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acuput-rtura urbana
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escucho halllar sollre el ¡:rogreso de las JÉ'il'tE ' '
LSEIF'IEEr . 'I r:¡:
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ncias, siempre recuerdo que es sobre la base de
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rrtuición c¡ue elias cian el salto creativo capaz de i .".


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'ir un nuevo e inesPerado canrino' '::r .."


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exarx¡namos la actuación de Jainre Lerner en ,,.:,'

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lampo clel Urbarrisnro, vamos a ver como la i"i.
intuición lo que le ha llevado a acometer las i.'i '

nsfórnraciones urbanísticas que confieren a .


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riti tta c aracterísticas completa mente dif erentes
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,otras caPitales de Brasil.


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eviclente que han inf luido los conocimientos i:. '
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:anísticos indispensables, pero que a mi modo de ill


li.\.

r, [rubiesen sido insuf icientes, si hubiese faltado


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lalento g l, intriciÓn a la que me refiero' El Novo rt
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rseu clo Paran.á sirve de ejemplo. Fue gracias a ::l
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sensibilidad que surgiÓ la idea de transformar i{' .',,


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uella antigua escuela en ese museo que marca
.

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a nueva etapa de la vida cultural de la ciudad'


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r todo esto recomiendo la lectura de este libro,
i1.
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nde los problemas del urbanismo I la sociedad se ;i¡
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lelazan cle una fornra inteligri:nte g actualizada' Íj.:i.


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Institut, d'Arquitectura '.:ii
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Avancade de'Caralm¡'a
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La idea de publicar en español 5 lntroducción


este libro surgió'cJe un entrañable 7 Los coreanos en Nueva York
encuentro con Jaíme Lerner en
enero de 2004 en el IAAC, g de su
I El Viejo Cine Nuevo

generosidad err confiar en nosotros 11 La recuperación de un río.


la publicación en español de 15 La ciudad prohibida
Acupuntura urbona. 15 Cali
V/illg Müller. IAAC. 17 No hacer nada, con urgencia
l9 ,4round the clock o La ciudacl 24 horas
21 Gerrerosiclad urbana .

27 Acupuntura por la música


29 Continuidad es vida I '
31 Los sonidos, Ios colores.g los olores de la calle
55 Un buen reciclaje
35 Gente en la calle
37 Smort cor, smart bus
59 Compromiso de solidariclad
41 ¿Conoces la biudad en la que vives? o Dibuja tu ciudacl
45 lnstrucciones para hacer uña acupuntura urbana
47 0cio creativo contra mediocridad laboriosa
51 Autoestima, una buena acupuntura
55 La luz es una buena acupuntura
55 Acuapuntuia
57 La tarjeta de movilidad
59 Reloj ecológico
t;l ¡\rborizar lrrtroducción
6j Mer¡oria producida
Siempre tuve la ílusión g la esperanza de que con un
65 De parques, plazas g monumentos pinchazo de aguja sería posible curar ias etrfermed¿rdes.
69 La gr-ría de una página El princÍpio de recuperar la energía de un pLlnto enfernro
71 Co.lesteroi urbano o cansado por medio de un simple pínchazo tierle que ver
73 Edificios con dignidarl con la revitalización de ese punto g clel área c¡tte hag a su
'

75 Acupuntura del silencio alreciedor.


"/9 Ranrblas g galerías Creo que podenros g debemos aplicar algunas "n-lagias" r.le
Bl Un pinchazo rápido dr"leie menos la medicina a las ciudades, pues mucl-ras están etl[ermas,
algunas casi en estado terminal. Del nrismo modo en que
B5 Trampantojo
la medicina necesita la interacción entre el médico g el
87 Carta a Fellini paciente, en urbanismo también es necesario hacer que
89 Cómo encontrar a una persona en una ciudad la ciudad reaccione. Tocar un área de tal modo que pueda
93 ^ La presencia de un genio agudar a curar, mejorar, crear reacciones positivas g en
95 Mercados cadena. Es necesario intervenir para revitalizar, hacer que el
99 Una l¡a.rra cle bar organisriro trabaje de otro modo.
105 Amor a la ciudad Muchas veces me pregunto por qué cieternrínadas ciudades
consiguen transformaciones importantes g positivas'
Encuentro muchas g varíadas respuestas, pero una de ellas
me parece común en todas estas ciudades innovadoras:
:i
porque en ellas se propició un comienzo, un despertar. Eso es
lo que hace que una ciudad reaccione.
Sabemos que el planteamiento es un proceso. Por [¡ueno que
sea, no consigue transformaciones innrediatas. casi sienrpre
es una chispa que inicia una acción g la consecuente pro[-ra:
gación de esta acción, Es lo que llamo una buena acupuntura'
Una verdadera acupuntura urbana.
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urbana podríarrros Los coreanos .en
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¿Qué eienr¡:,los La aCUpuntura urbana no sienr¡lre Se tradulCe etr ol:ras.
en San Francisco' {
lt' enuinei'ar?[l reciclaje de Ia Cannerg'
A veces' es una:?t: qi" En algunos CaSoS¡ basta Con introducir una Ilueva costttnlbre,
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Ei ¡:arque GÜell, et¡ Barcelona' rln nuevo hábito, que crea las condiciones necesarias ¡:ara
ue el caso del Centro
pro¡r,.i. un camllio cultural' conro f ola que se clé la transforrnación. IMuclras VeceS, una itltert'el-lciólr
de^Bilbao' de Frank Gehrg'
Porl¡:idou, en Paris, dei Museo
l,

