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El Ecuador de tiempos anteriores a la presidencia de Rafael Correa se caracterizó por la

permanente pobreza, la inequidad social y la ralentización del crecimiento económico.


En lo político, la corrupción de las élites y del sistema de partidos hicieron frágiles las
relaciones clientelares y por lo mismo abonaron el terreno para nuevos experimentos
y prácticas políticas (Hurtado, 2006), y al igual que en los aspectos mencionados, las
fallidas políticas públicas tampoco dieron solución final a los problemas del sistema de
salud, educación y marginalidad social. La nación andina de principios del presente
milenio también se caracterizó por la creciente inestabilidad y la sucesión permanente
de diversos gobiernos, los cuales, antes que solucionar, profundizaron con la creciente
corrupción los diversos problemas económicos, sociales y políticos de la nación
ecuatoriana en sus diferentes niveles de gobierno: central, provincial y cantonal.
La inestabilidad política, en parte producto de las crisis económicas, y una elevada
inflación, produjeron el derrocamiento de los expresidentes Abdalá Bucaram en 1997,
Jamil Mahuad en 2000 y Lucio Gutiérrez en 2005. Este último fue depuesto del poder
por lo que él mismo denominó "La Revolución de los Forajidos", movimiento político
del cual hizo parte el actual presidente del Ecuador, Rafael Correa.
Con la toma del poder de Correa en 2007, su Gobierno adoptó algunos lineamientos
ideológicos del llamado en ese entonces "Socialismo del Siglo XXI.
Al empezar el gobierno y en sus diferentes discursos a la nación, Correa explicó lo que
para él y los ideólogos se entiende como "Socialismo del Siglo XXI". Según ellos, este
difiere del socialismo tradicional, pues no contempla la propiedad de los medios de
producción por parte del Estado, aunque el mismo sea el pivote para impulsar la
producción y el desarrollo económico del Ecuador. El Socialismo del Siglo XXI está
fundamentado sobre todo en la acción colectiva y no en el individualismo, como es el
caso del sistema capitalista. En este sentido, el socialismo del modelo ecuatoriano
defiende la primacía de la acción social colectiva sobre el individuo y el mercado.
También rechaza la lucha de clases, así como la doctrina y el fundamentalismo
económico y político.
El proyecto se enmarca en un nuevo paradigma de organización económica, social y
política, basado en el Socialismo del siglo XXI. Según Correa (2009), el proceso y la
gestión económica deben guiarse por una línea heterodoxa, pero con claros visos
keynesianos y sin abandonar el sistema de mercado.

El proyecto de Revolución Ciudadana persigue por diversas vías generar un cambio


profundo y trascendental de las bases políticas del Estado ecuatoriano y un cambio de
la Constitución, de manera que invoque principios de igualdad social, soberanía y
autodeterminación. El discurso y la praxis política busca luchar por consolidar la
Revolución Ciudadana, la cual consiste en un cambio radical, profundo y rápido de
todo el sistema político, económico y social vigente en el Ecuador.
Los factores o causas iniciales que dieron origen a la Revolución Ciudadana fueron las
malas condiciones de vida de la amplia mayoría de los ciudadanos ecuatorianos:
pobreza, desigualdad y exclusión social, sin dejar de lado los grandes problemas del
desempleo.
El modelo defiende resueltamente la industrialización endógena y el nacionalismo
económico y, por lo tanto, practica y promueve "una sociedad con mercado, no una
sociedad de mercado" (Senplades (2013).
Los fundamentos o pilares programáticos de la Revolución Ciudadana son:
La revolución constitucional.
Lucha contra la corrupción.
Revolución económica
Revolución en educación y salud.
integración de América Latina.
El Gobierno ecuatoriano reconoce que el actual modelo de crecimiento basado en la
explotación de los recursos naturales -el petróleo- no es sostenible a largo plazo. Por lo
anterior y basado en medidas de carácter fiscal de corte keynesiano, propuso y llevó a
cabo la expansión del gasto público para aumentar la demanda del Gobierno y el
sector privado e impulsar con ello la actividad económica del país, generar empleo e
ingreso.

