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energía de un punto enfermo o cansado por ¡ t¡, ffic. sB(B . . se0
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Creo que podemos U debemos aplicar algunas t-
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"nragias" de Ia medicina a las ciucJades, -FJ
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pues rrLrclras eslán enfermas, algunas casi B á-g
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acuput-rtura urbana
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escucho halllar sollre el ¡:rogreso de las JÉ'il'tE ' '
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ncias, siempre recuerdo que es sobre la base de
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lampo clel Urbarrisnro, vamos a ver como la i"i.
intuición lo que le ha llevado a acometer las i.'i '
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r todo esto recomiendo la lectura de este libro,
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nde los problemas del urbanismo I la sociedad se ;i¡
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urbana podríarrros Los coreanos .en
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cJe buena acupuntura
¿Qué eienr¡:,los La aCUpuntura urbana no sienr¡lre Se tradulCe etr ol:ras.
en San Francisco' {
lt' enuinei'ar?[l reciclaje de Ia Cannerg'
A veces' es una:?t: qi" En algunos CaSoS¡ basta Con introducir una Ilueva costttnlbre,
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Ei ¡:arque GÜell, et¡ Barcelona' rln nuevo hábito, que crea las condiciones necesarias ¡:ara
ue el caso del Centro
pro¡r,.i. un camllio cultural' conro f ola que se clé la transforrnación. IMuclras VeceS, una itltert'el-lciólr
de^Bilbao' de Frank Gehrg'
Porl¡:idou, en Paris, dei Museo
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Siation' de l'lueva York' l'lumana, sin que se planee o realice ninguna obra material'
restauración cle la Grand Cent¡-al
',:'.) viene por medio de un acaba siendo una acuPuntura'
0iras veces, la acr'rpuntura urbana t'
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pe- suelo decir que lrlueva York debería Ievantar un l-nonunrento al
;. n;;. ¿ e s e,, i a i ¿ t ti, t o nt o a pi rá
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.i. Buenos Aires' g el ponj.unto core.ano desconocido. Los integrantes de este pueblr: ¡:restatr
ración del Puerto Madero' etr
un servicio extraordinario a l¿r ciudad con SUS groCerlJ s¿ores,
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l'ronrbre procJujo en la natur acaban siendo una referenciar importante en la ciudad. Por
paisajt eso, los coreanos desconocidos g sus pequeños comercios
tiempo, estas heridas crearon otro ":,::ip^Y:].::'
es aprovechar estos palsaJes agudan a hacer una buena acrupuntura urbana etl Nueva Yorl<;
..; qtre cia excelentes resultados
mal' Un eiemplo claro
g corregir lo que el hombre ha,hecho nrejor que cualquier program¡a de animación cultural'
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la ciudad brasileña de
g bueno es la pPera de Ararnel en Muchos de estos comercios de Nueva York recuerdan lo que
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se divertía g, habitualmente,.llevaba estas discusiones a otros r:
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puntos de la cíudad.
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clifundió la moda, la literatura, la riúsica, la lristoria.
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El cine 7l
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están desapareciendo en la magoría cle las ciudades rJel
mundo. Los viejos cines se reforman para convertirse ett i;'
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En muchos lugares, las salas de cine tradicionales se lran !i,.
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sustituido por los multicines, pero eso es ga otra historia' t,'
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En el Estado [:rasileño de Paraná, con el programa Viejc La recuperación de un río
Cine I'Juevo, henros empezado a recuperar los viejos cines
Aunque era la primera vez que visiiaba la ciudad, seúl parecía
municipales. lntentamos dotarlos de los más modernos
no ofrecer nínguna sorpresa. cltra aniigua ciudad asiática,
equi¡:os para ¡:oder ctear circuitos de cine nacional I artístico, '
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g contalninación del arrogo las La historia nos cuenta que Beijing es una de las ciuCades más
se viera la degradación la l-
Ias vías elevadas': antiguas del rnundo. A principios del síglo XV, se translormó
cercanías- Encima, se constrL'lUeron
en dos ciudades separadas por muros. La ciudacl interior a[:ri-
a ser c0mo antes' iecuperar
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Querían que el ltrgar volviera gaba la antigua Ciudad lmperial, cercada por uri muro de diez :l
de su cLrrso' Ei progecto era
río g revitalizar la región a lo larEo '':
icliotez)' pero el alcalcie g su kiiómetros. Era la "Ciudad Prolribida", donde los fosos ciefirrían :
caro (cuesta nrucl-ro-corregir una los palacios de Ios emperadores. Al último, Pu-Yi, lo depu-
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de conversar con una de los antiguos conceptos de cinturonesr carreteras radiales, etc.