Siation' de l'lueva York' l'lumana, sin que se planee o realice ninguna obra material'
restauración cle la Grand Cent¡-al
',:'.) viene por medio de un acaba siendo una acuPuntura'
0iras veces, la acr'rpuntura urbana t'
m i d e.
pe- suelo decir que lrlueva York debería Ievantar un l-nonunrento al
;. n;;. ¿ e s e,, i a i ¿ t ti, t o nt o a pi rá
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I "' -tt':lf '^'i,
ll de.
.i. Buenos Aires' g el ponj.unto core.ano desconocido. Los integrantes de este pueblr: ¡:restatr
ración del Puerto Madero' etr
un servicio extraordinario a l¿r ciudad con SUS groCerlJ s¿ores,
t.

Belo Horizonte (Bras il).


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la Pampulha, cle 0scar t'tiemeUellen


oil{ *,",'-"o rk. sus de/i stores, abiertos 24 hc'ras'[Estas tiendas garantizan
ccsas pequeñas,,c"o?"t" "'[but"e :n
.:.'. lnstituto del Mundo Aral¡e no sólo el abastecirniento,§irro tam[:ién anilnan cualc¡uier
ü grancJes obras, como las del
.:
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g el Museo del Holocausto' de parte de la ciudad. Hag gente, luz, las personas se enc¡Lentran
,. r.l clé Jean Nouvel, en París'
cuando van a hacer sus pequeñas compras' Todo eso genera
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:r se dan más por nece- más seguridad en la zona'


'¡r, I .{ In algunos casos, las intervenciones propio I
sanar las heridas que el
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siclad qLte por deseo, para
!
Además, al f uncionar ininterrrurl.lpidamente, las tiendas
.;, Con el
aleza' como las canteras'
,,]

l'ronrbre procJujo en la natur acaban siendo una referenciar importante en la ciudad. Por
paisajt eso, los coreanos desconocidos g sus pequeños comercios
tiempo, estas heridas crearon otro ":,::ip^Y:].::'
es aprovechar estos palsaJes agudan a hacer una buena acrupuntura urbana etl Nueva Yorl<;
..; qtre cia excelentes resultados
mal' Un eiemplo claro
g corregir lo que el hombre ha,hecho nrejor que cualquier program¡a de animación cultural'
::
',]
la ciudad brasileña de
g bueno es la pPera de Ararnel en Muchos de estos comercios de Nueva York recuerdan lo que
,1

re'ewag en San Francisco'


Curil.iba. 0 la retirada de la f representaba para París el me,:rcado de Les t-lalles de nradru-
Ou hu.ho, los siste¡las de
transporte han generado buenas gada. Durante décadas fue el corazón de la ciudad que ltizo
mundo' tstán Pfesltlet "n
acupunturas urbanas en todo el lailr la vida rJe varias generaciones. O recuerdan los mercaclos
estaciones de nretro de
las bellas eniradas de las seculares que íuncionan durante tocla la rioclre en varias ciudades del
Foster' en Bilbao' g en lcs
Paris, en las estaciones de Nornran mundo. En París, entre la rue de Seine 9l'a rue de Bucci' conti-
tubos del Sistenra Expresso' en Curitiba' nu.i. tradición de montar un pequeño mercado'

