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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación


Centro de Capacitación Laboral Casa Don Bosco-Discontinuos
Cátedra Lectura y Escritura
Curso de Primeros Auxilios

Bachiller: Gabriel García

Don Juan Bosco


Giovanni Melchiorre Bosco, nombre italiano de nacimiento, mejor conocido como Don
Juan Bosco,  fue un sacerdote, educador y escritor italiano del siglo XIX, nace el 16 de
Agosto de 1.815 en I Becchi, un caserío de Castelnuovo, cerca de Turín, Italia, en una
familia de campesinos humildes, hijo de Francisco Luis Bosco y de Margarita Occhiena,
tuvo dos hermanos Antonio Bosco y Juan Bosco, de los cuales el primero de estos fue hijo
del primer matrimonio de su padre. Al tener casi los dos años de edad, Juan Bosco queda
huérfano de padre debido a una pulmonía por lo que quedo en manos de su madre,
Margarita, la crianza de los tres pequeños, con su perseverante carácter, humildad, una
solida devoción católica y además un gran amor por su familia, Margarita cuido a sus hijos
a pesar de las dificultades, enseñando a Juan Bosco el amor a Dios y el trabajar en la tierra.

En lo que respecta a su hermano mayor, Antonio, quedando huérfano por completo quedo
igualmente a cargo de Margarita quien lo crio como su propio hijo y le brindo la educación
y amor que necesitaba el pequeño, sin embargo, el “primogénito” nunca supero del todo la
pérdida de sus padres, por lo que en ocasiones se tornaba arisco con la familia y no apoyaba
los sueños de su hermano menor Juan y prefería que este se mantuviera en el campo, a
pesar de esto, cerca de los 10 años de edad Juan Bosco tuvo un sueño que marco su infancia
y le indico su verdadera meta en esta vida: la educación y juventud, por esta razón trabajó y
estudió desde su adolescencia. En 1828 deja I Becchi y va a trabajar como pastor a casa de
una familia lejos de su familia. Desde muy joven, demuestra un espíritu de liderazgo y las
características del que sería su apostolado entre los jóvenes al reunirlos y entretenerlos,
aprendió juegos y malabarismos en las ferias de los pueblos, brindaba anécdotas con un
propósito educativo.

Para pagar sus estudios de bachillerato pedía limosnas y en vista de la situación tan
preocupante para el joven tuvo que aprender varios oficios para pagarse su educación
media por lo que comenzó a hacer pastelería, sastrería, ferretería, zapatería y muchos otros
oficios que después le servirían para sus muchachos, se convierte además en maestro
del teatro, música, prestidigitación recibiendo en varias ocasiones promociones por su gran
inteligencia y dedicación.

Siguiendo con su educación, a pesar de todos los oficios aprendidos, preocupado aun por
sus escasos recursos económicos que le imposibilitaban seguir la formación sacerdotal,
Juan decide ingresar en los franciscanos en 1834, decisión que cambió radicalmente debido
a un sueño en donde veía frailes que lo desaconsejaban. Con la orientación del padre José
Cafasso y la ayuda del padre Cinzano, Juan ingresó en el Seminario Diocesano de
Chieri 1835 cuando tenía 20 años. Para ese momento, la iglesia católica presento una fuerte
influencia espiritual, el Jansenismo, recibiendo un fuerte rigorismo moral basado en una
interpretación literal de los textos de Agustín de Hipona. La ascética o práctica religiosa
que buscaba purificar el espíritu mediante la abstención de los placeres materiales, siendo
esto la base de su espiritualidad que los alejaba de los sacramentos, especialmente de
la Eucaristía, por lo que Juan Bosco sacrificaba su desayuno por irse a una iglesia a
comulgar. Finalmente logro ordenarse como sacerdote el 5 de Junio de 1.841, celebrando su
primera eucaristía en Turín ante el altar del Ángel de la Guardia.