Eri Seúrl tanrbién tuve el privil'egio ¡¡ .
que dejó ra universidad,para CBD (Center Business District). Es una ciudad viaria. i,
lilósof o licerrciado en Harva.J
Kim dio clases de
;;;;;,;I. nrecticina. Al volver ie corea del sur,que
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lunto a la "Ciudad Prohibida" g sus alrededores, aparecen I'
se hizo mug
filosofía durante clos años en un programa
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pequeños trozos cie la antigua ciudad. Una ciurdacl qure hog
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muU famoso¡ que ahora
popr-rlar en su país' Es un hombre sólo se reconoce en las películas o en los libros. i:
ha cleciclido convertirse en reportero Beijing necesita acupuntura para volver a ocupar el lugar r:'
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Coincidimos
l{uestra.conversaciór-l fue una celebración'
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destacado en el mundo que merece. Menos carreteras, rnás .:,
la sencillez' síntesis de la
r-lruc'o en la t,anera cle pensar U en ciudad, más gente, más bicicletas. Quizá sea ésta la acupun- i
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tura que necesita. Traer de vueita el autobús g las calles.
Me dibujÓ la ciLrdaci. Y lo qr-re nre
impresionÓ más: le9é Ia Marcar el paisaje con las paradas. Aunque quizá necesita otro
de cada siiio' de cada
ciudacl, el sigrrificado de cacla región' tipo de acupuntura. iQué audacial ¡Querer- hacer acupuntura a
si las ciudad.es
nonrllre, cle n'lanera simple ¡¡ concisa. ¡Ah, ios chinosl
más filésofosl
tuvieran nrenos vend'edores de compiejidades U i l.i
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Uria i¡risa con horá fija. De noche, consigues ver la plaiza.
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La ciudad es segura, tranquila, las parejas salen g los rriños
:.: 'c0i-ren por Ios pase0s. En algunos lugares se puede ver el
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Quizás, en esa ciudad una buena acupuntura sería hacer más
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cosa: pequeñas. Potenciar el rí0, que es una maravilla, g dejar
que sople la brlsa. Volverse hacia ese soplo divino corno al sol
.i, . de fin'de tarde de una playa carioca.
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No hacer nada, con urgencia
tn mi primera legíslatura como alcalcle de Curitil¡a, una rJe
las primeras decisiones que tuve que tomar fue cuando recibÍ
una solicitud de una asociación de vecinos que pedía algo
mug extraño: que el Aguntamiento no hiciera nada en ac¡uella
vecin dad.
Le indiqué al concejal de obras públicas qr-re
verificara la sítr:a-
ción. Descubrimos que la petición, a pesar de ser insélita, terrÍa
un origen lógico. El Aguntanríento estaba realizando oL¡r'as eri la
zona -corrección de Iá inclinación de las calles no asfaltaclas* g
la preocupación de los vecinos era que las rnáquinas acabai'an
cubriendo un pequeño manantial.
Mi despacho al respecto fue lacónico, pero decis¡vo: "No
hacer nada, con urgencia". A veces, en la vida cle una cíudad
amenazada por decisiones que pueden perjudicarla, es
necesario no lracer nada, con urgencia.
Treinta g dos años cJespués, en Lisboa, cogí un coche para
dar una vuelta g a la prirnera persona que vi en la ciucjacl'fue
a Álvaro Siza Vieira, un arquitecto mug respetaclo g solici-
iado en el mundo entero. Era como salir
¡:or prinrera vez en
Río de Janeir-o g encontrarse a 0scar Nienreger. Allí estaba
Siza Vieira, tranquilo, inspeccionando una obra. Los genios
aparecen, muchas vecesr sin la lámpara mágica.
