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De Manrique a Cardenal:
Transformación léxica vs.
Permanencia semántica
Ensayo final – Literatura Latinoamericana II
Emiliano Garcilazo
12/02/2015
DE MANRIQUE A CARDENAL: TRANSFORMACIÓN LÉXICA VS. PERMANENCIA SEMÁNTICA
INTRODUCCIÓN
Para comenzar con el análisis propuesto, es necesario realizar una breve introducción que
presente las principales características y el correspondiente contexto de surgimiento de
cada uno de los tópicos que constituirán el centro de nuestro análisis, abriendo la
posibilidad de atender a los cambios léxico-gramaticales que el lenguaje poético sufrió a
través del tiempo, debido a que los rasgos semánticos se mantienen pero las estructuras
más superficiales experimentaron cambios muy importantes.
UBI SUNT?
Este tópico literario, proveniente del latín (literalmente, ¿Dónde están?) constituye al
tema y problemática de la muerte y plantea una duda respecto a lo que sigue luego del
deceso de una persona. Se pregunta principalmente por dónde están ahora los muertos, a
dónde se fueron, qué sucede luego de que la muerte llega y le da a la vida un trato
reflexivo distinto, buscando exponerla como un mero momento de paso hacia la muerte,
donde espera la vida eterna. Principalmente se hace referencia a la fugacidad de las
glorias adquiridas en el mundo, de los elementos del mundo terrenal y sensorial. Fue
utilizada generalmente para proponer preguntas sobre el paradero de personalidades y
bienes que ya han desaparecido. Este tópico surge en la edad media a la par del
pensamiento común de la época, que sostenía que la vida no era más que un momento de
transición hacia la vida eterna, a través de la muerte. Es Jorge Manrique quien logrará dar
una renovada forma al uso de este tópico dentro de Coplas a la muerte de su padre, para
luego ser retomado por infinidad de autores hasta el día de hoy.
VANITAS VANITATUM
1:1 Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén. 1:2 Vanidad de vanidades, dijo el
Predicador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. 1:3 ¿Qué provecho tiene el hombre de
todo su trabajo con que se afana debajo del sol? 1:4 Generación va, y generación viene; mas la
tierra siempre permanece. 1:5 Sale el sol, y se pone el sol, y se apresura a volver al lugar de
donde se levanta. 1:6 El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a
sus giros vuelve el viento de nuevo. 1:7 Los ríos todos van al mar, y el mar no se llena; al lugar
de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. 1:8 Todas las cosas son fatigosas
más de lo que el hombre puede expresar; nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír. 1:9
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y
nada hay nuevo debajo del sol. 1:10 ¿Hay algo de que se puede decir: He aquí esto es nuevo?
Ya fue en los siglos que nos han precedido. 1:11 No hay memoria de lo que precedió, ni
tampoco de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.
la Edad Media, y nuevamente es Jorge Manrique quien se alza como uno de los principales
exponentes de su uso
TEMPUS FUGIT
Este es un tópico literario que significa "El tiempo vuela", proveniente del latín. Es una
frase tomada de un verso de Virgilio en su obra Georgicae, III, 284; donde dice: “Sed fugit
interea fugit irreparabile tempus, "Pero huye entre tanto, huye irreparablemente el
tiempo". La propuesta subyacente es que hay que aprovechar el presente porque el
tiempo pasa inevitablemente, por lo que suele verse acompañado por el tópico Carpe
diem (aprovecha el momento).A lo largo de la historia diversos autores han hecho eco de
estas ideas para ser parte de su poesía, desde Manrique y Góngora, hasta Ernesto
Cardenal.
Habiendo realizado una breve introducción donde se abordan las características de los
tópicos que serán el eje utilizado para realizar el análisis comparativo, en el siguiente
apartado serán desarrolladas las características de las corrientes literarias dentro de las
cuales se inscriben ambos autores, para así obtener una base sobre la cual desarrollar las
comparaciones que permitan revelar los cambios léxico-gramaticales que el uso de los ya
mencionados tópicos ha experimentado con el paso del tiempo.
aspiraban a hacerse con el poder frente a una monarquía que también buscaba
fortalecerse. Un siglo de guerras civiles y de crisis económicas provocaron una sensación
generalizada de incertidumbre que se resolvió con un fortalecimiento y consolidación muy
importantes del poder de la realeza. El siglo acabará con el descubrimiento de América, la
expulsión de los judíos y el desarrollo de un invento extremadamente importante para la
literatura, la imprenta.
A lo largo de la época en la que Jorge Manrique realizó su obra, domina una gran
sensación de inestabilidad. La Fortuna, el amor y la muerte son los temas centrales de la
literatura de este siglo. La inseguridad, la conciencia de la fugacidad del tiempo darán
lugar, por un lado, a una literatura del desengaño, reflexiva y grave; tal como la que se ve
en las Coplas a la muerte de su padre. Por otro lado, se abogará por el disfrute del
presente; lo que podrá verse en La Celestina o tragicomedia de Calixto y Melibea de
Fernando de Rojas.
