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UNIVERSIDAD ANDINA SIMÓN BOLÍVAR

POSTULACIÓN A LA MAESTRÍA EN INNOVACIÓN EN EDUCACIÓN PARA LA

ENSEÑANZA DE LAS CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

NOMBRES DEL POSTULANTE: Verónica María Guerra Muñoz

DESCRIPCIÓN DE LA ACTIVIDAD: Ensayo justificativo (entre 5000 y 7.000

caracteres). El ensayo deberá contener: 1) la motivación central por la que el postulante

opta por este programa, la relación que tendrían los conocimientos a adquirirse con el

campo laboral en el que se desempeña el postulante, las expectativas en torno a su

crecimiento personal y el aporte que el postulante espera entregar a la sociedad; y 2) el

desarrollo de un concepto o problema teórico de los campos de las ciencias sociales o

humanidades que tengan relación con la primera parte del ensayo. O bien, una muestra

de un trabajo académico previo.

Señores Universidad Andina Simón Bolívar:

De mis consideraciones

Quiero empezar agradeciendo por la oportunidad que me brindan de postular al

programa de Posgrado “Maestría en Innovación en Educación para la Enseñanza de las

Ciencias Sociales y Humanidades”. Soy Bachiller en Contabilidad y Administración,

tengo dos títulos de Tercer Nivel, el primero como Abogada de los Juzgados y

Tribunales de la República y el segundo como Licenciada en Ciencias de la Educación,

mención en Administración y Supervisión Educativa. Además, soy docente fiscal del

área de Ciencias Sociales desde hace 7 años y tengo a mi cargo 15 paralelos lo que

representa una población de 520 estudiantes del Primer Año de Bachillerato.


A continuación, les quiero ofrecer a ustedes una impresión de mi persona y la

motivación central por la que estoy optando por este programa:

Quisiera realizar mi maestría en el área relacionada con mi desempeño laboral docente

porque trabajo en una institución que acoge a más de cuatro mil estudiantes de estrato

social bajo y me apasiona la sola idea de poder ser un agente de cambio para ellos,

sabemos que la educación es la base del desarrollo de los pueblos y aunque estos chicos

no han tenido muchas oportunidades en la vida, se encuentra frente a la gran

oportunidad que puede marcar sus vida para siempre: la educación, deseo brindarles una

educación de calidad y calidez, no ser solo una maestra más , sino la maestra que aportó

para que su vida cambie para bien.

La labor docente siempre ha sido mi pasión, me considero una maestra por vocación,

veo en la educación un apostolado para cambiar vidas, la sociedad actual necesita de

hombres y mujeres profesionales comprometidos con la educación, como bien lo diría

Nelson Mandela: “La educación es el arma más poderosa que existe para cambiar el

mundo” y es que la educación es la base del progreso, es el medio por el cual podemos

construir una sociedad más igualitaria y equitativa, y quiero ser parte activa de ese

cambio, de esa transformación social.

Considero que mis chicos merecen esa oportunidad, mi único motor para cada mañana

madrugar y levantarme para ir a las aulas son mis estudiantes, creo en ellos, creo que es

posible cambiar sus vidas para bien, a pesar de todos los obstáculos y problemas

sociales que se presentan cada día en el plantel, pues lamentablemente cada día tenemos

un caso de consumo de drogas, de enfrentamientos entre miembros de pandillas,

violencia entre pares, embarazos adolescentes, violencia de estudiantes contra maestros

y viceversa, violencia intrafamiliar, acoso escolar (bullying), depresión adolescente e

intentos de suicidio, abortos, etc. Pero a pesar de esta dura realidad que nos vemos
obligados a afrontar cada día, todavía creo que es posible el cambio, es posible, a través

de la enseñanza con empatía, comprensión y solidaridad, fomentar en ellos los valores

que se requieren para la convivencia armónica dentro de la sociedad.

