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Vida, doctrina y obras de Avicena

El más grande de los filósofos musulmanes del grupo oriental es sin ningún género
de dudas Avicena, o Ibn Sina (980-1037), el verdadero creador de un sistema escolástico en
el mundo islámico. Persa de nacimiento, nacido cerca de Bokhara, recibió su educación en
lengua árabe, y la mayoría de sus obras, extraordinariamente numerosas, fueron escritas en
árabe. Verdadero niño precoz, aprendió sucesivamente el Corán, literatura árabe,
geometría, jurisprudencia, lógica. Aventajando a sus preceptores, estudió por sí mismo
teología, física, matemáticas y medicina, y a los dieciséis años de edad practicaba como
médico.

Consagró entonces un año y medio al estudio de la filosofía y de la lógica, pero sólo


cuando encontró un comentario de Alfarabí fue capaz de entender a su satisfacción la
Metafísica de Aristóteles, que había leído, según él nos cuenta, cuarenta veces sin llegar a
entender. El resto de su vida fue de muchos trabajos y aventuras, ya que actuó como visir
de varios sultanes y practicó la medicina, y experimentó en su ir y venir las venturas y
desventuras de la vida y el favor y disfavor de los príncipes, pero siempre sin dejar de ser
un filósofo, prosiguiendo sus estudios y sus escritos dondequiera que iba o estaba, incluso
en la prisión o montado a caballo.

Murió en Hamadan a la edad de cincuenta y siete años, después de realizar sus-


abluciones, arrepentirse de sus pecados, distribuir abundantes limosnas y dar libertad a sus
esclavos. Su principal obra filosófica es el As-Sifa, conocido en la Edad Media como las
Sufficientiae, que comprende la lógica, la física (incluidas las ciencias naturales), las
matemáticas, la psicología y la metafísica. El Najat era una colección de textos, tomados de
la obra anterior y dispuesta en un orden diferente.

La división aviceniana de filosofía, en sentido amplio, en lógica, propedéutica de la


filosofía, filosofía especulativa (física, matemáticas y teología) y filosofía práctica (ética,
económica y política) no ofrece características notables, salvo que la teología se subdivide
en teología primera (equivalente a la ontología y teología natural) y teología segunda (que
comprende temas islámicos), y eso distingue la teología islámica de la griega. Pero su
metafísica, a pesar de lo que toma tanto de Aristóteles como del neoplatonismo, manifiesta
características propias, que hacen evidente que, por mucho que tomase de filósofos
anteriores, Avicena había pensado su sistema cuidadosamente y de una manera
independiente, y lo había soldado en un sistema de sello peculiar.

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