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Tarnpoco faltan los ejenr¡:los orientales' conlo


el mercado ' Ei Viejo Cine N.uevo 9:,
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mucho antes del intente ,:
del ¡lescaclo cle Tokio g su actividad febril Es fundamentalque una buena acupuntura urbana
...
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i'agaS gigantes' en mantener o rescatar la identidad cultural de un lugar o de una
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anraneCer. Allí se venden ¡lul¡:ros inntensoS,
;',
'.1i.
entre- i: ''''':
comunidad. Hog en día, nruchas ciudades necesitan acupun-
'

un encuentro cle personas aninradas completamente


g
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1¡:
gaclas a la tarea de dar forma al día que se
aproxima' tura porque dejaron de preocuparse por su identídad cultural. iri ,
'i,.,
;
.

qr-re trabaja de Un triste ejemplo es la desaparición de los cines nrunicipales. i!:. ..


Tarnl¡ién suelo clecir que toda esa gente
que atienden a una
nraclrr.rgada forman un equipr: de personas Antes, para la gente los cines representa ban ese espacio
)1.

i.r :

ciurclarJ que no puede dejar de respirar'


Constitugen la verda- mágico donde confiuían la fantasía, la mtisica, la utopía, la :

clera Utridacl de Cuiclados lntensivos de


la ciudad' realidad, el sueño, la esperanza. Adenlás, fueron un ¡;unto de
ii
'
ii!
encuentro fundamental para la ciudad. Los cines inllugeron i'
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1".

en generaciones enteras, g no Únicamente err ei aspecto rl


cultural. Eran lugares donde la gente se encontraba, discutía,
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t:' r
i:...
se divertía g, habitualmente,.llevaba estas discusiones a otros r:
i.'

puntos de la cíudad.
i,,:
clifundió la moda, la literatura, la riúsica, la lristoria.
t. ..
El cine 7l

t,lada su¡:era al cine en lo que se refiere a la posibilidad de i'


;,1; . "'

registrar las épocas más importantes de cada naciórl' !':'


L:.
!i':.
Esas salas de cine contaron e hicieron historia. Sirr enrbargo,
r;.:
ii, .

a.
están desapareciendo en la magoría cle las ciudades rJel
mundo. Los viejos cines se reforman para convertirse ett i;'
,-.:

centros para otras activiclacles: supermercados, tenrplos, etc'


o::

i:l
En muchos lugares, las salas de cine tradicionales se lran !i,.
!!
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sustituido por los multicines, pero eso es ga otra historia' t,'
i,i

La memoria de la ciudad es C0mo un viejo re'Lrato de fanril!a' ;:,:

Del nrismo rnodo que no se ronrpe esa vieja fotografía -g el


::

viejo cine forma parte de ella-, no se puede perder un punto ii.


.i.
i.:'

cie referencia tan importante para nuestra ídentidad' iliil


lill

iii',
li:
t::
it ,
En el Estado [:rasileño de Paraná, con el programa Viejc La recuperación de un río
Cine I'Juevo, henros empezado a recuperar los viejos cines
Aunque era la primera vez que visiiaba la ciudad, seúl parecía
municipales. lntentamos dotarlos de los más modernos
no ofrecer nínguna sorpresa. cltra aniigua ciudad asiática,
equi¡:os para ¡:oder ctear circuitos de cine nacional I artístico, '

inrpulsada por una impresionanrte vitalidad, I cuga nrocler-


nruchas veces desdeñados por las redes de multicines.
nidad crecía vertiginosamente' Tanto, que n0 parecÍa que
En realidad, es Ltn programa que refuerza nuestra identidad tuviera más de 800 años.
cultural. Es una acupuntura urbana que intenta curar nuestra
0tra demostración de rapidez, con sus int¡ensas avenidas
pérdida de memoria g de identidad.
g autopistasr que llegan a un centro caÓtico donde la gertte
tiene que atravesar pasos subl.erráneos, subir g bajar esca-
leras, para, sinrplemente, cruzar una calle' Los coches se
deslizan por un asfalto perfecl.o, casi corno si lo lricierall por
uná alfornbra roja.
Así se construgeron g destruUeron nruchas ciudades: darrdo
prioridad a los coches. Ciudades lrermosas, históricasr con
edificios y palacios de una arquitectura magnifica, rodeados
por los automÓviles, nuestros dragones actr-lales'
La prinrera sorpresa en Seúl ll,r:gó cuando nos llamaron ¡lara
aprobar-una iniciativa poco común en la magoría de las
ciudacles. El Aguntarniento tenía la i¡¡tenciórr de reservar
buena parte ciel espacio urbalo para el "autobús de Curitiba"
(un autobús biarticulado), g Crear err varias zonas de la ciudad
una red de transporte público bautizada con el nólnbre cle
BRT: Bus Rapid Transit.
La sorpresa nragor: el Gobierno de Seúl quería elinrinar un
macarrónico sistema de vías elevadas en el centro de 1a
ciudad U recuperar un riachuelo, ellcn.ongqgecl'leon,ponde
t"
desembocaban las aguas del cleshielo de las colinas. l-lacía

