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Introducción:
Dentro del estudio de la materia como objetivo de la Química se encuentra que la caracterización
de los materiales por medio de sus propiedades. Estas propiedades a su vez presentan varias
clases tales como Propiedades Físicas, Propiedades Químicas, propiedades mensurables y no
mensurables entre otras muchas clasificaciones; a su vez, todas las propiedades mensurables, o lo
que es lo mismo medibles, corresponden a una de dos categorías adicionales: propiedades
extensivas y propiedades intensivas. Se pretende demostrar experimentalmente la diferencia
entre estas dos últimas categorías para ello es importante conceptualizar que:
Procedimiento
En primer lugar, se prepara los instrumentos de medida y recipientes necesarios, luego se medirá
la masa, el volumen, la densidad y la temperatura de cuatro materiales: agua, acero y alcohol
industrial (etanol al 90% v/v) y mercurio (ver fichas de seguridad anexo A) los datos se registrarán
en la siguiente tabla (tabla 1)
* Unidad hace referencia a una cantidad no medida con instrumentos volumétricos, ni balanzas; para
los balines seria el número de objetos y para los líquidos la unidad sería el número de vasos pequeños
colmados.
Para las diferentes medidas directas se reportará como incertidumbre estimada la mitad de la
sensibilidad del instrumento con que se mida [ CITATION Bur10 \l 9226 ]
Para la medida de la masa se utilizará una balanza triple brazo de la marca ohaus debidamente
calibrada con una sensibilidad de 0,1 g . De igual manera, las masas de los materiales propiamente
dichos se calculará su valor por diferencia, es decir restando el valor del recipiente que los
contiene.
Para la medida de los volúmenes, en el caso de los balines de acero, se medirá el diámetro de
cada balín mediante un calibrador marca sartorius cuya sensibilidad es de 0.05 mm; para luego,
4 π r3
haciendo uso de la fórmula de volumen para la esfera ( V = ) calcular el volumen a reportar.
3
Por otra parte, para los materiales líquidos se empleará una probeta de 100 ml de la marca ABC
con sensibilidad estimada de 0,5 ml
Materiales y Reactivos:
1 Balanza triple brazo Ohaus 1 Termómetro 0-100 °C ABC
1 calibrador 1/20 mm sartorius Soporte universal
3 vasos de precipitados 150 ml Tres balines de acero
Pinza para bureta 90 ml de mercurio
3 Vasos pequeños (copa para aguardiente) 90 ml de agua
Cronómetro 90 ml de alcohol industrial
1 Probeta 100 ml ABC
Resultados
Las medidas se presentarán en la tabla descrita (ver tabla 1) de igual forma se elaborarán gráficas
para cada material cruzando cantidad con masa, cantidad con volumen, cantidad con densidad y
cantidad con temperatura usando el software Excel de Microsoft bajo licencia educativa office 360
para Udenar.
Discusión de Resultados
El objetivo del trabajo se centra en demostrar experimentalmente la diferencia entre propiedades
extensivas y propiedades intensivas de la materia, para ello se espera que al analizar las gráficas
mencionadas en el apartado de resultados se obtenga líneas sin pendiente o a valor constante
para las propiedades intensivas, y líneas con pendiente para las propiedades experimentadas que
sean extensivas
Recomendaciones
Para complementar el presente laboratorio se recomienda la lectura del articulo escrito por el
profesor Javier Fernández Panadero titulado “Hay que ser más extenso y menos intenso…” que se
adjunta en el anexo B
Referencias Bibliográficas
Burgos, J., Pantoja, I., & Zamora, A. (2010). Medidas 1. Guias de Laboratorio Química General
Udenar.
Pantoja, I. (2011). Teoria del error. Presentaciones ppt clases Quimica General. Pasto, Nariño,
Colombia.
ANEXO A FICHAS DE SEGURIDAD
[CITATION fic10 \l 9226 ]
HOJA DE SEGURIDAD MERCURIO
SALUD 3
INFLAMABILIDAD 0
REACTIVIDAD 0 0
Sección 3. Composición/información sobre los constituyentes 3 0
Composición
Número CAS Componentes peligrosos % m/m
7439-97-6 Mercurio 100
Información general: Sustancia muy nociva para la salud, en caso de emergencia buscar atención
médica.
Contacto ocular: Lavar los ojos con abundante agua durante al menos 15 minutos, levantando los
párpados superior e inferior. Acudir a un médico.
