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23 de octubre de 2019

Universidad tecnológica de Pereira


Facultad de bella artes y humanidades
Licenciatura en Filosofía
Asignatura: Platón
Profesor: Pablo Andrés Villegas Giraldo
Presentado por: Juan Manuel Lozano Campos

Cuando el fundador de la academia, Platón, decidió minuciosamente postular un tratado


acerca del estado ideal, lo hizo con la pesadez en su mente de saber que Grecia estaba en
una decadencia política muy marcada, Pericles1 que fue el símbolo de una potencia política
pujante y brillante como lo era Atenas en su llamada época de oro, había muerto poco antes
de que Aristocles naciera y a medida que este va madurando es cada vez más consciente de
las afecciones que padecía su polis y de los oscuros tiempos con los que tuvo que vivir
como parte de la ciudad, indudablemente la Atenas con la que se topó Platón no era la
ciudad dorada de Pericles. Es por ello que a modo de fármaco y también como una
demostración de la responsabilidad que Platón profesaba por su polis, escribe la república
donde detalla estás afecciones que hacían que Atenas se retorciera.
De antemano debe aclararse que en platón la contemplación política parte desde una
postura deductiva, es decir, es más oportuno remitirse a la colectividad para abordar los
asuntos del estado, puesto que el ciudadano se ve reflejado en el estado, cabe recordar que
los griegos carecían de la indivualidad, que tanto caracteriza a las épocas que sucedieron a
la antigüedad, la sociedad griega desde sus concepciones filosóficas hasta políticas
respondía a la idea de unidad, lo cual conformaba toda su cosmovisión. En la manera
deductiva de tratar estos asuntos Platón acude al objeto mayor, en el que es más fácil
ahondar por su extensión y de allí acudir a los particulares, en este caso de la polis al
ciudadano.
Mediante el característico dialogo mayéutico que Sócrates, Adimanto y Glaucón fijan en el
transcurso del libro II, se aclara de boca Sócrates como debería ser un estado saludable,
siempre direccionando la conversación con sus interlocutores. El mayéutico describe a un
estado saludable, al menos en lo tocante a la necesidad o ananké, puesto que es la necesidad
la que obliga a los individuos a entablar relaciones simbióticas que devendrán en la
formación de un estado, la manutención de la colectividad requiere el establecimiento de
funciones que la mantengan como la producción de alimentos, el mantenimiento de la
vivienda y la confección de prendas, el estado parte de una insuficiencia de los que lo
conforman por bastarse a sí mismos y necesitar de la producción ajena. En este hipotético
estado sano, las funciones se reparten a partir de las disposiciones innatas de cada

1
Pericles muere alrededor del 229 a.C. Platón nace un año después entre el 228 a.C y el 227 a.C.
ciudadano, cada quien hace lo que le es más natural y lo que su disposición natural
dictamina, esta función es única para cada ciudadano, puesto que es preferible que un
individuo se encargue de la labor que le es dada que en el caso de que lo hiciera con
variedad de trabajos, así Platón está procurando un desarrollo de la excelencia en los
trabajos de las células del estado, por decirlo de un modo más sucinto. De este modo de
vida, los ciudadanos solo cubrirán sus necesidades más apremiantes, granjeándose una vida
austera pero saludable, austera hasta en sus connotaciones de procreación, “no procrearán
más descendencia que aquella que les permitan sus recursos.
Una vez Sócrates describe de manera idílica las consecuencias de una vida como la de los
ciudadanos del estado sano, entra la pregunta referente a una realidad más cruda ¿Qué
sucede con el estado enfermo? El cual no queda exento de indagación, como es de esperar.
Cuando un estado se desvía de abastecer estas normas austeras, se excede en primer lugar
por una falta de control sobre la procreación en él, es decir, la tendencia a la expansión
natal implicaría otras expansiones como de carácter laboral y terrenal. Al perderse la
austeridad laboral, el estado enfermo requiere de una cantidad de trabajadores más
problemática, con sus necesidades cubiertas buscarán el lujo y la recolección de diversos
materiales de lo más prescindibles que de algún modo u otro harán mella en el tamaño
territorial, la ciudad sana propuesta anteriormente ya no da abasto a todas las solicitudes de
un estado como este, en la que más tarde que temprano la expansión territorial afectaría a
los vecinos, aquí se tiene al origen de la guerra y de los militares, defensores de la
integridad territorial de un estado. En la Grecia antigua ya había internamente una
considerable fricción territorial además de política, eventualmente países como Macedonia
supieron aprovechar para su beneficio esto, las guerras más primigenias son por la tierra, la
tierra siempre ha sido un motivo para derramar sangre en ella.
Se tiene pues, un estado que no se mantiene a sí mismo, con ánimo de lujo, obligado a
defender su territorio, pero también a violar el del vecino, este estado es uno al que Platón
no le ve reparo alguno, en sus escritos pareciese que abiertamente está describiendo la
sintomatología de sus tiempos y de los gobiernos que solo infectan al estado2.
Ahora bien, en las variopintas definiciones y entendimientos de lo que es el estado a lo
largo del quehacer filosófico y político, casi de manera apodíctica el estado es referido
desde la justicia, por su presencia o por su ausencia es innegable que el estado no puede ser
entendido sin el ideal de justicia, mucho menos en este caso donde mantiene estructurado al
propio estado tal como si fuera la “quilla” del estado platónico, las implicaciones del estado
enfermo son pues una ausencia de este factor de justicia o en el caso del estado sano, un
correcto entendimiento de la justicia, en Platón se entiende como el cumplimiento de las
funciones del alma, de allí que a cada integrante se le asigne una labor que por justicia
deberá cumplir cabalmente, sin embargo la idea de justicia queda en el aire, puesto que se
tantea durante toda la obra su definición pero sin llegar a establecer un entendimiento
absoluto de la misma. Para Platón estas enfermedades no eran otro asunto más que la

2
Esto se puede observar en la descripción de los gobiernos enfermos que Platón hará posteriormente,
defendiendo al igual que Aristóteles la aristocracia, una aristocracia que el rey filósofo va a gobernar.
ignorancia de la justicia, en la filosofía platónica el problema reside en el conocer o el
desconocer, es un problema epistemológico.

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