Lectura y escritura como procesos

Seguimos analizando el texto de Marta Marín

(https://drive.google.com/file/d/1c5Bm9dCeqAZSceFzlAzyvy7UyucDUsBR/view)
, ahora en lo que respecta a la concepción de lectura y de escritura que presenta.

Tradicionalmente, se pensaba que conocer qué letra correspondía a cada sonido

de la lengua era suficiente para comprender un texto o saber escribirlo.

Sin embargo, está claro que leer de corrido no implica comprender en profundidad
un texto.

En tal sentido, el enfoque comunicativo de la lengua aborda la lectura y la escritura

como procesos complejos en los que entran muchos factores más que la simple (y
no tan simple) correspondencia entre grafemas (letras) y fonemas (sonidos) de una
lengua.

La construcción de las habilidades necesarias para leer y escribir textos cada vez
más complejos es un proceso permanente e interminable. Todos nos vemos en
algún momento en situación de leer un texto que nos resulta difícil de comprender,
o en momentos en que tenemos que escribir algo y ni siquiera sabemos por dónde
comenzar. Ahora bien:

"Se aprende a leer, leyendo, y a escribir, escribiendo, lo cual no implica un leer y

escribir
caóticos o no significativos (obligatorios), sino un hacer con guía experta y propósito
claro y real"

afirma Marta Marín. Y en esa sola frase hay varias cuestiones a considerar.

A leer no se aprende con "instrucciones" ni "teorizando" cómo se debe leer.

Acompañando la lectura de nuestros alumnos es como aprenderemos a
orientarlos. Leer con ellos en clase todo tipo de textos, mostrar orientar la
comprensión cuando sospechamos que no nos siguen, monitorear si van
comprendiendo, habilitar interpretaciones variadas y cada vez más complejas, son
algunas de las tareas que podemos hacer. Si limitamos el trabajo a "cuentos", por
ej., no favoreceremos que en el futuro sean lectores competentes de otros tipos de
textos.

A escribir tampoco aprendemos memorizando normas de escritura o de gramática.

Estas nos ayudan, pero no nos hacen entender cómo es escribir un texto sobre
temas variados. Escribir con los chicos en el aula todo tipo de textos hará que
desarrollen sus capacidades, orientarlos, proponer alternativas cuando las palabras
no salen, reescribir "con" ellos.

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Observen que nunca hablo de "corregir"... La idea es construir con ellos, aprender
de los "errores" cuando las tareas no son del todo exitosas, aprovechar las
limitaciones como una excusa para nuevos aprendizajes.

Pensemos que, en la medida en que desarrollen sus conocimientos de forma cada

vez más autónoma y seguros de sus propias potencialidades, se estarán
convirtiendo en lectores y productores de textos cada vez más hábiles.