Está en la página 1de 28

Tema 68

TEMA 68: ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y MUNDO DEL TRABAJO. LA


INFLACIÓN, EL DESEMPLEO Y LA POLÍTICA MONETARIA.

68.1 INTRODUCCIÓN

68.2 ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y MUNDO DEL TRABAJO.


68.2.1 ORGANIZACIÓN ECONÓMICA
68.2.2 MUNDO DEL TRABAJO.

68.3 LA INFLACIÓN, EL DESEMPLEO Y LA POLÍTICA MONETARIA.


68.3.1 LA INFLACIÓN.

68.4 EL DESEMPLEO.
68.4.1 CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN
68.4.2 MEDICIÓN
68.4.3 TEORÍAS DEL DESEMPLEO.
68.4.4 FACTORES DEL DESEMPLEO.
68.4.5 POLÍTICAS CONTRA EL PARO.

68.5 LA POLÍTICA MONETARIA


68.5.1 COMO ELEGIR UN INSTRUMENTO ADECUADO.
68.5.2 ACTUACIÓN DE LA POLÍTICA MONETARIA
68.5.2.1 COMO SE EJERCE EL CONTROL SOBRE LA VARIABLE
OBJETIVO
68.5.2.2 QUE PUEDE Y QUE NO PUEDE HACER LA POLÍTICA
MONETARIA
68.5.3 ¿POLÍTICA MONETARIA O POLÍTICA FISCAL?

1
Geografía e Historia
Tema 68

68.1 INTRODUCCIÓN.

Al tratar el tema se ha pensado que lo mejor era estructurarlo en apartados separados,


con el fin de presentar ideas esquemáticas pero claras.

Haberlo tratado de forma global podría haber resultado una perfecta conferencia, pero
sin ideas concretas. Tampoco se pretende presentarlas en profundidad como si de una clase de
economía se tratara, sino de elaborar un tema que hay que desarrollar durante una hora.

Toda sociedad, a medida que evoluciona, requiere organizarse para su supervivencia.


Esta organización, en cuanto a economía se refiere, supone una división del trabajo, una
estructura del sistema productivo, una asignación de recursos, etc. La organización de todas
estas tareas da lugar a unos sistemas económicos, todos ellos con los mismos elementos pero
estructurados de diferente manera según qué grupo detente el poder, quiénes sean los
propietarios, qué criterios de valoración se sigan, etc.

En ese sistema económico o forma de organización surgirán fricciones y desajustes,


presentando diferentes problemas como son el paro y la inflación entre otros. Para solucionar
estos inconvenientes cada sistema económico desarrolla sus mecanismos de defensa, con los que
trata de atajar dichos males. Esos mecanismos son las llamadas políticas económicas que,
dependiendo sobre qué actúan o a quiénes se dirijan, reciben diferentes nombres: política
monetaria, política fiscal, política de rentas.

68.2 ORGANIZACIÓN ECONÓMICA Y MUNDO DEL TRABAJO.

68.2.1 ORGANIZACIÓN ECONÓMICA.

¿Qué es la economía? Según su origen etimológico, la palabra economía se remonta al


griego y significa “conjunto de reglas para el gobierno del patrimonio familiar”. Lo cierto es que
el concepto que se tiene de economía ha ido evolucionando a lo largo del tiempo,
desprendiéndose de su matiz normativo y social y centrado en lo puramente económico, es
decir, en el uso óptimo de los recursos escasos en busca de una máxima satisfacción; el uso de
esos recursos escasos en busca de una máxima satisfacción; el uso de esos recursos escasos
plantea la necesidad de la organización de tareas como son producción, distribución, etc. La
organización de estos factores y las relaciones de poder, así como las diversas culturas, es lo que
da lugar a las distintas economías u organizaciones económicas.

Podemos hablar de recolectores y cazadores, pastores, ganaderos o agricultores, para


caracterizar distintos tipos de organización económica de culturas primitivas. En la actualidad
hablaremos de economías capitalistas, economías mixtas y de las desaparecidas economías
planificadas.
2
Geografía e Historia
Tema 68

Los esquemas evolutivos de las organizaciones económicas de los pueblos son muy
variadas, pero desde un punto de vista fundamentalmente económico, la columna vertebral está
constituida por el continuo incremento en la especialización del trabajo humano y la
complejidad de la tecnología productiva, lo que supone: un aumento en la complejidad
estructural de los sistemas de intercambio; la prolongación e intensificación de los procesos
productivos; una separación cada vez mayor de la naturaleza de la actividad productiva y de la
del consumo del individuo; y la necesidad de introducción de sistemas cada vez más complejos
e impersonales de difusión de la información (asunto este que, junto con la prolongación e
intensificación de los procesos productivos, se halla conectado con el contenido y la función del
dinero).
Dentro de la enorme variedad de tipos de organización económico cultural, hay unos
elementos básicos que, en combinaciones diferentes, se encuentran en todos los tipos de
organización económico cultural:

- Organización social, excedente y especialización del trabajo. En todo pueblo, con


independencia de cualquier circunstancia, existen normas de derecho y sistemas de organización
social. La magnitud del excedente económico generado por la actividad social de un pueblo, la
naturaleza, la tecnología productiva y el grado de especialización del trabajo de este,
caracterizan el grado de complejidad de su estructura económica. La naturaleza de la estructura
económica y la organización social guardan una estrecha relación: la adecuación mutua de
estructura económica y sistemas de normas, costumbres, instituciones y organización social.

- La propiedad. Se refiere a la propiedad de bienes de uso personal, al conjunto de


factores de producción, al producto del trabajo, al uso de determinados servicios, marcas, etc.

- Organización del trabajo. Cabe distinguir entre división y especialización del trabajo.
La división hace referencia a esquemas de asignación de funciones específicas o determinadas
personas, atendiendo al sexo, edad, posición, etc. La especialización hace alusión a la
diferenciación de tipos de trabajo. Se trata de algo relacionado con la complejidad tecnológica
de la economía, aunque lo está en mayor medida con la especialización que con la división del
trabajo.
La organización del trabajo comprende los esquemas de división y especialización del
trabajo, el uso del tiempo por parte de los individuos (asignación del tiempo a las diferentes
actividades) y la organización material del trabajo (trabajo individual, grupos, etc.)

La economía del grupo familiar y del individuo, desde el punto de vista económico, es
mayor en culturas con bajo grado de especialización y complejidad económica que en aquéllas
en los que estos son más altos. La organización material del trabajo, según se realice
individualmente o en equipo, depende de dos factores distintos: por una parte, grados de
especialización y complejidad tecnológica, que requieren una mayor coordinación; y por otra
parte, con independencia de lo anterior, se dan las prácticas de trabajo en común, cooperativas,
trabajos benéficos, etc.
3
Geografía e Historia
Tema 68

- Motivaciones para el trabajo. Las motivaciones para el trabajo comprenden no sólo la


adquisición de medios de vida y el acrecentamiento de la riqueza personal, sino también
factores de prestigio. La competitividad y la emulación constituyen móviles poderosos para el
trabajo. Incluso en sociedades en las que el trabajo en comunidad es frecuente, los incentivos
inmateriales y recompensas honoríficas constituyen una práctica frecuente.

- Fiscalidad y distribución del producto. Los sistemas de fiscalidad y los mecanismos de


distribución del producto son peculiares de cada sociedad. Los ingresos y riquezas se
distribuyen de forma desigual entre los individuos. El margen de desigualdad no es únicamente
función de la magnitud del excedente producido por la economía, sino también del sistema de
valores característico de cada cultura.

- Producción tecnológica y consumo. Las limitaciones impuestas por el medio al


consumo son más efectivas en pueblos con tecnologías productivas menos complejas, pero,
exceptuando las sociedades más elementales y los medios más desfavorables, tenemos los dos
rasgos típicos siguientes:

- Toda sociedad ofrece un espacio de elección característico para el consumo.


- La estructura del consumo (qué, cómo y cuándo se consume está en correspondencia
con la organización social de cada pueblo).

La naturaleza de lo que se consume y las pautas de consumo constituyen expresiones


características del un pueblo.

Las soluciones técnicas aportadas por las diferentes sociedades a los problemas con que
se han de enfrentar son muy diversas.

- Intercambio, dinero y comercio. Ya se ha señalado que el aumento del grado de


especialización del trabajo y de complejidad tecnológica produce un incremento en la
complejidad estructural de los sistemas de intercambio. El intercambio de bines es un rasgo
universal en toda cultura, como lo es el uso de signos de valor de algún tipo. El ahorro, el
crédito personal y comercial y la inversión se producen, igualmente, en todas las culturas. Pero
la función que cumplen el dinero, el crédito, el ahorro y los mercados en la vida económica de
un pueblo es bastante distinta de unas culturas a otras. Las necesidades de un sistema de medios
de pago generalizado y susceptible de servir, a la vez, como base para el cálculo del valor y para
el intercambio, y de los sistemas institucionales socialmente necesarios para el funcionamiento
de una economía que requiera dichos elementos, aparecen cuando la naturaleza de la
complejidad tecnológica y la especialización del trabajo lo requieren.