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el riachuelo pera que n0 La ciudad prohibida ii,


varias clécadas que l-rabían en,[errado g
¡.

g contalninación del arrogo las La historia nos cuenta que Beijing es una de las ciuCades más
se viera la degradación la l-

Ias vías elevadas': antiguas del rnundo. A principios del síglo XV, se translormó
cercanías- Encima, se constrL'lUeron
en dos ciudades separadas por muros. La ciudacl interior a[:ri-
a ser c0mo antes' iecuperar
el
Querían que el ltrgar volviera gaba la antigua Ciudad lmperial, cercada por uri muro de diez :l
de su cLrrso' Ei progecto era
río g revitalizar la región a lo larEo '':

icliotez)' pero el alcalcie g su kiiómetros. Era la "Ciudad Prolribida", donde los fosos ciefirrían :

caro (cuesta nrucl-ro-corregir una los palacios de Ios emperadores. Al último, Pu-Yi, lo depu-
il ,

También tenían la iniención de


"1.

equipo estaban entusiasmados'


tt:,.
: sieron del cargo en 1911 g lo expulsaron en 1924.
:+:

para los peatones (cltg friendlg for people)' :'.


abrir espacios
los prouectos' Todos il Beijingde hog no tiene carácter. Ya no se ve el mar de bici- ,t.,
Tan prorrto llegamos, nos mostraron
de la ciudad estaba' cletas que antes formaba parte del paisaje. Y en cada bicicleta
tenían una lectLlra muU clara' El ciiseño
Es decir' tenían en mente había una persona o más. La cíudad era de las personas.
claro, las colinas, el río revitalizado'
de que los proUectos se Hog, Beijing es más un campamento de edificios moderní-
la ciuclad. No tuve la menor d'¡da !;
simos, cercados de estructur.as viarias enornres, autopistas g
llevarían a cabo' r

de conversar con una de los antiguos conceptos de cinturonesr carreteras radiales, etc.
Eri Seúrl tanrbién tuve el privil'egio ¡¡ .

las personas más "ono"id" de la


ciudad' Young-0ak Kim' utr En el anillo formado por el segundo g tercer cinturón hag un f"t:
, j
jtr

que dejó ra universidad,para CBD (Center Business District). Es una ciudad viaria. i,
lilósof o licerrciado en Harva.J
Kim dio clases de
;;;;;,;I. nrecticina. Al volver ie corea del sur,que
!:
lunto a la "Ciudad Prohibida" g sus alrededores, aparecen I'
se hizo mug
filosofía durante clos años en un programa
:,1'
pequeños trozos cie la antigua ciudad. Una ciurdacl qure hog
6:r'
muU famoso¡ que ahora
popr-rlar en su país' Es un hombre sólo se reconoce en las películas o en los libros. i:

rie temas importantes' ¡:.

ha cleciclido convertirse en reportero Beijing necesita acupuntura para volver a ocupar el lugar r:'
t...
Coincidimos
l{uestra.conversaciór-l fue una celebración'
t.
destacado en el mundo que merece. Menos carreteras, rnás .:,
la sencillez' síntesis de la
r-lruc'o en la t,anera cle pensar U en ciudad, más gente, más bicicletas. Quizá sea ésta la acupun- i
':
tura que necesita. Traer de vueita el autobús g las calles.
Me dibujÓ la ciLrdaci. Y lo qr-re nre
impresionÓ más: le9é Ia Marcar el paisaje con las paradas. Aunque quizá necesita otro
de cada siiio' de cada
ciudacl, el sigrrificado de cacla región' tipo de acupuntura. iQué audacial ¡Querer- hacer acupuntura a
si las ciudad.es
nonrllre, cle n'lanera simple ¡¡ concisa. ¡Ah, ios chinosl
más filésofosl
tuvieran nrenos vend'edores de compiejidades U i l.i
¡ i'l¡

!il
Ilt' .:,:_
12 ',,.-
',:,¡.1'.
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Uria i¡risa con horá fija. De noche, consigues ver la plaiza.
: ..'I
La ciudad es segura, tranquila, las parejas salen g los rriños
:.: 'c0i-ren por Ios pase0s. En algunos lugares se puede ver el
i:
,ll

alrna de la ciudad. El casco antiguo, los colores, las calles


'. tr
animadas por el ritmo distante de salsa.
'.,. :..