Se ha comprobado que las sociedades donde existe un alto nivel de educación, disfrutan

de una mejor calidad de vida, y son capaces de adquirir altos niveles de vida, quiero

compartir brevemente el testimonio de Jennifer, una adolescente cuya madre soltera

lavaba ropa ajena para sostenerlos y tenía 5 hijos, ella era la hija mayor, con mucho

esfuerzo acudía a las aulas, aunque eran recurrentes sus inasistencias por tener que

cuidar a sus hermanos cuando su madre salía a trabajar, pero desde que estaba en el

colegio soñaba con ser policía, a veces sus compañeros se burlaban cuando la

escuchaban hablar de sus sueños, pero los maestros la animábamos a perseguirlos,

finalmente se graduó y efectivamente logró ingresar a las filas policiales, después de dos

años se enamoró de un Mayor de la policía y se casaron, hoy todos sus hermanos

estudian, ella ayuda económicamente a su familia, tiene un hijito, su situación

económica es muy buena, y logró salir de la pobreza. Ella es una de las historias que me

alientan a seguir creyendo que el cambio es posible, que la superación es posible a

través de la educación.

En base a todo lo expuesto anteriormente puedo indicar que mi principal motivación

para postular a este programa de posgrado son mis estudiantes, quiero seguirme

preparando para ser cada día mejor maestra para ellos.

En estos siete años de labor docente he adquirido competencias, habilidades y destrezas

tales como:

 Conocimiento de las bases teóricas y metodológicas de las Ciencias de la

Educación;
 Conocimiento del entorno social y cultural;

 Trabajo en equipo;

 Actualización docente;

 Resolución pacífica de los conflictos y prevención de violencia;

 Interculturalidad;

 Uso de las nuevas Tecnologías de Comunicación e Información;

 Competencias Digitales docentes;

 Diseño y creación de contenido digital;

 Exigencias para el profesor del siglo XXI;

 Abordaje de Dificultades de Aprendizaje;

 Gestión Directiva de Instituciones Educativas;

Todo lo anteriormente señalado me proporcionó una sólida comprensión de los

conceptos y una plataforma para embarcarme en el viaje del conocimiento en todo lo

relacionado con educación. Mi capacitación en dichas áreas también sirvió para

potenciar mi interés en este programa educativo.

Como profesional estoy dispuesta a abrazar las nuevas oportunidades a medida que

surgen, desde hace algunos años he venido anhelando estudiar una maestría, pero mi

situación económica no me lo permitía, hoy ustedes, Universidad Andina Simón Bolívar

pueden hacer mi sueño realidad, a la vez que esta nueva experiencia me permitirá

conocer a otros profesionales en la rama educativa permitiéndome trabajar

colaborativamente en equipos y construir relaciones efectivas. Si me admiten, me

esforzaré por compartir ideas, inspirar y motivar y mantener una actitud de mente

abierta, siempre dispuesta a adquirir nuevos conocimientos.


En cuanto a la relación que tendrían los conocimientos a adquirirse en este programa

considero que el estudio de las Ciencias Sociales es de vital importancia en la educación

porque son ellas las encargadas de orientar a la formación de sujetos libres, críticos,

creativos y democráticos mediante el abordaje de conocimientos significativos sobre la

realidad social, contribuyendo a la valoración de su propia cultura y el respeto de las

otras, comprometiendo a los sujetos a trabajar por causas justas y solidarias,

desarrollando una convivencia democrática, procurando la transformación social a

través de la protección al ser humano y a su entorno.

Como maestra de Ciencias Sociales, estoy clara que estas ciencias contribuyen a que los

alumnos se conviertan en sujetos activos, reflexivos, comprometidos con la

construcción y desarrollo de una sociedad más justa y equitativa, fortaleciendo los

valores éticos, morales y patrióticos, donde los ciudadanos sean conocedores plenos de

sus derechos y deberes para así poder promover la convivencia armónica en una

sociedad pluralista.