Las práctica comerciales entre tribus, pueblos distintos y alejados, el comercio


internacional a muy larga distancia y la figura del comerciante profesional, se encuentran desde
la antigüedad en las más variadas culturas. La importancia y extensión de los mercados, en el
4
Geografía e Historia
Tema 68

sentido más estricto del término, varían sin embargo considerablemente, así como la
importancia de lo que en términos actuales denominaríamos la actividad aseguradora, la gestión
bancaria y los sistemas de financiación. Una vez más no es posible pensar en la existencia de un
esquema unilineal de evolución de la complejidad de las economías por el cual todas estas
instituciones aparezcan y cobren sentido en un momento determinado de forma simultánea. En
modo alguno son desconocidas estas instituciones en culturas con una complejidad tecnológica
relativamente escasa.

La evolución de las formas y de las funciones del dinero presenta unas características
semejantes. Los sistemas de unidades de cuenta son algo absolutamente universal e inseparable
de toda actividad de intercambio. Pero la generalización como medio de pago y reserva de valor
es lo que confiere a un bien específico o a un signo su naturaleza monetaria. Según se den en
mayor o menor grado estos atributos en un signo o en un bien, se tienen tipo, por así decirlo, de
dinero más o menos próximo al nuestro.

68.2.2 MUNDO DEL TRABAJO.

Podemos calificar como mundo del trabajo a todo el contexto en el que se desenvuelve
ese factor productivo. Es lo que habitualmente se denomina mercado de trabajo, que podemos
definir como el marco formado por reglamentaciones, etc. en el que se enfrentan los distintos
agentes dando lugar a la oferta y la demanda.

Este mercado quizá sea uno de los mecanismo más marcados por la organización
económica o de los sistemas productivos. Así, hasta hace muy poco podíamos definir, en
general, tres grandes áreas económicas: los países de los OCDE, los países industrializados de
economía planificada y los países del Tercer Mundo, cada uno de los cuales presenta unas
características genéricas en cuanto al mercado de trabajo se refiere.

De esta forma lo OCDE presenta estadísticas más o menos fiables de paro,


reglamentación laboral, sistemas de protección al parado, etc. Imperan las llamadas economías
de bienestar, en las que el capitalismo puro se encuentra mitigado por una posición solidaria de
la sociedad administrada por el Estado.

En los países de economía planificada no existía paro, como no existía mercado de


trabajo, lo que hace imposible comparación alguna de su situación con respecto a la OCDE. Sin
embargo, lo que está claro es que la inexistencia de paro se superpone con un elevado número
de subempleo.

Los países del Tercer Mundo presentan un mercado de trabajo muy presionado y actúa
con una gran demanda de trabajo, creciente por la despoblación del campo, sin ningún tipo de
reglamentación, y en el que impera un liberalismo total: oferta frente a demanda, sin ningún tipo
de reivindicación social. Lo que plantea una situación muy similar a la de épocas como la
Revolución Industrial, con largos períodos de trabajo y sueldos de subsistencia.
5
Geografía e Historia
Tema 68

Centrándonos en el mercado de trabajo más genérico y actual, el de la OCDE, ha sufrido


una evolución rápida y compleja en cuanto a la tasa de participación se refiere. Asó han influido
la edad de retiro, la edad de escolaridad, la incorporación de la mujer, etc. Desde el punto de
vista demográfico ha variado la oferta potencial de trabajo, a sí como la estructura de la
población por edades. Si tenemos en cuenta la población en edad activa, son las personas
comprendidas entre los 16 y 65 años, ambos inclusive; y en la tasa de natalidad se observa que
el mercado laboral estará sujeto a una serie de presiones y contracciones por su propia
naturaleza sin necesidad de elementos añadidos como crisis o periodos de expansión. Por otro
lado, el tipo, la calidad de esta población activa, ha variado al incorporar elementos más
cualificados y la mujer de forma masiva al mercado laboral, etc.

Pero el deseo de trabajar en términos generales no constituye en si más que una oferta
potencial de trabajo. La búsqueda activa dependerá de muchos otros factores, como número de
horas que están dispuestos a trabajar las personas, etc.

- Analizando el mercado de trabajo desde el lado de la oferta, podemos apreciar una


serie de temas clave:

Efecto renta y efecto sustitución. Cuando una familia tienen un nivel de ingresos que
considera suficiente, preferirá tener más tiempo para el ocio y no trabajar. Este es el efecto
renta, que incide en el número de horas y disponibilidad para trabajar: una familia con ingresos
suficientes preferirá dar a sus hijos una educación más larga, sacándoles así del mercado de
trabajo durante más años.

Puede darse que se incrementen los ingresos por hora trabajada y esto aumente la oferta
de trabajo (caso de horas extraordinarias). En este caso resulta más caro el ocio y se produce el
llamado efecto sustitución (trabajo por ocio).

Influencia de los impuestos. Se suele decir que cuando aumentan los impuestos
disminuye la oferta de trabajo, pues no vales la pena trabajar para el Estado.

Esto es matizable , pues a niveles impositivos bajos es posible que aumente la oferta de
trabajo al elevar los impuestos, pues lo que interesa es mantener a el nivel adquisitivo, pero
cuando los niveles impositivos alcanzan cotas muy elevadas a partir de ciertos niveles de renta,
estos pueden perder su incentivo para trabajar.
Las cuotas de la Seguridad Social actúan como un impuesto sobre el trabajo pero por
ambas partes, oferta y demanda, al afectar al trabajador y al empresario, aunque lógicamente
tiene su mayor efecto sobre la demanda, al ser mayor la parte pagada por el empresario.

El seguro de desempleo. Este seguro, y cualquier mecanismo de protección social,


tiene efectos sobre la oferta de trabajo. Cuanto más elevado sea el nivel de protección, más alto
será el nivel de salario necesario para conseguir que una persona trabaje.
6
Geografía e Historia
Tema 68

- Análisis desde el lado de la demanda.

El trabajo aquí es independiente de sus implicaciones individuales y familiares; es un


factor más de producción necesario para la consecución de objetivos.

Si mantenemos fijo el capital dependiendo de la variación de los salarios, variará la


cantidad de mano de obra; su razón de ser está en la llamada productividad marginal del trabajo.
Es decir, a partir de un mínimo de personal necesario para asegurar la producción, cada nuevo
trabajador aumentará la producción de esa empresa en cantidades decrecientes. Mientras que el
incremento de producción de ese nuevo trabajador sea superior al salario que se le paga tendrá
interés añadir nuevos trabajadores a la plantilla.

Si se elevan los salarios, se perderán puestos de trabajo, pero si se desea mantener la


producción para no perder mercado, la empresa se ve obligada a aumentar la productividad
media de sus trabajadores, lo que la obligará a aumentar sus inversiones en capital para poder
soportar los nuevos niveles de salarios . Esto es lo que se llama modificar la combinación de
factores de producción (más intensiva en capital).

El mercado de trabajo se ve distorsionado, pues no es una libre oferta-demanda, sino que


los salarios mínimos son pactados a nivel nacional: se pactan unos seguros sociales, jornada
laboral, vacaciones, retiro, etc.

El tema candente entre oferta-demanda es el coste salarial. Desde el punto de vista de la


oferta, y en términos generales, este se valora por el líquido que percibe la familia; mientras que
desde la demanda el coste salarial incorpora la totalidad de las cargas sociales que suponen un
elevado porcentaje del coste salarial, lo que fuerza a la empresa a elevar la productividad y a
disminuir los puestos de trabajo. En España el 76% de los recursos de la Seguridad Social
provienen de las cotizaciones empresariales, en Alemania el 44% y en Dinamarca el 10%.

Otros efectos distorsionadores se producen en la propia legislación laboral: despidos


excesivamente costosos fuerzan la permanencia de las personas que llevan más tiempo,
independientemente de su valía y en contra del empleo juvenil.

68.3 LA INFLACIÓN, EL DESEMPLEO Y LA POLÍTICA MONETARIA.

En toda organización, y la economía no va a ser menos, surgen una serie de fallos, de


desequilibrios. En economía aparecen la inflación y el paro como defectos organizativos a
superar, y la política monetaria se presenta como el instrumento a utilizar en la solución de esos
defectos.

7
Geografía e Historia
Tema 68

68.3.1 LA INFLACIÓN.

Conceptos previos.

