puede
este algoritmo de la transferencia. La barra significante / signi- ser el mismo de la conversación corriente ni del dispositivo
ficado le sirvió para poner en su lugar la potencia del equívoco del lenguaje, por ejemplo del sistema o de la inscripción
del lenguaje. Esa barra basta para dar cuenta de la ubicación del matemática.
lugar del Otro, de la función equívoca en la lengua. Pero hay Retomemos ahora la pregunta de Lacan. ¿Esesujeto es nom-
que transformarla para las necesidades de efectuación del brable con un nombre propio? Dice: "Si es nombrable con un
proceso una vez ubicado este lugar. En efecto, no alcanza sólo nombre propio no es que se distinga por el saber ... ". ¿Qué quie-
re decir esta frase? Supone las lecciones que hemos retornado
3.Ibídem. al comienzo del año del Seminario "La identificación", allí

160 161
111!

~I;
l'
1
I111

I~I fríe LOl/rcnt El nombre pl"Opio y la sI/tI/m

distinguía el estado cero, bajo la barra, de un "soy" previo al lugar del nombre propio como tiempo 1, distinto de la sucesión
f "pienso", y donde oponía la suposición del "soy" como previa seguida de los Índices de los significantes. Proponía entonces el
tlll
al encadenamiento de los "soy" _"pienso", que luego desplega- concepto de "sutura", basándose en Frege. Lacan citó a Frege,
,l·
1.1
\:1'
mos. lo usó, pero de algún modo lo que MilJer proponía era genera-
lizar esta operación, que Lacan puso de relieve para la identi-
soy - pienso ficación, con el nombre de "sutura". Lacan toma inmediata-
"¡I'
,1
!,I,'lii'~

{soy} - pIenso mente el término "sutura" y lo pone a funcionar como un


concepto suyo. Ustedes pueden ver que en su texto "La ciencia
1'11

So sI-----~Sn y la verdad" retoma este término como un bien suyo, lo que así
era en ese circuito. Pero antes del '65, antes de la exposición de
1'1111 NP
~",j,il
11
MilJer, Lacan no usaba ese concepto. Fue después; era una
forma de hacer valer el aporte de ese joven.
Este primer tiempo es el del nombre propio, el nombre
111

La idea del artículo sobre "La sutura" es marcar que hay dos
\1

~l
1,'11,'

propio que marca ese tiempo, ese estado cero del sujeto, su
usos del cero; lo que se pone en evidencia a partir de la voluntad
"soy". El nombre propio esUl superado por un primer
;1'

de Frege de deducir los números a partir de conceptos. El


significante que es amo -en el caso que citaba: "soy aquel que
concepto fundamental es para Frege-situado en la línea alema-
1'",1'11,
:11," espera", el significante, la primera identificación que puede
na, inaugurada por Leibniz- tratar de introducir un lenguaje
',,1111\
'1
1'1' darse, y que Juego se encadena a lo largo del análisis~. Lacan
enteramente cifrado, una lengua universal, una JIlatllcsis
señalaba que la serie identificatoria, la serie de significantes
'111

ltllivcrsalis, para retomar los términos por los cuales Leibniz


que van a darse, deja la operación del nombre propio en
designaba su proyecto. Lo importante es que dos términos son
reserva, pues el sujeto siempre corre detrás de este primer
idénticos y pueden ser sustituidos uno por otro salvando a la
tiempo, ese tiempo 1 de un primer "soy" supuesto. Hay que
verdad. Define a la vez la identidad y la verdad: dos términos
'1,1

distinguir allí el nombre propio del saber acumulado por esos


i¡¡¡
1,111

idénticos y que se sustituyen. En el ejemplo de Frege, "estrella


significantes; y el saber de esos significantes no llega a formar
1111

II! de la noche" y "estrella de la mai1ana", se trata siempre del


un conjunto, colección consistente. Ese primer tiempo origillCl-
"
planeta Venus, tienen el mismo referente; entonces podemos
rio de un nombre propio, de una marca, se le escapa siempre.
1,1

11'I'i
sustituir uno por otro sin tocar el valor del referente. Si se
Anotarlo NP, nombre propio, permite ver al mismo tiempo las
1,11111
ded uce ese punto a partir de la identidad, se puede definir un
111

relaciones que hay entre ese tipo de nombre y el nombre del


cierto número de propiedades y, entonces, definir la identidad
padre, que en tanto nombre también es una figura, que Freud
de dos colecciones, de dos conceptos si tienen la misma exten-
11
1,11

1:,:

da como mítica, y que Lacan da como lógica, marcando ese


sión. Llamamos "extensión de un concepto" al número de
,,1,

primer tiempo de desaparición.


¡i!¡

objetos que entran en un concepto. A partir del momento en


En 1964, Lacan tematiza lo dicho en el Seminario "La iden-
que podemos hacer un cierto número de enumeraciones idén-
tificación" de 1961, a partir de las fórmulas de la alienación,
ticas, por ejemplo, el número 3, la extensión del concepto "tres"
aq uellas que J acques-Alain Mi1Jer puso de relieve en su artículo
será el número 3. Este ordenamiento de la lengua o del número
"La sutura",4 publicado en 1965. Se trata de la distinción del
únicamente a través del concepto permitirá a Frege distinguir,
luego, entre todos esos números que aparecen definidos por
4. Miller, J.-A.: "La sutura", en MatelllllS 1f, Buenos Aires, Manantial, la extensión y la identidad de esta extensión, y lo que define no
1988, pág. 53.

162 163
Eric Laurcllt Elnombrc propio y la slItllra

la identidad de un objeto a un concepto, sino: ¿qué podría mente; pero en tanto tomado en la cadena significante, en tanto
designar lo no idéntico a sí mismo? ¿Cuál es el objeto del que suposición de todos los "pienso", entonces, funciona como
mundo que podría responder al concepto de no idéntico a sí el cero de la serie de los números. Al mismo tiempo cada
mismo? Respuesta: ninguno. Todo objeto A = A. No hay A que número implica la presencia del cero, pues, ¿cmil es el nombre
no pueda ser idéntico a A. Entonces, lo no idéntico será cero; el del cero? Frege lo dirá a su manera: el nombre de cero es uno.
concepto cero, cero en un sentido absoluto, podrá escribirse en En teoría de los conjuntos, esto fue retomado diciendo que el
la serie de los números por una suerte de metáfora. El concepto conjunto que sólo tiene un elemento, el conjunto vacío, es el 1,
de la cosa no idéntica a sí misma es cero, pero funcionará es el singlcton-término que también se usa en el bridge-o Forma
teniendo un lugar en la serie de los números, es decir definido que toma en la teoría de los conjuntos el esfuerzo de Frege por
por un cierto número de propiedades, incluso si son raras, distinguir el cero, su lugar, y el nombre. Decimos también que
incluso si, por ejemplo, no se puede dividir por cero, o si al t
el SI es el nombre del ~ y que ese es la huella de la marca
dividir por cero se obtiene el infinito. Llegamos a hacer funcio- primera de goce.
nar una serie de propiedades extrañas como un número, lo que A partir de ese algoritmo de la transferencia, Lacan interro-
ha sido siempre un problema. Fue la tentativa de Frege, pero ga si el nombre propio podréí alguna vez reabsorberse en un
Russell consideró siempre que no resolvía enteramente la saber. Y su respuesta es no; es decir que jamás el nombre propio
cuestión y se preguntaba si había que incluir verdaderamente llegará a reabsorberse en toda la elaboración, la descripción de
al cero como número, a causa de sus propiedades extrañas, y saber que cada uno hace en el curso de su análisis. Si tomamos
sin embargo existe la necesidad de incluir10 en la serie de los el algoritmo del comienzo, el sujeto supuesto, y luego la cadena
números. Entonces, la solución de Frege consiste en decir que, del saber en la cual estará implicado, existía una concepción del
en un sentido absoluto, es el único objeto que responde al análisis que consistía en decir: todo eso (SI' 52,S, ... ) remite a un
concepto de no idéntico a sí mismo, y es diferente del número saber, S2' segundo en relación a ese primer significante SI' y
que va a inscribirse en la serie de los números propiamente finalmente el nombre propio podría superarse por el saber que
dichos, definidos por su función operatoria. se obtiene en el análisis. Obtener un "tú eres eso" en el análisis,
puede ser la vía de un enunciado fantasmático que viene al
1= (0l lugar de mi verdadero nombre.
51= ($} No es absurdo; por ejemplo, ¿cuál es el verdadero nombre
{identidad del Hombre de las Ratas? Si tiene un nombre es el del objeto de
{extensión su terror, la rata; por lo tanto ése es su verdadero nombre.
Podríamos imaginar que cada uno tiene un fantasma como ese,
» Sq Se vivió ese horror; en el fondo su nombre vendría a funcionar en
St
NP el lugar de ese nombre propio. La tesis de Lacan es que no se
-. s(S,,52,"S )/
~V--
,'"
reunirán porque lo que resta de ese saber; es una pregunta: ¿por
S qué es así para mí? Lo que hay que obtener es el sin por qué, es
"la rosa es sin por qué". Hay que obtener el vivir su vida, en un
a -;:$ momento dado, sin la función del "por qué", separarse de ese
por qué. Separar al comienzo la cuestión del significante cual-
Esta operación puede hacerse también para el "soy" prime- quiera y aquella del saber es una manera de separar este lugar
ro de goce. El primer "soy" es no idéntico a sí mismo absoluta-
164 165
Eric LnllrCII/ Ell1ol1lbrc propio 1f la Sil/lira

del saber que está debajo. Podemos decir que en cierta forma el quiero". Marie-José Asnoun mostró un caso donde el sujeto
analista, con su ausencia de particularidad, su ausencia presentaba la fórmula de la pregunta imperiosa. ¡-[acealgunos
identificatoria, viene a ocupar el lugar del nombre propio a aúos ella hablaba de la histérica como la que pregunta, la
venir. Ocupa al mismo tiempo el lugar de lo que va a resistir al preguntona,* es un término español (según el título de una
saber, de un elemento que le es extranjero, o al menos éxtimo. exposición de Jacques-Alain Miller), la que plantea la pregunta:
Se hace el destinatario, él, sin particularidad, y hace surgir el "¿por qué?". Todo es vivido en ese registro que puede ser muy
saber inconsciente en el "tú lo has dicho". Entonces: primera- destructivo: "¿por qué el mundo es así?". Por supuesto que el
mente, eso se dice; en segundo lugar, tú lo has dicho, que mundo podría ser distinto. Pero al mismo tiempo hay razones
implica el sujeto en ese saber; pero el mismo está en el lugar en para que sea como es. En todo caso, hay que querer hacerse la
reserva de lo que escapa y escapará a la descripción. Es cual- pregunta de por qué es así y no de otra manera. Al querer
quiera, es sin particularidad; sin embargo, este lugar es el del simplemente cambiar las cosas con la idea de "por qué es así y
nombre propio en reserva y es lo que hace que podamos decir no de otro modo", se cambian las cosas de cualquier manera, y
que ocupa en un momento dado el lugar del objeto a. Si el en ocasiones eso produce estragos.
ana lista ocupa el lugar del objeto -el significante cualquiera-,
?
esconde el lugar del nombre propio, indispensable para que sea
presentado desde el comienzo. Luego tomará ese giro del ser de S[ >Sq
goce, del" soy" que escapa a la descripción y que cualquiera sea - "
S (S¡,S2,S3'"
)
/
la producción de saber, se oculta. '------y-
S2
Finalmente, cualquiera sea la elaboración del fantasma, una
de las manera de decir el verdadero atravesamiento de ese
Introduzco aquí este "por qué", pues está desde el comien-
fantasma es que éste se libera de su por qué. Podemos tratar de
zo: en la raíz del significante de la transferencia hay un "por
especificar al comienzo el significante presente de la transfe-
qué". Al final, cuando decim.os: extinción de la transferencia,
rencia, decir: "el significante de la transferencia es éste"; en un
no es simplemente la extinción del amor, es una extinción del
sentido podemos especificado; en otro, es mucho más que una
"por qué". No deja de existir, simplemente cae. Resta la
especificación, es el punto de interrogación, es una pregunta; es
irreductibilidad del nombre propio al saber, y el atravesamiento
esta función presente en el lenguaje que hace que con el del fantasma establecido. Una de las formas de decido es:
lenguaje podamos interrogar. Esta función del "por qué" es tan
liberarse del significante de la transferencia que en su raíz es un
importante como la del "no", con las cuales forjamos un deseo.
Por ello los niños comienzan diciendo "no" -hay un momento por qué, una pregunta. Por lo tanto, en un sentido podemos
especificado, en otro, mucho más poderosamente es una fun-
en que se obstinan en ello- y luego, "¿por qué?". Desplazan sin
ción fundamental del lenguaje, la función de aniquilación del
detenerse el poder aniquilador de la palabra, y ese poder hace
por qué. Es eso lo que va a caer al final del análisis. La respuesta
resurgir la pregunta: "¿por qué es así?". Algunos sujetos que
dice: "es así, para ti, es así". Luego hay que hacerse responsable,
crecen se siguen preguntando: "¿pero, por qué, por qué es
lo que es otra cosa muy diferente de saber por qué.
así?". Está muy bien preguntarse por qué, pero hay momentos
en que es muy agotador, cuando el sujeto se pasa el tiempo CLASE DEL 30 DE MARZO DE 1994
preguntándose por qué, especialmente cuando dice: "que no
vengan a darme una respuesta porque yo ya la sé y no la
,. En castellano en el original. [N. de la T.]

166 167
!Iil ,1,1

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1',1'
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10. INTERPRETACIÓN y
11'111

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TRANSFERENCIA

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Ir,

Van10s a comenzar el último tramo de este curso dos rneses


111

1,1

:11
antes del gran torbellino del Encuentro Internacional que se
realizará en el mes de julio. Nos quedan por dc,j,mte los meses
de mayo y junio para concluir la serie intitulada este año:
"Paradojas de la identificación".
Durante el tiempo que no nos hemos visto, viajé y abordé el
siguiente tema: "¿Cómo comienz,ll1 los an<Í.lisis?". Lo hice en
Brasil y en la Argentina. Allí, nuestros amigos se preparan
activamente para el Encuentro Internacional. Decidí tomar este
terna \:'nlos senlinarios, para articulClr10 con el terna del encuen-
tro: la conclusión de la cura; y especialmente para no hablar del
encuentro anles del encuentro. He visto -·al leer !el semana
pasada el curso de Jacques-Alain Miller- que también él abor-
dó esta cuestión en Italia. Es un tema muy interesante para
tratar, pues hay discusiones y debates entre los lectores de
Lacan y practicantes del psicoanálisis que sería útil aclarar. De
un lado o del otro del Atlántico, hay una dificultad para reunir
de rnanera coherente diferentes teorizaciones realizadas por
Lacan al comienzo de los años /50/ antes de la gran refonnulación
dada en 1967 con el algoritmo de la transferencia_
La dificultad que pude constatar es que en la primera
intervención de Lacan sDbre la transferencia, en 1950/ habla a
propósito de DO! ,1 de un procedimiento clIl7si hegeIiano. Ese
procedimiento consiste en decide él quien se queja:" ¿Cuáles tu
parte eneI a~;unto, cu,í] c:-; tu parte enel desorden del mundo del
que te quejas?". No hay ni una palabra sobre el Hombre de las
Ratas.