La relevancia de las Ciencias Sociales en el ámbito educativo es indispensable ya que la

Geografía e Historia Universal insertan una visión analítica de la dimensión espacial

nacional e internacional. La Historia de América permite al estudiante realizar una

caracterización crítica de su identidad como ecuatoriano y americano. La Historia

Ecuatoriana analiza los aspectos sociales, económicos, políticos y culturales de nuestro

país. La Economía aportará estudiando las sociedades a través de las relaciones de

producción; la Sociología, analizando las preocupaciones sociales y las sociedades

modernas, la antropología estudiando la sociedad desde el origen y evolución del ser

humano en el aspecto físico y cultural y la Filosofía formando un espíritu reflexivo en

cada uno de ellos.


He revisado previa y detenidamente el Plan de estudios de esta maestría al ingresar al

sitio Web de la Universidad y considero que cada una de las doce asignaturas que

incluyen: Educación y sociedad; Psicopedagogía y teorías de la educación; Entornos de

aprendizaje activos; Política y sociología de la sociedad de riesgo mundial; Educación,

economía y trabajo; Historia del Ecuador: Contexto regional y global I; Historia de

Ecuador: Contexto regional y global II; Educación para la democracia y cívica;

Aprendizaje de geografía; Realidad nacional; Filosofía, epistemología y metodología de

la investigación en ciencias sociales; Educación, estética y arte; así como el claustro de

docentes de este Programa son de Primer Nivel y estoy segura que me ayudarán a

incrementar mis conocimientos y me darán las herramientas que utilizaré para cumplir

mis objetivos a nivel personal, profesional y laboral.

El año 2015 fue un año de retos y satisfacciones para mí, pues en ese año concursé por

un nombramiento en el magisterio fiscal del Ministerio de Educación del Ecuador, en la

especialidad de Ciencias Sociales, el proceso fue bastante duro, pero con perseverancia

y con la ayuda de Dios lo logré; cuando alcancé este reto profesional y personal me

prometí a mí misma que no descansaría jamás de seguirme superando académicamente,

pues en la Universidad, mientras estudiaba Derecho, un maestro me enseñó una verdad

que es parte de los “Mandamientos del Abogado” y dice de la siguiente manera: “El

derecho se trasforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día un poco

menos abogado.” Lo mismo podría aplicarlo en el ámbito educativo, la educación está

en continua transformación y si no sigo actualizándome en mis conocimientos, cada día

seré menos maestra.

Los maestros del siglo XXI afrontamos un gran reto y es que somos formadores de una

generación digital, los avances tecnológicos avanzan vertiginosamente a pasos

agigantados, y este fácil acceso a la información ha originado en nuestros estudiantes


una abundancia cognitiva provocando que el docente se exija una transformación

profunda y trascendental a lo largo de su vida. Los maestros debemos ser conscientes

que los tiempos han cambiado y que debemos desarrollar nuevas habilidades para

transmitir un cúmulo de aprendizajes a nuestros alumnos.

Las competencias digitales del docente del siglo XXI, según indica el Instituto Nacional

de Competencias Digitales, enuncia que una de ellas es una actitud abierta y crítica ante

la sociedad de la información y una predisposición hacia el aprendizaje continuo y la

actualización permanente por parte del profesional de la educación. Queda claro

entonces que la educación del siglo XXI exige a los docentes que estemos en continua

actualización y aprendizaje, esa es la razón por la cual necesito estudiar esta maestría,

porque estoy plenamente segura de la importante contribución a nivel personal y

profesional que me aportará.

Los maestros a lo largo de la historia de la humanidad han jugado un papel importante

debido a que la enseñanza y el aprendizaje son herramientas fundamentales para el

avance y el progreso que requieren las sociedades dentro de sus campos políticos,

religiosos, culturales y sociales; teniendo como misión el transmitir a los estudiantes no

solamente el fundamento teórico y práctico de los conocimientos sino, formarlos como

ciudadanos con principios y valores que nutran no solo su intelecto sino que recuperen

la calidad humana como personas de bien que participen activamente en la construcción

de una sociedad cada vez más justa. Por eso, quien practique la docencia, requiere

hacerlo no por una actividad económica o lucrativa, sino como una vocación y un

apostolado para forjar un mundo mejor.

