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Diversitas: Perspectivas en Psicología

ISSN: 1794-9998
revistadiversitas@correo.usta.edu.co
Universidad Santo Tomás
Colombia

Cañón Ortiz, Óscar Enrique; Peláez Romero, Martha Patricia; Noreña Noreña, Néstor Mario
Reflexiones sobre el socioconstruccionismo en psicología
Diversitas: Perspectivas en Psicología, vol. 1, núm. 2, julio-diciembre, 2005, pp. 238-245
Universidad Santo Tomás
Bogotá, Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=67910212

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............... ISSN: 1794-9998 / Vol. I / No. 2 / 2005 / pp. 238 - 245 ................

Reflexiones sobre
el socioconstruccionismo1 en psicología

Óscar Enrique Cañón Ortiz* Resumen


Martha Patricia Peláez Romero
La presente reflexión pretende socializar y discutir
Néstor Mario Noreña Noreña algunos temas vitales tratados en el construccionismo.
Universidad Santo Tomás
Este movimiento intelectual es psicología, pero sus
planteamientos van más allá, constituyéndose como
una epistemología que explora con una lente distinta
la variedad del conocimiento psico y metapsicológico.
La relacionalidad, la duda frente a todo conocimien-
to, la relatividad, el cuestionamiento de lo aparente-
Recibido: Marzo 14 de 2005 mente incuestionable son principios que, de alguna
Revisado: Abril 28 de 2005 forma, están presentes a lo largo de estas líneas. El
Aceptado: Mayo 10 de 2005 construccionismo visto como mirada cotidiana en la
academia es una intención particular de este trabajo
para reivindicar los discursos como compromisos de
los sujetos en su diario vivir, que implican coordina-
ción de acciones yendo más allá de simples
elucubraciones.

Palabras clave: construccionismo, metateoría, relación,


cognitivismo, significado.

1
Los conceptos socioconstruccionismo y construccionismo se entienden en este documento como sinónimos.
*
Correspondencia: oscarcanon@correo.usta.edu.co, Facultad de Psicología, Universidad Santo Tomás, Bogotá-Colombia.

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..................... Reflexiones sobre el socioconstruccionismo en psicología ......................

Abstract
The present reflection seeks to socialize and discuss some vital topics
used in the constructionism. This intellectual movement is a kind of
psychology but its position goes beyond, constituting an epistemology
which explores with a different lens the variety of psycho and
metapsychological knowledge. The principles that in some way are
present along these lines are: our capability of relating, the doubt
concerning all knowledge, relativity, and the questioning of what’s
supposedly unquestionable. A peculiar intention of this assay is to
comprehend constructionism as a daily look into academy, in order
to claim discourses as commitments of social beings in their daily
life, implying the coordination of actions going beyond simple
speculations.

Key words: constructionism, meta-theory, relation, cognitivism, meaning.

Algunos de los temas teóricos tratados aquí son: Es una de las concepciones pos-moder-
una aproximación al socioconstruccionismo como nas de la psicología social. Comparte,
metateoría, como mirada cotidiana y necesaria con otros enfoques, la crítica a las prác-
del sujeto en la academia, como opción discursiva ticas y métodos de la concepción
opuesta a la visión cognitiva y, por último, como neopositivista de la ciencia y el recha-
concepción que estudia la relación entre reali- zo de ésta como saber privilegiado. Es
dad y sujeto que conoce. una crítica a la concepción repre-
sentacionista del conocimiento que se-
Se discuten entonces algunos temas sensibles ñala la existencia de una corresponden-
para esta orientación, excepto su mirada a la cia entre nuestras ideas y los hechos
academia, tema que emerge desde la lógica e externos a los que éstas supuestamen-
intención de este artículo, en tanto que en la te se refieren. Rechaza igualmente una
academia se inspira y se hace indispensable como noción explicativa y causalista del co-
ruta que atraviesa la cotidianidad y la orienta- nocimiento, junto con la noción de
ción de quienes reconocemos en esta mirada una acumulatividad y progreso científico
posibilidad de comprender, a través de una mi- dando paso a una perspectiva
rada distinta, la realidad social. La intención per- relativista que propicia la comprensión
manente en el tratamiento de cada tema es re- de las narrativas, las relaciones y el
conocer una concepción del sujeto relacional, es análisis del discurso (p. 420).
decir, un sujeto que sólo encuentra su sentido u
orientación con y desde el otro. Esta concepción es también derivada de la cri-
sis de las ciencias sociales. Al respecto, Bruner
Una breve ubicación histórica del cons- (1991) establece que las ciencias sociales se ale-
truccionismo permite establecer que proviene jan de su postura positivista, acercándose a una
de los cambios que se produjeron en el contexto postura más interpretativa. El significado pasó
de la filosofía y la sociología de la ciencia duran- a ser el elemento central, surgiendo algunos
te los años 70 y 80 del siglo pasado. Según Álvaro cuestionamientos: ¿cómo se interpretaba la pa-
(2003): labra?, ¿qué códigos regulaban el significado?,