- Hiperinflación: este término indica una gran inflación, caracterizada por un “ huida del
dinero”. Cuando los precios suben, guardar dinero es un mal negocio. Si los precios siguen
subiendo, llega un momento en el que nadie desea tener nada de dinero guardado: en cuanto lo
reciben, lo gastan inmediatamente (comprando cosas, especialmente algo que no pierda valor,
por ejemplo, moneda extranjera).

- Deflactor: es el índice de precios con el que se convierte una cantidad “nominal” en


otra “real”. Así, si el producto nacional bruto nominal en un año era de 1000 unidades, y subió a
1100 en el periodo siguiente (aumentó=10%), habrán contribuido a ello dos elementos; un
crecimiento “real” de la producción y otro debido a los mayores precios. Si éstos subieron en un
4% el primer año al segundo, solo podemos atribuir un 6% del incremento del producto a una
mayor producción, y el resto al alza de precios. Esta operación de corregir el aumento de
producto debido sólo a los precios se llama deflector el producto nacional, y el índice de precios
que se utiliza es el deflactor.

¿Qué es la inflación?

Existen dos formas de referirnos a la inflación y, por tanto, de definirla. Así, podemos
buscar definir el objeto de la inflación por medio de una descripción de la observación del
fenómeno; o bien hacer hincapié en su naturaleza, en sus causas.

a) La inflación se identifica cuando los precios suben, guardar un crecimiento continuo y


sustancial del nivel general de precios de los bienes y servicios en una economía, crecimiento
medido mediante la evolución de algún índice de precios.

Al hablar de nivel de precios se identifica por el IPC, lo que implica la existencia de


dinero como medio de cambio, y excluye la existencia de inflación, en una economía de
trueque, presentando a esta como un fenómeno basado en la existencia del dinero.

La existencia de inflación requiere la subida de todos o buena parte de los productos que
forman el IPC, y además de una forma sustancial y continua. Lo que entendemos por sustancial
por encima del 4%. Continua significa que la subida no es repentina y esporádica por causa de
cosechas perdidas, etc. sino que se producen impulsos en los precios que se repiten de forma
asidua.

Resumiendo estas ideas tenemos:

- La inflación es un fenómeno que tiene un vínculo irrompible con la existencia del


8
Geografía e Historia
Tema 68

dinero, hasta el extremo de que esta circunstancia ha llevado a algunos importantes economistas
a referirse a la inflación como un fenómeno estrictamente monetario.
- Su manifestación tiene lugar a través de la elevación general en el nivel de los precios,
proceso en el cual los precios de unos bienes y servicios pueden aumentar más, igual o menos
que otros.
- Y dicha elevación es de cuantía relativamente importante, o sustancial, y no es un
fenómeno ocasional, sino más bien sostenido.

b) La otra forma de definir la inflación, haciendo hincapié en sus causas, nos lleva a
observar a esta en relación con el ingreso o renta de los agentes económicos. Así, supone una
pérdida del poder de compra del dinero o, dicho de otro modo, la inflación es un aumento del
stock del dinero o de la renta monetaria en términos totales per cápita.

Es evidente que sin más dinero no puede haber inflación; no obstante, esta es una
condición necesaria pero no suficiente para las condiciones definidas.

Tipos de inflación.

Los distintos tipos de inflación que vamos a diferenciar se corresponden, y por lo tanto
están respaldados, por grupos de economistas que han elaborado las teorías que sostienen esta
clasificación y que no son otra cosa que las distintas formas de ver el origen o la transmisión de
los fenómenos que provocan la inflación.

También trataremos como epígrafes independientes (aunque no se pueden clasificar


como tipos propiamente dichos) fenómenos de reciente aparición y que, dada su importancia,
cobran entidad suficiente como para estudiarse de forma individual.

Inflación de Demanda:

Algunos autores explican como factor clave del crecimiento de los precios la evolución
de la demanda agregada (consumo, inversión y resultado neto de la balanza comercial). Si la
demanda agregada supera la producción de una economía, no todo el mundo podrá obtener lo
que quiere, y aparecerán tensiones, produciendo una tensión ascendente de los precios.

Este análisis nos demuestra que los precios no suben alegremente ,sino como reacción a
unas tensiones que actúan a través del mercado de bienes y servicios, y por otro lado, que la
demanda es el factor determinante de la inflación.

Hasta este momento estarían de acuerdo keynesianos y monetaristas, dos de las


corrientes teóricas más destacadas; sin embargo, ambos defienden distintas explicaciones acerca
de las causas que provocan los excesos de demanda.

Los monetaristas explican el comportamiento de la demanda agregada por un aumento


9
Geografía e Historia
Tema 68

en la cantidad de dinero. Si en una economía sin tensiones inflacionistas se eleva la cantidad de


dinero, los agentes económicos gozarán de mayor liquidez y, dado que los monetaristas
mantienen que el dinero básicamente se utiliza en transacciones, dichos agentes aumentarán su
demanda de bienes y servicios, que a su vez son las ventas de otros. Por tanto, al aumentar cada
individuo su demanda, se genera un crecimiento en la demanda agregada de la economía. En
este momento, si la economía tiene la totalidad de los factores productivos empleados. La
producción física de bienes y servidos no podrá aumentar a corto plazo. En consecuencia,
subirán los precios.

Los monetaristas defienden que sin aumento en la cantidad de dinero, ninguna de las
otras causas puede llevar a lazas continuas y sostenidas de los precios. Sin embargo, el aumento
de la cantidad de dinero es condición suficiente para que aparezca la inflación.

Los keynesianos matizan o cuestionan el axioma básico de los monetaristas al decir que
el dinero se utiliza para algo más que para las transacciones. El dinero se acumula y atesora
como activo. En este caso, la demanda de dinero puede absorber los aumentos de la oferta
monetaria sin necesidad de alterar los recios. Así, la relación oferta monetaria y nivel de precios
no es tan directa.

En el enfoque keynesiano la clave es la demanda agregada. Partiendo de una situación


de pleno empleo en la que el gasto total es igual a la producción total, cualquier aumento del
gasto originado por un mayor gasto público, perspectivas favorables que provocan mayor
inflación, etc., provoca un aumento de la demanda, y aparecerá un aumento de los precios hasta
que dicho incremento de precios sea igual al del gasto. Aquí la causa del inflación radica en que
la demanda en términos monetarios es mayor que la oferta limitada de bienes y servicios.

Monetaristas y keynesianos aceptan que la inflación tiene su auge en un exceso de


demanda. Pero mientras que unos proponen que el aumento de la demanda ha sido provocado
por un aumento previo en la cantidad de dinero, otro dicen que el aumento de la demanda puede
deberse a otros factores no necesariamente monetarios.

Inflación de costes

Han existido momentos a lo largo de la historia en los que se ha creído que la causa de la
evolución de los precios ha estado en los costes.

Para explicar este tipo de inflación se ha sostenido que los grupos económicos de
presión son los culpables, y generalmente se acusa a los sindicatos. Estos actúan de forma
monopolística, lo que les permite conseguir aumentos sectoriales por encima de la productividad
del trabajo, lo que hace que el proceso inflacionista se inicie por un empujón de los costes y no
por un tirón de la demanda.

10
Geografía e Historia
Tema 68

Dentro de la inflación de costes se diferencian dos enfoques: el “mark-up” y el del poder


negociador. En el primero suponemos una economía en competencia perfecta. En ella luchan los
distintos grupos organizados por una mayor parcela de renta. De esta forma supongamos que los
trabajadores consiguen un aumento de salarios. Esta elevación monetaria disminuye la renta real
de otros grupos que reaccionarían subiendo los precios que pueden manipular. Así se forma una
“espiral precios-salarios”: subidas salariales -subidas de precios- subidas salariales.

Otro modelo similar de este enfoque es la “espiral salarios- salarios”. Aquí son algunos
sectores productivos los propagadores de la inflación. Un determinado sector productivo
consigue mejores salarios perdiendo posiciones relativas al resto, lo que provoca sucesivas
subidas salariales en el resto de los sectores. En ambas variantes del enfoque “mark-up” el
detonador es un aumento salarial y no un exceso de demanda. Estos modelos o ignoran las
influencias de la demanda o suponen que se aplica una política de demanda acomodante.

Al igual que la presión salarial, se puede dar una presión empresarial por su interés en
aumentar beneficios, dependiendo del grado de competencia y libertad de precios y la facilidad
del empresario para aumentar los precios de un producto sin alternativa final. Así puede elevar
los precios y provocar inflación por empuje de los beneficios.

En el enfoque del poder negociador se introduce la presión de la demanda. El


comportamiento de esta es el determinante del poder de negociación de los sindicatos y
empresas. Aquí, cuanto más cerca se encuentre la economía del pleno empleo, más fácil será
para los sindicatos imponer acuerdos salariales. Este tipo de inflación provoca la desaparición
del pleno empleo a no ser que se genera un aumento de la demanda global suficiente para
compensar el aumento de los costes.

Inflación Estructural.