Ese es el aporte que aspiro entregar a la sociedad al terminar este Posgrado, seguir

trabajando por desarrollar las capacidades intelectuales y espirituales de mis estudiantes,

fomentar en ellos elevados sentimientos, valores y gustos por lo estético, buenos hábitos
de conducta diaria, forjar en ellos convicciones ciudadanas y patrióticas dignificadoras

de la condición humana, la formación integral de su personalidad, promover la

integración amable y comprometida con el medio social y natural en el que viven,

contribuir con la formación de bachilleres comprometidos con la sociedad, la economía

y el desarrollo sostenible y sustentable de nuestra ciudad, provincia y país.

De ser admitida para este programa de posgrado, me comprometo a mostrar en todo el

proceso educativo una actitud de responsabilidad, solidaridad, esfuerzo, trabajo arduo y

perseverancia, cualidades que siempre he demostrado a lo largo de mi vida académica,

profesional y laboral.

TRABAJO ACADÉMICO

Objetivo: Argumentar el desempeño socialmente deseado del docente ecuatoriano desde

las bases teóricas de la Pedagogía y las Ciencias de la Educación.

Tema: “El docente que necesita el Ecuador”

En el proceso educativo, el rol docente exige una transformación profunda y

trascendental, en medio de una época como la de este siglo donde existe abundancia de

conocimientos, de sociedad conectada y en red, en un mundo cambiante, flexible y

diverso, el docente se ve confrontado a mejorar su actividad pedagógica, la cual muchas

veces es rutinaria, descontextualizada y estática.

Debemos aprender de los errores del pasado, pues si no aprendemos de los errores de

la historia estamos condenados a repetirla, tenemos un legado de escuela tradicional que

no ha formado individuos creativos, ni ha desarrollado en los niños y jóvenes la

inteligencia práctica, el análisis, el conocimiento de sí mismo o la argumentación, una

escuela obsoleta frente a los cambios sociales, económicos, tecnológicos y políticos

vividos a nivel mundial.


La sociedad se volvió global e interconectada, el mundo se ha vuelto flexible y

diverso, estas realidades deben llevar al maestro a reflexionar y a ser consciente de las

nuevas habilidades que implica su rol docente y que debe esforzarse por adquirir,

desarrollar y aplicar. El maestro debe trabajar en enriquecer su acervo profesional,

actualizar y ajustar sus conocimientos, destrezas, métodos educativos y pedagógicos de

acuerdo a las demandas de este tiempo. Por tal razón, este trabajo pretende mostrar un

perfil del docente del siglo XXI, unos criterios que caractericen el desempeño de un

docente que se adecue a las necesidades del entorno y las exigencias de la Pedagogía en

la actualidad, adaptado a estos cambios vorágines de la sociedad actual.

El docente del siglo XXI y que el Ecuador necesita debe reunir las siguientes

cualidades recogidas por la Fundación Universia[ CITATION Fun14 \l 3082 ]:

Responsabilidad.- Significa que el docente se atiene a las mismas expectativas y

estándares que exige a sus estudiantes. Debe ser justo e igualitario, sus actitudes deben

ser coherentes con su discurso.

Flexibilidad.- Implica que ante una situación especial o problema sea capaz de hacer

cambios y modificaciones en las lecciones o actividades en el momento. Si los alumnos

no comprenden un concepto, contenido, ejemplo o ejercicio, siempre es posible

encontrar una mejor explicación, método o procedimiento.

Preocupación.- El docente debe realizar su mejor esfuerzo para asegurarse que

todos los estudiantes sean exitoso, debe conocer sus personalidades, potencialidades,

ritmo y estilos de aprendizaje, diferencias o intereses individuales.

Compasión.- Es fundamental poder reconocer que los estudiantes tienen problemas

personales para poder apoyarlos y ayudarlos a resolverlos o superarlos.