169
Ili

11

11
Erie Lllllren! Inlerprr'faci6n y ImJlsfá<'llcitl

1111

En 1954, en "Función y campo de la palabra y del lengua- se entregaron a Freud los descubrimientos fundamentales¡
111
sobre los cuales vivimos todavía r ... ]" I
lil je ... ", recuerda a Dora y habla del movimiento de la verdact
Como esas tres líneas están allí, entonces todo el rnundo
11:
pero dice un poco más sobre el Hombre de las Ratas. Con
comienza por rectificación subjetiva, después desarrollo de la
respecto al Homb!'e de las Ratas, no ~.;etrata de un procedi-
transferencia y, en un tercer tiempo, interpretación. Luego de
miento cuasi hegc!iano ~;ino de implicación subjetiva. Lacan
lo cual, se exponen así los casos; casos en los que no vemos el
opone a todas las tentativas de tratamiento por la objctivación
color de una rectificación subjetiva. Entonces todo el mundo
-·objetivación del caso, empuje a la objetivación de símismo-1a comienza sus casos conlO todo el mundo, es decir, con una
producción de un nuevo sujeto. En efecto, el Tlombre de las
interpretación. Seguramente no se espera el desarrollo de la
I{atas, tal corno Freudinstala la cura, le parece propicio par,l la
transferencia, porque sentarse y esperar el desarrollo de la
demostraciún, en 1953, I'ero no ()()(lelll os decir que haya una transferencia no es el estilo del ambiente lacaniano, si puedo
simetría entre los dos puntos, como no sea por el recurso a esta decirlo así; la atmósfera no es esperar -en las salas de espera
implicación, rcalizada de dos forrnas diferentes. En el caso de puede ser, pero no en la sesión mislna, que funciona más bien
Dora por inversión dialéctica, en el caso del Hombre de las como una suerte de acelerador de partículas, U1',asuerte de
Ratas por el recurso a un sujeto que tendrfa un saber más ,lUcí ciclotrón gigantesco par,l que atrapemos los qUllrks de la ver-
de la realidad de los hechos. En el Lexto de 1953, el acento está
dad-o Veíamos entonces, que había una distorsión entre la
puesto en una interpretación de Freud que desafía la verosimi- manera en que cada uno exponía los caso~;,es decir lo que hacia,
litud, o al menos la interroga. El Hombre de las Ratas se l)uejd y la teoría que dice que se comienza por la rectificación subje-
de 1"lS interd icciones que pes,n I sobre :·;uvida sexual a causa de tiva. Propuse de este modo que me expliquen dónde estaba la
su lnadre. A 10 qne Freud responde: "Es por su padre", y rectificación subjetiva en el Hombre ele las Ratas. Llegaba a
obtiene entonces las cüc'unstanci"ls siguientes: el casamiento haber una oposición entre la rectificación subjetiva y la inter-
del padre hace significar el núcleo de la enfermedad en el pago pretación, con una casuística exquisita para discernir con el
de esta deuda, YD que el padre ::e ha casado con una mujer rica microscopio si se trataba de una rectificación subjetiva o de una
p,na pagm una dcud'l. interpretación. Se perdía de vista, en nombre de esta lupa
La dificultad para la clmunidacililcaniana comienza con el fascinante, aquello de lo que se trataba: lo más claro en "Inter-
texto de 195~ lIarn <' do "La dirección de la cura y los principios vención sobre la transferencia" de Lacan es que el análisis
de su poder" AJh LlCan introdllu' un nuevo término, quc' comienza con una interpretación, con la pUL'sta en juego de una
nunca había comentado hasta ese rnornento: la rectificación verdad que no está allí antes, que se instala antes del "tú lo has
subjetiva. dicho". Dora viene a quejarse de su padre, y el primer movi-
La rectificación :;ubjdivd es ,lIgo maravilloso, todo el mun- mien to es un "tú lo has dicho", Juego de lo cua I se pone en juego
do comprende con D()!',l lo epJC es: "lé, parte que tnmas en el la palanca del procedimientohegeliano:"tú lo has dicho pero tú
desorden que denuncia:;" /--Iayuna secuencia asombrosa en no estAs exenta, h:í eres r;·~sponsable de cllo".
ese texto de La('a11,dice así: Entonce:;, debemos comparar esas tres líneas donde habla
"Digo que es en UIl<l dirección de la cnr,] que se ordena r,··]
según un proceso que va de la rectificación de lclS relaciones 1. LZlcan, j.: "La dirección de la cura y los principios de su poder", en
del sujeto cun lo real ha:3ta el des;ll'follo de la transferencia y Escrilt)s 2, 14" edición,traducción de Tomás Segovia, Buenos Aires, Siglo
XXI, 1988, pág. 578.
luego a la interpref,Jción, donde se SÍtÚd el horizonte en el que

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1:
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111

11:

del proceso que va de la rectificación subjetiva al desarrollo de no es igual que para la investigación científica. Si el analista
1111
la transferencia¡ luego a la interpretación¡ comrarándolas con puede obtener esto mecánicamente, como dice Freud, es por-
1111

l'
lo que dice tres páginas más adelante: que el sujeto está sumergido en un espacio interpretativo, pues
"Es también que esta rectificación en Freud es dialéctica, y incluso si1cncioso¡ el analista interpreta.
111

1I1

parte de los decires del sujeto para regresar a ellos, lo cual La clave¡laraízdela posiciónlacanianaesésta: la rectificación
quiere decir que una interpretación no podría ser exacta si no dialéctica es ¡,que se parte de los decires del sujeto para regresar
a condición de ser. .. una interpretación.'" a ellos¡ h) cual quiere decir que una interpretación no podría ser
O bien no comprendo nada¡ o bien la rectificación queda así exacta si no a condición de ser. .. una interpretación'¡. Es uné1
inscripta en la categoría de la interpretación; o bien la sintaxi~; raíz porque esas tres líneéls quieren decir: "no haymetalenguaje";
~ es defectuosa. Entonces, lejos de oponer rectificación e inter- no es posible establecer las normas y las reglas de la interpre-
"1
pretación, hay que ver que b rectificación es una categoría, una tación que tomaría como lenguaje-·objeto los decires del
11'
!"ll"

11,1
categorización o una acentuación del término de interpreta- pélciente¡ las reglas y las normas de 10 que constituirían la
~ ción. Lo decisivo es la interpretación. Recordamos esto leyendo interpretación.
"Intervención sobre la transferencid", allí dice Lacan, a propó- Ésa es la perspectiva que tomó la IPA¡ los post··freudianos,
sito de Dora:
abismándose en el impasse con una alegría considerable, con su
¡'Si Freud en una tercera inversión dialéctica hubiese pues gusto por los standards, las normas, que apuntan a verificar que
1
orientado a Dora hacia el reconocimiento de lo que era para ella todo está en su lugar. Se produce como síntoma toda una litera-

I Id señora K [... ], obteniendo la confesión de los últimos secrdos


de su relación con ella, ¿qué prestigio no habrÍ<l ganado él
tura que tiende a diferenciar en la práctiCéIcon un celoso cuida-
1'1"
do la in tervención¡ el consejo, el silencio oportuno, la in terpreta-
!Lj mismo (no hacemos sino tocar aquí la cuestión del sentido de ción apenas esbozada¡ la interpretación desarrollada. Todo lo
J

la transferencia positiva)[ ... ]7'" cual construye una jerarquización de los niveles que permite
IIII1
Lacan señala allí que es por la interpretación que hacemos partí r de los dichos del paciente como lenguaje-objeto y alejarse
rl'
como obtenemos prestigio, es decir amor¡ y él inclina el amor de de ellos 10 más posible¡ hasta obtener la interpretación pura,
i
1111.

transferencia hacia el afecto que Descartes consideraba central mcís o menos traducida en la jerga psicoanalítica. Como ejem-
i'
'1,.·1

I
en el amor, el afecto de admiración --en el Tratado de las pasio- plo podríamos citar la siguiente interpretación: '¡usted olvidó
nes·-, ése es en efecto el resorte de la transferencia positiva, su paraguas aquí¡ y bien, eso significa la envidia del pene". No
marcando que se merece por una interpretación. Lacan habla se puede decir algo tan "precioso" al comienzo¡ se espera, se
~
1 de ese prestigio que liga directanlCnte a la transferencia positi- acecha, se somete al sujeto¡ y en un momento dado, el analista se
1 va, seflalando que se merece por una interpretación. Hay elcva por encima del nivel, y se le escupe la célebre verdad: "es
automatismo de la transferencia, funciona con el ana1ista "méis el pene". Es 10con trario de "partir de los decires del sujeto para
~ indigno" --el peor cretino en la posición de analista-, puede volver a ellos". Se parte de los decires del sujeto, pero para no
1,11
logrado con hacer algunas gesticulaciones. Es cierto que el volver a ellos. Y se obtiene una suerte de metalenguaje que
111
'11
psicoanalista no se selecciona por coeficiente de inteligencia, implica un cierto número de términos de lajerga¡ porque no son
1
1,
conceptos; es una especie de traducción¡ una operación de
¡I
, 2. ídem, pág. 581. metalenguaje.
3. Lacan, J.: "Intervención sobre la transferencia", en Escritos 1, 14" edi· Esto es lo que Lacan quería romper en los años '50: era la
ción, trad ucl'Íón de TomAs Seguvia, Buenos Aires, Siglo XXi, 1988, pág. 21 1. problemática técnica y mecánica de al1uel1os que pensaban --y
III
N
172 173
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El ie Ll7llrclli illlcrl'l"c!aci61l 1/ tmllc,f¡'I"Clleia

que continúan pensando, porqlle aún no ha terminado-, que el Puedo citar el caso de un anaJista especialmente obsesivo, muy
psicoanálisis consiste, en términos generales, en poner a al, limpio y pulcro; tenía la precaución, deun modomuy obsesivo,
guien en un es!nc\o de relajación en consultorios muy silencio' de que nada se le escapara, pero también de distinguir con
Cl! idado los niveles sucesivos de la interpretación para separar
sos, con e11úmlbras por todas partes ---hevisto algunos-, silen-
ciuso para 1111C ('stl; bien aí~;lado del mundo, y divanes confor- todos los modos de intervención. Lo que Lacan aliviaba consi-
tables, mullidos. Su concepción es que hay que relajarlos y si es derablemente seflalando que la atmósfera analítica es, de entra-
necesario, para las terapias breves, SI' le hacen cosquillas para da, interpretativa y que, incluso si el analista se calla, interpreta;
aUmeJÜdl' la relajación. Evidentemente, el masaje es nlucho hay que saberlo. Decir o/soy prudente, me callo", no alivia 1,1s
mejor peiré!la relajación que el psicoan,ílísis, se los recomiendo consecuencias del poder de la interpretación; está presente, y si
a todos los que quieran relajarse; no hay ninguna esperanza queremos ir en contra de él hay que tomar medidas muy
con el psicoar,álisis, pero sí con el masaje. Una vez reJe1jados se activas. Esto quiere decir que, aun con sujetos llamados
obtiene un esti1do de concienciel próximo al del automatismo; psicólicos, no estamos liberados de los poderes de la interpre-
se ~;uelta;llos con troles, las funciones superiores, y se logra que tación. Esto no quiere decir que no interpretemos con ellos, que
aparez"a b tiber;lción lk las funciones inferiores, Todo lo cLlal no hagamos interpretación profunda como se dice, y que no
debe duriu LUlahora, porque hace falta tiempo p,ua re]aj¡u- hagamos de sostén como dice Kernberg, Es una primera aproxi-
los, de. mación. Simplelnente, con un psicótico, lo que se trata de no
En el consultorio del doctor Lacan era todo 10 contrario¡ no hacer es tocar la metáfora paterna. Fuera de elll), hay muchas
había alfombra, habla un ruido terrible, interrupciones cons- posibilidades.
tantes; :Y' yo extraje de f:Il\) b ide,l que lIleís valía que fuera así. Lo esencial, entonces, es und interpretación que parte de los
Frente a esta !corÍa mec'lOiG1 de la relajación que harÍ,l aparecer decires para volver a ellos; por eso la excelencia de la interpn'-
los niveles ¡nfdiores, estab", por el contrario, la verdad, !él tación es : "no te lo he hecho decir" o "tú lo has dicho", "que no
instalación del dominio de la verdad. Pero no era sólo b es la simple cita; la cita l':'; sólo una forma de esl:a dialéctica. En
vertiente fenomenológica, lambién existía la vertiente lógica, ningún caso, la interpretación debe formularse bajo la forma de
que apuntaba a que la intcrprctdciein no pudiera s\'r concebida un metalenguaje, y por eso implicación y reclificación subjeti-
vas son las dos caras de lo mismo, inch,so si Lacan en esas
como metalenguajc.
De allí la fundamental incidencia de la teoría de LaCilllsobre condiciones puede marcar (11le cntiela:; interpretaciones llama
la práctica de 1m;psicoanalistas. Aliviarlos de todas las moles- "rectificación subjetiva" a aquello qu,,' consiste en inclinar la
tias que Flroducen :.'sas teorías del metalenguaje, por ejemplo: b,11anza del sujeto de la realidad --correlaro de lo imaginario-- al
¿es verdaderamente una interpretación?, ¿una interpretación sujeto de lo simbólico. Esta idea de la rectificación subjetiva
desuperficie?¡ ¿una interpretación profunda?, ¿semiprofunda? supone el gran esquema de los <lÚOS 'SO, ese l~squelna donde se
Floy podemos hacer una sc1tira del lado cómico d e esta 1i te- cruzan el eje imaginario y el eje simbólico, y que retoma al
ra tura. comienzo de El Seminario 4, La relación de objelD. Dice: bay para
Puedo hablar, porque la cOllocí, de la forma en que se mis adversarios¡ un corre lato de la realidad, el yo, garante de la
realizaban las supervisiones en los aflos ¡60; se le pedía a quien realidad, y para ellos es el sujeto el que se ocupa de los objetos,
supervisaba que contara cómo le dio la mano al paciente al en tanto que lo que a mí me interesa C"f el hujeto ligado a una
entrar, o si no se la dio. cómo lo condujo hasta el diván, cuál fue falta de objeto,
su primera palabra, si esperó para decida, cuánto tiempo, ete. Lacan, apoyándose en Heidegger, tomaba, en relación con

175
174
Erie Laure/ll (/l/<'I'l'rclaciórllj IrtlllstáCllcia

su observación de las acciones motivadas del hombre de la ción a la intL'ligellcí,l de la cura", comienza así: "No se espere
técnica, la razón de la acción sin motivo, del vacío central que saber tan pronto qué tengo para aducir sobre la aclaración de
habita esas acciones. Mientras que para el filósofo ese vacío estas represclltdciollCS obsesivas de raro sinsentido (las repre-
central toma el nombre de ¡nuerte, de la ¡nuerte en tanto es lo sentaciones acerca de las ratas); la técnica psicoanaIítica correc-
que debe afrontar el sujeto como vacío de sentido central, para ta ordena al méd ¡co sofocar su curiosidad y deja al paciente la
el psicoanalista, que se separa en eso de la filosofía, ese vacío libre disposición sobre la secuencia de los temas en el trabajo.
central es en efecto la muerte, pero la pulsión de muerte. Punto Por eso, en la cuarta sesión recibí al paciente con la pregunta:
donde e! goce y la muerte se anudan de manera radical. Allí "¿Cómo proseguirá hoy usted?".4
donde el filó~;ofo no toma partido sobre lo erótico, el psicoana- Éste no es el procedimiento hegeliano, es: "y usted, ¿por
lista toma partido por lo erótico y da su nombre a ese vacío. dónde va a empezar?" Si ustedes leen la parte d se trata de
Una vez de acuerdo con estas lecturas, se aliviab,l mucho la insistir, Freud le dice: "y usted, ¿cómo continúa, qué elige?". Es
cuestión de la técnica Ic1Cémianadesplegada: rectifiGlción, in- una implicación, en todo momento, de ese sujeto, y continúa,
terpretación; y verificamos que los psicoam'ílisis comenzaban cada vez que hace una pregunta, Freud le dice: "Cuando
cuando había una interpretación. alguien plantea una pregunta semejante es porque tiene lista
Entonces, ¿cómo interpretar el hecho de que Lacan diga: una respuesta, sólo hay que dejarlo proseguir"."
primero rectificación, luego desarrollo de la transferencia, y Es la implicación, por todos los procedimientos retóricos,
luego interpretación? Hay que interpretarlo por la lectura del "tú lo has dicho" al "no te lo he hecho decir", pasando por
misma de "La dirección de la cura ... ", donde la interpretación "la pregunta que me haces quiere decir que tienes la respues-
del comienzo no es ¡a interpretación del final: al comienzo es ta". Podemos percibir por qué esto le encantó a Lacan, es un
!l'
una implicación subjetiva, al final es una destitución subjetiva. Freud muy lacaniano, un Freud que utiliza la retórica para
Así esbozaba Lacan los tl'rminos con los cuales iba a proseguir hacer bascular al otro sin detenerse sobre su elección, su
su camino hasta la formulación simétricl, reglada, bella, de la decisión, mientras que el otro quiere describir un mundo del
"Proposición del de octubre de 1967 ... ". ClásiGl en su espíri-
<) cual se escapa.
l'
11\,il ..

tu, se ponen allí en orden los diferentes estratos, corrientes y Una vez obtenida la implicación de! sujeto, hemos visto que
~
1'11

1:[ profundizaciones de su enseflanza en el curso de los a1')os'60 el "pienso" del que se trata suponía un "soy" previo, un estado
,1

que allí culminan. que nombramos estado cero anterior a todo pensamiento; un
11I1

Este "algoritmo de 1;) tr;)nsferencia" viene a escribirse luego estado original del sujeto quc se repetía cada vez que se
11

,1 111
que Laccl1lpuso al día al sujeto ubicado en su lugar, ligado a una produce esta operación de sujeción del sujeto a su representa-
falta de objeto, este sujeto que implicamos. Y pueden ver la ción. El largo recorrido que hicimos por el Seminario "La
1 ~ I

il

11'
referencia que da Lacan del Hombre de las Ratas en los Escritos; identificación" nos permite aclarar el resumen que Lacan dio
I
11' ...
aconseja leer, a propósito de lo quc sería la rectificación subje- en "Subversión del sujeto y dialéctica del deseo ... ".
111,
11¡1
tiva en el Hombre de las Ratas, "La introducción en el entendi-
IIII¡

miento de la cura", de la parte 1 d), Y luego 1j). Seílala: "La


interpretación de Freud decisiva sobre lo que traduciríamos
11
por el sujeto de la enfermedad". Luego aconseja leer "El com-
11'1'