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¿en qué sentido la cultura misma podría tratar- plo, que los escarceos del estudiante de bachi-
se como un “texto” que los participantes leen llerato con los dilemas sociales hayan sido en-
para su propia orientación? tendidos de forma dual, o una respuesta u otra,
desalentando otras posibilidades, o recurrencias
para dar cuenta de la realidad. Así, la realidad
parecería estar configurada en blanco y negro
Construccionismo como metateoría sin matices que den cuenta de su extraordinaria
diversidad.
Las nociones clásicas de teoría hacen énfasis en
que ésta es un sistema conceptual que pretende El socioconstruccionismo es una metateoría, un
explicar un sector de la realidad y además esta- enfoque disciplinar y epistemológico que dice
blecer regularidades propias de la naturaleza e cómo construimos teoría; además, como dispo-
incluso de los fenómenos sociales. Una noción sitivo de conocimiento, hace énfasis en la mira-
así pretende ser una fiel réplica de la realidad, da del investigador; pone el acento menos en la
aspecto que escamotea la importancia del in- realidad que en quien la estudia, puesto que en
térprete en su permanente construcción. El el ejercicio de conocer está la transformación
construccionismo, más que una teoría, es una de aquélla.
metateoría. Ésta, según Zúñiga, en Morales
(2002): “… no es un pensamiento más teórico Así, para Álvaro (2003), los significados influ-
que la teoría misma, sino una apertura que bus- yen en las acciones y decisiones de los seres
ca la dinámica de una sociedad” (p. 42). Es, humanos, el conocimiento científico que se ca-
continúa el autor, “…una reflexión vital que re- racteriza por dar nuevos sentidos afectaría a la
trocede hacia los fundamentos de la compren- forma en que entendemos nuestro entorno y, por
sión para volver hacia las orientaciones de la lo tanto, influiría de modo impredecible en nues-
acción. Una especie de reflexión acción, un pen- tro comportamiento. A su vez, Gergen (1996)
sar la realidad y actuar sobre ella” (p. 42). Y afirma que la teoría construccionista es una
añade que “…la metateoría no contiene sólo con- manera de generar nuevas formas de conoci-
ceptos e ideas, también significaciones miento que nos ayuden a repensar la sociedad y
existenciales y proyectos prácticos. Implica la los individuos que la constituyen.
revisión crítica, teórica, no sólo de ideas, sino
A diferencia de lo planteado por una teoría em-
también de acciones, de compromisos sociales,
pírico positivista, Ibáñez (1996), citado por
de opciones epistemológicas, sociales y políti-
Álvaro (2003), afirma que la verdad como co-
cas. La metateoría puede recuperar una historia
rrespondencia, y el conocimiento como repre-
vivida, encontrar su sentido, sus líneas de fuerzas
sentación de una realidad que está ahí afuera,
y orientarlas hacia la acción futura (p. 42)”.
ha dejado de constituir una postura
La metateoría así concebida reivindica un com- mínimamente aceptable. Lo anterior señala que
promiso social, siendo un dispositivo ligado a la lo social no es algo simplemente exterior al su-
cotidianidad y a la práctica que está en perma- jeto, sino que está diseminado en las relaciones
nente vigilancia de sus construcciones para su- que los seres humanos creamos a diario. Estas
perarlas y deconstruirlas, es decir, establecer relaciones son situadas, complejas y generan la
miradas distintas respecto a objetos o aconte- construcción de nueva realidad. El conocimien-
cimientos, romper imágenes petrificadas sobre to es más que una copia fiel de ésta, pues quien
éstos, dejar al descubierto factores ideológicos conoce, al generar interpretaciones, genera
y de poder e, incluso, reinventar la realidad. La acuerdos y coordina acciones para transformarla.
sociedad occidental parece impregnar al sujeto
La realidad social tiene una dimensión
de miradas simples. Es tradicional, por ejem-
simbólica; para Ibáñez (1994):