Contacto dérmico: Lavar con abundante agua durante al menos 15 minutos mientras se quita la
ropa y el calzado contaminados. Dé atención médica si la irritación persiste. Lave la ropa antes de
usarla.
Ingestión: Nunca debe administrarse nada por la boca a una persona inconsciente. Acudir a un
médico. NO provocar el vómito. Si está consciente y alerta, enjuague la boca y beba 2-4 tazas de
leche o agua.
Lo que no se pueda conservar para recuperación o reciclaje debe ser manejado en una instalación
de eliminación de residuos adecuadas y aprobadas. El procesamiento, utilización o contaminación
de este producto puede cambiar las opciones de gestión de residuos. Eliminar de acuerdo a la
normativa vigente.
N° ONU: 2809.
Designación oficial de transporte de las Naciones Unidas: Grupo de embalaje: III, Clase 8:
Materiales corrosivos.
Riesgos ambientales: Muy contaminante para el ambiente y los seres vivos.
Precauciones especiales: No transporte con sustancias explosivas, materiales radiactivos, ni
alimentos, no sustancias incompatibles.
Frases R:
R 23: Tóxico por inhalación.
R 33: Peligro de efectos acumulativos. R 38: Irrita los ojos.
R 41: Riesgo de lesiones oculares graves.
R 50/53: Muy tóxico para los organismos acuáticos, puede provocar a largo plazo efectos
negativos en el medio acuático.
Frases S:
S 2: Manténgase fuera del alcance de los niños. S 7: Manténgase el recipiente bien cerrado.
S 26: En caso de contacto con los ojos, lávelos inmediatamente con abundante agua y consultar al
médico. S 39: protección para los ojos / la cara.
S 45: En caso de accidente o malestar, acuda al médico inmediatamente (mostrar la etiqueta si es
posible). S 46: En caso de ingestión, acuda inmediatamente al médico y muéstrele la etiqueta.
S 60: Elimínense el producto y su recipiente como residuos peligrosos. S 61: Evítese su liberación al
medio ambiente.
ALCOHOL INDUSTRIAL
ITC (R.D.379/2001):
Clasificación: MIE-APQ-1 B1
Tª mínima: 5°C
Tª máxima: 40°C
Tiempo máximo: 8 meses
Proteccion
Seguro que todos habéis tenido en vuestras manos alguna bengala encendida. Son una cosa casi
mágica: fuego, chispas… follón. Lo que le gusta a cualquier crío.
Es posible que también hayáis dado un salto al ver que una chispa caía en vuestra piel o en vuestra
ropa… con el consiguiente alivio y sorpresa al ver que no pasaba nada (a no ser que, en lugar de
una chispa, fuera un “trocito” de la bengala”).
¿Cómo es esto posible si la chispa de la bengala está a más de mil grados y ya chillamos si el agua
de la ducha sale un poco caliente?
Quizá la culpa la tengamos los propios profesores, solemos decir que la temperatura da una idea
de la energía térmica que hay en un sistema, y quizá dimos a entender que la temperatura y la
energía térmica eran la misma cosa. Y no lo son.
Usemos un símil. Si te digo que tengo un conjunto de personas con bastante dinero en sus
bolsillos, ¿qué puedes decirme sobre la cantidad de dinero total de ese conjunto? Espera, otra
pregunta, y si te digo que también tengo otro conjunto de personas con no demasiado dinero en
sus bolsillos, ¿puedes saber si la cantidad de dinero total del primer conjunto es superior a la del
segundo?
Volviendo a nuestra bengala, podríamos decir que hay mucha “densidad de energía” en esa chispa
tan pequeña, lo que no implica que la cantidad total de energía sea mucha, precisamente por lo
pequeña que es. De esta forma, la chispa no tiene energía suficiente para quemarme.
En física llamamos variables intensivas a aquellas que no dependen del tamaño del sistema, como
la temperatura o la densidad. Ya sabéis que la densidad del agua es, aproximadamente un
kilogramo por litro, ya tengas un vaso o una piscina. La densidad nos da “cuánta masa hay en un
volumen dado” no la cantidad global (como si habláramos de personas por metro cuadrado en una
físico y profesor de secundaria además de escritor de libros de divulgación.
manifestación). Por eso bromas como “mira, estamos a dos grados centígrados, no tocamos ni a
uno cada uno”, no tienen ningún sentido. Cada punto de la estancia estará a dos grados.