¡~I 4. Freud, S.: "A propósito de un caso de neurosis obsesiva", en Obras


"1
plejo paterno y la solución de laidea de las ratas", Ig). Si ustedes COI/lpletas, t. X, Buenos Aires, Amorrortu, 1980, pág. 138.
~Il se remiten al texto mismo del Hombre de las Ratas, "Introduc- 5. Ídem, pág. 144.
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176 177
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I Interpretación .'f trtlllsfácncill
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51 752 moralista, pues no dice: "vamos a eliolinarlo, vaInas a ensefíarte


~!
iil -~~ la sabidurÍ<l".
¡j Entonces, anoten el significante cualquiera que sólo supone
51 ---------->5 q la particularidad. Esta ausencia destaca la implicación subjeti-
I
s (5-:] va. El svjeto supuesto saber es una maIlera de escribir la opera-
~I
ción de implicación subjetiva descrita en los años cincuenta. Y
Lacan pone de relieve, para llegar a este algoritmo de la este algori tmo de la transferencia destaca con elegancia ese pun-
¡ transferencia, que podía escribir este significante de]a transfe- to. En el párrafo de la proposición del' 67,cuando Lacan presen-
] rencia dirigiéndose a un lugar cualquiera, a] lugar sin particu-
~ ta el algoritmo, dos párrafos más arriba hace referencia a lo que
laridad, el lugar hacia donde todo puede dirigirse; se reprodu- había descrito, criticado, del enfrentamiento imaginario de los
ce un estado original del sujeto que es la implicación del sujeto sujetos, se refiere una vez más a 5artre, quien, incluso en 1967,le
en un saber (algoritmo de la transferencia). La elegancia de parecía el adversario más digno; es verdaderamente una refe-
escritura de este algoritmo de la transferencia consiste en que rencia constante. Para criticar esta dialéctica del enfrentamien to
en lugar de oponer transferencia y significante, transferencia e imaginario de los sujetos, estareducciónala dominación sádica
interpretación, destaca que la transferencia se oculta ya en el que tan admirablemente describe Sartre en su Huis dos o en El
significante, que hay transferencia en el significante. Esto tam- ser y la nada, señala que lo que está entre los dos no es el infierno.
bién es el significante de la transferencia: de la transferencia en Por el hecho de que cada uno percibe el defecto del otro sin
el significante, que se dirige a este analista cualquiera, "cual- poder nombrar el suyo, y es porque los dos están del mismo
quiera" con esta primera letra (q)*-que podría haber sido lado, frente a la función que permite calcular el lugar del único
también una "c", la "c" de cadaverizado-, el analista cadaveri- sujeto que cuenta, el analizante, pues el analista ha reducido su
zado en el lugar del muerto. En el algoritmo de la transferencia, posición a nada, a no ser más que el lugar desde donde van a
y en el desarrollo lógico de su obra, daba cuenta de su posición, separarse -y ésta es la originalidad de este punto de vista-, de
en la primera orientación, en la cual los poderes del analista se unlado e]nombre propio y del otro el saber. Ellugar del nombre
sostienen si minimiza sus referencias imaginarias, es por eso propio, el de un "soy" primordial, se distingue de lo que se
que al comienzo cadaveriza su posición. engendra en la seriación de los "pienso" sucesivos y lo que
Esto es 10 que quedó en la vulgarizaciónpsicoanalítica bajo viene allí a designarla sin recubrirla es esta función del sujeto
los términos de "neutralidad". En efecto, el psicoanalista supuesto saber, que hace volver a existir aliado -cada vez que
cadaveriza su posición, pero no tiene que ser un cad,íver, pues se desarrollan los "pienso" - e] lugar de ese sujeto, del cual sin
puede en un momento dado mostrar a alguien una calavera; embargo se distingue.
decirle: "vienes a contarme la agitación de la vida, pero ¿qué Entonces, la interpretación del comienzo, la implicación
sentido tiene eso para ti? MCfIlcltto 111Ori, recuerda que en deter- subjetiva, es esta institución en el sentido de uno de los grandes
minado momento, todo eso ... ¿Quieres verdadera mente la vida libros de la humanidad que se llama Institución de la religión
de ese modo?". Es una operación, en un sentido, semejante a la cristiana; hay institución del sujeto, y luego hay una destitución
del moralista. Pero la originalidad del psicoanalista es simple- que es una interpretación particular, que apunta a recordar al
mente decir: "esa calavera, es el goce"; es allí donde se separa del final del análisis que el sujeto supuesto saber no permitirá
jamás alcanzar el nombre propio. Entonces, estos dos niveles
(lue se desprenden al comienzo, se encuentran separados al
* En francés, qUclCOllqllt'.
final en un quiasma -como en el siguiente esquema-, tal que al
178 179
I!

tl.
1'1

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Eric Lal/tent Interpretación y transferencia

!]

¡~ comienzo, lo que el ana lista era se reduce aeste lugar cua Iquiera vez comentado por Smullyan más tarde, en los ai'íos '80.
que hace aparecer al sujeto supuesto saber.
1,.'1',
Se trata de lo siguiente; se le anuncia a un condenado su
sentencia de la siguiente forma: "será condenado, y la sentencia
J
i
~
final 8
NP
(SJ
será ejecutal1a -puede reemplazarse la pena de muerte por la
condena, por ejemplo, a veinte aí10s de trabajo comunitario-,
pero cualquiera sea la sentencia va a ocurrir por sorpresa.
Usted sabrá la maí1ana misma de la ejecución de la sentencia
que será ejecutada, y ello en el curso de la semana siguiente".
~
~
~
coonienzo
8
NI'x NI'
(sJ [8 (SJl
El abogado del condenado está encantado y le dice que es
formidable, pues se trata de una sentencia imposible de ejecu-
- 1" tar. En efecto, si se lo anuncian el viernes a la maí1ana, por
l~
8 (SJ [SI] final ejemplo, es imposible, porque usted sabrá que ese viernes al
~ mediodía será ejecutado; entonces no es posible que se lo
:!!¡
,11,i

anuncien el viernes. Tampoco es posible que vengan a anun-


~ Al final, tenemos más bien el sujeto del cual el analizante ciárselo el jueves a la mañana, porque sabe que no es posible
está separado, pues ese sujeto supuesto saber, se volverá SI' el que se lo anuncien el viernes; entonces el jueves sabe que no
j,
'111 significante amo, no ligado al saber, el significante clave de las quedará sino el jueves y entonces no puede tomarlo por sorpre-
identificaciones (separadas) del saber. sa; el jueves tampoco es posible. El miércoles no es posible, ni
1
1·',."'·1

El desarrollo que Lacan da a partir del algoritmo de la el martes, ni el lunes, por las mismas razones. Todos los días de
1 transferencia le permite dar cuenta, del comienzo al final del
análisis, de la coherencia de su proyecto, y de por qué la única
la semana son imposibles, la sentencia es inaplicable, tuvo
usted mucha suerte. El condenado está contentísimo, pero el
salida, una vez instalado el sujeto, es ir hasta el fin, hasta la martes a la mañana vienen a anunciarle que está condenado, lo
destitución del operador que constituye el sujeto supuesto que lo toma completamente por sorpresa.
.I¡III
1, saber.
1I

Es una paradoja encontrada en el año' 42, por ello la muerte


I 1'.1'11

*** estcí tan presente. Cuando Smullyan la comenta, reemplaza la


1"

muerte por otra sentencia. Seguramente está en contra de la


pena de muerte y la reemplaza por: "se le tomará un examen a
1111!1
¿Cómo representarnos esta operación para renovar nuestra un estudiante, ete.", y debe tomarlo por sorpresa. ¿Dónde está
lectura de la alienación-separación? ¿Cómo dar cuenta del la paradoja? Quine lo comenta diciendo: lo que revela la
1!1"ltll,

hecho de que esta operación de la transferencia se sostiene en paradoja es que cuando hacemos una hipótesis nunca es posi-
1111

el saber, mientras que en realidad, sin embargo, al final se trata


"1'

ble saber -una hipótesis no es un saber-, y la única forma de


tlt'l
de una operación que gira en torno de la creencia? ¿Cómo saber es hacer la experiencia. Quine defiende un dogma del
1'1
,'t,t,I"lt.
encontrar una salida en el interior de esta serie misma? etnpirismo, pero esto le permite separar, encarar la gramática
1,1'

Podemos utilizar aquí la presentación del apólogo de la del verbo "saber", no aceptando como bien formada la expre-
paradoja del ahorcado que utilicé en Sainte Anne. Quisiera sión que implica un "sé" más que si efectivamente responde a
:I:IIII¡I,

retomada de otro modo. Está comentada por Quine al nlOdo de una experiencia hecha, y seúala "que hay momentos en que
11,'
la paradoja del mentiroso en un libro publicado en 1953, y a su podemos hacer creer llue alguien sabe, cuando de hecho no
tll

l80 181
1:
11.1

)II!I

'lil.1
II'l
"'11
Eric LauYCIlI IllterpretaciólI y tmJlsfácllCia

sabe". Concluye entonces su texto de 1953con una frase que es cado, porque si le creo totalmente en ambos enunciados, no
más o menos ésta: 10 mejor que puede hacer el condenado es ocurrió el viernes, y entonces se equivocó. Por el contrario si
dejar de preocuparse y esperar que todo sea para mejor. Es una dudo de él, entonces puede muy bien ocurrir que tenga razón".
posición atea frente a la muerte; la que el propio Quine quiso ¿Cómo no ver que este pequeño apólogo es muy útil para
alcanzar, tal vez, con la lógica. Quine experimentó en un captar algunos mecanismos de la interpretación analítica del
tiempo una gran angustia, quizás por ello hizo un tramo de un desarrollo? Todo el análisis se realiza en la perspectiva del final.
análisis. Entonces, concluía su artículo diciendo: "thc besf is to A partir del momento en que se instaura el sujeto, la posición
ccase lo worry about it, and llOpcJ(Jr thc /7('sl"." Frente a la muerte, de partida está tomada en la anticipación del final. El tiempo
dice no calcular la voluntad de vivir, y que todo sea para mejor. analítico no es un tiempo lineal, es el tiempo de una anticipa-
Es una posición subjetiva muy profunda, sin duda trató de ción de certeza. Todas las aserciones en clpsicoanálisis son de
mantenerla con todo rigor a lo largo de su existencia. certidumbre anticipada. Incluso el texto de Lacan de 1945tenía
SmuI1yan retama las cosas veinte a110sdespués, de modo el término" certidumbre" en su título: "la aserción de certidum-
muy diferente. Dice: "Supongamos que llegue el viernes, y que bre anticipada", que es el tipo de certidumbre que Lacan espera
el examen no esté decidido, o la sentencia no sea ejecutada. del fin de análisis. En esta perspectiva, hay algo en el desarrollo
Entonces, ¿qué puedo creer?". Éllo toma de otro modo: "si hago del análisis y la posición del psicoanalista del orden de la
la hipótesis de que creí al juez o al profesor -y esta hipótesis es posición del juez que dice: "el final vendrá y te tomará por
necesaria-, ¿puedo continuar creyéndole si el viernes nohe teni- sorpresa". Entonces esperamos, siJnplemente; el sujeto puede
do aún el examen? En todo caso, ya no puedo creer que voy a ser instalarse en una posición de: "tu frase es falsa".
examinado por sorpresa. Entonces, ¿cómo puedo confiar en la El sujeto obsesivo, por ejemplo, que se instala en la muerte
exactitud de las palabras del profesor? Al tener dudas sobn~el del juez, con la idea de que eljuez morirélantes que él, está listo
profesor, no puedo ya creerle, por lo tanto todo puede ocurrir, para esperar el tiempo que haga falta, jaqueado, en retirada
incluso la sorpresa". Ven ustedes el encadenamiento, es hermo- frente al final, para hacer inoperante toda anticipación, toda
so. Smullyan señala que hay dos enunciados: el primero es: aserción posible sobre la anticipación. Frente a cada interpreta-
"habrá un examen"; el segundo: "será por sorpresa". De hecho ción que apunta a recordar la anticipación de la certeza subje-
el profesor puede tener razón sobre un punto y no sobre el otro. tiva, responde: "ya está hecho, tra tas de dar tu juicio, tratas de
Cuando llega el viernes, no he tenido el examen, entonces ya no aterrorizarme". Un sujeto me deCÍa cada vez que yo tenía
puedo creer en el dos, pero si dudo del primero-"habrá un alguna idea un poco diferente de la suya: "usted me aterroriza,
examen" - no sé si habrá o no un examen, pues dudo de ello, es imposible moverse porque de todas formas usted me aterro-
entonces el segundo puede cumplirse perfectamente, pues si riza", desarmando de este modo toda posibilidad. Y el gran
hay uno me tomará por sorpresa. La paradoja es que la segunda secreto de la posición es: "de todas formas, ya estoy muerto, por
declaración _"será por sorpresa" - depende del hecho de que yo lo tanto puedo continuar viviendo de la manera en que he
crea en la primera. Y la paradoja de Smullyan, quien pasó de- construido mi mundo, con mis hazafias".
sapercibido hasta entonces, dice: "el profesor sólo puede tener El sujeto histérico pude responderle: "frente a la aserción,
razón si yo dudo de él. Si dudo tiene razón, si le creo está equivo- estoy dividida, $; todo lo que puedes decir, todos los saberes,
etc, no impiden que el verdadero sujeto supuesto saber sea mi
división en relación al saber; el único sujeto supuesto al saber,
6. "Lo mejor es dejar de preocuparse por ello y esperar lo mejor". [N. es la lnanera en que nle desvanezco desde el 1110lnentoen que
de la T.]

H\2 183
-,-------

Eric Ll1l1rfllt Interpretación y /mnstácncia

me hablan del saber. Todo lo que me dices es muy bello pero no circuitos algorftmicos, la lógica implacable del significante,
me sirve de nada, gracias". La lógica es: "el viernes es imposi- para mostrar la salida. Es decir que no estamos allí para
ble, el jueves también, el miércoles también ... y no puede ser". proclan1ar que existe un programa de Hilbert del fantasma.
Son dos juegos con el juez, y en los dos casos -histeria y Cuando decimos: "el fantasma es un axioma", no quiere decir,
obsesión- suponen la creencia en el juez. En efecto, este juez se sin embargo, que todos los enunciados de goce estén ya escri-
instala por la operación saber, por el sujeto supuesto saber. tos. Lo están en tanto el sujeto no hace un psicoanálisis. Pero
Pero lo que Lacan destaca, sin que sus lectores lo sepan, es nosotros no apelamos a ninguna libertad, el psicoanálisis no es
que en la misma operación en que hay sujeto al saber, hay una una escuela de la libertad frente a determinaciones, no es ésta
operación de creencia; y hay que separar esos dos elementos: su ética -un "camino de la libertad", para retomar la expresión
"habrá un exalnen" y "será por sorpresa", "habrá un examen" de su adversario-o Es una ética que apunta a pasar de las
es l7l/foll/l7fón y "será por sorpresa" es un encuentro, una fyc/u;. determinaciones de la axiom<1ticadel goce para llegar a produ-
Hay entrecruzamiento entre lo que el saber supone de automá- cir enunciados que no sean verificables en el sistema dado. Es
tico y la transferencia que instala un lugar que tiene que ver con cierto que primeramente el fantasma es un axioma del sistema
la creencia, a causa dell111foll/l7fón del saber inconsciente, de la de enunciados de goce, pero luego, como el goce excede al
implicación subjetiva que en un sentido se desprende de los sistema, siempre habrá enunciados que dejarc'ínal sujeto entre-
poderes del lenguaje. gado, no a la libertad, sino al azar de los encuentros, dejándole
El automatismo de la cadena significante está lejos de ser la oportunidad de estar a la altura del encuen tro, sin que jamás
una operación mecánica en el sentido en que vaciaría la inven- le sea prometido el paraíso, pues el encuentro siempre tiene un
ción, la creación, que sería pura repetición. lado de mal encuentro.
Cuanto más avanza el análisis, más se revela la tensión entre Sin embargo, es la gran oposición entre los psicoanalistas:
los dos; como dice Smullyan, la única manera de verificar, de no hay programa de Hilbert del goce. Todo el acento puesto
hacer verdadero el inconsciente, es no creer m,)s en el juez. sobre la lógica del psicoanálisis este)en la perspectiva de un
Cuando la "posición juez" es tocada, se verifican la operación antilogicismo que va incluso contra la ideología espontánea de
y el saber puestos a la luz por el inconsciente. Cuando la los psicoanalistas, que a veces es de un formalismo totalmente
creencia es tocada, la verdad se realiza, y hay una oportunidad ingenuo. Vimos así, cómo en los años '60 estaban encantados
de que pueda pasar a la verificación. con la teoría de las catástrofes de Thommporque era
La ventaja de esta formulación y de este apólogo es hacernos hiperformalista. Hay un gusto que debe comenzar para poner
notar que cuando Lacan habla de lógica psicoanaIítica, y cuan- a los psicoanalistas en el horizonte del azar, y este horizonte es
do hablamos después de él de lógica de la cura psicoanalítica, el de la fortuna; como dice Lacan: en el sujeto, en la vida
es en una perspectiva antilogicista; cuanto más lógica hacemos humana, todo queda librado a la Fortuna. Es en Televisión
-tal como lo demuestra de modo brillante el comienzo del donde aparece esta diosa estoica; que es profundamente el
curso de Jacques-Alain Miller de este a11o-y cuanto más difícil nombre de la personificación del azar. No es el horizonte de
es sostener el determinismo, más se radicaliza el "entonces". Hilbert, sino el horizonte de Mallarmé.
Lacan, en su seminario sobre "La carta robada", seúala que un
temblor de angustia recorrió a su audiencia cuando marcó el CLASE DEL 4 DE MAYO DE 1994
casi automatismo de la determinación; que todo su proyecto
era desplegar la maquinaria significante, los algoritmos, los