La muerte ya se había instalado como un tema central en la literatura medieval,
principalmente debido a las epidemias de peste que redujeron la población
drásticamente, marcando de manera muy fuerte la imaginación popular. En esos años
abundan las Danzas de la Muerte, en las que la figura de la muerte va llamando a
participar en su baile a diversos personajes y, sea cual sea la condición social de las
personas, la muerte se presentaba como el inevitable final para todos. La literatura
cristiana, por su parte, había puesto el foco principalmente en la fugacidad de la vida a
través del tópico del ubi sunt, en el que se invitaba a despreciar los bienes terrenales a
favor de la vida futura.
Es importante recordar que en América Latina a partir de la década del 50 tiene lugar un
conjunto de acontecimientos que son producto de la finalización de la Segunda Guerra
Mundial. El comienzo y desarrollo de la guerra fría, que devendría en una “coexistencia
pacífica” y luego la intensificación de las oposiciones económicas y políticas. Además, en
El exteriorismo es la poesía creada con las imágenes del mundo exterior, el mundo que vemos y
palpamos y que es, por lo general, el mundo específico de la poesía. El exteriorismo es la poesía
objetiva: narrativa y anecdótica, hecha con los elementos de la vida real y con cosas concretas,
con nombres propios y detalles precisos y datos exactos y cifras y hechos y dichos. En fin, es la
poesía impura.
EL ANÁLISIS
Al momento de abordar el análisis, se optó por una división tópico por tópico con el
objetivo de poder establecer un contraste que evidencie los cambios que este trabajo
pretende advertir en el trato de los tópicos mencionados dentro de la poesía de
Manrique, y cómo los mismos han cambiado en cuanto a las representaciones léxico-
gramaticales para llegar a ser representados en la obra de Cardenal.
UBI SUNT?
El tópico referido a la duda sobre dónde se han ido los muertos y las riquezas terrenales
ha sido parte de los poemas de ambos autores, por lo que será posible observar un
contraste entre ellos.
En la obra de Manrique este tópico se hace presente donde se pregunta qué fue de
aquellos personajes históricos, poderosos en su momento, que cuando murieron
desaparecieron, dejando solo una huella en la historia:
En primer lugar, lo que salta a la vista es que poema consta de estrofas llamadas colas de
pie quebrado o manriqueñas. Las Coplas están compuestas en sextillas octosílabas, cuyos
versos se reparten en dos semiestrofas iguales con terminación quebrada en cada una de
ellas y con tres rimas consonantes correlativas, abc : abc. Esto no será un tema menor,
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DE MANRIQUE A CARDENAL: TRANSFORMACIÓN LÉXICA VS. PERMANENCIA SEMÁNTICA
debido a que a nivel estructural será un importante punto de contraste con la obra de
cardenal, que en tanto construida en la modernidad, la ruptura con la métrica clásica y la
preponderancia del verso libre serán la regla a la hora de observar la estructura de los dos
poemas del nicaragüense.
En segundo lugar, se puede ver como el léxico elegido por el autor contiene
principalmente a palabras pertenecientes al campo semántico de la realeza: Duques,
condes, barones son parte del lenguaje poético aquí debido a el poder que entonces estos
personajes ostentaban en el momento en el que fue producido este texto. Además, se
realiza una alusión a la Muerte en la que se le reclama dónde han quedado los nobles y las
hazañas acumuladas durante sus vidas. Además, se personifica a la muerte, dándole una
cualidad humana debido a que se la representa como una entidad que se ensaña y
deshace. La personificación del personaje de la Muerte se establece como un recurso
importante para darle una entidad que le permita mostrarse como alguien que se
presenta frente a las personas para llevárselas, tal como se puede observar en el siguiente
fragmento:
en la su villa de Ocaña
vino la Muerte a llamar
a su puerta.
VANITAS VANITATUM
Al tratar este tópico, donde se pretende advertir sobre lo superfluo de lo terrenal, que
carece de valor debido a que poco a poco todo se pierde con el pasar del tiempo hasta
Dezidme, la hermosura,
la gentil frescura y tez
de la cara,
la color y la blancura
cuando viene la vejez,
¿cuál se para?
Las mañas y ligereza
y la fuerça corporal
de juventud,
todo se torna graveza
cuando llega al arrabal
de senectud.
El léxico aquí utilizado emplaza a través de la metáfora una relación con los elementos
perecederos de la naturaleza humana. Por lo tanto, se apela al uso de sustantivos que
designan características bellas o positivas de partes del cuerpo, tales como la hermosura,
frescura y tez de la cara, con el objetivo de sostener que en el momento que la muerte se
acerca, nada de ello perdura.
conjugados los versos que abren las estrofas. Ved y Dezidme, apelan a los lectores debido
a que son verbos del modo imperativo, conjugados en la segunda persona del plural.