Cooperativismo.- La cooperación es clave para trabajar efectivamente con

administrativos, otros docentes y los padres de los alumnos; además para poder crear

espacios cooperativos de aprendizaje.

Creatividad.- Un buen docente debe ser capaz de crear situaciones de aprendizaje

que motiven, interesen y atraigan la atención de sus alumnos.

Dedicación.- Implica no escatimar en tiempo y esfuerzo en la preparación de

actividades didácticas que beneficien el desarrollo del proceso enseñanza aprendizaje en

el logro del objetivo propuesto.

Decisión.- Disposición para asegurar el logro de las metas trazadas, hacer todo lo

necesario para que los estudiantes reciban la formación que necesitan.

Empatía.- Un buen educador debe ponerse en el lugar de sus estudiantes y ver las

cosas desde su perspectiva, suele ser esencial para ayudar al alumno a triunfar.

Cautivador.- Debe desarrollar la habilidad de atraerla atención del estudiante y ser

capaz de mantenerla por tiempo prolongado, es necesario que el docente cree un

ambiente agradable que permita una atmósfera de aprendizaje, dinámica, ágil, fresca, y

ausente de estrés, dejarlos motivados a continuar aprendiendo.

En resumen, el docente debe ser poseedor y desplegar una adecuada maestría

pedagógica que lo caracterice y defina como un buen docente.

Me propongo a continuación a presentar, el perfil que yo considero debe tener el

docente que el Ecuador necesita en el siglo XXI:

Un docente educable

Una de las razones por las que ubiqué esta característica en primer lugar, es porque

sin esta, ninguna de las otras podrá ser posible.


La educabilidad hace referencia a la plasticidad del ser humano, a su apertura al

exterior, a su moldeabilidad o maleabilidad, se entiende por tanto como la capacidad de

adquirir nuevas conductas, valores, aptitudes y conceptos a lo largo de la existencia.

Cualquier humano es educable en la medida en que goza de plasticidad.

La clave de todo proceso educativo reside en la educabilidad de la persona. El ser

humano es el ser viviente que posee una mayor grado de plasticidad o moldeabilidad,

puesto que es el que nace con una naturaleza menos determinada. A diferencia de otros

seres vivos, el ser humano no sólo logra adaptarse al medio, sino que consigue, a través

de la historia, de la cultura y de la técnica, modificarlo para satisfacer sus necesidades.

Según expresa Damián Peralta [ CITATION Dam17 \l 3082 ] “La educabilidad es una

posibilidad y una categoría humana. Una posibilidad, porque significa la vialidad del

proceso educativo y la formación; una categoría humana, por cuanto se predica del

hombre esta cualidad. Del hombre se dice que es sociable, histórico, perfectible y

educable”.

La educabilidad tiene las siguientes características: Es personal, Intencional,

Dinámica y Necesaria.

Personal: Es la exigencia individual e irrenunciable y se genera desde la personalidad

del individuo.

Dinámica: Todo lo que le rodea influye en la constitución de su personalidad

mediante la interiorización que hace de esos influjos que contribuye a enriquecer su

desarrollo personal.

Intencional: El ser humano es autónomo en cuanto ser individual pero sufre

influencias heterónomas que lo elevan hasta el plano ideal, existen aprendizajes que
deben ser adquiridos intencionalmente, esa es otra de las características de la

educabilidad.

Necesaria: La educabilidad es necesaria porque sin ella el hombre se vería privado de

las posibilidades de autorrealización, de personalización y de socialización.

El docente debe desempeñar un papel activo en la adquisición de nuevos

conocimientos, estrategias, actualizaciones tecnológicas, didácticas y educativas.

Como docentes debemos ser conscientes que no lo sabemos todo, que el

conocimiento es muy vasto como para pretender decir que lo conocemos todo, cada día

aprendemos, pero debemos poner nuestros mejores esfuerzos en adquirir estos

aprendizajes., mostrar siempre esa maleabilidad, plasticidad y disposición para ser

mejores y optimizar nuestra labor educativa.