184 1R5
í

11. No HAY METALENGUAJE

Vamos a ordenar hoy lo dicho hasta el momento y anuncia-


remos lo que vendrá el aúo próximo.
Partimos de las paradojas de la identificación y llegamos a
la denuncia que Lacan formuló respecto de la perspectiva de
la identificación, que va de yo a yo -perspectiva fundada en el
horizonte de un yo auténtico, de un núcleo del yo que daría su
sentido- como pura ilusión. Hemos tomado referencias en la
filosofía contemporánea y en la extensión a las ciencias
cognitivas de estas perspeclivas filosóficas, para mostrar cómo
todo un movimiento contempor<:lneo,basado en otras premisas,
da cuenta de la vanidad de una perspectiva de aislamiento de
un yo autónomo, nuclear. También hemos visto la manera en
que Mme. Pacherie, en su libro Naturalizar la illtellcioll17lidad,
sitúa su esfuerzo en esta perspectiva, la de Daniel Dennett, y
cómo Quine, de manera divertida, presenta el sistema del yo
como una gran ilusión autobiográfica.
Luego consideramos una primera perspectiva sobre la iden-
tificación, concebida no a partir de la ilusión central de un
núcleo del yo, sino a partir de un sistema de identificación
simbólico. Este sistema, si bien no se remitía a un núcleo, podría
ligarse a una consistencia, a un "tú eres eso" que no sería del
orden del yo pero tendría la consistencia de una cadena simbó-
lica. Seguimos los comentarios de Lacan, él partir de su Semina-
rio "La'identificación", que pone de relieve la vanidad de esta
perspectiva. En efecto, considerando al yo y los sistemas de sus
pensamientos, el "pienso" aparece siempre en falta en toda la
serie de los desarrollos de los pensamientos, y por otra parte
187
,

frie /.a11 rCIlI No hllY IIICIIlIt'JJglllljC

supone un primer estado de un "soy" que también faltaría a condición de ser. .. una interpretación".1 El acento, y esto es lo
este desarrollo. El recubrimiento de estas dos falt,ls, como se esencial, está puesto, a propósito de la interpretación, en el//no
expresaba Lacan, parece definir más bien la paradoja de la hay metalenguaje//.
identificación que cualquier perspectiva unificante o consis- * * -;..-
tente. Los que siguen el curso de J acques-AlainMiller -creo que
son todos-- pudieron apreciar en su última clase la hazaña que Sin embargo/ ¿no había en una primera versión de la concep-
consistió en recorrer en seis o siete pequeñas etapas, de una ción de la cura en Lacan algo que hacía esperarun metalenguaje?
claridad sorprendente, la manera en que el "soy, pienso" define Si tomamos el texto '/Función y campo de la palabra y dellen-
esta paradoja de la profunda inconsistencia en el centro de toda guaje en psicoancí.lisis" / que definía un primer estado de la teo-
identificación.
ría de Lacan, hay una oposición que tiene un funcionamiento
Después vimos que Lacan incluyó en la cadena que define mayor entre palabra plena y palabra vacía. Y si, en ese texto,
el sujeto, dos elementos radicalmente heterogéneos, el 1 y ela. nada parece funcionar del mismo modo dcIlado del lenguaje,
¿Se trataría de que esta perspectiva instala una consistencia, no podríamos decir con precaución, pero decirlo de todos modos,
del lado de un núcleo simbólico sino del lado del fantasma, que la palabra plena funciona como uná meta-palabra, como
verdadero nombre del sujeto, fijcí.ndolo para siempre a su una palabra sobre la palabra/ que vendría a asegurar una buena
identidad y a una condición de goce insuperable? Miller dice traducción del inconsciente. A continuación de la carta de 1896
que no/ pues esto sería definir un "programa de Hilbert del entre Freud y Fliess, conocida en las viejas ediciones de la eo-
goce", lo que no se encuentra en la enseñanza de Lacan. rrespondenciél como //Frélgmentos de la Correspondencia con
Sospechamos entonces que había dos niveles: el de la sintaxis Fliess", IICartaN° 52" -en las nuevas ediciones se la conoce sólo
simbólica y el de la Cosa o el referente, el ser de goce. Esos dos por la fecha-, Lacan subraya la no-traducción del sistema del
niveles lnantenÍan relaciones regladas -primero por la l11eUífo- lenguaje de inscripción del inconsciente/ la ruptura en la ins-
ra y la metonimia, luego por la alienación y la separación-/ que cripción del lenguaje. Esta carta nos daba la guía que seguía
describían las relaciones, el funcionamiento de esta sintaxis del Freud en su descripción del inconsciente como sistema de hue-
inconsciente y de una semántica. llas, de signos de percepción/ Wamc!mlllgzcitscJ¡CIl, no traduci-
Estos dos niveles diferenciados, el del goce sexual del que das de época en época. Si bien Lacan admitía esta discontinuidad
hablamos y los medios de la interpretación que utilizamos para en el plano de la función del lenguaje en psicoanálisis, sin em-
alcanzado sin hacer referencia directa, sin tener acceso d ¡recto, bargo la palabra plena venía a restaurar los capítulos que falta-
daban el resorte de la dificultad de una concepción de la ban en la historia, la verdad que se había perdido por la repre-
sión. En el fondo/ permitía el horizonte de una cierta meta-
interpretación en la enseñanza de Lacan. I-Iemos visto la última
vez cómo en "La dirección de la cura ... " Lacan opone su palabra que terminaba por restaurar el Jugar del sujeto en el
horizonte de su época; es decir/ una metáfora hegeliana para
concepción de la interpretación a toda concepción de
designar el universo del discurso. El horizonte de una época, es
metalenguaje de establecimiento de reglas para la interpreta-
lo que se dice en una época determinada. Se trataba de una
ción misma, tratando los decires del sujeto como un lenguaje- re absorción en el universal del discurso.
objeto: //Es también que esta rectificación en Freud es dialéctica/
y parte de los decires del sujeto para regresar a ellos, lo cual
1. Lacan, J.: "La dirección de la cura y los principios de su poder", en Escri-
quiere decir que una interpretación no podría ser exacta sino a los 2, h·aducción de TomiÍs Segovia, Buenos Aires, Siglo XXl, 1987, ~x¡g. 581.

188 189
Erie Ll/urcl/t No hllY 1I1e!IIICIIgUl/jc

Es el desplazamiento de la teoría de la palabra que provocó las reglas del Midrash; así como aquella que opera en los mitos
una suerte de movimiento de báscula, punto sobre el cual y sus desplazamientos. Existe un arte de la interpretación que
Jacques-Alain Miller ha vuelto en varias oportunidades en el se desplaza de unmanejoligadoa lapalabra hacia una interpre-
curso de su enseñanza. Los remito a una clase de enero del'8S; tación reglada a partir del escrito; siendo la meta, no tanto
pude releerlo porque viajé a España, pues el Departamento de restituir una historia completa, consistente, sino más bien una
Semántica de la Facultad de Valencia la publicó con el estable- lectura del inconsciente, como letra.
cimiento de Catherine Bonningue. La tituló "De Hegel a El escrito funcionaría como una meta-palabra, un más allá
Jakobson". Destaca en ese texto los movimientos en torno de de la palabra que aseguraría la consistencia; aseguraría una
"La instancia de la letra ... ". En efecto, voy a utilizar el despla- salida. Pasamos de un registro en que la interpretación funcio-
zamiento de la palabra luego de este texto, que Miller re tomó na como palabra de verdad, una interpretación por medio de la
en su último curso, para nuestro propósito; pues en suma, cual la verdad podía decirse toda, y "alcanzar el horizonte de
podríamos ver funcionar a partir de allí el escrito, a la inversa la época"; a un sistema donde la verdad no se dice toda. De una
del caso precedente. concepción en la que habría universo del lenguaje, a una
I A partir de "La instancia de la letra ... ", Lacan va a definir un definición más bizarra del lenguaje, con agujeros, con "la
sujeto, el sujeto que responde a la metáfora ya la metonimia; un verdad se dice no toda", y en el fondo, a la admisión de una
sujeto que, lejos de poder ser captado a partir de la palabra, discontinuidad irreductible.
1
plena o vacía, será captado estrictamente en su división por el ¿ Qué quiere decir que "la verdad se dice no toda"? ¿Quiere
11
escrito. Será una especie de sujeto definido por el corte mismo, decir que se dice parte por parte? En un primer sentido, sí: se
el corte en la cadena. Y tendrá una diferenci a, una barra -ya sea
111

1,1

dice etapa por etapa, paso a paso. El intuicionismo valorizó las


il la barra que franquea en la metáfora, o el estar debajo de la barra virtudes de rechazar la extensión del conjunto como dato al
l."
II en la metonimia·-, una barra irreductible que marca el lugar
infinito, y tomar etapa por etapa, punto por punto, el desarrollo
,1

mismo del sujeto, radicalmente dividido por el significante y


11

sus efectos. de una verdad que no se dice más que frase por frase. Este
'11
rechazo de una concepción extensional, en el sentido en que
i incluye el infinito, conviene; el intuicionismo rechaza una
Metonimia concepción intensional que daría acceso a todo el conjunto
hasta el infinito. Esta consideración del paso a paso en Heytink
Mehifora interesó mucho a Lacan en su posición de la verdad, pero no
voy a centrarme en esto; en algún momento deberemos pasar
por las zonas intuicionistas en Lacan.
Hay toda una corriente a partir de allí que define la interpre- ** -k

tación no ya a partir de la palabra, sino a partir del escrito. Es


lo que hace que en 1967,en la "Proposición de19 de octubre ... ",
cuando habla del arte del psicoanalista, haga referencia a las Quisiera retomar la frase "la verdad se dice no toda" a partir
,1

técnicas de interpretación, dice: "aquellas que convinieron al del momento en que debemos definir dos niveles: una sintaxis
11,1

saber textual desde siempre". La referencia que toma es la lacaniana y un horizonte semántico; el horizonte de algo que
interpretación, tal como se practica por el pueblo, del libro, son apunta fuera del lenguaje. Eso es el goce, lo que escapa, lo que

190 191

11'
,11
Erie LO/lrellt No J/lll/llletaleIlX/loje

no puede decirse. Vamos a ver cómo esta cuestión se sitúa por autonomía radical frente a los hechos naturales, si el corte
fuera o al costado del psicoanálisis en el momento actual. biología-lenguaje está renovado por esta perspectiva.
La filosofía analítica anglosajona quiso salir de la perspecti- Entonces, esto cambia la idea de "la verdad se dice no toda".
va que instaló Frege, la perspectiva de la lengua como univer- Hay otra manera de comentado: si se dice no toda, es porque
sal; la lengua sería el único medio por el cual podemos referir- sólo es la verdad de un fantasma.
nos al mundo. Esto le sirvió a Lacan durante un tiempo para En principio, se dice no toda porque no se dice más que paso
salir de la hermenéutica. Hay que pasar primeramente por las a paso; en segundo lugar porque no hay punto de vista univer-
expresiones, por los diferentes sentidos, los Sil///e, para llegar a sal. Hay un libro cuyo título es Le poil/t de Vl/(' de 1I/111epl1rt (E/
la Bedeutul/g, a la referencia; y el lenguaje es un universal Plll/to de vista desde ningunll parte), se trata de eso, no hay punto

porque es imposible salir de él, porque no podemos salir del de vista; Right in the 111idd/e of now!Jere es una bonita expresión
lenguaje para hablar del lenguaje. No hay modo de llegar a la anglosajona. "Encontrarse justo en medio de ninguna parte",
referencia, de conocer la naturaleza, para hablar de lo m,15 sería el punto de vista de la mirada divina, el punto de vista que
simple, sin pasar por las expresiones lingüísticas. La tentcüiva podría decir lo verdadero sobre lo verdadero, que sería absolu-
de la filosofía anglosajona, luego de Quine, es recordar que en tamente universal, que permitiría salir del lenguaje.
nuestro pensamiento contempor;:iLleo,es posible conocer di- Una manera de comentar "la verdad se dice no toda" es
rectamente la naturaleza. Se trata de un retorno al natura!ismo. decir que sólo hay lenguajes particulares: cada uno sólo utiliza
Recordemos el título dd libro de Pacherie Nat/l mIi::.I7r lo las palabras en un sentido que le es propio, una de las tareas
illte//cio//alidl7d; sería posible salir de la intersubjetividad, de la fundamentales del psicoanalista es saber hasta qué punto no
intención subjetiva, teniendo una relación, un conocimil'nto existe un diccionario común. La práctica del psicoanálisis
directo de las cosas. Es una de las corrientes, una de las comienza con Freud cuando se sale de los diccionarios de
voluntades del cognitivismo, no del cognitivismo en el sentido símbolos para explicar los sueños; dicho de otro modo, no
de 10 quees conocido bajoesenombreen psiquiatría, que es una existe diccionario de los sueños. El diccionario sólo 10 obtene-
variante muy degenerada de la cuestión, sino 10 que es conoci- mos del soñante, porque lo que se llama asociaciones sobre los
do como cognitivismo en la corriente filosófica y en la tentativa sueños, que no es más que el meta-sueño o, como dice Freud,
de reflexionar sobre las ciencias cognitivas. La idea misma de los juicios sobre el sueño, las asociaciones, forman parte del
las ciencias cognitivas es ésta: el término "ciencias cognitivas" sueiio mismo. El sueño es un texto, ponemos paréntesis, y a
aproxima dos fenómenos, uno que da cuenta más bien de la partir de allí comienza el comentario sobre el sueí1o, pero el
comprensión, y el otro que es la explicación de las ciencias comentario está incluido en el sueiio, es coextensivo de éste.
naturales. Las ciencias cognitivas son una voluntad de retorno Freud rechaza que el meta-sueño sea un metalenguaje del
al naturalismo anterior a Frege, y trata de mantener estricta- sueño. Decir "El juicio del sueño forma parte del sueiio" es
lnenteuna perspectiva causal: la mente, JIIi/ld, podría deducirse decir que no es un comentario objetivo: prolonga el sueño, y es
directamente de un estado del cuerpo, bor/y, con un aplana- ésta una de las tesis del "no hay metalenguaje", una verifica-
miento de los dos, que se saltean la cuestión de la razón. Pasca] ción de que no hay metalenguaje.
Angel -autor francés contemporáneo-lo ha mostrado dicien- El psicoanálisis cOlnienza de este modo, y continúa recha-
do que la cuestión de nuestro tiempo es saber más que nunca zando profundamente el diccionario. Quiere decir que hay que
si las normas están fundadas históricamente o psicológicamen- poner más atención a los significantes que utiliza una persona,
te, si se desprenden de un orden articulado, o si tienen una y poner atención en lo que le agregamos, pues creemos decir

