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Se sabe desde hace mucho tiempo que existe una relación compleja entre la enfermedad de la
tiroides, el peso corporal y el metabolismo. Las hormonas tiroideas regulan el metabolismo, tanto
en los animales como en los humanos. El metabolismo se determina midiendo la cantidad de
oxígeno utilizada por el cuerpo en un periodo de tiempo determinado. Si esta medición se hace en
reposo, se conoce como metabolismo basal (MB). De hecho, la medición del MB fue una de las
primeras pruebas utilizadas para evaluar el estado tiroideo de los pacientes. Aquellos pacientes
cuyas glándulas tiroides no funcionaban apropiadamente tenían un MB bajo, y aquellos con
glándulas que funcionaban en exceso tenían MB alto. Estudios posteriores asociaron estas
observaciones con la medición de los niveles de hormonas tiroideas y demostraron que los niveles
bajos de hormonas tiroideas estaban asociados con MB bajo y que niveles elevados de hormonas
tiroideas estaban asociados con MB alto. Hoy en día la mayoría de los médicos ya no utiliza el MB
debido a la complejidad de esta prueba y porque el MB está sujeto a muchas otras influencias
además del estado de la tiroides.
La determinación de hormonas tiroideas con una TSH elevada y una T4 baja nos dará el
diagnóstico de hipotiroidismo primario. La T3 está normal en aproximadamente un tercio de los
pacientes. Hay que recordar que la TSH puede estar elevada en el período de recuperación de una
enfermedad no tiroidea, por lo que el diagnóstico ha de establecerse en el contexto clínico del
paciente. La historia clínica suele ser suficiente para orientar el diagnóstico etiológico. En ausencia
de antecedentes de toma de fármacos que puedan inducir disfunción tiroidea, radiación cervical,
tratamiento con radio yodo o cirugía de tiroides, se puede asumir como causa del hipotiroidismo
primario una tiroiditis crónica autoinmune. La presencia de anticuerpos anti tiroideos, anti-TPO y
antitiroglobulina, servirá para confirmar este diagnóstico y serán también importantes a la hora de
decidir la actitud terapéutica ante un hipotiroidismo subclínico.
El hipotiroidismo central vendrá dado por una TSH normal o disminuida con una T4 y T3 bajas.
Generalmente se acompañará de otras alteraciones hormona608
hipotiroidismo
Cutáneos:
— Piel seca.
— Intolerancia al frío.
— Ataxia.
— Poli neuropatía.
— Bradipsiquia.
— Apatía.
— Deterioro cognitivo.
Endocrino-metabólicos:
— Ganancia de peso.
— Hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia.
— Edema periférico.
Musculo esqueléticos:
Cardiovasculares:
— Bradicardia.
— Derrame pericardio.
— Insuficiencia cardiaca.
— Hipertensión diastólica.
Digestivos: — Estreñimiento.
Hipertiroidismo
Epidemiología
La prevalencia varía según los distintos estudios entre un 0,5 y un 2,3%, en función de la población
estudiada, el área geográfica y los criterios de selección. Es más frecuente en mujeres. Etiología y
patogenia
Las causas más habituales de hipertiroidismo en el anciano son: el bocio tóxico multinodular
(BMNT), la enfermedad de Graves (o bocio tóxico difuso) y el adenoma tóxico. En áreas bocígenas
con baja ingesta de yodo la causa más frecuente es el bocio multinodular, mientras que en áreas
con ingesta normal de yodo, lo es la enfermedad de Graves. En las tres, el hipertiroidismo es
consecuencia de un aumento en la producción de hormonas tiroideas por parte de la glándula
tiroides.
La tiroiditis, tanto aguda como subaguda, puede dar lugar a hipertiroidismo por liberación de
hormonas durante el proceso de destrucción de los folículos, pero esta causa es mucho menos
habitual en ancianos que en jóvenes.
Los tumores hipofisarios productores de TSH, así como la resistencia de la hipófisis a la hormona
tiroidea, son extremadamente raras.
Otras causas pueden ser la administración excesiva de hormona tiroidea de causa iatrogénica y la
tirotoxicosis facticia, que cabe sospechar en pacientes psiquiátricos.
Referencia apa
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