Un docente creativo e innovador

El maestro debe concebir la clase como el lugar donde investiga, experimenta,

modela, se comparten ideas, se toman decisiones para la solución de problemas y se

reflexiona sobre lo que es necesario y pertinente aprender. Dentro de las competencias

digitales del docente del siglo XXI, según indica el Instituto Nacional de Competencias

Digitales, me llama la atención la que expresa que el maestro debe tener una actitud

abierta y crítica ante la sociedad de la información y las TIC, y la predisposición hacia

el aprendizaje continuo y la actualización permanente.

Ante esta realidad de entornos cambiantes, las habilidades de aprendizaje y la

innovación son cada vez más necesarias para los estudiantes y trabajadores que se

preparan para los nuevos entornos laborales del siglo XXI.


Como bien expresa esta cita muy apropiada de Laurillard [ CITATION Abe02 \l 3082 ]

“Un docente innovador no es aquel que únicamente emplea la tecnología o que utiliza el

cambio con afán de hacer algo nuevo, sino aquel que impulsa el cambio continuamente

con el objetivo de mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje

Dentro de las competencias del docente innovador se encuentran las siguientes:

 Ser abierto y receptivo a perspectivas nuevas y diversas, incorporar al grupo

aportaciones y comentarios en el trabajo.

 Ver el fracaso como una oportunidad para aprender

 Entender que la creatividad y la innovación es un recorrido a largo plazo, un

proceso cíclico de errores frecuentes y de pequeños éxitos.

Al vivir en un entorno tecnológico y saturado de medios, disponemos de tres

variables críticas: el acceso a una gran cantidad de información, los rápidos cambios de

las herramientas tecnológicas (pues éstas se desactualizan en poco tiempo), la capacidad

de colaborar y hacer contribuciones individuales en una escala sin precedentes; por lo

tanto es importante adquirir competencias en el acceso y evaluación de la información

para su posterior uso y procesamiento.

Un acceso y gestión eficaz de la información comprende:

 Acceder a la información de manera eficiente (tiempo) y eficaz (fuentes);

 Evaluar la información de forma crítica y competente;

 Utilizar la información con precisión y creatividad para el asunto o problema

que nos ocupa;

 Gestionar el flujo de información de una amplia variedad de fuentes;

 Comprensión fundamental de las cuestiones éticas y legales en cuanto a la

adquisición, acceso y uso de la información;


 Entender cómo y porqué se construyen la información la comunicación visual y

sintética en la transmisión de conocimiento;

 Usar la tecnología como una herramienta para investigar, organizar, evaluar y

comunicar información.

Un docente investigador

En la educación del siglo XXI, el docente investigador como creador del

conocimiento es el actor principal, de él depende la formación de un espíritu crítico y

reflexivo en los estudiantes que han de contribuir en el desarrollo y progreso de la

sociedad.

La globalización trae nuevos e importantes desafíos para la educación, ésta plantea

una serie de retos en un mundo en constante transformación. Uno de ellos es el

mejoramiento de la calidad educativa y por esta razón es urgente mejorar el desempeño

del docente investigador, fortaleciendo espacios para la reflexión que conduzcan a su

formación pedagógica e investigativa en procura de una educación de calidad.

Si se entiende a la investigación como una de las tareas centrales de la educación, se

puede entender que ésta constituya una de las actividades primordiales para el

perfeccionamiento de la docencia, en tanto a través de ella se beneficie a la comunidad

con los resultados de planes y proyectos que se realicen. Por esta razón la investigación

dentro del proceso enseñanza aprendizaje debe permitir que el estudiante asuma un

aprendizaje significativo con base en el saber crítico, científico, tecnológico y humano

aprendido en las aulas, pero también fuera de ellas.