192 193
Erie L'7lirell t No hay IlIeta/clIglllljc

algo, y decimos de hecho algo terrible. Por ejemplo, a un sujeto Él también consideraba que no hay metalenguaje, que hay que·
que les habla de que él se esfuerza por hacerJe el bien a talo cual pasar por la lengua, y que el uso poético de la lengua es más
persona que viene a verja, que hace lo imposible, le decimos: verdadero que el uso del metalenguaje de la lengua más bien
"es un apostolado", y sale de allí completamente abatido, conceptual que nosotros también utilizamos, desgraciadamen-
porque hay un dato que no conocemos, y éste es que su padre te. Hay que luchar contra ello.
siempre quiso que fuera cura. Allí hay un dato faltante, porque Esta perspectiva de la interpretación de "la verdad se dice
hubiera sido necesario analizar primero al sujeto, pero no no toda" como una lengua particular, es una manera de inter-
siempre tenemos la oportunidad, hablamos a personas a las pretar ese "no todo" como: no hay más que puntos de vista
que no hemos analizado -ocurre todavía-o,y en esos casos, no particulares del lenguaje. Pero esto es 10 que la perspectiva
sabemos qué les decimos. En este caso la palabra tenía un Frege-Wittgenstein cuestiona: Wittgenstein demuestra con
sentido particular que lo impacta, que lo sorprende, en el mucho empeño que no puede haber lenguaje particular; el
sentido del siglo XVII. lenguaje es necesariamente universal, pues de hecho, si repeti-
Esta lucha contra el diccionario no se le apareció sólo a Lacan mos las palabras de alguien, o bien se trata de una grabación
y a los lacanianos, recuerdo haber escuchado hablar de eIJo a mecánica, o bien el hecho de repetidas implica que de cierto
Bion, quien en 1978aún venía a Francia a dar controles en una modo sabemos que forman parte de la lengua, incluso si no las
clínica en Lyon. Recuerdo haber ido a ver cómo lo hacía. Bion comprendemos. Wittgenstein decía: la situación es indiscernible
tenía en ese momento 80 años -era una especie de gran coronel del uso indirecto, del estilo indirecto, citar es atribuir a otro, es
de la armada de la India, frío, con un porte altivo, tenía mucha como hablar uno mismo en estilo indirecto; ya sea otro o uno
presencia-o Como era una clínica kleiniana, los internos tenían mismo, eso no tiene ninguna importancia. Esta tesis era para él
formación kleiniana. Los internos explicaban: "el paciente rea- coextensiva de la tesis de 10 universal dellengllaje. Es necesario
liza un ataque a los vínculos, introyecta, proyecta los objetos captar la dialéctica, la tensión, entre el sentido según el cual la
malos internalizados", la jerga kleiniana. La jerga lacaniana se- verdad se dice no toda, en tanto es lenguaje de un fantasma
ría: "y bien, el sujeto ... ". Le decía: "¿qué idioma habla su pa- particular y hace referencia a un goce particular, y la verdad
ciente?", el otro respondía: "proyección del objeto malo que se dice no toda en el sentido en que se produce etapa por
internalizado, etc.". Biondecía:" ¿Qué idioma habla?". Depron- etapa, teniendo sin embargo como horizonte un universal, en
to, la sexta vez que interrumpían su exposición hecha en esta la medida en que no podemos escapar a ello.
jerga con la pregunta" ¿qué idioma habla?", el interno empezó Hay otra manera de entender "la verdad se dice no toda".
a no saber exactamente qué se le preguntaba, y a decir cosas Nos interesa la perspectiva que trató de instalar Davidson. Voy
interesantes. Simplemente, Bion era un anaIista. Es necesario a basarme en el resumen que dio Descombes. Davidson quiso
romper un poco esa jerga para obtener los hechos, aquello de lo definir un punto de vista sobre la lengua donde la referencia
que se trata; aparte de que, por supuesto, quiere "sostener su entre los significantes y las cosas, o la significación -la significa-
deseo", "atravesar su fantasma", etc. Bion tenía una idea aguda ción erl tanto es referente-, no sería una relación tal que haría
de "no hay diccionario común". Por otro lado, para sorpresa falta quedarse a nivel estrictamente de los significantes.
general, pues todos esperaban que expIiclue la proyección, los
vínculos, etc., concluyó toda una jornada de control citando de
Signos_
memoria cinco o seis estrofas de un largo poema de Valéry: Les Referencia
bátisseurs de cathédrales. Fue algo muy fuerte. j Bion tenía 80años!

194 195
Eric Lauym t
No 1111.'; IW/¡I!<'II:,UII;<'

Por otra parte habría que hablar, no en términos de deseos que él había tenido en relación con los niflOs de su
significantes -que suponen el algoritmo saussuriano-, sino entorno, según la lógica implacable que atornH:'ntil al sujeto
de signos; el problema es saber si los signos pueden remitir al obsesivo. Davidson dic~': muy bien, hay que tonmr estos
mundo o si hay barrera del lenguaje, lo que hace que nos rélzonarnientos como lél G1l.lSadel regrc:.;o él]lugiu', y describe
veamos llevados a permanecer en el nivel de los signos. Y los un sisterna tal que es sufi_'ientc :~uponer un sujeto compuesto
signos no se definen mc1s que entre sí, según el principio del de centros de razondluienlO:; contradictorios_ Lo (;ue le jJ,u"<'ce
diccionario.
que Freud hizo rnuy bierl e:: suponer una suerte de cliva¡e
De este modo se opera un punto de vista extensional, en un fundamental del sujeto, no L1y llnid,ld del :.;ujl-'to;pero SI'
sentido diferente a la jerga que utilizamos cuando decimos "el equ ivocaba en todo lo dern(:s_ /\ lIí'y IlUPOdCtrlllS~;eguiri.o. ~~o
<1

psicoanálisis en extensión"; hablamos de ello según la metáfora tiene la rnenor idea, recltaza 1:: hecho de que plledCl habcl Ulld
de la mancha de aceite. Es una construcción; fuera de nuestro
causa ligada al goce como tal, en sentido sexual. Pero admite
medio, nadie utiliza esas palabras enese sentido. "El psicoanáli- que hay una causa, ad rnill' !lna causalidad pSlquicc1. Lo cu,ll es
sisenintensiónyenextensión": Lacan loutilizóuna vez, pero en bastante en ese n1LUldo, pues n(Hm,lhnente en las ciencias
otros textos lo utiliza de otro modo. Normalmente, el punto de cognitivas se rechaza la idea de un,1 causalidad Psúluica; la
vista extensional es definir las relaciones entre los signos y los única causaJidad es la de las ciencicls naturales, y luego el
objetos del mundo, es saber cuántos objetos hay en el mundo sis1eIl1a cognitivo debe explicar las LrdnsformaciOlJl2S sucesi-
que responden a la cadena de los signos; y el punto de vista VdSpor nivde:~, que tranSfOl'lllMl b cdusalid,ld ncltura] --~lade
intencional es definir las relaciones no de los signos con el mun- las ciencias naturales v en última inSi,l1lci,l L. de J;¡ físiGI
do, sino de los signos entre sÍ. Davidson con sus camaradas e~;crita-~-,en un comportinnienio hUll"ll"o.
,unericanos, su maestro Quine y sus compañeros, quiere mante-- El problenla es que DavicLon dice ,;uc eSd CHlsa no puede
ner la idea de que el lenguaje da acceso, remite efectivamente a ser semejante d una causa n,clturat sino anómala en el sentido
una referencia. de Durkheinl, es decir, 10 anómalo en IdiftO que no obedece a la:,
En segundo lugar, hay una teoría de la acción, de los actos, normas. Entonces, para intcrprctm' el comportamiento: "vuel--
que es causal: acepta la tesis según la cual debemos encontrar vo d colocar la rama ensu lugarporqul:' quiero salvdl () proteger
una explicación psicológica causal a nuestros actos. Se divirtió d tal persona.", y a' mismo tiempo "quiero hacer],,: ,1,lf'iJ', sólo
comentando en un artículo el texto de Freud sobre el Hombre
es posible si i"elo hace con ayuda de norm<1Sde,',ii¡on,llid<l(~, d,_'
de las Ratas a partir de hechos supuestos, y tomando la acción Id r<17Óny no Jeunmecanismo. La Cilusa n'l11ile par.] (lavic:"oll
del Hombre de las Ratas. M,ls exactamente comentó el caso de
d una razón, y a una interpretación, y no ,1 un n:,cpj·,úlO.
otro paciente que Freud cita en el Hombre de las Eatas, que Encontrarnus la razón que define otro ol·d,,oll ·di,.llll'n ,1 id
daba cuenta de su obsesión de racionalización. Este obsesivo
célusalidad física. Los pensadores raciOl];llistas ~,on ,H]lIcl]os
caminaba por un bosque, aparta una ranla, y luego, una vez que piensan que hay un orden Je causalidad propimnente
que vuelve a su casa en Viena, luego de tomar el tranvía, etc., dicho en la razón.
vuelve a hacer el trayecto en sentido inverso para volver a Davidson no es hermenéutico, no habla de unel interprda-
poner la rama allí donde estaba, en nombre de una teoría poco ción en el sentido husserl-heidegt~eri,mo (remite él un sentido
consistente según la cual donde él la había dejado podría hacer que remite a otro sentido, un sentido puramcnte despl'f'rl'Udo
que un niño tropezase y se cayese sobre un árbol, incluso de la causa), dice que esta interpretación, no es un senti(10, es
podría desfigurarse el rostro, ete. Se trataba de horribles una, hipótesis sobre la racionalidad en juego. En resumen, no

196 197
U" Ilnlf //leta/cJlSlla!"
Erie L.al/re/if

mente, y tan claramente que su enseüanza lo llevó a casarse con


hay verdad que se desprende de un sentido que actualizaría lo una psicoanalista; de modo diferen te a Lacan, quien pasó de su
verdadero, que renlitirÍa él un verdadero por venir, de un tesis de psiquiatría al psicoanálisis.
sentido que sería siempre una pequeúa parte de la verdad, pero La perspectiva que va a servirnos :,crá otra, abierta por otro
hay una verdad que no podemos decir toda, porque todo lo que trabajo, el de Jaakko Hintikka. También él se ocupó de esta
podemos hacer son hipótesis de racionalidi'ld sobre la gramá-- cuestión; no sólo es conocido, ha sido citado por Lacan a causa
tiea de las creencias y de las actitudes del sujdo. Entonces, de sus trabajos en Creer y saber, pero es un autor lógico que pasó
examinamos la proposición: "el sujeto va a llevar la r,lma revista a muchos campos de la lógica, es un lógico proteifonne,
porque cree que, porque tiene miedo de, porque piensa que", extremadamente fecundo, y acaba de publicar un libro que se
y estudiamos la lógica de "creer". ¿Qué quiere decir "cree en"? llanta: ¿La verdad es il1e{t¡hlt'? Es decir: ¿podemos decir la ver-
¿Qué quiere decir "sabe que"? ¿Qué' quiere decir "tiene miedo dad? Lo que no puede dejar de interesarnos. ¿La verdad es
de"? Tomarnos su sistema de actitudes y de creencias y los
illetá/¡/e? plantea la cuestión de si la verdad puede decirse y
colocarnos en la máquina lógica, tratamos de escribirlo al decirse toda. Se trata de trabajos acerca de la cuestión de la
máximo y luego hacer un cálculo. Davidson restablecl' una verdad en la lengua, la verdad iJ1lTlanente a la lengua, que por
intersubjetividad ..es decir que hace falta un sistema de ¡-lctitu- lo tanto no podría decirse, pues no hay manera de salir de la
des y de creencias comunes a aquellos que hablan. Desde el lengua para decir la verdad_ Pues bien, estos trabajos son los
momento en que digo "el otro cree que ", es necesario que yo que actualmente interesan mucho a los lógicos contemporá-
mismo tenga un sistema de actitud, que sepa lo que Ljuiere decir neos. Pude darme cuenta de ello! pues Flintikka estuvo en París
"creo, pienso, sé''', y esos sisternas de actitudes proposicionales el jueves último, había un coloquio "Hintikka en París" y los
permiten luego ver si son utiJi¿ados correctamente_ Por ejem- finlandeses lo trajeron en colaboración con el equivalente del
plo, si al~uien dice "sé que", ¿('sIc>(¡uiere decir que sabe o ql'l' Ministerio francés en Finlandia. Dio un,' cunferencia y fue
cree que sabe"! Es fundamental el "sé que", En general, quiere interrogado por lógicos contemporélneos franceses; la confe-
decir simplemente "1'1'1;'0 que sé", y sobre todo: "nunca te daré rencia de apertura fue dada por nuestra amiga Flourya Sinaceur
el p]¡teel- de que tú meio enseiícs". Esto nos recuerd,1 algo que y se refería a este texto ¿La uerdad es illetill,le?
contaba LClcan:dice que lo que lo guió en su vida es que siendo La perspectiva que abre llintikka me parece interesante
peqUt'Í1o, célela vez que hacía una observación, su ]1Crmana para nuestras apodas psicoanalíticas. ¿Qué quiere decir su
decía "y¡-1lo sé"; y esto lt.~pareció muy clan) para comprender proposición "la verdad es inefable?". Quiere decir que en la
lo que quiere decir "yo St''', especialmente en la boca de Ulld perspectiva Frege-Wittgenstein, si decimos que el lenguaje es
un universal en el sentido en que no podemos salir de él,
dama; quiere decir: "no le permitiré nUllCélque me lo enseí\e".
I\Joquiere decir de ningún modo que el sujeto sabe, quiere decir entonces, no es posible decir la verdad. ¿Cuál es la verdad de
fIlanieve es blanca"? Que "la nieve es blanca" si y sólo si ]a nieve
que cree que sabe! en el mejor de los casos! pero sobre todo es
es blanca. Todo el mundo puede percibir el pequetlo detalle de
un "no", Wla variante ckl !!no" Entollces podemos tümarlo
como un sistema de ¿1Ciitudes proposicionales! y engancharkJ quitar las comillas. Nada podenlos decir adcmis de eso, o bien
está en ellcnguaje o lJ;c:nestá verificado, Fl:TOno hay ninguna
al sistema global del comportamiento.
Todo permite ver cómo y en qUl; sentido podemos decir "la proposición posible que vcnclr;a a decir cuál es la verdad de "la
verdad se dice no toda" ,Pero ciJo no nos acerca de modo nieve es blanca"; porqtw para ello habría que salir del lenguaje_
De alh el aforismo del Tmciaflls ... de Wittgenstein, su tratc:-
decisivo al psicoanúi:;i:o, aunque Davidson se acerque c1ara-
1L)')
198
Frie Lnurent No ¡!aY 1IlcllllCllgullje

do publicado en el primer período de su filosofía que decía interpretaciones que pueden ser del orden de lo nuevo o de la
"aqllello que no puede decirse, hay que callarIo". cita. Esto hace que la cita sea una interpretación, pues el poder
"¿Podemos decir la verdad?" quiere decir eso: no se puede de las comillas introduce la interpretación, el hecho de que el
decir la verdad, es decir que no podemos asegurar las relacio- otro comparta el sistema de creencias, etc., y lo cuestione, que
nes del universo del lenguaje y del mundo. La relación del pregunte" ¿qué quiere decir eso?". Pero esta interpretación
lenguaje y el referente e~;tcíasegurada por discursos que no son desemboca en un punto irreductibIe, lo que no puede decirse
de hecho del orden del discurso. desemboca enel fantasma; hay un punto que no puede decir-
Para Wittgcllstein, lo que asegura las relaciones del lenguaje se y que puede aislarse por su consistencia. Y sin embargo, en
y del mundo es Dios. la religión, el arte, la ciencia; es en lo que la experiencia misma, ese punto que no puede decirse toma el
concierne a los lenguajes natuL11es, la religión y el arte, en lugar del referente de todo lo que se dice. ~
ocasiones la moral, L1 ética cuando se define fuera del contexto Podríamos decir, como Wittgenstein, que todo lo que no
religioso. Es por ello que decía: "aquello que no puede decirse, puede decirse hay que mostrado; sería necesario entonces que
hay que callarlo, pero hay que mostrarlo". Para él, b religión, el psicoanalista muestre lo que es hacer de objeto 11. ¿Qué es, jJ
~'
el arte, son del orden del mostr,w; no dicen, muestran. Pero según la expresión de Lacan, "hacerse una conducta"? ¿Qué
~
para él, esto no es una descalificación, es un "eso no dice"; es ei sería ese punto donde sólo opera el silencio? ¿El analista
final del prill1erpcríodo de su filosofía. debería mostrar lo que no puede decirse, del mismo modo que
En el segundo período, m<Ísradical aun, Wittgenstein insis- el cura, el moralista, el artista? No. Lacan toma por ello la
tía en el hecho de quc pari1 comprender el sentido de una frasl', referencia del San Juan de Leonardo da Vinci que en efecto
había que comprender sus empleos --JlIl'I1J1illg is use-.' Pero no muestra. El San Juan de Leonardo es una magnifica ilustración
utilizilba m,is el sentido, la idea del uso, en el sentido de: no del "lo que no puede decirse puede mostrarse": es el Índice, que
cOlnprcnclemos el sentido de una pa1dbra sino por otras pald- no muestra lo que es porque eso puede decirse. O al menos en
bras, en el sentido del diccionario, o incluso de los ernpleos del lo que es, hay un registro de todo lo que puede decirse, y está
diccion,uio; el uso que tom,lba, el LISOque utilizaba era "p,ua lo que no puede decirse, eso es wittgensteiniano, es San Juan en
comprender el lenguaje, h"'j! un modo de vida comp",rtido, o tanto que su Índice sobre el horizonte habitado del ser designa
JTlc'>(josde comport"miento compartidos". Ven ustedes que se la posición divina: SanJuan anuncia al Salvador que es el punto
tr;1Ia de algo cornplctillnente fuera del lenguaje; ya no son los donde se dirá lo que quiere decir hablar.
";:-:/2UF1Sde' ,lCtitud('s proposicioJ1,11cs compartidcls, y,l no se
ir,lt<1de creer-saber-comprender como sistema, es el modo de _~ ------..::;.52
vid,,- AHí comienza a tener interés para nuestra perspectiva: 11

para él. hace falta una cierta relación a la realidad, a la natura-


leza, compartida. Pensaba así porque era psicótico. Es en efecto
Lacan dice: "el a~1alista se pone en un lugar de semblante";
lIl1,lidea que SE' inscribe en la pcrSpt'ctiv,l F,icótica. no muestra pero es semblante, es la garantía de ]0 que no puede
LlCall dice en ~,U enseílanz" quc existe lo imposible de decir, decirse en el análisis y e:;to se desprende bajo la forma de (11), es
y une esto :,(:'alcanz" '.~nla expe,rienci<t psico;maJítica misma, el referente de la cadena significante. El sujeto es corre lato de
C'élSO;l],C1S0,por sus interpreta,:ioncs que cambian de sentido, ese punto fuera de la sintaxis.
Por lo tanto Wittgenstein, a través de su tesis del modo de
') "El ~,cntido es el11~;()n _ [r,,!, de le, T.1 vida, que es un paso más con respecto al mostrar, nos permite

