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Dialnet ElToqueDeAlquimia 2856449 PDF
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1. Biblioteca Nacional de Madrid (BN), Ms. 2058, 95. Tomo V, fols. 248r. a
257v.
Una transcripción del tratado en castellano moderno fue publicada por Juan
Eslava Galán, en Cinco tratados españoles de alquimia, ed. Tecnos, Madrid, 1987.
No estamos de acuerdo con diversos aspectos de la misma y por ello remitimos al
lector a nuestra propia transcripción, que sigue como apéndice a esta comunicación.
528 MARIA TAUSIET CARLES
9. SANTIAGO, D. de, Arte separatoria y modo de apartar todos los licores que
se sacan por via de destilacion (1598), de próxima publicación en Alicante, por la
Fundación Gil Albert.
10. BN, Ms. 2058, 95. Tomo V, fol. 249 r. y v.
EL TOQUE DE ALQUIMIA: UN METODO CASI INFALIBLE... 533
(y del que no poseemos más noticia que ésta) titulado Apologia del arte
chimica, integrándose así en la lista de autoridades.
En esta primera parte del tratado las referencias de Stanyhurst a
su propia biografía son abundantes; veladamente, y antes de dar las
claves que definirán al buen alquimista, él se presenta como ejemplo
de tal. Dos episodios resultan especialmente significativos a la hora
de juzgar su propia trayectoria como modélica. Son aquéllos que le
sirven para relatarnos cómo pasó de la desconfianza más absoluta
hacia el arte a la extrema devoción por éste; lo cual no hace sino
recordarnos, una vez más, la figura de Ramón Lull, de quien
Menéndez Pelayo señaló que era «al principio incrédulo en cuanto al
poder de la Alquimia, pero se rindió luego a los argumentos y
experiencias del sacratísimo maestro Arnaldo de Vilanova»". En
realidad, la resistencia a creer en la eficacia de los experimentos de
esta ciencia antes de caer definitivamente en sus brazos una vez
comprobada su bondad, formaba parte de la leyenda de todo al-
quimista. Stanyhurst, testigo presencial de la conver-sión de cobre en
plata, primero, y de mercurio en oro, después, según cuenta, y a
pesar del carácter fraudulento de la primera experiencia (de lo que
vino a saber posteriormente), relata su transformación interna en
términos elocuentes: «[...] con esta tan manifiesta experiencia quede
convencido haviendo hasta entonces sido de opinion que era im-
posible lo que el arte prometia, y cierto que esta evidente prueva fue
el primer motivo por el qual me movi a poner y aplicar mi enten-
dimiento y de emplear parte del tiempo en el estudio y practica desta
secreta sciencia» 12.
El problema de la credulidad viene a ser, a mi juicio, uno de los
ejes fundamentales del discurso. A este respecto, el autor procura
adoptar siempre una postura moderada, tanto en lo que se refiere a su
persona como en los consejos finales, de carácter general. Así, cuan-
do explica sus propias concepciones acerca de la conversión de unos
metales en otros (es decir, de los cinco metales imperfectos —cobre,
hierro,..estaño, plomo y mercurio—, en nobles —oro y plata—), admite
creer en la purificación, pero no en la transmutación. De acuerdo con
transcribía algunas de las palabras del Monarca referidas a la alquimia, en una con-
ferencia leída en la Real Academia de Jurisprudencia: Felipe 11 y la alquimia, Ma-
drid 1927.
18. B.N., Ms. 2058,95, t. V, f. 250 r.
EL TOQUE DE ALQUIMIA: UN METODO CASI INFALIBLE... 537
la felicidad, que para el cristiano sólo podía entenderse como unión con
Cristo, identificado más de una vez con la Piedra Filosofal o el «Elixir
vitae», o la Panacea, o la Quintaesencia, o con cualquiera de los nu-
merosos términos usados para designar el fin que se pretendía alcanzar
(Luz, Este, Mañana, Fuente viviente, Arbol frutal, «Filius macrocosmi»,
Animal, Aries, Hombre, Hermano, Padre, Hijo, Rey, Hermafrodita..., la
lista sería casi interminable)21 . Según C. G. Jung «ningún alquimista
supo jamás con claridad acerca de qué cosas últimas trataba en verdad su
filosofía. La mejor prueba de ello es que cada cabeza en cierto modo
original acuñaba una nueva terminología, de modo que nadie entendía
del todo al otro [...]»22. El autor, cuyas experiencias personales aparecen
relatadas a modo de ejemplo, decía haber conseguido la fabricación de
«dos suertes de oro potable»23, licor amarillo, hecho por cocimiento de
vegetales, al cual se refirieron también otros médicos de la misma
época como Juan Cornejo o Luis Mercado.