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La distintividad de lo social no puede mos inteligibles para los otros y, recí-


definirse en términos de una tipología procamente, todo ello sería imposible
de los objetos, como lo han pretendido sin la conciencia de sí mismo que per-
ciertos psicosociólogos. No es la natu- mite la reflexividad (p. 231).
raleza del objeto, sino el tipo de rela-
ción en el que este objeto está prendi- Se trata, entonces, de hacer vida cotidiana el
do que le confiere su dimensión social, pensamiento construccionista, convirtiéndolo en
y esta relación es de naturaleza emi- una especie de estilo de vida que facilite entenderlo
nentemente simbólica. En efecto, lo no sólo como discurso, sino que conlleve accio-
social no aparece hasta el momento en nes transformadoras desde las dudas que susci-
que se constituye un mundo de signifi- ta su reflexión. En este sentido, los enfoques
cados compartidos entre varias perso- asimilados en la academia pueden aparecer como
nas. Este fondo común de significacio- modas que dan estatus intelectual, pero que no
nes permite a los individuos investir a tienen propósito autorreferencial, es decir, de
los objetos con una serie de propieda- reflexión, de sensibilización y de comprensión.
des que no poseen de por sí, sino que Esta tendencia a la cotidianidad, al conocimien-
son construidas conjuntamente a tra- to comprometido con la comprensión de los di-
vés de la comunicación y que se sitúan, lemas humanos se puede relacionar con lo ex-
por lo tanto, en la esfera de los signos presado por Echeverría (1996) al afirmar que
(p.227). “Una dimensión ontológica básica de la existen-
cia humana es una inquietud permanente por lo
que acontece en el mundo y por aquello que lo
modifica (p. 152)”.
El sujeto académico atravesado
por el construccionismo Ahora bien, el estudiante generalmente asume
la teoría como un ejercicio distante de su vida
El socioconstruccionismo se constituye en teo- diaria, en cierto modo ajeno a sus vivencias sus-
ría de la teoría, en tanto que es una concepción tanciales, un conocimiento frío que genera po-
que sospecha de los supuestos de la teoría y es- der por sus comprensiones “científicas”, pero
tudia el tono personal de quien conoce, es decir, algo ajeno a la relación con la realidad inmedia-
ontologiza la mirada de la realidad. Para el ta. Además, si se trata de la formación en psi-
construccionismo el objeto no existe por fuera cología, los diagnósticos son un ejercicio de po-
de la teoría, además reconoce que hay miradas der a través de los cuales instauramos como
diversas de la realidad, según el contexto en “verdad” un suceso “psicopatológico”. Para el
donde se la estudie. construccionismo, la patología es una forma de
concebir la realidad; patologizar es una forma
Una forma de hacer cotidiano el construccionismo de desconocimiento de la diversidad, es igno-
es verlo desde la ontología del conocimiento; así rar, como lo plantea Rapapport (1978), formas
Ibáñez (1994) caracteriza lo ontológico como: distintas de abordar la norma social. La concep-
ción que defiende la visión psicopatológica ex-
…la reflexividad que es la capacidad del cluye a quien se separa de la norma social. Esa
ser humano de romper la disyunción realidad psicopatologizante se naturaliza y, de
objeto/sujeto…el sujeto es capaz de esta forma, se tiende a estigmatizar a quien
tomarse a sí mismo como objeto de genera actos distintos y, por supuesto, se le hace
análisis…Verse con los ojos de los demás, daño, finalmente. El diagnóstico “social” ter-
verse en los ojos de los mina por excluirlo de los círculos afectivos, la-
demás,…entender lo que hacen o lo que borales y de otro orden, como lo sostenían en su
pretenden los demás… hacer que sea- momento los antipsiquiatras. De esta forma, no