Hay otras variables que llamamos extensivas que sí que aumentan o disminuyen al cambiar el
tamaño del sistema, como la masa, el volumen o la energía térmica. Una curiosidad, a veces al
operar con variables extensivas nos da una variable intensiva. Por ejemplo, el volumen o la masa
de un objeto son variables extensivas, si hago el objeto el objeto el doble de grande, tendrá dos
veces el volumen, claro, y dos veces la masa. Pero si pienso en la densidad, que es la masa dividida
por el volumen, esos dos factores “2” se simplifican y la densidad seguirá siendo la misma, sin
variar por el tamaño del sistema, por lo tanto, una variable intensiva.
Pero hablemos con un poco más de detalle de cómo se da la transferencia de energía entre los
cuerpos calientes y los fríos (si no hay cambio de estado).
Primero, aclarar que la temperatura es una variable macroscópica, no tiene sentido decir que una
molécula está a tantos grados centígrados, diremos que los sistemas macroscópicos están a cierta
temperatura, y podremos relacionar esta magnitud con asuntos microscópicos como la velocidad a
la que se mueven las partículas.
Digamos entonces que tenemos dos sistemas de distinta masa y de distinto material que están a
distinta temperatura.
De nuestro símil de antes, sabemos que estos dos sistemas difieren tanto en la temperatura, como
en la energía total que tienen, pudiendo suceder que tenga más energía térmica global aquel que
tiene menor temperatura.
Pues, antes de que empecéis a soltar hipótesis, os diré que pasa exactamente lo que le da la gana
a la naturaleza. Nunca está de más recordar que la ciencia se basa en el empirísmo, en ver qué
sucede y dar cuenta de ello intentando buscar patrones y regularidades.
Podría ser que la energía pasase del que tiene más energía al que tiene menos hasta igualarse las
energías globales en ambos sistemas. Podría ser. Pero no es. Lo que ocurre es que la energía pasa
de uno a otro hasta que las temperaturas se equilibran, quedando ambos sistemas con energías
distintas, y a este “estado de vibración similar” es lo que llamamos equilibrio térmico y es de lo
que habla la Ley Cero de la Termodinámica.
De esta forma, si el cuerpo frío tiene menos materia, con una fracción pequeña de energía
proveniente del cuerpo grande, sería suficiente para agitar sus “pocas partículas” hasta tener “un
estado de vibración similar” entre ambos sistemas, una misma temperatura.
Pero aún falta otro factor a tener en cuenta. La distinta naturaleza de los materiales entre ambos
sistemas. Si un kilo de material absorbe una unidad de energía, ¿elevará su temperatura los
mismos grados, sea cual sea el material? Podría ser, ya sabéis, no depende de lo que os apetezca u
os parezca razonable. Podría ser… pero no.
Algunos materiales necesitan absorber mucha energía para que un kilo de sustancia incremente su
temperatura un grado y otros, bastante menos. A esta característica le llamamos calor específico.
Así, hay sustancias que cuesta mucho calentar. Tú aportas y aportas energía, y aquello no sube la
temperatura. Fíjate que también hay otra manera de ver este efecto: estos materiales funcionan
como una “reserva de energía” porque al enfriarse, cederán un montón de energía cada grado que
vayan bajando su temperatura.
Una sustancia común con una capacidad calorífica bastante relevante es el agua líquida y, por esa
razón, funciona como un regulador de temperatura en la costa. Absorbiendo el calor cuando la
temperatura es alta y cediéndolo cuando baja.
Esto se resume en una fórmula que quizá ahora os parezca muy sencilla de entender.
Si volvemos a pensar en nuestra chispa, aunque la diferencia de temperatura con nuestra piel es
elevada, debido a la poca masa, cuando iguale su temperatura con nosotros, el calor que nos
cederá será una cantidad muy pequeña.
La idea de este artículo nace al ver un tuit en el que se hablaba de la influencia en el calentamiento
global de las pruebas nucleares y detonaciones que se llevaron a cabo en la segunda mitad del
siglo XX y argumentaban la enorme temperatura de esas explosiones.
Ya estáis en condiciones de buscar vuestra propia información (o hacer vuestros propios cálculos),
lo que está claro es que esa afirmación no puede sostenerse exclusivamente argumentado la
temperatura de las explosiones, hay que estimar qué energía total se disipó y cuánto aumento de
temperatura sería capaz de producir en la atmósfera como conjunto.
Nota del editor: Esto es una forma coloquial de hablar. En puridad lo que se absorbe o cede es energía y
la forma en la que se transfiere es calor. El calor, recordemos, es una forma de transferencia de energía, no
un fluido o cosa similar.