I Es una pena que una parte de la identidad de la ciudad


.'1 ia

se haUa perdido con esas avenidas demasiado grandes,


i
:.1 .i exageradas. Para Druzarlas, hag que subir g bajar pasarelas.
De repente, un centro comercial antiguo, que no está cerrado,
i

con árboles, un gran parque, eI sonido de alguien tocarrdo


nrúsica en vivo¡ un concierto acústico. Nada de esos sonidos
..,:] canalizados que en'lpujan aia. g,¡ente.
Un calor mug fuerte, pero, a las cuatro U media, cinco cl'e la
,'.,.I ,
; tarde, una agradable brisa se. apodera de la ciudad. Quizá son
: .:t
t'': los dioses que soplan. Finalmente.
..ih.;l Visito una casa excepci0nal, diseñada por el arqu¡tecto
: -:: ' i.¡-li¡
¡; 1: "r':'¡
tsenjamín Barneg. Tíene poco rrrás de seis metros de anclro g
,:., . ,: i;l
un patio, Es decir, la casa es un patio con varias terrazas, en
.-:.. . .:, lo alto.
,,, . :t:l
..J¡!

:i: I
Quizás, en esa ciudad una buena acupuntura sería hacer más
.,:,. -,.1¡
cosa: pequeñas. Potenciar el rí0, que es una maravilla, g dejar
que sople la brlsa. Volverse hacia ese soplo divino corno al sol
.i, . de fin'de tarde de una playa carioca.
.J
¡Chéverel
.t¡

.l

r<

$
No hacer nada, con urgencia
tn mi primera legíslatura como alcalcle de Curitil¡a, una rJe
las primeras decisiones que tuve que tomar fue cuando recibÍ
una solicitud de una asociación de vecinos que pedía algo
mug extraño: que el Aguntamiento no hiciera nada en ac¡uella
vecin dad.
Le indiqué al concejal de obras públicas qr-re
verificara la sítr:a-
ción. Descubrimos que la petición, a pesar de ser insélita, terrÍa
un origen lógico. El Aguntanríento estaba realizando oL¡r'as eri la
zona -corrección de Iá inclinación de las calles no asfaltaclas* g
la preocupación de los vecinos era que las rnáquinas acabai'an
cubriendo un pequeño manantial.
Mi despacho al respecto fue lacónico, pero decis¡vo: "No
hacer nada, con urgencia". A veces, en la vida cle una cíudad
amenazada por decisiones que pueden perjudicarla, es
necesario no lracer nada, con urgencia.
Treinta g dos años cJespués, en Lisboa, cogí un coche para
dar una vuelta g a la prirnera persona que vi en la ciucjacl'fue
a Álvaro Siza Vieira, un arquitecto mug respetaclo g solici-
iado en el mundo entero. Era como salir
¡:or prinrera vez en
Río de Janeir-o g encontrarse a 0scar Nienreger. Allí estaba
Siza Vieira, tranquilo, inspeccionando una obra. Los genios
aparecen, muchas vecesr sin la lámpara mágica.
Vi las colinas, hermosas colinas, g el Tajo. tn los perió-
dicos, noticias sobre nuevos progectos para -lúneles,
Lisboa.
viaductos; la E;<po 9B dejó algunas
contribuciones, pero era
un área decadenie que
fue totalmente renovada.

