Los humanos y las bacterias "no somos tan diferentes", esto debido a que que los
científicos afirman que las bacterias reaccionan a su ambiente y se comportan de
manera distinta. Pero un nuevo estudio encontró que las bacterias "sienten" su ambiente y para comprobarlo, colocaron una cepa de las bacterias E. coli dentro de una superficie pegajosa y las observaron con un microscopio y se llegó a la conclusión que tanto las bacterias como los humanos utilizan pequeños impulsos eléctricos generados por iones de calcio para transmitir información del ambiente circundante al sistema nervioso y sensorial (o su equivalente bacterial). Eso significa que bacterias y humanos comparten "una herramienta común para sentir el ambiente circundante", es decir “las señales eléctricas”. Es así que los orígenes del sistema neuronal humano, desde una perspectiva evolutiva, se remontarían a "miles de millones de años", ya que claramente están presentes entre los organismos más antiguos del planeta. Pero también significa que la "herramienta común" ahora podría usarse en contra de las bacterias, ya que es precisamente esa herramienta la que les permite a ciertas bacterias sobrevivir a los antibióticos y eventualmente volverlos ineficaces.