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se trata de negar el dolor de alguien, por su par- Según Bruner (1991), para que los seres huma-
ticular forma de encarar el mundo, sino de evi- nos desarrollen la habilidad de hacer realidad su
tarle el dolor de la discriminación. poder narrativo requieren no sólo el aspecto
mental, sino el social. Esta afirmación es fun-
El construccionismo contradice damental, pues se dirige a sujetos relacionales
al cognitivismo construidos con y desde el otro. Además, mues-
tra la importancia de estudiar al sujeto en con-
Por otra parte, el socioconstruccionismo conci- textos específicos, culturalmente situados y con
be los sujetos como esencialmente narrativos y concepciones del mundo diversas. Sería inútil,
no cognitivos o racionales. De acuerdo con Bruner por ejemplo, comparar las ejecutorias intelec-
(1991), la revolución cognitiva procuró recuperar tuales de autores que han vivido en épocas di-
la mente en las ciencias humanas; sin embargo, ferentes.
añade que esa revolución se ha desviado hacia
problemas marginales, sin desconocer que la A esta visión cognitiva se antepone la de un
ciencia cognitiva se encuentra muy cotizada en mundo narrativo a través del cual el ser humano
la bolsa académica. es un entramado de historias, en que el sujeto
narra a otros y es, a su vez, narrado por otros.
De acuerdo con Gergen (1996), citando a Lewin Así, las narraciones que escuchamos de los adul-
(p. 153) el cognitivismo niega una realidad ex- tos cuando eran niños viabilizan nuestra forma
terna, puesto que para esta concepción “No es de ser en el mundo, nos conectan con la orienta-
el mundo en sí lo que determina la acción huma- ción o sentido de un mundo, y nos confiere senti-
na, sino el modo como se percibe el mundo”. do de pertenencia. Al morir alguien sigue vincu-
Corroborando lo anterior y en términos del mis- lado, de alguna manera, a quienes le conocieron
mo Gergen (1996): “… el principal dogma del a través de la forma como es narrado por ellos.
cognitivista es que no es el mundo tal como es Tejen diversidad de historias en torno al muer-
lo que determina la acción, sino la cognición del to, de tal suerte que éste se instala en su
mundo que uno tiene. Las consecuencias de este cotidianidad siguiendo ligado a un contexto. De
postulado, añade, serían que si continuamos re- esta forma, se puede decir con Teilhard de
duciendo el mundo como es al mundo como men- Chardin (1984) que “… ser más es unirse más y
talmente se representa, el <mundo> en el que el más” (p. 41). Las historias cotidianas tienden a
individuo actúa deja de existir” (pp. 156 -157)”. vincular a los seres humanos; así, el conocimien-
to del mundo nos hace uno con él, constituyén-
En otro sentido, según Bruner (1991), para el dose una especie de unidad en la diversidad.
cognitivismo la computación se convirtió en el
modelo de la mente y en el lugar que ocupaba el Contamos extensos y variados relatos sobre
concepto de significado se instaló el concepto nuestras infancias, nuestras relaciones con los
de computabilidad. Los procesos cognitivos se miembros de nuestra familia, nuestros años en
equipararon con los programas que podían eje- el colegio, nuestros proyectos, nuestro primer
cutarse en un dispositivo computacional, y nues- lío amoroso. Posiblemente por su cotidianidad,
tros esfuerzos por comprender, ya fuesen la me- los relatos sirven también como medios críticos
moria o la formación de conceptos, eran fructí- a través de los cuales nos hacemos inteligibles
feros en la medida en que éramos capaces de en el seno del mundo social. Ospina (1999) na-
simular de forma realista la memorización o la rra en su obra sobre la Conquista de América
conceptualización humanas con un programa de cómo el conquistador español es a su vez con-
ordenador. quistado por la naturaleza exótica ante la cual
no encuentra palabras para describirla, y co-
También es pertinente aclarar que lo cognitivo mienza a denominar lo que observa en un pro-
no es lo único en el proceso de conocimiento. ceso arduo, dándose allí un proceso narrativo, a