21'l: 201
frie Laurcnl
No 1Iay IIlclalCl/gulljc

captar que no se trata de un modo de vida que sería una relación


junto de frases. Por ejemplo, tienen una cadena de términos
a la naturaleza, sino un modo de goce en relación al fantasma.
compuesta de números enteros con las cuales tienen una adi-
Un fin de análisis como identificación al analista es eso: puesto
que la verdad no puede decirse, entonces, es un modo de vida ción, aplican una ley de adición y pueden mostrar que se trata
compartido, es por medio de una identificación al analista de una estructura abstracta, de un modelo que es un grupo
como alguien puede hacerse una conducta, como alguien llega abeliano (del matemático francés Abel); toma por lo tanto la
a arreglarse con lo insostenible, lo indecible que está en juego. teoría de los grupos, y dice: es una cadena con una ley de
La tesis más interesante, vaya desarrollada en la clase oposición interna adición-multiplicación, con un elemento
próxima, es la de Hintikka y otros. Hintikka en particular neutro. Es éste un modelo posible, una semántica posible de un
retama la perspectiva introducida por Van Ajeinoort, lógico cierto número de frases. La idea es que esto ya no es la
que murió muy tempranamente, concurrió al seminario de perspectiva de la verdad; no es que la verdad no puede decirse
posgrado de Jacques-Alain Miller hace diez afíos, era un hom- toda en tanto ella es inmanente al lenguaje, que no podemos
bre extraordinario, holandés de nacimiento, que dejó todo a los salir de él, sino que la idea es que ella no puede decirse toda
porque sólo puede verificarse en modelos semánticos.
20 ai1os, sus estudios, su familia, para hacerse secretario de
Trotski. Era su secretario en México en el momento de su Ésta es la perspectiva que retorna Hintikka de Van Ajeinoort,
asesinato, se fue a los Estados Unidos donde hizo estudios de una forma muy diferente de comentar "la verdad no puede
lógica, y fue primeramente alumno de los positivistas lógicos, decirse toda", y que puede tener acercamientos muy interesan-
de Carnap, y luego del departamento de filosofía de Harvard. tes con la manera en que nosotros situamos la teoría del
Tuvo a los grandes profesores de lógica de nuestro tiempo. fantasma y de su atravesamiento en el psicoanálisis.
Escribió un libro que ya es clásico, un manual que se llama Frolll
CLASE DEL 13 DE MAYO DE 1994
Frcge to Giidcl, traducción ~bajo la forma de recopilación- de un
cierto número de artículos fundamentales; luego él mismo hizo
escritos sobre lógica. Finalmente fue asesinado por su segunda
mujer -no es un secreto: salió en los periódicos-, una paranoica
que terminó matándolo. Son cosas que ocurren y que no
pueden evitarse, cosas que nos privan del pensamiento de una
persona no sólo simpática sino de alguien que comenzó a
desarrollar-primero un poco solo-una perspectiva muyorigi-
nal. A partir de su recopilación, puso de relieve la perspectiva
que hace tomar a Tarski, y no a Cadel, como punto de partida
de una cuestión para la filosofía -el teorema de incompletud de
Cadel dio lugar a demasiada incomprensión-o Lo que conside-
raba más importante de Cadel es que en su demostración
comenzó a aritmetizar frases. Van Aj einoort toma este punto de
1II

partida. Lo interesante es que no usa la lógica como un lenguaje


:11

I111
del que no puede salirse, sino como un cálculo del cual pode-
¡II mos dar interpretaciones; es decir, dar un modelo de un con-

11'
111'

202
11I
203

I¡I

!11
12. EL DESEO DEL ANALISTA

Quisiera dedicar esta última reunión a tres cuestiones.


La primera, recordarles que en un mes tendrá lugar el
Encuentro Internacional del Campo Freudiano "La conclusión
de la cura psicoanalítica". El volumen del Encuentro acaba de
salir, lleva por título" ¿ Cómo terminan los análisisr' y presenta
la recopilación de los trabajos preparatorios al Encuentro mis-
mo. Es una manera de interrogar la teoría actual del fin de
análisis. Se trata de un tema delicado y que varía en las
diferentes presentaciones y en las diferentes lecturas de Lacan
que han hecho posibles este punto final.
Más allá de las consideraciones sobre las salidas y las
conclusiones diferentes que pueden aparecer, se tratan en este
libro las consideraciones sobre la salida tal como debe ser, lo
que implica la teoría del pase. Pero incluso más allá del pase, la
cuestión es saber si existe o no una cura psicoanaJítica que
llegue hasta el punto en que aparece un deseo nuevo en este
mundo, el deseo del psicoanalista.
La cuestión más profunda es si el deseo del psicoanalista es
un hecho o una ficción.
Habrá plenarios donde se discutir<:ínlos volúmenes, los
relatos preparatorios de las Escuelas y salas simultáneas don-
de se discutirán los estudios freudianos, posfreudianos, las
salidas prematuras, las interrupciones de análisis con nií'ios, el
destino de la transferencia en las conclusiones, luego el destino
del síntoma. También habrá lugar para las psicosis, el destino
del fantasma, el pase y, finalmente, el deseo del psicoanalista.

205
E ¡-ic La llrCIl t El deseo dcllllllllista

Si lo que Jacques Lacan dice es verdad, si el deseo del Debemos recordar primeramente las causas de su escrito
psicoanalista es inédito, esto constituye una respuesta nueva y ¿Pueden los legos ejercer el andlisis?Éste responde a una doble
fundamental a la pregunta: "¿qué es un psicoanalista?". urgencia, nacional e internacional. Desde el punto de vista
Por un extraño efecto de perspectiva, el debate parece naciona 1,punto de vista austríaco, este ensayo escrito en forma
próximo y lejano a la vez; reglado por un siglo de existencia del de carta abierta o de diálogo a cielo abierto responde a una
psicoanálisis y sin embargo siempre por venir. Tan grande es el demanda presentada contra un psicoanalista, Theodor Reik,
desacuerdo reinante entre las diversas interpretaciones del por ejercicio ilegal de la medicina.
lugar, de la profesión, del psicoanalista. Podemos examinar a Desde la primera página del libro, Freud sitúa la apuesta con
partir de allí la formación que le conviene, lo que debe saber un Witz mordaz. Escribe: " [... ]la pregunta es si también a losno
más allá de la realización, de la experiencia personal de un médicos debe pennitírseles ejercer el análisis. Esta pregunta tie-
psicoanálisis y hasta dónde debe ser conducido. ne un condicionamiento tanto temporal como espacial. Tempo-
¿Es posible, en lo que concierne a lo que debe saber, hacer ral, porque hasta ahora nadie se había preocupado por determi-
una lista definida que fundaría una escuela especializada? nar quién ejerce el psicoanálisis. Y aun se preocupaban harto
¿Cuál es la conducta que debe obtenerse de un psicoanalista? poco, contestes en el deseo de que nadie lo ejerciera [... ]" 1

¿Podemos hacer una definición que sea la de definida por una En este Witz, Freud se regocija por esta nueva preocupación:
doble exigencia: de purificación personal por la cura, de "sufi- existe la constitución de un conjunto de personas que practican
ciente purificación de su inconsciente por la cura" según una el psicoanálisis de hecho. Él mismo tuvo esa preocupación,
expresión utilizada por Lacan en Le Seminaire li'Ore VIII, Le desde 1925, y se apoyó en un miembro del Consejo Superior de
transfcrt, y de aceptación pública de un código estricto de Medicina para sostener su punto de vista y poner el psicoaná-
prescripciones profesionales? El lugar del psicoanalista no lisis al abrigo, fuera del alcance de presione~; exteriores.
pareció inédito en un comienzo. Freud era médico y la medici- Había también una urgencia desde el punto de vista inter-
na se empezaba a dedicar, a fines del siglo pasado, a la pr"ictica nacional. Ese mismo ailo en los Estados Unidos, Brill,presiden-
de psicoterapias diversas, y parecía querer albergar en su seno te de la Sociedad de Nueva York, toma partido públicamente
las prácticas que existían desde siempre, repartidas entre la en los periódicos contra la práctica del psicoanálisis por los no
taumaturgia, los curanderos, el cura y el médico. médicos, y amenaza a causa de este punto con romper con la
Luego de treinta ailos de ejercicio del psicoanálisis y en Asociación Internacional de Psicoanálisis. Freud respondió
medio de la reconstrucción que siguió a la catástrofe de la inmediatamente con una firme actitud de oposición a los
Primera Guerra Mundial-en este período de los años '20 que americanos, y así continuó. Más allá de dirigirse a las autorida-
numerosos historiadores acuerdan en situar como la verdade- des y de su voluntad de defender un lugar profano para el
ra entrada en el siglo xx-, Freud hace una sorprendente decla- psicoanalista, Freud descubre una consecuencia institucional
ración: "en el fondo nunca he sido un verdadero médico". No que no se le había aparecido tan claramente hasta entonces en
le fue fácil convencer a quienes quería persuadir para que el seno de su asociación. Dice en una carta a Eitington: "Para
proclamaran la independencia radical del psicoanálisis de la poder tener un acuerdo general necesitamos una autoridad de
medicina, con sus diplomas, con su formación. ¿Por qué esperó la cual no disponemos". Como no obtiene un acuerdo general
Freud hasta 1926 para reivindicar un análisis profano, exento
de cualquier lazo con la medicina o el clero? 1. Freud, S,: ¿Pueden los legos ejercer el ml/ílisis?, en Obras Completas,
t. XX, Amorrortu, 1988, pág. 171.

206
207
Eric Ln¡¡rc/l1 El deseo del ,¡/In/isla

l según sus anhelos, hará todo lo que esté en su poder para


reforzar la autorización de calificación de un ejecuti vo central.
De este modo, pensaba establecer un margen de maniobra
na], se tnlta de obtener un.) figura que no tiene ningún equivd-
lente conocido, de un practicante que ayude a defini r el destino
de las pulsiones en los modos de organización social existentes.
,1
necesario, lo más seguro posible, para que la aplicación del y esto a través de la extensión de la pr,ktica del p~;icoanálisis eL

11I
psicoanálisis a la terapéutica de las neurosis, y por este camino aquellos que no lo buscarían esencialmente por su neurosis,
su inclusión en la esfera médica, no termine por "matar a la sino por "interés intelectual".
11'

ciencia psicoanalítica", según su expresión. Con ello apunta a Habrá que esperar los desarrollos de EIIIJ(t/csrarellla CUliUl'l1
11
resolver los enigmas planteados por lo que decidirá llamar para que Freud precise y desarrolle la pcoblemcHica nueva en la
111/'1

poco tiempo después "el malestar en la cultura". cual van a ubicarse el psicozmalista y el psicoanMisis.
:tvlás allá de las consecuencias institucionales del texto de Civilización y pulsión no est,-ín en umj oposición simple
,1
"j',1

Freud de 1926 sobre el psicoanálisis laico, retengamos dos semejante a la oposición del instinto y la domeslicación. No
existe nad,l parecido en el hombre, sinomcls bien una
1'1;

puntos inéditos: primeramente la afirmación de un deseo de


Freud irreductible a las formas existentes de legitimación. En transposición IllclSsu til donde la misma pll]sióll alimenta a la
',',",11,,1,
1'1

segundo lugar la evocación de las modalidades de existencia civilización y a sus exigencias de renuncia, encontrmldo por
'1,
1"',,:,1

venideras del psicoanalista. El LclJrtllll1lyfiker -lo llama de este este camino una scltisfacción m,is secreta. El malestar no surge
modo en el texto en alemán- se traduce como "el psicoanalista de exigencias contrarias a lapulsión, sino del hecho de que en
Illi didáctico"; pero no se trata de ningún modo de lo que llegó a esas exigencias mismas la satisfacción pul:iional del superyó
111[11

,11
significar este término en nues tros días en las sociedades que se está presente y se satisface más aún cuando la exigencia de
refieren a la Asociación Internacional. Término que se reduce vittud es tirc1nica, radical, puritana. De este modo, la puIsión
11111
1;,

a presuponer la realización de la cura personal del candidato misma contribuye a dicha civilización; y ayuda poderosamen-
analista, y que está centrado en la preocupación profesional. Se te a constituir el catc11ogo imperioso, inconsistente y siempre
trata para Freud de una figura nueva del anaJista: definido así, incompleto, de las obligdciones legales y morales imposibles
acoge a representantes de diversas ciencias del espíritu que se de cumplir íntegramente.
ocupan de la génesis de la civilización humana y desus grandes Freud descubre allí, el envés de 1" figura de la época, en el
instituciones, tales como el arte, la religión y el orden social, y mismo momento en que se constituye la voluntad universal de
que aprenden a comprender el ancíJisis por la única vía que se la civilización, su mundialización. Ésta acababa de encontrar
ofrece a aquéllos, es decir, sometiéndose ellos mismos a un su marca en la Primera C;uerra Mundial y tendría que hacerse
análisis. aún un esfuerzo para que verddderamen te, en la segunda, todo
Esta figura del analista didáctico es nueva, pues sitúa de el mundo sienta lo que los ecologistas creen haber descubierto,
manera inédita la contribución del psicoanalista a las obras de el planeta Tierra. Pero el planeta Tierra se descubrió cuando
la humanidad. No se trata de constituir a la ciencia analítica COlnenzaron a matarse en masa, en la misma fecha, sincrónica-
como meta-ciencia del espíritu, como ciencia de las ciencias del mente. En ese momento, la historia estaba lista para iaduir a
espíritu; se trata de obtener una incidencia del psicoanálisis todas las figuras del Otro, todas aquellas que antes se denun-
sobre sujetos que se dedican a estas ciencias, uno por uno, y de ciaban como bárbaras. Lo que se produce entonces es que la
modificar de este modo su concepción de las presiones que la barbarie, la pulsión dernuerte, se aloja en la civi]jzación misma.
civilización impone al sujeto. No se trata de establecer un Allí se aloja todo el horror pulsional descubierto en l,l pulsión
cuerpo de especialistas orientado hacia la selección profesio- de muerte, y es lo que Freud nos dice en su !vIales/a!" ... : es la