Es la inflación típica de los países en vías de desarrollo, caracterizada por una inflación
persistente y contra la que las políticas llevadas a cabo en los países desarrollados no surten
ningún efecto.

Las bases de la inflación se encuentran en el sistema productivo, y los factores


monetarios son meros elementos propagadores de la inflación, pero no la originan.

Es la manifestación de profundos desequilibrios en la economía de dichos países.


Rigideces estructurales e institucionales básicas son, en última instancia, la causa de presiones
inflacionistas. Tanto la oferta de productos intermedios como la de bienes de capital y productos
de alimentación, son rígidas, por lo que, al aumentar la demanda con el desarrollo general de la
economía, suben los precios.

Los estructuralistas, ante el dilema planteado precios-desarrollo, son partidarios de un


mayor desarrollo que con el tiempo permita solventar el problema inflacionario.
11
Geografía e Historia
Tema 68

Inflación Reprimida e Inflación Abierta

Esta aparece cuando la demanda global excede a la oferta global valorada a los precios
presentes, pero se impide que suban los precios mediante el empleo de controles.

El exceso de poder adquisitivo induce a los industriales y distribuidores a agotar sus


stocks de activos reales proporcionan una cobertura rente a los precios crecientes, pero si se
impide que los precios suban, existe un incentivo en agotar los stocks para vender. Así, en la
inflación reprimida, suelen aparecer “embotellamientos” debido a que los stocks han bajado por
debajo de los niveles para poder enfrentarse al cambio industrial. Esta tendencia ha llevado a
que la economía sobrecargada se denomine economía vacía. Los costes administrativos impiden
que los controles de precios se extiendan a todos los productos, limitándose a las mercancías
más esenciales. Los precios aumentan en los sectores no controlados y atraen más recursos a la
producción de bienes y servicios considerados como menos esenciales. Esta tendencia ha
llevado a que a la economía sobrecargada se la llame también “milkbar”, debido a que tiende a
hinchar los servicios.

Inflación con Paro

La concurrencia de estos dos fenómenos pone a prueba la teoría económica y su


eficacia. Debido a la multitud de variables existentes y sus interconexiones, resulta imposible
alcanzar los criterios que permitan establecer una jerarquía entre los mismos.

Existen casos concretos, como éste que nos ocupa, en el que cuanto más se consigue un
objetivo, más nos alejamos del otro. Esto se teoriza en la curva de Phillips.

Si esto fuera realmente así, tendríamos que plantearnos cuál es consecuencia de quién, y
actuar contra el efecto causante hasta que desapareciera , para luego intentar atajar el otro. Pero
lo más sencillo es emplear políticas mixtas para la consecución simultánea de los objetivos de
estabilidad de precios y pleno empleo.

La curva de Phillips nos viene a plantear un posible intercambio entre paro e inflación.
Esto se suele admitir con demasiada frecuencia y lo cierto es que la inflación solo crea empleo
de forma momentánea, asignando fuerza de trabajo a empresas que solo pueden absorberla
mientras dura la inflación o se acelera.

En un principio la curva de Phillips surgió como una simple observación empírica en la


que, anotando datos históricos sobre salarios monetarios y paro, se establece una relación clara
que adopta la forma de una curva con pendiente negativa. Sin embargo, desde 1968 las cosas
cambian y ya no parece tan clara esta relación. Dicha relación será real a corto plazo, pero a
largo existe una tasa natural de paro determinada por unas variables que nada tienen que ver con
la inflación; sea el que sea el salario monetario ofrecido, el paro no disminuye. Ante esta
12
Geografía e Historia
Tema 68

situación la curva de Phillips, se hace vertical, y desaparece toda posibilidad de intercambio


entre paro e inflación.

Estanflación

Este fenómeno de inflación con estancamiento se produce a partir de la crisis del


petróleo de 1974, haciendo que la curva de Phillips presente una tercera fase en la que se
observa una relación entre crecimiento de los salarios y el porcentaje de paro, en la que se dan
simultáneamente altas tasas de inflación y desempleo.

Según Okun las causas de la inflación moderna (estanflación) son diferentes de las del
pasado. Nuestro comportamiento inflaci9onsta está enraizado en el sistema de decisión de
precios y salarios, que cada vez se alejan más del modelo en el que oferta y demanda se
articulan de forma fiable para conseguir el equilibrio. El sistema de precios actual se orienta por
los costes de producción, y los salarios por una interpretación de la equidad en las retribuciones.
Ambas orientaciones hacen que la tasa de inflación sea más lenta en principio, pero también
hacen que la inflación se convierta en un fenómeno persistente una vez que se ha manifestado.
El ritmo de inflación resultante se alimenta a si mismo de forma que acelera la espiral salarios-
precios.

Evaluación de las Teorías Tradicionales de la Inflación.

En primer lugar hemos de señalar que la diferencia entre inflación de demanda y de


costes está cada día más en desuso. Por un lado, la distinción entre inflación de demanda o de
costes es difícil de concretar, pues todo lo que demuestran las estadísticas sobre salarios y
precios es una secuencia de aumentos de ambas variables. Para catalogar a una inflación como
de demanda o de costes habría que acudir al punto de partida, y esto es muy difícil en el mundo
real.

Según lo visto, quizá lo más acertado sea considerar a la inflación como un proceso
único aunque con distintas fases. La fase inicial se correspondería con una época de expansión,
y en ella se darían todos los síntomas de inflación de demanda. Durante esta fase del ciclo los
salarios aumentan y la producción y el empleo se mantienen elevados. Pero una vez en la fase
descendente del ciclo, el nivel de producción y empleo decaen, pero los precios y salarios siguen
subiendo, aunque inicialmente los salarios lo hacen a un mayor ritmo. Esta fase se
correspondería con la inflación de costes o inflación con estancamiento.

Tanto un empujón de los coste, generado por incrementos autónomos de salarios o


beneficios, como un tirón de demanda motivado por aumentos de cualquiera de los
componentes de la demanda global, en realidad 610 motivan incrementos en el fenómeno no
autoajustable, y son incapaces de mantener una tasa de inflación continuada, a no ser que se
acompañen por una expansión acomodante de la oferta monetaria. En este sentido es más
apropiado distinguir entre inflación en las que el papel del dinero es activo, es decir, en su
13
Geografía e Historia
Tema 68

evolución está el origen del proceso inflacionista, de aquellas en las que el dinero es meramente
pasivo.
En el análisis tradicional de la inflación, tanto si está motivada por la evolución de la
demanda como de los costes, no se presta la debida atención a la naturaleza dinámica del
proceso inflacionista y a sus implicaciones. La evolución de los precios condicionará la
dinámica de los salarios, y lo que se inicia como una inflación de demanda puede pasar a ser de
costes. Además, los agentes aprenderán con el tiempo, y sus expectativas internalizarán la
inflación. De esto se desprende la irrelevancia de la distinción entre inflación de demanda y de
costes, y la conveniencia de analizar las interrelaciones entre nivel de producción, de empleo,
tasa de inflación y expectativas inflacionistas. Asimismo, se evidencia la necesidad de introducir
el factor tiempo en el análisis del proceso de ajuste, pues, según el periodo de tiempo que se
considere, se obtendrán conclusiones distintas sobre la naturaleza y efectos del proceso
inflacionario. Si inicialmente se produce una expansión de la demanda, los efectos a corto plazo
sobre precios y output son al alza, pero, en una fase posterior, la fuerza de trabajo ajustará los
salarios a los nuevos precios. Esta inflación de costes reducirá los output, reduciendo el efecto a
una subida de precios.

En este caso las inflaciones de demanda y costes se presentan como dos fases de un
único proceso con efectos temporales en la producción y el empleo, que desaparecen como
consecuencia de los ajustes salariales, siendo los precios la única variable que aumenta.

Efectos de la Inflación.

Los efectos derivados de la inflación en una economía serán distintos según que ésta sea
o no anticipada con exactitud por los diversos agentes. En el primer caso, los agentes adoptarán
un conjunto de acciones tendentes a protegerse de los efectos negativos de la inflación.

Estos efectos los podemos clasificar en tres grandes grupos: efectos sobre la distribución
de la renta y la riqueza, efectos sobre la asignación de los recursos productivos y efectos sobre la
producción.

Los efectos sobre la distribución de la renta y la riqueza son los más visibles. Por lo
general, la inflación perjudica a aquellos que reciben rentas fijas en términos nominales o rentas
que crecen en términos nominales por debajo de la inflación (ejemplo típico es el de los
jubilados). La inflación redistribuye la riqueza en contra de los que tienen activos de valor
nominal fijo o activos cuyo valor nominal aumenta menos que los precios (por ejemplo, el
dinero).

La inflación favorece a los deudores y perjudica a los acreedores en términos monetarios


(al pagarse una cantidad fija en términos monetarios la situación inflacionista hace que el valor
real de dicha suma decrezca).