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través del cual se integran dos mundos bien dis- entre discurso y coordinación de acciones. Así
tintos. Este proceso se da a través del lenguaje, queda más claro que la palabra va más allá de
puesto que el conquistador resulta siendo sedu- las declaraciones y se convierte en acción irre-
cido por un mundo que desconoce y que lo reta a mediablemente.
narrarlo y a interactuar con él.

La visión construccionista trabaja más en fun-


ción del lenguaje que de la realidad estudiada; El sujeto que conoce y la realidad
se instala en lo cotidiano donde hay lenguajes,
relaciones, interacciones, emociones y cuerpos. En cuanto a la relación realidad-sujeto que co-
noce, el construccionismo afirma que hacemos
Esa intrincada relación entre el relato y la reali- acuerdos de significación para evitar, entre otras
dad social es documentada por Íñiguez (1997), cosas, que todo valga. Los seres humanos nos
así: inventamos discursos justificados por estos
acuerdos de significación que, a su vez, depen-
El discurso es el lenguaje como prácti- den de la situación en la cual nos encontremos y
ca social determinado por las estruc- tienen sentido en microespacios. Si sacamos una
turas sociales (reglas o conjuntos de cosa de su contexto, ésta pierde su sentido ini-
relaciones transformativas organizadas cial, en otro.
como propiedades de los sistemas so-
ciales). Así, la estructura social deter- El abordaje situado de la realidad es una mirada
mina las condiciones de producción del “comprensiva” de la misma. En palabras de
discurso… El lenguaje es parte de la Gadamer (1996), este abordaje inspirador
sociedad, no es algo que se encuentre epistemológico del construccionismo permite
fuera de ésta; segundo, el lenguaje es observar al fenómeno en su concreción históri-
un proceso social; y, finalmente, el len- ca y única y, añade el autor, que la comprensión
guaje es un proceso que está social e no es nunca un comportamiento subjetivo res-
históricamente condicionado de la mis- pecto a un objeto, sino que pertenece a la his-
ma manera que otras partes de la so- toria efectual, es decir, al ser de lo que se com-
ciedad o de procesos no lingüísticos prende. Estas afirmaciones dan cuenta de una
(pp. 153-154). realidad que existe con total independencia de
lo que podamos pensar. No obstante, en pala-
Los relatos tienen niveles interactivos distintos,
bras de Ibáñez (1994), la realidad existe porque
de allí que Giddens (1992), citado por Ibáñez
la hemos construido como tal, de manera colec-
(1994), concede importancia a los relatos for-
tiva, a través de un largo proceso histórico e
mulados por los actores sociales. Habla de una
íntimamente relacionado con nuestras caracte-
conciencia discursiva y una conciencia práctica;
rísticas humanas. Lo ejemplifica señalando que
entiende la primera como aquellas cosas que el
los colores no existen en la naturaleza, que no-
actor puede decir, puede traducir en palabras
sotros los construimos en razón a nuestra pecu-
sobre las condiciones de su acción. La segunda
liar conformación sensorial.
se refiere a lo que los autores conocen, aunque
no sepan expresarlo verbalmente y sobre cómo
Retomando los acuerdos de significación men-
desenvolverse en los múltiples contextos de la
cionados atrás, éstos implican dar cuenta de los
vida social. Esta declaración es de mucho inte-
sujetos en relación; Bruner (1991) advierte que
rés, en tanto que, como lo establece Echeverría
estar expuesto al flujo del lenguaje no es tan
(1996), complementa la mirada del cons-
importante como utilizarlo mientras se hace algo.
truccionismo haciendo claridad sobre la unidad
Así, el lenguaje es un dispositivo de relación, pues
y complementariedad entre palabra y acción,