208 20')
El deseo del iII/iilisfll
!Cric Lill!rellt

mía a una constante. Este título marca Ull progreso en la


pu]sión que opera en el corazón mismo de lo que se suei1a como
formulación de quien, en 1958, escribía en "La dirección de la
fuera de alcancé y totalmente dedicado al ideal de un orden
~;ocial universal. cura ... ": //Está por formularse una ética que integre las con-
quistas freudianas sobre el deseo: para poner en su cúspide la
El psicoanalisl:a percibe un illlpasse: es en vano querer renun-
cuestión del deseo del analistau., A primera vista, udeseo del
ciar a las pulsiones, así como es ingenuo querer pregonar un
psicoanalista" es una expresión extraIla para designar a quien
retorno a la naturaleza pulsional, porque ella es nlala. Algunos
se instala en la posición de retirada, de suspensión/ que Freud
creyeron levantado este i;1l}NISSe del psicoanálisis, al:ribuyéndo-
le asigna. I
;
le unívocamente Llna denuncia de la insuficienciél del goce en
Es, entre los psicoterapeutas, aquel que renuncia primera- I
este mundo y núlitando por un relajamiento de la represión
social educativél. mente al poder de la sugestión, del consejo, de la influencia
benéfica; ser<'imás bien como no-deseo que se presentará, perp
La verdadera cuestión que se le planteaba a Freud era la
es una maniobra por medio de la cual quiere empujar al otro él
imposihle obediencia a la norma social, y en este sentido Freud
decidir por sí mismo su posición, una manera de manitcstar su
se une a dos autores contemporáneos de su escritura: Kafka y
espera del deseo del analizan te. Es un deseo de no acción que
W'ittgenstein. Alnbos exploraron, hasta el tormento, la imposi-
suspende el imperio de la acción como meta --como diría James,
bilidad de obedecer a la norma. Christiane Chauviré produce
que invade el mundo de lo útil-o Lacan liga el no actuar del
este acercamiento a Kafka y él Wittgenstein en el texto que
psicoanalista a la posición del santo, luego de recordar las
anuncia su te~)¡s, que pronto va a aparecer publicado. La
relaciones de esta posición con la de Sócrates. Tarnbién él, en El
verdadera cuestión no era simplemente querer una sociedad
Ballquete, retenía ese algo que fascinaba a A1cibíades y Jo
menos represiva y adoptar una posición antieducativa, la
remitía a otro; aislaba de este modo el deseo, no como un rasgo
verdadera cuet;[ión para Frcud era: ¿ cómo saber reconocer la
locura de una norma? de subjetividad, sino corno un objeto. Frcud hace de la faIta
introducida por esta rc!c'nción de la significclCión-"Me dices
En toclo caso, el lugar del psicoanalista se anuda radical-
que tú deseas, pero ¿qué quiere decir eso?"--/ el resorte de la
mente a la nueva perspecti va freudiana sobre la pulsión y el
pl'od ucción de un deseo nuevo. Luego de hacer de esa falta, que
superyó, y a partirde allíLacan va a reglarcl término de "deseo
introduce la Glstración en el deseo, la falta en que se instituye
del psicoanalista" para designar un acontecimiento inédito, el
el deseo -y por este camino el deseo del psicoanalista hace
lugar del p~;icoanalista en la civilización, o I1Eís bien en los
frente él la neurosis y al malestar enla civilización-, denuncia
discursos que allí se sostienen. El término "el deseo del psicoa-
cualquier tentativa de reducción de lo demoníaco en el incons-
nalista" figura en el título de una exposición que dio en febrero
ciente a una promesa idílica.
de 1964 en la Universidad de Roma, justo antes de abordar en
Los impasses del deseo existen a punto tal que el deseo
su serninario la pulsión como concepto fundamental del psi-
consiste en esos iJllplIsses. Pero es más bien exacerbándolos
coanálisis. Lacan llamó a esta exposición "Del Triel¡ de Freud y
C01110el sujeto puede hacerles frente y no tratando de dominar-
del deseo del psicoanalista". En ese coloquio consagrado al los. El malestar en la civilización no reside en un défici t, sino en
problema introducido enla ética por los efectos de la ciencia
-como vemos no es un problelna reciente--, Lacan muestra
cómo la pulsiónfreudiana introduce un problema en la ética/ en 2. Lacan, J.: "La dirección de la cura y los pnncipios de su poder", en
la medida en que no puede de ningún modo reducirse al Escritos 2, traducción de Tomás Segovia, Buenos Aires, Siglo XXI, 1987,
pág 595_
instinto, y desbarata cualquier posibilidad de reducir su econo-
211
210
Eric Lu!(],cJlf El deseo dd nl/n/isln

el excesivo estorbo que produce el goce. El problema ético no organizarse, no puede hacer un partido, etc. Lacan seílala que
se si túa entre renuncia o satisfacción-ella siempre concurre a el concepto operatorio es el ilota, el irresponsable, por ello
1,1 cita, cllmque mél:; no fuera como 111é15 élllá del principio del pueden gozar, y dice esta frase: "l...] ustedes juegan la función
placer en su faz m,lldita---; se tnüa más bien de saber cu,~l es el de los ilotas de este régimen [... ] El régimen los exhibe. Dice:
deseo que se satisface allí: eneste goce que estorba, ¿es un deseo Miren/os CÓIIlO gOZI1I1."3 Es ésta la posición del amo, hacer que se
vergonzoso o un deseo responsable de sus consecuencias? La avergüencen del goce.
diferencia entre la moral del discurso del amo, el de la civilizd- Frente a esto, el psicoanalista trata de desligar al sujeto de su
ción en el sentido de Freud, y el deseo del psicoanalista es que ilotismo, trata de decide: "sé responsable de tu goce". Es la
del lado deLnTIo se deja entrever qucpodría hdber allí un saber implicación subjetiva del comienzo de análisis. No se trata de
vaCÍo. Es la fórmula que enrplea Ldcan en El SClJlinl1rio E/ rt'7'crso decir:" ¿CUeíles tu lugar en el mundo?", según la lllemiobra neo-
de! psicoanálisis: el espejismo de dejar en [rever que podría haber hegeliana; sino: "¿Cueíl es tu lugar en tu goce?, ¿puedes hacerte
aJH un saber vaCÍo. responsable?". No se trata de saber vivir, sino de restaurar un
El PSiCOdllé:'iJisis,
por su parte, denuncia a los que se ocupan deseo que hace vivir; y no se trata de elnpujar al sujeto a
de cargar sobre br, espaldas de los otros la vergüenza de vivir, identificarse con su goce que sercí siempre vi vido en el registro
la vergüenza de su goce particular. Lacan marcaba esto a de la culpa. Con la pulsión se trata de hacer del deseo lo que es
propósito de los estudiantes en 1968, les decía: "el poder hace posible, pues el Trieb freudiano, la pulsión freudiana, hace el
de ustedes los ilotas del régimen". Esta frase supone que deseo reproduciendo en él la relación del sujeto con el objeto
sepamos que son los ilotas para un cierto número de democra- perdido. Su experiencia de analizante le enseí1a al analista
cias, incluso de oligarquías griegas. Los ilolas era n los irrespon- cómo se restaura el illlpassc del deseo, allí donde estaba su
sables, no los amos, aquellos éllos que no se les confiaba ningún propio horror. y si lo ha conducido al punto (~ereversión donde
aSUllto y por ]0 tanto ninguno de los tormentos de la respons,l surge el efecto de creación que lleva por nombre "deseo del
bilidad. Y si Lacan lo introduce en 1965, es porque su diagnós- analista", enlonces ello podrá scrvirle a otros.
tico consiste en señalar el error que cometían los estudiantes
-);-;..*
pensAndose del IcHiodel proletariado: los ¡lotas se separan del
pueblo por el hechu de que el pueblo es un concepto romano.
En lodo el mundu, en el mundo del amo rornano, encontramos Quisiera abordar ahora la segunda cuestión.
esas letras quemarcaron la grandeza de Rmna durante mil afíos El efecto de creación que surge en un punto de reversión del
SeJlIl/lls POpUlllSqllC liS, el Senado y el pueblo romano. El
1\01/11111 grafo, de los impasses del deseo, debe separarse del efecto de
pueblo romano con su nobleza representada en el Senado, creación obtenido en la sublimación.
incluía al pueblo. Lacan dice: el proletariado es el heredero del Este fin de semana estuve en Burdeos para la segunda serie
pueblo rOl1lano, de allí su vocación de amo; están del mismo de conferencias sobre la sublimación cuyo título es: "Crítica de
lado. Habitualmente se seílala que el estudiante que se la sublimación".
sitúa del lado del proletariado eshí de hecho del lado del En la primera conferencia señalé las dificultades del concep--
LII1II1ICJlproldoriat, del subproletariado, y que las reacciones de to de subJimación, cómo Freud lo toma del discurso de su época
la masa estudiante se acercan lnucho más el b leoría del
LlIIllpenprolctllríat que del proletariado; es un chísico del análi- 3. Lacan, l.: El Seminario, Libro 17, El reverso del psicoalldlisis, Buenos
sis marxista. Por ello se piensa que el estudiante no sabe Aires, Paidós, 1992, P'-¡g. 223.

212 213
Erie Lllllrl'l/t
El dl'sl'o dd I/I/alisla

y lo hace variar ~poco- en el curso de su obra, y cómo el legado


esto. Hay en Oriente, entre el mundo chino y el budismo
de este concepto fue reconocido como dudoso por los comen- tibetano, una zona enteramente diferente. En el budismo
tadores de la obra de Freud, quienes no veían precisamente su
tibetano pasan todo el día en el mantra o el tantra, pasan el
extensión exacta, ni tampoco su definición precisa.
tiempo rezan(~<)para que el rendimiento de la cosecha sea
La paradoja es que se trata de un concepto a la vez indispen-
mejor, pero no hacen nada. El comerciante chino se levanta
sable, estratégico y que asegura por sí solo cualquier conexión
temprano, termina tarde e incluso puede morir trabajando.
entre la pulsión y las obras mé'Íselevadas del espíritu humano.
El lugar del trabajo es decisivo en el mundode las religiones,
Ningún otro concepto trabajó esta relación; el único competi-
del mismo modo que los tóxicos. Cada religión eligió su tóxico,
dor es el ideal, pero a mucha distancia; en el otro polo de la
la elección de la droga es decisiva para una religión. Existe una
pulsión. Por lo tanto, se trata de un concepto ind ispensable y
anécdota conocida sobre la manera en que el Duque de Kiev
sin embargo mal construido. En una primera conferencia mar-
eligió la ortodoxia en el momento en que los romanos, los
qué un síntoma de esta incompletud del concepto en Freud, la
musulmanes, todo el mundo, quería convertirlopara que
dificultad que tuvo para admitir no sólo la actividad artística
convirtiese a su banda de mercaderes a una religión. Frente a
sino también el trabajo como transposición sublimatoria. Sólo
los musulmanes que querían convertir a todo el mundo, dijo
lo dice en una notita a pie de página en Elllll1lcstar Cilla culhmr. que el alcohol era algo tan benéfico para la humanidad que no
Señalé sin embargo que el trabajo --como el tóxico- es un punto podría verdaderamente separar de él a esas personas y que
que separa a las religiones, édas que se reconoce como forman- elegía el catolicismo; y que entre los romanos y los ortodoxos
do parte del dominio de las sllblimaciones. elegía la ciudad más próxima: Constantinopla. Hay en esta
Sabemos que en el espacio de la "religión" china -si pode- anécdota m,ls de lo que contiene: todas las grandes religiones
mos llamarla así-- la ética del trabajo es muy decisiva. En tienen una sola droga legal y detestan el goce del Otro ligado a
carnbio puede discutirse mucho entre los protestantes: por otro tóxico. El mundo musulmán detesta el alcohol considera-
ejemplo, la discusión sobre la relación exacta de la conexión do como la fuente de todos los males, y del hecho de que las
entre la ética del trabajo protestante y el espíritu del capi talismo; mujeres se porten mal. El mundo católico detesta el hachís, al
sin embargo en la ética del trabajo en los protestantes, la que le atribuyen que provoca trastornos en la gente y"los aleja
función de la Bcrufes absolutamente decisiva en los escritos de del trabajo. .
Lutero, quien retama de este modo los debates monásticos. Una vez que incluimos el trabajo, ¿dónde detenemos? Y
Retoma así el lugar del trabajo en el orden divino; hay órdene~' cómo explicar el lazo del trabajo y de la obra propiamente
monásticas en que debe trabajarse y otras donde no se debe dicha, la creación artística.
trabajar, sólo rezar. Lutero decidió este debate poniendo el Decía también que Freud nos dejó el riesgo de concebir el fin
acento en el trabajo. Sabemos que en el catolicismo, por el del psicoanálisis y de la efectuación de la cura analítica como
contrario, el trabajo debe mantenerse bajo su tutela, dándole una suerte de sublimación. Resumía y condensaba en una
incluso lugar a una festividad. Kojeve reconoce allí algo que cuasi-divisa los efectos de una cura psicoanalítica y el deseo
unifica al mundo latino, el lugar no sólo de las lenguas, sino nuevo obtenido al final de la cura, resumida en el ideal del
también el de "no hacer nada", que en el imperio romano se padre judío: amar y trabajar. En el fondo es lo que pudo
llamaba el otilllll. El catolicismo lo hereda en su gusto por las conducir a algunos autores a pensar el fin de análisis como una
fiestas, las procesiones ordenadas y el tiempo dedicado a todo salida fuera de la pulsión, un atravesamiento de la pulsión para
ir hacia una sublimación.
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215
E tic LallrCll t El ncsL'{1 del 11I1iI!ista

En la segunda conferencia, señalé la manera en que Lacan que captó ese romanticismo en Roma, un lugar propicio para
intervino sobre la cuestión de la sublimación. Existe un gran los desahogos sexuales. Conocido por no tener ninguna activi-
texto de Lacan sobre la sublimación, "Juventud de Gide o la dad sexual, allí está su amor por el más allá que se expresa
letra y el deseo". La revista de la Causa Freudianapublicó un magníficamente en su tumba, con esa nota extraordinaria en él,
texto de Jacques-Alain Miller que articulaba y presentaba un encanto loco que de entrada fue marcado por el sello de la
orientaciones de Lacan sobre Gide. Pero luego, fue public<ldo, muerte. Cano va vivió en este período en una zona muy diferen-
un precursor de este texto, un gran texto de Lacan sobre la te de la de David d' Angers, gran escultor romántico, extrema-
sublimación, que anuncia el que va a llegar sobre Cide y que damente activo. Como siempre, en el curso de la historia del
presenta una crítica de la sublimación de manera quizél más arte han existido toda clase de artistas, pero es seguro que en las
clara que en el texto sobre Gide. Quiero hablarles de la confe- figuras del contraste del "no sexoy de la producción", Leonardo
rencia final de El Selllinario 4, La relacÍlíl/ de objdo, conferencia viene acompaJlado, de un lado por el heterosexual Rafael y del
claramente separada del conjunto. Jacques-Alain MiIler hizo otro por el homosexual Miguel Ángel, como dos polos a
un apartado llamándolo "Envío", y le pone por título: "De derecha e izquierda.
]uan-el-fetiche al Leonardo del espejo". Es un texto fundamen- Ya en vida, Leonardo era una figura idealizada yenigmMi-
tal, el primero entre los seminarios de Lacan dedicado a la ca, y Freud quedó atrapado por una biografía que acababa de
sublimación. Retoma lógicamente el texto de Freud sobre Un salir a fines del siglo XIX. Da gran importancia a un recuerdo
recuerdo il/Jal/ ti! de Leol/ardo da Vil/ci. Freud examina el recuerdo infantil de Leonardo que figura en sus libretas de notas, ahora
infantil de Leonardo luego de haber publicado el análisis del todo el mundo lo conoce luego de haber leído a Freud, pero en
pequeño Hans. Con ayuda de este amilisis, Freud estudia la esa época no se lo encontraba fácilmente, y en la biografía de
infancia de Leonardo y traslada las adquisiciones hechas, las Merejkovski que utiliza Freud para comentar a Leonardo no se
nuevas perspectivas que le ofrece el análisis de la fobia de Lll1 lo distinguía como lo hace Freud -es bien de Freud haber
niñode5 aílos. Por otra parte, Freud veen Leonardoun ejemplo fFpescado"este recuerdo de infancia--.Vaya citar este recuerdo,
de su teoría expuesta en los Tres ensayos de teoná sexual, en 1905. es una frase que figura en el cuaderno de notas de Leonardo:
Ve en Leonardo el ejemplo perfecto de su teoría de la "Parece como si me hallara predestinado a ocuparme tan
sublimación, de la transformación de una pulsión. Pues ampliamente del buitre, pues lino de los primeros recuerdos de
Leonardo da Vinci, entre todos los artistas -hubiera podido mi infancia es el de que, hallándome en la cuna.-se me acercó
tomar a otros artistas del Renacimiento-, tiene una producción uno de estos animales, me abrió la boca consu cola yme golpeó
extraordinaria, una habilidad reconocida, un dominio del arte con ella, repetidamente, entre los labios."
proclamado, que contrasta marcada mente con una astenia En ese recuerdo infantit Freud muestra que el buitre estaba
sexual famosa durante su vida. Tiene una multiplicación de la en el lugar de la madre y que se trata -por una suerte de
creación, que permitiría tomado como el ejemplo mismo de recubrimiento infantil entre el seno materno y una especie de
una sustitución de la vida de la imaginación, de la producción pene materno- de la intrusión de la madre, de la madre fálica.
en el lugar de la vida sexual. Se trata de una perspectiva Utiliza lo que aprendió del pequeño Hans para presentar las
romántica que produjo artistas exangües, con las peores difi- cosas. Para sostener una posición que en esa época -1910-
cultades con el sexo, lo que se lleva bien con el lado levemente podía parecer levemente escandalosa, señala que es bien cono-
"tísico" del conjunto, el reflejo del carácter sifilítico del resto. cido el buitre como un personaje femenino en toda la mitología.
Podemos citar a ese escultor fabuloso, al extraordinario Canova, Se apoya en Plinio el Viejo, quien recuerda el carácter estricta-

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1""'"'