Stanyhurst dedicaba su capítulo sobre la medicina válida tanto
para los cuerpos humanos como para los de los metales a describir
«las quatro suertes de fuegos que husan los Philosophos en sus
obras». Dividía éstos en elemental («que consiste de leña, carbón y
de semejante materia combustible»), natural («por el qual cualquier
cosa natural se conserva en su ser»), contra natura («el qual es vio-
lento porque destruye toda Naturaleza») y compuesto («que consiste
en una mixtura hecha del fuego natural y contra natura») 24 . Dicha
clasificación recuerda bastante a la que Diego de Santiago proponía
por las mismas fechas en su Arte separatoria, según la cual podía
hablarse de cuatro grados de calor: el baño doble o de María, el
conseguido sobre cenizas o vapor, el fuego directo leve y el fuego
desnudo. Stanyhurst no se extendía en mayores explicaciones, úni-
camente añadía que «la medicina hecha con el fuego contra natura o
el fuego compuesto [...] aunque es medicina para los metales, es
pongoña para el cuerpo humano [...]» 25 . Podríamos reducir todo lo
dicho sobre el calor del fuego, tan decisivo en las operaciones al-
21. ELIADE, M., Herreros y alquimistas, Alianza Ed., Madrid 1990; BURC-
KHARDT, T., Alquimia. Significado e imagen del mundo, Plaza y Janés, Barcelona
1971 y JUNG, C.G., Paracélsica, Ed. Sur, Buenos Aires 1966.
22. JUNG, C.G., op. cit., p. 135.
23. B.N., Ms. 2058, 95, t. V, f. 251 v.
24. B.N., Ms. 2058, 95, t. V, f. 253.
25. B.N., Ms. 2058, 95, t. V, f. 253.
EL TOQUE DE ALQUIMIA: UN METODO CASI INFALIBLE... 539
sofía ya que, según Stanyhurst, «estas medicinas [...] son los mas
profundos misterios que ay en toda la Philosophia natural» 30. Dicha
afirmación le servía para justificar el estilo oscuro, el secreto, ca-
racterístico de los alquimistas de todas las épocas que, como ya vi-
mos, estaba íntimamente relacionado con el uso de un lenguaje
cuajado de símbolos, algunos de los cuales podían ser difíciles de
captar incluso para los adeptos. El autor se apoya esta vez en las
sentencias de George Ripley, religioso y alquimista inglés muerto en
1490 que, al ganarse la confianza del papa Inocencio VIII, recibió
una importante suma de dinero para los Caballeros de Malta
provocando la envidia de muchos, convencidos de que Ripley había
descubierto el secreto de la transmutación de los metales en oro.
Varias de sus obras llegaron a ser muy populares, entre otras, el Re-
sumen de alquimia, publicado en 1471. Jorge Ripleo, tal y como lo
llama Stanyhurst con nombre castellanizado, «respondiendo a los
ignorantes lectores que culpavan los philosophos porque escrivian tan
obscuramente dize estas palabras: los ignorantes culpan a los philo-
sophos mas ellos deven ser culpados, que no siendo letrados tratan de
philosophia»31 . Evidentemente la alquimia era un arte para iniciados y
así como el mercader flamenco que mostró a Stanyhurst cómo convertir
mercurio en oro mediante «cierto polvo roxo» nunca confesara el
nombre, nación ni vivienda del amigo que se lo enseñó, «ni lo dixera por
todo el bien del mundo, siendo conocido esta juramentado a tenerlo
secreto»32, así los autores de tratados alquímicos estaban exentos de
expresarse con la claridad exigida a otras disciplinas.
35. Don Juan Manuel, Libro de los eruciemplos del Conde Lucanor e de Pa-
tronio, Ed. Cátedra, Madrid 1986.
36. B.N., Ms. 2058, 95, t. V, f. 255 r.
37. SANTIAGO, D. de, o. c.., I libro, cap. 7 («De la separacion de los espiritus
del vino de una vez»).
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38. CASTAÑEGA, M. de, Tratado muy sotil y bien fundado de las supersticiones
y hechicerias y vanos conjuros y abusiones y otras cosas al caso tocantes y de la
possibilidad y remedio dellas, Logroño 1529.
39. GARCÍA FONT, J., Historia de la alquimia en España, Ed. Nacional, Madrid
1976, p. 203.
40. B.N., Ms. 2058, 95, t V, f. 256 v.
544 MARIA TAUS JET CARLES
Texto
Cap [itul]o 1.
La prefacion a su Mag[esta]d Catholica.
Cap[itul]o 2.
Del nombre de alchimia y de su primer efecto, haciendo medi-
cinas que solam[ent]e curan las enfermedades humanas.
Cap[itul]o 3.
Del segundo efecto que consiste en una medicina que cura so-
lam[ent]e las enfermedades de los metales, y de la posibilidad suya.
Cap [itul]o 4.
Del tercer efecto que consiste en una medicina que cura las en-
fermedades humanas y las metalicas.