Vi las colinas, hermosas colinas, g el Tajo. tn los perió-
dicos, noticias sobre nuevos progectos para -lúneles,
Lisboa.
viaductos; la E;<po 9B dejó algunas
contribuciones, pero era
un área decadenie que
fue totalmente renovada.
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la Libertad, dei Rocío' de las i Arot:nd the clock o La ciud ad"24 lroras
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Ln la Lisi:oa de la avenicla cie ,
sea no hacer nada' con
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: En el Zócalo, el centro históricc'de la Ciudad de Iüéxico, al
Colinas, qLrizás la nrejor acupuntura
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ataidecer empiezo a tener mieclo de desaparecer enlre ia
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pintar el ascensor de Ílrultitud. Una inundación de gente. La magoría, \/elldedores
'rl PD: ¿Qué tal irr-r pequeño atrevirliento:
. ::i II ambulantes que intentan ganar$e el pan de cada cliel, urta
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Santa Justa cle color ladrillo? a
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,,: Los vendedores ambulantes podrían iniciar sus actividades
después de ias seis de la tal-de, con lo que traerían más vida a
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la ciudad después del horario comercíal tradiciorral. ,
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Generosidad ur[:ana
Hace algunos años, un grupc) cJe persc,nas gerriales cle Belo
l"lorizonte, entre ellas nri viejo arnigo Valérir¡ Fabris, o[.ttuvo
ei respeto de todo el mundo con actitudes que estimulaban
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el amor por su ciudad. Cada gesto en ese sentído era una ¡¿.
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Desde entonces, lran surgido periódicantente acciones e
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una ciudad r:,1
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Se hizo famosa.la historia de una vaca en la calle Leo¡:oldina,
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una escultura en medío de un paseo público que fue adoptada ilr;:.1
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por los vecinos de Belo Horízonte. Hace tienrpo, unos vándalos t,,: .
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pisos. cada habitante g su farlilia ha.blan del cuac.lro, cr¡en1an
exJluesta et-) un gran escapai'ate de la calie de la Plaga; de
esla fornra, la gente puecle seguir ias entrevistas g puede historias dei artista, te ofrecen un café. Cada senrana el
es una cuadro cambia, con el artista. Esta generosicfad ur[¡ana es
¡rariicipar colocarrdo sus ideas en el escaparate:
. realmente hernrosa.
nrirestra de generosidad urbana.
En salvador de Balría, carlinhos Brown mantíene una escr-iela
Ciianrio lrabajaba en Rio de Janeiro, había en el equipo
de música en una favela. Todo:s los sál:ados, monta auté,-
urr rliseílarlor gláfico- Un día, que jamás olvidaré, vino ai
ticos conciertos en ese lugar" Una empresa graba el CD clel
cie::pactio vesiido cle ¡lagaso. Se serrtó a la mesa g trabajó
concierto g los beneficios de las ventas van destinaclas a los
to,Jo el c.lía en silencio, c0mo siempre l'racía, Al final de
la
habiiantes de la favela.
jornacla, nos dijo que n0 vendrÍa más a trabajar porque había
ciecicliclo hacer lo que siempre había soñado: ser pagaso Mi gei-no Bas nre contó Ia lristoria de los "jardines frotantes de
cie
circo. t'iaLlía l-recho un curs0 sin decírselo a nadie' En aquel Ios linrpiadores de ventanas de los edificios" de Nueva york.
Un arquitecto tuvo la iclea cJe pr:ner cajas bon plantas g liores
nromento, recibiÓ ios prirneros aplausos'
ltn en ia,s,piataformas que se Lisan para limpiar los cristales; de
Hace algunos años, fui a un concierto de Hélcio Milito,
rie eso esia n¡anera, qr:edarían "estácionadas"
crack de la boss o nova. Como se irabrán dado cuenta' U se convertiría¡l elr
jardines flotantes frente a Ios apartamentos.
hace nruclro tiempo. Pero no olvidé un gesto de verdadera un cJetalle inolvi-
dable de generosiciad.