Erie Ltll/ft'lll
U deseo dcllllll1lislll

mente hembra de los buitres; los buitres eran hembras y debían ma de! Nordeste que iba a cristalizar en torno de Lutero. Desde
hacerse embarazar por el viento, entonces despJegabansus alas siempre, desde la Edad Media y desde las tesis de la mística
para que el viento haga el oficio. Se trata de una construcción rhenana, la adopción del tema de la Virgen tuvo muchas
dirigida a plantear que el buitre era mujer. dificultades para conquistar los países nórdicos, pues no pen-
Ustedes saben que Freud cometió un error considerable: en saban que fuera un tema decisivo. I-1abíam,,1sbien, tal como en rl
los cuadernos de notas de Leonardo no se hablaba del buitre; Maí'tre Eckart, una mística del Cristo y no una mística de la
pues la palabra que utiliza es "nibio", que designa al milano, Virgen. Los católicos del Sur utilizaban todos los medios posi-
pájaro que no pertenece a la misma familia que el buitre. Plinio bles de propaganda para establecer la santidad de la Virgen,
el Viejo los diferencia, el milano no es mujer como el buitre. tema reciente en el catolicismo. Insistían en ello y en e! carácter
de exaltación de la madre, entonces se hicieron millones de
Cuando Freud se equivoca, porque utiliza una traducción
alemana donde el autor tradujonibio como buitre, pennitealos pinturas, al menos con forma de dibujos. Desde que la impren-
eruditos burlarse una vez más de los psicoanalistas quienes ta comenzó a funcionar, por un lado imprimió los escritos de
dicen entonces que su erudición, como sabemos, es aproxima- Lutero, pero por el otro pequeñas estampas de Santa Ana y de
da, no saben de qué hablan, se meten en todo y harían bien en la Virgen en "cantidades industriales". Por lo tanto, no es
no ocuparse del terreno de los deméls, pues esto les hace decir originalidad de Leonardo haber reunido a la Virgen y a Santa
grandes tonterías, etc. Ana. Y lo más divertido que señala Meyer Shapiro es que el
y los freudianos estaban molestos. Un alumno de Freud, tema iconográfico decisivo de Santa Ana era representado con
Ernst Kris, personaje que fabricó la ego-psycllOlogt¡ con Hartmann un término prácticamente intraducible que es Sclbsdritt, tercero
y Loewenstein, tenía formación artística, fue historiador del en sí mismo, en italiano es IIIctterza, y representaba a Santa Ana,
arte, director del museo de Viena, e! KUJlstliÍstorísclles MllseulII, la Virgen y el Niño como una suerte de trinidad. Ese tema,
el museo manierista más bello que existe en el mundo. Escribe entonces, era absolutamente stallciani, un tema de combate, y la
un texto en defensa de Freud; dice algo así como: "Bueno, se cuestión es saber cómo Leonardo se compromete con él, cues-
equivocó en todo, pero el tema de Santa Ana es verdaderamen- tión para los eruditos.
te original". La originalidad de Leonardo da Vinci era presen- Veamos ahora el modo en que Lacan reabre el expediente:
tar este desdoblamiento de la Virgen y Santa Ana rodeando al comienza primeramente por entrar en esta problemática apo-
niño. Allí nos habíamos quedado hasta que Lacan reabre el yándose en la historia de las ciencias y no en la historia del arte.
expediente en los años '50. Acababa de salir publicado en 1952 Señala que Leonardo da Vinci, ante todo, cuando es presenta-
un artículo de Meyer Shapiro, un crítico americano, emigrado do como un precursor, es inventor de máquinas que se van a
de Viena. En ese artículo criticaba vigorosamente el artículo de realizar luego del crecimiento de los medios científicos -una
Kris, señalando que se e(luivocaba mucho considerando que el posición de avanzada, una posición de adelantado-o Pero
tema de Santa Ana y la Virgen desdoblada era especialmente Lacan señala el punto de vista de Koyré, poniendo el acento
un tema de Leonardo da Vinci. No entendía cómo un historia- sobre el corte epistemoJógico, sobre el hecho de que las cosas no
dor del arte tan eminente como Ernst Kris podía equivocarse son iguales antes y después de Calileo, hay un corte en la
epístclIle, en la concepción de los discursos. Leonardo da Vinci
hasta ese punto, porque entre 1485y1520 la cristiandad estaba
inundada de pinturas que representaban las relaciones de la está del otro lado del corte. No es un científico, es un ingeniero,
madre de la Virgen y la Virgen. Eran los años de lucha decisiva pero se trata de una práctica original del ingeniero: el ingeniero
de la reforma protestante que aún no era protestante, la refor- del Renacimiento: l'íngeníere es aquel que con su ingenio, su

219
218
frie Ll7lircliJ
El deseo del I/Ilillislu

genio propio, acosa a la naturaleza como a su Otro, le pone do connotablc precisión. Existe en Leonardo el funcionamiento
razones. Muchas críticas de arte estudiaron la manera en que de dos madres, así como hay dos madres en Gide, una
Leonardo da Vinci representa el fluir de las aguas: lo representa correlacionada a un falo muerto y la otra a un falo vivo; la asig-
con un cuidado, una precisión que lo diferencia completamen- nación del muerto y del vivo seseparan en estas dos figuras, dos
te de las teorías que existían en la época sobre el agua, permi- madres que aportan al niño dos figuras del deseo. Lo que retoma
tiéndole en particular disel1ar las m¡iquinas con una gran Lacan es que el tema de Santa Ana no es un tema original en
eficacia; el haber estudiado los torbellinos que frenaban las Leonardo; utiliza su erudición precisa para señalar que la origi-
ruedas le permitió hacer dibujos de palas y de molinos más nalidad de Leonardo, es el lugar que le otorga a San Juan.
eficaces (los molinos de agua que eran una fuente industrial
No conozco todas las críticas de Leonardo, pero según mi
considerable en la época). Eso por un lado pero, por otro, Lacan
conocimiento es un punto de vista que no está sostenido por
constata que rehusando hacer el salto que consiste en prescin-
todos, es un punto de vista original el que sostiene Lacan, que
dir de toda intuición, toda relación al cuerpo, Leonardo queda
pertenece a la crítica del arte, que no es evidente. Seí'íala que lo
sometido a la naturaleza. Primera posición.
original, es la intuición de Leonardo, pues frente a la trinidad
de esas dos madre y del nií1o, esta trinidad que no tiene padre,
/. Mldre fálica(<p}
<
que no lo incluye, él viene a completarla como el nií10 muerto,
como el niño que va a morir, comoelnií1o de la Pietil. Habría que

/
realizar la serie Gide-Leonardo-Miguel Ángel, con esta presen-
SantaAna~
Selbsld"U ~ / tación del falo muerto y esta intuición que tiene el sujeto
.~
homosexual de esta mortificación, de esta presentación de un
'" polo del falo según la ley .El falo según la ley está muerto. Esta
Fetiche // ~ Cordero ¡(PoI
leyes la ley del amor maternal: el amor maternal devora el
deseo, no le deja al nií10 más lugar que el del nií10 muerto. Es
la figura constante deOsiris como falo de lsisembalsamado. De
El segundo punto es que Lacan también lee a Leonardo da
un lado tenemos un lugar que viene allí a marcar, a determinar
Vinci con las adquisiciones de su lectura del pequcílo Hans.
al nifio, y del otro a la madre fálica.
Esencialmente la introducción de la relación de la llléldre y del
Ustedes me dirán que en Gide hay dos madres porque está la
falo, de la castración. No se introduce solamente con el padre,
madre y la tía. Es allí que hay que leer entre líneas, no está
sino con la madre; distingue dos madres: la madre del amor y la
explicitado claramente en el texto de Lacan, pero por ello lo hará
madre fálica. La teoría psicoanalítica no siempre supo entender
más explícito en el texto sobre Gide. l-lay que suponer una se-
que quiere decir "madre f¡ilica", por ello Lacan examina en este
gunda madre. ¿Dónde está? Pues bien, es la del recuerdo infan-
seminario la temática del falo. Utiliza magníficamente su
til, y es en ello que Freud, más alié)de los errores sobre el buitre,
desdoblamiento para sei'ialar que hay imaginariamente en
es genial. Puesto que ve perfectamen te lo que aseguró la vida de
Leonardo da Vinci un eje en que la madre fálica y el fetiche se
Leonardo, lo que le permitió vivir, y no permanecer muerto:
distribuyen la orientación del polo imaginario, y del otro lado
seguramente tuvo un punto de vista sobre esta extraila
está la mortificación, y la Santa Ana Sc!bstdrilt. Lacan distingue
compIementación de la madre. Freud dice: la madre amante es
de este modo los mismos términos que utilizará más tarde en
excelente -como si eso resolviera todo ... -, pero del otro lado le
"Juventud de Gide", tal como J acques- Alain MilIer lo ha señala-
hizo faIta el recuerdo para que tengamos, como con Gide, el
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221
El deseo del al/l/lisia
Eric Laurel/I

La segunda:
carácter intrusivo de lo sexual, para que el sexo en tanto que "Así, tendríamos verdaderamente, en el caso de Leonardo
viviente se manifieste en esta dimensión de intrusión, de inci-
da Vinci, alguien que se dirige y se da órdenes a sí mismo a
dencia, del "121 cola lo golpeó repetidamente entre los labios". partir de su otro imaginario"." Termina este seminario con una
Por supuesto, está presente el fantasma de ¡c!latio, pero poco pregunta: "También hoy terminaré con una pregunta la de
importa, es una de las puertas de entrada, hubiera podido ser
otra. Lo decisivo es el carácter de intrusión que viene a redoblar saber si acaso el proceso que llamamos sublimación ... supone
en su misma dirección una dimensión correlativa, aquélla por
lo que ocurre en Gide, donde vemos cómo con la madre del la que el ser se olvida a sí mismo como objeto imaginario del
deseo la sexualidad se haceintrusiva. La madre fcílicaes la que otro" .6
aporta con ella el deseo, no lo liga, como la madre del deseo en En principio, Lacan muestra que lo que se llama la
Gide, al nÍJlo; sino que liga a Leonardo a un cierto número de
sublimación es la recreación imaginaria de lo que está muerto
jóvenes que le sirven de partelll7ires. Lacan lo dice muy bien: en en 10 simbólico. Es necesario un punto de mortificación en 10
suma, esos jóvenes que Leonardo tuvo como aprendices a lo
simbólico, de encarnación de esta muerte, y el sujeto debe
largo de su vida (como Andrea Solario, quien lo siguió a Francia restaurar en lo imaginario una suerte de vida, la vida de los
e hizo una carrera allí) representaban una paternidad soñada.
intercambios imaginarios; es la definición que da de la
La paternidad soüada, es en parte así como articuló Lacan las
relaciones de Hans con sus creaciones imaginarias, ahí está el sublimación en este seminario. Pero concluye con una pregun-
núcleo fundamental. Lacan no considera la inversión de ta general sobre todas las sublimaciones: ¿no hay en toda
Leonardo en el sentido de la inversión sextlada, dice que para sublimación recreación, y para el creador, hacerse dirigir por su
criatura?
ello habría que tomar a Miguel Ángel, el gran invertido. Pero en
el caso de Leonardo considera la curiosa inversión en el sentido Esto es ejemplar en Leonardo, pero también en Gide, y en
Miguel Ángel y su doble, su amante, en qué punto de su obra
en que éste se dirige siempre la palabra en segunda persona en éste lo comienza a dirigir. Vean también a Genet, Jouhandeau,
sus libretas de notas. Dice: tú harás esto, tú pedirás una consul-
Klossowski, autores en quienes podemos ver cómo el pl7rtenaire
ta, tú pedirás a Jean de París el secreto de la pintura seca, etc. Se de la pareja perversa comienza a dirigidos siendo simplemente
dirige la palabra por cualquier cosa; escribe en espejo, escribe
el personaje de la obra. Jouhandeau decía que eran una plaga,
desde el punto de vista del doble, con una agilidad y unahabili- pero creada como tal por la obra de Jouhandeau mismo. Para
dad extraordinarias, de este modo protegía la lectura de sus
Klossowski y su parten aire, era igual. Para Genet, el error era
notas; por medio de este desdoblamiento. creer que lo que él llamaba el "Palestino" o el "Black Panther"
Lacan lo dice en dos frases enigmáticas, dos frases que
era otra cosa que su creación, eran sus propias creaciones y él
permitirán todo un desarrollo y que se encuentran en El Semi- se ofrecía a lo que ellas le ordenaban. Por ello es necesario
l/ario La relación de objeto.
hacer una distinción radical entre la sublimación y la salida
La primera: psicoanalítica, yel deseo del psicoanalista. En toda sublimación
"Por decido todo, la relación de identificación del yo con el
Lacan aísla este punto: existe en secreto la voluntad de que esta
otro que en este caso se instauró lne parece esencial para
criatura que dirige al sujeto sea restaurada en lo imaginario; y
comprender cómo se constituyen las identificaciones a partir
de las cuales progresa el yo del sujeto".4
5.Ibfdem.
4. Lacan, J.: El SeJlliJlario, Libro 4. La relacióJI dc objeto, Buenos Aires, 6. Ídem, págs. 438-439.
Paidós, 1994, pág. 438.
223
222
Eric LaurclIt El deseo del (1I/alisla

esto hace obstáculo a que haya atravesamiento. Hay voluntad acéfalo, en tan to que es perfec tamente conTpa tib1e con un modo
de ser su juguete, y por este hecho tanto el literato como el deolvido. Lo queselldmaba olvidodesíen un momento pasará
noble, sacrifican su deseo. a llamarse destitución subjetiva.
En el final del texto sobre Gide, Lacan opone el hombre del Cuando hablamos de literatos o de sus biografías, siempre
deseo y el noble. El noble es aquel que sacrifica su deseo a su podemos oponer el hecho de que la obra nunca es equivalente
ideal del yo, sacrifica su deseo al rey, mediante lo cual seilalaré a un psicoanálisis, un psicoanálisis es una obra radicalmente
que está más cómodo en su deseo que el burgués. La libertad disyunta, ypor ello recordamos que siempre vale la pena hacer
del noble nos da a Don Juan, no es una libertad burguesa, sino un psicoanálisis, incluso para aquellos que quieren escribir una
una libertad en nombre del honor. El secreto de la libertad en obra. Termino aquí el segundo punto.
relación al deseo es que se lo sacrifica al ideal del yo. No hay Me queda ahora anunciar el tercer punto. El ailo próximo, el
secreto de la libertad del deseo del neurótico. Cuando hay uno, curso estará dedicado a las cuestiones de la interpretación,
es porque cree en Papá Noe1; el noble cree en el ideal del yo, y pues el Noveno Encuentro estarcí consagrado a este tema, y por
el literato cree en su criatura. El psicoanalista, si lo que decimos lo tanto nos inscribiremos en este contexto desde el comienzo
de la teoría del pase es verdadero, supone un punto donde del al1o.
justamente ya no cree. Después de todo podríamos decir que
hay mucho paralelismo entre la sublimación literaria y la CLASE DEL 1" DE JUNIO DE 1994
subli mación ana lítica, que allí tam bién el sujeto escribe su obra,
escribe su novela -es lo que me dijo Lacan: "Ya va a ver, usted
va a escribir su novela" -, no hay posibilidad de escribirla
afuera. Hay un parcllelo,pero allí donde se separan es porque
al final se trata de obtener, en un caso, esta creencia en la obra
misma y, en el otro, la ruptura con la creencia en el sujeto
supuesto saber. Ya no se cree en la construcción, en la seu do-
obra que había entre la pulsión y el sujeto. El atravesamiento de
las identificaciones, la ruptura conla demanda, la ruptura con
los puntos identificatorios es otro modo del olvido de sÍ. Lacan
dice que hay enla sublimación una posibilidad del olvido de sí:
¿cuál es? Su matema (-<p), la posibilidad del olvido de sí que hay
en el eje imaginario es que el sujeto se identifique, y éste es el
alivio obtenido por la sublimación para el literato; este olvido,
esta alienación. Pero, podríamos decir que un psicoanálisis
apunta también a un olvido de sí. ¿Qué es sino la destitución
subjetiva? Es un modo de olvido de sí, pero de otro orden,
radicalmente otro, no el 01vida de sí en esta restauración de und
criatura más o menos marcada por el sello del fetiche, sino
inspirarse en la posibilidad del olvido de sí que hay entre
simbólico y real y que es el objeto de Id pulsión en tanto que

224 225
Colección Orientación Lacaniana

Títulos publicados

LA CURA PSICOANALÍTICA TAL COMO ES


AAVV.

LA TRANSFERENCIA TAL COMO ES


AAVV.

LO QUE NO SE SABE EN LA
CLÍNICA PSICOANALÍTICA
AAVV.

LA LÓGICA DE LA CURA
AA. VV.

¿QUÉ PSICOANÁLISIS?
Colette Soler

TRANSFERENCIA E INTERPRETACIÓN
AAVV.

SEXUALIDAD FEMENINA
AAVV.

IMÁGENES Y MIRADAS
AAVV.

LA INTERPRETACIÓN
EN LOS CASOS DEL PSICOANÁLISIS
AA.VV.

LAS VARIABLES DEL FIN DE LA CURA


Colette Soler

UNIVERSIDAD p~.rl~&lE SALAMANCA LA PALABRA


AAVV.

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8602882667

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