EL TOQUE DE ALQUIMIA: UN METODO CASI INFALIBLE... 545
Cap [itul] o 5.
Como se conoscera el philosopho verdadero del sophistico en-
gañador si no promete q[ue] esperangas y su trabajo para hager las
sobredichas medicinas.
Cap [itul] o 6.
Como se conoscera si el que promete las sobredichas medicinas
y echas y acabadas es singero philosopho o falso burlador.
La prefacion a su Mag[esta]d.
Capitulo Primero.
Catholica Magestad.
Haviendo cumplido con el mandato de V[uestra] Mag[esta]d en
hager ciertas curiosidades que se contienen en aquella parte de
philosophia natural que se dize chimica, me parecio expediente hazer
mas ampla demostracion del zelo y afigion que devo a la persona real de
V[uestra] Mag[esta]d presentando aqueste breve tratado, en el qual se
tocan los verdaderos efectos deste árte y se ponen algunas observaciones
con las quales (como el oro se prueva con el toque de la piedra) assi se
diferencien los buenos y sabios philosophos de los falsos sophistos
engañadores, de los quales ay gran numero en esta nuestra era.
Esta noble arte en tiempo antiguo fue tan estimado que se am-
parava del escudo y protection de reyes y principes poderosos y,
entre otros, hallo dos de los antegesores de V[uestra] Mag[estaid
muy aficionados a esta secreta sciengia: Philipe, Duque de Borgoña
y Roberto, Rey de Napoles.
El Duque, haviendo alcangado la perfecgion della, fue tan rico y de
tanto dinero y joyas que, con su prudengia, valor y riquega, en su tiempo
fue tenido estimado por el terror de todos los reyes de la Europa y aun
mantuvo tal tela contra el Rey de Francia, no embargante q[ue] entonges
Capitulo Segundo.
Del nombre del alchimia y del primer efecto q[ue] haze en
componer medicinas que solamente curan enfermedades humanas.
Entre diversas opiniones de diversos autores, hallo ser mas ve-
risimil que esta palabra griega, chimia, se deribe del berbo griego
cheo, q[ue] significa fundir, por quanto los chimistas son forgados
muchas vezes trabajar en fundir los metales y minerales, para su
mejor preparacion. Y de aqui paresge que esta arte chimica tomo el
nom[br]e, a la qual palabra los arabes añadieron su articulo al, y asi,
de chimia hizieron alchimia, significando ambas palabras una misma
cosa. El efecto cumplido que esta promete y puede cumplir consiste
en tres puntos: el primero, en hazer
Capitulo Quarto
Del tercer effecto, que consiste en hazer una medicina que cure
las enfermedades de los cuerpos humanos y de los metales, y, una
552 MARIA TAUS IET CARLES
breve declaragion de las quatro suertes de fuegos que husan los phi-
losophos en sus obras.
El tercer efecto consiste en hager una medicina que cure las en-
fermedades humanas y metalicas, el qual efecto assi
Capitulo Sexto
Como se conoscera si el que promete de si mismo que tiene las
sobredichas medicinas hechas y acabadas es philosopho verdadero y
singero o algun burlador.
Las quatro sobredichas observaciones paresceran suficientes
para descubrir si el philosopho que offresce su servicio y da espe-
rangas se deve acceptar y estimar, mas, si se ofresce alguna cosa real
y acabada, las observaciones siguientes con mucho cuydado se
deven guardar.
del Diablo, burlan a los que estan presentes con fantasias magicas, y
assi, las mas vezes, estos magicos no quieren que esten presentes,
guando hazen alguna prueva, personas devotas, y generalm[en]te son
pobrissimos. Y estos engaños diabolicos se pueden descubrir con
agua bendita, con hager la señal de la cruz y con otras semejantes
cerimonias sanctas de q[ue] usa la Iglesia Catholica contra tales
encantos y supersticiones. La segunda prueva es que, si por expi-
riencia se halla que la medicina es verdadera y perfecta, ha se de
saber si la persona que la tiene y offresge es autor della o no, o si la
ha avido de alguna otra persona, como he declarado en el capitulo
tergero de lo que me sucedio en Londres. Si quiere dezir que es suya,
echarase de ver la mentira o la verdad muy presto. Si el tal es pobre
y pide alguna suma de dinero para hazer mas medicina, sin duda no
puede ser sino engañador, porque si tiene el magisterio cumplido
como dize, su yntincion ha de ser hager a otros ricos y no enrriquecer
el con otros. Aquesta regla puede servir para descubrir otros muchos
embustes desta suerte, de que no hago mencion en este tratado.
Ultimamente, como ya tengo declarado, la vida y progeder del
philosopho se deve muy bien considerar porque, si es dado a vigios,
es muy mala señal como, por el contrario, si su yntincion
Finis.
[Tres firmas: Yo el Rey]