14
Geografía e Historia
Tema 68

El sistema fiscal también tiene efectos en la distribución de la renta ante una situación
inflacionista. Dado que las bases suelen cuantificarse en términos monetarios y el tipo
impositivo crece con más rapidez de lo que lo hace la base, si las rentas monetarias aumentan, la
cuota impositiva aumentará más rápidamente que ellas, aumentando la presión fiscal.

La inflación supone una reducción en el valor del dinero, lo que supondrá una reducción
del valor real de los ahorros; por lo tanto, afecta a los agentes económicos en función de la
proporción de riqueza que éstos mantengan en forma de dinero líquido, por lo que afectará
también a la distribución de la riqueza.

La inflación también provoca distorsiones sobre la actividad económica al suponer una


alteración en los predios relativos (no todos los precios suben por igual). Dado que los precios
relativos son las señales que guían el funcionamiento de mercado, su alteración implica una
distorsión en la asignación de los recursos. Los precios inflados de un determinado producto lo
hace más rentable y acapara mayores recursos, alejándose de la ley de la oferta y la demanda y
creando discrepancias cada vez más profundas entre ambas. Además esta situación genera
desempleo de recursos y, por lo tanto, paro.

La incertidumbre que generan los procesos inflacionistas es un elemento negativo de


cara a la producción. Esta incertidumbre dificulta los contratos y cálculo de rendimientos de las
inversiones, especialmente a largo plazo. Esto determina que la inversión se resienta, con lo que
la acumulación de capital y bienes de equipo, y a su vez la productividad, se ven afectadas.

En el caso de que la inflación sea anticipada, el trabajador pensará en términos reales (lo
que él realmente puede comprar) y presionará para elevar su salario y mantener el nivel
adquisitivo. En este sentido, los aumentos salariales son una defensa por parte de los
trabajadores, por lo que la espiral precios-salarios tendría su base en un intento de defenderse de
los efectos de la inflación. Esta misma previsión se da en el mercado financiero, por lo que
tratarán de cargar una tasa de interés igual al pronóstico de inflación más su margen corriente, lo
que nos obliga a distingue entre la tasa de interés real y nominal, siendo la tasa de interés
nominal igual a la tasa real más la tasa de inflación prevista.

Medición de la Inflación.

En general, en todos los países suele haber tres formas fundamentales de medir la
inflación.

a) El deflactor del producto interior bruto. El producto interior burto es la suma del
valor añadido en la producción de todos los bienes y servicios producidos en un paés en un
periodo de tiempo. La suma de la remuneración pagada a todos lo factores empleados en el
proceso de producción en ese periodo de tiempo.

Se trata del único índice que mide la variación en los precios de todos los miles y miles
15
Geografía e Historia
Tema 68

de bienes y servicios que se producen en la economía de un país. Pero además elimina la


posibilidad de contar dos o más veces el aumento de precios registrado por un producto. Frente
a estas ventajas, sufre dos desventajas: una es que, en muchos países, solo suele estar disponible
anualmente; y la otra es que no necesariamente refleja la experiencia que tiene el consumidor en
términos de la evolución del poder adquisitivo de sus ingresos.

b) El índice de precios industriales. Este índice tiene la ventaja de que se suele calculara
mensualmente y cubre todos los productos industriales. Entre sus ventajas especiales está la de
que suele ser un indicador de las tendencias futuras de la inflación (o sea, suele aumentar antes
de que lo hagan los demás indicadores). Las desventajas de este índice incluyen la de contar
varias veces las alzas de precios de algunos productos.

c) El índice de precios industriales. Es el que más se aproxima a la experiencia del


consumidor.

Este índice suele publicarse mensualmente y está estructurado en base a una encuesta de
consumo; en un año se llevó a cabo un encuesta para conocer la cantidad que los ciudadanos
consumían de cada producto. Por lo tanto el índice refleja cuánto han variado los precios de esos
bienes y servicios consumidos en cada período respecto a los precios que tenían en un año
determinado, que se llama año base.

Remedios contra la Inflación.

Los remedios contra la inflación se denominan políticas antiinflacionistas. Según su


forma y tiempo de aplicación se han denominado programas de estabilización, saneamiento o
ajuste estructural, pero ninguna de ellas ofrece una solución fácil.

Cualquier tipo de política antiinflacionista va a tratar de ajustar la cantidad de dinero al


crecimiento real de la producción. Esto suele suponer una desaceleración, incluso un parón, en
el ritmo de crecimiento de las magnitudes monetarias. Con este ajuste llevado hasta sus últimas
consecuencias conseguiremos que la Política Monetaria por sí sola, sin tener en cuenta la
Política ´fiscal, de Rentas, cambiarías etc., elimine la inflación, pero sus efectos sobre la
actividad económica y el empleo dependen en gran medida del uso de esas otras políticas. Así
podemos observar que cuando se han aplicado Políticas Monetarias restrictivas sin ir
acompañadas de otra u otras políticas adecuadas, tanto el déficit como los costes laborales se
han disparado, por lo que es inevitable una buena coordinación en la aplicación de estas
políticas para reducir los efectos desagradables, al dejar la tasa de inflación al nivel deseado.

Dejando a un lado este punto de acuerdo, casi universal, que supone el empleo de una
Política Monetaria restrictiva, el resto de proposiciones encuentran especialistas a favor y en
contra, dándose tantos tratamientos y posibilidades que prácticamente se puede tratar el tema de
la inflación a la carta.
16
Geografía e Historia
Tema 68

Control de precios. Hay quien piensa que lo fundamental es controlar los precios, pero
esto es un remedio temporal, pues no se ataca la causa de la inflación: de esta forma no se ataca
el exceso de demanda existente y que presiona al alza los precios, y cuando se relaje el control,
la inflación reprimida surgirá. Por otro lado este tipo de control aplicado de forma prolongada
distorsiona la asignación de recursos hacia la producción de productos con precios no
administrados, con la distorsión que ello supone.

Subvenciones. Los que defienden este método tratan de evitar que los precios de algunos
productos suban rápidamente. Este sistema provoca sobre la asignación de recursos problemas
similares al control de precios, pero además presenta el problema de ¿quién paga las
subvenciones? Una aplicación generalizada de este sistema termina subvencionando a quien no
lo necesita, y la diferencia entre el precio subvencionado y el de mercado la paga el Estado, lo
que supone mayor déficit y mayores impuestos.

Desregularización y bajada de impuestos. Esto es defendido por algunos autores como


actuación desde el lado de la oferta. La regulación y el control del Estado supone una serie de
costes muy elevados en comparación con el beneficio que se obtiene de ellos, y por lo tanto una
carga impositiva indeseable y desaprovechada. En esta corriente Laffe presenta una serie de
ideas muy simplistas y radicales basadas en una bajada impositiva. Parte de que en una
economía cuando algo se grava, se obtiene menos de ese algo, y cuando se subsidia, se obtiene
más. Se graba el trabajo, la producción y el empleo para subsidiar la inactividad, ocio y
desempleo. Cuando las tasas impositivas son elevadas decae la actividad económica y la
inflación se intensifica. Sin embargo, si se reducen los impuestos se incrementará la producción
de bienes y servicios y reducirá la inflación. Esto es compatible con unos mayores ingresos
fiscales y por lo tanto menor déficit, pues propugna que al reducir la presión fiscal, se produciría
mucho más, aumentaría el empleo y por lo tanto la base sobre la que se gravará será mucho más
amplia. Esto se aplicó recientemente en EE.UU. Y el déficit aumentó vertiginosamente.

68.4 EL DESEMPLEO.

68.4.1 CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN.

Desempleo, en términos generales, es la no utilización de algún recurso productivo.

En este tema contrataremos el desempleo en el mercado de trabajo. Así, podemos hablar


de desempleo cuando una persona capaz de trabajar busca activamente un empleo y no lo
encuentra. No obstante, la distancia entre empleo y desempleado es difícil, pues aparecen
colectivos como los “desanimados” (aquellos que desearían trabajar pero ante las escasa
posibilidades de encontrar trabajo ni siquiera o buscan) “subempleados” (personas que no
trabajan la jornada completa y desearían hacerlo) y “activos marginarles” (personas que durante
la semana de referencia han realizado algún trabajo), que ocupan una posición intermedia entre
17
Geografía e Historia
Tema 68

la actividad y la inactividad. Esta ambigüedad plantea problemas a la hora de medir el


desempleo y permite hacer una clasificación de los distintos tipos de desempleo.