generosidaci urbana. Después del concierto, el dueño del
bar, al ver que'terría dif icultades para encontrar un taxí a esa
[n los años 80, en tr.lavidacJes, fa ciudad de curitiba decorar¡a
todos los autobuses. La decorar::ión con árboles navicleíros,
hora, nre llevó en su coclre hasta ia puerta del hotel'
con lucecitas, era generosa con las personas que tenían que
En h4aripá, una Pequeña ciudad del oeste del [stado
de
ir a trabajar en estas fechas. con los autobuses
paraná, el Aguntanriento plantÓ orquídeas en las calles. Las recorrie,clo
la ciurlad, esa muestra de generosiclad tanrbién
flores eran tan bonitas que la po[:lación devolvió el detalle del alegria de la iJavidad a toda la pr:blacíón.
extendía la
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h4el-cer-era una vecirro especial. Era ia cara u ei pensamietrto i perdió a este gran amigo. Como Ua n0 podíamos itacerle
cie la ciuclad. Lo sal¡ía todo sobre música, literatura, era un ¡
H ,..outo. a Mercer, com0 homenaje a él tenclríarnos este Cía
grarr crítico, p'ero tanlbién un amigo leal' Sobre todo, tenía un I Or* hacer regalos a los amigos. Seria una gran generosidaC
d on exlraordinario: era un af inador de conversaciones. Si la N urbana, algo que h4ercer siempre hizo por la ciu'Jad-
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clrarla derivaba lracia un tema rJesagradable, Mercer corregía seleccióir brasileña, tuvo un gesto
f t fiitbolista Vampeta, de la
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el rurnl:o g la encaminaba hacia otro mejor' É ¿. extrema amabilidad con su ciudaci, ia pequeña Naza¡-é
Tenía la manía de orquestar, de hacer arreglos en cualquier I Orr Farinhas, en Bahía. Una vez, él estaba en la ciudad g le
nronrento. Adoraba el tango g tenía un bandoneÓn inraginario, i picjieron una aguda de 20 reales porque el tejado dei cine se
Urro pocJia verlo "tocar" en cualquier nrontento g en cualquier I estaba cagendo. Vampeta fue a ver ei ediIicio, que estaba
s itr-r a ción. [ .n un estado lamentable. Ei Cine Rio Branco era un edificio
Toda la ciuclad fue a sU entierrc¡ para presentar sus respetos a Ir
histOrlco, uno de los más antiguos del país, de 1927- Varr-rpeta
compró e{ cine g restauró el edificio. Dicen que la inaugura-
un personaje tan cluerido- Un prirno suUo se me acercó g me I
ción fue la maUor fiesta de la historia de Nazaré, U que contó
entregó un CD, con fragmentos de un cantante de tangos, que I
había cbnseguiclo con bastante dificultad: "Se Io quería dar I hasta con la presencia de Ronaldo.
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Acupuniura Por la música
En Antonina, una ciudad dei litoral del Estaclo de Paraná,
tienen un piato típlco que se cocIna en una cazuela de barro
sellada'con harina de mandioca" Es una exquisitez llanrada
borr:eado. En su versión más tracJicional, antes de destapar
la cazuela se lanzan fuegos artificiales. Pero lo que lo
convierte en un momento todavía más hermoso es el himno
de Aritonina, que se canta cuando se quita el sello de la
cazuela.
Cada ciudad tiene su manera de hacer, g st-r música-,Algr-ltras
ciuda:des tienen más de una canc;ión que nos describen el
paisaje local. Copocabono, Corcavodo, Goroto de lponento,
Cido'de Morovilhosa.
Roma, Chicago, Nueva York, San Francisco, todas estas t
ciudades tÍenen canciones que.las ensalzan U que se halr
con'¡ertido en universales. Al escucharlas, uno hace inmedia-
taménte,una lectura de la ciudad"
Cuar,do se habla cle tango o de Carlos Gardel, enseguida
pensanros'en Buenos Aires. Hog en día, uno puede ver un
hernioso espectáculo rJe tango en cualquíer lugar, Ua que
hag cgh-rpañías de mug buena calidad que hacen giras por el
munclo, pero nada se puede conrparar con el tango de Buenos
Aires, la cuna del tar-rgo. Esté dorrde esté, el tango siempre
tendré sangre porteña.
La s¡mb'a es una de las marcas culturales de Río. Y uro qr.
hau buenos sanrbistas en todo el país. Pero, cuando llega el
^ arngva.l, el lugar de la samba es la avenida. Y ell eso, Río
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