Lo que aquí se puede apreciar es que existe un punto en donde el léxico del poeta
nicaragüense comparte una característica con lo escrito por Manrique en el siglo XV: y la
belleza paso rápida. Es aquí en donde se ve un nexo directo con la idea de lo superfluo de
lo terrenal, una belleza que se desvanece rápidamente. Sin embargo, tras esta
coincidencia vuelve a surgir un léxico muy distinto que compone la comparación realizada
por el poeta, ya que tomando como punto de partida la idea de la fugacidad de la belleza,
se propone que los modelos de los autos o las canciones en las radios también han
desaparecido rápidamente, no dejando nada tras de sí. Si bien en este fragmento se
pueden observar las coincidencias ya mencionadas, además de compartir un valor
semántico muy similar, la propuesta final no pasa por una reflexión que desemboque en
un cambio que abra la entrada a una vida eterna sino una profunda melancolía por la
fugacidad y vacuidad de las cosas que pasan por la vida.
TEMPUS FUGIT
Este tópico posee una estrecha relación con el anteriormente analizado, ya que la
fugacidad del tiempo es un punto central a la hora de plantear lo superfluo de lo terrenal.
Manrique evidencia en el siguiente fragmento la idea de que las cosas materiales y el
aspecto físico son pasajeros y temporales, tan pronto como vienen se van, sin que uno
pueda percatarse; sin embargo, las cosas espirituales y del alma, son las únicas que se
conservan una vez llegada la muerte.
En esta parte del poema se puede observar el uso de la primera persona del plural, ya que
su intención no es referirse a él, sino a todos los lectores en general. Con esto les
transmite la sensación de que se dirige a ellos y los incluye, reforzando la idea de que
Aquí se puede observar cómo se aborda la fugacidad del tiempo desde un léxico muy
diferente del utilizado por Manrique. Si bien la figura de la comparación es un recurso que
ambos autores poseen en común, tal como se ha podido observar anteriormente la
diferenciación más importante puede verse a nivel lexical. El poeta representa el paso del
tiempo recurriendo a la utilización de vocablos de uso cotidiano, elementos
pertenecientes al mundo de lo inmanente tales como la televisión, los automóviles o las
radios. Nuevamente, se puede observar un desplazamiento del carácter reflexivo y
espiritual de Manrique hacia una visión melancólica y triste del paso del tiempo. La poesía
de Cardenal muestra aquí también que situaciones o elementos de la vida cotidiana tienen
la capacidad de presentar al lector algo que tradicionalmente había sido representado
recurriendo al uso de sustantivos abstractos (principalmente el tiempo y la muerte) que
conecten a las metáforas propuestas por el poeta y permitan una mejor interpretación de
sus versos.
A modo de conclusión, se puede sostener que las divergencias existentes entre el estilo de
los dos autores han podido ser evidenciadas tanto a nivel estructural como a nivel
semántico y lexical. La brecha de quinientos años ha demostrado que la poesía ha sido
capaz de reinventarse a sí misma y presentar importantes diferencias dentro de los niveles
lingüísticos más superficiales, aunque manteniendo tópicos que rigen las cargas
semánticas que las palabras aportaran al poema. Además, al tener en cuenta los contextos
socio-culturales de producción de ambas obras, fue posible entender más profundamente
la voluntad que subyace a las elecciones realizadas por los autores a la hora de la
construcción de sus poemas. Este primer trabajo de corte comparativo abre la posibilidad
de realizar una extensión del mismo: en primer lugar, tomando autores circunscriptos en
otras corrientes literarias de la poesía hispanoamericana y estudiando la presencia de los
tópicos aquí estudiados, lo que permitiría un análisis de los cambios léxicos que el
tratamiento de estos tópicos ha ido sufriendo a través del tiempo y; en segundo lugar,
ahondar en la búsqueda de otros tópicos literarios o elementos lingüísticos que permitan
establecer una comparación más minuciosa entre la obra de Jorge Manrique y la de
Ernesto Cardenal, sumando también, de ser posible, otros textos de su autoría.
BIBLIOGRAFÍA
Cardenal, Ernesto (1978) Nueva antología poética de Ernesto Cardenal, Mexico D.F: Siglo
XXI editores.
Di Tullio, A. (2010) Manual de gramática del español, Buenos Aires: Waldhuter Editores.
Paz, Octavio (1990) Los hijos del Limo – Del romanticismo a la vanguardia, Barcelona:
Editorial de bolsillo.
Real Academia Española (2010) Nueva gramática de la lengua española (Manual), Buenos
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Rodríguez Rivera, Guillermo. El cambio en la poesia en español a partir de los años 40,
primer capítulo del libro en proceso “El viaje” de Celso E. Ferrero