- “Desempleo friccional”. Surge cuando la oferta y al demanda están desajustadas por


falta de conocimiento por parte de los empresarios de que existen obreros disponibles.
- “Desempleo estacional”. Debido a fluctuaciones estacionales en la demanda.
- “Desempleo estructural”. Se produce por cambios en la técnica de una industria o en la
demanda de sus productos , que hace superfluos a algunos trabajadores.
- “Desempleo general”. Debido a una demanda general de la demanda de trabajo.
- “Desempleo cíclico”. Es un síntoma en la fase depresiva de los ciclos económicos.
- “Desempleo institucional”. Es la consecuencia de trabas que la política pública o
privada pone a la movilidad el trabajo.

68.4.2 MEDICIÓN.

Todos los matices expuestos y las clasificaciones existentes hacen que la medición del
paro sea un asunto controvertido y que las cifras del mismo puedan variar considerablemente
dependiendo del criterio que se emplee en su medición.

En el caso español, la encuesta que cuantifica el paro es la EPA (encuesta de población


activa) realizada trimestralmente por el INE y en ella se califica a cada persona como : activa,
inactiva, población aparte (varones en servicio militar).

La población inactiva está formada por jubilados, estudiantes, personas dedicadas a


labores del hogar no remuneradas, las denominadas ayudas familiares (trabajos labores del
hogar no remuneradas pero que en los tres últimos meses no llegaron a constituir un tercio de la
jornada normal de trabajo) incapacitados y otras personas como rentistas y personas disponibles
para trabajar que no buscan empleo (desanimados) por la desconfianza de encontrarlo.

Dentro de la población activa se dividen en activos y ocupados marginales (empleo


ocasional), y dentro de los activos en activos propiamente dichos y parados. Pero en esta última
clasificación aparentemente tan clara también surgen problemas. ¿Está parado el trabajador de
temporada que en periodo de inactividad no busca trabajo?

Según la EPA parados son las personas de dieciséis o más años que durante el periodo
de referencia se encuentran en alguna de las siguientes situaciones:

a) Ayuda familiar y trabajó como tal menos de treinta días o menos de noventa horas
durante los últimos tres meses; está disponible y busca empleo.

b) Tiene empleo continuado y no trabajo por haber conseguido un empleo que aún no ha
comenzado, o por estar sus pendido de empleo y sueldo.
18
Geografía e Historia
Tema 68

c) No tiene empleo continuado y trabajó ocasionalmente menos de treinta días o menos


de noventa horas, está disponible y busca empleo.

d) No tiene empleo continuado y no trabajó; está disponible y busca empleo.

Existen diversos colectivos que constituyen lo que podíamos denominar “paro no


medido”, pues aunque no forman parte del paro según los criterios de la EPA, en realidad no
pueden calificarse de ocupados. De estos grupos fluctuantes entre actividad e inactividad, entre
ocupación y paro, los más significativos son los “desanimados”, los “subempleados” y los
“activos marginales”.

Otro colectivo que forma parte del paro no medido son los temporeros sin trabajo. Estas
personas realizan trabajos de temporada o de campaña por un periodo inferior a seis meses, y en
los periodos de inactividad no buscan activamente empleo. La EPA considera a estos
trabajadores dentro de la población inactiva o de los activos marginales si cumplen los
requisitos, peor no dentro del colectivo de parados.

Otro tipo de paro no medido son los subempleados. Existe subempleo si se da una de las
dos posibilidades siguientes: cuando personas provistas de empleo no trabajan el tiempo normal
y podrían y desearían hacerlo (subempleo visible), o cuando sus ingresos o rendimientos se
verían aumentados si, teniendo en cuneta sus aptitudes profesionales, dichas personas trabajasen
en mejores condiciones de producción o cambiaran de ocupación. Esta último caso refleja una
mala asignación de recursos productivos y se le denomina subempleo invisible. Los “activos
marginales” forman otro colectivo peculiar, formado por aquellas personas que durante la
semana de referencia de la encuesta han trabajado durante los tres últimos meses más de treinta
días o noventa horas. Estos son repescados para el grupo de los ocupados aunque sólo hayan
trabajado una hora a la semana.

68.4.3 TEORÍAS DEL DESEMPLEO.

Según las distintas épocas han surgido diferentes enfoques e interpretaciones acerca del
problema del desempleo; así, destacan entre los más representativos:

- Según los clásicos, el origen del paro está en el mercado laboral y más concretamente
en los desajustes del salario real en relación con la productividad del trabajo. Desde su punto de
vista toda empresa contratará mano de obre hasta que el salario real del último trabajador
contratado iguales al producto generado por dicho trabajador. Según esto, y apelando a la ley de
rendimientos decrecientes (el decrecimiento en la cantidad de producto adicional que
obtendremos al añadir sucesivas unidades iguales de un factor variable, trabajo, a una cantidad
fija de algún otro factor, capital) se deduce una curva de demanda de trabajo descendente (a
mayores salarios menor cantidad demandada). La curva de oferta se entiende como el número
de individuos que están dispuestos a trabajar al nivel de salarios dado. Esta curva de oferta se
19
Geografía e Historia
Tema 68

supone ascendente (a mayores salarios menor cantidad demandada). La curva de oferta se


entiende como el número de individuos que están dispuestos a trabajar al nivel de salarios dado.
Esta curva de oferta se supone ascendente ( a mayores salarios, más gente dispuesta a trabajar).
El cruce de ambas curvas representa el equilibrio que no implica el pleno empleo. Estos teóricos
admiten cierto paro friccional debido a que la movilidad ocupacional y espacial y la falta de
información requieren cierto tiempo de ajuste. Consideran este tipo de paro irreducible (en el
sentido de que socialmente no interesa). Defienden la movilidad ocupacional y geográfica como
medio de ajuste imprescindible en el mercado de trabajo. Es posible la aparición de paro
voluntariado debido a exigir unos salarios por encima de la productividad marginal. Cualquier
aumento de la demanda no reduce el paro, al no estar las empresa dispuestas a aumentar los
salarios reales; entonces ese aumento de demanda se traduce en subida de precios y salarios
nominales. La solución es una política de salarios flexibles que permita su ajuste a las
condiciones cambiantes de demanda.

- Los keynesianos niegan la existencia de mecanismos auto correctores que eliminen el


exceso de oferta de trabajo. El nivel de salarios reales se determina por la demanda y oferta
agregada de la economía. Los salarios no disminuyen por un exceso de oferta de mano de obra
debido a que se establecen en relación con empresas competidoras o bien en ocupaciones
comparables, por lo que el paro erosiona muy despacio los modelos establecidos.

Una reducción de los salarios no significa necesariamente aumento de empleo, pues


pueden reducirse salarios y precios en la misma proporción permaneciendo el salario real.

Una reducción de los salarios no implica un aumento de empleo si no se produce un


aumento en la demanda, que es el elemento clave en cuestión.

- Teoría de las expectativas: en principio, una alteración de la demanda y los precios


originan solamente cambios en los salarios en el mismo porcentaje, pero los trabajadores están
interesados en el poder adquisitivo del salario, y lo calculan deflactando su salario nominal por
el IPC. Así se explica el auge como consecuencia de una inflación imprevista que hace bajar los
salarios reales y aumentar el empleo. La recesión se debe a que los trabajadores sobrestiman el
alza futura de precios exigiendo salarios reales elevados que reducen el empleo. La recesión se
debe a que los trabajadores sobrestiman el alza futura de precios exigiendo salarios reales
elevados que reducen el empleo.

La tasa de paro a largo pazo ha sido designada como la tasa de paro “natural”, pues se
argumenta que la ausencia de información en el mercado de trabajo, la incertidumbre de precios
y salarios futuros, la rigidez de los salarios, son los que determinan que una cierta tasa de
desempleo aparezca asociada a ala economía en un periodo determinado.

- Teoría de la segmentación del mercado laboral y de los contratos implícitos: según esta
teoría la fuerza laboral no es homogénea, está segmentada o diferenciada por las capacidades o
20
Geografía e Historia
Tema 68

destrezas adquiridas. Algunas de éstas son específicas (útiles en un solo trabajo), mientras que
otras son transferibles entre varias ocupaciones.

Normalmente los trabajos específicos los realizan personal de la empresa, que puede
adquirir la preparación requerida con menor esfuerzo y tiempo que una persona de fuera. Por
ello, el mercado de trabajo de estos servicios específicos suele ser interno a la empresa.

La especificidad crea la suposición de que los empleados permanecerán en la empresa,


pero a su vez el personal se vuelve más valioso para la empresa cuanto más tiempo permanece
en ella; en consecuencia , se da una tendencia a conservar cierto personal, con adiestramiento
específico, pues cuando las ventas se recuperen habrá que adiestrar a un nuevo grupo de
trabajadores y esto puede ser más costoso.

Las fluctuaciones de la demanda agregada tendrán un efecto desigual sobre la fuerza de


trabajo en función de la dificultad y el coste de adquirir las habilidades de los trabajadores.