Así, el Gobierno tomaría entre 2008 y 2009 un conjunto de opciones que rati-
ficaban el resquebrajamiento de la matriz de poder social8 de las décadas pasadas
y robustecían los factores de poder en que se plasmaba la voluntad por re-direccionar
la acción estatal. No estaba en juego, únicamente, el apuntalamiento del nuevo bloque
gobernante sino la recuperación de las capacidades institucionales, económicas, y
políticas del Estado nacional. Cinco líneas de decisión han tenido particular relevancia
en tal perspectiva:
 a) la creación y/o fortalecimiento de empresas públicas en sectores
estratégicos de la economía.
 b) la voluntad política de establecer nuevas líneas de regulación de la banca en
procura de bajar las tasas de interés.
 c) la reducción del peso de la deuda externa en el presupuesto público.
 d) el impulso de la reforma institucional orientada a recuperar las capacidades
estatales de rectoría, regulación y control de la agenda pública
Buena parte de las investigaciones sobre élites observó los mecanismos de
corporativización del Estado activados por aquellas. El crecimiento
exponencial de las corporaciones extractivas y financieras, de servicios —
como las telecomunicaciones, los fondos de pensiones, etcétera— y
actividades ilegales —como el narcotráfico—, dio cuenta del enorme
poder de determinadas élites para perdurar en posiciones a través del
financiamiento de campañas electorales, presión mediática, a través del
enlace patrimonial entre empresas/capitales privados y medios de
comunicación; el lobby empresarial (Castellani 2018) y la llamada “puerta
giratoria” (Durand 2016). Un repaso por las experiencias internacionales
de captura estatal por parte de élites económicas a nivel global arroja que
estos dos últimos mecanismos han sido los más empleados.
El lobby empresarial busca obtener representación de los intereses por
medio del reconocimiento de las autoridades públicas de representantes
directos, intermediarios (consultores expertos o lobistas [cabilderos]
profesionales) o representación colectiva a través de cámaras
empresariales que transmiten al poder público sus demandas para que
sean consideradas en el momento de elaborar políticas públicas, adoptar
decisiones, sancionar leyes. Por su parte, la puerta giratoria alude al
tránsito entre el sector privado y el sector público de personas a lo largo
de sus trayectorias laborales. Por lo general esto se efectiviza a través del
nombramiento en cargos públicos clave de directivos y referentes
provenientes de empresas/consorcios privados (puerta giratoria de
entrada) (Castellani 2018, 50). Este mecanismo puede generar efectos
como la facilitación de torcer decisiones públicas en favor de intereses
empresariales o de las propias empresas de las que forman/formaban
parte esos funcionarios, sin la necesidad de que se infrinjan delitos como
los sobornos (Castellani 2018).
Integrantes: 

Jocsan Robalino 

Marleth Caliz 

Karoline Rosero 

Flor Tomala 

Marisol Valdiviezo 

ANÁLISIS GENERAL DE LAS CATEGORÍAS Y LÍNEAS TEÓRICAS


REVISADAS

1)Ideas o conceptos generales de mayor importancia y que, desde la perspectiva del


grupo, resultaron de mayor  utilidad analítica al discutir los temas de clase. 

•Conflicto y movilización social en los años 90.


Los indígenas en su enfrentamiento con el sistema de hacienda y con las estructuras de
poder derivadas de este sistema, llevo a que los indígenas realizaran un gran número de
levantamientos durante todo el siglo xx, puesto que las posibilidades de reorganización
de esas estructuras de poder, estaban sometidas a fuerzas que provienen del exterior.
Entonces, para poder lograr una reivindicación de sí mismos y luchar contra el sistema
de dominación, tenían que generar nuevas formar de organización. De tal manera, que
su configuración a partir de lógicas que giraban en torno a la noción de cultura y
territorio, les permitirían constituir categorías que marcarían la transformación política
del movimiento indígena ecuatoriano.

Ideas claves 

•El devenir del movimiento indígena de actor social a sujeto político.


•El movimiento indígena se consolida y pasa de la fase de movilización a la de
movimiento, lo cual implica, continuando con la segunda etapa del modelo de la lógica
dual, rutinización, inclusión y finalmente institucionalización.
•Los procesos de democratización han hecho posible la formación de los movimientos
sociales, pero así mismo la desconsolidacion de la democracia y su desligitamizacion,
han influido en gran parte en los movientos sociales, que terminan politizándolos hasta
que estos adoptan la forma de partido político.
“El Movimiento Indígena Ecuatoriano: participación y resistencia” Ana
Larrea “Fragmentación, reflujo y desconcierto” Movimientos sociales y
cambio político en el Ecuador (2000-2010)

•El proceso de liberalización política y la modificación de los pueblos indígenas en la


esfera pública. 
•La integración social y política de los grupos excluidos en la historia.
•Lucha por el reconocimiento institucional ha llevado al Estado a generar políticas
específicas para los pueblos indígenas.
•La reestructuración del Consejo con el fin de que se convierta en el espacio de
representación ya no de las organizaciones étnicas nacionales sino de las
Nacionalidades y Pueblos del Ecuador.
•El conjunto de demandas que reclamaba el movimiento indígena estaba estrechamente
vinculado a las demandas de plurinacionalidad, autodeterminación y territorialidad.
•La configuración del movimiento indígena y su coalición con el resto de los sectores
sociales.
•Las organizaciones existen en campos de otras organizaciones similares.
•El lugar de los partidos y movimientos fue ocupado por una pluralidad de individuos
sin filiación organizativa y de neófitas iniciativas colectivas.
2) Breve comparación entre los autores y los conceptos revisados (con el fin de
exponer ciertas similitudes y diferencias)
• El concepto de la acción social se mantiene presente tanto en Ana Larrea y Frankin
Ramirez.
•Diferencias
•En el texto de Ana Larrea, las dimensiones étnicas, política y simbolica sirven para
explicar la dinámica organizativa del movimiento indígena.
•Mientras que en el texto de Ramirez, nos explica la crisis de las elites políticas y como
el movimiento indígena paso a ser un actor inmerso en la política a un partido que fue
absorbido por el sistema de gobernabilidad.
Conclusion 
Por lo tanto, se puede decir que en el proceso de construcción de un estado- nación,
considerando toda la trama de las relaciones entre los diferentes actores que han
formado parte del proceso, en ningún momento tuvo intenciones de lograr o configurar
un proyecto hegemonizador, puesto que el pacto entre las elites políticas respondía a sus
propias lógicas y a diferentes agendas.   De esta manera se puede visualizar como la
crisis de las elites políticas destino el rumbo de un sistema político precario y
disfuncional.

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