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no sólo describe la realidad, sino que ayuda a el fondo conversacional de nuestra vida
comprenderla y transformarla. están presentes muchas otras formas
de hablar con las propiedades que les
El sujeto, según el construccionismo, debe, y son peculiares y que carecen hoy de voz
éste es un aspecto a destacar, leer de manera en las discusiones dentro de esa esfe-
distinta la realidad para generar transformacio- ra, pero que si llegaran a tenerla, po-
nes. Esta concepción resulta útil en la vida coti- drían cambiar nuestra vida (p. 37).
diana, pero también en ámbitos de intervención
profesional en los que podemos observar lectu- El autor alude a la discusión de Foucault (1972)
ras desempoderadas de la realidad por parte de sobre la institucionalización del lenguaje. Un
los usuarios. Así, cuando se habla de la situa- ejemplo presentado por Shotter es la Ilustración,
ción actual de Colombia, una declaración común pues este movimiento intelectual hablaba de
sería: “Esta situación no la cambia nadie” o nuestras vidas, no tanto en términos religiosos,
cuando se le pregunta a alguien cómo está, la cuanto en términos seculares; no tanto en términos
respuesta puede ser: “La misma barca atrave- de almas y de espíritu humano cuanto en términos
sando el río”. Comprender los dilemas humanos de cerebros y de mentes; no tanto en términos
desde una perspectiva repetitiva es una reali- de la voluntad de Dios cuanto en términos de
dad ideológica que atraviesa nuestro contexto mecanismos naturales.
social. Las narrativas en la prensa hablada, es-
crita y televisiva dan cuenta, a diario, de acon- Es como si cada época tuviese un lenguaje que
tecimientos que se repiten de forma dramática. propicie la construcción de mundos
Los relatos sobre las masacres, sobre la lluvia institucionalizados que exigen su resignificación,
de cada año, parecen generar en el grueso de la es decir, la asunción de nuevas formas de com-
población lecturas rutinarias que enajenan las prensión de la realidad.
posibilidades de narraciones distintas. De allí la
importancia de propiciar resignificaciones, me- La realidad no es algo por fuera de la construc-
diante comprensiones alternativas de la reali- ción del sujeto -se ha insistido en este docu-
dad. Esto es posible cuando quien conoce se mento-, es algo que éste crea y recrea, es una
involucra decididamente con la realidad, lo que producción humana, los objetos literalmente son
implica disolver la dualidad sujeto-objeto. realizados en las conversaciones que a su vez
Teilhard de Chardin (1984) lo expresa así: “El encarnan significados que son, en últimas, los
objeto y el sujeto se mezclan y se transforman productores de realidad. Así, ésta es más un
mutuamente en el acto de conocimiento. Quié- evento comunicacional que objetivo, como lo
ranlo o no, desde ese momento el hombre vuel- sostiene la mirada positivista. Decir que la rea-
ve a encontrarse a sí mismo y se contempla en lidad no es algo por fuera de la construcción del
todo lo que observa” (p. 42). sujeto no desconoce una realidad que lo circun-
da. Gergen (1996) afirma que el
Lo anterior se complementa con una magnífica construccionismo no conduce a la conclusión de
reflexión de Shotter (2001) -ubicado en la re- que no hay ningún mundo fuera de su represen-
flexión sociológica- al señalar que: tación.