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la Libertad, dei Rocío' de las i Arot:nd the clock o La ciud ad"24 lroras
' ¡:r
Ln la Lisi:oa de la avenicla cie ,
sea no hacer nada' con
i.t
: En el Zócalo, el centro históricc'de la Ciudad de Iüéxico, al
Colinas, qLrizás la nrejor acupuntura
ti;:; i
':l:

i
ataidecer empiezo a tener mieclo de desaparecer enlre ia
itl:
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I.
,:'i urgenci a- i
. .li
pintar el ascensor de Ílrultitud. Una inundación de gente. La magoría, \/elldedores
'rl PD: ¿Qué tal irr-r pequeño atrevirliento:
. ::i II ambulantes que intentan ganar$e el pan de cada cliel, urta
':,j
Santa Justa cle color ladrillo? a

¿ subsisiencia difícil. Y la pregurtta que uno se lrace en estas


' ili
':;l
I

. ,:} megalópolis es cÓmo conciliar erl sector forrnal con el irrforllal.


i
iI Las respuestas, hasta ahora, so tr inf ructíf eras e injustas.
.::.1
t
t.
Entonces, ¿por qué no promov€::r la convivencia etltre el sclctor
'lt
l formal, del conrercio establecido, g el informal? Lo que se tre
ocurre es establecer unos hora rios.
. .:;i

' !i¿
,,: Los vendedores ambulantes podrían iniciar sus actividades
después de ias seis de la tal-de, con lo que traerían más vida a
:,.r
la ciudad después del horario comercíal tradiciorral. ,
. l:j

Y tra'erían, tar'rrbién, nrás seguriidad a su afrededor. Un'se'ótoi'


,}
agudaría ái oiro, pues ambos mantenclrían el conrercio lcrcal
:,1
siempre a toda marcha.
'/..t,
. 1ir
A fin de cuentas, ei comercio ambulante, en sus varias nroda-
:. :.:
lidades, es una institución tan antigua como la ciudad. Fíjerrse
en ios mercados, por ejemplo. Durante un determirrado
,.', . . horario, en una determinada zona, el mercado se establece
mucho más temprano que el ccrmercio nornral g, después,
,lri:
.i toda la estructura se retira rápidamente.
,,]
,.. .],
¡Y eso funciona tan bien! Una estructura móvil que llega tem-
.'',...;
.: prano U luego se va. Algunas ciudades, como Shanglrai, l-long
Kong g Curitiba, iienen mercadcls nocturnos. Son puntos de
encuentro muql agradables, con un lrorario r¡ás l¡bre.
Aquí la acupuntura se hace con el reloj,

19
1B
Generosidad ur[:ana
Hace algunos años, un grupc) cJe persc,nas gerriales cle Belo
l"lorizonte, entre ellas nri viejo arnigo Valérir¡ Fabris, o[.ttuvo
ei respeto de todo el mundo con actitudes que estimulaban
i¡i',
el amor por su ciudad. Cada gesto en ese sentído era una ¡¿.
i:,
l

muestra de generosidad urbana. ::!

rj
Desde entonces, lran surgido periódicantente acciones e
,,

ideas creativas que reflejan que las personas son conscientes


,:,i
l;.

de que la generosidad urbana es imprescindible eli la vicla de ',ir: .


una ciudad r:,1

.f t;
t'- '.
Se hizo famosa.la historia de una vaca en la calle Leo¡:oldina,
''il:¡
1,,.
una escultura en medío de un paseo público que fue adoptada ilr;:.1
t"'
por los vecinos de Belo Horízonte. Hace tienrpo, unos vándalos t,,: .

la dejaron bastante destrozada. Un ciudadano cruzó la ciudad t, ¡:


.:ii.
tí.i:,
con un cubo de arena g cemento g la rehizo. A cada dos por
.!\.
tres, la vaca aparece con una cara nuevar nuevos colores,
contribuciones del pueblo al que tanto le gusta la escultura.
{.:,1
In el barrio de Sáo Geraldo, una ama de casa montó un.belén
en la sala de estar. Tiene siempre la puerta abierta g recí[:e
con simpatía a quien quíera contemplar su belén. l[,'
i
En otro barrio cle Belo Horizonte, la brigada de basureros i
trabaja siempre cantando. De esta manerar la capital cJe Minas
Gerais ha ido creando la tradicíón de la generosidad urbane.
H.g pursonas qúe cjisfrutan con sus actividades o que nlues-
tran a la ciudad su alegría, 0scar Niemeger, al colocar sus