Las teorías de los mercados internos tratan también de explicar por qué cunado se reduce
la demanda agregada y aumenta el desempleo, los salarios nos e reducen. Tradicionalmente se
ha argumentado que si los desempleados se ofrecen a trabajar a un salario inferior al vigente, se
originará una tendencia a reducir la escala salarial. Sin embargo, si los mercados están
segmentados no hay mucha competencia directa entre los empleados que forman parte del
mercado interno de la empresa y los solicitantes de trabajo exteriores a la empresa.

La coexistencia de desempleo externo y salarios rígidos a la baja ha sido explicada


mediante la teoría de los contratos implícitos. Bajo este enfoque se supone que los trabajadores
prefieren la posibilidad de estar desempleados temporalmente antes que reducir sus salarios.

Es frecuente que las empresas, cuando experimentan reducciones en la demanda de los


productos a largo plazo, prefieran sus pender sólo temporalmente a aquellos empleados con los
que mantienen nexos a largo plazo, en vez de despedirlos de forma definitiva.

El que las sus pensiones temporales de empleo se prefieran a las reducciones de horas de
trabajo o de salarios se debe, en buena medida, al seguro de desempleo, pues este ofrece un
subsidio al desempleo temporal, por lo que resulta beneficioso ante las otras alternativas, tanto
para las empresas como para los empleados.

Este tipo de comportamiento contribuye a explicar que lo observado en el mercado


laboral sean salarios relativamente estables y niveles inestables de empleo.

68.4.4 FACTORES DEL DESEMPLEO.


21
Geografía e Historia
Tema 68

El nivel de empleo depende de factores económicos de la efectividad del mercado de


trabajo, del grado de competencia o monopolio existentes, de barreras o facilidades de
desplazamiento del trabajador a nuevas ocupaciones, del nivel del seguro de desempleo, del
paro tecnológico, etc.

El desempleo está relacionado con la competitividad de las empresas, y ésta depende a


corto plazo de la evolución de sus costes salariales. Estos costes están influenciados por
condicionantes nacionales (Seguridad Social, legislación laboral) pero también por el volumen
global de la demanda de bienes y servicios, tanto a nivel nacional como internacional. De éste
modo, al haber una demande de productos y servicios suficiente para el conjunto de empresas y
administraciones existentes, absorbe la totalidad de la oferta de trabajo disponible y el paro no
existirá. Esto parece fácil de conseguir: el Gobierno aumenta el gasto y aumenta las
importaciones, o bien aumenta los salarios aumentando de demanda y paralelamente la inflación
y el trabajo. Esta teoría, que corresponde a una curva de Phillips en su primera fase, falla cuando
se aumentan los precios y salarios en la misma proporción, pues el nivel adquisitivo se mantiene
y por lo tanto la demanda. Lo que suele ocurrir es que cuando aumenta la inflación, ésta se
dispara y el Gobierno toma medidas restrictivas que tienen escaso efecto sobre la inflación a
corto plazo y rápidos y elevados niveles de desempleo.

Una de las razones por las que ha cambiado la relación paro-inflación es que la mayor
parte de las economías son abiertas, y en este tipo de economías una inflación elevada es
insostenible por motivos de competitividad, cargándose la economía con elevada inflación con
importaciones y no pudiendo exportar el consiguiente déficit en la Balanza de Pagos, y, en
definitiva, poniendo en entredicho la solvencia del propio país.

Además de los factores coyunturales existen una serie de factores estructurales que
dificultan la disminución del paro, como es un elevado nivel de protección social. Esto dificulta
la movilidad geográfica hacia zonas con demanda de trabajo. Otro factor estructural es el
desempleo tecnológico (sustitución del hombre por máquinas). El incremento de la
productividad hará disminuir el empleo en determinados sectores creando otros nuevos que
antes no existían (manteniendo de esas máquinas, etc.).

68.4.5 POLÍTICAS CONTRA EL PARO.

Se trata de corregir los factores estructurales que impactan desfavorablemente sobre la


demanda de trabajo.

- Las retenciones de IRPF y las contribuciones del asalariado a la Seguridad Social


aumentan la presión sobre los salarios; los impuestos sobre las nóminas y cotizaciones
empresariales a la Seguridad Social inciden sobre los costes salariales.
El Estado puede aumentar globalmente el IRPF (incluyendo a los no asalariados) y el
22
Geografía e Historia
Tema 68

impuesto sobre beneficios de las empresas, a la vez que disminuye la cotización empresarial a la
Seguridad social. De esta forma, la carga fiscal es la misma, pero resulta más barato emplear
personas que capital.

- Un aumento del salario mínimo reduce la demanda de trabajo en aquellos puestos de


productividad baja, en vez de tener un seguro de desempleo por no hacer nada, tengamos unas
ayudas para aquellos trabajos cuyo nivel salarial es demasiado bajo por no ser productivos.
- Amnistía fiscal para empresas de reciente creación, lo que resulta discriminatorio para
las empresas ya establecidas.
- Otra posibilidad es la creación directa de empleo por parte del Estado creando puestos
superfluos y pagando por hacer algo en vez de dar el subsidio. Esto es factible, siempre que no
cuesta más que mantenerlo parado.
Todas estas medida mencionadas tendrían que ir ligadas a una formación profesional
obligatoria que permitiera a estas gentes acceder a otro puesto de trabajo rentable a la sociedad.
- Aumento de la demanda privada interna formada por la inversión de empresas y
consumo de las familias, pero nos encontramos con dos razones fundamentales por las que la
inversión no se recupera. La crisis es una crisis de superproducción, la capacidad productiva en
muchos sectores es superior a lo que la demanda es capaz de absorber. La tasa de beneficios ha
disminuido, mientras que el tipo de interés ha aumentado, por lo que los proyectos de inversión
arrojan cada vez menos benéficos y cuestan más. Con el consumo pasa algo similar; para
consumir, los salarios tendrían que crecer más que la inflación, pero esto choca con la necesidad
empresarial de mayores beneficios.

A pesar de todas las pegas, supongamos que aumenta la demanda global; ésta se puede
traducir en un aumento de precios o aumento de importaciones en vez de aumento de
producción. No obstante, las medidas de demanda se han de tomar, si bien intentando aumentar
la competitividad, para lo cual se limitan los salarios de forma que reduzcan los costes a las
empresas y se instrumentan medidas para reducir la inflación.

Estas medidas deprimen la actividad económica, agravando el paro y no consiguiendo


aumentar las exportaciones porque los demás países han actuado igual y no sa han conseguido
grandes diferenciales de productividad, con lo que la crisis se agrava y generaliza a nivel
internacional.

Partiendo de una situación como la actual, con capacidad productiva ociosa, los efectos
de un aumento de la producción sobre el empleo serían mínimos, incluso podrán no darse,
dependiendo de la intensidad ese aumento y su duración en el tiempo.

La crisis supone la lucha por la supervivencia, lo que significa reducción de costes y


aumento de productividad, lo que supone incorporación de tecnología que conlleva desempleo.

68.5 LA POLÍTICA MONETARIA.


23
Geografía e Historia
Tema 68

Es una rama de actuación dentro de la política económica en general, que se plantea los
siguientes fines:

a) Nivel de producción real agregado cercano al de la capacidad potencial (no existe


paro ni capacidad productiva ociosa).
b) Nivel de precios estable (ausencia de inflación).
c) Crecimiento sostenido de la capacidad de producción.
d) Eficiencia económica.
e) Distribución aceptable de la renta.
f) Equilibrio en la Balanza de Pagos.

Estos objetivos están condicionados unos por otros, a veces de forma complementaria,
otras de forma exclusiva. Esta relaciones de conflicto han de tenerse en cuenta a la hora de
interpretar las distintas políticas posibles.

La política ha tratado de igualar la demanda total a la oferta total. Su desigualdad puede


provocar un exceso de demanda con la correspondiente inflación, o bien una insuficiencia de
demanda con el correspondiente paro. Con este planteamiento la política económica se puede
realizar desde el lado de la demanda o desde el lado de la oferta.

La Política Monetaria corresponde a una actuación desde el lado de la demanda y se


ocupa del manejo y orientación de las magnitudes monetarias.

Los fines últimos de la política económica se conseguirán con mayor o menor precisión
dependiendo del control de las variables monetarias, y este control dependerá a su vez de los
instrumentos que posean las autoridades.

La forma de actuación de la Política Monetaria no es interviniendo directamente sobre


los fines últimos, sino sobre unos objetivos intermedios próximos sobre los que se ejerce mejor
control y seguimiento, sabiendo de esta forma si sus actuaciones van en la dirección correcta
pues los resultados sobre los fines últimos pueden tardar años en notarse. Estos objetivos
intermedios deben ser variables:

- Influidos por el gobierno en su Política Monetaria.


- Bastante independientes a otras influencias.
- Deben ocupar un lugar destacable en la transmisión de la Política Monetaria.