Siendo ya un sacerdote con 26 años de edad, seis meses después de su orden sacerdotal, un
día cuando iba a dar la eucaristía en la iglesia de San Francisco de Asis encontró a un
sacristán que maltrataba a un joven de 16 años de edad, Bartolomé Garelli por no saber
acolitar, o lo que conocemos hoy en día como ser monaguillo, al ver eso, el padre Bosco
defendió al muchacho, luego el joven le confiesa a Bosco que no había realizado la primera
comunión, que era pobre y no conocía del catecismo, después de la misa de ese día, Juan
Bosco le dio las primeras lecciones sobre catecismo a Bartolome, y a la semana siguiente
fue este quien trajo consigo 20 muchachos mas, y a los meses, ya eran 80 jóvenes
recibiendo catecismo por parte del padre. Labor no muy buena vista por todas las personas,
ya que para esa época en pleno inicio de la revolución francesa, ante los ojos de los
pueblerinos el padre podría estar armando una revolución, para otros era considerado loco,
para otros no era bien visto ver a un padre con tantos jóvenes de tan bajo estrato social,
incluso para los ojos de la misma iglesia parecía que el padre robaba feligreses de otras
parroquias, por lo que un colega le aconsejo reducir el número de muchachos a 20 para no
levantar tanto alboroto, por lo que comenzó la fase de nómadas del Oratorio Don Bosco
reuniéndose, a las afueras de la ciudad y en cementerios.

En vista de que se vencía el plazo de circulación en ese pueblo lo llevaron a unas tierras
para enseñarle una casa, terreno el cual Juan Bosco pago y se convertiría en un paso más
para hacer su sueño realidad, allí convirtió ese espacio en una pequeña capilla para que
asistieran los jóvenes, en vista de la gran asistencia de muchachos sobre todo los días
domingos, el conde del área temeroso de que se armara una nueva revolución católica se
oponía al Oratorio por lo que salió en su defensa el Rey Carlos Alberto. Ante la gran
enseñanza y trabajo desinteresado el padre enfermo rápidamente hasta el punto de
conseguir casi la muerte, momento en el cual todos los asistentes al oratorio oraban por su
sanación, ayunaban e incluso hicieron promesas por la salud del padre, quien muy
rápidamente recupero por completo su bienestar y atribuyo esto a un milagro realizado por
sus jóvenes. Al cabo de un tiempo de recuperación y descanso en su casa volvió con su
madre Margarita quien con 58 años ayudo a la labor de su hijo por lo que se le comenzó a
llamar “mama” en el oratorio.

El Oratorio de Don Bosco se desarrollo entonces como un espacio en donde los muchachos
podían aprender un oficio útil, asistir a los sacramentos y tener un patio para jugar
sanamente con los amigos. Desde el principio Don Bosco puso en el centro de su obra la
figura de San Francisco de Sales como modelo de amabilidad, dulzura y espiritualidad
religiosa. Visitaba las fábricas en donde trabajaban sus muchachos para garantizar de que
no fueran víctimas de explotación, buscaba trabajos dignos para muchos de ellos para lo
cual hacía que los empleadores firmaran con él tratados que garantizaran los derechos de
los muchachos anticipándose así a la legislación laboral internacional. Planeaba retiros
espirituales para muchachos obreros y en 1847 elaboró el primer reglamento del Oratorio.
Más tarde, aproximadamente en 1847, comienza una nueva etapa del Oratorio. Hasta
entonces los muchachos tenían que buscarse por su propia cuenta el dormitorio, muchos de
ellos lo hacían en la calle. Bajo petición del joven Alejandro Percamona, un muchacho
huérfano que le pidió posada, Don Bosco y con la intervención de Mamá Margarita, inician
el proyecto del internado en Valdocco. Años mas tarde surgió la idea de extensión de
su apostolado, que tuvo como sede la misma Turín, cuando comenzó la construcción de
una nueva capilla de los escombros de una anterior para reemplazar la inicial. La idea de
crear los talleres dentro del Oratorio nace de la necesidad de sacar a los muchachos de los
trabajos en las fábricas. A partir de 1853 comienza la construcción de talleres de calzado,
sastrería, carpintería, imprenta y metalistería. Gracias a esto, 300 muchachos dejaron de
trabajar en las fábricas.