Las experiencias prácticas producidas por la labor investigativa en las aulas se

convierten en un tipo de conocimiento reflexivo y crítico, enfrentando muchas veces la


presión de factores negativos como la falta de espacios para realizar investigaciones

(laboratorios), o la exigencia avanzar en contenidos curriculares y no atrasarse, o por el

problema de la sobrepoblación escolar que enfrentamos día a día en la práctica

educativa.

La investigación-acción debe surgir del interés del docente para generar un proceso

de análisis para poder identificar, comprender y explicar la acción educativa, en donde

el docente actúa como teórico crítico, como creador de sus propias teorías,

comprobando su validez y aplicación en la práctica.

A partir de la investigación se han generado los mejores avances para la humanidad,

una mejor calidad de vida, desarrollar todos los recursos tecnológicos que disponemos

al momento, es decir, ella ha dado toda la información que posee el ser humano para

comprender aquello que le rodea, por tanto no la podemos menospreciar.

Quiero terminar este subtema con un párrafo expresado por el Diario La Nación que

resume lo que hemos dicho anteriormente: “La investigación requiere de tiempo, de un

espacio adecuado, y de ser incentivada desde edades muy tempranas. El primero que

debe amar la investigación es el docente y eso conlleva analizar todo lo que le rodea:

desde sus alumnos, contexto educativo, realidad nacional y apoyo… Un profesional que

investiga sabe sacar provecho de todos los materiales disponibles y sabe cómo atender

la mayoría de situaciones que acontecen en el aula”.

Un docente inclusivo

La inclusión es la actitud, tendencia o política de integrar a todas las personas en la

sociedad, con el objetivo de que estas puedan participar y contribuir en ella y

beneficiarse de este proceso. La inclusión busca lograr que todos los individuos o

grupos sociales, especialmente aquellos que se encuentra en condiciones de segregación


o marginación, puedan tener las mismas posibilidades y oportunidades para realizarse

como individuos.

La inclusión educativa es un concepto propio de la pedagogía que plantea que la

escuela debe ser capaz de incluir a todos los individuos en el proceso educativo, sin

importar su condición, origen, raza, religión o género, etc.

La inclusión educativa configura un área de gran interés científico en el momento

actual. La inclusión educativa del alumnado como objeto de estudio y como categoría

de análisis ha experimentado un progresivo aumento en el número y variedad de

investigaciones en la última década.

[ CITATION Osc10 \l 3082 ] realiza una nueva aportación al describir diez capacidades

docentes fundamentales para la atención a la diversidad del alumnado: capacidad

reflexiva, medial, la de gestionar situaciones diversas de aprendizaje en el aula, la de ser

tutor y mentor, la de promover el aprendizaje cooperativo y entre iguales, la capacidad

de comunicarse e interactuar, la capacidad de proporcionar un enfoque globalizador y

metacognitivo, la de enriquecer actividades de enseñanza-aprendizaje, la de motivar e

implicar con metodología activas al alumnado y la de planificar.

Estamos hablando de docentes cuya competencia de acción profesional para atender

la diversidad se caracterice por sus capacidades para:

 Identificar las necesidades que se generen y los conflictos a los que se

enfrentan, derivadas de las interacciones de enseñanza y aprendizaje, cuando

deben atender estudiantes con necesidades educativas especiales.

 Identificar y desarrollar estrategias innovadoras para favorecer la inclusión de

los alumnos con necesidades especiales.

 Llevar a cabo valoraciones de los potenciales de los alumnos y de sus contextos.


 Incorporar modificaciones al currículo que lo aparten lo menos posible de la

programación regular o de los planteamientos comunes.

 Conformar equipos de apoyo y redes de apoyo institucional

Enseñar teniendo en cuenta a la diversidad del alumnado, requiere además de

cambios metodológicos, definir un modelo de profesor, con al menos, cuatro

competencias básicas: compromiso y actitud positiva hacia la diversidad, planificación

educativa teniendo en cuenta las diferencias, mediación educativa para lograr los

objetivos y evaluación formativa para mejorar el aprendizaje de sus estudiantes

[ CITATION Bol08 \l 3082 ]

Un docente con pensamiento crítico

El docente como profesional de la pedagogía y de la enseñanza debe desarrollar su

pensamiento en el sentido de comprender qué enseña, cómo lo enseña, para qué lo

enseña y por qué lo enseña. Es decir, debe entrar en un ámbito de profesionalizar su

reflexión y su acción. Dicho de otra manera, los maestros deben transitar hacia un

desarrollo intelectual transformativo.