"tcuituras en la arena de la plaga de Lenre, fue generoso


con la urbe. En Porto Alegre, una e¡¡isora
cle raclio trabaja

21
pisos. cada habitante g su farlilia ha.blan del cuac.lro, cr¡en1an
exJluesta et-) un gran escapai'ate de la calie de la Plaga; de
esla fornra, la gente puecle seguir ias entrevistas g puede historias dei artista, te ofrecen un café. Cada senrana el
es una cuadro cambia, con el artista. Esta generosicfad ur[¡ana es
¡rariicipar colocarrdo sus ideas en el escaparate:
. realmente hernrosa.
nrirestra de generosidad urbana.
En salvador de Balría, carlinhos Brown mantíene una escr-iela
Ciianrio lrabajaba en Rio de Janeiro, había en el equipo
de música en una favela. Todo:s los sál:ados, monta auté,-
urr rliseílarlor gláfico- Un día, que jamás olvidaré, vino ai
ticos conciertos en ese lugar" Una empresa graba el CD clel
cie::pactio vesiido cle ¡lagaso. Se serrtó a la mesa g trabajó
concierto g los beneficios de las ventas van destinaclas a los
to,Jo el c.lía en silencio, c0mo siempre l'racía, Al final de
la
habiiantes de la favela.
jornacla, nos dijo que n0 vendrÍa más a trabajar porque había
ciecicliclo hacer lo que siempre había soñado: ser pagaso Mi gei-no Bas nre contó Ia lristoria de los "jardines frotantes de
cie

circo. t'iaLlía l-recho un curs0 sin decírselo a nadie' En aquel Ios linrpiadores de ventanas de los edificios" de Nueva york.
Un arquitecto tuvo la iclea cJe pr:ner cajas bon plantas g liores
nromento, recibiÓ ios prirneros aplausos'
ltn en ia,s,piataformas que se Lisan para limpiar los cristales; de
Hace algunos años, fui a un concierto de Hélcio Milito,
rie eso esia n¡anera, qr:edarían "estácionadas"
crack de la boss o nova. Como se irabrán dado cuenta' U se convertiría¡l elr
jardines flotantes frente a Ios apartamentos.
hace nruclro tiempo. Pero no olvidé un gesto de verdadera un cJetalle inolvi-
dable de generosiciad.
generosidaci urbana. Después del concierto, el dueño del
bar, al ver que'terría dif icultades para encontrar un taxí a esa
[n los años 80, en tr.lavidacJes, fa ciudad de curitiba decorar¡a
todos los autobuses. La decorar::ión con árboles navicleíros,
hora, nre llevó en su coclre hasta ia puerta del hotel'
con lucecitas, era generosa con las personas que tenían que
En h4aripá, una Pequeña ciudad del oeste del [stado
de
ir a trabajar en estas fechas. con los autobuses
paraná, el Aguntanriento plantÓ orquídeas en las calles. Las recorrie,clo
la ciurlad, esa muestra de generosiclad tanrbién
flores eran tan bonitas que la po[:lación devolvió el detalle del alegria de la iJavidad a toda la pr:blacíón.
extendía la

Gobierno con otro cletalle urbano: nadie tr¡c.a las orquídeas'


A veces, la generosidad urbana se refleja
In Rorna, sucedió oira bella lristoria de generosidad urbana como el fallecido publicista Séi-r¡io fvlercer.
en una persona,
que me contÓ Domenlco cle lüasi, un gran amigo' Todos los Su nruerte fue un
mornento mug triste en la vida de Curitiba.
viernes, un grupo de vecinos de un edificic de la ciudad orga- fre un honrbre
de un excele¡rte carácter, un pu[:licisia
lliza u¡la exposiciór-l de un cuadro en el ascensor del edif!cio. poseedor de r-rna
con muclro talento,
Sui-res U vas acinrirando ia obra. Pero la generosidad no
acaba escritura primnrosa. Comentaríos corno
éstos soi¡re él
aquÍ: bajas por las escaleras U vas tocando el timbre de los eran frecuentes e:n toda Curitíba.

22

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h4el-cer-era una vecirro especial. Era ia cara u ei pensamietrto i perdió a este gran amigo. Como Ua n0 podíamos itacerle
cie la ciuclad. Lo sal¡ía todo sobre música, literatura, era un ¡
H ,..outo. a Mercer, com0 homenaje a él tenclríarnos este Cía
grarr crítico, p'ero tanlbién un amigo leal' Sobre todo, tenía un I Or* hacer regalos a los amigos. Seria una gran generosidaC
d on exlraordinario: era un af inador de conversaciones. Si la N urbana, algo que h4ercer siempre hizo por la ciu'Jad-
É

clrarla derivaba lracia un tema rJesagradable, Mercer corregía seleccióir brasileña, tuvo un gesto
f t fiitbolista Vampeta, de la
Í
el rurnl:o g la encaminaba hacia otro mejor' É ¿. extrema amabilidad con su ciudaci, ia pequeña Naza¡-é
Tenía la manía de orquestar, de hacer arreglos en cualquier I Orr Farinhas, en Bahía. Una vez, él estaba en la ciudad g le
nronrento. Adoraba el tango g tenía un bandoneÓn inraginario, i picjieron una aguda de 20 reales porque el tejado dei cine se