Los objetivos que cumplen estas condiciones son: La cantidad de dinero (M), el
volumen de crédito bancario y algún tipo de interés.

Para conseguir estos intermedios las autoridades cuentan con variables operativas que se
24
Geografía e Historia
Tema 68

manejan día a día, como son “a base monetaria” “las reservas bancarias” y el “tipo de interés a
corto plazo”.

Los tipos de interés son controlados por el banco central, pues las operaciones se
realizan en el propio banco y él es el principal comprador o vendedor de los valores en cuestión.
También los pasivos del banco central son controlados y conocidos por él.

Finalmente para la cuestión de sus resultados, la autoridad monetaria dispone de una


serie de instrumentos con los cuales intentar modificar la variable operativa en la dirección y
cuantía deseada.

1. Operaciones de mercado abierto. Es la compraventa de valores (deuda pública) para


inyectar o retirar liquidez al mercado.
2. Variación en los requerimientos de reservas bancarias (coeficiente de caja); limita la
posibilidad de préstamo y por lo tanto de creación de dinero.
3. Variaciones en el tipo de redescuento (interés que cobre el banco central a los bancos
cuando éstos le piden). Esto eleva el precio del dinero y por lo tanto reduce los créditos.
4. Actuaciones sobre el tipo de cambio.
5. Límites al crédito.

68.5.1 CÓMO ELEGIR UN INSTRUMENTO ADECUADO.

Una vez decidida la Política Monetaria, hay que elegir el instrumento para llevarla a
cabo. Cada país y sus circunstancias son todo un mundo y no valen recetas efectivas en uno para
males parecidos de otros. Si el mercado de títulos es amplio y desarrollado, las operaciones
open-market permiten realizar actuaciones efectivas. Si los bancos están fuertemente
endeudados con el banco central de un país, la manipulación de los créditos a través de los tipos
de interés parece lo más idóneo para controlar la cantidad de dinero del país.

En países donde la Política Monetaria no se conduce con precisión, es necesario recurrir


a instrumentos más traumáticos como techos a los créditos o establecimiento de depósitos
obligatorios.

68.5.2 ACTUACIÓN DE LA POLÍTICA MONETARIA.

Una vez establecidos los fines últimos de la política económica especificándolos


cuantitativamente (tasa de crecimiento del PNB) se fija un porcentaje de variación de los precios
y un resultado de la Balanza de Pagos. Teniendo en cuenta esas metas, se establece el nivel de la
variable objetivo intermedio compatible con los fines deseados. Una vez fijado, el banco central
trata de alcanzarlo intentando que la variable operativa elegida alcance los valores deseados día
a día.

La Política Monetaria se puede conseguir según dos variables intermedias diferentes:


25
Geografía e Historia
Tema 68

modificando la cantidad de dinero, o fijando un tipo de interés. Ambas pueden ser buenas
variables intermedias, si bien cada una presenta unas características específicas. El tipo de
interés se conoce en el acto, y la cantidad de dinero administra diversas medidas, pero no tantas
como las del tipo de interés. El tipo de interés aumenta con independencia de la Política
Monetaria cuando se eleva la tasa de inflación esperada. La cantidad de dinero es más precisa.

68.5.2.1 CÓMO SE EJERCE EL CONTROL SOBRE LA VARIABLE


OBJETIVO.

Balance del Banco Central:

Activo:
- Reservas de oro y divisas.
- Crédito al sector público.
- Crédito al sector bancario.

Pasivo:
- Efectivo en manos del público.
- Reservas de los bancos en el banco central (moneda, billetes y depósitos en el b.c.).

En el pasivo aparece lo que hemos llamado base monetaria, que aumenta por variación
de alguno de los activos poniéndose en marcha el proceso de creación de dinero.

Efectivo
+1
Depósitos

Dinero= base monetaria x


Efectivo + Reservas

Depósitos + Depósitos

La cantidad de dinero es el resultado de multiplicar la base monetaria por el


multiplicador. La política monetaria trata de hacer aumentar la cantidad de dinero en una
cuantía fijada; para ello, hay que incidir sobre la base monetaria o sobre el multiplicador. Los
distintos instrumentos mencionados actúan así:

- Operaciones de mercado abierto: aumentan directamente la base monetaria si consisten


en la compra de valores por el banco central (o la reducen, en caso contrario).
26
Geografía e Historia
Tema 68

- Variaciones del coeficiente de caja: modifican la relación reservas/depósitos.


- Alteraciones del tipo de redescuento: también llevan a los bancos a modificar la
relación reservas/depósitos.
- Techos al crédito: de alguna manera, rompen el proceso de creación de dinero,
obligando a los bancos a dejar de prestar a sus clientes cuando han llegado al límite señalado.
Actúan elevando la relación reservas/depósitos y, por tanto, reduciendo el multiplicador. Los
demás instrumentos actúan sobre la base o el multiplicador.

Las reservas de oro y el crédito al sector público son de difícil control por el banco
central Sin embargo, el crédito al sector bancario y las operaciones de marcado abierto son más
incontrolables.

Ejemplo: supongamos una balanza de pagos con superávit, con lo cual entran divisas y
la base monetaria crece. El banco central ha de acudir a una operación de mercado abierto
(venta de valores) o bien reducir el crédito a los bancos para mantener estable la base monetaria.
El objetivo de la Política Monetaria se ha logrado, pero se producen unos efectos paralelos que
suponen una redistribución del dinero. Ahora los exportadores tendrán financiación al obtener
divisas que cambian por moneda nacional, pero los que dependen de los créditos lo pasarán mal.
Por lo tanto, ninguna Política Monetaria es nula por muy equilibrada que sea y por muy bien
que se realice.

Dependiendo de la variable objetivo y del mecanismo de transmisión que se decida


utilizar diremos que seguimos una tendencia keynesiana o monetaria. Estos últimos estiman que
una variación en la oferta monetaria provocan variaciones del tipo de interés y éstos, a su vez,
inciden sobre la inversión (componente fundamental de la demanda total) y, por lo tanto, se
refleja en el aumento del nivel de producción.

68.5.2.2 QUÉ PUEDE Y QUÉ NO PUEDE HACER LA POLÍTICA


MONETARIA.

La Política Monetaria es muy útil para ciertos cosas, y muy poco para otras.

- Es útil para combatir la inflación. A largo plazo, la tasa de crecimiento de los precios
depende muy directamente del aumento de la cantidad de dinero. A corto plazo, esto no tiene
lugar: por eso, las Políticas Monetarias antiinflacionistas no son de efecto rápidos.
- No es idónea para acelerar el crecimiento económico a largo plazo. La cantidad de
dinero existente y la velocidad con la que crece no tienen ninguna influencia sensible sobre el
aumento del producto nacional.

- Tiene efectos sobre el nivel de producción y empleo a corto plazo. Aumentos


importantes y no esperados de la cantidad de dinero producen aceleraciones en la producción y
el empleo, pero este efecto es transitorio: al final, la producción y el empleo vuelven a su nivel
normal y el resultado es una subida de preciso.
27
Geografía e Historia
Tema 68

- Tiene efectos importantes sobre el tipo de cambio, hasta el punto de que en un país
pequeño y abierto, quizá su tares principal deba ser el mantenimiento del equilibrio de la
balanza de pagos y de la cotización de su moneda.
- Puede interesar practicar una Política Monetaria expansiva para mantener bajos los
tipos de interés, de modo que resulta más barata la financiación de la deuda pública. No
obstante, en la medida en que la expansión monetaria engendre más inflación, es probable que
610 se consiga una mayor elevación de los tipos nominales de interés.
- El resto de los posibles objetivos de la Política Monetaria no están claros. Sus efectos
sobre la inversión, el ahorro, los salarios y otras variables son discutibles e inciertos.

68.5.3 ¿POLÍTICA MONETARIA O POLÍTICA FISCAL?

Ambas políticas son de demanda y no son excluyentes. La Política Monetaria determina


en buena medida la fiscal, y viceversa. Una de las manifestaciones más notables es el llamado
efecto crowding-out o desplazamiento en la actividad económica del sector privado por el sector
público. De forma sencilla, se trata de lo siguiente: un sector público con abultado déficit debe
ser financiado a base de créditos. Estos préstamos pueden ser realizados por el banco central y
se pone en marcha el proceso de creación de dinero, o bien obtenerlo de otras entidades; lo que
no de lugar a la creación de dinero y, por lo tanto, supone la desviación de unos bolsillos a otros.

Surge competencia por los créditos entre ambos sectores, con la consiguiente elevación
del tipo de interés y el correspondiente desplazamiento del sector privado por el público.

La única solución aceptable sería una combinación de Política Fiscal y Monetaria de


forma óptima, lo que resulta muy difícil.

28
Geografía e Historia

También podría gustarte