Los docentes con pensamiento crítico dejarán de ser ejecutores profesionalmente

equipados para hacer realidad efectiva cualquiera de las líneas y acciones de política

que les indiquen, para transitar hacia contemplarse y desarrollarse como docentes libres

y amantes del pensamiento y la inteligencia para favorecer el desarrollo de las

capacidades críticas de sus alumnos.

Deberán enseñar a sus estudiantes no solo a memorizar información que pueden

encontrar fácilmente en el internet, sino a interpretar, analizar y argumentar esta

información, porque quien alcanza altos niveles de desarrollo del pensamiento y en sus

competencias interpretativas, podrá adquirir cada día nuevos conocimientos.


Entre las capacidades del docente con pensamiento crítico están:

 Analizar y evaluar de forma efectiva las evidencias, argumentos, demandas y

creencias;

 Analizar y evaluar los principales puntos de vista alternativos;

 Sintetizar y hacer conexiones entre la información y los argumentos;

 Interpretar la información y extraer conclusiones basadas es en el mejor análisis;

 Reflexionar críticamente sobre las experiencias de aprendizaje y procesos;

 Resolver diferentes tipos de problemas no familiares en ambas formas

convencionales e innovadoras;

 Identificar y hacer preguntas significativas que aclaren varios puntos de vista y

llevar mejores soluciones.

La educación del siglo XXI no se trata de transmitir y acumular conocimientos, sino

de formar individuos más inteligentes a nivel cognitivo, comunicativo, social, afectivo,

estético y práxico.

CONCLUSIONES

Este trabajo me permite concluir que la sociedad actual cambió, se volvió global e

interconectada, el mundo se flexibilizó y diversificó, estas realidades deben llevar al

maestro a reflexionar y a ser consciente de las nuevas habilidades que implica su rol

docente y que debe esforzarse por adquirir, desarrollar y aplicar.

El docente que el Ecuador necesita es aquel que posee las cualidades de

responsabilidad, flexibilidad, preocupación, compasión cooperativismo, creatividad,

dedicación, decisión, empatía y es capaz de ser cautivador y atraer la atención de sus

estudiantes, sembrando en ellos el deseo de seguir aprendiendo.


El docente del siglo XXI y que el Ecuador necesita es un docente educable, creativo

e innovador, investigador, inclusivo y con pensamiento crítico.

Como docentes debemos ser ingeniosos, estar atentos a los avances tecnológicos,

abrazar las nuevas oportunidades que se nos presentan colaborando con los demás y

construyendo lazos afectivos y efectivos en nuestro entorno educativo. Debemos ser

precursores en compartir ideas, inspirar y motivar. Un docente del siglo XXI y que el

Ecuador necesita es uno en constante aprendizaje y continua reinvención.

En la nueva escuela deberán primar la diversificación, la tolerancia, el respeto a la

individualidad, la diferencia y la diversidad. Será necesario diversificar y flexibilizar las

instituciones y los currículos y adecuarlos a las condiciones culturales y contextuales de

los individuos y brindar atención a la diversidad de proyectos de vida.

Bibliografía

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Linkografía

https://ignasialcalde.es/docentes-del-siglo-xxi-retos-y-habilidades-clave/

https://www.milenio.com/opinion/alfonso-torres-hernandez/apuntes-

pedagogicos/desarrollo-del-pensamiento-critico-en-los-docentes

https://www.nacion.com/opinion/foros/el-docente-

investigador/OJTLH7BNSNHHTE7GQZRERZD7L4/story/

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