Urro pocJia verlo "tocar" en cualquier nrontento g en cualquier I estaba cagendo. Vampeta fue a ver ei ediIicio, que estaba
s itr-r a ción. [ .n un estado lamentable. Ei Cine Rio Branco era un edificio
Toda la ciuclad fue a sU entierrc¡ para presentar sus respetos a Ir
histOrlco, uno de los más antiguos del país, de 1927- Varr-rpeta
compró e{ cine g restauró el edificio. Dicen que la inaugura-
un personaje tan cluerido- Un prirno suUo se me acercó g me I
ción fue la maUor fiesta de la historia de Nazaré, U que contó
entregó un CD, con fragmentos de un cantante de tangos, que I
había cbnseguiclo con bastante dificultad: "Se Io quería dar I hasta con la presencia de Ronaldo.

a Mercer pero, en su falta, quisiera qurc tú, como uno de sus


Il cine no da beneficios. Vampeta paga a los trabajadores de t:l

su propio bolsillo. Además de las sesiones de cine, ei local :,


nrejores amigos, te lo quedaras." :
organiza talleres de teairo g arte para más de 80 niños que !l
Recorclé que Uo t'anrbiérr había comprado una antologia de ,r"
viven en favelas. A Vampeta ni siquiera le gusta el citre, pero
tarrgos para dársela a Mercer. Sialídel cementerio con un pes0 no dudó en tener este detalle de generosidad r-rrbana cotr io.s
i:;. ,
ri::'
,
'i.t
el¡ el corazón.
habitantes cIe su ciudad natal. l:,.

Arrtes cle volver a casa, paré en un restaurante para comprar


algo de conrida g llevárnosla a casa, Ua que na,die tenía gang§
)::
'lt,:
.:.'
de salir a comer fuera. En ese lugar, me encontré a Mónica
li'
Rischl:ieter con unos amigos, todos tristes, pcrque tambien ¡r

venían del entierro. Entonces se me ocurriÓ regalarle a lvlónica :i


el libro que pretendia dar a Mercer. ¡i,
',1

Tar¡rbién se me ocurrió la idea rJe crear el Día Nacional de il

lr4ercer, en el que cada peisotra tendría que hacer un regalo


a un aniigo. Sería el día 6 de nrarzo, fecha en que Curitiba i'

.'..,

/-J
-.-rl¡,,
Acupuniura Por la música
En Antonina, una ciudad dei litoral del Estaclo de Paraná,
tienen un piato típlco que se cocIna en una cazuela de barro
sellada'con harina de mandioca" Es una exquisitez llanrada
borr:eado. En su versión más tracJicional, antes de destapar
la cazuela se lanzan fuegos artificiales. Pero lo que lo
convierte en un momento todavía más hermoso es el himno
de Aritonina, que se canta cuando se quita el sello de la
cazuela.
Cada ciudad tiene su manera de hacer, g st-r música-,Algr-ltras
ciuda:des tienen más de una canc;ión que nos describen el
paisaje local. Copocabono, Corcavodo, Goroto de lponento,
Cido'de Morovilhosa.
Roma, Chicago, Nueva York, San Francisco, todas estas t
ciudades tÍenen canciones que.las ensalzan U que se halr
con'¡ertido en universales. Al escucharlas, uno hace inmedia-
taménte,una lectura de la ciudad"
Cuar,do se habla cle tango o de Carlos Gardel, enseguida
pensanros'en Buenos Aires. Hog en día, uno puede ver un
hernioso espectáculo rJe tango en cualquíer lugar, Ua que
hag cgh-rpañías de mug buena calidad que hacen giras por el
munclo, pero nada se puede conrparar con el tango de Buenos
Aires, la cuna del tar-rgo. Esté dorrde esté, el tango siempre
tendré sangre porteña.
La s¡mb'a es una de las marcas culturales de Río. Y uro qr.
hau buenos sanrbistas en todo el país. Pero, cuando llega el
^ arngva.l, el lugar de la samba es la avenida. Y ell eso, Río
u

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