…las nuevas formas de hablar son para Complementando lo anterior y retomando a


nosotros de fundamental importancia. Watzlawick (1994)”…el desvencijado andamia-
De tal modo, al poner en práctica el pro- je de nuestras cotidianas percepciones de la rea-
yecto de restituir a la conciencia una lidad es, propiamente hablando, ilusorio y no
comprensión de sus condiciones de po- hacemos sino repararlo y apuntalarlo de conti-
sibilidad, me propongo sostener que en nuo, incluso al alto precio de tener que distor-

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sionar los hechos para que no contradigan a nues- Referencias


tro concepto de la realidad y añade:
Álvaro, J. L.(2003). Psicología social. Madrid:
…la más peligrosa manera de engañar- McGraw-Hill.
se a sí mismo es creer que sólo existe
una realidad… se dan, de hecho, innu- Alvaro, J. L. (1996). Psicología social aplicada.
merables versiones de la realidad que Madrid: McGraw-Hill.
pueden ser muy opuestas entre sí y que
todas ellas son el resultado de la comu- Bruner, J. (1991). Actos de significado. Madrid:
nicación y no el reflejo de verdades Alianza Editorial.
eternas y objetivas (p. 7).
Echeverría, R. (1996). Ontología del lenguaje.
Las anteriores reflexiones indican sólo algunos Santiago: Dolmen Ediciones.
aspectos teóricos que tienen relevancia en el
contexto de la academia. El construccionismo Gadamer, H. (1996). Verdad y método.
ofrece una mirada novedosa haciéndose nece- Salamanca: Ediciones Sígueme.
sario pensar y repensar sus postulados.
Gergen, K. (1996). Realidades y relaciones. Bue-
En Colombia su irrupción es todavía escasa y nos Aires: Editorial Paidós, S.A.
los académicos que simpatizamos con él no he-
mos generado opciones teórico-prácticas sufi- Ibáñez, T. (1994). Psicología social
cientemente significativas. Existen sí unos es- construccionista. México: Universidad de
fuerzos interesantes por parte de grupos Guadalajara.
socioconstruccionistas en el país, reflejados en
Iñiguez, L. (1997). Análisis de la conversación
escenarios de práctica profesional en pregrados y
y/o análisis del discurso. En Álvaro, J. Psi-
posgrados de psicología que deben difundirse e
cología social. Madrid: McGraw-Hill.
integrarse mediante la discusión teórica y la puesta
en común de experiencias. Por lo tanto, lo
Morales, F. y otros (2002). Psicología social. Sao
expresado aquí debe discutirse de manera amplia
Paulo: Prentice Hall.
por sus simpatizantes y, desde ellos, con colegas
que sostienen otras posiciones, para fortalecerlo. Ospina, W. (1999). Auroras de sangre. Bogotá:
Editorial Norma.
Teniendo la academia la gran responsabilidad de
proyectarse socialmente; a los seguidores del Rappaport, J. (1978). Community psychology. Nueva
construccionismo y a las otras tendencias afi- York:Holt, Rinehart and Winston.
nes utilizadas por aquélla corresponde el reto de
producir transformaciones de envergadura para Shotter, J. (2001). Realidades conversacionales.
convertirse en alternativa respecto a la compren- Buenos Aires: Amorrortu Editores.
sión y solución de los dilemas humanos. Es me-
nester establecer un diálogo permanente entre Teihard de Chardin, P. (1984). El fenómeno hu-
teoría y práctica, en tanto que los discursos como mano. Barcelona: Ediciones Orbis.
el construccionismo pueden quedarse
enclaustrados en los escenarios académicos sin Watzlawick, P. (1994). ¿Es real la realidad? Bar-
nutrir la realidad de los actores sociales a quie- celona: Editorial Herder.
nes debe ir dirigido cualquier esfuerzo acadé-
mico. En este sentido, urge realizar narrativas
en las que se integren la psicología popular y los
discursos de orden disciplinar.

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