Para ese entonces Bosco logro dar clases permitiendo completar la educación media de
todos sus muchachos, insistiendo siempre en la calidad de la misma, para ese entonces
muchos seminarios fueron cerrados, en cambio el de Bosco logro un mayor prestigio dentro
de las autoridades civiles debido a la calidad de educación y el trabajo social que promovía
a jóvenes marginales, llegando incluso, a recibir a seminaristas y otros religiosos para que
culminaran sus estudios allí, para 1861 Juan Bosco logro formar y que se ordenaran 34
sacerdotes nuevos, con el problema siguiente de una orden proveniente de un nuevo
gobernador no religioso se cerraron muchos seminarios, casas religiosas, se dispersaron
sacerdotes y además les quitaba a estos sus derechos civiles, lo impresionante fue como
este mismo gobernador no creyente, le aconsejo a Juan Bosco como crear su congregación
sin que entrara en conflicto con la legislación civil, indicándole que formara una sociedad
clerical, una asociación que tuviera ciudadanos libres que en lo religioso dependiera de la
iglesia, y en lo social fueran libres ciudadanos.

Por esta razón la Sociedad de San Francisco de Sales se cambiaron algunos términos usados
para referirse en este centro como por ejemplo, a los laicos o creyentes o hermanos ahora
se les llamaba señor, en vez de referirse a los superiores como prior o superior general,
ahora seria, director, inspector, rector, y en vez de convento s o provincia e usaba la
palabra casa o inspectoría.

Años más tarde, gracias a otro sueño, en este caso la Virgen María le pidió interesarse
también por las muchachas, fue  María Dominga Mazzarello, una muchacha de la
parroquia, Mornés, que demuestra una gran devoción y carisma por las jóvenes más
necesitadas, la responsable de llevar a cabo este sueño. El 8 de octubre de 1864 Don Bosco
se encontraría con la joven Mazzarello de Mornés y de dicho encuentro vendría a la luz la
fundación del Instituto de hermanas que harían del carisma salesiano una oportunidad
también para las muchachas.

Don Juan Bosco, viajo a Francia, España, domino su idioma natal, el español, francés,
inglés, el griego y el latín, siendo ya querido por muchos y en muchos países a donde iba
las personas querían caminar detrás de él, siendo considerado en vida como un santo, envió
expediciones hacia el nuevo mundo, lo que sería hoy en día la Patagonia de Argentina
donde comandada por uno de sus muchachos, se rego su mensaje por Latinoamérica. El 31
de enero de 1888, murió el llamado apóstol de los jóvenes. A los salesianos que están en
torno a su lecho les dice sus últimas palabras: “Quereos como hermanos… Haced el bien a
todos, el mal a nadie… Decid a mis muchachos que los espero a todos en el Paraíso Tenía
72 años, 5 meses y 14 días de edad. Su cuerpo permaneció en la Basílica de María
Auxiliadora y después fue sepultado el 6 de febrero en la casa salesiana de Valsalice, pero
sus restos serían posteriormente trasladados a la Basílica en donde permanecen en la
actualidad.

Beatificación y canonización

En 1890 se abrió el proceso de beatificación y canonización de Don Bosco. El 2 de


junio de 1929 (39 años después), Don Bosco fue proclamado beato y el 1 de
abril de 1934 (44 años después) fue canonizado por el papa Pío XI. Su estatua fue puesta en
un nicho reservado a los santos fundadores de órdenes religiosas en la Basílica de San
Pedro, como había soñado mientras vivía, y está situada por encima de la de San Pedro.

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